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Entre dos mares

Foto Jesús Alba Enatarriaga
De la pequeña Venecia, en Valencia, a la castellonense gruta de Vall de Uxó, pasamos unos días paradisíacos de vacaciones inter covid. No faltó la Albufera de Vicente Blasco Ibáñez, con sus cañas y barros, sus moricos, pájaros de ese ecosistema, o su paseo en barca al atardecer. Ni la tierra interior de Lorca u Orihuela: “No puedo olvidar / que no tengo alas, / que no tengo mar…” (Miguel Hernández). Del Mediterráneo al Mar Menor hay solo unos metros. Toda una vida.
Estuvimos en La Manga hará unos veinte años, una Constitución con Fundación DFA. Casi a los 30, menos mal que el albergue – apatahotel tenía aire acondicionado. El submarino de Isaac Peral, en Cartagena, estaba todavía a la intemperie; no recuerdo a Alfonso XIII en ese banco del paseo marítimo, despidiéndose de su querida España. En el teatro romano nadie llevaba mascarilla; ni tan siquiera el Icue, o niño pescador.
Y el poniente se puso en la playita del hotel, y marchamos a otro mar, el Mediterráneo valenciano. Los postes de la luz remembraban mi infancia, los naranjos, el encuentro con mi tía y madrina, Angelines, y noches a la fresca con los vecinos de aquellas parcelitas, con una habitación con derecho a cocina, y los gitanos que hacían canastillos de mimbre –me regalaron uno–. No quería volver.
Los modernos hoteles, los rascacielos, la Ciudad de las Artes y las Ciencias –con su Hemisférico y su Oceanográfico, la ballena y el barco, sus museos, palacios y puentes–, no dejan vislumbrar los mágicos pendientes de la reina de junto a las barracas. No cogimos el antiguo tranvía, como Manuel Vicent, pero en coche pudimos acceder a la nueva Malvarrosa: de una parte, los chiringuitos discoteca con jóvenes incautos, sin mascarillas; de la otra, las inmensas arenas de su playa, el Puerto, con sus tinglados, sus muelles comerciales y el Edificio del Reloj. Y hacia El Cabañal y Nazaret –antiguo lazareto que salvó de la peste a muchos marineros allá por el XVI–, las casas de principios del XX, con azulejos y grandes puertas de madera, a las que salían las vecinas en sus sillas de anea.
Horchata en Alboraya, paella de mariscos en el Pinedo. Y la amistad de años. Y la sal de la vida.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 18 de julio de 2021).
La nueva floración

Foto cartel Fiestas del Pilar 2021 - Heraldo
Sobre gustos no hay nada escrito, si bien es cierto que todo depende del cristal con que se mira. El refranero sirvió al amigo Sancho para aconsejar a su amo Don Quijote y nos sigue sirviendo hoy, en esta recta final de la pandemia.
Todo comenzó con la plantación de tulipanes; y después el encuentro “Zgz florece”, en el parque José Antonio Labordeta, con cientos de flores formando originales esculturas, música, libros, gastronomía, cultura popular… y zaragozanos, muchos zaragozanos, cuando todavía eran obligatorias las mascarillas en la calle. Ahora, la enorme estructura de petunias, begonias y lantanas, en forma Virgen del Pilar, columna y emblema de nuestra ciudad. ¿Qué mejor broche de oro que el cartel “Un camino de flores”, para los esperados pilares 2021?
“Es un única flor, que representa el símbolo más importante de las fiestas, la ofrende de flores. Y en esa única flor van apareciendo diferentes detalles. Una imagen muy icónica, también pensando en las distintas aplicaciones que tiene el Pilar. A nivel compositivo, hemos trabajdo superponiendo capas de papel. Queríamos hacer una imagen alegre, y en ningún momento discutimos nada de mascarillas. Es como pospandemia total”. Así presentaban su Inés Marco y Miguel Frago, diseñadores y creativos, autores del cartel ganador, en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento.
Una flor de mil pétalos de colores: las gentes, el camino, árboles, fuentes, monumentos, las torres del Pilar. Un espacio de espacios y actuaciones diversas, tradicionales y nuevas. Y al frente, una pareja sin mascarilla, mirándose, compartiendo, a punto de besarse, bailando jota. Me gusta contemplar, perderme en los recovecos de una obra de arte.
El actual equipo de gobierno del Ayuntamiento apuesta por las flores y la belleza, por una ciudad más amable y accesible. Y el Bosque de los Zaragozanos, con 700.000 árboles de aquí a poco. Por el Bálsamo de Fierabrás, como dirían los personajes cervantinos, que lo lograrán.
¿Cortina de humo de flores, que oculte la falta de cultura con mayúsculas? Se preguntará más de uno. Solo sé que el colorido ayuda a salir de una crisis, de salud, económica o depresiva. También las flores.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 11 de julio de 2021).
Fernando Ferreró

Foto Heraldo
Poesía intelectual, elegante, pura, que entronca con la de Pedro Salinas, Juan Ramón Jiménez o Jorge Guillén. Ya en sus primeros poemarios –Acerca de lo oscuro (1959) y Hacia tu llanto ahogado (1960), que se refundirán en 1982 en el volumen titulado De la cuestión y el gesto– se nos muestra lo peculiar de su obra. Según Rosendo Tello, “F. Ferrero se adentra por cauces más intelectualistas y puros, (…) con poemas de corte mentalista y alejados de toda estridencia expresiva” (“Frente al espejo de Niké”, OPI-Niké. Cultura y arte independientes en una época difícil).
Preparaba mi tesina cuando el poeta comenzó a regalarme sus exquisitos libros, recortes de prensa o cartas escritas a Manuel Pinillos, desde Benicarló o Alfaro, donde ejercía como profesor; con saludos a Margarita y a su sobrina Maribel, y en las que siempre nombraba a su amada Pilar Novales.
El nuestro fue un encuentro epistolar. Mi padre se encargaba de recoger los materiales en su casa. Fui metiéndome en su mundo. Sin prisa en editar, La densidad implícita y El texto mínimo (1988), Perfiles (1988), El paisaje continuo (1989), Falacia (1992), Ácromos (1994). En 2002 reseñaba en prensa su Revisión propectiva –tan amigo del juego de palabras–: “Ser capaz de sentir es don universal. Al poeta, además, se le ha otorgado el verbo”. Se reiteraba en sus temas primordiales: el don de conocer el mundo y su esencia, y el dolor, contenido en cada arruga. “Un río serpentea / hacia lo interminable”.
En Secuencias y escenarios (2007) continúa, en el mismo paisaje, hacia la desnudez y el símbolo. En Variaciones sobre un contexto inestable (2011) leemos: “Turbulencia del barro en las hojas tardías”. Y en Memoria (2013): “El escrito se oxida / en el húmedo lago / del recuerdo”.
En Cadencia (2015), dedicado “Como siempre, a Pilar”, parece vislumbrarse una cierta oscuridad, el ocaso de la vida. “Desearía vivir más. Estoy satisfecho de la vida”. Gracias a su Obra completa –colección Larumbe, de las PUZ– y de sus pinturas y esculturas, recogidas dos de ellas en la exposición “Iluminaciones. Imágenes, objetos y palabras en la estela de Niké” del Paraninfo, Fernando Ferreró se ha quedado en nosotros.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 4 de julio de 2021).
Niñas sirenas

Foto Europa Press
El solsticio de verano y San Juan, aun sin hogueras, y empezar a quitarnos las mascarillas, nos llevan a latitudes y leyendas idílicas. Como la Sirenita, de Hans Christian Andersen, capaz de enamorarse y ganar un alma eterna, por cada niña o niño a los que hiciese sonreír, o por la lágrima vertida por un pequeño o adulto que actuase mal. Y llegamos al Puerto de Copenhague la escultura de bronce de Carl Jacobsen, dedicada a la bailarina Ellen Price, que tan bellamente le dio vida en ballet al relato de Andersen.
“Deseo que la muerte de Anna y Olivia no haya sido en vano. Y que aunque ahora sintamos el mayor odio, desesperanza y dolor, no sea para traer más sufrimiento al mundo sino lo contrario”, escribía su madre. Agradecía a quienes se había unido de corazón, y denuncia la barbarie: “Ellos no tienen por qué cargar con esa mochila, y si el amor se acaba lo más importante es el bienestar de los hijos”,
Si perder a un hijo es un duelo difícil, que te roben a tus niñas y arrojarlas al fondo del mar es bestialmente doloroso. Muchos no podríamos perdonarlo. ¿De dónde saca las fuerzas esa madre huérfana?
Para el Código Penal, violencia vicaria es “un tipo de violencia intrafamiliar que incluye toda aquella conducta realizada de manera consciente para generar un daño a otra persona, ejerciéndose de forma secundaria a la principal. Dicha violencia es una forma de maltrato infantil…”. Se utiliza a las hijas y los hijos de forma instrumental para causar un dolor insufrible a la pareja.
Anna y Olivia nos han conmocionado. El sencillo gesto de peinarlas, o reírse con ellas, ya no puede ser. “Deseo que la muerte de las niñas sirva para crear mayor consciencia sobre el amor que entregamos a nuestros hijos, en valorarlo y cuando estamos con ellos no tener la cabeza en otros asuntos sino en ellos. Nos necesitan y nos adoran”.
Ellas son ahora sirenitas para tantos niños buenos que sufren, y para padres enfermos que decidieron un día engendrar: “Olivia y Anna, ahora los angelitos de los niños, piden que les den todo el amor a sus hijos, dedicación, respeto, y que se les inculquen valores para un mundo mejor”. Endurecer las leyes, dejarnos llevar por la ternura.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 27 de junio de 2021).
Los nuevos universitarios

Foto José Miguel Marco / Heraldo
No hubiera sido capaz en estos momentos de aprobar el examen de Historia de España de la EVAU (Evaluación de Admisión a la Universidad). No tengo recientes temas como el Neolítico, la invasión musulmana o el Imperio de los Austrias… Menos aún en materias de Ciencias, Ciencias Sociales o Artes aplicadas. Algo más me hubiese defendido en Educación Literaria y Comunicación escrita, dentro de Lengua Castellana y Literatura –con “y” griega–, a través de textos de Irene Vallejo, Mario Vargas Llosa o Luis García Montero.
Mi segundo sobrino y ahijado, Jorge, ha elegido un camino muy diferente al de esta profesora cebolletas en Letras que nunca ejercería: Bachillerato Tecnológico. Las pruebas en las troncales, incluido Inglés, más Matemáticas, Física y Dibujo Técnico, junto a la media, le han valido una buena nota en su ingreso a la Universidad. Un ingeniero más en la familia.
Con la EVAU de su hermano Juan, hace dos años, le unen muchas cosas: una parecida elección; la prohibición de móviles y materiales electrónicos e impresos no propios del examen… Y otras le diferencian: la prueba en el instituto, distancia interpersonal, mascarilla, hidrogel, desinfección del aula. Y, sobre todo, casi un curso completo, el pasado, no presencial.
Ahora que empezamos a salir de una crisis sanitaria atroz, entrar en la Universidad supone garantía de futuro. Carreras humanísticas, sociales y artísticas, aportan un gran servicio; amén de valores, belleza y cultura, no menos imprescindibles. En Ciencias el abanico es amplio, de lo bío-sanitario, pasando por las matemáticas de empresa, la enseñanza o la investigación, a la tecnología.
Hacen falta psicólogos, más atención en las residencias, investigadores excelentes. El campo de la Ingeniería Informática da para mucho: nuevas aplicaciones para las necesidades más actuales, dispositivos adaptados, avances en medicina… “La juventud es consciente de que se enfrenta a un mundo más complejo e inestable. En tiempos difíciles se agudiza el ingenio” (Estanislao Nistal, virólogo y profesor).
De pequeño, Jorge decía: “Inventaré una vacuna para no morirnos nunca”. Al menos, este año lo han celebrado en Salou.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domigo 20 de junio de 2021).
Concierto floral

Foto Jesús Alba
Libros, gastronomía, cultura, flores. El pasado fin de semana el parque José Antonio Labordeta fue una fiesta. El puente de los Cantautores con los círculos, de Carles Fontanillas, el trabajado busto de Goya, el logo ZGZ Florece. La fuente de Neptuno y la catarata de Myriam Aznar, la escalinata al Batallador y los motivos de Rosa Valls, el ramo tumbado de Parques y Jardines, el Quiosco de la Música y Sefa Tur, los bonsáis junto al Jardín Botánico.
Edelvives, sabores de la tierra, actuaciones musicales… La tarde del sábado tuve el placer de acompañar al cantautor y amigo Karlos Zuazo. Cuenta con un disco hasta la fecha: “Amigo del viento”, junto con el guitarrista Marcelo Pillado y la poeta Ángela Serna, recitando en castellano “Guernicari begira” (“Mirando al Guernica).
“No quiero ser la fuente de tu río / ni el ancho mar hacia el que te encaminas, / deja que sea lluvia que alimente / el caudal cristalino en tu torrente”. Lo amatorio se une a lo reivindicativo. La defensa a ultranza del poeta a la lucha sorda por la libertad.
“Quiero escuchar al monje, / la niña y el borracho, / dejad que el loco grite sus verdades. // Que no calle el cantor, / ¡viva el poeta!”. Se paraban los niños y los perros ante el cantor de la vida. Los peques pedían a mamá y papá unas monedas que echar a la guitarra, porque a la de Karlos se unían las voces de Luis Eduardo Aute, Alberto Cortez, Joan Manuel Serrat entonando “Se equivocó la paloma” de Rafael Alberti, Mercedes Sosa en las manos de su madre, Olga Manzano y Manuel Picón…
Y tantos otros aprehendidos a lo largo de una vasta experiencia. “Para mí es el presente, disfruto viviéndolo”, comentaba el maestro y cantante de la calle. “Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan / para que no las puedas convertir en cristal”, se escuchaba de pronto a Silvio Rodríguez. Y el parque seguía floreciendo entre caléndulas y rosas, mientras sonaba el “Himno a la libertad” de Labordeta.
“Amor se llama el duende / de cabellos dorados, / vestido como el mar, / su piel de trigo, / que viene por la tarde, / que nunca llega tarde”. Acaso el poeta imprescindible es el que convierte en magia cada momento”.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 13 de junio de 2021).
Entre libros

Foto J. F. Losilla / Heraldo de Aragón
Mi infancia y mi educación sentimental fueron algo peculiares. Andersen y los hermanos Grimm, lo típico en los niños de mi generación. El soldadito de plomo, El patito feo, El traje nuevo del emperador, La pequeña cerillera… De origen humilde y no tan inocente como nos parecía, el autor danés contrasta con la tradición folclórica alemana: Blancanieves, La Cenicienta, Hänsel y Gretel, La Bella Durmiente, El Gato con Botas… Junto a historias para niñas aplicadas, como La ratita presumida, adaptación de Cecilia Böhl de Faber (Fernán Caballero).
Soledad infantil y preadolescente, sin escuela, que siguió nutriéndose del género fabulístico: Iriarte, Samaniego, Esopo… Y vidas de jovencitas a mi alcance: Polly, corazón de oro –en la biblioteca tranvía del parque Castillo Palomar–, Mujercitas, Bernadette Soubirous… En mis primeras colonias descubrí a Los Cinco. No había comenzado mi formación intelectual.
Ramón J. Sender, del que Contraseña reedita Míster Witt en el Cantón, iría cautivándome en su hermana Carmen –mi profesora del INBAD–. Antes de empezar Filología, visité el edificio y degusté las páginas de Bécquer, Juan Ramón, Antonio Machado o Rafael Alberti, inoculada la pasión por la poesía a través Rosendo Tello.
Se recreó el mundo en las palabras. No olvidaré el descubrimiento de Guillermo Carnero o La caja de plata, de Luis Alberto de Cuenca, gracias a Aurora Egido –con nuestros exámenes de ocho horas, mañana y tarde–. Ni el gusto por la Tragicomedia de Calisto y Melibea o Gonzalo de Berceo, que nos inspiraba María Dolores Albiac, que aquel año daba Medieval. Los Siglos de Oro, el pensamiento ilustrado, el XIX y las magistrales clases de José-Carlos Mainer, mi luego director de tesis.
Los clásicos despertaron mi intelecto. En el predoctorado me rocé con Borges. Después La casa de los espíritus o El amor en los tiempos del cólera, el grupo de los 50, los novísimos… Y el placer, Donde el Corazón te lleve, de Susanna Tamaro, o Música blanca, de Cristina Cerezales Laforet. Miguel Labordeta, ya el centenario de su nacimiento, y el Café Niké.
De mis compañeros de caseta, Merche Llop y Sergio Navarro, a Rosa Montero. Los libros son el Alfa y el Omega.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 6 de junio de 2021).
Maestros

Foto Asociación Aragones de Escritores
Comenzar un acto de homenaje con “Imgine” de John Lennon no está nada mal, y más cuando el homenajeado es tan polifacético como José Verón Gormaz (Calatayud, 6 de septiembre de 1946). La Asociación Aragonesa de Escritores homenajeaba estas dos últimas semanas, en el Salón de Columnas de Caja Rural de Aragón, al poeta bilbilitano y a Ángel Guinda, ambos Premio de las Letras Aragonesas.
Tras la presentación de Fernando Sarría, José Antonio Conde haría la semblanza: Ingeniería Técnica (1970-76), Administración y Planificación de Empresas en la Politécnica de Madrid; Hijo Predilecto de Calatayud, Medalla de las Cortes de Aragón… Miembro de la Real Academia de San Luis, 100 exposiciones, 300 premios de fotografía. Dijo el poeta árabe: “La mejor descripción es la que hace del oído un ojo”. Desde Legajo incorde (1980), 24 de poesía, 8 de narrativa, 5 de inspirada fotografía, cientos de artículos.
“Si deseas cruzar a la otra orilla, / imprégnate primero del lugar que abandonas”. Compromiso luz-palabra. Pasión y memoria, incorporación todas las realidades. Yo sé que tus labios me nombran esta tarde, / porque el viento ha parado y duerme la tormenta”. Javier Fernández, presidente de la Asociación, expresó el afecto y la admiración de todos.
A Ángel Guinda (Zaragoza, 1948), despertó a la poesía gracias a la escultura de la pareja de enamorados bajo la lluvia, de Manuel López. De Vida ávida (1980) a Los deslumbramientos (2020). 26 libros de poemas, 2 ensayos sobre poesía, 3 libros de género fronterizo, 6 manifiestos poéticos, 8 traducciones, 448 artículos… Un dvd y dos cd, más la película “La diferencia”, de David Francisco, Coautor del himno de Aragón.
“Liaba el cigarrillo / como enrollando su vida en una alfombra, / con lentitud y minuciosidad, / dispuesto a la mudanza decisiva”. Su poesía es objeto de belleza y sujeto de conducta. “La casa estaba en orden / frente al caos del mundo. / Un libro abierto / sobre la mesa / me miraba”. ¿Toda la luz del mundo o “un acto de destrucción”? “Lo diría una indígena y tendría razón: / Ustedes tienen la vida organizada en cajas”. Siempre entre Rimbaud y San Juan de la Cruz. “Me he fumado la vida / y la vida me ha fumado a mí”.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 30 de mayo de 2021).
Tragedias de hoy

Foto Mohamed Sial / Heraldo de Aragón
“Ya somos el olvido que seremos. / El polvo elemental que nos ignora / y que fue el rojo Adán y que es ahora / todos los hombres, y que no veremos”. El soneto, prácticamente inédito de Borges, da título al libro, El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince, y a la película, premio Goya 2021 a la “Mejor película iberoamericana”. Entrañable historia del médico colombiano Héctor Abad Gómez, padre de familia numerosa, a la que educa en la libertad, pro Derechos Humanos hasta el final. Un cordón filial que solo empieza a resquebrajarse con la muerte de Marta, la hija artista. Asesinado en Medellín el 28 de agosto de 1987.
“Un libro que desborda de amor confeso, un amor impúdico del que el lector se avergonzará” (Sergio Ramírez). La historia se repite en Colombia, El Salvador, Nicaragua, Venezuela… Hace unos días conmemorábamos el 20 aniversario de la muerte por ETA de Giménez Abad. “¿Cómo pueden matar a un hombre tan bueno?”, en palabras de Cecilia Faciolince, la esposa.
Muchos niños no tienen un recuerdo feliz al que aferrarse. ¿Lo tendrán esos 47.000 palestinos refugiados en escuelas de Gaza, sin suministro eléctrico, y en riesgo máximo de miseria y de covid? ¿Y los jóvenes israelíes? ¿Quién impulsa a lanzarse a las aguas a 8000 inmigrantes, ancianos, mujeres y hombres, adolescentes y mamás con bebés? Con un flotador de plástico que no es ningún moisés salvífico.
No mueve la esperanza, sino la desesperación. “En este momento dramático del mundo, el artista debe llorar y reír con su pueblo” (Federico García Lorca). La casa de Bernarda Alba, dirigida por José Carlos Plaza, es el drama de la madre viuda, que impone un luto de 8 años a sus cinco hijas y a su propia madre –Luisa Gavasa–. Es, Poncia, la criada, quien lo ve venir: Angustias, la hermanastra, se promete con Pepe el Romano, mientras Adela, la pequeña, vive y muere por amor. Honra y malos tratos se entremezclan.
“Las violaciones de mi tío y padrino se convirtieron en algo rutinario”. “Un hombre mata a su pareja y se suicida”. “Se confirman tres asesinatos machistas en 24 horas” –el último de un niño de 7 años–. El ditirambo clásico y las máscaras nos siguen ocultando dobles rostros.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", viernes 21 de mayo de 2021).
Caballero Bonald

Foto Paco Campos / Efe
Conforme avanza la década de los 50, se iría superando el realismo social. Brines, Barral, Valente, Goytisolo o Gil de Biedma. Entre nosotros, la Zaragoza del café Niké. Nacidos entre 1925 y 1935, publicarían a partir de 1952. Una generación capaz de transformar la historia personal en bellísima lírica, tras unas ilusiones infantiles truncadas por la guerra y una juventud sin apenas acceso a la cultura. “Por las ventanas, por los ojos / de cerraduras y raíces, / por orificios y rendijas / y por debajo de las puertas, / entra la noche” (Las adivinaciones, 1952).
Afirmaba José Manuel Caballero Bonald en “Conversaciones en la Aljafería” (2002): “Yo no creo en La Generación de los 50, pero sí en un grupo de amigos con muchas diferencias literarias evidentes. Lo que sí nos unía era muchas cosas en común: éramos noctámbulos, desobedientes, insumisos y luego la actitud antifranquista, que nos unía a todos”, La maestría de José Ángel Valente y Carlos Barral impregnará su verso y su prosa poética: “Aquella impávida, bellísima harapienta que merodeaba por el mercado de Sanlúcar, tenía que ser sin duda la última portadora aborigen del talismán” (Laberinto de Fortuna, 1984).
No sería Espronceda ni marino. Poesía, novela, memorias, ensayo y artículo periodístico, la vocación y el tiempo lo convertirían en minucioso orfebre de la metáfora: “Me fui acercando hasta la lúgubre / frontera de la llama, todavía / reciente el maleficio” (Anteo, 1956).
Premio Platero, Boscán, Premio de la Crítica, Plaza & Janés, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, Cervantes, miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española… “Las prisas en literatura son como la actividad de la carcoma”. Capaz de enfermar buscando un adjetivo, escribía: “Musgo mefítico, adherencia / matinal de lo inerte, día / a día arrastrándome / hacia un fondo de esponjas / oxidadas, broncas burbujas / balbucientes…” (Pliegos de cordel, 1963).
Cultura no asistió a su sepelio, y en la noticia de su óbito confundieron su fotografía. “Atroz historia venidera, / ¿en qué manos estamos, cuántas trampas / tendrá que urdir la vida para seguir viviendo?” (Diario de Argónida, 1997).
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", viernes 14 de mayo de 2021).
Divino tesoro

Foto www.elperiodico.com
El pasado fin de semana, 1 y 2 de mayo, se clausuraba la exposición “Como si presente me hallase”, en el Alma Mater Museum. Un total de 34 esculturas, de autores aragoneses –Antonio Palao, Félix Burriel o los hermanos Albareda– y españoles, recrean cuatro escenas principales de la religiosidad tradicional: la Última Cena, la Oración en el Huerto, la Crucifixión y la Resurrección. Me quedé con la Cena, grupo escultórico integrado por el “Señor de la Cena” y “Apostolado y perrillo”, ambos del sevillano José Antonio Navarro Arteaga. Figuras a tamaño natural y el Padre Nuestro en arameo de fondo, entras en la celebración como una comensal más, sin restricciones.
El vídeo sobre la Semana Santa aragonesa y el tambor, en la voz de Luisa Gavasa, te eleva al paraíso sin probar un solo éxtasis. Y sales a la plaza del Pilar y encuentras a grupitos de jóvenes gritando, y riendo, y fumando, y divirtiéndose, sin mascarillas. A una semana de levantar el Estado de Alarma. Seguramente es otra forma de religarse con la vida, de celebrar. Me vinieron los dos versos sin duda más citados del nicaragüense Rubén Darío: “Juventud, divino tesoro, / ¡ya te vas para no volver!”.
Unas primeras letras a cargo de mis padres, la asociación Auxilia, la parroquia, el Bachillerato a Distancia, colonias de verano, la Universidad presencial, amigos que crecen como racimos, una progresiva normalidad, el eterno enamorarse del amor… Cada generación y etapa trae sus dificultades, y este último año despertar como joven no ha sido sencillo. Confinamiento severo, clases on line o semipresenciales, interminables restricciones, relaciones por smarphone o tablet.
Y el virus y las sanciones continúan: mascarillas, bebidas en la calle, distancias en interiores, fumar a menos de dos metros, no confinamiento domiciliario, fiestas ilegales… Y además, las pruebas después de varios días contagiados, test poco fiables, bajo porcentaje de vacunación.
Educación sentimental más ansia de aire libre. El autor de Azul y Cantos de vida y esperanza escribía a su amor de madurez: “… lazarillo de Dios en mi sendero, / Francisca Sánchez, acompáñame”. Siempre le urgieron el abrazo y el beso, “síntesis de eternidad”.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", viernes 7 de mayo de 2021).
Derechos de autor

Foto Ayuntamiento de Zaragoza - Asociación Aragonesa de Escritores
Durante diez años consecutivos se ha homenajeado, en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento de Zaragoza, la obra de un autor zaragozano, por el Día Mundial del Libro y del Derecho del Autor. Organizada por el Patronato Municipal de Educación y Bibliotecas y la Asociación Aragonesa de Escritores. En 2020, se sustituyó por la lectura on line de Benito Pérez Galdós, en el centenario de su muerte.
Fue el pasado día 22, víspera de San Jorge, cuando mis compañeros de Asociación, miembros del Patronato y del Concejo municipal, autoridades y ciudadanos de a pie comprometidos con la pandemia, me rindieron un inmerecido homenaje. Nuestro alcalde, Jorge Azcón –que amablemente adaptó el micrófono a mi altura–, la vicealcaldesa Sara Fernández y Javier Fernández, presidente de la AAE y con una larga trayectoria en el servicio de la mejor política. No faltarían Javier Peiró y María Uriol, gerentes saliente y actual del Patronato.
Solo cuatro familiares, dado el aforo restringido. Llevaba a todos mis amigos y demás familia, presente o ausente, en el corazón –muchos me seguirían por Youtube–. Juan José Badiola, asesor técnico del Consistorio, Asociación Víctimas Covid-19 y su presidenta, Mar Martín, Prevención y Salud Laboral, Bomberos, Voluntariado, Cementerio de Torrero, Limpieza Pública…
Se destacó mi libro La fuerza de los límites, Premio Tiflos 2008, y sus columnas de Heraldo de Aragón sobre la Expo y las personas con diversidad funcional. La concejala Inés Ayala Sender rompió una lanza a favor de mi poesía: “Aquí han resaltado tus artículos, pero es en los poemas donde brillas, por tu manejo del Diccionario y por todo lo que te enseñó mi madre”.
La manzana o el vértigo, Pájaros de silencio, En luna llena… Tres autoras eligieron uno de mis microrrelatos incluidos en Relatos en 90 segundos. “Han sido tus compañeros quienes de forma unánime han ensalzado tu obra”, subrayaría Paloma Espinosa Gabasa, concejala del área de Cultura. Y Julio Calvo: “Yo no soy yo, soy un compendio de lo que he leído”.
Es el primer año que se me abonan los derechos de autora por mis últimos libros. También en la pandemia la literatura ha salvado vidas, y sobre todo mentes.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", viernes 30 de abril de 2021).
Libros en femenino

Foto libro de Magdalena Lasala, Ayuntamiento de Zaragoza
El infinito sigue teniendo cabida en un papiro, una hoja o un microchip. Y es que desde el Nilo de hace 5.000 años la literatura continúa teniendo un poderoso don de gestación y vida.
Irene Vallejo sería una de las autoras más leídas en 2020. No se quedan muy atrás María Dueñas y Dolores Redondo, las dos creadoras que han respondido, en el programa ‘Reloj de Arena’ de RNE, a un sinfín de preguntas de lectores y lectoras reunidos en torno a la Biblioteca Digital de la ONCE.
El libro y la lectura parecen haber recobrado fuerza en la pandemia. El viernes, fiesta de San Jorge, volvía a celebrarse el Día del Libro en el parque José Antonio Labordeta –con el debido aforo reducido–. Es posible que las medidas profilácticas hayan venido a quedarse, como los grupos ‘on line’. Sin ir más lejos, en Facebook se ha creado el grupo ‘La Historia de Aragón contada por Urraca’, vida ya novelada antes por María Teresa Álvarez y Lourdes Ortiz.
Una vida de reina nada grata la de Urraca de Castilla junto a Alfonso I de Aragón. Desavenencias conyugales, impotencia y rabia, deseo de divorcio. Los insultos no son parcos en las crónicas y testimonios: celtíbero cruel, feroz aragonés, lobo aragonés, impío, tirano, maligno o reyezuelo cruel. No solo llegarían las palabras agraces, sino las manos a las mejillas.
Ella casaría con el conde Pedro González de Lara y tendrían dos hijos; el rey moría sin descendencia. Del siguiente capítulo se encarga José Luis Corral en ‘La reina olvidada’, en primera persona y a mitad de camino entre la ficción y la documentación histórica. Muerto sin hijos Alfonso I, su hermano Ramiro II el Monje le sucedería, dejando el convento para ser rey y procrear. De su unión con Inés de Poitiers nacería Petronila, extraordinariamente inteligente desde niña y futura Condesa de Barcelona.
El salto en el tiempo no siempre es paralelo al de las actitudes. Nuestro Ayuntamiento ha iniciado la edición de cuatro espléndidos volúmenes sobre mujeres de los siglos XIX y XX. Al frente del primero, Magdalena Lasala: «Son mujeres precursoras e inspiradoras, y al mismo tiempo protagonistas calladas o activas de la época que les tocó vivir». Josefa Amar y Borbón, Dolores Cabrera, Pilar Sinués… Y Ana Alcolea publica ‘Manuela Sancho’, nuestra heroína de Los Sitios, con ilustraciones de Coco Escribano.
«No va a pasarle nada, no hay que preocuparse, se dice, al fin en paz: ya sabemos que Raluca tiene buena suerte» (Rosa Montero).
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 25 de abril de 2021).
Desde mi sillón

Foto facebook de Yolanda Benito Utrillas
Utilizo un epígrafe homónimo a una de mis columnas en la revista Humanizar, porque desde la pequeña atalaya de mi silla, que no se eleva a la altura del poder ni el orgullo, como la de mi ex compañero de fatigas Pablo Echenique, observo, vislumbro y comprendo muchas cosas.
Tras la vacunación de mayores de 80, dependientes, trabajadores de residencias y personal sanitario, se empezó en febrero con los grandes dependientes que vivíamos en casa. Pasaría febrero, y también marzo. No llamaban. ¿Perdida en el limbo? Entre MUFACE (Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado) –mi padre es mutualista– y los reconocidos con Grado III en el Instituto Aragonés de Servicios Sociales.
Se comentaba que unos 34 000 dependientes españoles no iban a ser inoculadas, al no estar todavía valorados; así como más de 130 000 cuidadores no profesionales. Me debatía entre el desconcierto y la incertidumbre: ¿sí quiero, o lo pospongo para más adelante?
San Valentín, Cincomarzada –aniversario del confinamiento–, Semana Santa. Nadie llamaba. ¿Podría vacunarse mi cuidador conmigo? Solo en el domicilio, no en el centro de salud. Mutualistas y beneficiarios no teníamos asignado ningún centro.
La semana pasada, octava de Pascua, me citaron el sábado: en el Inocencio Jiménez a primera hora de la tarde. Me tocaba Moderna, esa que puede dar dolores de cabeza y musculares, fiebre, vómitos y diarrea, fatiga, insomnio.
Fue todo rápido y sencillo. Fui con mi hermano; y en el centro un viejo conocido: “Son 5 segundos”. Mientras explicaba a la enfermera en qué brazo, me inyectó sin sentirlo. Luego 15 minutos de espera. Para evitar posibles efectos secundarios, una buena obra teatral: “Galdós enamorado”. Dormí profundamente esa noche, y a la siguiente ya se había pasado la levísima molestia del brazo.
Comienza mi nueva libertad. Mis sistemas anímico e inmune se van equilibrando y enviándome energía. Y desde mi atalaya continúo observando mentiras, intereses, guerras entre farmacéuticas y poderosos. Mañana se estrena el documental “Amanece en Calcuta”; María de Himalaya nos exhorta: “Somos testigos en un mundo de mentiras. Tú eres hija mía, y como tal compórtate”.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", viernes 16 de abril de 2021).
Tiempo de luz

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La cultura popular recoge alegrías y tristuras, como el romance anónimo: “Que por mayo era, por mayo, / cuando hace la calor, / cuando los trigos encañan / y están los campos en flor, / cuando canta la calandria / y responde el ruiseñor, / (…) / sino yo, triste, cuitado, / que vivo en esta prisión; / que ni sé cuándo es de día / ni cuándo las noches son”. En esta primavera o Pascua florida –recogida por la RAE y por el antiguo catecismo–, vamos de la quinta ola a la esperanza de que en ocho semanas hayamos superado lo más grave, según Margarita del Val.
Nunca estuve en una ECM (Experiencia Cercana a la Muerte), pero muchos vivimos el final del túnel. La inmunización va a ir in crescendo, y ojalá para julio o agosto lleguemos al 70%, como aseguran los políticos –pese a los reveses de la AstraZeneca y la Janssen–. Que la hostelería vaya recuperándose, y los psiquiatras no se forren con tantas afecciones neuromentales. “Ha despertado la rama / y el almendro ha florecido / y en el campo se escuchaba / el gri gri del grillo” (Antonio Machado). No sé si Elizabeth Kühler-Ross (1926-2004) estaría de acuerdo.
Quizá estemos de vuelta, o tocados; cuando no recorriendo el camino de retorno, como líricamente describe Cristina Cerezales el deterioro de su madre, Carmen Laforet –Premio Nadal 1944 con Nada–: “Y ahora, en que todos los que se mezclan conmigo me miran con lástima y conmiseración, ahora, en que los que no saben, me juzgan acabada y muda, anclada en una silla de ruedas, (…) ahora ya puedo, ya siento al fin, libre de toda trampa mental, (…) libre del terror de lo que podía acontecer con las vidas de mis hijos, ahora siento con plenitud de parte de todos ellos el mar de su cariño” (Música callada).
“Lo lógico es que el coronavirus en abril y mayo prácticamente desaparezca”, afirma el doctor Francisco Botía, jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Murcia. Pese a las posibles mutaciones, la mortalidad de mayores de 80 se desploma.
En Soria vuelve a pingarse el Mayo; y el olmo seco de Machado se renueva, como cada vida: “Mi corazón espera / también, hacia la luz y hacia la vida, / otro milagro de la primavera”
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 11 de abril de 2021).
Tiempo de pasión

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Hoy, Domingo de Ramos, seguimos celebrando mucho más la sombra de la Cruz que el Hosanna a la vida. Y en este tiempo de pandemia, de ausencias sin duelo y “cortes de los milagros” del siglo XXI, van colándosenos por lo bajinis leyes en torno a la educación y la vida, o su reverso.
Hace apenas unos días se aprobaba, en el pleno del Congreso, la Ley Orgánica que despenaliza la Eutanasia, por 202 a 141 goles, digo, votos. En principio, para “padecimiento grave, crónico e imposibilitante o enfermedad grave e incurable, causantes de un sufrimiento intolerable”. Por “una sociedad más humana y más justa”, y en aras de un progreso que no ha de tener freno y marcha atrás.
Ser español y estar empadronado, mayor de dieciocho, estar enfermo, sentirse morir hasta el infinito o padecer una discapacidad sin solución de cura. ¿Cuántos de nosotros no ha sufrido alguna vez momentos especialmente bajos? ¿Quién no tiraría la toalla? ¿Todos los santos subidos a los altares no tuvieron en su vida tentaciones? Y el propio Jesucristo: “… aparta de mí este cáliz”.
No quiero mezclar churras con merina, pero en la misma esencia del ser humano está evitar el sufrimiento. ¿Cuántos pequeños en situación de violencia no desearían terminar? ¿Y ancianos en la más absoluta soledad? Todavía, muchos grandes dependientes no tienen quien les levante y lave dignamente cada día –aún se debate si Ramón Sampedro no sería uno de ellos–.
No es el mejor momento, en cualquier caso. Decidir en libertad e igualdad de oportunidades, sí. Pero cuando ha habido más de 50.000 diversos funcionales abandonados, tantos mayores a los que se denegaba un respirador… ¿Sacarse de la manga una ley de eutanasia a la carta y a domicilio?
Claro, hay un comité de expertos que puede estudiar cada caso durante tres meses –¡como si alguien fuese experto en mi vida!--. Se puede solicitar hasta cuatro veces. “¿Cuáles son los porcentajes de los fallecidos “por eutanasia” que fueron inducidos a pedirla?” (José Carlos Bermejo, director del Centro de Humanización de la Salud). ¿Dónde la asistencia personal? ¿Y los cuidados paliativos? Un atajo a la muerte, las cosas por su nombre. La verdad nos hará libres.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón "Tribuna", domingo 28 de marzo de 2021).
365 días

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Este martes cumplíamos un año. El tiempo suficiente para que un bebé apague su primera vela con ayuda de papá y mamá. O para recordar a nuestro ser querido ya con cierto consuelo, pasado el trago duro. Ahora es diferente.
La edición de La danza de la muerte, con Natalio Bayo, Cinco horas con Mario con Lola Herrera o El funeral de Concha Velasco, en el Teatro de las Esquinas, el homenaje a Trinidad Ruiz Marcellán en el 50 aniversario de Olifante, el ciclo de Introducción a la Música en el Auditorio, la habitual torreznada anual en el Centro Soriano antes de la Cincomarzada, o “La llamada a lo salvaje”, la última película, con el perrito Buck, en la Alaska de la fiebre del oro del XIX, y Harrison Ford de protagonista. Parece que ha pasado un milenio.
Todavía incrédulos, nos reuníamos en la cafetería del hotel Reina Petronila; o comentábamos con el fotógrafo Rafael Navarro y una compañera: “Poco más que un catarro”. El 15 de marzo fue mi última escapada, al Parque Grande –un señor con su cachorro– y a ver a mi pareja. Un bicho insospechado vació las calles, frías, fantasmagóricas, surrealistas.
La tristeza se adueñó de todos. Nombres de conocidos de a los que no podíamos despedirnos. Mis hermanos convivían con los niños y su teletrabajo. Mis padres de 87 años y yo, unidad familiar. Las relaciones restringidas, el Skype, las celebraciones religiosas al Streaming. ¿Era el inicio de Un mundo feliz del ya clásico Huxley?
Obviamos aniversarios como los de Baroja, los Bécquer o Delibes. La esperanza lidiaba con la distopía y teorías conspiranoides. Tras dos meses, volvía a encontrarme con mi pareja en un súper con mascarilla y guantes. Los hospitales seguían colapsados, enfermos hacinados por el suelo. Reestrenamos el noviazgo y tardamos un mes más en que entrase en casa de mis padres.
Mi silla percibió mayor limitación social. Aun así, disfrutamos de unas breves vacaciones y de tres nuevos libros: De la noche al Ángelus, En luna llena y En cuentos con Rosa, con Rosa Montero gracias a Facebook. No todo ha sido negativo. Ahora la esperanza es la vacuna. Ojalá los ancianos y los jóvenes no hayan perdido el paraíso en este largo año de pandemia.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", viernes 19 de marzo de 2021).
¿Vida más allá?

Foto Twitter @pflis
Ya Stephen Hawking prefijo que el futuro de la humanidad estará fuera de la tierra. Y la Greta, intentando aminorar la tragedia del cambio climático, nos dejó sorprendidos estupefactos. Pero no podíamos sospechar que Nostradamus, ¿médico y astrólogo? (Michel de Nötre-Dame, 1503-1556, boticario de profesión) augurase en sus cuartetas crípticas la pandemia de 2020 en Pau, Verona, Vicenza y Zaragoza: “Y en el año de los gemelos / surgirá una reina (corona-virus) / desde el oriente / que extenderá su plaga/de los seres de la noche (murciélagos) / a la Tierra de las siete colinas (Italia) / transformando en polvo/a los hombres del crepúsculo (ancianos), / para culminar en la sombra de la ruina (crisis económica)”.
Fórmulas poético-exotéricas de un iluminado del XVI, no exentas de belleza, se mezclan, en mentes fatigadas por la pandemia, con otras en principio más científicas. ¿Habrá más olas? ¿Qué cepa no respetará vacuna alguna? Bill Gates anuncia una epidemia gripal devastadora como la de 1918. La doctora Del Val habla de insectos…
¿Ha llegado la hora de la diáspora? Perseverance amartiza en el cráter Jezero y abrimos los ojos y los oídos como platos. Vida microbiana a una distancia infinito-infinitesimal –tiempo y espacio se mezclan en mi mente relativa–, rocas y regolitos, ¿llevaría un río misterioso al lago del edén? El medio ambiente marciano ha podido conservar seguramente signos de vida afianzada hace miles de millones de años”.
Un vehículo o rover espacial toma fotos y sonidos de Marte, no solo de los siete minutos de emoción y terror a su llegada, sino también de la inversión magnética o rotura temporal que provocó miles de extinciones, como en la Tierra: “A los primeros seres humanos que tuvieron que vivir aquel momento les debió de parecer el fin de los días” (Alan Cooper). Muerte de los neandertales, arte figurativo en las cuevas, glaciares de Norteamérica, desaparición masiva de la fauna de Australia y Tasmania…
¿Hay vida más allá? ¿La hubo en un tiempo? La cara de la Luna sí conserva las huellas de los primeros astronautas. ¿Viajaremos al planeta rojo antes de la próxima pandemia, o asteroide? Mientras, que nos dejen soñando.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Áragón, "Tribuna", viernes 12 de marzo de 2021).
Sender, la guerra y la mujer

Foto www.españaescultura.es
Desde hace 110 años celebramos el Día Internacional de la Mujer en Europa. Tampoco hemos podido celebrarlo en las calles, como nuestra cincomarzada, a los 185 años de nuestro levantamiento frente al ejército carlista. Aunque no falte la fiesta, la memoria ni los grandes autores, Galdós o Valle-Inclán.
En un tiempo de pandemia, las desgracias humanas no están ausentes. Disfrutábamos a finales de febrero, en el teatro Principal, Réquiem por un campesino español, de Ramón J. Sender –en el 120 aniversario de su nacimiento–; bajo la magistral dirección de Marian Pueo y la sublime adaptación teatral de Alfonso Plou. El aforo permitido lleno, la admiración del público.
Me llegaba un escrito casi inédito del autor de Imán, Mr. Witt en el cantón o Crónicas del alba. El artículo se publica en El Telegrama del Rif –que ha cumplido 110 años de su creación–, el 6 de septiembre de 1923, siendo Ramón José sargento de complemento del Regimiento Ceriñola 42, en Kandussi (Melilla), donde estaría cuatro meses.
“Antes de llegar a Segangan, veíamos las alturas de San Juan de las Minas y tomábamos como punto de referencia un blocaus que existe en la cúspide del penacho más pronunciado. Calculamos el tiempo que tardaríamos en llegar a la base: una hora” (“Psicología de la marcha”, en la sección “Arabescos”).
Topónimos, anécdotas, descansos… “El momento más interesante es este en que la aguja carraspea sobre el disco antes de iniciar la música” (“El gramófono”). Diez Arabescos entre 1922 y 1924, tras el desastre de Annual del 21.
Coetáneo a la génesis de Imán (1930), que termina en copla de cuplé: “El corazón de las mujeres / y las trompetas de la Fama / al ver pasar a los soldados, / repiten siempre: ¡Viva España!”.
José Marqués, mi cortés informante, citado a su vez por Juan Domínguez Lasierra en algunas páginas de HERALDO DE ARAGÓN, deudores ambos del escritor de Chalamera. Y Viance, precursor y compañero literario de Paco el del Molino. “Trata de contar la tragedia de Marruecos como pudo verla un soldado cualquiera de los que conmigo compartieron la campaña (Iman, nota a la primera edición).
”Conquista de la dignidad, guerra y pandemia, ¿tienen algo en común?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", lunes 8 de marzo de 2021).
Joan Margarit

Foto José Jiménez. Ceremonia íntima en el palacete Albéniz (Barcelona).
Vivió y escribió entre dos dolores, de la guerra civil a la pandemia. No le quitó la vida, pero le robó como a tantos la ilusión, para él de festejar como se merecía el Premio Cervantes 2019. Aunque estaba de vuelta: “La libertad es una librería. / Ir indocumentado. / Las canciones prohibidas”.
Sus más de treinta poemarios, su Cristóbal Colón, el estadio y anillo olímpico de Montjuic o la Sagrada Familia, no desdoran su cátedra de Cálculo de Estructuras en la Escola Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. “Albañiles al alba encienden fuego / con restos de encofrados”.
Joan Margarit es de esos poetas “que no suelen abanderarse en la espontaneidad sino en la densidad” (José-Carlos Mainer). Estación de Francia, Cálculo de estructuras o Casa de misericordia retrotraen al pasado, pero la belleza se encarna en Joanna, la hija con síndrome de Rubinstein-Taybe que sintió perder en ocho meses: “La he cambiado por la seducción / de la ternura iluminando el hueco / que la razón dejó en tu rostro”.
Nacido inmigrante en Sanaüja (Lleida), por esas cosas de la vida y la guerra. Sus primeras palabras son castellanas, para saberse pronto cómodo en el catalán. Un adolescente que ama a Góngora y Quevedo, Machado y Juan Ramón, Josep Pla, Martí i Pol, Salvador Espriu, pero también a Paul Celan o Rilke; todo un símbolo de consenso. “Es el niño callado que jugaba solo. / Permanece detrás de estos ojos de viejo, / resiste la embestida brutal del mediodía / oyendo los confusos versículos del mar”.
Hombre comprometido con el tiempo y sus circunstancias, desde lo cotidiano: “Cuando veníamos de noche / a tirar la basura, / nos quedábamos a ver el firmamento”. Un niño grande que ve pasar irremisiblemente la vida, y se duele, y se extraña: “Y hay tanta oscuridad en cada manga / que las manos, artríticas y frías, / son un olvido o una despedida”.
Un demiurgo que sana desde la experiencia en este oscuro año para olvidar. “Solo sé que me marcho con mis muertos”. Un poeta que supo construir un edificio sólido y confortable. La semana pasada nos dejaba. “Cavar entre las piedras, los terrones, / las raíces que nunca arrancarás”. Y habitamos su obra, para siempre.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 26 de febrero de 2021).
Vacunas y vulnerabilidad

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Según la Estrategia de vacunación COVID-19 –Consejo Interterritorial, Sistema Nacional de Salud–, “evaluando los riesgos de exposición, transmisión, morbilidad grave y mortalidad”, se han considerado unos primeros grupos susceptibles de inmunización: residentes y trabajadores en residencias, personal sanitario y socionanitario de primera línea y otro personal sanitario, personas consideradas grandes dependientes y mayores de 80 años.
Aunque no sea exactamente igual un varón o mujer de 81, que no se valen por sí mismos, que mi tía de 94, que sigue viviendo sola y completamente lúcida en su casa. Las defensas bajan con la edad, eso es cierto.
El grupo cuarto sería el de “grandes dependientes, es decir, con necesidad de intensas medidas de apoyo”, no institucionalizados. Y yo haría dos subgrupos: grandes dependientes vulnerables y no vulnerables. Vulnerable, ‘que puede ser herido o recibir lesión, física o moralmente’ (Diccionario de la lengua española).
Personalmente, yo no me he sentido nunca especialmente vulnerable. Desde que con un añito, en el tacatá, unía mis manitas mimetizando a las señoras, a la Primera Comunión, cuando quería levantarme y cantar como los otros niños, a mis Estudios Primarios, el Bachillerato a Distancia –Carmen Sender, Rosa Palacios–, la Universidad presencial, salidas con amigos, o un amor y una sexualidad sin diferencias.
Claro, necesitamos mucho apoyo, lo que casi siempre se obvia o se olvida. Una asistencia personalizada, que los gobiernos y la administración siguen negándonos. Me llegaba esta nota: “32.000 (grandes dependientes) no podrán ser vacunados. Al no haber sido valorados, no están localizables. También se excluye a las 134.000 cuidadoras no profesionales que deberían ser vacunadas por estar cuidando a las personas grandes dependientes” (Foro de Vida Independiente).
Siempre hay discriminación. Esperemos que no se repita el triaje de la primera ola: “Cualquier persona con deterioro cognitivo, (…) no será subsidiaria de ventilación mecánica intensiva” (Grupo de Trabajo de Bioética de la SEMICYUD, Madrid).
Hay miles de diversidades funcionales, y de enfermedades que invalidan. ¿Es mucho pedir diferenciar? “…en su opinión, el camino correcto es vacunar al "100% de los grupos vulnerables y seguir con las medidas restrictivas” (Margarita del Val). ¿Quiénes más vulnerables?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Foco", viernes 19 de febrero de 2021).
Nuevas formas de amar

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Cada edad, etapa de la vida y de la historia, impasse de sosiego o tiempo turbulento –guerra, hambruna, dictadura, epidemia--, va marcando unos modos de relacionarnos, cortejar, festejar, ligar, atraer, seducir a la pareja. Nada que ver cómo se enamoraban nuestras abuelas, con tímidos acercamientos antes del desposorio, a la libertad pre-sida o pre-covid o este último año. ¿Siguen las mariposas en los estómagos y un canto de ruiseñor en la cabeza?
Escribe Antón Castro en “Los amantes de Teruel”: “Empecé a amarte por la letra redonda de aquella primera carta. / Me llamabas “Madrina, Isabel”. Y luego me hablabas de la nieve, / de la soledad de los campos bajo los bombardeos…” (La danza de la muerte). Catástrofe y amor están presentes en el Decamerón de Bocaccio, o La peste de Camus: “Amar o morir juntos, no hay otra solución”. La realidad supera a la ficción siempre.
Ligar es más difícil con mascarillas y distancia, y pone a prueba la imaginación: palabras que seducen, encuentros y cenas por Skype, intimidad a uno y otro lado, juguetes sexuales que interactúan mediante una aplicación… Vuelven a preferirse las parejas estables frente a la promiscuidad, aunque las que ya lo eran o han fructificado o se han roto de por vida.
Lo de Florencia y Graig, argentina y norteamericano, fue un auténtico flechazo por Instagram, mientras cubrían las protestas anti racistas por el asesinato de George Floyd. “Poco a poco los gritos y las explosiones se alejaron. Permanecimos ocultos más de una hora, para estar seguros de que no nos cogerían si salíamos antes. En ese rato sucedió todo” (Jordi Sierra y Fabra, Las palabra heridas).
Este domingo volvemos a celebrar San Valentín, como en el siglo V, uno de los tres mártires romanos con ese nombre. Posiblemente, el médico y sacerdote que casaba a escondidas a los soldados. Según la ley romana, era incompatible con las armas, y sería decapitado por Claudio II “el Gótico”.
Me impactó el titular: “Una pareja contrae matrimonio en la UCI, justo antes de ser sedados e intubados”. Un amor reposado, como el de la película “Deseando amor”, del chino Wong Kar-Wai. O el de Fermina Daza y Florentino Ariza: “Era como si se hubieran saltado el arduo calvario de la vida conyugal, y hubieran ido sin más vueltas al grano del amor” (El amor en los tiempos del cólera, Gabriel García Márquez). ¡Feliz Día del Amor!
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Foco", viernes 12 de febrero de 2021).
Santas mujeres

Foto: Santa Águeda, de Zurbarán. https://commons.wikimedia.org
Mujeres que siguieron a Jesús hasta el Calvario, y las que han hecho de la cruz su palma y su victoria. De Santa Águeda de Catania y Santa Lucía, las heroínas de los Sitios –Agustina Zaragoza, Casta Álvarez, Manuela Sancho– o María Rafols, a este convulso XXI. El varón, si no el racismo más recalcitrante, nos ha hecho invisibles y más enérgicas.
¿Tenían alma las mujeres? Hildegard von Bingen, música, científica y mística alemana (siglo XII), aporta el estudio de las enfermedades, desde una perspectiva global, y del cuerpo femenino. Y Claricia, joven con vestido secular, ilumina su página, en la abadía benedictina de los santos Ulrico y Afra (Augsburgo), y se atreve a retratarse columpiándose, colgada de su Q capital.
Rompieron con el silencio impuesto. Isabel la Católica se rodeó de doctas en su Corte: Beatriz de Bobadilla, Beatriz Galindo, Lucía de Medrano, Beatriz de Silva, Catalina de Aragón –reina de Inglaterra–, María de Pacheco… Cariz renacentista y culto presente en Teresa de Jesús, por mucho que hubiese de disimular ante sus confesores. Ya en el XVII, Ana Abarca de Bolea resalta en la poesía aragonesa, según Aurora Egido o Manuel Alvar.
La España ilustrada gira entre la misoginia más atroz y una progresiva apertura, sobre todo en la prensa, preconizando en los dos siglos siguientes figuras como Concepción Arenal y Clara Campoamor. En narrativa, de Cecilia Böhl de Faber –Fernán Caballero– a Emilia Pardo Bazán la escritura de autora dio un giro completo.
Están las escritoras del 98: Carmen de Burgos, María Lejárraga –quien escribía la obra de su esposo, Gregorio Martínez Sierra–, María de Maeztu, Concha Espina, Carmen Baroja… Y las “Sinsombrero” o autoras de la generación del 27, de María Teresa León, consorte de Rafael Alberti, a Rosa Chacel o María Zambrano. Y entre nosotros Lola Mejías, esposa del profesor Eugenio Frutos.
La vida universitaria tampoco fue sencilla del XIX al XX. María Moliner sería depurada por un régimen varonil. María Antonia Martín Zorraquino nos recuerda a su madre, María Antonia Zorraquino Zorraquino, doctora en Ciencias químicas (1929): “Pocas mujeres eran universitarias; fueron pioneras ejemplares. La vida de la casada solía reducirse al ámbito doméstico”. Podríamos seguir.
Sabias y santas madres que han ido dejándonos su herencia: “Soy deudora de mi pasado, de mi abuela, que no sabía escribir” (Ana Alcolea).
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Foco", viernes 5 de febrero de 2021).
Valero y otros santos

El prefecto Daciano juzga a los santos Valero y Vicente. Reproducción en la Catedral de Alcalá de Henares, parte del Frontal de finales del S XIII.
No hay roscón este año en la plaza del Pilar, ni en las celebraciones familiares de más de cuatro comensales, fuera de convivientes. Lo que no es óbice para olvidar a Valero, que con su acólito y asistente Vicente, preside el Concilio de Elvira (Granada, 306); y en su postreros días encuentran en Valencia martirio y destierro a Roda de Isábena. No importa tanto devolver la mitra en Zaragoza con Alfonso I, o el busto-relicario que regala Benedicto XII a la Seo (siglo XV), como la intercesión de un santo tartamudo.
Se ha perdido la voz, o se sufren parestesias, y otro santo cercano, es San Blas de Sebaste. Ermitaño en el monte Argeus (Armenia, siglo IV), donde instaló su sede episcopal, sanaba milagrosamente la garganta de humanos y animales. Martirizado y decapitado, es patrono de los otorrinolaringólogos y las enfermedades de garganta, zona nasofaríngea, hoy paso de la covid.
Puestos a sacrificios y penurias, Santa Águeda de Catania, que por honestidad rechazó al procónsul Quintianus, recuperó los senos seccionados gracias a San Pedro y fue incinerada viva, provocando la erupción del Etna. Tampoco va a poder convocarnos el próximo 5 de febrero a las mujeres, pero su estela sanadora queda. Como la de Santa Genoveva Torres, amputada, leprosa y “Ángel de la Soledad”; Teresa de Jesús o Teresa de Lisieux.
Si hay santos sanadores de llagas y epidemias, son San Juan de Dios (1495-1550), San Camilo de Lelis (1550-1614) y San Roque. Soldados y hospitalarios los primeros, Juan de Dios muere de pulmonía tras salvar a un joven del Genil. Camilo se gradúa en sufrimiento: una herida, defectuosas las piernas y los pies… El hospital de Los Incurables parece uno actual: “Se veían tullidos con muletas, paralíticos arrastrados en los típicos carrillos que se arremolinaban junto a la estacada no sin altercados y con algún desorden” (Alessandro Pronzato). Pleuritis, asma, empiema, esputos de sangre, viruelas… sus hijos, los Camilos, cuidan a infectados durante siglos.
Abogado de la peste es San Roque, un noble occitano que peregrina a Roma. Le sorprende la peste europea del siglo XIII en Placenza; un manantial calmará su sed, un perro su hambre de pan. La Iglesia de la Santa Cruz de Velamazán se dedica a San Roque, por salvar al pueblo de la peste (1686).
Creyentes o no creyentes, los santos interceden y nos recuerdan.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 29 de enero de 2021).
Vacunas

Isabel Zendal. Foto www.thisistherealspain.com
El nuevo hospital para enfermedades infecciosas Isabel Zendal de Madrid es un bello homenaje a esta enfermera, primera en la historia en misión internacional, mujer y madre, que moriría en la más absoluta indigencia en Puebla de los Ángeles, Nueva España. Cuidaría a los pequeños que llevaron en su propio cuerpo la vacuna de la viruela a América y Filipinas, al mando del médico militar Francisco Javier Balmis, reinando Carlos IV.
Somos cortos de memoria. Olvidamos que epidemias, catástrofes naturales y luchas de poder existen desde siempre. Obviamos la labor de Louis Pasteur, pionero de la Edad de Oro de la Microbiología, impulsor de las vacunas, los antibióticos, la esterilización y la higiene. Ignoramos el trabajo paciente de Robert Koch, uno de los fundadores de la bacteriología, descubridor del bacilo de la tuberculosis y del cólera. Hoy, aun sin sabernos ya todopoderosos e inmortales, seguimos teniendo mucha prisa.
Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Oxford, Sputnik… Las de Jenner y Balmis contra la viruela se llevaron siete años (1796-1803), y la última de la gripe ha tenido variantes; pero nunca tantas farmacéuticas tras de un mismo virus. Es la mejor opción a corto y medio plazo, aunque las dudas continúan latentes. ¿Evitan los contagios? ¿Inoculan el virus? ¿Inmunes para siempre?
Inmunodepresivos, alérgicos, pacientes de cáncer, niños, embarazadas… no pueden vacunarse. ¿Compatible con todos las discapacidades? Habría que estudiar a la persona, cada tipo genético. ¿Mutaciones? “Aquí, en Europa y el mundo occidental, ya no es posible erradicar el coronavirus” (Margarita del Val). Quiero creer en el ARN mensajero, capaz de terminar con varias enfermedades infecciosas. En la combinación AstraZeneca-Sputnik, válida por dos años. En esa terapia de anticuerpos, en prueba en el Reino Unido, que crea inmunidad instantánea y duradera. ¿Años, décadas?
Las primeras vacunas se echaron a perder, el receptáculo debía ser humano. “La obsesión de Balmis porque entregásemos un manual de la vacuna de Jacques Louis Moreau de la Sarthe a cada uno de los médicos que conocimos era evidente. Con ello pretendíamos que la práctica de la antigua variolización quedase por completo prohibida en un futuro, y a partir de entonces sólo podrían vacunar los médicos debidamente facultados para ello” (Almudena de Arteaga, Ángeles custodios). A erradicarla se tardó siglos.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 22 de enero de 2021).
Filomena

Foto Lola Martínez. Velamazán.
Parece que se marcha. Pero nos ha dejado idílicas imágenes, postales navideñas con valor retroactivo, líricos rincones de poeta. No en vano, filomena, del latín filomela, heredado del griego, significa tanto ‘ruiseñor’ como ‘la que ama la música’, o princesa, maltratada por la furia libidinosa de un dios finalmente transformada en ave canora.
Mis sobrinos pequeños, como todos los niños del planeta, disfrutaron descubriendo la nieve. La menor no la había visto nunca. La infancia es esa edad de paraíso, en la que el hielo no duele, y los riesgos, si los hay, permanecen ocultos por el tamiz de la ilusión. El parque de aquí abajo apareció habitado por bolas enormes y por muñecos.
Pero la nieve es también barrera, frontera infranqueable, dique de contención para tareas cotidianas y deseos. No podía pasar, mi silla electrónica no podía pisar unos centímetros de nieve que estaban ya cuajando, y dejé, empujando y arrastrándola, las huellas indelebles de mis ruedas, que la pala levantó de cuajo. Mi silla no tiene prestaciones de trineo.
Es peor salir a la carretera. El coche se bloquea, la nieve cubre techo, capot y parabrisas. ¿La ceguera blanca de Saramago? Y no te digo si te espera la familia o mandado urgente de la empresa. La paciencia termina congelándose y la UME no asoma ni por milagro.
Pueblos enteros confinados, tejados que se caen, apagones de luz por varios días –¡como si fuera poco con la subida!--. Cultivos echados a perder. ¿De nuevo la pandemia económica? Y por si fueran pocos, más muertos, en el hielo o un río, que arrastra inmisericorde vehículo y cuerpos. Los hospitales colapsados, esta vez por las nieves, y sanitarios haciendo horas extras y recorriendo kilómetros con los palos de esquí. Sin acceso a la diálisis ni a las vacunas.
Aeropuertos cerrados; sin tranvías, autobuses ni AVE. Autores volcados en la carretera, como el de Huesca-Zaragoza. Los chavales sin volver a la escuela. ¿Hasta cuándo ahora, papá? Y anécdotas trágico entrañables. La actriz María Galiana, para ir a la presentación de un “Cuéntame” centrado en el covid, cogida en volandas por militares. O el rescate por bomberos y Guardia Civil de una familia aislada: “Llevaban entre cuatro o cinco horas aislados. Cuando nos vieron llegar con la quitanieves, la madre de la criatura rompió a llorar”.
¿Recordará ese niño su primera nevada?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 15 de enero de 2021).
¿Un año con estrella?

Foto www.eltiempo.com
Fue hacia el 16 cuando la vi tan grande y luminosa, como pocas veces. Entendí un buen presagio en aquella luna, todavía creciente, reflejo de la unión de Júpiter y Saturno, tan anunciada.
El 21 de diciembre, solsticio de invierno, nos regalaba el cielo el culmen de un espectáculo especial: la conjunción de los dos planetas y una luna creciente en todo su esplendor. Según parece, es la misma luz de la estrella que guió a los Magos de Oriente desde Tarsis a Belén. Johannes Kepler (1571-1630) fue el primero en recoger el dato. Según fuentes históricas, el fenómeno se produciría el año 7 a. de C. Saturno representaría a Israel; Júpiter, al Rey de Reyes (Joseph Ratzinger, La infancia de Jesús).
“Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino” (Mateo 2, 9-12). Siempre me he sentido heredera de los Magos. Mi primer poemario, Epifanía de la luz, rememora las sombras de los cuentos que vislumbré en la infancia.
Un paraíso que añoramos y creemos clausurado en la frontera de la primera niñez a la pubertad. Sin embargo, obviamos que Jesús pertenece a una humilde familia de refugiados, que tuvo que emigrar para salvar la vida. Conoció la penuria desde niño; también la cercanía de la tierra y sus gentes: “Jesús nació probablemente en Nazaret. Solo en los evangelios de la infancia de Mateo y Lucas se nos habla de su nacimiento en Belén, lo hacen seguramente por razones teológicas, como cumplimiento de las palabras de Miqueas (Siglo VIII a. C,); “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá” (MIqueas 5,1)” (José Antonio Pagola).
Por eso, pedí a Sus Majestades el oro de la prosperidad para todos, el incienso de unas más altas miras y la mirra de la buena muerte. Y que Jesús nos limpie de la lepra. Tantos ancianos solos; familias que han vivido un duelo robado; pequeños que han sufrido y se han sentido culpables; parejas rotas para siempre; mujeres maltratadas en un confinamiento atroz; personas con discapacidad sin asistencia. Son su pesebre.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 8 de enero de 2021).
Primera Navidad

Foto pixabay. Foto de archivo de los pies de una bebé.
Este año, por primera vez, los niños no besarán a sus abuelos, ni cenarán con todos los tíos y primitos, y montarán el nacimiento solo con papi y mami. ¿Cantarán villancicos en el cole? Y los mayores tendrán más huecos en la mesa, y añoranza. Si no mucho duelo tierno todavía.
Puede ser un buen año para mirar las cosas con los ojos del alma, y volver al origen, cada uno a su centro. Vemos a una joven pareja, ella embarazada, en un pesado viaje de Nazaret –Galilea– a Belén –en Judea–, en la ciudad y tierra de David, reinando el sanguinario Herodes el Grande. Conflictos humanos y políticos que hoy se repiten, sin ir mucho más lejos, en el puerto canario de Arguineguín: hombres, mujeres, mamás embarazadas y pequeños huyendo de la guerra, la miseria, la enfermedad en grado superlativo.
Ya seamos cristianos –una gran mayoría en España–, o festejemos derivaciones lúdico civiles del solsticio de invierno, podemos ejercitar sanamente la memoria. Recordar aquellas navidades, lejanas e irrepetibles o recientes, con los seres queridos. La primera que celebramos en pareja. O esa otra en la que unos angelitos, hijos, nietos, sobrinos, descendieron del cielo a nuestro hogar.
Puede ser un tiempo perfecto de compartir, a través de las redes, la videollamada, el smartphone, el teléfono. De contactar con el centro del otro, mirándonos sin máscaras, sintiéndonos. Y también de recobrar una amistad perdida entre prisas y agobios, antes de la pandemia; la última oportunidad para reencontrarnos.
Es un tiempo propicio para estar y disfrutar con la familia, la unidad familiar de convivencia, más ese ser querido que no habremos visto en meses. Para exprimir esos nimios detalles que en la nunca saboreamos. Y unos días preciosos para el encuentro auténtico con uno mismos: el silencio, la espera esperanzada, la creatividad.
Podríamos tomarnos a toda prisa las uvas, a campanadas virtuales y caseras, y expulsar tanta fobia acumulada; despedir el 2020 a la carrera, o intentar borrar la realidad con la Matte Painting, herramienta de efectos especiales para el cine. Pero nos perderíamos la magia.
Del pasado miércoles 16 al próximo 25, podremos ver de nuevo la estrella polar, o conjunción de Júpiter y Saturno, tras ochocientos años. Y en un Hospital de Granada, una bebé prematura sobrevivió a su madre, que fallecía de covid al poco de parir. Será su primera Navidad.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 18 de diciembre de 2020).
Inhumano

Foto www.es.amnesty.org
De la edición de Alcalá de Henares (1505) o el Diccionario de Autoridades (1734), al actual Diccionario de la lengua española, viene a significar ‘cruel, riguroso, fiero, falto de piedad y misericordia’, ‘cosa sin caridad’, ‘falto de humanidad’. Y si ayer, 10 de diciembre, celebrábamos el Día Internacional de los Derechos Humanos (ONU, 1950), la pandemia ha traído acarreado muchas veces el prefijo in-.
Amnistía Internacional denunciaba el pasado 3 de diciembre, Día de las Personas con Discapacidad, la violación de cinco derechos básicos en España: “En las residencias se ha violado el derecho a la salud, a la vida y a la no discriminación de las personas mayores. Además, las decisiones de las autoridades han impactado también en el derecho a la vida privada y familiar y en el derecho a tener una muerte digna”. Pobreza asistencial, desprotección, prohibición de visitas familiares y atención hospitalaria. El 70% de los fallecidos por covid, ancianos institucionalizados. ¿Casualidad?
Y están los otros residentes, jóvenes y adultos. El CERMI y los órganos oficiales subrayan el apoyo asistencial en centros, hospitales y ayuda domiciliaria; acompañamiento, rehabilitación y atención médica. De soslayo, las políticas transversales, el derecho a la sexualidad, la formación y el empleo. A pie de calle se insiste en la Convención de la ONU, que “Las personas con discapacidad tengan la oportunidad de elegir su lugar de residencia y dónde y con quién vivir” (art. 19). Un giro en la atención al ciudadano con diversidad funcional.
Un sano equilibrio entre la inclusión y el poder elegir libremente el colegio sería otra conquista: “…lo incuestionable es el derecho de cada niño o cada niña para estar allí, junto al resto de su generación en el vecindario donde vive” (Ignacio Calderón Almendros, profesor de Teoría de la Educación). Peor, el confinamiento de las personas con diversidad intelectual, y enfermedad mental. Desde la Federación de Salud Mental de Aragón se apuesta por la asistencia personal.
Los profesionales del cuidado están quemados. El modelo residencial al uso ya no sirve. “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros” (Declaración Universal de Derechos Humanos, art. 1). ¿Lograremos quitarnos la máscara interior?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 11 de diciembre de 2020).
Un café, por favor

Café Pombo. Foto www.abc.es
Dicen que el café despierta el intelecto. Y un café como lugar de encuentro da vida a la tertulia, el intercambio, la creatividad. El café-botillería de Pombo, Ramón Gómez de la Serna y sus insignes contertulios; Rafael C. Asséns en el Colonial, Valle-Inclán en el de Levante, Marañón y el Roma; Ortega y Gasset y la génesis de Revista de Occidente en la Granja del Henar… Dieron también origen a curiosos grupos y triángulos inseparables: Unamuno, Salamanca y el Novelty, junto a Juan Benet, Laín Entralgo, Umbral, Martín Gaite o Torrente Ballester; el Riconcillo en la Granada lorquiana. ¿Qué luchas intestinas y sociales, qué amenazas y sombras, cuánta muerte, recordarían sus paredes?
En el Fornos se sentarían Azorín, Pío Baroja, Menéndez Pelayo y Manuel Machado. Borges le debió mucho a La Perla, confitería; Heminguay al Harry’s Bar; Sartre a sus colegas y discípulos del Flore de París. Y en el célebre madrileño Café Gijón harían sus pinitos Umbral, Capote, Cela, D’Ors, Fernán-Gómez, García Nieto o Jardiel Poncela. ¿Quién ignora que las primeras líneas de Harry Potter se escribieron en The Elephant House?
En los años cincuenta –por cierto, por el 52 asoló España otra pandemia apenas recogida en los medios– se dieron cita en nuestro Café Niké Miguel Labordeta, Manuel Pinillos, Julio Antonio Gómez, Ferreró, Ciordia, Gúdel, Salas, y José Antonio Labordeta y Rey del Corral, Luciano Gracia, Rosendo Tello, Emilio Gastón… amén de cineastas, pintores, fotógrafos, políticos. Café Madrid, Las Vegas, Ambos Mundos, Levante, Casa Emilio, sostén de la clase obrera, la transición y la cultura, marcan también la historia de nuestra ciudad.
Se irían sucediendo los locus amoenos donde tomar algo y compartir: El ángel azul, el hotel Goya, El pájaro Azul, La campana de los perdidos, El sótano mágico, la Bóveda del Albergue… Y están los otros, los bares y cafés no estrictamente literarios, pero que a los creadores nos dan vida y aliento: Rogegio’s, Espumosos de Cinco de marzo, Pájaros en la cabeza… establecimiento de empleo inclusivo, por excelencia.
Se ha cerrado todo por seguridad. Traigo a colación una cita entrañable: “Mira, aquí hay pajarillos, me voy a parar a tomar un refresco. No, te invito al mejor restaurante de la plaza de Aínsa, en Huesca” (José Carlos Bermejo y León, compañeros en la planta covid de La Paz). Necesitamos respirar.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", sábado 5 de diciembre de 2020).
Educación pandémica

Foto Pixabay
La nueva Ley Orgánica de Modificación de la LOE garantiza la “La calidad de la educación para todo el alumnado, sin que exista discriminación alguna por razón de nacimiento, sexo, origen racial o étnico, discapacidad, edad, enfermedad, religión…”. Equidad y términos obsoletos.
Madres, padres o tutores conservan el derecho “A [sus hijos] que reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”; aunque la religión no pase de “maría”. Fra Angélico, Miguel Ángel, Velázquez, Zurbarán… El Cantar de los Cantares, Fray Luis de León, nuestros místicos universales; poesía, teatro y novela de los Siglos de Oro; de Unamuno a Colinas, tantos autores del XIX, XX y XXI de mirar trascendente. ¿Cómo entender los valores cívicos y éticos, humanos y de la infancia, la igualdad entre hombres y mujeres, si obviamos el judeocristianismo que ha nutrido Europa?
El currículo escolar marcado por el Ministerio; pasa palabra o curso con varias pendientes; una única prueba en Selectividad. Y la enseñanza concertada: “Las Administraciones educativas regularán la admisión de alumnos y alumnas en centros públicos y privados”. Hermanos, cercanía, renta o problemas familiares… son las prioridades. ¿Qué se hizo de la libre elección de los papás?
¿La educación especial? “El Gobierno, en colaboración con las Administraciones educativas, desarrollará un plan para que, en el plazo de diez años, de acuerdo con el artículo 24.2.e) de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (…), los centros ordinarios cuenten con los recursos necesarios para poder atender en las mejores condiciones al alumnado con discapacidad”. ¡Manda narices que aquí sí se recuerde la Convención y no en cuanto a la asistencia personal! Siempre habrá estudiantes que, sin ser extremadamente especiales, necesiten un centro a su medida.
Lo que ya clama al cielo, o al averno, es la equiparación del castellano y otras lenguas cooficiales. “Al finalizar la educación básica, todos los alumnos y alumnas deberán alcanzar el dominio pleno y equivalente en la lengua castellana y, en su caso, en la lengua cooficial correspondiente”. ¿Se podría trabajar en Alemania con la lengua de Villaconejo de Arriba? De “idiotez sin límites” lo tacha Vargas Llosa.
Pandemia sanitaria, económica, psicológica, social, educativa. Enfermos estamos todos, a este paso.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 27 de noviembre de 2020).
Francisco Brines

Foto El País
Andaba estudiando los poetas del Café Niké, de Miguel Labordeta y Manuel Pinillos, pasando por Julio Antonio Gómez, Rosendo Tello o Fernando Ferreró, a los casi impúberes asistentes a la tertulia, cuando tan gratamente me encontré con la Generación del 50 o segunda de posguerra. Nacidos entre 1925 y 1935 comenzarían a publicar en el 52. J. M. Caballero Bonald, C. Rodríguez, J. A. Goytisolo, A. González, E. Cabañero, C. Barral, J. Gil de Biedma, F. Grande, J. Hierro, J. A. Valente: “Cruzo un desierto y su secreta / desolación sin nombre” (A modo de esperanza).
Superado el compromiso de los poetas precedentes, Gabriel Celaya o Blas de Otero, y buenos discípulos de Vicente Aleixandre, optan por la poesía como conocimiento frente a la poesía como comunicación. Entre todos, un nombre señero, Francisco Brines: “Recuerda una ciudad, de altas paredes, / donde millones de hombres viven juntos, / desconocidos, solitarios; sabe / que una mirada allí es como un beso” (Las brasas).
Heredero a su vez de Cernuda, Cavafis, Juan Ramón o Machado… Qué actual este poema y, sin embargo, todavía de su ópera prima, cuyo inicio nos desmenuzaría Rosendo Tello y que luego cité en algunos de mis versos: “Está en penumbra el cuarto, lo ha invadido / la inclinación del sol”. Aunque nada como El otoño de las rosas, preconizando esta noche que habitamos: “Todas las noches de mi vida, envejeciendo, / son una infame rosa negra, / son una rosa negra y solitaria, / una encantada y desvalida rosa”,
Pérdida del paraíso de la infancia, a su vez tan aleixandriano, solo recuperado a través de la belleza: “Un niño, / debajo de las nubes radiantes, / contempla el mar” (Palabras a lo oscuro). Poeta del amor y la nostalgia, hacia una muerte serena: “Donde muere la muerte, / porque en la vida tiene tan solo su existencia” (Yo descanso en la luz). Coetáneo y maestro de autores como Antonio Gamoneda, María Victoria Atencia, Julia Uceda o Antonio Colinas.
¿Y por qué me recuerda otros versos adsorbidos hasta la saciedad? “La muerte, lo sabéis, es el más largo viaje / y lo hacemos tendidos en el suelo, quietamente tendidos, / mientras la luz se alarga dorando lo distante” (Manuel Pinillos, Sentado sobre el suelo). Comentaba el Premio Cervantes 2020 cómo la poesía ha de servir en un momento tan difícil de “refugio” y “sanación” del alma. ¡Qué verdad tus palabras, apreciado maestro!
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 13 de noviembre de 2020).
Irene

Foto José Manuel Marco
Del griego Eyrene, significa “paz”, como en su traducción romana, que también heredamos. El infinito en un junco, de Irene Vallejo, Premio Nacional de Ensayo 2020, además de adentrarnos en el maravilloso misterio de los libros, nos ha hecho más llevadera la pandemia: desde los enfermos hospitalizados en Ifema, pasando por Mario Vargas Llosa o Rosa Montero, a sus múltiples seguidores anónimos. “Nos gusta imaginarlos peligrosos, asesinos, importantes, pero los libros son, sobre todo, frágiles”.
Estamos enigmáticamente enlazados: “En realidad, somos bastante extraños y (…) fueron los griegos quienes empezaron a ser tan extraños como nosotros”. Griegos y romanos explican muchas cosas que no entenderíamos, como el imperioso anhelo de sobrevivir a las cenizas: “Los autores deseaban ser recordados, vencer la muerte con la fuerza de sus relatos”. O el “Resistiré” del Dúo Dinámico: “Según el código del honor, había que aguantar la posición en el campo de batalla, sin retroceder ni huir”.
De Alejandría a los campos de concentración nazis, bibliotecas y mágicos elixires de palabras salvaron innumerables veces de la quema, la epidemia, la muerte. Como Sherezade, Marco Antonio seduciendo a Cleopatra, Herodoto o los protagonistas del Decamerón. Autora de El pasado que te espera, La luz sepultada, El inventor de viajes, La leyenda de las mareas mansas, Alguien habló de nosotros o El futuro recordado, Irene Vallejo es también maestra de la palabra en los medios de comunicación.
“Fantaseamos con remedios eficacísimos, veloces, que curen todos nuestros males. Los griegos llamaban a este medicamento infalible ‘panacea’, nombre de la diosa de la sanación universal” (Heraldo de Aragón). “Resuena en nuestros oídos, una y otra vez, la letanía de cifras (…) La Iliada se detiene con emoción y temblor ante cada muerte” (El País).
Su discurso se acerca al de Virgilio en El silbido del arquero. Irene: “He intentado, en una ambiente donde ha habido tanta alarma, tanto dolor y polarización, utilizar las palabras de la manera más sanadores posible”. Su mentor latino: “Compondré para Augusto el poema que tanto desea, daré vida con mis versos a sus antepasados, pero les insuflaré mis esperanzas y no su sed de poder”.
Me siento orgullosa de ser su amiga. También de mi sobrina Irene, de tres añitos. Que la luz la acompañe toda su larga vida.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 13 de noviembre de 200).
Jorge Gay

Foto 6 litografías para el proyecto publicitario Agua de Lunares, Paraninfo.
Me cautivó hace años en la Lonja. Pero “Los fugaces párpados” que pude contemplar en el Paraninfo me llagaron sabrosamente el alma, en un éxtasis artístico místico creador. Entramos en la sala Goya, “sala de máquinas”, a la derecha. Murales, carteles publicitarios de teatro, danza o películas. Cuadros con cabezas de colores que parecen lunas, círculos, peces o aves. Una pantera negra esmaltada en matices para el café homónimo. Y el poema relato con seis litografías para Agua de Lunares, un prefacio precioso: “Luna me beberé tu agua / Agua me viviré tu luz”.
El artista no olvida a sus amigos: Paco Ortega, Rafa Campos, Miguel Ángel Berna, Javier Delgado y su Zaragoza marina. Flores que semejan pájaros, manos como árboles, peces que terminan conformando la figura humana. El centro de todos los paisajes creados para el alma, que observa y se entusiasma en cada rincón de las figuras. Y la gran mesa de dibujo; y el recuerdo del padre, perfilando la silueta de la torre con unos cuervos; y la presencia del abuelo, en la primera exposición a su regreso de París.
Un poema detiene el paso del viajero y le habla al corazón: “Abrígate, amor mío, / hoy hace frío. / No trae pétalos la aurora / ni la mañana música, / pero vente conmigo / a ver la luz quebrada / y el lado oscuro e íntimo de la lluvia”.
Y pasamos a la sala Saura, a la izquierda. Dibujo y pintura más propiamente dicha, salidos de las largas horas de soledad gustosa en el taller. Las series “Los oficios”, “Pescadores” y todas esas expresiones, a pulso de emoción y carboncillo, de la más genuina humanidad. En la pared del fondo, los óleos de las cuatro estaciones; contrapuesto, un mural símbolo de la bondad y de la luz, con solo alguna pincelada del lado oscuro de la vida. Y el reconocimiento a los maestros: Fermín Aguayo, Luis Berdejo, Marín Bagüés, Martínez Díaz, y la gran pintura española del XIX.
Catálogo poemario dividido en tres tiempos medidos por un mismo diapasón: la pintura el homenaje a los pintores, el creador. “La pintura es para mí es crecer, darle forma al misterio del universo, y divertirme, y vivir intensamente. (…) Y eso viene unido desde las cuevas de Altamira, desde las iglesias románicas, desde los palacios, y yo pongo mi pequeño recuerdo”. Todavía nos quedan los museos, los libros y los clásicos. “En los clásicos encontramos ideas para reconstruir el futuro” (Irene Vallejo, Premio Nacional de Ensayo). Son la savia del alma, la sangre nuestra para no morir.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 6 de noviembre de 2020).
Ars moriendi

Foto Getty / El Pais
¡Como si no hubiésemos tenido suficiente muerte! Este Halloween, Día de Todos los Santos y Día de Difuntos, también van a ser diferentes; como lo han sido el no despedir a nuestros seres queridos y el duelo in absentia o virtual. Porque, aparte, hemos muerto de muchas formas en estos meses: de falta de ilusión, económicamente, de trauma post confinamiento o depresión.
Y en medio de semejante barahúnda un gobierno de coalición progresista se atreve a plantear la anticipación de la eutanasia a toda costa. “Intervención deliberada para poner fin a la vida de un paciente sin perspectiva de cura” (Diccionario de la lengua española).
Por falta de definiciones no será. “Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas” (Catecismo de la Iglesia Católica). “A la vez que hemos conquistado mayor conciencia de responsabilidad en el inicio de la vida, hemos de conquistar mayor conciencia de responsabilidad en el final de la vida” (Hans Kúng, teólogo). “El objetivo de la medicina es reducir la violencia de las enfermedades y evitar el sufrimiento a los enfermos, absteniéndose de tocar a aquellos en quienes el mal es más fuerte y están situados más allá de los recursos” (Hipócrates).
A estas alturas de la historia, nadie nos rasgamos las vestiduras. El propio Comité de Bioética de España observa en la práctica de la eutanasia “la provocación intencionada de la muerte de una persona que padece una enfermedad avanzada o terminal, a petición expresa de ésta, y en un contexto médico”; con cierta impunidad en los últimos años. Apoya medios como la sedación en pacientes terminales.
Lo que de ningún modo acepta es un café exprés con cianuro para todos. Acelerar procesos y rebajar requisitos para el derecho a morir. No serán necesarios 15 días entre la primera y la segunda solicitud por parte del enfermo, y si queda inconsciente podrá firmar su última voluntad otra persona. Enfermo o discapacitado incurable, se le servirá la “prestación” a domicilio.
Falta de asistencia, malos tratos, una depresión hasta las cejas… se obvian los cuidados paliativos. “No muere dignamente sólo el que decide cuándo” (José Carlos Bermejo). Pensar es menos rentable, como poner medidores de CO2 o filtros en lugar de cerrar bares.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 30 de octubre de 2020).
Sietemesinos

Foto Auditorio de Zaragoza
Siete meses y siete días sin ir al Auditorio, del 8 de marzo al 15 de octubre con la Antológíca Zarzuela. El tiempo suficiente para haber dado a luz a una criaturita prematura y frágil, como esta sociedad que nos está dejando la pandemia. Beatriz Gimeno, Montserrat Martí Caballé, Nacho del Río y Luis Santana, harían nuestras delicias, junto a las actuaciones estelares de Miguel Ángel Berna o Raíces de Aragón. Cuadros como el de Nacho y Miguel Ángel, o nuestras jotas de siempre, nos conmovieron.
Mascarillas, distancia y emoción aparentemente contenida, volvimos a tentar a la diosa Fortuna del Buen Humor el pasado domingo 18, con B Vocal. “25 años a capela Contigo” recopila estilos y temas de este último cuarto de siglo, de los Pecos a Massiel o Serrat, a autores más universales, como Queen. Con guiños a la obligada solidaridad: “No tengo miedo ninguno, / ninguno que sea humano, / solo pido que tú vuelvas, / y puedas sentir mi mano”. La llamada a la concordia del rey Felipe. Supervivientes somos todos.
Y es que todo es lo mismo y diferente. “Un año después, todo ha cambiado mucho”, diría la princesa Leonor. Y aun así, la belleza se impuso a la distancia en la entrega de los Premios Princesa de Asturias. El galardón a la Concordia a los miles de sanitarios que han cuidado y cuidan de nosotros; el recuerdo emocionado de Ennio Morricone a través de las notas de su hijo Andrea; la Feria Internacional del Libro de Guadalajara o el Hay Festival of Literature & Arts; Carlos Sainz y sus coches; el juego interactivo de la escritora Anne Carson; los datos matemáticos para la computación o GAVI, alianza internacional para las vacunas.
Cultura y solidaridad se dan la mano, porque necesitamos respirar, física, económica y espiritualmente. Buena iniciativa la del Ayuntamiento de Zaragoza de invertir el millón de las no fiestas en centros cívicos, música, humor, teatro y diversos eventos. ¿Lo permitirán las nuevas restricciones?
En nada deslucieron las ausencias a la entrega del Premio de las Letras Aragonesas a Ana Alcolea, profesora, especialista en literatura infantil y juvenil, analista como nadie de la psique adulta a través de sus personajes. La palabra nos une y nos salva.
“Luna me beberé tu agua. / Agua me viviré tu luz”. Versos de Jorge Gay que hacen crecer a nuestra bella criatura interior.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Foco", lunes 26 de octubre de 2020).
Rafa Nadal

Foto Agencias
Campeón de 20 torneos de Grand Slam, acaba de conseguir el décimo tercer Torneo de Roland Garros –el primero en 2005–; el Campeonato de Wimbledon en dos ocasiones, el Abierto de Australia y el Abierto de Estados Unidos cuatro veces. Ha logrado con España la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín en modalidad individual y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 en modalidad de dobles junto a Marc López.
Sus ágiles y seguros movimientos volvieron a provocarnos un placer inexpresable el pasado día 11 en la pista parisina. Su decimotercer Roland Garros le ha valido el vigésimo título del Grand Slam, con el que empata con el suizo Roger Federer en este año tan difícil. “Bueno, estoy contento, claro, pero a la vez triste por toda la gente que está sufriendo”, declaraba a televisión.
Su mismo contrincante, serbio Novak Djokovic, lo reconoce: “Eres el rey de la tierra y lo he sufrido en mis carnes”. Ni las condiciones atmosféricas ni la pandemia parecen derrotarlo. Y sin embargo, es un hombre que sufre, se enamora y al que le gusta celebrar con amigos. “Somos latinos, propensos a reunirnos y a los abrazos, y en estos largos meses no ha podido ser. Se echa de menos”.
Lo llaman “soberano de los cielo”, pero está con los pies en la tierra, batida o no. “Bueno, me hacen halagos, pero cuando estás en esto sabes que hoy pueden alzarte y mañana hundirte por los suelos. Lo importante es seguir tu camino”. Trabajo, inteligencia, constancia, y un apostar por un más difícil todavía. ¿Las claves de su éxito?
Y también medir las distancias, sobrellevar lesiones y obstáculos externos, calcular. “¿El Australia? Este año es más complicado. Si hay que guardar cuarentena para ser un ciudadano y un deportista más, hay que pensárselo”.
Jugador internacional del Equipo de Copa Davis de España desde 2004, habiéndose alzado con el triunfo en cinco ocasiones. En otras cinco terminó el año siendo el tenista número 1 del mundo en el ranking ATP. Se encuentra en el segundo lugar histórico en títulos de Masters 1000 en modalidad individual… Nada comparable a su labor y la de su esposa en la Fundación: atender a jóvenes discapacitados, integrar a menores vulnerables, promocionar el talento deportivo.
En las culturas clásicas, los dioses son superiores a los hombres. En la nuestra, se encarna, se humaniza.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 16 de octubre de 2020).
Los no pilares

Foto Cartel Ayuntamiento Pilar 2020
“El Ebro guarda silencio / al pasar por el Pilar”. 62 años hace que la Pilarica ha venido recibiendo su ofrenda presencial de flores, desde su camarín al muro lateral de la basílica o la plataforma exenta en mitad de la plaza, de Bigas Luna, en el 98. Generaciones desfilando ante una imagen que los aragoneses, y cada vez más latinos e hispanos, llevamos tan adentro.
La ofrenda de frutos es del 64, en unas fiestas cuya primera manifestación parece de 1723, con procesión, mojigangas, pasacalles y toros. Hasta principios del siglo XIX –1807– no se consolidarían, tomando mayor auge, curiosamente, en la I República.
Hasta la Guerra Civil crecieron y se diversificaron los festejos: espectáculos taurinos, demostraciones deportivas y desfiles alegóricos, como el del Canal Imperial en el 34. Solo el enfrentamiento entre las dos Españas canceló las fiestas un par de otoños. Recuerdo todavía el tacto cálido del libro del Ayuntamiento, que traía el tío como trabajador de unos viveros municipales, buscando entre sus páginas a la Reina de Fiestas o los actos de ese año. O el paso de gigantes y cabezudos bajo el balcón azul de la calle Delicias, abriéndose paso entre coches en ambas direcciones y el autobús.
Con la democracia, en el 79, comenzó a cambiar el rostro de nuestros festejos patronales: teatros, conciertos de todo tipo, animaciones infantiles, espectáculos de adultos, luz y sonido en el Parque Grande, Interpeñas, música para jóvenes…
Solo el año del atentado yihadista en Barcelona se blindó la plaza con bolardos y grandes maceteros, que ahí están. Hasta este dichoso 2020 no se había vuelto a clausurar la ilusión de todo un pueblo, y sus hermanos visitantes, desde el 36. ¿Puede más un microorganismo que las bombas o la sangre derramadda?
Claro, está el Principal, el Auditorio, las Esquinas, Salesianos, el teatro Arbolé, centros cívicos y teatros de barrio… y por encima de todo una ofrenda virtual. Pero falta el sabor del ternasco de Aragón y las croquetas, pasear a nuestras anchas por el centro o degustar el más genuino folklore junto a la Virgen.
“Pa’ el Pilar ya no sale lo mejor, como canta la jota emblemática de la cinta de Florián Rey –“Nobleza baturra”. Aunque sabemos que María del Pilar no está dormida, por mucho que reduzcan el aforo de su casa y la nuestra. La llevamos puesta.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 9 de octubre de 2020).
La buena suerte

Foto Portada La buena suerte
“Un granjero vivía en una pequeña y pobre aldea. Sus vecinos le consideraban afortunado porque tenía un caballo con el que podía arar su campo. Un día el caballo se escapó a las montañas. Al enterarse los vecinos acudieron a consolar al granjero por su pérdida. “Qué mala suerte”, le decían. El granjero les respondía: “mala suerte, buena suerte, quién sabe”” (Anthony de Mello).
Comienza la novela observando en el AVE a un curioso viajero. Pero lo observamos desde un segundo o tercer piso de una vieja vivienda junto a la estación. ¿Despistado? ¿Indigente? No levanta la vista del portátil. ¿Un rico aburrido de la vida? ¿Qué busca o desea olvidar en un pueblito perdido en el universo?
Rosa Montero acaba de sacar su última novela, La buena suerte, que tanto recuerda en diversos aspectos a La carne, Lágrimas en la lluvia, La ridícula idea de no volver a verte y otras. Raluca insiste en su buena suerte, pese a su nimio defecto físico, su locura o el haber sido abandonada. Y es Pablo, Raluca, son supervivientes, como todos nosotros.
Es fácil identificarse con la trama, y más en estos tiempos que corren. “Una mano de maldad recubre el mundo”. No se trata de ser inteligentes o idiotas, ricos o pobres, sino buenas o malas personas. “Y tú, ¿de cuáles eres?”, pregunta Felipe, un anciano vecino de la pareja.
Una intriga terrible detrás de cada línea, y a la vez increíblemente real. Desde los neonazis y el maltrato a inmigrantes, menores y mujeres, a la ternura. Violaciones y quema de personas sacadas del periódico se entremezclan con la cotidianeidad agridulce de un rincón de la España vaciada. “Aunque también miedo a sentir. A dejar de ser una rama, un corcho, una piedra. A fallar otra vez. Y sufrir”.
Fue escrita antes, y, sin embargo, hay continuas alusiones a la desinfección higiénica, a aprovechar el instante, a la incertidumbre. “Quien quiera estar contento que lo esté, / del mañana no hay certeza” (Lorenzo de Medici).
La buena suerte consiste en buscarla, y saberla descubrir. “La quiere, ha dicho, y esa felicidad tan absoluta es capaz no solo de borrar cualquier temor, sino también el dolor del mundo para ella”.
“A fin de cuentas la humanidad no es más que un sándwich entre el cielo y la tierra” (Mafalda). “Dios creó al hombre porque tenía necesidad de escuchar historias” (Rosa Montero). El subconsciente colectivo.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 2 de octubre de 2020).
Otoño

Foto Jesús Alba Enatarriaga
“Me siento bien dentro de mi corteza, / con algunas hojas amarillas / y el corazón en sepia, por ese polvo de oro / que nos dejan la vida y sus crisoles”. Salía hace tres otoños en Ahora que calienta el corazón, antología de la Feria Internacional de Poesía de Madrid, a raíz del Premio Juan Alcaide por Pájaros de silencio (Editorial Verbum).
Hoy seguramente no escribiría lo mismo. ¿Quién nos secuestró la primavera? Más aulas en cuarentena y colegios cerrados, la atención primaria al borde de la saturación, ¿confirman los expertos una segunda ola del tsumami? A más de eso, tras unas semi vacaciones en las que algunos nos aventuramos por el contorno o a lugares más o menos seguros, el ocre de este otoño se ha transformado en negro, por eso de la moda en mascarillas esta temporada.
Dicen que son más recias y anti-covid, imitación portuguesa, en las que el virus revota y va al aire. El caso es que la edad de los contagios ha bajado, y ya no solo hay niños y jóvenes asintomáticos, como decían antes. ¿O edulcoraban la píldora?
Las articulaciones se resisten, tras el confinamiento y lo que vino después; la mirada, sin máscara, deja entrever un vaho de tristeza; y el alma nos duele como nunca. ¿Hemos envejecido prematuramente? “Presiento la estación de los despojos, / de los ocres penúltimos, antes de que la lluvia nos transfigure en tierra y humus cálido”.
Se vuelve a la cultura con un hambre insólita, al cine y al teatro; se reabren algunos restaurantes. Rosa Montero, Ignacio Martínez de Pisón, Ángel Guinda, Manuel Vilas, Miguel Mena, Margarita Barbachano, Sergi Allepuz, Pilar Aguarón, Ana Alcolea… la Bella Durmiente de la Literatura parece despertar. Y una lluvia de oro cae sobre la frente de Luisa Gavasa en forma de merecido galardón.
El martes presentábamos De la noche al Ángelus; y el jueves día 1 será En luna llena, Premio Acordes de Poesía, en la Fnac. Agradecimiento, emotividad, una bocanada de aire fresco. Ahora la alegría es más caduca que nunca: un día moriremos, como el último ocre de la hoja.
“Pero antes / de reposar eterna en otro círculo, / han de seguir creciendo mis raíces / hacia un cielo más hondo, más auténtico”. Parafraseando a Carbonell: el poeta no es un hombre que hace poemas bellos, sino quien se compromete el hombre, desde su noche oscura a un último destino en esperanza.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 25 de septiembre de 2020).
Adiós a los que se quedan

Foto Antón Castro / Julio Sánchez Millán.
“¿Qué me dice si le digo que la poesía es una actividad inútil, dado el comportamiento de la sociedad?”. 29 de enero de 1995, al día siguiente presentaba Flor de agua en la Biblioteca de Aragón, Joaquín Carbonell vino a hacerme una entrevista a casa. Su ironía y cercanía se dejaban sentir.
Más de veinte años desde aquel recital histórico en el Teatro Principal, junto a José Antonio Labordeta, La Bullonera, Renaxer… Sería en los 80 cuando con mis amigos despertaría al mundo, a las reivindicaciones, a la canción popular aragonesa. Atrás quedaba el colegio San Pablo de Teruel, con Federico Jiménez Losantos, Manuel Pizarro, Carmen Magallón o Pilar Navarrete, y Labordeta, Eloy Fernández Clemente y José Sanchís Sinisterra como profesores. Y mucho más atrás, la España vaciada de su Alloza natal. “Esta es la historia, señores, / de las minas de carbón. / El carbón es todo negro. / Y rojo mi corazón”.
Camarero en Sitges en los veranos, molinero de aceite en los duros inviernos turolenses… “Ordeña la oliva desde la escalera, / con los dedos rotos de la ventolera, / con los dedos rotos de la llegadera”. Cantautor, periodista, botones de hotel, vendedor de cursos de idiomas, empaquetador de best sellers, ¿poeta?, ¿novelista?, entrevistador, mozo de bolera…
“Me gustaría darte el mar, / todo ese mar que no conoces, / todo ese mar que no has bebido, / y hace más seco tu camino / de piedras sordas y de espinos”. No le costaría saltar a la canción, desde su armónica de los nueve años a la gloriosa etapa de instituto, la Zaragoza de final de los 60, los festivales de cine de La Seo, la radio. Más de 200 canciones.
Sus maestros, su padre, los tebeos y Brassens. Entre sus 15 libros, El Pastor de Andorra, Pongamos que hablo de Joaquín o Querido Labordeta. “Yo nací en un parto sin doctor / una noche de vendaval. / Cuando abrí los ojos me iluminó / un asombro mineral”. Medalla al Mérito Cultural 2019. Medalla de oro en reconocimiento a una trayectoria profesional 2020.
El sábado comenzábamos la temporada del Teatro Principal con Miguel Ángel Berna. Al final, la voz en off del amigo ido, recordando a otro amigo: “Esta es la albada del viento, / la albada del que se fue. / Que quiso volver un día, / pero eso no pudo ser”. Me emocione. “Todos los poetas están tocados del coco, señorita”. Nos reímos.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 18 de septiembre de 2020).
¿Evolución?

Foto José Manuel Zabakza
¿Cómo se extinguieron los dinosaurios? Según Charles R. Darwin –junto a Rusell Wallace–, todas las especies de seres vivos han evolucionado, a partir de un antepasado común, mediante selección natural. Depredación enfermedades… sobrevivieron los más fuertes. Su desaparición a principios del Terciario (Cretácico-Paleógeno) pudo deberse a los volcanes, el cambio climático o un meteorito.
Sesenta y tres millones de años después, apareció el género Homo sobre la tierra. Evolucionó y se diversificó: Australopithecus, Homo habilis, Homo ergaster; y a partir de ahí más divisiones: erectus y antecessor, paralelos, y sus descendientes el heidelbergensis y el hombre de Neandertal. Creación y manejo de útiles, posible expresión artística, estructura social, cuidado de los enfermos. ¿Qué le hizo desaparecer?
Rama colateral, nuestro verdadero padre, el Homo sapiens, hijo a su vez del antecessor a través de una especie intermedia, el Homo rhodesiensis. Siempre el eslabón perdido: “En latín humänus estaba emparentado con hömo, aunque no derivado directamente, y la forma en que ambos proceden de un antepasado de hümus ‘tierra’ es una de las cuestiones oscuras de la lingüística indoeuropea” (Joan Corominas y José A. Pascual, Diccionario crítico etimológico castellano e hispano).
Los sapiens paleolíticos pintarían bisontes, ciervos, caballos, cazadores… en las cuevas cantábricas, y en la de Altamira; modelando la roca, fabricando utensilios y estatuillas artísticas para los enterramientos. Supervivientes a las glaciaciones, la violencia y las enfermedades infecciosas, llegaron a más ancianos, experimentados y sabios.
¿Expresión ritual? ¿Comunitaria? ¿Religiosa? Altamira la descubren el pastor Modesto Cubillas y el estudioso Marcelino Sanz de Sautuola en 1868. Nueve años después de El origen de las especies, de Darwin; a los doce años del natalicio de Marcelino, Menéndez Pelayo, padre antecesor de historiadores y filólogos.
Hemos superado varias pandemias. “Durante la Edad de Hierro se participaba del ritual de la incineración (…) Sin embargo, cuando se trataba de enterramientos infantiles, (…) de pocos meses de vida, la costumbre era enterrarlos mediante el rito de la inhumación, dentro de las casas, próximos al hogar” (exposición permanente en la catedral de Pamplona). ¿Selección natural o involución?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 11 de septiembre de 2020).
Volver a empezar

Foto Toni Galán / Heraldo
Los tengo de todas las edades: Infantil, Primaria, Bachillerato, Universidad. “Tengo que aprender a conformarme / con lo que la vida me da”. Parece que Pablo Alborán acertó de lleno con su canción, homónima a este artículo, en lo que nos esperaba desde el pasado marzo, también en el curso académico.
La menor de mis cuatro sobrinos comienza este próximo lunes. Le enseñarán a lavarse bien las manos, a compartir juguetes y pinturas solo con niños y niñas de su grupo, a cantar y bailar sin temer a los ogros, con la seño y sus gafas tan grandes y tan chulis. Luego a casa, a comer y a lavarse los dientes, y a la siesta. Su hermano irá al cole el martes, ya a Primaria y sabiendo leer, con mascarilla. Un único recreo y sin jugar al balón, ni con compis de otros grupos burbuja. ¿Podrá asistir a su querida música y al inglés?
Y la tía, que creció alejada de las aulas, se pregunta si en esas cabecitas tan despiertas quedará de por vida la niebla de un par de cursos tan atípicos. ¿Dejarán lastre?
Mi segundo sobrino, para los 17, anda enfrascado en segundo de Bachillerato de Ciencias y Tecnología y se prepara a la EVAU. Mascarilla, distancia, responsabilidad. No sabemos si irá de mañana o de tarde, ni qué días en semana. Aquel pequeño que nos asombraba con sus prontos: “Mami, cuando sea mayor inventaré una vacuna para que no muramos”.
El mayor de los hijos de mis hermanos cursa segundo de Ingeniería Mecánica. Mascarilla, distancia, “streaming” desde casa. Sueña con un futuro más fácil y accesible para todos, relaciones, un empleo, con sacarse el carnet de conducir.
Y la tía, recelosa y un poco autodidacta en su niñez, se cuestiona: ¿Se harán realidad todos los sueños de mis peques, mis jóvenes? Porque teme que enfermen, que cierren los colegios, que se trunque su curso natural de aprendizaje o el río se desborde.
“Cuando creemos que lo sabemos todo, cuando creemos que el tren ya ha pasado… A veces, el tren de la vida te devuelve al punto de origen con todo su bagaje, con las maletas a cuestas…”. Antonio Miguel Albajara y Elena –Antonio Ferrandis y Encarna Paso– vuelven al amor de juventud en “Volver a empezar”, de José Luis Garci. Ojalá que la vida y la pasión por aprender nunca sean en nuestros hijos asignatura pendiente, la otra obra maestra del director, cuando maduren.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 4 de septiembre de 2020).
¿Viajar seguo?

Foto https://alfondoalaizquierda.com
Hay lugares que crecen con nosotros. Había terminado COU cuando fuimos a Suances (Cantabria), a una casa para funcionarios de Correos y sus familias. Iríamos en autocar y volvíamos en tren desde Bilbao. Junto a las actividades en grupo que se hacían, en mi imaginativo adolescente quedó la escarpada playa de Los Locos; o las visitas a Comillas y Santander: palacio de La Magdalena, jardines de Pereda, catedral.
A Santander regresamos más de una vez. Y a Santillana del Mar –el pueblo de las tres mentiras–, Comillas, Castro Urdiales, San Vicente de la Barquera… en familia, con Fundación DFA o en pareja. Allí escribí mi primer poema a un nuevo y definitivo amor. Nos quedábamos en la comunidad, o bien continuábamos hacia Galicia. El aire y los abrazos estaban limpios.
Recuerdo las sillas rebotando en las calzadas de piedra de Santillana. Castro Urdiales y San Vicente, pueblos eminentemente marineros; de señoritos adinerados el primero, con su castillo al fondo y su brazo de mar, más sencillo el segundo. La sede de la Universidad Pontificia, trasladada a Madrid, y el monumental e imaginativo Capricho de Gaudí en Comillas. También su zoo y, más al sur, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, hermoso e infinito. O Noja en la costa este.
Mis sobrinos tenían ya la edad de mis hermanos en nuestro periplo inicial. Y es que vamos creciendo, aunque parezca que nunca vamos a alcanzar algunos sueños íntimos: un curso en La Magdalena o los Picos de Europa, los Lagos de Covadonga, Santo Toribio de Liébana… (en Asturias).
Suances pueblo, el barrio de La Cuba, sus típicas casitas marineras, la Casa de los Polanco en la plaza y la iglesia de Nuestra Señora de las Lindes. La semana pasada viajábamos dos parejas a Suances playa: playas de la Ribera y la Riberiuca, junto a la Ría San Martín, el paseo marítimo y el puerto; y la otra de los Locos, en la Punta del Dichoso, con el Faro y el bellísimo mirador del Torco.
Desde ahí, visitamos algún rincón de los arriba recorridos, y los Picos de Europa. Pero no he podido retornar, el paisaje crece con nosotros. ¿Un viaje seguro? Mascarillas en todo momento, hotel fuera del pueblo, en coche a lugares tranquilos. Quizá crecer implique aceptar la incertidumbre, echarse al mar sin flotador. Al fin al cabo, somos vulnerables, como la naturaleza, de la que tanto dependemos.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 28 de agosto de 2020).
Dis-fruta

Foto de Biel
Es una marca creativa que une el valor nutritivo de la fruta y su belleza –arreglos frutales, complementos…--. Quizá consista en eso, en ser imaginativos y creadores, en darle la vuelta a la tortilla y sorprendernos a nosotros mismos.
Los cines Palafox y Aragonia abrieron ya sus salas, sin palomitas y con las obligadas medidas sanitarias. Para ligar, se ha cambiado la discoteca por la piscina, el besuqueo por el juego de miradas, la cita por la app, las prisas por el conocerse a fuego lento. ¿Y para qué ir a Londres, si en Biel se da historia y leyenda, la cuna de Alfonso el Batallador y una de las torres más bellas de España?
Sin salir de Zaragoza, contemplamos sus puertas transformadas en murales: de Toledo, el Duque de la Victoria –hoy en restauración–, Valencia, Sol, Sancho y la Torre Nueva. Y Alfamén y su museo permanente. O Fuendetodos, con la casa de Goya, el Museo del Grabado y su entorno, con rutas tan variadas; o la curiosa iniciativa de llevar al pintor por hospitales.
Huesca, de Los Monegros al Pirineo: deporte y aventura, diversión y arte. Y el valle de Benasque, con sus tres miles y sus praderas paradisiacas. Senderismo, ibones, tirolinas… en la Selva de Oza. Y aunque sin San Lorenzo, la semana pasada contemplábamos sus Lágrimas o Perseidas más hermosas que nunca.
Y Teruel, Javalambre, sus olivos centenarios y sus minas. O el Torico, hoy también representado en un mural compuesto por 1800 fotografías. Pero nada como Albarracín, paisaje, gastronomía, patrimonio artístico y cultural, desde la catedral a la casa azul, presente imperecedero de un noble a su amada.
Muchas páginas web describen los lugares más seguros a nivel nacional. De Asturias y Cantabria, pasando por Madrid, a las playas del sur. Desde el Camino de Santiago, lugar físico o itinerario de música antigua, a la Mesa de los Tres Reyes, el pico más elevado de Navarra. Aunque sean nuestros pueblos pequeños, esos rincones de la España vaciada los que mayores tesoros nos reserven.
Disfrutar, a ser posible en familia, o con amigos de siempre; descubrir la esencia, lo importante. “Lo que la pandemia me ha enseñado es a soltar cosas, a darme cuenta de lo poco que necesito. No necesito comprar, no necesito más ropa, no necesito ir a ninguna parte, ni viajar. Me parece que tengo demasiado” (Isabel Aliende). La llave que reinventa el futuro.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 21 de agosto de 2020).
Superar los miedos

Salvador Dalí se inspiraría en el Cristo de San Juan de la Cruz (dibujado en un pequeño papel tras una visión del místico), y así se titula el cuadro. Foto www.todocuadros.es
De pequeña, tenía miedo a dormirme sin luz, como tantos niños; a que los mayores hablasen de la muerte; a que mis papás no fueran a buscarme al colegio –jamás me separé de ellos y lo segundo nunca sucedió–. Luego, empiezas a soñar con el amor y temes no encontrarlo; no lograr un empleo dadas tus circunstancias especiales. Según vamos creciendo, nos preocupamos por nuestros mayores, tenerlos con nosotros el mayor tiempo posible, con calidad de vida. Son temores abstractos, nacidos de anticipar una realidad que quizá no llegue a existir.
En estos meses, parecen haberse solidificado todos nuestros pánicos infantiles. ¿La noche oscura de San Juan? Los mayores no solo se morían, sino que desaparecían sin sentirlo, sin poder despedirnos ni ver tan siquiera sus cenizas. El peor cuento de terror se volvió realidad en apenas unos días. En la calle habitaba un enemigo invisible, y a enfermedad y muerte se uniría una miseria extrema.
Los niños comenzaron a tener pesadillas, ahora reales. No iban al colegio. La costumbre del beso se confinó y los adolescentes y los jóvenes tuvieron que reinventar sus relaciones digitalmente. Millones se quedaron sin empleo y miles de parejas sin amor. Jamás lo hubiésemos imaginado.
Seguimos todavía en ese tiempo. ¿Hasta cuándo? Dicen que el miedo es libre, pero cuando los positivos siguen multiplicándose, se rebaja la edad, vuelve a afectar a las residencias… ¿Y si es un familiar? ¿Y si salta el bichito tomando un helado o un café? ¿Y si cualquiera somos igualmente susceptibles de contagio? Sea como fuere, este verano es harto atípico y las vacaciones se eligen con lupa, quien se atreve a salir, en espera de un curso no menos incierto.
Temor a que la vacuna ni sea a corto plazo la panacea universal? ¿Y para todos? ¿Y si tuviese efectos secundarios? Tendremos que convivir con la vulnerabilidad y la incertidumbre, y confiar.
Este agosto, mañana, tampoco va a celebrarse la fiesta de la Virgen en tantos pueblos. Hasta la religiosidad y las celebraciones hemos tenido que reinventarlas. Aunque la esencia queda, y la humanidad, el ser humano, hemos sobrevivido a muchas.
¿En quién podemos confiar? “Quizá la mayor confianza para fray Juan de la Cruz sea la de ser esperado, ser amado” (José Carlos Bermejo, La esperanza en tiempos de coronavirus). Puede ser una clave.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 14 de agosto de 2020).
¿Exilio?

Foto EFE / Casa del Rey
“Separación de una persona de la tierra en que vive” (Diccionario de la lengua española). La segunda acepción es más cercana a nuestra tradición histórica: “Expatriación, generalmente por motivos políticos”. Hay matices.
Destino fatalmente compartido por los monarcas españoles en los dos últimos siglos. Desde Carlos IV, contra quien se confabularon populacho y nobleza –el motín de Aranjuez–, las ansias de poder de los Bonaparte y la prisa por reinar de su propio hijo, Fernando VII.
Si hubiéramos de poner un rostro creativo a tanto sinsabor, sería el de Francisco de Goya. De La familia de Carlos IV, a El dos de mayo en Madrid o los fusilamientos de El tres de mayo, olas Pinturas negras. ¿Y una voz? Benito Pérez Galdós en Episodios nacionales.
Fernando VII, preso durante la Guerra de la Independencia, cargó contra los enemigos del Absolutismo, y, ya enfermo, abdicó a favor de su cuarta esposa, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, madre de la futura Isabel II. Las luces y sombras del reinado, la Gloriosa, el exilio y, sobre todo, los enfrentamientos con su tío Carlos, aparecen en dos escritores antitéticos: Ramón María del Valle-Inclán, en la serie “La Guerra Carlista”, y Pío Baroja, en novelas como Zalacaín el aventurero.
No volvería a España. Fue testigo a distancia de la monarquía parlamentaría de un extraño, Amadeo de Saboya, la I República, el regreso y breve reinado de su hijo, Alfonso XII –once años, enfermo de tuberculosis–, la regencia de su segunda esposa, María Cristina de Habsburgo-Lorena, todavía en estado de buena esperanza de Alfonso XIII.
Rey con 17 años, viajero infatigable –asistió al homenaje a Ramón y Cajal–, no consciente de que venía la II República, abdicó en el exilio en su hijo don Juan. Cronista fidedigno, don Miguel de Unamuno.
Una guerra civil, una larga dictadura… “Majestad, por España. Todo por España. ¡Viva España! ¡Viva el rey!”. Aquellas palabras de don Juan, abdicando en su hijo don Juan Carlos I, nos emocionaron. Una constitución, la consolidación del progreso universal… “… te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España”. Tres autoras encarnan este tiempo: Rosa Montero, Anne Carson, Premio Princesa de Asturias, e Irene Vallejo, estudiosas de la esencia humana a través de los clásicos y el subconsciente colectivo.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 8 de agosto de 2020).
Las Delicias

Foto www.heraldo.es
En los años 60 del pasado siglo, mis padres, como tantos otros, emigraron del pueblo a la ciudad. Venían de una guerra y una triste posguerra, y la oligarquía franquista no ayudaba mucho. Los míos aún tuvieron suerte y, con los cuatro ahorros de los abuelos, a fuerza de una vida de entregarse a la tierra, como el grano de trigo, se compraron un piso. Dos sillas, una mesa donde poder comer y un sencillo colchón, era todo su ajuar.
Los muebles fueron llegando despacito, y cuando yo nací, allí en una cuarta planta de la calle Delicias, no faltaron la cuna, los primeros juguetes y una sillita, imitación de anea azul y blanca, donde aprendí a leer. La gimnasia, a la que debíamos acudir todos los días debido a las secuelas de la parálisis cerebral de nacimiento –un error médico–, corría toda a cargo del sueldo de funcionario de mi padre, no tenía seguro.
Hacía mucho frío en los inviernos, con solo una estufa para toda la casa de esas de piña eléctrica. Y yo cogía angina tras angina, y muchas inyecciones, que aún me duelen; un “virus” permanente que el sarampión terminó de completar. Leía y estudiaba en la máquina de coser.
Llegó la transición, la democracia, mis primeras salidas con otros compañeros sentaditos, colonias de verano, el título de Primaria, el Bachillerato a Distancia, luego la Universidad. Nos hicimos más universales, mucho menos egocéntricos. Llegaron los primeros inmigrantes, y otros para quedarse, y muchos más.
La globalización se hizo dueña del mundo, o de la tierra. Y olvidamos reciclar las caseras; vasos, platos, pajitas y envases de cartón los cambiamos por plásticos. Fueron llegando los ordenadores, los viajes a gran escala, las pateras. Nuestros padres y nosotros nos fuimos trasladando a pisos y urbanizaciones más modernas, con ascensores y calefacción. Y aquellas viejas casas las dejamos para los nuevos inmigrantes, apiñados, subarrendados tantas veces, que venían a cuidar de los mayores.
Trece años tenía cuando dejé Delicias. Los mismos que esa niña inmigrante, hija mayor de una familia cuyos padres han debido ser aislados por la covid. No se sabe muy bien de qué hemos abusado. ¿De la naturaleza? ¿De nuestros prójimos? Se nos ha muerto casi toda la generación que nos cuidó. ¿Qué va a ser de la que ahora ha venido a cuidarnos? ¿Y de los jóvenes?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 31 de julio de 2020).
Vulnerables

Foto Los enamorados, de Natalio Bayo, en La danza de la muerte.
“Rezo en la ducha, señora. Y ante el piano. / Mirando las vueltas del centrifugado. / Haciendo punto, joven del huso. / Por lo que sé hoy. Lo que sabré mañana. / Lo que no podré prever más. // Tras el abandono, rezo cada hora”. Lo escribe Pilar Adón en su nuevo poemario, Da dolor.
Nunca supuso un riesgo celebrar colectivamente el triunfo del equipo favorito, bailar pegados o subirse a un avión. Algo nos trastocó la vida de un día para otro, y van ya más de cien. Cada cual se refugia en sus manes, sus raíces, su religión particular.
El ambiente está enrarecido. Un extraño microorganismo se interpuso en nuestras relaciones y nos robó la primavera. No nos apetece ir de rebajas, planear un crucero este verano ni aplicarnos el tratamiento anticelulítico de siempre cara a la operación bikini. Lo peor, no sabemos todavía el origen de tales mutaciones ni intuimos el futuro a corto plazo.
Dicen que a un 40% nos ha tocado, psicológica, emocionalmente, en el bolsillo. Bueno, a todos no. Algunos de nuestros jóvenes se sienten invulnerables, intocables, eternos. Libres de esa amenaza global y planetaria que puede recortarnos la edad y el bienestar. ¿Habremos de llegar a octogenarios, como la generación que nos precede?
¿Volverán las golondrinas del amor? No pensábamos que íbamos a morir tan prematuramente, a despedir sin besos ni apretones de manos a los seres queridos, a no decir adiós. Claro, eran mayores, muy mayores. ¿Hacerles sufrir más? Ya vivieron lo suyo. Si se hubiera cebado en los niños hubiese sido diferente. ¿Y los adolescentes? ¿Y los trabajadores temporeros? ¿Y los jóvenes?
Una neblina oscura, como máscara, nos ciega el porvenir, de momento hasta otoño. Lo vamos transformando en pesadillas, o temores ocultos, subterráneos. ¿Y el inicio de curso? ¿Llegará a tiempo una vacuna eficaz? ¿Tendrá contraindicaciones? Las preguntas retóricas, o no tanto, pueden llevarnos a un dédalo sin final, más intricado que el de Minos, en la Grecia legendaria.
No nos sale de adentro la alegría. Pero si nos paramos, quizá tengamos la respuesta. “La esperanza es el presente del futuro. Y sana y predispone saludablemente porque refuerza biológicamente, psicológicamente, emocionalmente, espiritualmente. La esperanza refuerza el sistema inmunitario” (José Carlos Bermejo, La esperanza en tiempos de coronavirus).
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 17 de julio de 2020).
Menudos héroes

Foto www.sjdhospitalbarcelona.org
Nos hemos centrado en los adultos, en los ancianos vulnerables, también en los discapacitados, en las mujeres que han tenido que convivir con su maltratador. ¿Pero y los niños? Esos locos bajitos a los que cantaba Serrat. ¿Es que no va con ellos?
Lo vemos en nuestros hijos, sobrinos, hijos de compañeros. “Mami, un niño”, señalan con el dedo sin atreverse a subir a los columpios. Esto hasta el pasado marzo era inimaginable. Nuestros peques eran de lo más social: intercambiaban el balón y el carrito de la muñeca, el cubo de la arena por los coches. Ha habido que explicarles que se nos ha metido en todo el mundo un virus o bichito microscópico; primero, había que estar en casita, y ahora el contacto con más niños y mayores puede hacernos enfermar.
La realidad supera a cualquier ficción, fantasía o cuento de maléficos ogros. Llevan meses sin asistir al colegio presencial, pero lo entienden todo. Me recuerdan, salvando las distancias, mi propia educación, también sentimental: las primeras letras y los cursos iniciales de EGB –actual Primaria– en casa, con mis padres; Certificado de Estudios Primarios y Graduado Escolar en el aula colectiva de Auxilia, para cinco discapacitados, y luego en el Instituto Nacional de Bachillerato a Distancia –con sede en el Goya–. No se había inventado la enseñanza on line.
¿Y cómo explicarles lo inexplicable, eso de lo que aún no tenemos respuestas? “…enseñar a los niños cómo tolerar la incertidumbre es clave para reducir la ansiedad y ayudarlos a desarrollar resiliencia”, afirma Janine Domingues (psicóloga infantil del Child Mind Institute). ¿Está bien la abuelita? ¿Podré tomar mis helados favoritos? ¿Habrá vacuna para todos los niños, ricos y pobres? Quizá el próximo diciembre, cuando les toque hacer de diputados, acerquen al Congreso a los miles y millones de pequeños que no tengan qué comer.
–Papi, tengo sed. –Pero niño, quítate la mascarilla. Hasta en eso responsables. “Los niños se sienten seguros cuando saben qué hacer para protegerse”, explica la profesional. “A menudo los hijos se nos parecen, / así nos dan la primera satisfacción”, interpreta nuestro cantante divo de tantas generaciones, Joan Manuel. “Mamá, si me pongo malito no me dejes solo”. Los niños son esponjas, por fortuna. Ojalá, superado este trago, les espere un futuro feliz.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 10 de julio de 2020).
Ángeles custodios

Foto portada libro
“En la España de aquel momento, la miseria, las enfermedades y el hambre daban al traste con cuatro siglos de gloria”. Así comienza la novela histórica de Almudena de Arteaga, en la que se relata la expedición del doctor Fco. J. Balmis, Isabel Cendal, regenta de un orfanato coruñés, y una veintena de pequeños que portaron la primera vacuna efectiva contra la viruela a América del Sur. Principios del siglo XIX, inspiradora de la película “22 ángeles”, de Miguel Bardem. El “virus variola” (‘pequeña pústula’ en latín) ya existía entre los egipcios (siglo III a. C.), se cebó en la Europa del XVII y no se erradicaría hasta 1980.
Pocos ancianos pueden recordar los 50 millones de muertos en la segunda oleada de la gripe de 1918; y solo los mayores muestran la cicatriz de la antigua vacuna. “Vacunándoos de niños y revacunándoos cada siete años, os libraréis de la viruela” (Eduardo Castañer, Museo Pedagógico de Aragón, Huesca). Y ahora, cuando estábamos seguros y todo parecía controlado, llegó un extraño SARS-CoV-2, aún no sabemos si para quedarse definitivamente, pero sí para cambiarnos la vida de raíz. También los sanitarios han sido nuestros ángeles de la guarda: “Ángeles son aquellos profesionales de la salud (…) que se dejan la vida en los procesos de cuidado y que mantienen el firme propósito de la salud y del confort de cada uno de los pacientes” (José Carlos Bermejo, Centro de Humanización de la Salud).
La historia colectiva y nuestro organismo tienen memoria. Sin embargo, olvidamos con frecuencia. La Litera, Bajo y Medio Cinca y la zona de Caspe. Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Madrid, País Vasco, La Rioja… La India, EE. UU., Brasil, Perú, El Salvador. Más de 10 millones.
¿Hacinamiento? ¿Jóvenes desaprensivos? ¿Inmigrantes temporeros? Sin buscar culpables, es obvio que la higiene importa. En el hotel donde se hospedaba el Cádiz CF, fui testigo, ascensor exclusivo, agentes de seguridad, la más mínima norma… Los ángeles de la guarda tienen mil rostros.
“En ese conjunto de personas está integrada la dirección de mi residencia, las Hermanas Angélicas, unas mujeres que han renunciado a su vida personal no para atender a su madre o a su padre, sino a docenas de ‘mayores’” (Ana María Cortés Navarro, ex consejera de Sanidad, Bienestar Social y Trabajo del Gobierno de Aragón).
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 3 de julio de 2020).
Hogueras

Foto Francisco Javier Martínez Barca
Anteayer celebrábamos San Juan. La noche de su víspera no hubo hogueras, pese a que el solsticio de verano llegase puntualmente a su cita, ajeno a toda enfermedad de la tierra. En el hemisferio boreal estamos más cercanos al sol. ¿Será por eso que comenzamos a sentirnos algo más seguros?
Las fiestas patronales sorianas, dedicadas al toro y a San Juan, lo mismo que San Fermín y San Lorenzo, tampoco se dan cita. No está el horno para muchos bollos ni hay más cera que la que arde. Y con todo, enseres y simbolismos relacionados con el fuego dan mucho de sí, más en tiempos en los que necesitan una buena antorcha.
El origen no siempre es claro, de epidemias y fogatas. Se dice que si tienen que ver, las segundas, con costumbres paganas y con Zoroastro, el profeta persa de los siglos VII y VI antes de Cristo. Extraña mezcla de creencias, desde la Torre del Silencio, donde son llevados los cadáveres de niños, mujeres y hombres, expuestos a los buitres y calcinados sus huesos por el Sol; al emblema del fuego y de la luz, centro de la entonces nueva religión, que disipa las tinieblas de la ignorancia. El Zaratustra nietzchiano –así habló Zaratustra–: muerte de Dios, voluntad de poder, eterno retorno de lo mismo, nihilismo.
Y está la otra raíz, Zacarías, padre de Juan Bautista, predecesor de Jesús. Cuentan que encendió una hoguera cuando nació el hijo y sanó de la mudez. Y el tronco común vuelve a echar mil ramas diversas: atraer buena suerte, echar malos espíritus, hacerse fértiles las mujeres que desean parir, saltar nueve olas seguidas, siete veces por encima de las brasas, escribir los deseos, quemar los monigotes como símbolo de todo lo viejo que queremos olvidar y superar. Y este año, o los dos años próximos, nos queda mucho por prender y renovar.
Está la luminaria como tributo de buena cosecha, en agosto, relacionada con la Virgen, San Roque y las rogativas por la peste. Y está la otra vertiente, la confabulación de brujas, simples mujeres del pueblo instruidas por la naturaleza, y sus ritos de fuego, sol y agua.
Ritos de sanación y de clarividencia social, como los del profeta cantor: “Y con la resaca a cuestas / vuelve el pobre a su pobreza, / vuelve el rico a su riqueza / y el señor cura a sus misas” (Joan Manuel Serrar). ¿Es la hoguera catártica, mientras dure, de esa otra pandemia que nos viene?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 26 de junio de 2020).
A un paso

Foto José Miguel Marco / Heraldo. Terraza café Montal, plaza San Felipe (Zaragoza).
Las terrazas ya pueden ocuparse al 75%, las piscinas ampliarán su aforo la próxima semana; estamos deseando comer fuera, disfrutar los primeros espectáculos, planificar unas vacaciones hasta ahora inviables. Los casos de decesos y contagios son menores. ¿Cerca el final del túnel? El mundo no goza todavía de salud, y si unimos la psicosis anti vacuna de distintas esferas… “Un, dos, tres. / Un pasito pa’lante, María. / Un, dos, tres. / Un pasito pa’ atrás”. Richy Martin no es el único que lo ve.
Hasta lograr el antídoto, todo irá paso a paso. No soy especialista, pero tengo los ojos y oídos bien abiertos. Se habla de Dexametaxona y otros fármacos para afecciones respiratorias, de antivirales combinados, de aplicación de otras vacunas, de tratamientos con plasma y placenta. Y de la GAVI o Alianza para la Vacunación (“The Vaccine Alliance”), donde cooperan la OMS, Unicef, el Banco Mundial, empresas farmacéuticas y gobiernos. Mientras surjan repuntes como en Pekín, o en una industria cárnica alemana, hay que ir “Despacito. / Quiero respirar tu cuello despacito”, como canta el portorriqueño Luis Fonsi.
Hay muchas ganas de salir, también en lo económico. Los alemanes llegaron a Mallorca y Francia tiende puentes por Bielsa y el Portalet. A esta enfermedad colectiva que venimos arrastrando no puede unirse más miseria, falta de empleo, empresas que se van al garete o ertes para la eternidad. Necesitamos respirar, durante dos o tres meses, para seguir pensando y crear entre todos un futuro sin duda diferente. Seguirá acompañándonos el Dúo Dinámico: “Resistiré, para seguir viviendo, / soportaré los golpes y jamás me rendiré”.
Estamos tristes. Las mascarillas, necesarias e higiénicas, no nos permiten broncearnos, mirar con amplitud el horizonte ni la comunicación –menos entre los sordos, que no leen los labios–. Además, venimos soportando un duelo inmenso, ¡a las muertes se unen tantas pérdidas! Más aulas para alumnos. ¿Y las capacidades diferentes? Las residencias no pueden ser lo mismo: una triste antesala. A un paso de tirar la toalla me viene la canción de Diego Torres: “Saber que se puede querer que se pueda, / quitarse los miedos, sacarlos afuera, / pintarse la cara, color esperanza, / Tentar al futuro con el corazón”. Hemos de sobrevivir.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 19 de junio de 2020).
Para normalidad

Foto Rafael Gobantes / Heraldo
El prefijo para- “significa ’junto a’, ’semejante a’”, según el Diccionario de la lengua española de la RAE. Paranormal, “que no puede ser explicado por los conocimientos científicos actuales, y es objeto de estudio de la parapsicología”. Parapsicología, “estudio de los fenómenos y comportamientos psicológicos, como la telepatía, las premoniciones, la levitación, etc., de cuya naturaleza y efectos no ha dado hasta ahora cuenta la psicología científica”.
Fenómenos, conocimientos, comportamientos paralelos a los más habituales. Y una, desde su ignorancia más galopante cada día, se pregunta si esto de los virus de la covid no tendrá que ver con llevar sayo y abrigo más allá del 40 de mayo; con las bolas de fuego que se ven de madrugada; con yacimientos de oro descubiertos entre Saturno y Marte, antiguos valles fluviales y lagos en este último, o incluso universos paralelos en los que el tiempo parece ir hacia atrás.
No sé si bulos o no, circulan por las redes. Que algo está pasando es evidente, para que aparezcan focas en las playas, los buitres agujereen aviones militares, ataquen en escuadrón a un ternerillo frente al clan matriarcal de la vacada, o cangrejos exóticos desafíen a los nativos de Aragón. Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, un curioso cocodrilo da la nota y se oculta, como algunos políticos.
Mucho tiene que ver esta pandemia con la biodiversidad. Higiene de los aires y las aguas, no tirar mascarillas ni guantes a parques y ríos, más espacios verdes. ¿Cuántos animales y bacterias quedan por infectarnos? ¿Cuántos experimentos? Y la cadena del ser, o del sinsentido, llega hasta las colas del hambre, o las “cortes de los milagros”. Que se anuncia una recesión a la economía del 45, o una vuelta al crack americano del 29.
Carmen Romeo, entrañable profesora del instituto Goya, hoy jubilada, escribía en su blog, “Letras desde Moncade”, su relato “De la peste al coronavirus”: “… se acercó un poco más a mí y me contó que cada vez que un cometa se acerca mucho a la Tierra, su cola deja grandes desgracias. (…) Y que justo antes de llegar el coronavirus pasó un cometa que tenía una cola. Como la estrella que guió a los Reyes Magos que venían de Oriente”.
¿Nueva normalidad? Mejor realidades paralelas. Al menos, mientras llega la vacuna, o la hecatombe, que nos dejen soñar.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 12 de junio de 2020).
Nuevo empleo

Foto B. Alquézar / Heraldo
Expertos inmobiliarios hablan de “regreso al futuro” en el ámbito laboral. Aunque esa sensación seguro que la tiene cualquier trabajador que haya vuelto a su puesto o su oficina en estos días. Tras dos largos meses de teletrabajo, cuidado de los hijos, desocupación total o síndrome de domingo eterno, volver a la rutina ya no es lo mismo. Quizá nunca lo sea.
Tomarse la temperatura al llegar al trabajo. El compañero a dos metros de distancia. La mascarilla a mano siempre por si las moscas. Hidrogel cada 15 minutos… Por mucho que sigamos las normas sanitarias, imprescindibles, a mí que no me digan que esto es muy “normal”. Claro, solo en la fase pre vacuna. Y también me pregunto: mientras se prueba en ratones y humanos, se elige el mejor método de inmunidad, se decide entre este o aquel país, la aprueban gobiernos y farmacéuticas, se comercializa, ¿cuántos meses, años, lustros podrían transcurrir? Seguramente, más de una persona hoy en activo se jubilará sin haber obtenido la respuesta.
Y aun así, quienes trabajamos, teletrabajamos, creamos, escribimos, tenemos una suerte inmensa. Un alto porcentaje de los conciudadanos con los que cohabitábamos en un país “estándar”, de clase media, en un estado de bienestar que nos aseguraba el día a día, se ha quedado, colgado del alambre o del ERTE, de un Ingreso Mínimo Vital o en la cola del hambre.
Bienvenidas las casi 300 medidas de todos los partidos y agentes aragoneses. El consenso político pro Nissan. Los hospitales, públicos o privados, que creen cientos de trabajos. Hosteleros, camareros, comerciantes, el mundo de la cultura o del deporte, creativos, tendremos que reinventarnos. Pero hay muchos yacimientos aún por explotar.
Las residencias que subsistan han de precisar más personal: auxiliares, servicio de limpieza, terapeutas, psicólogos, médicos, enfermeras, animadores socioculturales. La asistencia personal se hace imprescindible para llevar una vida mínimamente saludable en tu propio entorno. A 15 alumnos por aula, más profesores; y más apoyo para chavales con necesidades especiales, en centros inclusivos o especializados. Fondos para investigación, fundamental.
Escribía: “Despedir el pasado de hace apenas un mes. / Anclarnos en el presente, a cal y canto. / Esperar el reverso del futuro”. Se nos ha expoliado la primavera. Que no nos roben el pan.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 4 de junio de 2020).
Duelo

Foto www.vidanuevadigital.com
Luto: “Signo exterior de pena y duelo en ropas, adornos y otros objetos, por la muerte de una persona. El color del luto en los pueblos europeos es ahora el negro”. Duelo: “Dolor, lástima, aflicción o sentimiento”. Y también “Demostraciones que se hacen para manifestar el sentimiento que se tiene por la muerte de alguien” (Diccionario de la lengua española).
Es algo más profundo, complejo, intransferible. Duelo es el dolor por una pérdida, relacional, de empleo, de salud o de la misma vida, generalmente de un ser muy querido que ha sido parte íntima de ti. Los hay anticipatorios o retardados, cuando el impacto es tanto que no salen las lágrimas en su momento. O especialmente duros, muy difíciles, como el de una madre por su hijo, un atentado terrorista, una pandemia.
La tía me apretó fuertemente la mano, sabía que marchaba; sería a la madrugada de la noche siguiente. Cuando el tío se fue estábamos de viaje. ¿Sentimiento de culpabilidad? Con mis abuelos conviví mucho menos, pero el gran cariño y las imágenes quedan. “El duelo del coronavirus es inédito. (…) El ser querido “desaparece” en manos de los tanatopractores o profesionales de la gestión de los restos mortales” (José Carlos Bermejo).
Desolación, impotencia, rabia, soledad. Han surgido recursos y oraciones virtuales, el recuerdo de los momentos convividos, el perenne camino del perdón; el poder situar, quizá a posteriori, al padre, abuelo, hermano, en el corazón y seguir viviendo. Pero nada llenará el vacío de una mano no estrechada o el penúltimo brillo de unos ojos ya ausentes.
Banderas a media asta, minutos de silencio, corbatas y lazos negros en los actos públicos y las autoridades, salva de cañones al final de la desescalada. Un luto nacional necesario, imprescindible, en homenaje más que merecido a miles de víctimas que levantaron España y nos mecieron en la cuna, me da igual célebres –políticos, cantantes, periodistas, actores, hombres de letras– que sencillos y anónimos. ¿Cuántos miles de muertos? ¿Y los millones de deudos? De Velamazán, ese pequeño pueblo ya sin nadie, casi una decena.
“Hoy debemos jugar a la rayuela de la distancia, pero solo volveremos a ser auténticamente humanos, mentes y cuerpos curados, cuando recuperemos lo que los ángeles envidiaron” (Irene Vallejo). Ningún luto acalla el dolor íntimo.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 29 de mayo de 2020).
Máscaras

Foto www.20minutos.es
“Es conveniente pero yo no la uso, me toco mucho la cara con las manos”. “Es obligatoria en sitios públicos cerrados, no al aire libre”. “No tiene sentido que las personas no enfermas lleven mascarilla”. Hoy es mucho más sencillo seguir cualquier hemeroteca por las redes, y no es difícil rastrear estas y otras afirmaciones en boca de líderes políticos y “responsables” de nuestra Sanidad.
¿Qué ha cambiado para que desde ayer sea obligatorio cubrirnos barbilla, boca, nariz y casi ojos en la vía pública y lugares cerrados? “El uso generalizado de mascarillas por parte de la población general para reducir la transmisión comunitaria del SARS-CoV2 está justificado no solo por su alta transmisibilidad, sino también por la capacidad que han demostrado las mascarillas para bloquear la emisión de gotas infectadas” (Orden de Sanidad del 19 de mayo).
Esto hay que superarlo como sea. Pero si de algo ha adolecido esta crisis es de prevención y de concreciones cotidianas, como si los que pretenden regir nuestra salud no saliesen a la calle. Está bien eximir de mascarilla a los menores de 6 años –de 3 a 5 es optativa–, si hay dificultad respiratoria, motivo de salud o causa mayor o es incompatible con la actividad que se realice, como beber o ingerir alimentos. ¿Pero y esas otras minorías?
Ya se denunció en colectivos de personas sordas el uso de mascarillas estándar; deben ser transparentes para leer los labios. Fundación ONCE ha sacado una Guía para el caso de ciudadanos ciegos y sordociegos y quienes a ellos se dirijan; normas de sentido común como dejarse ver –mediante perro, bastón o extendiendo los brazos– para guardar la distancia de 2 metros; o realizar la comunicación táctil o al oído siempre por detrás o lateralmente, nunca de frente.
El de los motóricos es otro mundo. Mascarilla sí o sí, y ya dijo el doctor Simón que no es necesario desinfectar las ruedas de la silla. ¿Pero ha caído alguien en que en general somos más “bajitos”? Y cuando se abran los restaurantes con mamparas, ¿practicarán orificios en las mismas, e inventarán cubiertos de mango extensible, para los que precisen que se le den de comer?
Aquí parecemos todos “un baile de máscaras”, entre realidad y fantasía. ¿Llegamos tarde? Algún día, detrás de tanta máscara, los rostros y porqués verdaderos saldrán a plena luz.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", sábado 23 de mayo de 2020).
Picaresca

Foto: Portada Natalio Bayo. Prames.
A finales de noviembre publicaba Prames La danza de la muerte, de Natalio Bayo et la santa compaña, en la que tuve el honor de ser incluida, entre otras y otros, junto a mi maestro Rosendo Tello. ¿Vanidad de vanidades? “La danza macabra o danza de la muerte ha sido motivo de inspiración, desde la época tardomedieval, para multitud de autores, músicos, literatos y artistas plásticos”, introduce el pintor.
De los emblemas medievales, pasando por Jorge Manrique o los grabados y dibujos del siglo XVI, a la I Guerra Mundial –“Danza macabra europea”, de Alberto Martini–, un río misterioso y una guadaña fueron segando vidas a lo largo de extensas latitudes. Sin respetar a reyes ni políticos ni dignidades eclesiásticas, a ancianos o a impúberes. ¿Quién iba a decírnoslo? Tampoco a profesiones, de siempre o liberales, creativas, bancarias, administrativas; ni aun las básicas. El peor parado, el médico.
La idea de nacer y empezar a morir es muy barroca, como el teatro de la vida –Calderón–. Pero si alguna tradición literaria, humana y socioeconómica, arraigó en España fue la picaresca. La estratagema de Lázaro de Tormes de hurtar a su amo el vino con una pajuela de centeno, o alimentar del vapor del cocido el Licenciado Cabra a sus acólitos –El Buscón de Quevedo–, son pueriles anécdotas. ¿Y si hubiesen birlado material sanitario al cirujano por sacarse unos cuantos escudos? Preservar la imagen ante todo. ¿Qué no criticaría la Pícara Justina ante esta crisis?
Y están los caballeros andantes, desfacedores de entuertos e injusticias sociales; y su espejo o complementario, según se mire, don Alonso Quijano, que confunde molinos con gigantes. Que esos zagalillos callejeros, tan bellamente retratados por Murillo, no vengan a ser trasunto de un nuevo futuro.
Aquí siempre fuimos quijotescos y románticos, no tanto realistas –los Episodios Nacionales de Galdós son otra historia–. Se sigue deformando la realidad en los espejos cóncavos del Callejón del Gato valleinclanescos, arrimando cada cual el ascua a su sardina. Puro esperpento y carnaval, ¡con la que está cayendo!
Sí a la lucha por la vida, pero no a una nueva Corte de los Milagros barojiana. Pese a la mucha farsa y picaresca, hoy tenemos recursos y espíritu solidario. Como en Fuenteovejuna, el poder retornará al pueblo. Ya no tanto indignado, sí responsable.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 15 de mayo de 2020).
Des-escalada

Foto www.formacionyestudios.com
Escalada, ‘acción y efecto de escalar’, y escalar, ‘subir o trepar por una pendiente a gran altura’, y añade: ‘subir, no siempre por buena artes, a elevadas dignidades’; aunque también ‘aumento rápido y por lo general alarmante de algo, como los precios, los actos delictivos, los gastos, los armamentos’ (Diccionario de la lengua española).
Des-, prefijo que ‘denota negación o inversión del significado de la palabra simple a la que va antepuesto’, y asimismo ‘fuera de’. Es decir, unido a confinamiento, ‘acción y efecto de confinar’, y este ‘recluir algo o a alguien dentro de límites’, significaría su negación.
Normalidad, ‘cualidad o condición de normal’ –volver a la normalidad–, entendiendo por tal ‘regla que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades’…. Nuevo, nueva: ‘que se percibe o se experimenta por primera vez’; ‘repetido o reiterado para renovarlo’; ‘distinto o diferente de lo que antes había o se tenía aprendido’. Regreso, ‘acción y efecto de regresar, y el verbo, ‘volver al lugar de donde se partió’. Así que el regreso a la nueva normalidad sería un verdadero oxímoron, ‘combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido’.
Así podríamos seguir “ad infinitum”, jugando y divirtiéndonos con las palabras, si divertirse no fuera antitético a la tragedia de miles de fallecidos, multiplicados por el número de deudos, la falta de medidas sanitarias, un curso académico perdido, los cientos de miles de empleos y negocios que ya no van a volver, el síndrome de la cabaña, la mísera precariedad económica que se nos viene encima.
Por cierto, confiemos en que el estado de alarma, “estado que se declara para otorgar poderes especiales al Estado e implica una limitación temporal de ciertos derechos cuando se produce una situación de graves consecuencias en la vida pública, como catástrofes, calamidades, epidemias, etc.”, no derive en excepción, “estado que declara el Gobierno en el supuesto de perturbación grave del orden y que implica la suspensión de ciertas garantías constitucionales”, ni sitio, “estado que, ante una agresión a la integridad del Estado, se decreta otorgando poderes excepcionales a la autoridad militar”.
Conocer el lenguaje también nos salva de la quema. Vivir para aprender.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meriadiano", viernes 8 de mayo de 2020).
Agorafobia

Foto Unsplash / Heraldo
De ágora, ‘espacio público’, más fobia, ‘pavor’. Algunos niños prefirieron salir a la calle el pasado domingo, como a ciertos adultos les sucederá a partir de mañana. Y es que casi cincuenta días confinados dan para muchos pensamientos y muchas noches.
Han sucedido demasiadas cosas durante esta extraña estancias dentro de un cascarón no siempre confortable. Duelos sin despedidas, soledad sobrevenida de la noche a la mañana, mesas de teletrabajo y guardería compartidas, tensiones familiares, aplausos y canciones en el balcón, videollamadas con parientes lejanos, nuestros padres o la propia pareja. Escenarios de lo más inhabitual.
Y ahora que nos invitan a salir nos entra ese recelo comprensible. ¿Miedo a lo desconocido? Pasear con los hijos, la mujer o el marido, ir a la peluquería o pedir una pizza a domicilio, ¿no lo hacíamos antes? Quizá el temor venga de la incertidumbre: ¿Cuándo nos sentaremos a un café? ¿Podremos ir al cine sin que un huésped insano nos perturbe? ¿Y visitar a los abuelos?
Puede que la incomodidad venga del traje que sin duda va a imponerse esta primavera: mascarilla-antifaz más guantes protectores, cuando más aprieta el calor. Y la desinformación contradictoria: No reabrir los colegios, excepto para los niños cuyos padres trabajan. ¡Pero si trabajamos todos! Ya en la primera fase funcionarán hoteles, ¿y que para qué turistas interprovinciales? ¿Con un 30% del aforo pueden pagarse los impuestos?
Aunque no nos engañemos, lo que más nos preocupa es la salud. Una salud perdida –aparte del origen, todavía incierto– por haber llegado tarde, por tomar las prevenciones imprescindibles, porque esto ya parece más una guerra de precios y de poder, que de sanidad pública universal. Y miedo a un futuro que nos va a resultar a todas luces desconocido: desempleo, miseria, falta de abrazos… No, no nos reconocemos.
Y la amenaza, la permanente espada de Damocles sobre nuestra cabeza y la de los seres más queridos. ¿Por qué no las pruebas necesarias? ¿Quién controla? Porque esa es otra: ¿Aprovechando que no se abre la escuela, suprimir los centros especiales?
“Nueva normalidad”, expresión acuñada por el presidente Xi Jinping, que propugna el progreso del país, liderazgo absoluto y control central. No somos todavía China, ni Venezuela.
María Pilar Martínez Barca
(Heralo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 1 de abril de 2020).-
Fierabrás

Foto http://arroyodellugar.blogspot.com/
“Hecho esto, quiso él mesmo hacer luego la esperiencia de la virtud de aquel precioso bálsamo que él se imaginaba, y, así, se bebió, de lo que no pudo caber en la alcuza y quedaba en la olla donde se había cocido, casi media azumbre…” (Capítulo XVII, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha). Desde entonces, bálsamo de Fierabrás ha venido a ser sinónimo de elixir que todo lo cura.
Y quizá, en este sentido, no anduviesen tan descaminados el caballero y su autor –de no ser porque las novelas de caballerías le acabasen sorbiendo el seso– en que la lectura es un mágico sanatodo, desfacedor de entuertos y capaz de rescatar a doncellas y príncipes confinados en lo alto o en los bajos de un castillo. “…que es considerar nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal, adonde hay muchos aposentos, así como en el cielo hay muchas moradas” (Castillo interior, Cap. I, Teresa de Jesús).
¿Y si lo consideramos una clausura, o un tiempo propicio para la creación? Gustavo Adolfo Bécquer, del que ya casi hemos olvidado su centenario, escribía en Desde mi celda: “Queridos amigos: Heme aquí transportado de la noche a la mañana a mi escondido valle de Veruela; heme aquí instalado de nuevo en el oscuro rincón del cual salí por un momento para tener el gusto de estrecharos la mano una vez más…”.
No le sería fácil, enfermo y aislado como tantos. ¿Guardarían sus ojos la luz de Andalucía? Seguramente. Un par de meses se nos hacen tremendamente largos, y sin embargo, ¿quién olvida sus parques y sus plazas? Ayer mismo, autores, editores, librerías, salimos ilusionados como nunca a la calle virtual. Títulos y nombres y novedades no han de faltarnos de aquí al ansiado otoño: Sergio del Molino, Margarita Barbachano, Chesús Yuste, Ángel Guinda. Sergi Allepuz, Miguel Mena, Rosa Montero…
¿Quién iba a decirnos que este 2020 habríamos de esperar con tantas ganas la caída de la hoja? Acaso se trate buscar un sentido nuevo, como Viktor Frankl. “Somos los únicos animales que fabulan, que ahuyentan la oscuridad con cuentos, que gracias a los relatos aprenden a convivir con el caos, que avivan los rescoldos de las hogueras con el aire de sus palabras (…) Y cuando compartimos los mismos relatos, dejamos de ser extraños” (Irene Vallejo, El infinito en un junco).
Son días oscuros, hay que encender la luz.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 24 de abril de 2020).
Arcas de Noé

Capilla Sixtina, Miguel Ángel. www.abc.es
“También harás entrar en el arca una pareja de cada especie de seres vivientes, de todo lo que es carne, para que sobrevivan contigo; deberán ser un macho y una hembra” (Génesis 2, 19-20). La mañana del pasado día 13, Domingo de Resurrección, me llegaba por Facebook el “gif” de una paloma blanca planeando con sus enormes alas, una ramita de olivo en el pico. ¿Será así nuestra nueva salida a la libertad?
Ana Frank estuvo más de dos años confinada y su salida no fue precisamente una victoria. Edmundo Dantés, en ‘El conde de Montecristo’, es condenado a cumplir trece años de presidio. El rey Lear y Macbeth, de Shakespeare, serían escritas en una cuarentena; y Miguel de Cervantes engendró ‘El Quijote’ en la cárcel de Sevilla. Mientras que Emily Dickinson se recluyó voluntariamente. ¿Y La noche oscura de San Juan?
Muchos vivimos este confinamiento como una pesadilla. “La verdad os hará libres”. No entendemos. ¿Dónde el verdadero origen? Un amigo médico me comentaba cómo en una pandemia podría agarrar el virus hasta el 80% de la población. Algunos, síntomas leves; otros, asintomáticos; muchos, mortales. ¿Pero nueve de cada diez en residencias? ¿Quién podría explicarlo objetivamente?
¿Cómo ha de ser esta nueva alianza o pacto inter políticos? Se nos habla de ‘arcas’, que nadie sabe aún cómo se van a concretar. Y una se pregunta, desde su ignorancia, si un gran dependiente, en un casual, diese asintomático positivo, ¿quién le proporcionará la asistencia imprescindible las 24 horas? ¿Habría suficientes guarderías si los padres han de ser aislados?
No estamos todavía en un régimen totalitario, que yo sepa, aunque no todos dispongamos de casa con jardín. ¿Nostradamus? El miedo como la fantasía también son libres, y teorías apocalípticas, más de una. Según Rosa Montero en ‘Lágrimas en la lluvia’, el día del fin del mundo podría ser también un buen día para tomarnos unas copas. Coinciden en la idea los pueblos mesoamericanos de origen precolombino, la humanidad vive ahora una fase denominada ‘el quinto Sol’, la anterior terminó en una gran inundación.
“Regresó al atardecer, trayendo en su pico una rama verde de olivo. Así supo Noé que las aguas habían terminado de bajar” (Génesis 8, 11). Los primeros en salir deberían ser los niños, esos pequeños héroes. Ya lo sé, mucha prudencia.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 17 de abril de 2020).
Semana Santa

Foto Jesús Alba
Esta Semana Santa no hay procesiones, ni rompida de la hora, ni tráfico en la carretera hacia destinos vacacionales tan esperados. “El silencio es un recurso que tenemos los seres humanos para acceder de una manera especial a la profundidad de nuestro interior y a la profundidad de las personas que buscamos” (José Carlos Bermejo, Residencia San Camilo).
Y sin embargo hay un largo camino por recorrer: “La multitud alfombró el camino con sus manos; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada” (Mateo 21). ¡Cuántos viajes, ilusiones y sueños frustrados en esta primavera, y para los creyentes en esta luna de Nisam! “Lamma Sabachtani” es el título de la novela de Luisa Llagostera, Premio San Jorge 1982, de corte apocalíptico; y también las palabras de Cristo en la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”.
Del exilio del pueblo judío en Babilonia, el profeta Ezequiel, al último aliento de Jesús y este 2020 que tanta noche tétrica nos guardaba. “¿Cómo Dios va a negarnos vivir por experiencia lo que ya sabemos por fe, que Dios vino al mundo con oferta de amor incondicional?” (Antonio Mas Arrondo). Pero es terriblemente duro, la pasión recreada a la enésima potencia.
“Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: “¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros?”” (Juan 13). ¿A cuántos sanitarios, celadores, empleadas de híper, farmacéuticos, personal del orden público, informáticos, periodistas, cuidadores de grandes dependientes nos recuerda? “… muchos se espantaron de él, porque desfigurado no parecía hombre, ni tenía aspecto humano” (Isaías 32).
¿Cuántos eccehomos habrán pasado en este mes escaso por nuestras UCIs? “Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha” (Juan 18). La rabia y la ira son inevitables; como la negación. “… pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas”; “¿y qué es la verdad?”. Tuvieron que elegir a quién salvaban.
“Mujer, ahí tienes a tu hijo. (…) Ahí tienes a tu madre”. En la más absoluta soledad. “Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto un sepulcro nuevo…” (Juan 19). Ni sepultura.
“En la Cruz hemos sido salvados para hospedar la esperanza” (papa Francisco). ¿Quién dijo que no hay Semana Santa?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 10 de abril de 2020).
Valor social

Foto Heraldo / DFA
En casa, escucho lamentarse a un perrito y llorar a una niña. Muchos novios esta primavera aplazaron su boda “sine die”; tantos trabajadores sin empleo, las mujeres y los hombres que sufren violencia, mayores confinados en su hogar, inmigrantes sin casa que atender…
Siempre en una pandemia u otras catástrofes sociales hay personas aún más sufridoras. Escribía una amiga: “En las residencias de personas con diversidad intelectual lo están pasando fatal. No tienen material suficiente ni se hacen pruebas, los profesionales están sobrecargados. (…) Los internos no entienden lo que ocurre, y eso incrementa crisis y malestares”.
Hay centros de ocio para físicos que han aplicado un ERTE. “Toda la actuación de las instituciones y profesionales sanitarios, en cualquier situación, debe estar presidida por los mandatos imperativos de derechos humanos, de no discriminar ni tratar desigualmente” (CERMI). Nada fácil en esta crisis monstruosa.
No se puede exigir una asistencia personalizada como en tiempos normales, pero sí unos servicios básicos, en casa o en el hospital. En algunas comunidades se ha reducido la propia Ayuda a Domicilio al Grado III, sin un mínimo de seguridad, “medidas que pueden provocar un empeoramiento de la situación, deterioro y mayor exposición a la enfermedad” (Foro de Vida Independiente).
Peor si se es enfermo con capacidades diferentes o muy mayor. “La discapacidad de la persona enferma no puede ser nunca por sí misma un motivo que priorice la atención sanitaria de las personas que carecen de discapacidad”, subraya el Comité de Bioética de la SEMICYUC, tras el documento de Madrid: no enviar a hospitales a ancianos de residencias dependientes en la marcha o con deterioro cognitivo –garrafal error subsanado en principio–.
Entrevista Isabel Gemio a cierta responsable de un centro de lesionados medulares. Lo dan todo de sí, faltan recursos. ¿Dónde el valor social?
Riesgo de fallo multiorgánico, esperanza de vida inferior a dos años, ¿no cuenta la edad? “De entre todos los verbos que como sanitario he conjugado a lo largo de mi vida, sin duda el más complejo ha sido el de hacer triaje” (Manuel Cortés Blanco, Proyecto Los Argonauta, contra la discriminación del paciente anciano). Se siguen escuchando ambulancias.
Seguimos en Cuaresma y cuarentena, hay que esperar la luz.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", 3 de abril de 2020).
Soledad

Foto Rafael Gobantes / Heraldo
Dolor, rabia, impotencia; no se puede hacer nada. ¡Están siendo unos días tristes! No se me permitió viajar a despedirme de mi hermana. Soledad: “Pesar y melancolía que se sienten por la ausencia, muerte o pérdida de alguien o de algo” (Diccionario de la lengua española).
Los que tenemos casa, una familia, un lugar donde tele trabajar o crear somos privilegiados. Y aun así, seguimos en estado de shock, viviendo en una novela de ficción que nadie se hubiese atrevido a escribir. Bueno, hace más de un siglo… Todos hemos perdido libertad. ¿Sigue existiendo el parque? ¿Sacarán este curso nuestros hijos? ¿Cuántos desempleados, empresas rotas? “Me parece que la existencia ya no volverá a ser la que conocimos”, comentaba mi pareja.
Yo en casa, confinada con mis padres octogenarios, estoy segura; aunque no tengamos el pan de cada día que más nos gusta. Y menos mal que nos compran mis hermanos. Peor las personas mayores que se han quedado solas, entre cuatro tabiques. ¿Cuántas fotografías pasarán cada hora por sus mentes? Y con todo, mejor estar así, con un apoyo, un teléfono o una vídeo llamada.
Según el Real Decreto del estado de alarma, las personas podrán circular por la vía pública para actividades básicas, como la “Asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes…” (Art. 7.1.a). Sin embargo, ante la falta de seguridad sanitaria muchos diversos funcionales quedan sin asistencia.
Pero hay motivos de esperanza. Las residencias San Camilo, entre otras, son lugares de ternura y cuidado en la gran fragilidad. Y la Comunidad de Madrid cambia su protocolo para que ancianos grandes dependientes puedan ser hospitalizados y atendidos.
Morimos siempre solos. “A mi juicio, es más difícil para los ausentes, para las familias. Los pacientes sienten que reciben el cuidado de los profesionales. Hay muchas personas que sacan recursos de dentro y hacen de la soledad un acto de amor a la humanidad, a los más próximos y hacia la sociedad”, afirma José Carlos Bermejo, director del Centro de Humanización de la Salud. Y apunta técnicas como las digitales, posponer la ceremonia o recordar una vida en común. Perdonar, agradecer y expresar el cariño de otra manera.
“Esta situación nos está dando la oportunidad de vivirlo hacia dentro” (Jessica Martín). Quizá, cuando termine todo esto, seamos un poco más humanos.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 27 de marzo de 2020).
Historia ficción

Foto Centro de Humanización de la Salud
Pericles y la Atenas del siglo V a. C. perecieron a manos de Esparta y la epidemia. Y el otro día recordaba el Evangelio de Mateo: "Si estás en la azotea de tu casa, no te demores ni vayas dentro a buscar tus cosas. / "Si te hallas en el campo, no vuelvas a buscar tu manto” (Mt. 24, 17-18).
Ocupados en el cambio climático y los nacionalismos, obviamos que la historia de los virus se repite. China quedaba en las antípodas. Comenzó a fastidiarnos cancelar los viajes a Italia. Decenas, cientos, miles. ¿Llegarán a millones? ¿Estaremos todos infectados? La ficción iría suplantando a la vida que teníamos por real.
Ya en el Decamerón (siglo XIV), Bocaccio retrata el amor y la muerte de unos jóvenes confinados fuera de Florencia; Los novios, de Alessandro Manzoni, es la crítica política ante la peste milanesa de 1630; La muerte de la máscara roja, de Edgar Allan Poe (1848), y el intento de burlarla de unos aristócratas.
“Han sido dos días difíciles, de decisiones rápidas. Viajar, quedarme sola en la oscuridad, dejar que mi marido pasara todo este tiempo gris también solo en la otra punta de Europa”, escribía en facebook Ana Alcolea. Y Manuel Cortés Blanco, escritor y epidemiólogo, con quien he compartido más de un libro de cuentos, daba fe del dolor de todo sanitario ante la baja médica.
Y es que la realidad se nos ha trastocado. Manifestación en los balcones; estudio on line y teletrabajo; sacar al perro niño; nos vemos por Skype con la familia… El tiempo se ha estirado como nunca. El refugio de La montaña mágica de Thomas Mann y la tuberculosis (1924); La peste de Albert Camus (1947),
Y el miedo, y la solidaridad; y ese deseo de sobrevivir, individual y socialmente, enraizado más allá del alma. El amor en los tiempos del cólera, del gran Gabo (1985); Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago (1995). ¿Y los muertos? ¿Y sus familiares? “Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando” (J. R. Jiménez). ¿Y si no hay lugar para la despedida? ¿Y si por la carretera solo circulan camionetas con féretros que llevan al crematorio?
Podemos hacer mucho, como hiciera San Roque en el siglo XIV con enfermos de Peste. O San Camilo de Lelis en el XVI ante el tifus de Roma, y ahora sus ministros, creando unidades para los sintomáticos, porque faltan recursos. Se puede hacer hogar.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", martes 24 de marzo de 2020).
Analíticas

Foto Efe
Dos negativos son suficientes para sabernos sanos del Covid-19. ¿Cuántos análisis van a ser necesarios para ver repuntar la sociedad?
Hablan de la recesión de 2008, y eso en un “burbuja” europeo. Se cierran guarderías, colegios y universidades; el teletrabajo vuelve a estar de moda; se vacían los súper. ¿Será casualidad la falta de papel higiénico? No creo que lleguemos a altas sanciones económicas o a la cárcel, pero por si las moscas…
Da miedo hasta ir a por recetas. Y mejor curarte en salud y quedarte en casita, no sea que el bichito ande en el aire y haya que empezar con pruebas, mascarilla… y comunicarnos con la familia por teléfono del dormitorio celda a la cocina.
Aunque con tanto tiempo en el hogar las relaciones de pareja cambian. ¿Pudiera ser que aumente la violencia? Lo cierto es que la creatividad es buena compañera: compartir el Netflix, una lectura, o esa conversación con nuestros hijos que siempre procrastinamos a un mejor momento.
Eventos deportivos de primera, Copa del Rey, los viajes del Imserso, aplazados. Las Fallas, el museo del Prado o el Congreso no se cerraban desde los años 30. ¿Cuándo Semana Santa no ha dependido exclusivamente de la luna? Ámbito Cultural o la Fnac, Ediciones B, el teatro de las Esquinas, presentaciones en varias librerías. ¿Los cines? ¿El Auditorio?
La concepción del ocio comienza ya a mutar. Más tiempo para nosotros y los nuestros, ¿Y si nos planteamos traer a casa a los abuelos? La oración también a puerta cerrada, como pidió Jesús. Una buena ocasión para la introspección y sacar el trasfondo del lado positivo.
La industria farmacéutica, los canguro, la comida encargada a domicilio, acaso ganen enteros. Pero al final la danza de la muerte, o de la vida auténtica. Y salimos mucho mejor parados que Pericles en la peste de Atenas, los mongoles en la peste negra del XIV o todos los soldados y civiles en la gripe española del 18. Y más íntegros que con el SARS, el MERS o el ébola.
Impresionan las incineraciones. Entonces ya nadie puede decidir, ni ser acompañado por sus deudos. “Estoy reconciliada con la tierra, / lo estuve con la vida, lo estaré con la luz” (Pájaros de silencio). Ya lo dijo Francisco de Quevedo: “su cuerpo dejará, no su cuidado; / serán cenizas, mas tendrá sentido; / polvo serán, mas polvo enamorado”. ¡Si pudiéramos sacar su ADN!
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 13 de marzo de 2020).
Psicosis

Doctor Li Wenliang. Foto www.abc.com
Desde niños, hemos sobrevivido al cólera, al sarampión, a las anginas; a fiebres y catarros sin cuento. Hasta el sida y la polio parecen erradicados a gran escala. Ni la gripe aviar ni la porcina pudieron con nosotros. El ébola, de altísima mortandad en las zonas más míseras del planeta, nos caía a desmano. Como el síndrome respiratorio agudo grave (SARS), o el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS). Pero ahora parece que estuviéramos en el entorno virgen de King Kong, Tiburón o en una película de Alfred Hitchcock. Absurdamente desnudos, manipulables, desprotegidos.
¿Antes el huevo o la gallina? ¿Murciélagos, camellos o animalillos microscópicos? ¿Cambio climático unido a una atmósfera viciada? ¿Falta de vitamina C? ¿Bajas defensas? De Wuhan a Madrid, hay muchas preguntas.
Y siempre se nos van los buenos, como Li Wenliang, el doctor que diagnosticó la pandemia social que se venía encima y murió en el intento de sanar a sus prójimos. Secreción nasal, tos, fatiga, fiebre… quizá el primer síntoma sea la sordera.
China, Corea del Sur, Irán, Japón, Argelia, Italia, Alemania, España… 81 países, 95.000 positivos, más de un millar de muertos en su foco de origen. Nos cuentan que es mucho más llevadero que una gripe común, que no afecta a los menores, que hay que estar muy mayor o muy tocado para que se te lleve por delante. ¿Y por qué se cierran los colegios, se cancelan congresos y todo tipo de eventos? ¿Habremos de resintonizar también nuestras antenas psicosociales para empezar a comprender?
Estamos a su alcance. Madrid, Valencia, Cataluña, País Vasco. Y lo peor, contagiar el interior, inocularnos miedos e inseguridades. ¿Se recuperará el Íbex? ¿No estaremos cavando la fosa a un empleo más digno y las ayudas sociales? Mi sobrino, como otros escolares, ha debido cancelar su visita a Italia. Han cerrado la puerta de la Meca; y ahora la de Tierra Santa –una de mis mayores ilusiones de este redondo 2020–. Y aquí al lado, en el Clínico, se ha dado un nuevo caso.
Los cuarenta días de cuaresma se han transformado en cuarentena, de quince a treinta días, según países. Y James Bond sigue de vacaciones, al cancelar su película “Sin tiempo para morir”. El científico rescatado en la misma, ¿sería Li Wenliang? ¿O algún oficial norcoreano? ¿Ficción o realidad? Puede sernos higiénico practicar yoga.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 6 de marzo de 2020).
Bisiesto redondo

Foto Heraldo
“Año bisiesto y año de pares, / año de azares”. Mi cuñada Marta cumplía un número redondo el 02/02/2020. Era domingo, el trigésimo tercer día del año, justo a 333 jornadas para su finalización.
Dicen que un 29 de febrero Cristóbal Colón, aprovechando un eclipse lunar, se hizo con víveres de los nativos de Jamaica; que “Lo que el viento se llevó” consiguió 8 Óscar hace 80 años, y en Reino Unido las mujeres pedían matrimonio solo en bisiesto. Cuentan que el siguiente al 28 nacieron Alberto V de Baviera, Paul Erman, Gioacchino Rossini, Herman Hollerith, William A. Wellman, Balthus, Gene Golub… Y el colofón de mi próximo poemario casa con el natalicio de John Byrom de Mánchester, poeta inglés del siglo XVII e inventor de un curioso sistema taquigráfico.
Antón Castro preconizaba el pasado diciembre un año de oro para las letras aragonesas. Ramón Acín, Juan Bolea, José María Conget, José Luis Corral, Miguel Mena, Ignacio Martínez de Pisón, Fernando Sanmartín, Agustín Sánchez Vidal, Javier Sebastián, Magdalena Lasala, Sergio del Molino, Ana Alcolea, Patricia Esteban, Irene Vallejo incluso más allá de El infinito en un junco, Sergi Allepuz… y el eterno retorno de Ángel Guinda con Los deslumbramientos.
Juvenil, cuentos, novela, recopilaciones de artículos, colecciones de haikus, lírica, ensayo, libros de viaje, traducciones… En mi pequeña bola de cristal veo buenos presagios. Prames, Olifante, nuevos sellos editoriales como Imperium Ediciones, o Interludio en Pregunta. Si además es bicentenario de Concepción Arenal; el ciento treinta aniversario de Van Gogh, el cincuenta aniversario de los Bécquer y el doscientos cincuenta de Beethoven; la décima y la centésima conmemoración de Miguel Delibes; el también centenario de san Juan Pablo II; los ciento veinticinco años de la primera película de los hermanos Lumièr, los setenta y cinco de la muerte de Hitler. Año redondo.
Además, 2020 ha sido declarado el Año de la Lucha contra el Feminicidio e Infanticidio (Bolivia), el Año de la Universalización de la Salud (Perú) y el Año Internacional de la Sanidad Vegetal según la ONU.
¿Conjunción planetaria o cabalística? No creo que mañana se destruyan nuevas Troyas, se reinventen procesos de Salem o se estrellen aviones en Arequipa. Seamos positivos y antivirus. Que es el doce cumpleaños de Pedro Sánchez.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 28 de febrero de 2020).
Efemérides

Fotos Google
Isaac Asimov, Benito Pérez Galdós, Anne Bronté, Boris Vian, Germain Nouveau, Mario Benedetti, Miguel Delibes, Paul Celan… nacieron o murieron hace exactamente un siglo.
El 12 de marzo, hará diez años que nos falta; el 17 de octubre, cien de su nacimiento. Miguel Delibes, el escritor de la caza y del mundo rural, hoy España vaciada, comenzaría de caricaturista y columnista en El Norte de Castilla, del que sería más tarde director. Fiel retratista del alma humana, La sombra del ciprés es alargada, Mi idolatrado hijo Sisí, Cinco horas con Mario… ¡Qué representación la otra noche en Las Esquinas! Viviría la guerra civil y la oposición política que le hizo dimitir. Solo le amilanaron la enfermedad y el óbito.
El mismo año de su nacimiento, fallecía don Benito Pérez Galdós a la longeva edad de setenta y siete años. Como Delibes, el autor realista y cronista de España por excelencia amaba Zaragoza, lo refleja en sus Episodios nacionales. Absorbido en la guerra de la Independencia por los relatos de su padre, y testigo ocular de las guerras carlistas, el enfrentamiento absolutista liberal, el mandato de una reina, la I República y la Restauración borbónica. Casual diputado, su obra abarca Fortunata y Jacinta; Misericordia, El abuelo o Marianela, lazarilla o asistenta personal de un joven ciego con posibles.
Cincuenta años atrás, en 1870, dejaban este mundo de pesar, leyenda y arte, los hermanos Bécquer, Gustavo Adolfo y Valeriano. Sevilla lo conmemora ahondando en su vida y obra, visitando el lugar donde nacieron, disfrutaron y reposan para la eternidad. Zaragoza, Soria y Navarra se dan la mano. Beratón, Torrubia de Soria, Pozalmuro, Gómara, Noviercas; el Moncayo, Vera, Litago, Trasmoz… Volverán las golondrinas a la casa que fue de los poetas, lo mismo que a Veruela.
Doscientas cincuenta primaveras, Ludwig van Beethoven, compositor, pianista y director de orquesta, se nos marchó al son de su novena sinfonía. La sordera casi lo lleva al suicidio; su círculo más íntimo y su copista lograrían sacarle sus mejores notas, casi ciego.
Otros compositores celebran onomástica en este 2020 tan redondo: Chopin (210 años), Chaikovski (180), Mahler (160); y otros 270 de la muerte de Juan Sebastián Bach. Cataluña y las mentiras sobre Venezuela hacen olvidar, y olvidar la historia lleva a repetirla sin belleza.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 21 de febrero de 2020).
Amor digno

Foto Pngtree.com
A veces, un sueño parece irrealizable. En octubre de 2018, se celebraba en Valencia el Segundo Congreso Europeo de Vida Independiente; de él saldría la elaboración y redacción de la Proposición de Ley orgánica reguladora de la asistencia personal (Ley de Vida Independiente de las personas con diversidad funcional).
“La libertad es un derecho sagrado e imprescriptible que todos los seres humanos poseen” (Exposición de Motivos, I). Se apoya en la Constitución: “Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional” (art. 19, párrafo primero); la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad: “Los Estados Partes en la presente Convención reconocen el derecho en igualdad de condiciones de todas las personas con discapacidad a vivir en la comunidad” (también art. 19); y algunas normativas nacionales que la implementan. La presente proposición orgánica prioriza el derecho de libertad e igualdad.
Partiendo de la mayor vulnerabilidad social de la persona con capacidades diferentes y de la mujer, se centra en la Prestación para la Autogestión de la Vida Independiente (art. 1.2), las Oficinas de Vida Independiente y los apoyos técnicos y financieros necesarios (art. 1.3).
“… podrá disponer de asistencia personal para sí misma, ejercitando el autocuidado, y también para atender a terceros con vínculo afectivo, incluso para poder ejercer la maternidad o paternidad” (art. 2.4). Igualdad de oportunidades, discriminación directa o indirecta, autodeterminación, autonomía… La discapacidad implica limitación social; la diversidad funcional, forma diferente de funcionar.
“Consiste en una cuantía económica mensual dirigida al destinatario de la asistencia para la contratación de uno o varios asistentes personales que les posibiliten la autonomía en las actividades de la vida diaria y de participación social” (art. 3.s). Y todo regulado: la incompatibilidad con otras prestaciones –nunca con los recursos económicos–, el Plan Individual de cada usuario, la relación asistido asistente, los convenios entre Estado y Comunidades Autónomas.
Podrá solicitarla quien se encuentre en situación de dependencia, resida en territorio español y desee una vida digna (art. 4). Esta sí. Quiero vivir muchos San Valentines más amando a quien me ame, libremente.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 14 de febrero de 2020).
Suicidio social

Foto EFE / J. J. Guillén
Hace apenas un lustro, los indignados del pueblo salían a las plazas, y aquello iba a ser el acabose. Una nueva visión de la polis, la “politeia” y la res pública. Llegados al poder, ¿se ocupan y preocupan los hoy políticos de turno de su base?
No vamos a hablar de la crisis del sector agrícola ganadero, frente a las promesas
hechas a la España vaciada; del lenguaje o no inclusivo que levanta dimes y diretes; de los helicópteros de rescate que se transforman por birlibirloque en presidenciales; de los aplausos a la Corona. No, mucho más concreto.
Todos alabamos subir un 0,9% las pensiones y el 2% el sueldo de los funcionarios. Gallo de otro cantar es el Salario Mínimo Interprofesional. “Pablo, ¿qué opinas de que una familia media pague al cuidador de sus mayores o dependientes unos 1.4000 € al mes?”, preguntó una periodista al portavoz de Unidas Podemos. Y el ayer miembro del MVI (Movimiento de Vida Independiente) dio la callada por respuesta.
Su tocayo y correligionario, Pablo Iglesias, asume la gestión de Discapacidad y Dependencia desde su Vicepresidencia de Derechos Sociales. Primera propuesta, la ley pro eutanasia, defendida por los apóstoles de la buena muerte, Pedro y Pablo. Trescientas mil firmas en Change.org, más un millón entregado a la Cámara baja, no son moco de pavo.
PP y Vox se oponen. Nacionalistas, independentistas, grupos minoritarios, ¿lo lograrán? “… se prevé que puedan acogerse a la eutanasia y al suicidio asistido (si el enfermo puede autoadministrarse la sustancia que le ayude a morir) aquellas personas que sufran una enfermedad grave incurable o una discapacidad grave crónica”.
Ciudadanos prioriza la ley de cuidados paliativos. Por cierto, el Centro de Humanización de la Salud debatía ayer jueves sobre la dimensión ética del final de la vida, valores y contravalores, cuestiones legales, etc. ¿Términos económicos?
Se obvia la Proposición de Ley orgánica reguladora de la asistencia personal (Ley de Vida Independiente), presentada por colectivo con diversidad funcional. “La independencia como forma de autonomía personal significa que la persona con discapacidad no se ve privada de la oportunidad de elegir y controlar su estilo de vida personal y sus actividades diarias” (Comité de la ONU sobre los Derechos de la Personas con Discapacidad, 2017). ¿Pura cuestión de imagen?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 7 de febrero de 2020).
Expolios

Foto Jesús Alba Enatarriaga
La gimnasia de niña en el 2 de Menéndez Pelayo, los paseos al sol o camino del centro, el antiguo SEREM, el campus universitario, el encuentro con amigos y algunos profesores en las terrazas. El quiosco de la plaza San Francisco ha sido referencia en mi educación sentimental.
No sé si en la rehabilitación o vecinos del barrio, conocí a Javi, también con parálisis cerebral infantil. Valencia y la playa de la Malvarrosa nos unieron, sin tener que pasar por aquel famoso sanatorio. Antes fue Tarragona, pero la tierra de Vicente Blasco Ibáñez me cautivo: barracas, tertulias a la sombra de la luna en sillitas de anea, canastillas bolsitos de mimbre que hacían los gitanos… No quería volverme a una ciudad sin mar.
Benidorm con mis tíos, y el Castillo de Santa Bárbara en Alicante, Elche y su enigmática dama ibérica, y poemas escritos a la orilla. Volvería después también con mis padres y hermanos: y otra vez la capital de Turia y la cuna saguntina de los primos. De nuevo a Tarragona y Las Casas de Alcanar con Auxilia, la primera vez que salía de colonias.
Y Rosas, en Gerona, cuando comenzábamos a ser mayores. Peñíscola, su playa, sus paseos nocturnos, esculturas de arena, el mágico Castillo del Papa Luna, y más poemas. Vinaroz… Ahí ya nos acompañaban mis tres amores: mi pareja y mis dos sobrinos mayores. El azul y la arena eran muy diferentes.
Cádiz y su cúpula dorada, al noreste Cambrils, y bajando hacia Castellón la adamada Peñíscola, donde tomamos fotos al amanecer. Norte y sur no fueron tan castigados la semana pasada. Pero si vuelvo al Ebro, entre Cantabria y su desembocadura, los inmensos arrozales, nuestro paseo en barco entre Deltebre y San Jaime de Enveija, su fauna peculiar… algo me anega el alma sin retorno.
Se ha cerrado el quiosco de la plaza San Francisco, pero quedan espacios para el encuentro: El Laurel, de tantas reuniones de compañeros de carrera; la cervecería y marisquería Mar de Cádiz y las conversaciones con Rosa Palacios, mi profesora de Historia y Arte del INBAD (Instituto Nacional de Bachillerato a Distancia), en el Goya.
Espolio, ‘acción y efecto de expoliar. Despojar algo o a alguien con violencia o con iniquidad’. Ni Gloria, ni los años ni los políticos de turno podrán expoliarnos nunca la memoria. Cuanto menos el presente y la esperanza cierta en el futuro.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 31 de enero de 2020).
Juego de niños

Foto Paco Fuentes / https://elpais.com
A estas alturas de la película, pensábamos que lo teníamos superado. “Los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en el control y gestión de todos los centros sostenidos por la Administración con fondos públicos, en los términos que la ley establezca” (art. 27.7, Constitución española 1978).
“No podemos pensar de ninguna de las manera que los hijos pertenecen a los padres”, extrapola una de las partes. “Es más, vamos a llegar a que los niños delaten a sus padres cuando no son buenos revolucionarios, como pasa en Cuba”, se exalta la otra. Acaso la polémica se haya centrado en otro de los puntos: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones” (art. 27.3).
Para unos, que los padres no autoricen explícitamente las actividades escolares complementarias, léase en materia de género o sexuales, supone un claro adoctrinamiento en las aulas. Según otros, esta medida del venido en llamarse “pin parental” –en un principio, el bloqueo a ciertos contenidos televisivos y de móvil–, priva a los menores de su derecho a conocer su verdadera identidad y continúa desprotegiendo a la infancia.
No seamos ingenuos. En las comunidades regidas por las etiquetadas como derechas o ultras, apoyan el control materno-paterno –Murcia, Andalucía–. En los emporios autoproclamados progresistas se apuesta por la libertad, es decir, sin la anuencia de los padres. Pero ni en uno u otro bando hemos visto niños en sus aulas y sus recreos; sino fotografías de políticos. ¿Quita de veras el sueño a progenitores y educandos?
Aragón se muestra dividido; Madrid se lo está pensando. ¿Y no será, para una que no es precisamente bien pensada, que oculta o disimula otras cosas? Mientras de los preadolescentes a los jóvenes no se plantean si van con chica o chico, según valores que asimilan, la crisis amenaza más que Gloria.
Las vices y diputadas se exilian del Congreso; suben algo las pensiones y se disparan el Salario Mínimo Interprofesional y la economía sumergida; Europa nos advierte y Cataluña juega al hijo pródigo. Aunque la religión pasará a “maría” y en unas semanas, olvidada. Si se expropian los fetos y mentes inocentes, ¿por qué no las viviendas y la fe? No es un juego de niños.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 24 de enero de 3020).
Política y lenguaje

Foto Marical/EFE
Nada es baladí, y menos el lenguaje: verbal, gestual, corporal, simbólico, numérico. La semiótica a día de hoy, y más con las nuevas tecnologías, lo abarca todo.
Comencemos por la semántica, es decir, el significado de las palabras y unidades lingüísticas. Según la RAE: Vice-, ‘que hace las veces de’. ¿Hasta cuatro personas en lugar del ‘que preside’? Memoria Democrática, ‘facultad psíquica de recordar el pasado` + ‘relativo a la democracia’. Derechos Sociales –‘facultad de las personas para hacer u obtener algunas cosas, con arreglo a las reglas morales, a las leyes positivas o a las instituciones sociales’ (Julio Casares, Diccionario ideológico)– y Agenda –‘calendario’ o ‘relación de temas’– 2030. ¿Y por qué no centrarnos en el presente de los viernes? Transformación –‘correspondencia entre elementos de dos conjuntos’– Digital. Transición –‘acción de pasar de un modo de ser a otro’– Ecológica y Reto –‘acción de amenazar’– Demográfico.
Luego vienen los momoministerios: Seguridad Social, Sanidad, Trabajo, Hacienda, Exteriores, Industria, Agricultura, Defensa, Interior, Educación, Ciencia, Universidades, Cultura. “La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje” (Real Academia Española). Sin embargo, las en ese momento ministrables prefirieron prometer por guardar y hacer guardar el secreto de la toma de decisiones en el Consejo de Ministras.
Cuatro vicepresidencias que conjugan a la perfección con los veintidós ministros –‘persona que ejerce algún oficio, empleo o ministerio’– del actual Ejecutivo. 22, como el del Dúo Sacapuntas o “los dos patitos” de la lotería. Y aquí entraría la simbología de los números, no tanto la eficiencia. Aunque si la raíz etimológica de ministro, “minister”, significa ‘criado, servidor, subordinado’, estaremos atendidos como nunca.
La pose cada cual con su cartera; llevar o no corbata, el cuello de camisa o el emblema rojo en la solapa; inclinarse o permanecer de pie. Y prometer con la mano sobre el artículo 100 de nuestra Constitución, por el que el Rey nombra o suspende cada cargo, para guardar las formas.
Y está el lenguaje de los actos: concertar fechas de investidura o reunión de Consejo, proponer Fiscal General… Protocolo y comunicación, al orden del día.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", vienes 17 de enero de 2020).
Por un voto

Foto EFE
Del romancero a Miguel Cervantes, se recoge la leyenda de La Cava, hija del conde don Julián, que hizo perder la cabeza y España a don Rodrigo, último rey visigodo. “Florinda perdió su flor, / el rey padeció castigo. / De la pérdida de España / fue aquí funesto principio”. En Velamazán se registra un paraje, Caracena, idéntico topónimo al también pueblecito soriano cercano a El Burgo de Osma, alusivo a la conquista de Fernando I, rey de Castilla, León y Galicia (siglo XI), mientras los moros degustaban suculenta cena. “Cara cena les costó”, lo escuché desde niña.
¿Y qué decir del clavo que hizo perder la herradura, el caballo, el caballero, la batalla y el trono? (Jacula Prudentium, recopilación de proverbios de George Herbert, siglo XVII, hoy actualizado en diversidad de historias, idiomas y países). Según la tradición judeocristiana, versus europea y española, es amplia la casuística de heridas y enfermedades que han salvado un alma: San Roque, San Camilo de Lelis, San Juan de Dios, Teresa de Lisieux, Bernadette Soubirous o nuestra compatriota Santa Genoveva.
Si en este 2020 recién inaugurado Mosén Joaquín (Anthony Quinn) preguntase a Pepe (Jorge Sanz), en Crónica del alba de Sender, si quiere ser santo, héroe o poeta, le respondería que político. Hoy no se trata de ganar fortalezas ni batallas, dejarse prendar por hermosas doncellas, ni mucho menos alcanzar la santidad; aunque para Karl Rahner se es místico o no se es nada.
Se trata simplemente de ganar votos. Y con ellos poder, influencias, un sueldo vitalicio, inmunidad política agujas de arcos gigantescos para pasar camellos o lo que haga falta.
Y por un voto no se pierde o gana un país, una constitución o un reino. Pero sí puestos de trabajo, seguridad, valores. Que los adolescentes se ocupen mucho más de su tendencia íntima que del estudio; que antes de valorar la etapa terminal o poner en valor los paliativos, se opte por la eutanasia.
Impuestos, suben; recursos, bajan. Los pisos de alquiler, antes el inquilino que el propietario. Unidas Podemos frente a PSOE; derechas frente a izquierdas –algo ya superado–; separatistas y grupúsculos exoplanetarios. ¿Nos llegarán las rentas?
“Por una mirada, un mundo; / por una sonrisa, un cielo; / por un beso…” (G. A. Bécquer). Al menos, ha sido un parto sin dolor y sin más carreteras.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 10 de enero de 2020).
Carta

Baby Yoda, uno de los personajes de Disney con los que volveremos a encontrarnos este año. Foto www.heraldo.es
Mis queridos amigos:
No os llamo reyes mágicos, ni SS. MM. del Oriente, que eso ya no se lleva. Harto difícil conservar el reinado y la primogenitura con tantos haraganes disfrazados con pieles de cordero. Pero esa es otra historia.
He sido una buena chica, política, social y humanamente correcta. Me he sentido ante todo mujer, desde la femineidad y el feminismo; he aceptado a todas y todos en diversidad, funcional, de sexo, de culturas; he seguido trabajando por la España vaciada, la educación inclusiva, el apoyo al inmigrante. Y no he sido corrupta, en ninguno de los amplios sentidos de la palabra.
Por eso, magos míos, os pido para este año mucha ilusión. Sigo felicitando vía tarjeta, y en estas navidades he comprobado que el camello cartero continúa pinchándose en los cardos del camino, que han sido muy pocas las respuestas. Dejamos de creer en los regalos, de cantar villancicos, ¿y ahora de festejar la Buena Nueva? Algo nos pasa, tanto a nivel climático como hormonal.
Me gustaría que traigáis asimismo a mi casa y a este hogar que llamamos España un frasquito de sentido común. Que paguen más quienes más poseen, ¿y si lo han reunido a lo largo de una vida de dejarse la piel? Legislar la eutanasia y la muerte digna; ¿y por qué no implementar los cuidados paliativos? Limitar la espera en dependencia, y aplicar la asistencia personal sin límite de horas ni supuestas rentas familiares. No sería justo para quienes no disponen de dos manos, dos pies, o una cabeza supersónica.
Y que nuestros hijos, nietos y sobrinos cuenten con un futuro mínimamente digno. Nos han llegado ecos de otras épocas, de una República que se despertaba y una Guerra Civil que terminó con todo; de una posguerra heladora como la sangre derramada. De países del Este, y del Sur, y otras tierras latinas que lo tenían todo, y ahora escasean de pan y de papel higiénico.
Oro, incienso, mirra. Para gobernar con sensatez, para elevar el alma, para prepararnos a una muerte con amplitud de miras. La formación es básica, para apreciar cada nimio detalle y poder pensar; independientemente de creencias, espiritualidades o religión. ¿Cómo comprender las sombras y las luces de Patria, de Aramburu? ¿Y la figura del “Mesías”, que en breve proyectará Netfllix?
Mañana puede ser un gran día. O el mayor cataclismo. ¿Tenéis superpoderes, pequeños magos?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldoi de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 3 de enero de 2020).
Navidad hoy

El belén favorito del papa Francisco. Foto www.religindigital.org
Son jóvenes, inmigrantes, sin papeles. Esa noche, aunque no hace frío –el cambio climático se hace sentir en todo–, el Santo Refugio está repleto. Deciden resguardarse en el cajero automático de Ibercaja. Tan cansados están, que las bombillitas navideñas que iluminan toda la fachada no quitan el sueño.
Acaban de llegar. No podían ni imaginarse que el viaje iba a ser así de largo, pesado y retorcido. Solo pensaban en un futuro digno para ellos mismos y para ese pequeño que les iba a nacer: seguridad, un techo, poder darle leche cada día. Si otros muchos lo hacían, ¿iban a renunciar?
Quizá al otro lado del mundo su hijito no fuera perseguido, torturado, como tantos y tantos inocentes. Había escenas que nunca se les borrarían, demasiado sufrimiento en vano. Y total, ¿para qué? ¿Y por qué? Hay reacciones humanas que nunca se comprenderán.
Y no solo es miseria, no repartir los bienes entre todos. Eso sería hasta sencillo. Ni siquiera las casas de hojalata, que puede llevarse la riada o el terremoto. Ni tener que vivir y dormir arracimados, casi como las bestias que dan muchas veces de comer. Lo peor es el odio fratricida, la avaricia de los intimidadores, que te roban a punta de pistola o cuchillo; el aquí no está pasando nada, los gobiernos, las guerras.
Quizá su niño tenga regalos navideños, como los niños de los países poderosos. Y si es niña, que nunca la violen, la hagan mujer a la fuerza, y le dejen jugar y estudiar lo que le guste.
Son nuevos en esta tierra, y ella, en su estado, no puede buscar trabajo. Para los hombres es más difícil. ¿Pedir asilo como refugiados? Tiempo al tiempo. Habrá que hacer algún papel, algún registro, ir a la policía… Pero no esa noche. Ni siquiera en las parroquias donde preguntaron podían atenderles, era la Misa del Gallo. Y lo que más les urgía era descansar.
Le llegó a la muchacha la hora de romper aguas. Su pareja, inexperto en tales lides, no sabía qué hacer. No conocían a ninguna partera en el lugar. Se dejaron llevar por la sabiduría del momento, sencillamente. Las gentes miraban a hurtadillas, y pasaban. Estas migrantes no tienen decoro ni para parir, pensaba más de uno. Salió bien la aventura. Un llanto potente rasgó el velo de la noche, hasta las estrellas. Muchos ojillos infantiles sonrieron a través del cristal. Al menos, era un pequeño deseado.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 27 de diciembre de 2019).
La pintan calva

Foto https://dedioses.net
En los emblemas y grabados medievales, a la Ocasión, compañera inseparable de la diosa Fortuna, se la representaba con un único mechón de cabello, por eso de “agarrarla por los pelos”. Han cambiado las formas, la expresión artística de lo que nos preocupa y nos place. En el fondo, seguimos aferrados a la deidad romana, echando a uno y otro número de lotería, por si acaso, y más en Navidad.
Y si no, ¿a qué jugar tanto con las unidades, decenas y centenas? Es decir, con las cifras. Algunos han apostado por el 120-35. Pero aún no sabemos si va a ser el número de la suerte o, por el contra de la Mala Fortuna, con su icono de mujer subida en una nave sin mástil ni timón, con las velas rasgadas por el viento.
Tardaremos unos días en saber si el número 7-5-3-2-2 estaría entre los premiados. Aunque también depende de las terminaciones 8 y 13, que a su vez van acompañadas de siglas complejísimas que casi nadie entiende, como JxCat o ERC. Un auténtico maremágnum o piélago que ni la propia benefactora de la prosperidad, con su gran cuerno de oro, sus pies alados y su rueda, podría navegar segura.
Y todavía hay más. ¿Qué rumbo tomarían las ecuaciones 8 GP (Grupo Plural) + 4 GM (Grupo Mixto)? Porque la diosa más caprichosa del Olimpo no es precisamente la dios de la sabiduría o del buen gobierno, sino a menudo Fortuna Dudosa o Fortuna “Brevis”.
La adoración no se retrotrae a la cultura romana ni al medioevo. Me quedaba helada haciendo una somera búsqueda en Google. Hay páginas y páginas dedicadas a atraer la riqueza, el éxito y la felicidad a través de Fortuna. En el hogar que desee prosperar, se le debe poner un altarcito minuciosamente preparado. La imagen de la diosa, mantel dorado o rojo, velitas de colores, aromas frutales, incienso del bueno, dulces, licores, café –la diosa se alimenta espiritualmente–, flores y hierbas frescas, piedras preciosas, oro, billetitos, monedas y tarjetas de crédito…
“El altar debe estar siempre puesto, y dedicarle un tiempito también para atenderla a ella, como una gran dama, como una gran señora, y con mucho respeto”. ¿Nos hemos vuelto locos? ¿Cambiar al Niño Jesús, después de dos mil años, por el becerro de oro? Aunque, visto lo visto, cabe preguntarse: ¿Habrá algún altarcito en la Moncloa, junto al colchón matrimonial? ¿Y en las cárceles? Vivir para no ver.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", sábado 21 de diciembre de 2019).
Mesianismo

Acumulación de plásticos en una playa de Bombay (la India). Foto EFE
“La última lección” (2018), del francés Sébastien Marnier, narra la historia de un profesor que se arroja por la ventana ante sus alumnos; seis de ellos, que se dicen superdotados, permanecen impasibles. Pierre, su sustituto, irá descubriendo las duras pruebas iniciáticas de los chicos, que les prepara a la segura hecatombe final del planeta. De “Waterworld” (1995), “El día de mañana”, “Hijos de los hombres”… El tema ha rebasado la ficción.
A estas alturas de la especie, nadie niega que cada año hace más calor, se retrasa el invierno; las tormentas y catástrofes naturales arrasan las zonas más pobres de la tierra; las aguas aumentan de volumen; los peces comen plástico y los humanos peces. Enfrentamientos entre pueblos y personas van “in crescendo”.
En torno a la COP25 se han escuchado afirmaciones inteligentes. “La codicia humana es la mayor amenaza” (Luis Alberto Longares, profesor de la Universidad de Zaragoza). “Hay que buscar un mensaje de esperanza y que sea reversible” (José Manuel Marraco, eminente abogado). “La batalla del cambio climático se librará en las redes” (José Luis Crespo, físico y “youtuber”). Alberto de Mónaco, Schwarzenegger, los reyes Felipe y Letizia… Debemos resaltar que la DGA contrate a empresas sostenibles; o el proyecto agroecológico de Gardeniers, Centro Especial de Empleo de dis-capacitados intelectuales.
Mi tío fue deshollinador, una fuente principal de calor y energía en las casas humildes era el carbón. Entonces no suponía un conflicto, la crisis petrolífera vino después; no había nitratos en los campos ni apenas calefacción en los hogares. la leche debía hervirse, traída de la vaquería a la lechera; Se bebía en porrón; y cuando no los envases de vidrio y La Casera se devolvían, y pagaban 25 pesetas por cada botella de plástico reciclada. La compra del mercado no se traía en bolsas.
“Antes de que sea tarde” (2016), de Leonardo DiCaprio, Mensajero de la Paz de la ONU contra el cambio climático, es más que iluminador: El Ártico se borra, la última selva indonesia puede morir en llamas, la Amazonía desertificarse… “La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común” (papa Francisco, Laudato sí). Esencial, la formación de niños y jóvenes, especialmente Greta Thunberg. ¿Síndrome de Asperger? Dicen que Einstein lo tuvo, y se cultivó
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 13 de diciembre de 2019).
Casa común

Foto www.tusconstituciones.es
A la popular “Pepa” de Cádiz de 1812 –19 de marzo–, primera Constitución española apoyada en la soberanía nacional, le sucederían en el siglo XIX el Estatuto Real de 1834 y las sucesivas cartas magnas del 37, 45, 69 y 76, alternando los valores liberales y moderados, progresistas y conservadores, monárquicos o democráticos. Ya en el pasado siglo, “la Constitución de 1931 enlazaba con el proyecto republicano de 1873, avanzando en la línea del Estado social y democrático de derecho. España adoptaba la forma de una República democrática de trabajadores, laica y aconfesional”. Una sola cámara, un Tribunal Constitucional y la promesa de autonomía de municipios y regiones.
Todo se fue al garete, y hasta 1978 no sería posible el consenso y la democracia. “… puede definirse con propiedad como la primera Constitución consensuada de nuestra historia. Recogió, junto a la indisoluble unidad de la Nación española, el principio de autonomía de las nacionalidades y regiones, restableció un legislativo bicameral y consagró la monarquía parlamentaria como régimen político del Estado español, definido como social y democrático de derecho”.
Hoy das al buscador y te sale tusconstituciones.es y tantas páginas. En tiempos de nuestros siete padres fundadores no había Internet, ni nadie plagiaba a su vecino. Ni sencillo ni breve. Múltiples reuniones hasta un primer de acuerdo; políticos, juristas, intelectuales…; formaciones diversas, de AP al PCE, pasando por Minoría Vasca-Catalana, el PSOE, Convergència Democràtica de Cantalnya o el central UCD. Detrás, mentes pensantes, como Julián Marías.
Una ley electoral más justa, términos como “disminuido” o “minusválido”, sucesión igualitaria a la Corona por razón de sexo, la condición de extranjería… Muchos revisaríamos y modificaríamos ciertos puntos. Adaptarse a los nuevos retos y circunstancias es índice de salud social. Siempre dentro del marco de la norma y el sentido común (el menos común de los sentidos según Ortega y Gasset).
Por lo expuesto, ante las peroratas de algunos jóvenes políticos cabe preguntarse: ¿Saben qué planeta habitan? “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social” (art. 14). ¿Tanto afecta el clima?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 6 de diciembre de 2019).
El político

Foto grabado El político, de Natalio Bayo
La semana pasada se presentaba el libro La danza de la muerte, de Natalio Bayo y diversos poetas aragoneses, una bella edición a cargo de Prames. A partir de grabados como “La muerte como exterminadora” de Alfred Rethel (1851), “La danza macabra” de Hans Holbein (1522), “La Catrina” del mejicano José Guadalupe Posada o “Danza macabra europea” de Alberto Martini (I Guerra Mundial), o la larga tradición pictórico literaria que hunde sus raíces en el medioevo, Jorge Manrique o el Renacimiento.
Bayo retrata y caricaturiza tipologías clásicas, como la infanta, el rey, la reina, el obispo, el caballero, el niño; y otras harto actuales: el transportista, el comercial, el dictador, el banquero… Delicia de delicias, el político. Leyenda a pie de grabado: “Trilero de las mil caras”, acompañada de los versos de Francisco J. Uriz: “Se arrancó la cara ante el pueblo, / la agitó como señuelo / para lucir mejor la máscara”.
¿Nos influyen el cine y la literatura? Ya “El político” (1949) describe la maléfica transformación de un hombre honesto nada más tomar cargo. Y “El reino” (2018) no es sino una serie de corruptelas, hasta verse arrastrado el protagonista a la miseria social y familiar. Por no hablar de El disputado voto del señor Cayo, de Delibes. ¿Y no será que nos lo ponen en bandeja?
Incertidumbre, inquietud económico empresarial, pactos trato-truco antidemocráticos y secesionistas, revanchismo… “Los riesgos mayores del combinado son de dos clases: económicos y sobre la unidad de España” (Guillermo Fatás). Y es que a algunos les importan más sus posaderas que el bien común.
Antaño no era así. En tiempos de El político don Fernando el Católico, de Baltasar Gracián (1640), se valoraba diferente: “Opongo un rey a todos los pasados; propongo un rey a todos los venideros: don Fernando el católico, aquel gran maestro del arte de reinar, el oráculo mayor de la Razón de Estado”. Aunque ya Maquiavelo, en El Príncipe (1513), describe las distintas formas de gobierno: “Todos los Estados, todas las dominaciones que han ejercido y ejercen soberanía sobre los hombres, han sido y son repúblicas o principados”. Pero ahora…
Cristo Rey, Rey de reyes; si volvemos la vista a las raíces de Unión Europea, algo no está encajando. Y debería. Que al final, todos calvos.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 29 de noviembre de 2019).
Mujer maga

Foto: Cartel Olifante XL años de poesía
Hace poco leía: “Esta semana observando los disfraces de Halloween, he recordado a las brujas, esos fantásticos seres que existieron y existen dentro y fuera de los cuentos. La mayoría fueron mujeres, curanderas y parteras” (Begoña Ruiz Hernández, Diario de Ávila). Y al poco, me encontraba con la referencia a las brujas de Trasmoz, ese pequeño pueblo a las faldas del Moncayo, junto al monasterio de Veruela y a Litago, el otro “sancta sanctorum” de la poesía aragonesa y desde Aragón.
Bruja, hada, meiga, mujeres protectoras de la vida. El pasado 12 de noviembre homenajeábamos a Trinidad Ruiz Marcellán en “Olifante XL años de poesía”. La belleza y la magia hicieron acto de presencia, al igual que Ángel Guinda, Amaral o Carmen París, en la pantalla; Irene Vallejo con una carta preciosa, y todas las amigas y los amigos que la acompañamos. ¿Sería una premonición editorial la Colección Puyal, con poemarios como Sitiado en la orilla, de Manuel Pinillos?
“El debut no pudo ser más prometedor. Olifante empezó con un epistolario de Eugénio de Andrade y Luis Cernuda”, declaraba Trinidad recientemente. A partir de ahí, nuestros ya clásicos: Julio Antonio Gómez, Ildefonso-Manuel Gil, los Labordeta, Rosendo Tello; autores de otros lares, ignorados, como Mary O’Malley y Abdul Hadi Sadoun; nombres que suenan hoy, llámense José Verón Gormaz o Manuel Vilas; o la eterna apuesta por la mujer: Teresa Agustín, Olga Bernad, Lourdes Fajó, Estela Puyuelo, Carmen Aliaga. Y un puente entre milenios: YIN Poetas aragonesas 1960-2010.
El cuerno de Roldán convocaba a todos los cantores. Frecuentemente en clave femenina, sugerida o “in praesentia”. “Fue por magia cómo conocí a Trini, en los Festivales Internacionales de Poesía de Veruela”, reflexionaría Geraldine Hill, presentadora, junto al también periodista Miguel Mena. María José Hernández y las uvas dulces de José Antonio; Ángel Petisme, Gabriel Sopeña. Miguel Ángel Berna e Ingrid Magrinyá bailando la pasión por la poesía. La semblanza íntimo lírica de Antón Castro o la más anecdótica de Martínez Forega. Los recuerdos hilarantes de Óscar, el quesero, y el ágape interactivo musical: Paco Ibáñez y su poesía necesaria, como el pan compartido por el público.
Trinidad, Olifante, Ángel Guinda y Marcelo Reyes, extraña sinergia que trasciende los mitos y los tiempos.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 22 de noviembre de 2019).
Intelecto y política

Autorretrato. Foto Heraldo
Don Justo Ramón iría casi andando a Barcelona a cursar medicina, fuerza de voluntad que transmitió a sus hijos. La exposición “Santiago Ramón y Cajal. 150 años en la Universidad de Zaragoza” hace reflexionar. ¿Cómo se forma un genio?
Influye la familia. ¿Y el carácter? De Petilla a Escolapios de Jaca o bachiller en Huesca, hasta llegar a Zaragoza, con 17 años, Santiago no sienta la cabeza. Marchar a Cuba de médico militar, su relación entre reverenciadora e impositiva con la esposa –siete vástagos, cinco supervivientes–, la escultura sedente del Paraninfo en lugar de mirando al microscopio, van marcando camino.
Persona minuciosa: su cuaderno, su mapa anatómico, sus muestras de cultivo. El trabajo y la suerte le sonrieron: Hijo Ilustre y Predilecto de Zaragoza, el Premio Internacional (Moscú) le abre puertas. Nobel en Fisiología y Medicina en 1906, junto a Camillo Golgi, por su descubrimiento de las neuronas.
¿Amigo de sus amigos? Cabeza de la Generación de Sabios (por 1880); intelectuales como Marañón, Ortega y Gasset o Joaquín Costa. Y su escuela: eminentes científicos, entre ellos su hermano Pedro, y dos mujeres, Laura Forster y Manuela Serra.
Fotógrafo, dibujante, escritor, político. Los tónicos de la voluntad influiría en Laín Entralgo o Rafael Yuste, hoy investigador en EE. UU. Director del Laboratorio de Investigaciones Biológicas; Senador en Cortes por la Universidad Central de Madrid y Senador vitalicio del Reino; como presidente de la JAE (Junta de Ampliación de Estudios), pagó de su bolsillo la estancia del hijo en el extranjero. Rechazó ser ministro de Salud e Instrucción Pública por su dedicación.
Alfonso XIII asiste a sus inauguraciones; la II República edita billetes y sellos con su efigie; en 1952 se otorga el Marquesado Ramón y Cajal a sus herederos. Su entierro en octubre de 1934, en plena crisis asturiano catalana, reunió a personalidades como Negrín, Ortega o José Antonio, después divididas por la guerra.
“Se ha dicho hartas veces que el problema de España es un problema de cultura. Urge (…) cultivar intensamente los yermos de nuestra tierra y de nuestro cerebro, salvando para la prosperidad y enaltecimiento patrios todos los ríos que se pierden en el mar y todos los talentos que se pierden en la ignorancia”. A políticos y personas de su talla votaré este domingo.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 8 de noviembre de 2019).
Bien aventurados

Foto www.coindesk.com
“Si algo tiene que salir mal, saldrá mal”. Hoy contradecimos a priori la célebre Ley de Murphy, y es que todo va a salirnos a pedir de boca. Para muestra bastan tres botones.
Hay por ahí cierto enlace y correo electrónico, de cuyo nombre prefiero no acordarme explícitamente, que nos prometen escribir un best-seller en no más de tres meses. El truco del almendruco está en el marketing y el saber vender. Y antes, en escribir como te fluye, sin pararte a pensar, poner una coma más o de menos ni corregir. Después, aprender a maquetar y ofertar tu producto en Kindie, epub, papel, Amazon y demás eslabones de la cadena comercial. Éxito asegurado.
Otro sitio en las redes nos enseña a leer lo más rápidamente posible. Dirigido a estudiantes, opositores, personas emprendedoras y todo aquel que persiga triunfar. Quien ha llegado lejos ha devorado libros; también las mujeres y hombres más poderosos, y los grandes políticos. La clave, leer muchos más signos por minuto. ¿Y el disfrute de la lectura personal?
Un famoso presentador televisivo nos descubría el negocio del siglo, la nueva cueva de Alibabá: una inversión en criptomonedas, o moneda digital, que nos haría a todos ricos en unos días. Burdo bulo al final.
Quemas y altercados en Cataluña, Francia, Ecuador, Chile, Bolivia, Hong Kong… ¿resuelven los conflictos? ¿Nos une más a los españoles trasladas la momia de un dictador 44 años fallecido? Dicen que viene una crisis económica en la gran mayoría de países, y que los robots asesinos los tenemos ya aquí. ¿Por eso tender a una ley del mínimo esfuerzo y del todo vale?
Parece que en el dividido Reino Unido los médicos van a recetar a sus pacientes arte y cultura en lugar de ansiolíticos. Está de perlas la idea. Pero no nos quedemos en los populismos ni en los “youtubers”, por más éxito que alcancen. Terra alta y Alegría, de Javier Cercas y nuestro paisano Manuel Vilas –ganador y finalista del Planeta–, nos han sorprendido gratamente a todos. Un ex delincuente que se transforma en mosso y se juega la vida contra el yihadismo, o un triunfador de avanzada edad que se enfrenta a sus demonios interiores y a sus múltiples pérdidas, no están a la última de la última. Pero perduran.
Como el inspirado retrato a nuestro Arzobispo, “pastor, guía y padre”, de Isabel Guerra. ¿Dónde está hoy la santidad?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 1 de noviembre de 2019).
Del sepia a los colores

Foto Biblioteca Virtual de Defensa
Ayer vivíamos una jornada histórica. Aquella noche hacía mucho frío. Estábamos mi madre, mi hermano mayor, creo que con algo de asma, el pequeño, con apenas dos meses en su cunita, mi padre –que no había salido en el coche correo– y esta preadolescente que ahora escribe. Hace cuarenta y cuatro años.
En la televisión en blanco y negro apareció el presidente Arias Navarro: “Españoles: Franco, ha muerto”. Yo hubiera podido ser una niña mayor de la “generación de la semana de vacaciones”. Pero no iba al colegio, eran tiempos difíciles.
Mi madre no lo pasó muy bien cuando nacieron mis hermanos. Pero sí algo mejor que cuando yo vine al mundo, fruto del descuido de los médicos, que me provocaría una parálisis cerebral infantil. ¿Consecuencia del retraso también en Sanidad? No teníamos Seguro, y la rehabilitación había que pagarla del bolsillo. Mis padres eran unos sencillos inmigrantes, como tantos.
¿Quién por entonces disponía de ascensor o calefacción? ¡Y yo sin enterarme! Hasta uno o dos años después, cuando se inauguró el aula colectiva de Auxilia en la calle Delicias, en uno de los locales de la parroquia Madre de Dios de Begoña. Próximas ya las primeras elecciones democráticas, en junio del 77, y el referéndum que impulsaría nuestra Constitución del 78, el ambiente de la calle hervía. Simón, uno de los siete compañeros que estudiábamos juntos, disfrutaba entonando la Internacional; o dibujando en los folios a cuadros la hoz y el martillo.
¿Seguía coleando el retraso? Simón y otros dos compañeros murieron a los dieciocho y veintiuno, víctimas de una atrofia muscular no investigada todavía. Nos dio tiempo a sacarnos el Certificado de Estudios Primarios y el Graduado Escolar, y a mí el Bachillerato a Distancia; y a ampliar nuestro universo relacional en las colonias de verano.
De ahí a la inclusión en la parroquia, y luego en la Universidad. Y el despertar a todo, los ojos bien abiertos y el alma en vilo. Descubrí, por lo menos, dos maneras de entender y vivir la Iglesia y su mensaje. Que el sexo no era pecado. Y, a través de Rosendo Tello, la gran liberación que sintió la cultura, al leer sin temor a todos los autores. Descubrí tantas cosas…
Aunque nadie, sin apoyo externo, se erigirá en ángel o en demonio. Tampoco un dictador.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 25 de octubre de 2019).
La otra España

Foto Centro Soriano de Zaragoza
“Españolito que vienes / al mundo te guarde Dios: / una de las dos Españas / ha de helarte el corazón”. Estos versos de Antonio Machado, aun manteniendo su significado, no serían lo mismo. ¿Cuántas Españas hay?
Previa a nuestros Pilares, se hacía otra fiesta silenciosa en 4000 municipios de toda la geografía nacional. Zaragoza, Teruel y Huesca; las plazas de Aragón y España, la de la Misericordia o del Torico, el Casino oscense. Teruel Existe, Huesca Suena, ¡Soria Ya!… Las campanas de millares de iglesias repicaron por tantos otros pueblos abandonados.
42% en crecimiento rural, 10.000 habitantes más en un par de años, energías renovables, creación de puestos de trabajo en agroindustria… según Javier Lambán. Y sin embargo, autocares y vehículos de Atadi (Agrupación Turolense de Asociaciones de Discapacidad Intelectual) recorren casi 2000 kilómetros diarios para atender a sus usuarios.
Mejor infraestructura en carreteras, acceso a Internet, creatividad en cuanto al empleo y a la revitalización de pequeños rincones. Pescueza (Cáceres) se ha transformado en residencia de mayores; Quintanalara (Burgos) ha logrado una biblioteca de 16.000 volúmenes para sus 33 vecinos y todos los lectores que se quieran acercar; Covarrubias (Soria) vuelve a repoblarse con matrimonios jóvenes; otros optan por dar futuro a familias inmigrantes.
Velamazán es el segundo año que convoca su Certamen de Relato Breve, cultura, tradición, revitalización hacia el futuro. Y desde ahí se comprende mejor que el Centro Soriano, donde esta tarde leeremos poemas de Pájaros de silencio, invitase en la Ofrenda de Frutos a los Danzantes del Zarrón de Almazán, vecinos de Tajueco, Bayubas de Arriba, Aguilera, Berlanga, Fuente Tovar, Caracena, Valderueda, Almajano, Ágreda o las Móndidas de San Pedro de Manrique, Sarnago y Ventosa de San Pedro.
“Resistir en un entorno aislado y muy duro requiere de una psique muy bien plantada y de unos arrestos y una convicción poco comunes. No todo el mundo sirve” (Sergio del Molino). Pero existe otra España, la que se separa, no tanto olvidada como incomprendida. Porque si Cataluña, Valencia, Murcia, el País Vasco, Galicia o Andalucía, forman reinos o repúblicas independientes, ¿cuántas Españas hay?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridian", viernes 18 de octubre de 2019).
Pilar en zapatillas

Cartel de las fiestas del Pilar. Foto www.soydezaragoza.es
Para algunos parecía no pintar bien. La noria no rozaría el cielo, no iba a haber muestra gastronómica en Echegaray ni Interpeñas a salir de sus locales. Pero la cabalgata, con el Maño Menguante, magia, inventos, el Tragachicos o los Gigantes y Cabezudos, con el fondo de medioambiente sano, entrante sabroso a la apoteosis pregonera de B Vocal, sería un excelente preludio.
Recordaba el grupo a los Infanticos, la lucha contra el cáncer, la bandera bicolor del Zaragoza o la paráfrasis de la letra de Queen: “Ahí está la Seo, ahí está el Pilar, y esta Zaragoza es difícil de olvidar”. ¿Y a qué zaragozano y aragonés, catalán o andaluz no emociona el Canto a la libertad de Labordeta? Porque la esencia queda, al igual que vuelven las jotas a la fuente de la Hispanidad, o perduran la Ofrenda de Flores y de Frutos y el Rosario de Cristal.
Aun con todo, no nos engañemos. Las cosas no son lo que parecen ni lo que fueron cuando éramos pequeños, pese a la crisis psicosocial-existencial, como tan bien los oregoneses en su escenificación del teatro Principal. ¿O es el paso del tiempo? Preguntémosle a Concha Velasco o a su personaje, Lucrecia Conti, una diva rediviva durante este mes en el teatro de las Esquinas. Pero no nos muramos de la risa y nos quedemos fiambres, que aún están Arbolé, el humor en el Mercado, el Circo Italiano y tantos otros espectáculos callejeros y por barrios.
Y en cuanto a la música, para todos los gustos y a cuál más económica. Desde la gratuita en la plaza del Pilar –los Secretos, Amaral, Lola Índigo, La Ronda de Boltaña…–, a los ritmos diversos en la del Justicia o los autóctonos en la Carpa Aragón. En el Auditorio, laúd, piano, violín, la tecno rumba de Camela y la súper Antología de la Zarzuela, con Montserrat Martí Caballé, Nacho de Río o Beatriz Gimeno. Sin faltar el humor. En nuestros años chicos y mozuelos no había tanto colorido ni diversidad.
Chiringuitos, atracciones en plazas, deporte en la calle, fuegos artificiales, las vaquillas… O simplemente pasear, aunque en silla y con tanta gente haya que ir sorteando los talones. No en vano, nuestras fiestas a la Pilarica son ya de Interés Turístico Internacional.
¿Pilar en zapatillas? Quizá algo más modesto, y abierto como siempre al visitante. Diverso, pluriforme, intercultural. Y falta lo mejor. ¡Que no nos quiten lo bailao!
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 11 de octubre de 2019).
Todos somos ellas

Dana Leonte. Foto https://elpais.com
En poco más de quince días, ¿6, 7, 8, 9 víctimas asesinadas? Está bien la expresión, porque además de ser víctimas las matan, dejando a hijos huérfanos, heridos de por vida o, en el peor de los casos, muertos también por toda una eternidad.
Se suicidó tras herir brutalmente con arma blanca a su pareja; mató asimismo a la madre y la hermana de la víctima; deja morir a su mujer mientras graba cómo le baja el azúcar; encuentras los dos cuerpos en la casa donde ella trabajaba; hallan los restos de la chica, desaparecida hace meses. Viladecans, Mallorca, Pontevedra; Puerto Olímpico de Barcelona, Torrero, Las Palmas de Gran Canaria… La geografía física y humana es variopinta, atroz, salvaje.
Tras dar con los huesos de Dana –¡terrible!--, la joven de Rumanía que buscaba buscarse un futuro en Vélez Málaga, hallan a otra chica de Cornellá de Llobregat muerta a manos de su ex novio en el sur de Inglaterra. Esto antes no pasaba; bueno, ha sucedido siempre, pero no lo sabíamos.
Aunque no. La mujer se debía a su marido, a la crianza de los hijos –hablo de los ambientes más míseros y retrógrados–; puede que no dispusiera de dinero más que para comprar el pan y las judías. Sufrir, parir, callar. Algunas no podían más y se veían lanzadas a lo inevitable. Pero no las mataban, no era lo habitual.
Nos ha costado siglos. El sufragio y el voto, un trabajo más cercano a lo digno, la supuesta igualdad. Y ahora que parecíamos tenerlo… La globalización y la mezcla de culturas sin duda han ayudado mucho, y confundido en parte.
¿Cuándo habíamos oído de ablación genital? Un tema muy distinto, que también raya la vejación femenina más cruel. Los móviles y el whatsapp son de hace cuatro días. ¿No influirán también en que la relación sea más instantánea? ¿Con menos tiempo para el aguante mutuo? Por lo que me han contado, nuestros abuelos no controlaban dónde iban las abuelas, como algunos jóvenes de ahora. ¿Hay más urgencia para el sexo?
Claro, que no va solo contra nosotras. Aparecen en ríos bebés y adolescentes, cajas sorpresa con juguetes eróticos, que luego no son tales, o citas a ciegas que conducen a un viaje sin retorno. ¿Será contagio, como dicen que a veces pasa con el suicidio?
“Ha tenido numerosos trabajos de hostelería, pero siempre quiso ser su propia jefa”. Van ya 47 en lo que va de año. ¿Cuántos huérfanos más?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 4 de octubre de 2019).
Mal de gota

Ontinyent. Foto EFE
Pasó días atrás, pero las consecuencias permanecen. Un verdadero cementerio acuático de automóviles; cientos de miles de hectáreas anegadas que se disparan por los aires y suben día a día; 25.000 personas afectadas, que se dice pronto, muchas de repente sin hogar. Cuentan que fueron siete de momento los fallecidos, en su propio coche o cruzando la calle. Valencia, Alicante, Murcia, Almería, todo el este peninsular; especialmente castigados Los Alcázares, Orihuela u Ontinyent. ¿Y ese niño salvado en un balde de barro como un nuevo Moisés?
A mi familia en Sagunto no le tocó. Cádiz, Córdoba, Jaén, Málaga y Sevilla. En días posteriores la DANA se extendió al centro: Ciudad Real, Toledo, Madrid, Cuenca, Guadalajara… Entre Arganda del Rey y La Poveda se paralizó el metro; y allí Editorial Verbum, que me publicaría Pájaros de silencio, también damnificada por la tromba.
Y hablando de literatura, cuenta la tradición cómo en el Palacio del Marqués de Velamazán, en un estrecho habitáculo destinado a los condenados, se infringía en la Edad Media y aun después el terrible castigo de la gota de agua sobre el cráneo. Más conocida como gota china, su origen se debió al médico y abogado italiano Hippolytus de Marsiliis allá por el siglo XV. Nada que ver con la gota fría, como de lo atmosférico a lo social, pero ambas devastadoras.
Una tercera acepción de la palabra entraría en el ámbito de la salud: “Enfermedad causada por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones de las extremidades, en las que produce hinchazón muy dolorosa” (según el DRAE). Es el caso de Carlos I de España, quien tras las abdicaciones de Bruselas (1555-56) llegaría a Laredo, el castillo de Oropesa o el monasterio de Yuste, donde reposar y curarse de tamaña dolencia. Y de la reina Ana de Gran Bretaña (siglo XVIII), última de los Estuardo, cuyas maquinaciones políticas y afectivas inspiraron la película “La favorita”.
Si no resultase superficial y de mal gusto, podríamos preguntarnos de cuál de las tres gotas sufren nuestros políticos. Lo peor, no es una depresión aislada en sus altos aires de señores ansiosos de poder. Ni un bajón repentino de aire frío en sus mentes calenturientas. ¿Mirarán por las víctimas? “Está el agua que trina de tan fría / en la pila y la alberca / donde aprendí a nadar” (Miguel Hernández).
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 27 de septiembre de 2019).
Chuletas

Foto revista Lavel
“Ha sido la primera vez que he venido a esta casa con chuleta”. Presentaba mi primer poemario en el Aula Magna de Filosofía. Aurora Egido, Rosendo Tello, Javier Delgado –a quien despedíamos el otro día–, y demás asistentes se rieron. Obviamente, jugaba con la doble acepción de “apunte que se lleva oculto para copiar en los exámenes” y “nota o conjunto de notas que utiliza quien habla en público para recordar algunos puntos de su exposición”, según el Diccionario de la lengua española de la RAE.
La intertextualidad entre distintos autores aporta riqueza y mayor comprensión. Otra cosa es extrapolar una cita clásica a nuestros días, o, el peor pecado de la era digital, copiar y pegar. Título de un libro en cursiva; una parte del mismo o un artículo, entrecomillado. Se usan comillas “para enmarcar la reproducción de citas textuales”.
Nos lo recalcaban machaconamente en la Facultad; y en los cursos de teletrabajo o diseño de páginas web: palabras de otro, siempre entrecomillar, y explicitar el nombre de su autor o autora. A nadie se nos ocurría poner en el curriculum académico un título o un máster que no hubiésemos logrado con esfuerzo –minoritarios los segundo–. Es más, a algunos se nos repetía la pesadilla de tener pendiente una asignatura, pese a haber terminado la carrera.
Me da igual la inclinación política o ideológica, si es presidente del Gobierno, del Senado o papa. Hay actitudes que deberían estar penadas como delito intelectual: “presentar el trabajo ajeno como propio, incluir frases de otros autores sin citarlos, no usar las comillas en las citas literales, dar información incorrecta sobre la verdadera fuente de una cita, parafrasear a un autor sin citarlo, parafrasear de forma abusiva aunque se mencione la fuente y el autoplagio, presentar un trabajo propio ya publicado como si fuera nuevo” (Javier Chicote, ABC).
Y volvemos al Diccionario de la RAE: plagio, del latín tardío plagium, ’acción de robar esclavos’, ’acción de comprar o vender como esclavos a personas libres’. Y plagiar, ‘robar cosas ajenas’. ¿Pactos, coalición de prueba o nuevas elecciones? Solo sé que a principio de curso dan muy mal ejemplo; a no ser que los jóvenes quieran matricularse en la carrera de chulo, ‘que habla y obra con chulería’; o de chuleta, diminutivo despectivo de chulo, ‘presumido’. ¡Así vamos tirando!
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 20 de septiembre 2019).
Turismo accesible

Foto Jesús Alba Enatarriaga
“El Turismo Accesible o Turismo para Todos no se limita a la eliminación de barreras físicas, sensoriales o de la comunicación, sino que tiene por finalidad lograr que los entornos, productos y servicios turísticos puedan ser disfrutados en igualdad de condiciones por cualquier persona con o sin discapacidad” (Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física).
Cada vez más organismos y asociaciones nos van dando noticia de recursos y lugares al alcance de una silla, un bastón o una visión o movilidad reducidas. Prefiero mirar la cruz de la moneda y dar fe de mi yincana veraniega.
Entregábamos los premios del II Certamen de Relato Breve Villa de Velamazán. El Ayuntamiento del pequeño pueblecito soriano no dispone de ascensor, ni el salón de actos, como tampoco la hermosa casa rural sita en el palacio de los marqueses de González de Castejón. En estos casos, la tracción humana de los compañeros de camino suple solidariamente todo artilugio elevador.
Segunda escala del verano, el encantador San Sebastián. La magia de la playa de La Concha, el puerto o el Antiguo; los tres montes al fondo de Ondarreta, el Peine de los Vientos, las vistas desde Igueldo o Miramar. Una pena no poder acceder a la isla de Santa Clara, ni a los barcos que acercan a los turistas o el funicular; no tener forma humana de ir al baño en el parque de atracciones ni de ducharse en la alta bañera del hotel. Hasta a Woody Allen le subiría la ansiedad. ¿Será accesible el metro?
De jóvenes, mis amigos y yo podríamos subir en góndola en Venecia, extasiarnos en Florencia con Santa María del Fiore o la Galería Uffizi; visitar en Roma el Moisés o la Piedad, las Termas de Caracalla –días antes del concierto de los tres tenores–, Castellgandolfo o San Pablo Extramuros, u hospedarnos en la casa de San Camilo del siglo XVI. Ahora, con la peregrinación de la parroquia, lo recordaba.
El ocio es un derecho recogido en la legislación española y universal. Los Estados Partes se comprometen a “Asegurar que las personas con discapacidad tengan acceso a los servicios de quienes participan en la organización de actividades recreativas, turísticas, de esparcimiento y deportivas” (“Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, art. 30.e). ¿Para cuándo una ley que regule el sentido común?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 13 de septiembre de 2019).
Blanca

Foto Maiter Fernándes / Archivo Heraldo
Conozco a varias Blancas, pero ninguna otra medallista olímpica ni pionera en deportes de invierno. Todos los que tenemos una edad recordamos a Paquito Fernández Ochoa, que en el 72 se llevaba la medalla de oro en los Juegos de Sapporo (Japón). Ocho años después, coincidía con Blanca en el Lake Placid (EE. UU.). Sarajevo’84 (Bosnia-Herzegovina), Calgary’88 (Canadá) y, tras la caída en estos últimos, la medalla de bronce en Albertville’92 (Francia).
Desde el pasado sábado nos mantuvo en vilo a cientos de voluntarios y trabajadores del bien común, a millones de españoles e inmigrantes (que ahora cabemos todos en solidario espíritu deportivo). Más allá de nuestras fronteras saltó también la alarma. ¿Solo una porción de queso en el híper? ¿Adónde se dirigía? ¿Qué pensamientos cruzaban por su mente? ¿Pasaba una etapa depre en su vida? Y si alguien la siguió…
El móvil dejado en el coche, 15 euros, unas sencillas chanclas. Ni tan siquiera un saco de dormir. ¿Pensaba regresar pronto? ¿Comentó algo a alguno de los miembros de su numerosa familia? Como todos nosotros en alguna ocasión, de vez en cuando, quiso perderse en un punto querido de la sierra, cercano a Cercedilla. Ahora iría en serio.
Las respuestas se las llevarían las cenizas, la sepultura, el viento. Solo una pregunta más como simples mortales. Si todos somos ríos que van a dar a la mar, o al aire fresco de la sierra, ¿nos trata igual la muerte? Hay muchos que se pierden en el monte, demasiadas mujeres desaparecidas. ¿Y por qué un guardia no en activo con su perro fiel? El misterio es parte del día a día.
Federighi, el cuñado de Blanca, declaraba a los medios: “Esperamos con el último corazoncito que no sea. Nos agarramos a ese clavito”. La esperanza es lo último que se pierde.
Gigante de Vail’85 (EE. UU.), tres pruebas de eslalon Sestriere’88 (Italia), Morzine’91 (Francia) y Lech’92 (Austria). Premio Reina Sofía a la mejor deportista española (1983-1988), Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo; veinte podios en total. Los Fernández Ochoa, una saga de sanos hermanos deportistas –cinco de los siete, olímpicos–, más los hijos de Blanca, Olivia y David, dedicados al rugby. Se marchaba en el pico de la Peñota, uno de sus lugares favoritos, tras besar la estatua de Paco. ¿Se puede pedir más? Quizá, la vida.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 6 de septiembre de 2019).
El final del verano

Foto Jesús Alba
Julia, Chanquete y los chicos de Verano azul nos acompañaron a toda una generación, con aquel estribillo del Dúo Dinámico: “El final del verano llegó, y tú partirás. / Yo no sé hasta cuándo este amor recordarás”. ¡Anda que no ha cambiado todo ni nada!
Los veranos son más rojizos y de ceniza, ¿cómo los plasmaría la pintora? Y hasta los peces comen plásticos. La pandilla se comunicaría hoy por whatsapp, aun a la orilla del mar; el destino podría ser Salou, en lugar de Nerja, tras la prueba de Evau, y los chavales mucho más independientes de los padres –afectivamente, que no en lo económico–.
Los papás de Desi llamaban la atención por haberse separado. Hoy las familias monoparentales, habidas de diferentes matrimonios o de dos padres o madres, son admitidas socialmente. ¿La primera menstruación de Bea? Los temas sexuales entre adolescentes y menores están yendo, por desgracia, bastante más allá. ¿La construcción de apartamentos en el barco del viejo marinero? La burbuja inmobiliaria ha ido y ha venido, pero si algo ha cambiado en las últimas décadas es la especulación, la corruptela y el ansia de poder.
Formas, tecnología y contenidos han podido modificarse, pero habrá temas eternos, como el enamoramiento y el amor, la relación entre padres e hijos o la muerte. ¿Quién no lloramos en febrero del 82 con la pérdida de Chanquete? “Algo se muere en el alma / cuando un amigo se va…”, en letra original de Manuel Garrido, e interpretada luego por Los del Río y tantos otros.
Somos de muchos más colores y culturas, aunque la esencia humana permanece. Como en la película “El peral salvaje”, del turco Nuri Bilge Ceylan: reflexiones en torno al deseo de ser escritor, el papel de la mujer, la pobreza, la guerra, las diferentes formas de entender una misma religión, la vejez o la lucha por la vida. Cuando en cada reposición contemplo a Quique, Javi, Pancho, Bea, Desi y los peques de la panda, ¡cómo veo reflejados a mis sobrinos!
Puede que más turístico, pero Nerja continúa azul, con La Dorada y sus escenarios naturales. Como San Sebastián, donde tuve la suerte de volver esta semana: el monte Igueldo, el Turull, la isla de Santa Clara, el Antiguo, Ondarreta o La Concha. “Pero sé que en mis brazos yo te tuve ayer. / Eso sí que nunca, nunca yo olvidaré”. El verano interior no tiene final.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 30 de agosto de 2019).
San Roque

Foto www.wikipedia.org
Nuestra Señora de Begoña en Bilbao, Virgen de la Paloma en Madrid, Virgen de la Candelaria en Tenerife o de los Reyes en Sevilla. Ayer 15 de agosto se celebraban en muchos pueblos de España, Aragón y Castilla, diferentes advocaciones de la Asunción de María. Hoy 16 es San Roque, patrono de la peste, protector de los peregrinos, enfermeros o cirujanos. Entre otros, Santiago de Compostela, Navarrete (La Rioja), Calatayud o lugares sorianos como Navaleno y Velamazán, por librar a sus habitantes de la terrible.
Y aquí entro en escena, junto a mi entrañado tronco familiar, generación tras generación. Se me pierde la memoria en el limbo de la primera infancia cuando mis padres me llevaron a las fiestas del pueblo. Dicen que con un añito me montaron en el trillo con la tía María, y con meses me pusieron en un altarcillo de los que colocaban para el Corpus con los recién nacidos, emulando a Jesús.
No conocí a los gaiteros, que animaban con sus gaitas el baile de la plaza. Sí al señor confitero y su señora, que nos traían pipas, caramelos, chicles, trompetas, gafas de juguete, cámaras de fotos y otras golosinas –no se llamaban chuches. Los ejes centrales, la misa y procesión de la Virgen de la Dehesa y de San Roque–; y la Luminaria u hoguera la noche del 15, que se remonta a los ritos paganos de festejo y agradecimiento por la cosecha.
La Virgen de la Dehesa, con elegante manto negro sobre su figura austera de mujer velamantina; y San Roque, bordón, sombrero y capa, junto al perrillo con la hogaza en su boca, y la llaga en la rodilla. La emblemática y los símbolos se repiten. Algún siglo después, Juan de Dios y Camilo de Lellis, también la pierna herida, también patronos hospitalarios.
La iglesia del Refugio y de la Santa Cruz se debió a los donativos de una rica devota, allá por el XVII, que pidió a San Roque la sanación de su familia. Y es la reunión entrañable de abuelos, padres, hijos, nietos, hermanos, tíos primos, otra de las claves de la fiesta.
Hemos cambiado. La Santísima Trinidad se pasó al 17 –la España vaciada no permitía celebrarla en junio. Los gaiteros se ha sustituido por la disco-móvil, o por grupos de músicos itinerantes que muchas veces van de Zaragoza. Los peques han caído en la fiebre del móvil. Pero la esencia continúa. Y, milagro, tan diversos en miras e intereses, unos días al año somos todos pueblo.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 16 de agosto de 2019).
Agostados

Foto Aranzazu Nabarro / Heraldo
Agostar: “Dicho del excesivo calor: Secar o abrasar las plantas”. O también: “Consumir, debilitar, o destruir las cualidades físicas o morales de alguien”. Estas dos primeras acepciones del Diccionario de la lengua española de la RAE nos vienen como anillo al dedo. Y es que desde el pasado junio este veranito se las trae. Y no solo deseca o consume los seres vivos vegetales o inmensas extensiones forestales, sino también los sesos, como los del valeroso hidalgo Don Quijote de la Mancha.
No hay más que abrir la prensa o el kioscymas.com. Una nueva mujer asesinada; más accidentes en la carretera; un bebé cae al vacío desde una cuarta planta; incendios a tutiplén… Casi nos abrasanos vivos, los nervios están a la que saltan y el planeta huele a chamusquina. Atentado en la Universidad de Kabul; terremotos en Grecia; cambio de liderazgo que dejarán más huella que un meteorito; calores históricos en Nueva York. Irán juega a Los barquitos en el Golfo Pérsico con Estados Unidos, mientras Donald Trump se entretiene con jaulas de niños morenitos.
Y la epidemia, más de falta de juicio que de Ébola, llega a España. La semana pasada celebrábamos sesión de investidura, y el guirigay como esperábamos se desató. Que si usted solo quiere ocupar sillones a fuerza de extremos e independentistas. Que si a cambio de un ministerio yo le aseguro… una izquierda social, ecológica y feminista. Y en la bancada opuesta, PP y C’s contraatacan, obviando al partido verde. Y el PSOE desviviéndose por los tonos y los mandos monocordes. No salió.
Agostar, en su tercera acepción: “Arar o cavar la tierra en el mes de agosto para limpiarla de malas hierbas”. Tampoco aquí estaban las aguas claras. Podemos no hacía tan buenas migas con el PSOE; CHA, IU, PAR, una combinación aleatoria harto compleja. Parece que ya sí ¿Comenzará agosto con buen pie?
Como última acepción: “Dicho del ganado: Pastar durante el tiempo de sequía en rastrojeras o en dehesas”. Y dos connotaciones: rebaño, y animal que consume pastos y evita incendios. Ante el calor, nada mejor que lugares fresquitos donde abunde el agua, los pastos naturales y la cultura popular, llámese Jaca o Pirineo. Y muy pronto a la Luna, donde disfrutaremos de lecciones digitales sobre el genoma humano, el Big Bang, el cambio climático o el antiguo juego del ajedrez. ¿Calentamiento visceral?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 2 de agosto de 2019).
¿Infancia libre?

Foto Libertad Digital / Agencias
Siempre he pensado que, para crecer felices, los niños han de tener una madre y un padre. Yo tuve dieciséis tatarabuelos, ocho bisabuelos, cuatro abuelos, un papá y una mamá. Descubrir eso a los peques de Infantil y Primaria les encanta, lo sé por mis sobrinos. Hasta el momento, mis padres, tíos y hermanos han permanecido juntos; y servidora lleva ya dos décadas de feliz relación. ¿Un oasis en mitad del desierto?
Soy consciente de que hoy todo es muy complejo: relaciones de una noche o veinticinco años, parejas de ida y vuelta, familias mono o biparentales. Dentro de todo ello, tendencias mixtilíneas, diversidad de hábitos, el “cacao maravillao”. Antes, la familia de tu chico o tu chica se incluía en el lote, ahora no siempre.
Y en caso de separación, por motivos mayores, ¿a quién quieren más los niños, a papá o a mamá? Tampoco es tan sencillo, y por eso que una jueza o un juez lo acabarán determinando; Y no siempre se cumple la sentencia. Muchas mujeres se han hartado ya, y han cambiado las tornas. ¿Una guerra de sexos? ¿O tomar la justicia por su mano?
Algo gordo nos pasa, para sacar los secretos de alcoba a la vía política. Los hechos son muy similares en la cuatro condenadas hasta la fecha: separación de la pareja, sustracción y ocultación del hijo, de la hija, acusación al ex de abusos al menor.
¿Estupefacientes? ¿Cóctel de alcohol con odio? ¿Sufrimiento íntimo insoportable? ¿Organización manipuladora? ¿Qué hay detrás?
“No está demostrado que yo me llevase a mi hijo y lo sustrajese para evitar que estuviera con su padre” (María Sevilla). También Patricia González y Ana María Bayo serían detenidas tras ocultar a las niñas de sus padres. “No sabía si mi hija estaba viva o muerta”, declara Mauro, ex pareja de Rosa de la Osa, a quien se le privó durante cinco años de la niña.
De una parte, quienes se sienten identificadas: “Somos cientos, quizá ya miles de madres y con nosotras miles de niñas y niños las que nos encontramos en situaciones parecidas a las que se han encontrado las mujeres de la asociación ‘Infancia Libre’”. De otra, la trama tapadera.
¿Qué pensar como mujer? Que los niños no mienten, solo los hijos de la noche no salen al pleno día. Y la verdad no tiene más que dos caminos, dos pilares sólidos, que son mamá y papá.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 19 de julio de 2019).
El otro bastón

Foto www.eldiario.es
Políticos los hubo y los habrá, con diversas tendencias y limitaciones. Los parapléjicos Francisco Vañó (PP), Juan Carlos Ramiro (PSOE), Teresa Perales (PAR), Pablo Soto (Ahora Madrid); el socialista Chuso Rago, alcalde de Monrepós i Mirambell (Valencia) y tetrapléjico desde los 15 años; ciudadanos afectados de AME (atrofia medular espinal), como Pablo Echenique o Virginia Felipe, diputada de Podemos por Castilla-La Mancha; Ángela Bachiller, edil popular de Valladolid con síndrome de Down; el periodista Raúl Gay…
En la presente legislatura estrenamos alcaldesa con parálisis cerebral. Carolina Alonso Fernández es la primera mujer con el bastón de mando en el pueblo, Villamuelas (comarca de la Mesa de Ocaña, Toledo). “La parálisis cerebral es únicamente una limitación física, no te impide pensar ni tomar decisiones”. ¿Por qué ha llamado tanto la atención en los medios?
No estamos habituados. Seguimos identificando la PCI (parálisis cerebral infantil) con niños que precisan del apoyo de sus padres para todo, que no pueden andar o incluso hablar. No sirve generalizar. “Los tipos de PCI vienen determinados por el patrón de afectación y la intensidad de los síntomas que determinarán el impacto funcional de la lesión y la autonomía de la persona” (María José Mas Salguero, neuropediatra).
Carolina no podía caminar de pequeña, y ahora usa tacones y una cabeza muy bien amueblada. He conocido a compañeros paralíticos que han subido el Atlas, madres como estrella, administrativas, profesoras de Universidad como Eva Gil, pioneras, rompedoras de clichés. De los más recientes, Álex Roca, que con un 76% de discapacidad ha superado la Garmin Titan Desert 2019, la prueba ciclista más dura del desierto.
¿Alguien piensa que somos diversos intelectuales por nuestra lengua oscura? Y aun así. “Dar funcionalidad a la residencia de mayores, remodelar nuestra plaza mayor y crear una Oficina de Atención al Ciudadano, donde, personalmente, atenderé las propuestas de mis vecinos”. No es cuestión de color ni paridad.
“Dar visibilidad a las personas con discapacidad en la sociedad, y nada mejor que hacerlo desde un cargo público”. Licenciada en Ciencias Políticas, Máster en Recursos Humanos, afiliada a Nuevas Generaciones del PP desde estudiante. ¡Enhorabuena, Carolina! Tú sí puedes.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 5 de julio de 2019).
Chicho Ibáñez Serrador

Foto Efe Madrid
Tendría 4 años, aquel verano en Tarragona; la primera vez que asistía a un partido de tenis con mayores. Mis obsesiones, cortarme las uñas e “Historias para no dormir”. Menos mal que los peques, los hijos de la patrona y yo, nos íbamos pronto a la cama.
“Mañana puede ser verdad”, “La historia de Saint Michel”, “Historia de la frivolidad” (no estábamos ni en la Transición intelectual), “El televisor” o “Mis terrores favoritos” no nos marcarían tanto, éramos muy niños. Habría que esperar a los 70 y el “Un dos tres… responda otra vez”; con las secretarias y sus enormes gafas, Don Cicuta y los Tacañones, su versión femenina y luego Ruperta. Ya nos reuníamos toda la familia frente a una pantalla que pasó del blanco y negro al color. Ya entendíamos el humor y las picardías. Kiko y Mayra, las mamás chicho… ¿Cuántos actores desfilarían ante nuestras pupilas asombradas y divertidas?
Sus películas, “La residencia” y “¿Quién puede matar a un niño?” (hoy por desgracia nos sorprende menos), pasaron desapercibidas. Lo mismo que el teatro, “Aprobado en castidad”, “El agujerito” y “El águila y la niebla”; o la labor de Chicho en Radio 80 y en la Ser. Si algo volvió a reunirnos en el salón, a mayores y jóvenes, y adolescentes a hurtadillas, sería “Hablemos de sexo”, en los 90 democráticos. Con Elena Ochoa. Para muchos sería el despertar.
Waku Waku o el amor por los animales, El semáforo o el aplauso del público… Los galardones llegan en su momento. Premio Nacional de Televisión, Premio Feroz de la prensa cinematográfica, Seminci de Valladolid, Premio Villa de Madrid y Lope de Vega, Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes, Maestro del Fantástico del festival Nocturna, Premios Ondas, Goya de Honor.
Acudía a recibirlos siempre que pudo. Se retiró a su casa de Somosaguas cuando lo vio imprescindible, a su silla de ruedas, su asistencia personal indispensable. Lo asumía con paz, acompañado y seducido por sus clásicos de siempre: de Edgar Allan Poe a Alfred Hichcook. La enfermedad con la que convivió de niño lo habituó a la soledad. “El teatro, siempre lo dijo, fue su escuela, y el ámbito en el que, poco a poco, descubrió que la dirección y la escritura le atraían más que la actuación”. Nos mantuvo vivas y despiertas a varias generaciones. Gracias, Chicho. Sigue velando por la creatividad nuestra de cada día.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 28 de junio de 2019).
Sexualidad diversa

Foto www.medulardigital.com
“[los Estados Partes] Proporcionarán a las personas con discapacidad programas y atención de la salud gratuitos o a precios asequibles de la misma variedad y calidad que a las demás personas, incluso en el ámbito de la salud sexual y reproductiva” (Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, art. 25, a).
Hoy diversidad funcional, sexualidad y maternidad se complementan. Cuando Estrella Gil, licenciada en Biblioteconomía y con parálisis cerebral, publicaba Maternidad adaptada ironiza respecto al ginecólogo: “Cuando le comenté que quería ser madre, me especificó que hacía falta tener relaciones sexuales. ¿No me diga? Gracias por la información, así no tuve que esperar a la cigüeña”.
No fue mi caso. Una acusada anemia detectó un mioma uterino. Inyecciones de hierro y un fuerte tratamiento no hicieron remitir los flujos, y el Doctor Torrejón optó por una exploración con anestesia. Todo aconsejaba intervenir.
Me operaron domingo, dada la urgencia, en la festividad de San Juan de Dios –en su hospital había nacido–. Casi me voy de sangre, como la Hemorroísa. Todo saldría bien.
Tras la histerectomía, me planteaba: “¿Qué color tiene el alba cuando se pare a un hijo?”. No lo compartí con don Antonio; sí la alegría de tener pareja. “¡Si eso es lo más natural del mundo!”, me diría. Siguieron muchas revisiones, ginecológicas y mamarias. Primero, en el despacho biblioteca de su casa, con libros desde la pubertad y adolescencia, a las enfermedades de la mujer sobrevenidas con la edad; luego en las clínicas.
Su esposa Lina y él te compartían el estudio de los hijos, la llegada festiva de las nietas… Fuimos creciendo, física, personal y tecnológicamente –pese a que muchos mamógrafos aún no estén a la altura de una silla–. Especialista en Obstetricia y Ginecología, como su padre, por vocación.
“Aprobar protocolos y normas éticas para la mejor de las prácticas profesionales en la atención a la salud de las personas con discapacidad” (Ley de Derechos y Garantías de las Personas con Discapacidad en Aragón, art. 13, d). Lo visité hace dos meses. Don Antonio Torrejón Sánchez fallecía el 30 de mayo. Recogía HERALDO esta esquela: “Sus compañeros de la Asociación de Ginecología y Obstetricia de Aragón (AGOA). En reconocimiento a su trayectoria profesional y calidad humana”. Doy fe de ello.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Triibuna", "El Meridiano", viernes 21 de juniio de 2019).
Universitarios

foto www.heraldo.es
Parece que fue ayer cuando hice mi Selectividad, antes de la reforma. Venía del Imbad (Instituto Nacional de Bachillerato a Distancia), con alguna tutoría en el instituto Goya –Literatura e Historia del Arte–, mis queridos Camilos y profesores de Auxilia. De ahí a examinarme en una sala del Interfacultades, la primera vez que lo hacía con mi máquina eléctrica, fue un salto mortal. Tenía buenas mallas, la familia y el entorno, y además no me iba a caer.
Creo que me tocó comentario de texto de un periódico, se me daba bien. Debí elegir un tema filosófico antes que histórico. El ejercicio de Latín sí lo recuerdo. Fueron dos días intensísimos, mucho calor. Los nervios, el terminar extenuada y la emoción se apoderaron de la memoria concreta de las cosas.
Y parece que ha sido hoy por la mañana cuando esperábamos a las puertas del paritorio a que naciese Juan, el mayor de mis cuatro sobrinos; cuando salió llorando deslumbradito por la luz; cuando a los seis meses me daba cada cubeta de color que le pedía; cuando lanzaba por el pasillo calculadamente rectos los coches de juguete; cuando se le encendieron los ojitos al saber que tenía ya un hermano; cuando aprendió a leer y jugábamos los tres al “Veo veo”… Los pasados 4, 5 y 6 se examinaba de Evau. Se nos ha hecho un hombre, responsable y ojalá que feliz.
Historia a la mañana; Lengua y Literatura e Inglés por la tarde; Matemáticas el segundo día; Dibujo el tercero, optativo. Desde muy pequeñín le gustaba el dibujo, ¡qué cosas tiene el alma humana! Nada de relojes ni dispositivos móviles, boli negro y azul, las orejas bien limpias de cualquier supletorio. Y una, aquella “tía Pi, tía Pa, tía Po” que me llamaba Juan sonriéndose de muy niño, o la “ía-ía” que me decía mi tercer sobrino, jugando con el sonido de las letras, se va sintiendo anciana, cuando no antediluviana. Del tiempo de los iguanadóntidos al menos.
Los jóvenes de ahora se dividen por autonomías. ¿Matemáticas a la valenciana o el discurso de Pilar Raola? En positivo, tienen muchas más tablas, información, tecnologías para un futuro empleo más al alcance de la mano. “Yo creo que el carácter se forma con la dificultad, y creo que este es el gran error de hoy en día” (Toñi Nadal, tío de Rafa). Y tú, Juan, tienes carácter. Serás un ingeniero excelente. Disfrutadlo en Salou.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 14 de junio de 2019).
Carta al hijo

Foto Europa Press / Efe
“Tomo esta decisión desde el gran cariño y orgullo de padre que por ti siento, con mi lealtad siempre”. Nada que ver con la misiva del escritor checo a su progenitor, sino todo lo contrario. Esta epístola, de un padre a su hijo, que se ha hecho pública y viral, se basa en el afecto y el respeto mutuo.
Según de qué lado venga el viento de la política, o dónde se vaya –como diría Fernando Arrabal en Fando y Lis–, emisor y receptor de la citada carta podrían ser más queridos o vilipendiados. Me vienen a la memoria las palabras de una amiga cuando el matrimonio de la infanta Elena: “También a los reyes les duele la barriga”. ¡Y qué verdad encierran!
Con 3 años recibiría el Toisón de Oro. A los 10, sería destinado por Franco y Don Juan a formarse en España, desde la vecina Portugal –atrás el accidente del hermano, a fuerza de estudio y compromiso–. Y muy pronto la Academia General Militar y Zaragoza y Aragón, para siempre en sus venas: visitas a la calle Alfonso y a la Pilarica, príncipes o reyes, con los niños; el gusto por nuestra gastronomía y las pistas de esquí, junto a las catalanas; y los momentos lúgubres, el atentado a la casa cuartel o la catástrofe de Biescas.
“Desde el año pasado, cuando celebré mi 80 cumpleaños, he venido madurando esta idea, que se reafirmó con motivo de la inolvidable conmemoración del 40 Aniversario de nuestra Constitución en las Cortes Generales”. Y es que un rey que se precie vale para duras y maduras, para un golpe de estado o las embestidas terroristas, y para hacer camino hacia la Transición y la acogida a todos los partidos. Muchos jóvenes estudiantes, superada la Evau, no llegan a comprenderlo; ni algún joven político.
“… el recuerdo de tantas personas que contribuyeron a hacer posible la Transición política y renovar mi sentimiento de permanente gratitud hacia el pueblo español”. Ahí sí estuvieron todos: los reyes, Juan Carlos y Felipe, la Casa Real y sus familias; “auctoritas” del cambio, y nosotros, todos los españoles.
“… ha llegado el momento de pasar una nueva página en mi vida”. Justo cuando el retoño de su retoño, la infanta Leonor, comienza a despegar y echar raíces, el abuelo le entrega el relevo. ¿Heredarán nuestros hijos y sobrinos, y los hijos de estos, una España en paz y democracia por unas cuantas décadas?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 7 de junio de 2019).
La tortilla

Foto J. L. V. / Heraldo
Cuando era pequeña, recuerdo un muñequito a cuerda que lanzaba la tortilla al aire y le daba una vuelta y otra. Lo solían hacer nuestras abuelas, para que quedase bien suculento el guiso. ¿Por qué me habrá venido esta imagen a raíz del juego de las urnas el pasado domingo?
Hace un mes, nuestra peculiar torta de huevo batido e ingredientes ibéricos parecía dorarse en tonos cálidos: rojo, naranja, violeta. Un buen alimento nunca se dora en frío, aunque podría añadírsele pimiento verde, junto a la sal y la cebolla; y hasta salsa con colorante azul.
El día 26 volvimos a darle la vuelta a la tortilla, teniendo todos la sartén del mango. Seguía presentando ese matiz entre tierra y ferroso, frente a un conjunto europeo azul marino –con sus reductos ultras y ecológicos–. Y los otros cocineros, que esto va por equipos, lanzan la masa al aire y surge la otra cara: celeste más naranja cítrico más verde primavera sí que suman.
Suben al escenario rostros cariacontecidos, como máscaras de tragedia griega, y bufones alegres celebrando la victoria renovada: “Ave, Caesar, morituri te salutant”. ¿Quién pactará con quién en el juego de tronos? “Todas las fuerzas tienen que reconsiderar sus estrategias”; “el nuestro ha sido el partido que más ha crecido en estos 30 días”; “quien quiera pactar con nosotros, que reniegue de las políticas del jefe”.
Populistas, escépticos, independentistas, adeptos a la república… Parece que en la polis del siglo XXI todo vale, hasta que el Constitucional y el sentido común dicten sentencia; y la tortilla podría aglutinar agregados y sabores muy diversos. Aquí en nuestra tierra, las combinaciones tienden al infinito: de gobernar en solitario a un pentapartito, valga la palabreja. ¿No pedimos pluralismo a las urnas-augures?
Hay quien voltea la masa de la pizza, por ver si está compacta. Pero no es lo mismo; ni la tortilla francesa, solo de huevo, inventada en el asedio de Cádiz (1810). La nuestra es más de pueblo. Como Moya, Castejón y Castillejo-Sierra (Cuenca); un matrimonio de Hombrados (Guadalajara), junto al castillo de Zafra; o los dos alcaldables de Velamazán (Soria). Una vez electos, deciden entre sí al alcalde. Allí las madres siguen dándole la vuelta a la tortilla, a la española: con patata y trocitos de jamón de Teruel, y morcilla y chorizo castellanos. Somos muy nuestros.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 31 de mayo de 2019).
El escritor mimético

Foto Heraldo / Efe
“Aquí me siento a salvo. Lejos la familia, los amigos, pero seguro. Solo se oyen los pájaros, es hasta bello. Y ahí abajo Saint Gervais les Bains”. Podrían ser reflexiones de Bruno Martí –nada que ver con el mítico escritor cubano, José Martí–. ¿Estaba escribiendo su obra maestra? ¿Intuía el final?
Siempre le había atraído la montaña, desde los primeros encargos en la organización, allá a sus veinte años. “Éramos jóvenes y llenos de pasión, lo reconozco. Un país libre, independiente. Todo se hacía poco por los nuestros”. Cinco décadas después, el autor rememora su vida. ¿Siente arrepentimiento? No puede confesarlo.
“Fábricas, empresarios, entidades bancarias, guardianes de seguridad, políticos del régimen… Una amenaza. Comienzo a marearme otra vez”. Hasta las alimañas tienen conciencia, pensaba en sus adentros.
Se metió en la cabaña y volvió a salir. Se sentó en el banco corrido construido de un tronco de roble, y escribió en el suelo con un palo. “Los niños y menores no entrarían. Pero mandaban ellos, que velaban por todos desde arriba”.
A Bruno le daba vueltas la cabeza. ¿Tendría fiebre? Volvió a meterse dentro. “Euskal Herría, Madrid, Cataluña, Zaragoza…”. Una explosión, descontrolada, enorme. ¿Cuándo fue? Se confundían las imágenes. Debió ser horrible, vacía su vida, sanguinolenta memoria. Se veía en América, en un escaño del Parlamento. Todo confuso. ¿Pero por qué nacionalidad venezolana? Debía de ir al hospital…
Mimetismo: “Propiedad que poseen algunos animales y plantas de asemejarse a otros seres de su entorno”, según la RAE. En el propio parking del centro médico había un kiosco de prensa. Veinticinco crímenes de lesa humanidad, guardias civiles, decenas de personas, incluidos niños; robos a mano armada, extorsiones a comerciantes; intentos frustrados de negociación. ¿Había sido él? José Antonio Urruticoechea Bengoechea, alias ‘Josu Ternera’. No se reconocía.
“De pronto lo descubrieron, uno más entre los encapuchados, la boca tapada con un pañuelo. Huy, Joxe Mari. ¿Qué hace ahí? (…) Y sí, eran piedras. Se las tiraban con todas sus fuerzas a los ertzainas” (Fernando Aramburu, Patria). Ángel, Rocío, las dos Silvias y las gemelas Miriam y Esther, desde el cielo, no lo perdonarán. Infancia robada –nada que ver con Infancia libre–.
Este domingo volvemos a votar. Reflexionemos.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribna", "El Meridiano", viernes 24 de mayo de 2019).
¿Qué buscáis?

Foto APP / www.elmundo.es
La sentencia latina de tradición cristiana, “Quo vadis?”, podemos actualizarla con este epígrafe. Me venía la idea a colación del reciente suicidio asistido de María José Carrasco, y de Vincent Lambert, ciudadano francés al que se cree le suspenderán este próximo lunes el alimento y la hidratación artificial que lo mantienen vivo.
Vincent sufriría en 2008 un accidente de tráfico que le causa grave traumatismo craneal y lo deja pentapléjico: tetrapléjico conectado a respirador y alimentación asistida. Pareja y cuidadores optaron por la Ley Leonetti, de 2005, sobre los derechos de los enfermos y el final de la vida. Los padres, de hondas convicciones religiosas, se opondrían por vía judicial y alargarían la vida de su hijo.
“El doctor Sánchez del Hospital Universitario de Reims acaba de anunciar a la familia de Vincent Lambert que dejará de recibir su tratamiento médico para la semana del 20 de mayo de 2019”, declara la familia. El 24 de abril el Consejo de Estado tomó la decisión, ante un supuesto cambio en las condiciones de Lambert.
Los padres apelan ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y al Comité Internacional de las Naciones Unidas para la Protección de los Derechos de las Personas con Discapacidad (CIDPH). El primero se lava las manos. “No hay una emergencia médica para detener la dieta y la hidratación ni justificación para una violación tan flagrante del derecho internacional”, dictaminó el segundo.
En los Países Bajos, es ley «de terminación de la vida» (2002); en Bélgica, «ley de eutanasia» (2002); en Oregón, «ley de muerte con dignidad» (1998); en Canadá, «ley de ayuda médica para morir» (2016). “La cuestión de fondo (en España) es un problema de política legislativa. La pretensión de algunos es la derogación de los tipos penales conocidos como cooperación al suicidio y homicidio-suicidio, lo que significaría la permisión de la eutanasia, al menos, cuando mediare consentimiento de la víctima” (Ciencia | Cultura | Vida Asociación de Investigadores y Profesionales por la Vida, CÍVICa).
En enero de 2012, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa prohibió la eutanasia en 47 países. ¿Qué buscamos? Los cuidadores familiares, los altos dependientes, los políticos. Si recordamos la sentencia clásica: “Quo vadis, Domine?”. “A morir impúdicamente en la cama de tantos enfermos”, podría respondernos Jesucristo.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 17 de mayo de 2019).
La sangre altera

Foto Ppolicía Zaragoza
Tiene que ser la primavera adulterada. ¿Por los plásticos? ¿Por las calefacciones, todavía encendidas? ¿O son alergias, que afectan a las mentes igual que el sarampión? La violencia machista se eleva a la enésima potencia: la mujer de Parla, tres o cuatro días muerta a manos de su pareja magrebí, a la que ocultaba en la casa; en la Salamanca de Martín Gaite, un preso de permiso apuñala a su expareja; y en Miralbueno, un conductor de autobús quien salva a una joven de ser degollada con un cúter.
¿Y cómo definir la violencia de padres hacia hijos? A la pequeña ingresada en la UCI por presunta paliza de sus progenitores le han salvado la vida, pero no de las lesiones cerebrales que cambiarán por siempre su destino. ¿Es algún nuevo herpes el que hace que los más pequeños muestren su intimidad a través de las redes? ¿Mímesis de los adultos? Ellos no son conscientes, como la adolescente acosada por un hombre maduro a quien conoció por Instagram.
¿Solo el clima cambiante el causante de reacciones tan adversas? Acusado de agredir sexualmente a una joven borracha, pero que sabía lo que hacía. Se acuchilla a indigentes y se agrede a ancianos, a los que se les atropella con el patinete. Se mata a machetazos, y a un menor se le ataca con ácido tras una máscara lúgubre. ¿Qué virus se inocula en el polen?
Alguna mutación genética ha tenido que haber, en el tiempo meteorológico y en las conciencias, para que ahora se vea con mal pie la entrega de una madre, o de un padre a sus hijos, en el “spot” publicitario de unos grandes almacenes. Para que una Primera Comunión ascienda a 2200 euros, entre traje, restaurante, regalos y fotografías, y olvidemos la guinda del pastel, que es el Cuerpo de Cristo. O cuando una persona anciana o de mediana edad permanece semanas, meses, años muerta en su casa, hasta que lleguen los okupas.
Está fenomenal la nueva Ordenanza Municipal de protección al más fiel compañero de la mujer y el hombre, según el célebre cuadro de Jan van Eyck. Que en Zaragoza se rescate a un corzo malherido, se busque al dueño de un canario, y en Huesca se le ayude a una perrita extraviada. Incentiva la ternura infantil. Se ha hecho viral la asistencia de la niña china Jiajia, de seis años, a su padre parapléjico. ¿Y si la primavera también viene de oriente? Al menos, Natalia está con vida.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Mericiano", viernes 10 de mayo de 2019).
Alianzas

Foto Enrique Cidoncha / Heraldo
Según el Diccionario de la lengua española de la RAE, alianza denota: “Acción de aliarse. Pacto, convenio o tratado en que se recogen los términos en que se alían dos o más partes”. Y en nuestra vieja, y ahora más que nunca envejecida, piel de toro, lo tenemos claro. ¿Continuará el dueño del colchón en su oronda cama matrimonial de la Moncloa? Tendría que ser aliándose. ¿Con las candidatas unidas de morado? ¿Con los de los lazos amarillos? ¿Con el equipo naranja? La cuestión, que aquí a cada uno le gusta dormir a pierna suelta.
Cuando escribí estas primeras líneas, los dioses y las urnas no habían dictaminado, y era arduo vaticinar, cuando cambian con tal facilidad el color de chaqueta. Otras acepciones de alianza: “Conexión o parentesco contraído por casamiento. Matrimonio. Anillo matrimonial o de esponsales”. Acaso los defensores a ultranza de la vida, los contras, desde el centro, de aborto y eutanasia, quienes se dicen apoyo de la diversidad de las familias, llegasen a un matrimonio de conveniencia.
En diversos países latinoamericanos, según el Diccionario de americanismos de la RAE, utilizan una palabra contundente, argolla: “Anillo de compromiso o de matrimonio”. Aquí era el “aro grueso, generalmente de hierro, que, afirmado debidamente, sirve de amarre o asidero”. Se ha puesto de moda, por eso del compromiso rural que contrajeron todos los candidatos. Y también en América: “Conjunto de personas que monopolizan el gobierno, las decisiones o el dominio en una institución, empresa o en cualquier otro tipo de agrupación”.
Los dioses y las papeletas, como modernos augurios que tenemos como democráticos, decidieron. Pero siguen ocultas al entendimiento las nuevas alianzas que dirigirán nuestro futuro y el de nuestros hijos. El rojo y el naranja son colores cálidos en principio, cercanos a la tierra y a su gente, combinan bien. Mejor que el arco iris variopinto, del fucsia al amarillo o al verde oscuro, que vete tú a saber qué simbolismo oculto puede guardar. Verde y azul marino se han quedado a las puertas de la Esfinge que rige los destinos.
Porque el misterio también tiene cabida en esta arca de alianzas que se llama España: “Arca en que, según la Biblia, el pueblo hebreo guardaba las tablas de la ley, el maná y la vara de Aarón”. ¿Asegurarán un poder seguro? ¿Y el maná cotidiano?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 3 de mayo de 2019).
Árabe y cristiana

Foto: Neri
París y Charlie Hebdo, recientemente Copenhague, Madrid y el 11 M o Al Ándalus en el punto de mira. “Las acciones integristas en países europeos no deben cambiar nuestra forma de ser. El mundo árabe no es sinónimo de terrorismo; la mayoría árabe musulmana practica su religión pacíficamente. Y hay árabes cuya religión no es musulmana, como mi padre”. Es N. N. M., licenciada en Comercio y Económicas, coordinadora del pabellón de Emiratos Árabes en la Expo 2008, casada y madre de dos niños.
“La mujer no es nada, un objeto de sexo, un clínex, de usar y tirar” (en un canal islámico de televisión en nuestro país). “Mujer, ¿nadie te ha condenado? Yo tampoco te condeno. Vete en paz, y en adelante no vuelvas a pecar” (Juan 8, 3-11). “El tema de la mujer es un tabú. Pero a la mujer se le tiene mucho respeto, y más si son mamás y abuelas. Hoy son casi todas universitarias. Terminados los estudios, encuentran obstáculos para encontrar trabajo. Pero la mujer árabe está logrando que se reconozcan sus derechos”. Vivió su infancia y primera juventud en Palestina y Jordania.
Las tres religiones monoteístas convivieron en nuestro suelo geográfico, alguna coincidencia existe: “Y acordaos de cuando Moisés dijo a su pueblo: ‘Oh, pueblo mío, en verdad habéis obrado mal con vosotros mismos tomando al becerro para adorarlo” (surah 55 de El Corán). “El conflicto es más de las personas, de quienes no respetan a los demás, a la diversidad”, afirma Neri.
Su vocación, la infancia: “Una educación desde la infancia es crucial. Es una etapa que hay que vivir intensamente, y permitir a los niños jugar, explorar, imaginar y descubrir sin miedos ni prejuicios. Mis recuerdos van ligados al juego con mis hermanas y primos en el jardín de casa, construyendo mundos paralelos y dejando fluir nuestra imaginación. No teníamos muchos juguetes, convertíamos la escoba de mamá en caballo, las ollas en cascos de soldados…”.
Hija de cristiano ortodoxo y de católica, la convivencia no supuso problema: “No se juzga a una persona por de dónde es o por su fe; sino por como es y actúa. Dios es tolerancia y respeto”. Una buena reflexión, ya sea en Cuaresma o Ramadán.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 27 de febrero de 2015).
El templo

Foto www.cope.es
Fue un lunes fatídico. De eso que andas enfrascada en tus tareas y, de pronto, una imagen en televisión. ¿Un nuevo incendio? Pero si es… ¡Estaba ardiendo Notre Dame! El París más bello que teníamos en la retina del alma, la historia europea de un milenio, la cultura cristiana occidental. Del asombro a la angustia existencial, visceral casi. ¿Quizá porque soñaba todavía visitar, junto a la emblemática catedral, el Louvre, la Torre Eiffel, los Campos Elíseos? “Me moriré en París con aguacero” (César Vallejo).
Uno de los monumentos góticos más hermosos, levantado en el centro de la ciudad celta y romana, sobre el templo de Júpiter y la iglesia medieval de Saint-Etienne. Luis VII lo comienza en 1163, factura de dos siglos; testigo de las guerras de hugonotes del XVI, la Ilustración, la coronación de Napoleón en 1804, las revueltas en el XIX o la amenaza nazi en el XX, con las balas silbando entre las columnas. Luces y sombras al través de vidrieras, esbeltas nervaturas y arbotantes, que terminan llevando hacia la luz. “¿Y cómo pudo ser tan hermoso y tan triste?” (Pere Gimferrer).
Y en las redes sociales, esa otra noche oscura de la incomprensión y la ignorancia. “Notre Dame es solo la catedral del arzobispado parisino. Mientras hay tanta muerte, miseria, tantos plásticos que nos envenenan… nos hemos vuelto locos, reconstruyendo unas paredes”. Junto al Sena los cánticos, las plegarias, los ojos puestos en la misericordia de un más allá cercano. “Destruid este santuario y en tres días lo levantaré” (Juan 2, 19). No se tardó ni la mitad.
Y recordé lo que nos inculcaba de pequeños en la parroquia de Begoña Ignacio Cendoya: que el templo no lo forman piedras, sí personas. Quizá por eso el papa Francisco subrayaría en la Vigilia pascual que para descorrer la roca del sepulcro hay que mover las piedras interiores: la de quedarnos en la muerte, el pecado, los hábitos que pesan.
¡Feliz Resurrección! Y, sin embargo, el Domingo de Pascua la muerte de más de 350 inocentes: cristianos orientales, turistas relajándose en un hotel, la pareja feliz pontevedresa. El terror integrista no diferencia. “Ecclesia”, iglesia, asamblea; ¡qué ausente en política! “Por años, disfrutar del error / y de su enmienda, / haber podido hablar, caminar libre, / no existir mutilada, / no entrar o sí en iglesias” (Ida Vitale).
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 26 de abril de 2019).
Muerte santa

Foto https://religion.elconfidencialdigital.com
Entre las leyes autonómicas, la asociación DMD (Derecho a Morir Dignamente) y la RAE, existen diferencias esenciales. Según las dos primeras, ortotanasia o muerte digna es “aquella que se produce con todos los alivios médicos adecuados y los consuelos humanos posibles”; mientras en el Diccionario de la lengua española el término se define como “muerte natural de un enfermo desahuciado sin someterlo a una prolongación médicamente inútil de su agonía”. ¿Limitación del esfuerzo terapéutico? ¿Eutanasia pasiva? Suicidio, “acción y efecto de suicidarse”; suicidio asistido, “aquel en el que se le proporciona a una persona, de forma intencionada y con conocimiento, los medios necesarios para suicidarse”.
Eutanasia, “actuaciones que producen directa e intencionadamente la muerte de los pacientes y que se realizan en un contexto de sufrimiento debido a una enfermedad incurable”. Sedación paliativa, encarnizamiento terapéutico, enfermo desahuciado o terminal… De un móvil por compasión a un delito de Violencia de Género, tan compleja la praxis y la interpretación legal.
“Fuera del contexto sanitario, no hablamos de eutanasia, sino de homicidio o de ayuda al suicidio”, declaraba recientemente José Carlos Bermejo, director de Centro de Humanización de la Salud. Reconoce que Ángel y María José venían de una larga historia de sufrimiento, y la necesidad urgente de una alfabetización ética.
“Una mujer de Leganés con esclerosis pide una rampa segura para salir a la calle y sus vecinos se la niegan”, leía en la web de Telemadrid. “Querría haber leído qué apoyos humanos tenían María José y Ángel, cuántas horas, si eran suficientes. Si tenían carencia de ayudas técnicas o de adaptación de la vivienda, si habían gastado dinero de su bolsillo…” (Rosa Conca Pérez, activista pro Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad).
Me temo que estamos desviando el debate central. Socialistas y cristianos piden cuidados paliativos, “conjunto coordinado de intervenciones sanitarias dirigidas, desde un enfoque integral, a mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias”. Requieren más paciencia y recursos económicos, más saber convivir con el dolor. A Cristo nadie le ayudó a morir, salvo el Cirineo, y es consuelo de muchos. “No se muere dignamente solo cuando se decide cuándo”, según Bermejo.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 19 de abril de 2019).
Calentamiento político

Foto EFE Madrid
En Zaragoza estamos habituados. Pasamos del cierzo, la niebla y un frío que pela a los rigores del verano. Dicen que atravesamos una primavera cálida, y, de pronto, otro coletazo invernal. ¿Calentamiento global? Nos afecta a los cuerpos, las mentes, el ecosistema y, con perdón a la fauna y la flora, a la especie política.
Acaba de empezar una campaña que ha de verse partida, quieras que no, por las procesiones de Semana Santa y un paréntesis de relax que todos anhelamos; a menos de un mes vista de las siguientes elecciones y al final de una legislatura que no ha llegado a los nueve meses. ¿De ahí la imprecisión y las contradicciones?
¿Y las candidaturas? Periodistas, toreros, generales… Parece que se atisban dos extremos, a derecha e izquierda, un centro que pretende ser liberal, algún partido bisagra y un supuesto líder que no termina de aclararse. Pero las cosas nunca son lo que parecen.
Defensor a ultranza de la vida: no a la eutanasia, no al aborto, no al islamismo integrista. ¿Para qué el permiso de armas en un estado de derecho? Los viejos anti casta pretenden ser la voz frente a las “cloacas del Estado”, la corrupción, la incoherencia. Y luego, tras obviar sus propias divisiones e inmuebles de lujo, se presentan como los más constitucionalistas, a través de horizontes de colores y diversas garantías sociales.
El centro liberal aglutina en sus filas a herederos del antiguo CDS, cosmopolitas de sangre aristocrática, catedráticas de Derecho. Y mientras apuesta por valores como la dignidad, la vida de los pueblos y la sacratísima libertad, defiende volver a centralizarnos. ¿Termina de mojarse?
Los hay quienes pactan con derechas, por eso de los cómputos y el encaje de bolillos. Sin embargo, su discurso gira en torno a la maternidad subrogada, los derechos de los LGTB, ley de eutanasia antes que ley de paliativos. ¿En qué quedamos? Y hay quien se vende por un plato de “calçots” o una porción de independentismo, con tal de no volver a perder la silla, como en Sevilla, o cambiar de colchón.
Claro que todas las formaciones llevan sellados nombres y formas de mujer: Isabel, Irene, Inés, Cayetana, Edurne. Y hasta quienes muestran apariencia misógina, se dicen dispuestos a apoyar a la mujer en sus momentos más difíciles. Quizá sea pronto, todavía, para echar por tierra la esperanza.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 12 de abril de 2019).
Un pueblo es...

Foto Jesús Alba Enatarriaga
La tía Adela tocaba la campana que se había salvado al caerse la torre. La Jesusa y el Pablo cuidaban del toro de la villa; mientras la tía Narcisa se sabía romances, refranes y acertijos de más de una centuria. Había matrimonios jóvenes que les aseguraban un tránsito en paz. Mi tío llevaba las tierras del abuelo, que visitaba paseando; y el tío Elías nos dejaba su burra, con la recorrimos todo el término. Aquel verano hizo furia el sinfín, un tubo que subía el grano del remolque a la cámara.
Las calles no estaban asfaltadas ni el agua en las casas, y no había teléfono en kilómetros a la redonda. La escuela había cerrado años antes y los chicos iban a Almazán. Pero la vida hervía y nacían bebés; y junto al Teleclub la tienda de la Brígida abría a diario. Hasta el confitero y su señora hacían las delicias de los peques en la fiesta mayor.
De Cela en Viaje a la Alcarria a El disputado voto del señor Cayo de Delibes, reflejaron el cambio. Mi adolescencia y la de mis hermanos no serían iguales. Matrimonios que volvían al pueblo en los veranos, con sus niñas y niños, que se hacían amigos; o mayores jubilados, después de haber pasado la vida en la ciudad. El panadero, frutero y carnicero pasaban algunos días en semana.
“Viajar por la España vacía es viajar por apellidos de gente conocida. Un desvío en la autopista, una señal en una carretera secundaria, cualquier indicación conduce a pueblos que son apellidos de familias que salieron una vez de allí y no volvieron más”, afirma Sergio del Molino en su ensayo. Y Rafael Navarro de Castro en La tierra desnuda: “¿Somos capaces de conservar las acequias? ¿Somos capaces de sacrificarnos y andar tres horas cargados para arreglar una?”.
Las crónicas de Miguel Moreno y los libros de viaje y novelas Avelino Hernández son bellos testimonios literarios. Conforme avanzaban las cosechadoras y el GPS en los tractores, y se volvía a levantar la torre, desaparecían las personas. “Con una frase no se gana un pueblo / ni con un disfrazarse de poeta, / a un pueblo hay que ganarlo con respeto, / un pueblo es algo más que una maleta / perdida en la estación del tiempo…”, cantaba María Ostiz. Ahora se lo han creído.
Mucho antes del Ainielle de Julio Llamazares, poner remedio. El palacio del Marqués de Velamazán es hoy un espléndido alojamiento rural, sin ir más lejos.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 5 de abril de 2019).
Soy testigo

Foto www.elespanol.es
Ha conmocionado a Huesca la situación de extrema gravedad de una joven paciente que se negaba a una transfusión, como hace veinticinco años convulsionó la muerte de un menor, por voluntad expresa de los padres, a no recibir sangre de donante alguno. Ahora ha sido la muchacha quien se ha opuesto al deseo de sus progenitores, acogiéndose a su testamento vital, según la Ley de Autonomía del Paciente (de 14 de noviembre de 2002): “Por el documento de instrucciones previas, una persona mayor de edad, capaz y libre, manifiesta anticipadamente su voluntad, con objeto de que ésta se cumpla en el momento en que llegue a situaciones en cuyas circunstancias no sea capaz de expresarlos personalmente, sobre los cuidados y el tratamiento de su salud” (art. 11.1).
En 2008 otro joven corría la misma suerte, también por motivos religiosos. No seré yo quien lance la primera piedra. Las tres grandes religiones monoteístas, con todas sus ramificaciones, confiesan al mismo Dios; y, junto al budismo, buscan la felicidad del ser humano, pese a que encarnación y reencarnación sigan caminos diferentes. Otra cosa es cuando una creencia justifica la amputación del clítoris; poder pegar a la mujer siempre que no le queden cicatrices; ir a la zaga del varón sin mirarle a los ojos. Autoinmolarse y llevarse al que se pille por delante me parece tan bestial como quemar a las brujas en la hoguera –mujeres aventajadas a su tiempo–.
Yo tuve una madrina, que sigue siendo mi tía muy amada. Por los años 70, cuando estaba más en boga, se hizo testigo de Jehová junto a su esposo. Vi crecer a mis primos al ritmo marcado por la Biblia, que se aprendieron de memoria con la enseñanza de su padre y en el Salón del Reino, al que alguna vez asistí. Unos niños inteligentes y obedientes, bellísimas personas que fueron haciéndose jóvenes y se casaron con miembros de la misma congregación. “El matrimonio es como un barco, el marido ha de llevar el timón”. Me asombró tanto que se me quedó grabado para siempre.
Nada de alcohol, tabaco ni relación sexual durante la menstruación. ¿Pero y la formación? ¿Y los empleos precarios? ¿Por qué no tengo sobrinos de mis primos? “Solo no habéis de comer la carne con su alma, su sangre; pues, en verdad, yo pediré cuenta de vuestra sangre como de vuestras almas” (Génesis 9, 4-5).
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 29 de marzo de 2019).
Sin apellidos

Foto www.elespanol.com - Canal Sur Televisión
El uso y los comportamientos van cambiando la lengua. Sexo: ‘condición orgánica, masculina o femenina, de los animales y las plantas’; ‘conjunto de seres pertenecientes a un mismo sexo’; ‘órganos sexuales’; ‘actividad sexual’. Siguen contraponiéndose los adjetivos en la última actualización –2018– del Diccionario de la lengua española de la RAE: bello y feo, fuerte y débil. A la definición tradicional de género, ‘categoría gramatical inherente en sustantivos y pronombres, codificada a través de la concordancia en otras clases de palabras y que en pronombres y sustantivos animados puede expresar sexo’, se suma sin embargo otra acepción más de nuestros días: ‘grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido este desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico’.
Hace unos días, se inauguraba en Sevilla la calle dedicada a Ana Orantes, víctima de violencia que hace 22 años hizo cambiar el rumbo de las cosas: “La información, la asistencia social integral y la asistencia jurídica a las víctimas de la violencia de género, en los términos regulados en este capítulo, contribuyen a hacer reales y efectivos sus derechos constitucionales a la integridad física y moral, a la libertad y seguridad y a la igualdad y no discriminación por razón de sexo” (Ley de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género –28 de diciembre de 2004–, art. 17.2).
Claro que no todo cabe en el mismo cajón. Las tres mujeres muertas a manos de sus cónyuges o parejas, del 10 al 11 del presente en Pontevedra, Málaga o Madrid, sí parecen entrar en la casuística. Aunque el octogenario pudiera tener cualquier otro motivo: demencia, hartazgo o desatención. ¿Y amputar el pene al compañero de piso? ¿Y el doctor que decide terminar con la vida de esposa y madre para que no sufriesen?
Diana Quer o la profesora Laura Luelmo, nada que ver con los hermanos de Godella, enterrados parece ser por una supuesta madre enajenada. Por supuesto, la intimidación podía ejercerla el padre sobre su compañera, y vuelta a comenzar.
¿Violencia de género? ¿Doméstica? ¿Infanticidio? ¿Abusos sexuales de un psicópata? ¿Demencia senil? ¿Enfermedad mental? ¿Impotencia? Mejor son apellidos. En cualquier caso, la licencia de armas, o nombrar un partido político en femenino, nada ayuda.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 22 de marzo de 2019).
Baluartes interiores

Foto María José Millán Álava / Filología Universidad de Zaragoza (1982-1987)
“Miré los muros de la patria mía…”. Estos versos de Francisco de Quevedo bien pudieran reflejar lo que muchos sentíamos ayer. María Antonia Martín Zorraquino fue la primera en recibirnos a mi promoción. Del “Laudeamus igitur” al “Carpe diem”, la suya fue ya una clase magistral. José-Carlos Mainer y Dolores Albiac; Juan Manuel Cacho –yo no tuve la suerte de llevar a María Jesús Lacarra–; María Pilar Cuartero y su esposo, Francisco Javier Mateu –que pensaba que yo iría como oyente–; Agustín Sánchez Vidal; Aurora Egido –cuyos exámenes me duraban ocho horas clavadas, mañana y tarde–…
Cristina, que nada más llegar me ayudó a subir al Aula Magna II; María José, que me cruzaba Ínter, ida y vuelta, como un torpedo; Esther, Teresa, Ana y Lola, que me pasaban los apuntes; Elena, con la que, además del día, compartí el viaje a Innsbruck y luego el CAP –Curso de Aptitud Pedagógica–; Pilar, Emilia, Manuel –que traducía como un crac–, Ángel, Betania, Esperanza… Más chicas que chicos por entonces en letras, no muy fácil ligar, aunque siempre… Buesa, Val, Enguita, el entrañable Túa Blesa, y D. Félix Monge, a quien apodábamos el “abuelito” –creo que salió de Maribel, mi amiga y compañera invidente–.
Mis padres y mi tía, y sobre todo el tío Fermín, que era como un alumno más, siempre llevándome a clase y trayéndome a casa; o contándome sus historias de tío cebolleta, y mojándonos y riéndonos cuando regaban los jardines, “Buenos días”, saludaba educado el profesor. Muy difícil llegar a las nueve en punto. “Ese maestro tuyo parece un pastor”, apostillaba mi tío. “¡Y qué majeta es la pelirroja!”.
Nos licenciamos, aunque con la pesadilla al despertarnos –después lo comentamos los compañeros– de que aún nos quedaba alguna asignatura. ¿Qué ahora? Me decidí por el Doctorado, y pude comprobar, en mis visitas asiduas a los cursos de Tercer Grado –Rosa Pellicer, Esther Lacadena, Gonzalo Corona Marzol–, o a la dirección de mi trabajo por el doctor Mainer, cómo el campus y la sociedad iban cambiando. Rampas y rebaje en las aceras, un departamento especializado para estudiantes con discapacidad… Ahora mi acompañante tenía cuatro ruedas y un motor.
Nos han tirado, para remodelarlo, el edificio; pero llevamos dentro los tesoros. “Y yo me iré, y se quedarán los pájaros cantando…”. Siempre preferí a Juan Ramón.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 15 de marzo de 2019).
Mujeres

Foto www.mujeresenlahistoria.com
La poetisa griega Safo; la reina Esther; la esposa de Pilato; Claricia de Baviera, copista medieval que se autorretrató en su iluminación; la mística alemana Hildegarda de Bingen, Cristina de Pizán (escritoras), Jacoba Felicié (doctora), Sabina von Steinbach (escultora)… La reina Isabel y su corte renacentista, en ellas la catedrática Lucía de Medrano o Catalina de Aragón.
Siempre me atrajeron los grabados antiguos y su intrahistoria, velada, silenciosa, entre celosías. Teresa de Cepeda, andariega adelantada a su tiempo, esposada en los más altos altares. O Sor Juana Inés de la Cruz y sus diatribas a los varones. Y la reina infanta Mariana Victoria de Borbón, hija de Felipe V e Isabel de Farnesio, casada a los cuatro años con Luis XV de Francia, llevada al cine en “Cambio de reinas”.
“La niebla me bloquea el horizonte / en este frío invierno sin ventanas. / Han sido muchos años de bajar mirada, / embalsamada en telas no traslúcidas” (“Mujer sin edén”). Y aun así, siempre sacaron fuerzas de flaqueza y se pusieron a defender lo suyo: Agustina Zaragoza, Casta Álvarez, María Pita en La Coruña.
Louise Arner Boyd, la dama del Ártico; Luise Katharina Breslau, pintora alemana en el París del XIX; Jenny Lind, virtuosa de la ópera tras la sombra de Hans Christian Andersen. Emily Dickinson, Helen Keller, y aquí en España Fernán Caballero –ante todo la imagen varonil– o la Pardo Bazán.
El siglo XX se abriía a la esperanza: Concepción Arenal, Clara Campoamor, Dolores Ibárurri; María Antonia Zorraquino Zorraquino, primera doctora en Ciencias Químicas por nuestra Universidad, Pilar Bayona, María Moliner –aunque degradada por el franquismo–. Ellas tuvieron nombre propio, no como Zenobia, María Lejárraga, Teresa León o Margarita, señoras de sus célebres maridos.
Y volvió el mortífero fanatismo, nunca nos ha dejado: Irène Nemirovsky, Edith Stein, Etty Hillesum, etc. “Y callar, y aguantar, y guardar tan dentro del silencio / la sal de tantas lágrimas, que ahora se desbordan / en esta niebla densa y amarguísima”.
Cuando mi sobrinito nos pidió una cocinita para Reyes, pese a la brecha laboral y tanta intransigencia adolescente, volvía a confiar. “Cuando seas mayor / no existirán los príncipes azules, / ni las princesas de faldita rosa. / Cuando seas mayor, tesoro mío, / habremos conquistado el corazón” (inédito).
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 8 de marzo de 2019).
Carnaval, carnaval

Foto Andreu Dalmau / EFE. La Vanguardia.
He estado pensando de qué disfrazarme este año, y al final me he decidido por algo realmente actual. Unas chapitas que cubran mi contorno, o quizá un material más ligero y renovable que me transforme en caja-mujer. Por dentro, una memoria y una cámara. Por delante que se me pueda ver, y programarme táctilmente. ¿Adivinan? Sí, un 5G de esos, móviles quinta generación, de los que han brillado con luz propia estos días en el Mobile World Congress, de Barcelona. ¡Quién lo diría!
Conectividad inteligente, intersección entre la hiperconectividad habilitada por la nueva telefonía y el Internet de las Cosas (IoT), con la inteligencia artificial (IA) y el ‘big data’. ¿Se enteran de algo ustedes? Pues yo tampoco. Pero vamos, todo es informarse un pelín y ponerse. ¿Para cuántas disciplinas nacimos aprendidos en esta vida?
Samsung, Huawei, Microsoft, Sony, Nokia, LG, Xiaomi, Qualcomm… Estados Unidos, Corea del Sur, Japón, Italia, Francia y también España, con sus acaso más humildes Telefónica y Vodafone –echándonos flores, como siempre–. El caso es en esta sociedad de las prisas, el independentismo y la locura colectiva, yo sueño con ser mecanismo que posibilite la comunicación y la accesibilidad, al menos por un día.
Porque chiquita como soy, y ya no digo si pudiera plegárseme, sería ya capaz de meterme por cualquier rincón y ser una mujer-robot la mar de interesante. Podría, por ejemplo, meterme en el bolsillo de cualquier político y recoger información de primera línea sobre sus intereses más genuinos. Ahí es nada contribuir, con cirujanos o lingüistas, en una transmisión en microsegundos de saberes que sanen el cuerpo y la estulticia.
Otra gran utilidad, servir de conector en los hogares de personas mayores y con diversidad funcional. Echarles una mano o una tecla en el empleo y en aula, como ese padre que ha compartido la orla universitaria con el hijo por ser uno con él durante cada curso. Me encantaría ser colaboradora-dron y llevar alimentos, medicinas y ayuda a Venezuela. ¡Qué bonito ser botón-alarma pasa salvar a bebés abandonados en su cunita-incubadora!
Todo esto, desde mi experiencia, y la de muchos, de no encontrar en el mercado ni un móvil accesible para personas con problemas de manipulación. En carnaval, es más fácil soñar un mundo diferente.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 1 de marzo de 2019).
Misioneros

Foto Diócesis de Córdoba / Inspectoría Salesiana María Auxiliadora
Hace una semana, Antonio César Fernández, sacerdote de la diócesis de Córdoba, regresaba con otros compañeros de una asamblea en la capital de Togo, Lomé, de la Inspectoría Salesiana de África Occidental Francófona, a su pequeña comunidad de Uagadugú –Burkina Faso–. “Son los jóvenes de los distintos lugares del mundo en los que he estado los que me han enseñado a ser salesiano y a ser lo que ahora mismo soy”. Dos días después, era abatido por unos yihadistas, junto a cinco funcionarios de aduanas.
Últimas víctimas del mes en el país antes de iniciarse, el lunes, la evacuación de dos mil rehenes del EI al este de Siria. El 4 de febrero, catorce civiles eran muertos en otro ataque, desaparecidos cuatro empleados de Cruz Roja al norte de Burkina Faso; miembro del G5 del Sahel, organismo que combate el yihadismo en la zona, con Mali, Mauritania, Níger y Chad.
El terrorismo no tiene fronteras. Va para dos años la muerte del anciano presbítero Jacques Hamel, degollado en su iglesia de Saint Etienne du Rouvray –Normandía, Francia– en presencia de rehenes; ahora en proceso de beatificación. Les había dejado a sus sicarios hacer uso del templo. ¿Y quién recuerda a las cuatro Misioneras de la Caridad, de la Madre Teresa, masacradas en Yemen, en un centro para ancianos y discapacitados?
En junio de 2013, François Murad, franciscano de 49 años, fue desalojado del convento de Gassabieh, mientras defendía a las monjas. Los autores del asesinato eran opositores al Gobierno de Bashar El Asad, del Frente Al Nusra, el brazo de Al Qaeda en Siria. No solo el sufrimiento, también el compartir en el disfrute.
Ángel, Javier, María Jesús… siguen siendo lámparas encendidas. Nos compartía Carlos Munilla, misionero diocesano de Zaragoza en Japón: “Sembrar y preparar el corazón humano para el encuentro con Dios. La mejor manera de hablar de Dios es a través de la calidad de nuestras vidas”. Antonio César fundaría, allá por 1982, un colegio salesiano en Togo. Algún año después, vendría a la parroquia Madre de Dios de Begoña, en las Delicias, otro joven misionero, Antonio González-Mohíno, que enseguida se hizo con la feligresía. Se habían conocido en el 82 en Lomé. Pasadas décadas, sería delegado de Misiones y secretario del Instituto Español de Misiones Extranjeras. Pasión y vocación son para siempre.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 22 de febrero de 2019).
Amor

Foto www.diarioinformacion.com
Escuchaba el otro día por la radio el relato de Rosa, que fotografiaba en unos minutos una hermosa, apasionada y larga historia de amor: la de sus padres. El padre, emigrante por motivos laborales en Barcelona, dejaba a la esposa, a quien escribió una carta diaria durante años, y tres niños pequeños en Carabanchel. En las horas de asueto, durante los fines de semana sin familia, acompañaba a sus compañeros de la fábrica a los clubes de alterne, tan de moda en los años sesenta. Los esperaba fuera, mientras tomaba alguna que otra copa, e iba conversando, poco a poco, con la dueña y las trabadoras del local. Hasta que ellas mismas, que no sabían escribir ni leer, le pidieron si podía redactar unas cartas a sus novios en el pueblo, como él hacía con su mujer.
Sin duda, los hábitos amorosos han cambiado mucho. Hoy podríamos pasar de la carcajada al sonrojo con según qué sentencias de nuestras abuelas y bisabuelas: “Cuida con que te bese un chico, no vayas a quedarte embarazada”. Ellas se las creían de verdad, y la noche de bodas, en muchos casos, era pura ignorancia. Según qué edad tengamos, nuestros padres, sus hijos, avanzaron mucho en cuestión relacional. Ya festejaban bastante libremente, aunque las demostraciones de cariño siguiesen estando prohibidas por la calle y la intimidad fuese preservada hasta después de pasar por el altar.
Fue nuestra generación, ya universitaria y a la puerta de unos cambios político-sociales educativos que hoy muchos consideran obsoletos, la que descubrió y utilizó por vez primera términos referentes a los genitales y al placer. Por respeto, seguían manteniéndose las formas; pero ya nadie se escandalizaba si los labios de un chico y una chica se rozaban y relamían a plena luz.
Iríamos conquistando libertades y amor, y también sexo. Hasta nos acostumbramos a que lo hicieran en el parque, y a ver máquinas dispensadoras de condones en la farmacia. Con la revolución del milenio, los papeles lacrados y las postales fueron sustituyéndose por los whatsapps. La biunivocidad de hombre a hombre, de mujer a mujer, se ve como normal. Jóvenes y parejas inmigrantes de muy diversas latitudes han importado también sus formas el amor.
¿Qué escribiría Carmen Martín Gaite sobre los usos amorosos del siglo XXI? Sin embargo, y con la que está cayendo, ayer volvíamos a celebrar San Valentín.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 15 de febrero de 2019).
El mejor discuro

Foto Premios Goya
“El Reino”, “La sombra de la ley”, “El hombre que mató a Don Quijote”, “Campeones”, “Carmen y Lola”… Aquello comenzaba a ser rutinario. “Ya que son actores, podían prepararse lo que van a decir”, comentó mi hermano. Gloria Ramos, Collantes en la película, saltaba en su butaca, cuando se abrió la plica: “Mejor actriz revelación… Eva Llorach, por ‘Quién te cantará’”. “Tengo una fantasía loca. Quiero pedir a todas las nominadas que se pongan de pie. Porque es muy difícil ser mujer. ¡Sois muy pocas! Queremos más películas con protagonistas femeninas”.
Se animó el cotarro. “Campeones” y “El Reino” se llevaron la palma, incluido el homenaje de Isabel Peña, Goya al Mejor Guión Original, al antiguo Zaragoza de Nayim. La guinda estaría por llegar.
“Señoras y señores de la Academia, ustedes han distinguido como Mejor Actor Revelación a un actor con discapacidad. No saben lo que han hecho”. Nos dejó sin palabras, patidifusos. ¿Quién le había preparado sus palabras? Y es que, claro, lo identificas con la película y con sus otros nueve compañeros con diversidad funcional intelectual. Una imagen vale más que mil palabras, doy buena fe de ello.
Jesús Vidal es filólogo, máster en Periodismo, formado en la Agencia Efe y en Arte Dramático. “Me vienen a la cabeza tres palabras: inclusión, diversidad y visibilidad. Ha sido un verdadero reto interpretar a un personaje como Marín, yo venía del teatro. El cine me ha enamorado”.
El actor tiene miopía magma o atrofia progresiva de la retina, diez por ciento de vista en un solo ojo. “Este premio representa también a mis nueve compañeros del equipo de los Amigos. Sin vuestra frescura, vuestra espontaneidad y vuestro talento, esto no hubiera sido posible”. Me comentaba en Humanizar Luisa Gavasa, otra mujer Goya:” El rodaje de ‘Campeones’ ha sido un regalo”.
Gracias a Javier Fesser, al grupo de coaching y a todos los que hicieron posible la grabación. A la gente que apoyó en los orígenes. A amigos y familia, los sobrinos, las hermanas y los padres, que le dieron la vida, le enseñaron el amor a las artes y le harían verlo todo con los ojos de la inteligencia y del corazón. “A mí me gustaría tener un hijo como yo, por tener padres como vosotros”.
El discurso del Rey, de Tom Hooper, emocionaba. El de Jesús Vidal, preparado por él casi espontáneo, ha conmovido las redes.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 8 de febrero de 2019).
El sepulcro vacío

Foto Efe
“Es preciso humanizarnos y que no vuelvan a construirse más sepulcros en los vientres fecundos de las madres”. Las palabras del papa Francisco resonaban más estremecedoras en la noche del viernes, al finalizar el Vía Crucis en la JMJ de Panamá. Seguíamos esperando, contra toda esperanza, el rescate de Julen.
Ningún enlace o hipervínculo de uno a otro hecho. Salvo la pérdida de un hijo, la muerte de un pequeño que apenas si se asoma a la vida. Geas, Montaña, Policía Judicial, Seprona, Guardia Civil, Bomberos, Equipo de Salvamento Minero, psicólogos… efectivos traídos de Asturias o Chile… Toda España y más allá de sus fronteras nos vimos afectados, pendientes de cada nueva nota; estremeciéndonos con cada excavación, con cada micro voladura, durante los trece largos días y sus trece noches oscuras que duró.
“Aquí no vamos a parar hasta que lo rescatemos, eso está claro”, escribía un guardia civil anónimo en carta a Diario Sur. Unidos para devolver al niño con sus padres, no escatimar ningún esfuerzo, no perder el último rastro de la luz. En el fondo, a todos se nos encendió en el corazón la palabra “milagro”.
“Desgraciadamente… tanto esfuerzo de tantas personas no ha servido para nada”, comenzó a saltar en las redes la fatídica madrugada del sábado. ¿Por qué y para qué la muerte de un menor? Quizá pocos adultos tengamos una respuesta.
“Papá, ¿hoy vas a rescatar ya a Julen?”. Era el hijo de Nicolás, de cuatro añitos, que de algún modo intuía que su padre sacaría el cuerpecito del pequeño, junto a Francisco, su otro compañero guardia civil. Inocentemente atroz.
“Al asomarnos al pozo le escuchamos llorar treinta segundos”, declararían José y Vicky, los papás. Desde entonces, ingentes cantidades de croquetas, litros de caldo caliente, pollos… ¿Quién llamó inicialmente al 112? “Aunque el corazón nos encoja el alma, las campanas de gloria resuenan en Totalán, porque desde la fe sabemos a ciencia cierta que la absoluta inmensidad del cielo es la gran promesa de Jesús”. Es Ramón Tejero, párroco del pueblo e hijo de un anciano ex teniente coronel.
¿Estará jugando Julen con su hermano Oliver? ¡Qué de historia humanas en la profundidad de cada pozo!
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", El Meridiano, viernes 1 de febrero de 2019).
Libros, libros, ¡libros!

Foto Archivo Josemari Tomas Gil
“Este año 2019 ha comenzado con muy mala noticia. Cierra la librería Portadores de Sueños de Zaragoza. Cuando cierra una librería cierra un poquito de nuestra vida. Se cierran un pedazo de imaginación, de cultura, de libertad, de felicidad, de esperanza, de ilusiones”, señalaba José Luis Corral en el espacio radiofónico “El Faro”, de Mara Torres. Y es que este tsunami nos ha sacudido a todos.
Dicen que cada mes nos dice adiós una en España. Fernando Aramburu, Julia Otero, José Luis Melero; Paco de Cálamo, César y Esther de París, Pepe de Antígona, Joaquín de la Central… han dado el pésame cariñoso a Eva Cosculluela y Félix González. “Cesaraugusta, a partir del día 24 de enero, será más pequeña. Cálamo, Hermanos Vidal, Portadores y Antígona eran mi refugio cuando la huida me llevaba a Zaragoza. Echaré en falta ese punto cardinal” (David Izquierdo Clavero).
Allí descubriría entre otros varios a Irène Némirovsky; conocí a Rosa Montero –que parecía reconocerme desde la eternidad– e Irene Vallejo; coincidí con Manuel Vilas, Juan Domínguez Lasierra o Carmen Romeo, profesora de Literatura del instituto Goya y del antiguo Inbad. Piececitas o teselas de vida que van configurando nuestra educación sentimental.
Antón Castro lo reseñaría de inmediato en facebook, como también otro triste desenlace, de la mano del amigo común Luis Alegre: “Josemari, el eterno camarero de Casa Emilio, nuestro cómplice y ángel de la guarda durante tantos miles de noches, ha muerto esta madrugada”. El camarero “estupendo, divertido, generoso y paciente”. Que lo sabía todo; que lo mostraba todo nada más llamabas a la puerta de su persona con amabilidad.
Así este verano. Tenía deseos de comer en una de esas mesas de manteles a cuadros, que te llevan a los años sesenta del pasado siglo, la estación de mi infancia. Mucho antes, Emilio Lacambra inauguraba el restaurante con su primera clienta, doña Maribel, vecina y profesional del Cocert Royal –luego Salón Oasis–. La carretera de Madrid como punto de cruce, comedor para trabajadores de a pie, encuentro de artistas, Andalán y José Antonio Labordeta. La historia cotidiana hecha emblema que nos fue enseñando Josemari.
Lugares para el sueño que nunca cerrarán.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 25 de enero de 2019).
Señas de identidad

Foto portada libro
De la globalización a los nacionalismos y la política populista, ha pasado un mundo. Es casi un atrevimiento presentar lo local como universal. Así el libro Historia de la humanidad en miniatura. Añón de Moncayo, Zaragoza, España, que acaba de ver la luz.
“Lo que he pretendido es estudiar Añón de Moncayo como la Humanidad entera, con el fin de hacer más comprensible la evolución de nuestra especie”, nos comparte su autor, Carlos Mas Arrondo. Profesor durante 40 años en diversos institutos, comisario de la exposición “Ramón y Katia Acín: el arte contra la violencia”, guionista de la serie televisiva “Estampas” o redactor de la Revista de Historia y Pensamiento XIX y Veinte (también de ed. Comuniter), su visión general pone pie en la tierra.
En su viaje, diacrónico y sincrónico, de los orígenes a nuestros días, se queda en el presente: “No comparto para nada esa ‘nostalgia del pleistoceno’ que nos hace creer en un idílico pasado lleno de fraternidad y proximidad a la naturaleza, mientras olvida el sufrimiento y la miseria de la mayor parte de la población”.
Cambios los hubo siempre, más desde el final de la Era Agraria, pero ni la Edad Media es tan oscura ni hoy somos tan progres. “Cuando las murallas se rompan, y se abran las puertas del castillo, al vasallo y al señor le sustituirán el pobre y el rico”. Algún avance sí: “Es relativamente reciente la brillante idea de la igualdad aunque, como sabemos, se incumple sistemáticamente”.
Añón, como Europa o la humanidad, tendría sus recursos y epicentros: la riqueza del bosque, el castillo, la iglesia; la importancia de la ferrería y sus medios de subsistencia –carne, carbón vegetal y energía hidráulica, leña, hierro…–. Comenta el escritor nuestras grandes pulsiones como especie: “La necesidad de buscar cobijo, alimento y de poder mantener a nuestra descendencia; y la búsqueda de sentido”. Se habla de la “España vacía”–su futuro, el reclamo turístico y el Parque Natural–; y del gran drama histórico: “El apartado que dedico a la incivil guerra del 36 puede enseñar a prevenir acerca del mayúsculo desorden que provocan quienes dicen traer precisamente la paz y el orden”. ¿Hemos cambiado tanto?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 18 de enero de 2019).
Reforma lingüística

Foto www.elespanol.es
Recién nacido 2019, aún queda esperanza en las personas, el medioambiente y los derechos humanos y de los seres vivos. El 29 de diciembre la Fundeu (Fundación del Español Urgente) elegía palabra del año “microplástico”, pequeño fragmento de plástico que se está convirtiendo en amenaza para nuestro entorno y la salud.
Compartirá uso y diccionario con las 748 nuevas voces aceptadas por la RAE, como “sororidad”, ‘amistad o afecto entre mujeres’, o ‘relación de solidaridad entre las mujeres, especialmente en la lucha por su empoderamiento’. ¡Quién iba a decírselo a Unamuno, creador de La tía Tula y de Gertrudis, a la que atribuía dicha cualidad? Junto con “feminicidio” ‘asesinato de una mujer a manos de un hombre por machismo o misoginia’; “feminazi” versus feminismo; “hembrismo” o ‘desprecio a los hombres’, viagra o maltratar, extendido a los animales.
Estas y otras palabras, trasplantadas del campo médico al social, como viral, indican que algo cambia en la Academia, de filólogos a juristas –Muñoz Machado releva a Villanueva–, cada vez con más mujeres académicas.
Un mundo diverso también en política, que escucha a veces y se hace comprender. A raíz del 40 aniversario de la Constitución, la portavoz del gabinete –válido femenino y masculino–, anunciaba su reforma: “… los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos a los que prestarán la atención especializada que requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de los derechos que este Título otorga a todos los ciudadanos” (art. 49).
Ni minusválidos ni disminuidos, sino personas con discapacidad, o diversas. Y aquí la señora se lió, inspirada sin duda por el Cermi, –Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad–, no siempre amigo de expresiones como diversidad funcional y vida independiente. Propongo otra definición. Discapacitado –léase genérico–: “Relativo a una persona, que presenta una disfunción, física, intelectual o sensorial, que le limita para el trabajo y otras actividades de la vida cotidiana”. Toda remodelación sociolingüística es siempre poca.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 11 de enero de 2019).
Gracias, Sus Majestades

Foto Cuaderno de Arte. La adoracion de los Magos, Diego Velazquez.
No recuerdo haberos pedido muchas cosas. Me conformaba con unos cubos –pozales en el pueblo– de colores; o un pequeño piano que aún han disfrutado mis sobrinos. Escuché vuestros pasos alguna noche, pero aquella Navidad fue diferente. Me trajisteis a mi muñeca favorita –las niñas y los niños no teníamos tantos juguetes como ahora–, un acordeón ya casi de mayores, y tres cartas, en rojo, azul y verde, de vuestro puño y letra.
A su debido tiempo, me contaron el cuento de que no existíais. ¡Qué ilusos los adultos! Yo seguí confiando, y me asomé al otro lado del espejo de Alicia. ¿Qué escondía el mundo de mi niña interior?
Primero, el regalo precioso de la creatividad. Soñé ser escritora, doce años, o menos. Mucho antes de la máquina eléctrica o ningún sencillo ordenador, engarzaba mentalmente palabras en bellísima cadena y las dictaba a veces en forma de poesía. Eso es ya magia. Luego, el haber decidido o poder formarme –de los Estudios Primarios al Inbad o la Universidad– también ayuda. Y no quiero olvidar a los muchos sabios y magas madrinas que lo hicieron posible; entre ellos el maestro poeta profesor, Rosendo Tello.
Las primeras salidas, rompiendo fronteras y horizontes, en las cuatro paredes de mi entorno y fuera del país; mis primeros libros… Nunca pertenecí a la Semana de vacaciones –no pisé la escuela–. Pero sí a la generación de la Democracia, tan de moda en la sopa y en los discursos de Nochebuena. Y eso iba fermentando, como la levadura y el grano de mostaza.
La fe es un eslabón mágico, incomprensible; un don que no se paga en euros ni denarios. Y nos hace entender que ya nadie está ausente mientras mora en nosotros, que los peques que llegan son hijos de la vida, que el amor es un nuevo y gran misterio. Siguiendo mi camino, se me dieron otra dos palabras, frescas como retoños: Asistencia Personal. Y fui tras ellas. Sin caer en la cuenta de que los míos lo fueron siempre.
Y este año un don supletorio: la persona que me asiste sin ser familia. Si mañana voy con mis sobrinos a ver vuestras carrozas se lo transmitiré. ¿Quién dijo que no existís, buscadores de agujeros negros y de la Estrella? Yo os siento a cada paso.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 4 de enero de 2019).
Mi patinete

Foto Mestre / Heraldo
Están por todas partes: al salir de casa, en cualquier acera, justo delante del badén del súper. No hay manera. Casi imposible que sus ruedas no colisionen con las tuyas –300 casos este año, casi 2000 denuncias. Y es que ni carril verde ni de ningún otro color. Así no hay quien circule por las calles con la menor seguridad con ese mini bólido de a ruedas y un mando electrónico que tanto gusta a los peques. Ni aun sobre dos pies.
Zaragoza: Line, Koko, Tier y Voi. No son marcas de sillas, “scooter” para quienes vamos sentaditos, ni siquiera drones. Sino de patinetes eléctricos. ¿Pero dónde vamos a llegar, entre móviles, “Smart” y ahora esto. Sin ir más lejos, el otro día en El Corte Inglés vi un patinete estándar y otro con asiento. Y no te digo en ciudades turísticas, como Sevilla: coches, motos, bicicletas, caballos con calesa, tranvía y autobuses y… ¡patinetes! Y por angostas calles del bello casco histórico, que no entras ni de canto.
Pero bueno, dicen que van a reducirlo a dos compañías, a un máximo de 1700 vehículos, que pondrán carril y aparcaderos e irán por la calzada, y que la policía tendrá ojo avizor. Será más fácil hasta con las nuevas bicis azules Electric RG, de penúltima generación. ¿Dónde nos meteríamos si no los simples viandantes y rodantes?
Bueno, pues sopesando pros y contras, me he decidido. Les he escrito a los Reyes Magos que este año me traigan un patinete anfibio electrónico. Como el Centauro clásico, mitad caballo mitad hombre, pero en máquina: media silla electrónica y medio patín.
Dados mis michos conocidos y una larga experiencia, ya me he puesto en contacto con la empresa que ha asistido siempre a Christopher Reeve –el mítico Supermán–, Stephen Hawking y Pablo Echenique. Me dicen que es bastante fácil. Mis extremidades inferiores se apoyarían sobre el patinete, unido este a un asiento no demasiado ancho, a mi medida, ergonómico y confortable. Sería una sincronización entre el mecanismo del patín y el control del mando de mi silla.
El “bluetooth”, o incluso un dispositivo más sencillo de microdomótica, irían sobre el reposabrazos, para facilitar el aparcamiento y el arranque. Accesibilidad universal en patinete.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 28 de diciembre de 2018).
Belenes

Foto M. A. M. B.
Recibo de todos los estilos. Imitación a madera o grabado, copia de pintor clásico; naif, de corte bizantino o icono de Taizé –ahora que miles de jóvenes de diversas confesiones cristianas se reúnen en Madrid–. Las que más me llaman son las que producen extrañeza: un portal de palillos sobre una cartulina, con tres figuras negras; o un niño recostado en un pequeño colchoncito tendido en una hamaca. ¿Nicaragua? ¿El Salvador?
Las felicitaciones navideñas en papel, cada vez más escasas y emotivas, son trasunto de la representación del belén tradicional. Creado por Francisco de Asís la Nochebuena de 1223 en la ermita de Greccio (Italia): un pesebre con el buey y la mula, sin niño. Y de pronto el asombro: el señor del lugar “aseguró que vio un hermoso niño dormido en el pesebre, que el padre Francisco cogió en sus brazos y lo hizo dormir” (San Buenaventura, “Legende de Santi Francisc”).
Le precedieron Isaías, los evangelios apócrifos o las catacumbas de San Sebastián de Roma –siglo IV–. “Conoce el buey a su dueño, y el asno el pesebre de su amo. Israel no conoce, mi pueblo no discierne” (Is. 1, 3). En el siglo XV se generaliza la costumbre (París, Alcorcón, Siena o Lisboa); aunque hasta el XIX, con la tolerancia religiosa, no se hace universal. Cataluña, Murcia y Madrid serían pioneros.
Y llegan nuevas voces del Sur: “Navidad de papel, Navidad de cartón, / Navidad de estrellitas y lucecitas de color. / Esta es una navidad de fantasía nada más, / pero hay otra Navidad que es la de Dios”.
Bíblicos, anacrónicos, populares, artísticos, vivientes o animados. Barbastro, Estadilla –120 figurantes– o Monzón –con 8000 figuras–, la Diputación de Huesca o la Casita de Blancanieves en el parque Miguel Servet; Teruel y Albarracín; y en la capital zaragozana, la plaza del Pilar, la Casa Amparo, el sumergido del Acuario o el de Playmobil de Aragonia.
Prima lo histórico y local: el nacimiento aragonés de Ibercaja, el del Palacio Real de Madrid, con la obra de Goya, o el de Brumete, que recrea el Imperio Romano, la conquista del Oeste y la Revolución Francesa. ¿Fecundidad o anhelo de poder? ¿Qué representa el “cagonet” catalán junto a la Sagrada Familia?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 21 de diciembre de 2018).
Amnesia histórica

Foto Ayuntamiento de Zaragoza
Hoy todo parece alzhéimer, o accidentes cardiovasculares, o demencia senil. Se nos olvida aquello de “En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme” cervantino. O que la pérdida de memoria es mucho más grave si es social, tendenciosa la mayor parte de las veces. “Hace unos días, en el altar de la iglesia del monasterio de San Juan de la Peña, ante el cáliz de piedra roja que contuvo la sagrada sangre de Nuestro Señor Jesucristo, juré en presencia del abad don Jimeno que no levantaría este asedio hasta que no tomara Zaragoza” (José Luis y Alejandro Corral, Batallador).
A principios de 1118, un concilio celebrado en Toulouse ofrece beneficio de cruzada a quienes se la jugasen por conquistar la ciudad. Ayerbe, Almudébar, Gurrea de Gállego, Zuera… privación dramática de agua… La población mora acabó rindiéndose el 18 de diciembre. Ni flores de la conmemoración. Como mucho, el león de bronce devuelto al Parque Grande, y los festejos y recreaciones en Gúdar (Teruel), de la ermita de la Magdalena a la pasarela y el mirador del castillo, precisamente el día de la Constitución, por sus 900 años de cristianos.
Juegos de tronos y ambición de poder los hubo siempre. Rey de Aragón y Pamplona en 1104, fue anexionando Castilla, Toledo, León… en su nunca consumado matrimonio con doña Urraca, frente a las reticencias de los nobles y la propia esposa: “… puebla con fueros buenos las villas de Soria, Almazán, Berlanga, Redoredo y Villaforado…”. Y una se imagina el burgo de Oxama transformado en villa, grandes máquinas con ruedas en el catillo de Gormaz, o a un valeroso caballero clavando con su espada al gran lagarto en la puerta de la Colegiata.
Intrigas, malentendidos conyugales, corruptelas sin cuartel. En aquel tiempo, algunos franceses apoyaban a Alfonso, mientras los catalanes le frenaban el paso hacia Lérida. El control del curso del Ebro, una baja demografía autóctona, señores y gleba de uno u otro partido. ¿No somos herederos y espejo de la Historia? Conocer solo de los reyes una calle dedicada –Alfonso I, Don Jaime–, su estatua en el Parque, o el nombre de un hotel –Reina Petronila–, es amnesia histórica y presente.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 14 de diciembre de 2018).
El señor del anillo

Foto ABC Cultura / Haaretz
“Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro / en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras. / Un Anillo para gobernarlos a todos”. Así comienza El Señor de los Anillos, de Tolkien, ya un clásico de novela fantástica. Odisea del bien frente al mal, de Frodo frente a Sauron, en su empeño de arrebatarle el Anillo Único, fuente de su poder maléfico, la guerra y la destrucción.
Pero no nos remontenos a la Tercera Edad del Sol de la Tierra Media, ni a reinos de hobbis, enanos y elfos. Anillos en la Historia ha habido muchos, casi siempre instrumentos y símbolo de poder. Como el atribuido hace unos días al prefecto romano de Judea Poncio Pilato: junto al vaso de vino grabado en el cobre y una inscripción en griego, “de Pilatus”.
¿Sellaría con él la ejecución de Cristo? Testimonio tenemos en los tres evangelios sinópticos (Lucas, Marcos, Mateo), y algo más teatralizado en el de Juan. El mismo lugar donde se halló el anillo, el Herodión, el que fuera palacio del sanguinario Herodes el Grande y después de Pilatos, es harto significativo. También Flavio Josefo y Tácito aluden al personaje histórico; y Filón de Alejandría en su Ad Gaium le acusa de “sobornos, injurias, robos, atropellos, daños injustificados, continuas ejecuciones sin juicio y una crueldad incesante y muy lamentable”.
La fe es un hecho personal, social a veces. La Historia es memoria colectiva e ignorarla nos conduce a seguro holocausto. ¿Cuántas matanzas de inocentes y de cristianos no se dan hoy en día? Y es que el imperio de Tiberio, y aun el de Nerón, no resulta en esencia mucho más violento que muchos integrismos del siglo XXI. Por no hablar de corruptelas, y de apego al escaño, bancada o silla que conlleva mandato y control.
Pensaba hablar de la festividad de mañana sábado, la Inmaculada Concepción, y se han cruzado los cables. Será porque a través del puente, como en el Juego de la Oca, me he ido a la otra fiesta y me pregunto: ¿Esto es digno y humano? ¿Y constitucional?
¿María fue inmaculada? Sin duda alguna, como tantas mujeres que dan la vida por sus hijos, por el ser amado, y en clave trascendente. Su anillo la desposó en dignidad humana y santidad.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 7 de diciembre de 2018).
Cara y cruz

Foto La Sexta Noche
Comenzábamos la semana con dos noticias contrapuestas. Por un lado, el Día de la Violencia contra la Mujer –de género, sexista, doméstica, son calificativos que no terminan de cuadrar–. Cuatro aragonesas asesinadas en 2018, otras veintidós víctimas mortales desde 2003; en España, veintiséis en lo que va de año, si contamos la adolescente de Alcorcón. La agresión más difícil de detectar es la psicológica. Y un dato escalofriante, según dijeron: tres de cada cuatro mujeres con discapacidad sufren algún tipo de violencia en sus relaciones.
De otra parte, la Sexta entrevistaba a Isabel Gemio con motivo de su libro, Mi hijo, mi maestro, y del décimo aniversario de la Fundación –presentaban el lunes a los medios–. “Siempre se ha dicho que en España la Cenicienta era la cultura; yo creo que es la ciencia”. Simón, Casimiro, Javier, Raúl, Bernardo. En nuestra juventud, la Distrofia de Duchenne apenas se estudiaba, y la supervivencia de mis compañeros era de veinte y pocos.
“El diagnóstico de mi hijo fue una sentencia de muerte prematura”. El desierto, la nada, empezar de cero, no aceptar ayuda psicológica, no poder verbalizar. No fue fácil. Dejar de jugar al fútbol, de andar, de comer con cubiertos estándar, de abrazarte. “Mi hijo me ha enseñado humildad, amor, entrega, generosidad… Él es un héroe de verdad”.
La buena señora se expresó a su estilo, desde su experiencia de veinte largos años. No salía de tópicos: la diferenciación culpabilizadora entre uno y otro hijo, la rápida madurez del hermano menor. “En el mundo de la discapacidad todo es carísimo: reformar el baño, cualquier adaptación, una silla de 14.000 euros, de 5000 –las de mis colegas eran manuales–. Y no digamos ya si se necesita un cuidador”.
Me daban ganas de gritarle: “Isabel, por favor, actualízate”. Cuando al final rompió una lanza por el sentido común: “La asistencia personal es fundamental, no solo para la familia, sino sobre todo para las madres”. ¿Y para la persona con diversidad funcional? Porque ahí está la clave, de que la relación funcione y la mujer no se hunde en la miseria. De que Gustavo y Diego sean felices: “Mamá, te queremos como nada”. Es el haz y el envés.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 30 de noviembre de 2018).
La torre de Babel

Foto Marín Chivite / Heraldo de Aragón, en las elecciones generales de 1933.
En abril de 1931 se celebran las primeras elecciones con sufragio femenino pasivo –podrían ser electas, pero no votar hasta noviembre del 33–. Mujeres y niños acuden a la escuela, por ver qué se cocía. Un papelito blanco, con nombres en una cara, que había que plegar y meter en una caja grande. Ni Francia ni Italia ni Bélgica ni Argentina, tenían todavía sufragio femenino completo.
Clara Campoamor, diputada nacional para las Cortes Constituyentes del 31, y Victoria Kemp, que batalló por aplazar el voto ante la amenaza de los conservadores y la Iglesia, fueron nombres señeros. “Yo, señores diputados, me siento ciudadano antes que mujer (...) No dejéis a la mujer que, si es regresiva, piense que su esperanza estuvo en la dictadura; no dejéis a la mujer que piense, si es avanzada, que su esperanza de igualdad está en el comunismo”, defendió la Campoamor. Nuestras abuelas, con pañuelo negro a la cabeza, trabajadoras de fábricas y sirvientas del hogar, privilegiadas universitarias, fueron a votar aquel domingo.
El lunes hizo 85 años que la mujer rural, el ama de casa, que apenas podía aparcar sus tareas para ir al colegio, madres que no pudieron elegir entre serlo o no, vieron una ventana abierta a su derecho de expresarse, si no a una dignidad más plena. Sabían del riesgo y de lo que deseaban en su ser femenino más auténtico.
No estaban en absoluto confundidas. ¿Qué libro de la Escuela de la República trataba de la corona catalano aragonesa? ¿Qué maestro de izquierdas aleccionaba sobre bandos enfrentados en Galicia? ¿Qué profesor de Bachiller sobrevaloraba a Salvador Espriu por escribir en su lengua materna con un lazo amarillo en la solapa? Hombres y mujeres castellanos, aragoneses, vascos, andaluces… la dictadura y la transición hubiesen sido más duras sin apellidos mezclados.
Ahora que la paridad llega a la Administración, al Gobierno y al lado más oscuro, la Justicia cae las elecciones son un juego de dados, se falta al respeto con reacciones pueblerinas… Y alguien se saca de la manga que castellano y euskera son lenguas “originarias de La Rioja” –antigua Navarra– y han de ser cooficiales. ¿Cómo entendernos sin un mínimo interés común?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 23 de noviembre de 2018).
Historia Sagrada

Foto Roger Navarro/Heraldo
Así se llamaba por entonces a la enseñanza religiosa. Autodidacta en mi propio domicilio, antes de acceder al Bachillerato a través del INBAD, todavía pude ver el rótulo de esa asignatura en los libros de Ingreso de mi padre –últimos cursos de Primaria y primero de Secundaria más o menos de ahora–. Adán y Eva, Caín y Abel, Sansón, David y el gigante Goliat… Algunos de los dibujos que recuerdo.
Antiguo Testamento, pero también los Evangelios, junto a las Tablas de la Ley y las virtudes cristianas. Así es cómo mi madre se ganó en la escuela del pueblo el juego de “Los Pecados Capitales”, tablero La Oca a lo divino. La genética influye tanto como la educación sentimental.
Sin actualizan el Paraíso, ¿cómo saborear la Anunciación de Fra Angélico en las clases de COU de la profesora Rosa Palacios? ¿Y a Vicente Aleixandre en la poesía de posguerra? ¿Cómo entender el Polifemo de Góngora sin habernos metido mínimamente en Las Metamorfosis ovidianas? Verrocchio, Botticelli, Rubens, Giotto, Bernini… o tantos autores medievales, renacentistas, de los Siglos de Oro o del Barroco. ¿Podríamos rozarlos siquiera con la punta del alma o la curiosidad?
Derogación de la Ley Wert, implementar una nueva disciplina: “Valores cívicos y éticos”; quitar las reválidas de final de ciclos… Yo sigo defendiéndome en mis cuentas sin calculadora ni ordenador. La memoria también es importante, junto a la comprensión. Los padres antes que el Estado, y antes los profesores. Si no, los ciberataques y el transhumanismo, del que hablaba Rosa Montero, nos vienen más veloz que un patinete.
Viajamos y los jóvenes no saben explicarse la musculatura ni las barbas de Moisés. Ni los pasos castellanos y andaluces. Ni los ricos abalorios-lágrimas de las vírgenes de Sevilla. O el Cristo tenebrista y bellísimo de Zurbarán.
De La Sagrada Familia a Aránzazu, estamos en peligro de confundir reiki y quiropraxia con milagros, y ver la guerra santa como normal. Latín, romance riojano precastellano y euskera, ¿son óbice para que La Rioja hable vasco? “Háganos Dios omnipotente / hacer tal servicio que / delante de su faz / gozosos seamos” (Glosas Emilianenses). La cultura es acervo espiritual.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 16 de noviembre de 2018).
La primera Eva

Sahlework Zewde en su toma de posesión en Addis Abeba.
Foto Tiksa Negeri (REUTERS) - El País
Indira Gandhi, Rigoberta Menchú, Malala, Asia Bibi. Algo nos suenan. Joyce Banda, Ellen Johnson-Sirleaf, Sahlework Zewde, ni por el forro. La última de rabiosa actualidad, pese a nuestra ignorancia y cerrazón de ojos.
Políticas, víctimas y activistas, premios Nobel reconocidas. La pasada semana, Sahlework Zewde se convertía en la primera presidenta de Etiopía, tras sus cargos de directora general de la ONU en Nairobi y representante especial de su secretario, António Guterres, ante la Unión Africana.
Asia, África, América… Dicen que los primeros homínidos y hominidas provenimos del continente negro, y que todas y todos estamos cortados con el mismo patrón. “Si alguien piensa que hablo mucho sobre mujeres, que espere a escuchar todo lo que tengo que decir. (…) Cuando no hay paz en el país, las madres se sienten frustradas, por lo que tenemos que trabajar a favor de la paz por el bien de nuestras madres”, declaraba la nueva presidenta Etíope.
La premio Nobel de la Paz Ellen Johnson-Sirleaf fue la primera jefa de Estado en un país africano (Liberia, 2006-2018); la segunda, Joyce Banda, que dirigió el destino de Malaui (2012-2014). Directora de Asuntos Africanos en el Ministerio de Relaciones Exteriores, embajadora en Francia y Yibuti, Sahlework Zewde es consciente de lo mucho que falta por hacer.
El movimiento #Metoo, en África, todavía con menos fuerza todavía que en EE. UU. y Europa, va denunciando los abusos sexuales y el “apartheid profesional” contra muchas mujeres. Y en un descampado de Guediawaye (afueras de Dakar), está La Casa Rosa, único centro especializado para niñas y adolescentes víctimas de violaciones en Senegal. “Muchas veces son los padres, los tíos, los hermanos, la gente que frecuenta su casa quienes las han violado”, asegura su directora.
Pobreza, promiscuidad, creencia de que el hombre puede poseer a la mujer… Los abusos dentro del matrimonio no son delito. En la República Democrática del Congo la violación es un arma de guerra; en Sudáfrica una mujer es violada cada 26 segundos.
Para muchas feministas africanas hay importantes desafíos. Uno de ellos, acabar con la mutilación genital. Mientras tanto, ¿costillicas de Adán?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 9 de noviembre de 2018).
Los otros santos

El entonces arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, entrega una fotografía de Grande como obsequio al papa Pablo VI.
Foto www.romerotrust.org.uk
Pablo VI, Óscar Arnulfo Romero, Francisco Spinelli, Vicente Romano, María Catalina Kasper, Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús, Nunzio Sulprizio. Las últimas canonizaciones de la Iglesia el pasado octubre. Papas, arzobispos, fundadores; de todas las nacionalidades; e incluso exiliadas de nuestra Guerra Civil, o laicos lacerados por la enfermedad.
¿También se ha actualizado el pasaporte a la santidad? “Jesús sigue diciendo: «Vende lo que tienes y dáselo a los pobres»”, resaltaba Francisco en su homilía. Los más cercanos, acaso Pablo VI y Monseñor Óscar Romero. Continuador del Vaticano II, cercano a las fábricas, impulsor ecuménico, conocedor de Europa Oriental y América Latina… Y el santo salvadoreño de los pobres, asesinado en plena Eucaristía en octubre del 79.
“El 12 de marzo de 1977, el padre Rutilio Grande, S. J., amigo íntimo de Romero, fue asesinado en la ciudad de Aguilares junto a dos campesinos”. Sería el detonante. Cuatro años de párroco en la humilde aldea; responsable como jesuita de las Comunidades Eclesiales de Base campesinas; enfrentado a los gerifaltes del poder. “…me doy perfecta cuenta que muy pronto la Biblia y el Evangelio no podrán cruzar las fronteras. Sólo nos llegarán las cubiertas, todas las páginas son subversivas” (sermón de Apopa). Fusilado a los 48 años. Su proceso de beatificación se abre en 2015.
Una madre de familia y sus ocho hijos, campesinos y sencillos comerciantes textiles, son testigos directos de la muerte del querido párroco y confesor. También de la masacre de El Mozote, 900 hombres mujeres y niños ejecutados, el mayor holocausto latino y occidental de hoy. “A las doce del mediodía ya habían matado a todos los hombres”, declaraba Rufina, única superviviente.
Una de las hijas me contaba: “Yo tenía 13 años, al final de la guerra civil salvadoreña. Íbamos en autobús de Aguilares a San Salvador, y en Guazapa tuvimos que parar. La guerrilla estaba disparando. Nos ocultamos tras una pila de tusas de maíz, logramos escapar”. Es Carla, mi asistenta personal.
Siria, Venezuela, Nicaragua… ¿Nos veremos los hijos de Dios de a pie resplandecer? La película “Voces inocentes” es una puerta al alba.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 2 de noviembre de 2018).
Cartelera

Foto: cartel de la película
No sé si será casualidad, o si los documentales duran menos, o está todo estudiado según los beneficios que revierten. “El papa Francisco. Un hombre de palabra”, de Wim Wenders, ya no está entre nosotros; “El reino”, de Rodrigo Sorogoyen, se mantiene varias semanas en cartel.
La mirada cercana a Francisco y su labor humana y pastoral, de la ONU y la Zona Cero a Yad Vashem, el Centro Mundial de Conmemoración del Holocausto en Jerusalén; frente a Manuel, un influyente vicesecretario autonómico a punto de dar el paso a la primera línea nacional, hasta que se destapa la trama. “¿Se arrepiente? En realidad no era esa la pregunta: ¿Quién es usted”, inquiere al político la comunicadora. “Cuanto más poderoso seas, más humilde”, afirma el seguidor del Pobrecito de Asís. ¿Dos formas de comprender el mundo?
La pobreza, centro del Evangelio; enfermedades de la Iglesia: el poder, encerrarse en sí misma, no escuchar a los otros, atesorar riquezas, la inseguridad y pobreza espiritual… “Prevaricación, fraude continuado a la administración pública, estafa y falsedad y concurso y tráfico de influencias. ¿Algo que declarar?”.
“Nos dice que no podemos servir a dos señores, o servimos a Dios o servimos a las riquezas”, se atreve a denunciar el Papa. “En la familia hay dificultades, pero esas dificultades se superan con amor”. ¿Conceptos trasnochados? “Si de verdad quieres cambiar las cosas, se hace así, desde dentro, y con poder”, alecciona Manuel López Vidal al nuevo candidato a líder nacional. ¿Nos suena más?
Vivir acelerados enferma la mente, el espíritu y el cuerpo; acariciar a los niños y los abuelos… “¿De verdad se considera un ciudadano normal? ¿Puede dormir tranquilo por las noches? ¿Puede mirar a los ojos de su hija después de todo esto?”. Estamos socialmente habituados. La más pobre de todos los pobres, la madre Tierra; Lampadusa y los conflictos migratorios; catástrofes naturales; la libertad, el sufrimiento y el amor; pederastia, tolerancia cero. “La manera de escapar del consumismo, de la corrupción, de la competitividad, del estar aprisionados por el dinero, es lo concreto del trabajo cotidiano”. ¿Mensajes nuevos? Ficción y realidad. ¿O viceversa?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 26 de octubre de 2018).
Con buen pie

Foto Cortes de Aragón
La política no ha parado en Pilares. El pasado 3 de octubre se celebraba, en la Sala “Giménez Abad” de las Cortes de Aragón, el trámite de audiencias legislativas sobre el Proyecto de Ley de Ordenación de los Derechos y Garantías y la Atención a las Personas con Discapacidad. Siete días después, en la Comisión de Ciudadanía y Derechos Sociales, el debate y la votación de la Proposición no de Ley núm. 206/18, sobre Asistencia Personal, presentada por el G. P. Podemos Aragón y ratificada por todos los partidos.
El CERMI da voz a diversas asociaciones. “Planteamos que las personas sordociegas cuenten con recursos y materiales adecuados y accesibles, como cartelería adaptada, referente sanitario, o una figura de apoyo como un mediador comunicativo o intérprete de signos” (ONCE). “Nuestra entidad representa un colectivo muy heterogéneo de personas sordas, independientemente de que su forma de comunicación sea la lengua de signos o la lengua oral con apoyos” (Agrupación de Personas Sordas de Zaragoza y Aragón).
La Federación de Salud Mental pide apoyo familiar, medios adecuados en la rehabilitación psicosocial y la inclusión social y laboral. Plena Inclusión, apoyo en lo jurídico y social, atención a alumnos y trabajadores con necesidades especiales y un profesional de referencia. COCEMFE denuncia la falta de asistencia incluso en el entorno sanitario.
Zaragoza Vida Independiente: “Somos la voz de todas aquellas personas que ni siquiera han podido levantarse de sus camas esta mañana por no disponer de los apoyos más básicos”. ASPASCIDE o Asociación de Padres y Amigos del Sordociego y Plataforma DI-SI subrayan la figura del mediador.
La citada PNL incide en la asistencia personal (art. 19 de la Ley Autonomía y Dependencia de 2006). “En otras comunidades, existen Proyectos de Vida Independiente que cubren esta necesidad. Autogestionados y sostenidos por las arcas públicas, ofrecen a las personas con discapacidad una vida autónoma, independiente y libre, a un coste mucho menor que una residencia”. Diez años ha costado a ZAVI en Aragón que los políticos puedan ver y escuchar. ¡Levántate y anda! Cada asistente personal es nuestras manos y nuestros pies.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 19 de octubre de 2018).
Hispanidad

Foto de Jesús Alba
Nuestra ventana del hotel daba a la Hermandad de la Candelaria. Hornacinas con vírgenes en las calles, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder, columnas retorcidas, piedad de lucernario y de piedra antiquísima, mezcolanza de estilos y civilizaciones.
Parroquias de El Salvador, Santa Cruz, del Sagrario, San Lorenzo Mártir… La catedral, la mayor del mundo, cuyos restos almohades de la mezquita o aljama no solo se perciben en la Giralda –alminar– o el patio de naranjos. Mudéjar, gótica, flamígero renacentista, barroca… Los sepulcros de Cristóbal Colón, Pedro I el Cruel o Alfonso X el Sabio son algo más que restos.
Cervantes y los lugares de Rinconete y Cortadillo o Cipión y Berganza; Cernuda y su jardín cerrado, con limoneros y magnolios; Bécquer y su amor imposible, actualizado en las hojas volanderas de cada nuevo otoño. El Real Alcázar, edificio civil de la España cristiana, hoy patio nocturno de comedias, influido por la Alhambra granadina. Parque de María Luisa, Jardines de Murillo, y el éxtasis sublime: el Cristo Crucificado de Zurbarán, cuerpo dormido en luz sobre la noche oscura.
Bartolomé Esteban Murillo y sus Inmaculadas, ternura hecha carne en lienzo pleno; y los dos pilares: Santas Justa y Rufina, sosteniendo a Sevilla en su Giralda. El Divino Salvador, como una segunda catedral, con columnas emblemáticas: Nuestro Padre Jesús de la Pasión, Nuestra Madre y Señora de la Merced o los retablos centrales.
En la plaza de la Alfalfa, salmorejo, choco y solomillo al Pedro Jiménez, sabores de la tierra. Torres del Oro y de la Plata, faros del comercio a ultramar, conviven con calesas, patinetes eléctricos y tranvía; y a veces con las sillas de ruedas que pasan por el ojo de aguja de calles con historia.
Albero en la Maestranza o la Macarena, repujadita en lágrimas, con escenas de la vida de la Virgen y una imagen de la Pilarica. O la plaza de España y sus 48 mosaicos, uno por provincia, que recuerdan el Pueblo Español de Barcelona, patria chica de la Caballé. Unamuno o Maeztu precursores, el 12 de octubre de 1935 se celebra en Madrid la Hispanidad; Sevilla inaugura el XXVI Congreso Internacional de Americanistas. Memoria histórica universal.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 12 de octubre de 2018).
Pilares

Foto www.youtube.com
Comunicación, cultura, deporte, empresa, ciencia y educación, cuidados del hogar, infancia y juventud. Siete mujeres que representan a todo el colectivo femenino –feminista tiene otras connotaciones quizá más restrictivas– de Zaragoza y Aragón harán mañana el pregón de nuestras fiestas más genuinas, y al tiempo universales.
Y es que en esta dichosa sociedad, en la que cada día saltan más a los medios los casos de abusos, falta de respeto y violencia de género, de sexo o doméstica, nosotras también contamos, Pilares y otros nombres. Me siento una o uno de ellos.
Y desde mi espacio de bajita o sentada reivindico: Que los Gigantes y Cabezudos puedan seguirlos todos; que el Teatro Arbolé y el de Feria, el espacio Río Juego y el Árbol de los Cuentos, no tengan cortapisas para ningún pequeño, y ojalá el Tragachicos se hiciese accesible en cada barrio.
Que tanto en los espacios para jóvenes, en los diversos puntos de la ciudad, como en la sala Multiusos, Zity Valdespartera o Príncipe Felipe, existan amplificadores de sonido, indicaciones en braille y lugares, nunca aparte, donde poder bailar con bastones o ruedas. Que en los conciertos de la plaza del Pilar, la del Justicia y las placicas de Casco se nos abra paso; no porque seamos más majicos, sino visibles.
Que en los actos y festejos religiosos, como el Rosario de Cristal, se respeten los puestos reservados para movilidad reducida –como debería ser en el empleo–. Que en la muestra de artesanía, tenderetes de productos varios, la Carpa de Aragón o las casas regionales, haya siempre una rampa a mano. ¡Y ya vale de mezclarnos con máquinas en la sala Mozart!
Que en el bus o el tranvía, cuando puedan cogerse, nos respeten los lugares para sillas, y evitemos tapones y accidentes idiotas. Que seamos también flores y frutos, en una ofrenda de colores: bebés, niños y adultos con capacidades diferentes, morenitos, latinos, ojos claros del este… Y utilizo el genérico –nosotros y nosotras–.
Quizá fuese una forma, se me ocurre, de hacernos todas y todos más visibles, abiertos a la fiesta y la inclusión.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 5 de octubre de 2018).
Cambio de luz

Foto Jesús Alba Enatarriaga
En la esquina del palacio del Marqués de Velamazán, en mi pueblo –el pueblo de mis padres–, pervive un reloj de sol grabado en piedra, con números romanos. Cuando ellos nacieron estaba ya allí. Supongo que era el que marcaba, junto con las campanas de la iglesia, el ritmo rutinario de las faenas aldeanas. Excepto en verano, ya que venía amaneciendo y anocheciendo una hora antes desde 1918.
“De sol a sol” tenía diferente significado en época de labranza que en tiempo de siega. ¿Por eso las noches eran interminables, se hacían tantos hijos, se ponían a jugar a la brisca –o “briesca”– y hacer calceta? Todo cambió. La guerra no solo terminó con las esperanzas y arruinó al país, sino que la dura posguerra y la alianza con Hitler trastocaron hasta el huso horario. Quien dictaba decidió que los españoles trabajasen y comiesen –es un decir– cuando los alemanes y franceses, y no según Portugal, Irlanda o Reino Unido. Que el meridiano de Greenwinch o GMT –“Greenwich Mean Time”– se lo pasaba, como tantas cosas, por ahí.
Se olvidó unas décadas; pero por los 70, a raíz de la guerra de Yom Kipur o árabe-israelí, y la crisis del petróleo y otras energías no renovables, volvimos a marear el tiempo. Cuando al paso del milenio toda Europa parecía estar de acuerdo, cambiamos otra vez de coordenadas.
Y dicen que en España hay más desfase. Que trabajamos mucho y nos rinde poco, que comemos muy tarde, trasnochamos y apenas hay conciliación familiar. Menos niños por aula, más aulas con móviles, portátiles y tabletas en la Universidad. A estas alturas del avance informático, superado el Plan Bolonia y en plena era de la posverdad, la luz no influye tanto en el ahorro de energía como en la salud. Ignoro si mi abuela se regía por su ritmo circadiano; sabía la hora exacta del día por cómo avanzaba la sombra en el portal.
Si me dan a elegir, me quedo con el horario de verano –más horas de lectura, las terrazas…–. Aunque también la noche y un radiador caliente ayudan a crear. Como ven, podría hacer un máster o una tesis con copiar y pegar. Estamos en otra hora.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 28 de septiembre de 2018).
Huesitos

Foto J. J. Guillén / Efe
“Barrita de chocolate fabricada en la actualidad por Chocolates Valor”, según la Wiki. También diminutivo de hueso: “Cada una de las piezas duras que forman el esqueleto de los vertebrados”. ¿Cuántos años podrían conservarse los huesos de un adulto? Sabemos que aguanta muchos años si se halla bajo tierra. ¿Y los restos de un anciano terminal, sostenido con máquinas y catéteres?
Todo guarda una sabia relación. En 1975 nacía en Ateca la fábrica de Chocolates Hueso, y su sucedáneo los Huesitos, galletas de barquillo recubiertas de rico chocolate. Precisamente el año que marcaría la Generación de la Semana de Vacaciones para muchos niños, por el fallecimiento de quien fuera nuestro Dictador durante cuatro décadas. ¡Cuántas generaciones disfrutaríamos de lo uno y lo otro!
Luego vendrían los Kit-Kat, los huevos Kinder… No sería lo mismo. Y es que el dulce es más dulce y sabe más sabroso cuando las carencias son mayores. En el pueblo de mis padres el chocolate era un lujo exquisito, para las fiestas grandes y los benjamines de la casa. En nuestra época, la Nocilla fue todo un descubrimiento.
Parece mentira que hayamos sobrevivido a la España en blanco y negro de un tal General Franco, que se hizo gobernante gracias a una guerra civil, con tal retraso frente a Europa y tantas prohibiciones tecnológicas, culturales… Y aun con todo había trabajo, pisos de Sindicatos para tantas familias sin recursos, Planes de Desarrollo. Vivir para ver y recordar.
“En caso de extraordinaria y urgente necesidad, el Gobierno podrá dictar disposiciones legislativas provisionales que tomarán la forma de Decretos-leyes” (art. 86.1 de nuestra Constitución). ¿Prevaricación, gasto innecesario según los nietos? “En el Valle de los Caídos sólo podrán yacer los restos mortales de personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil española” (Modificación de la Ley 52/2007, de Memoria Histórica, art. 16.3),
Nadie puede negarse al sentido común ni las peticiones de la ONU. ¿Pero tras de casi 50 años quedan restos, si no los del recuerdo colectivo que entre todos debemos construir?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón,"Tribuna", "Con DNI", viernes 21 de septiembre de 2018).
¿Por qué a mí?

Foto J Miguel Blanco / Heraldo
“El dolor que no habla gime en el corazón hasta que lo rompe”, versos shakespearianos como lema a la celebración del Día Internacional para la Prevención del Suicidio, por parte del Teléfono de la Esperanza de Aragón. Ni una semana antes, nos desayunábamos con la macabra noticia:” Un hombre mata a su madre y a su mujer enfermas y se quita la vida en Zaragoza”.
Un matrimonio de médicos muy querido en el barrio –médico de familia él, pediatra ella–, y las reacciones de Alfedaz (Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de Zaragoza) y de la Confederación Española de Alzhéimer no se hicieron esperar: “Consideramos que es un caso de lo que los expertos llaman suicidio compasivo o por extensión. No violencia machista”. Luis L. M. no podría más con la dependencia de su madre, la enfermedad de la mujer, el daño cerebral de su hermano por accidente de montaña, el reciente desahucio de dos primas.
El derecho y la ley también se imponen: “Para la socióloga, quienes los cometen claramente son personas que resuelven los problemas y los conflictos de manera violenta. Y eso es delito” (Gabriela Delsignore Máspoli, profesora de Sociología de la Universidad de Zaragoza). Por último, el universo emocional. Les dejaba escrito a las hijas: “He cometido una atrocidad. Al principio será terrible y lo pasaréis muy mal, pero quería libraros de cargas”.
Hasta los místicos saben del infierno y de la noche oscura. Y hay salida: “Entonces empecé a intuir el poder mágico que tiene la belleza para una persona humillada” (Monika Zgustova, Vestidas para un baile en la nieve). Quizá se trate de otra cosa, como apuntaba el diputado Raúl Gay: “Carlos es un hombre de 40 años, con parálisis cerebral, que reside en casa de sus padres, no accesible. Los padres son mayores, fallecen y Servicios Sociales se hacen cargo. Lo llevan a una residencia y comienza a vivir –amigos, viajes, cine, pareja–. Y se siente culpable de que, debido a una infraestructura carente de recursos, hayan tenido que morir sus padres para hacerlo”. La otra cara de la moneda. ¿Hasta cuándo?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", vienes 14 de septiembre de 2018).
Martes, trece, agosto

Foto http://andoni-sinbarreras.blogspot.com
“En trece y martes, ni te cases ni te embarques”. Tampoco en agosto salgas mucho a la calle si piensas que todo va a ir sobre ruedas. Desde febrero y marzo no coinciden en nuestro calendario, y no volverá a darse hasta noviembre. Pero lo mismo da.
La mala fama de los martes y los treces juntos responde a confluencias antropo simbólicas. “El trece es un número al que se le otorga mala suerte desde la antigüedad”: trece, los comensales en la Última Cena; en la Cábala judía, trece espíritus malignos; en el Apocalipsis, el anticristo aparece en el capítulo 13; en el Tarot es el número de la muerte. Martes es el día de la semana dedicado a Marte, dios romano de la guerra y la sangre; y nombre del planeta rojo. Lo de agosto es simple experiencia personal,
El octavo de los meses es sin duda el más plácido en Zaragoza. Nadie en las calles, sin apenas ruido, un aire cálido y sereno. Aunque no exento de aventuras. Me pasó como al camello de Melchor –él allá por diciembre–: “El camello se pinchó / con un cardo en el camino / y el mecánico Melchor / le dio vino” (Gloria Fuertes).
Se me pinchó una rueda de mi silla electrónica –que eléctrica es otra cosa– y no podía caminar. ¿Casualmente?, mi ortopedia habitual cerraba final de mes, y comencé una campaña de búsquedas en Google, correos-e, llamadas telefónicas y alguna visita.
–Podemos mirarla, deja la silla uno o dos días. –¿Y cómo vuelvo a casa? La miraron de urgencia, pero ¡malhaya!, no había cámara específica para el modelo en cuestión. –¿Y si pruebas con un espray de los que usamos en los coches? –nos comentó el taxista. Nos dieron otra referencia: –Aquí solo atendemos a clientes. Bajamos a la ortopedia más cerca de casa. –Tiene que traernos el diámetro de la cámara, de la cubierta y los números que pone en la rueda. –¿Cuándo estará? –Hasta mita de septiembre no viene el técnico.
Al final, un pequeño establecimiento de los de no mucha publicidad. –Sí, la tenemos. ¡Albricias! Y la llevó mi hermano, que había vuelto de vacaciones. Todo queda en familia. En agosto, con los pies en la tierra.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 31 de agosto de 2018).
Velamazán

Foto Miguel Ángel Martínez Barca
Puede provenir de “Al-mahsan”, fortaleza. O de “Bala” y “Muza”, fortaleza de Muza. Del Laberinto de la Fortuna de Mena a los Anales de Aragón de Zurita, se escribe de diferentes formas, con V o B (José de Miguel Martínez, Velamazán. Villa de señorío, condado y marquesado).
La ermita de la Dehesa, la iglesia de la Santa Cruz, construida en el siglo XVII por salvarse el pueblo de la peste, y la otra románica de San Sebastián –después el camposanto viejo–; el palacio de los marqueses González de Castejón, hoy casa rural, con su escudo de armas y su reloj de sol en la fachada, son parte de mi educación sentimental.
Cuna de Miguel Moreno, etnólogo y cronista oficial de Soria, y de Antonio Rodrigo Antón, beato franciscano. Recibiría las visitas como médico rural de D. Enrique Moliner Sanz, padre de María Moliner, durante su estancia en Almazán en 1902 –23 km. de distancia, seguramente en mula–.
Hinchables para niños, gaiteros antes de la misa del día de la Virgen o de San Roque, cena en común… El intento de echar el vino de la tradición en odres nuevos ha ido formando la asociación cultural. Este agosto organizaba su II Jornada de Convivencia, junto a Fuentetovar y Rebollo, y el I Certamen Nacional de Relato Breve “Villa de Velamazán”. “Cuando se estancaran allí las nieves del invierno y no estuvieran el Eustaquio y él para quitarlas, todo se vendría abajo. (…) En ese momento de inmensa tristeza creyó oír la algarabía de niños corriendo alegres por las calles” (Armando Ruiz Chocarro, “El ahorcado”, Primer Premio).
Presentaciones de libros, música regional con “Sepios Folk” –flauta, acordeón, zanfoña–, poemas en las calles a lo parque Labordeta. “Y un día, ya crepúsculo en el orbe, / reposaré en la calma de esta tierra” (Pájaros de silencio). No todo son expoliaciones en los pequeños pueblos olvidados: “En la memoria siempre quedarán los temblores, los alaridos y el ruido de las explosiones, pero no quedaron muertos” (Marina Moro López, “La muñeca de tela”, Accésit).
“Y entonces todo volvió a empezar” (Jaume García Vilá, El fin del principio).
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 24 de agosto de 2018).
Discapafobia

Foto Clinica Psicovital M&M Almería
La polémica y la recogida de firmas están servidas desde junio. Por un lado, la enseñanza inclusiva: “Estoy a favor de que exista la mejor atención para los alumnos con discapacidad en todos los colegios públicos, concertados y privados”. De otro, la educación especializada para alumnos con capacidades diferentes: “… si usted tiene un problema cardíaco leve, le seguirá su médico de familia. Pero si lo que tiene es una cardiopatía compleja, usted querrá ser llevado en una unidad «superespecializada» en cardiopatías”.
Y pienso en Javier y Eduardo, en Clara y su melliza Claudia, nacidos con parálisis cerebral. Colegio e instituto normalizado y el CCE Ángel Rivière, según el caso. Cris Aberasturi precisará siempre atención personalizada; Rafa Calderón, con síndrome de Down, es uno más entre sus compañeros. La propuesta de ley de Podemos allanaba barrancos: “Se establece como criterio general que todo el alumnado sea escolarizado en centros ordinarios de su elección, estableciéndose una sola modalidad de escolarización”. ¿Cómo será el colegio de los hijos de Irene y Pablo?
¿Centros especiales sí o no? La realidad supera a cualquier ley, si esta se lo permite. La sonrisa de una persona con diversidad intelectual vale un mundo. Pero llevamos años sin casi ver a niños con alteración del cromosoma 21 (ley de plazos, malformación del feto…). ¿Se oculta un lado del espejo?
Como la PLO de regulación de la eutanasia, presentada por el grupo que nos gobierna. Podrá solicitarla quien sufra una enfermedad grave e incurable o padezca una discapacidad grave crónica: “situación en la que se produce en la persona afectada una invalidez de manera generalizada de valerse por sí mismo, sin que existan posibilidades fundadas de curación, y sí seguridad o gran probabilidad de que tal incapacidad vaya a persistir durante el resto de la existencia”. Aquí se roza lo insufrible.
Fobia a la discapacidad, la limitación, el proceso natural de envejecer… ¿Seguir con Piter Pan y Pocoyó? “La verdad os hará libres”. Ocultarla genera frustración. Más vida, hoy que cumplo velas.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 17 de agosto de 2018).
Sin móvil

Foto www.forocoches.com
En algunos campamentos de verano ya se practica. Y no sé si Macron y Pedro Sánchez tratarían del tema, pero me parece una buena medida que en institutos de enseñanza secundaria no se permita el móvil en horario de clase. Por diversos motivos.
Haciendo limpieza, poco antes de los caloríferos rigores que parecen de momento amainar, me encontraba con el primer dispositivo de telefonía inalámbrica que cayó en mis manos. Sería frontera de los dos milenios. Un Motorola Amena, con las teclas de encendido-apagado, ok, volumen y flechitas a izquierda y derecha para buscar los números guardados. Lo demás, bajo una tapita que yo no podía manejar.
Una antigualla, sí. Aunque de hace dos días. No hace tanto celebrábamos muestro 25 aniversario de licenciatura. Ni búsquedas por Google, ni portátiles ni nada parecido. Servidora y su máquina eléctrica y su memoria de pobre paquidermo y tan campante. ¡Bendito aquel Mackintosh que me ayudó con la tesina!, pese a aquellos disquetes que había que meter y que sacar y cuya capacidad hoy parece irrisoria.
Y si retrocedemos unas décadas más, muchos de nuestros padres, de seguro, festejaron por carta. En bastantes pueblos castellanos, no entraría el cableado telefónico –y si me apuran el agua en las casas– hasta bien entrados los 70. Que catalanes y vascos siempre fueron por delante. Y en época de guerra, y de antepasados aún recientes, ¿cuántos meses tardaba una misiva en llegar a su destino?
Una comida o reunión sin whatsapp es impensable. Ver el fútbol sin consultar el móvil no es lo mismo. ¿Quién resiste más de 20 minutos? Te quedas relegado si no envías o recibes un mínimo número de mensajes.
La inmediatez nos manda, mucho más que una imagen. Madurar aprisa, el sexo urgente, tener respuesta con un simple clic.
Acumulamos mucho sin procesar apenas; a los jóvenes les urge; los pequeños se las saben todas. A cambio, perdimos la cultura del esfuerzo, de la paciencia que acrisola, del saber discernir si mejor mis propias zapatillas o las de marca. Para amigos, los dedos de una mano; no los miles de Facebook.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 10 de agosto de 2018).
Helados

Foto Jesús Alba
Cuando éramos pequeños solo había helados en verano. Porque en invierno rondaban las anginas, y teníamos que estarnos junto a la estufa, con el televisor en blanco y negro y muy poquito más. Por eso, el que mamá comprase para mi comunión helado de corte, con su galleta a ambos lados –aunque a mí me lo echasen en un platito–, fue ya toda una fiesta.
Era además el tiempo de los barquillos y los cucuruchos, también de obleas en la plaza del Pilar. Polo nunca tomé, se calaban los dientes y era más incómodo. Y pocos Flash, que debían sostenerme el plastiquito y era una lata; aunque a mis amigas en el pueblo y a mis hermanos, ya por los 70, les encantasen.
Y con todo, los polos ponían la nota de color. Porque el helado helado, de nata y de vainilla; de fresa y chocolate, menos veces. Y así seguían siendo aquellos cucuruchos que me compraban los tíos en la playa, pese a que habían tenido que pagar el viaje y el hotel. ¡Qué recuerdos!
Después, las tarrinas de plástico vendrían a salvarme, en las colonias –aún no había problemas con los residuos–. Aunque para helados, esos de tres sabores de la Piazza Navona, en Roma. ¡Cómo se derretían en pleno junio! «Un niño en su carrito, una señora, / un viejo pensativo, paseando / en torno a sus recuerdos. / Tomamos el helado, y me trajiste / un poco de agua clara entre tus manos / para lavar las mías».
Mis sobrinos mayores, el uno prefiere el almendrado; el otro, el Calippo. Y los más pequeñines están todavía en la edad del muñequito que lo contiene. La tía sigue prefiriendo el recipiente, con una o dos bolitas, yendo hacia el parque Labordeta o en el bar de la entrada, mejor si es compartido.
Las cosas han cambiado, ¡vaya que sí! Me contaban que en la heladería Napoli de Madrid sirven combinaciones de queso Philadelphia con piña, mascarpone con higos, maracuyá con coco, frambuesa con vinagre de Módena… Nada que envidiar la tarrina de mango con tomate rosa que nos tomamos el otro día en Huesca, plaza San Antonio. ¿El arte puede ser? ¡Y pensar que en el súper siempre los Magnum mini! A nuestra edad, las calorías, el azúcar…
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 3 de agosto de 2018).
El tren Chuchú

Foto Guillermo Mestre / Heraldo
Ha sido compañero inseparable de lecturas, reflexiones, soledades buscadas, quedadas con amigos, un amor “in crescendo”… Puente de los Cantautores, paseo Manuel Azaña. Locomotora negra con detallicos rojos en las ruedas, el guardabarros y la nariz, tirando de sus dos vagoncillos multicolores; y yo intentando despedir a mi tía en la plaza de José Luis Sampedro –ayer Princesa–: “Me fui hasta el parque. Quería despedirme / de tu cuerpo de tierra y hojarasca. / Quería despedirme, pero volvías / una vez sobre otra / cada vez que los peques iban a columpiarse / o hacían dibujitos con un palo en la arena, / como yo de pequeña, tú a mi lado”.
El Jardín Botánico, la Rosaleda, y a la derecha los columpios nuevos, y mis sobris mayores reclamando la atención de su tía al subir y bajar del tobogán –antes “esbarizaculos”– o el barco. Y las viejas piscinas, com más de cuatro chapuzones hasta los 12 años. El paseo se alarga y revuelve. ¡Cuántas entrañables tardes de pareja!; ¡y conciertos en el rincón de Goya! Allí arriba, allá más lejos, con mi tío y mis hermanos, rodando tan felices por la pendiente. No habían comenzado a caerse los pinos.
En el bar los gorriones compartían con nosotros las patatas. Avenida de los Plátanos o los Bearneses; más silencios, y besos, y confidencias con mi media luna o naranja. El nacimiento del primer sobrino, ante la catarata que desciende y te sube al Cabezo. Y girando la otra fuente de colores, a la izquierda el parterre de setos, jardincicos, bancos, estanques y más fuentes, ya San Sebastián, digo, el paseo. Vamos redescubriendo el Kiosko de la Música, y columpios de colorines y casita tobogán.
Antes del deportivo Perico Fernández, aquellos columpios itinerantes regentados por un matrimonio anciano. ¡Cómo subía a las estrellas! Si volvemos a girar hacia la Estación del Tren, me veo en un triciclo rojo con mis papás y tíos.
¿Recuerda quizá el blanco paraísos cerrados? Ojalá mis sobrinos más pequeños se sigan quedando extasiados con el tren. Ahora puedo viajar con ellos. Una bonita infancia, antes de alistarse para Marte.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 27 de julio de 2018).
Tormentas de verano

Foto Heraldo
He vivido veranos abrasadores, tardes en las que el aire abofetea la piel con su bola de fuego, inviernos que ponían las camisas tiesas como cristos cuando los radiadores y el televisor eran bien de unos pocos. Pero nunca recuerdo una tormenta de verano como el 11 de julio.
Por la acera del pequeño parque que lleva de Juan Carlos I a Vía Univérsitas, unos metros tan solo. Una nube negruzca en el cielo que se iba aproximando, unas primeras gotas, goterones, corrimos a meternos en la puerta del IES Jerónimo Zurita, no daba tiempo, un viento enloquecido, una sensación inaudita de terror, ¿y si se me cae un árbol encima?, ¡corre corre!
Los porches de Overpani fueron nuestra salvación. Cómo caía. ¡Granizo! El agua alcanzaba ruedas y zapatos. Una rama enorme desprendiéndose al suelo. ¿Pero esto que es? No se veía nada, viento y tierra nos cegaban los ojos. El continuaba salpicando y calando rostro y espalda.
Habíamos quedado con una buena amiga por Romareda. No llegamos, ¿la llamo? Tardará 15 minutos en pasar esto. Mientras esperábamos, la ciudad, o lo que de ella veíamos, iba cambiando de semblante. De los ojos terrosos al marrón, al grisáceo; del granizo a la lluvia más delgada, que poco a poco iba amainando. ¿Sale el sol? ¿O es una luz extraña que refleja?
Mi visión continuaba. ¡Una lluvia monzónica en Zaragoza! ¿Cuándo se había visto? Intentamos cruzar ha Violante de Hungría, los ríos de los vados entre acera y calzada y los troncos caído lo hacían inviable. Dimos la vuelta por las calles de atrás hasta Asín y Palacio. El acceso –por cierto, sin rampa– al hotel Romareda y a la terraza del Rogelio’s era casi un embalse.
Nuestra amiga llegó. ¡No sabéis cómo está todo por ahí, por Gran Vía, por Fernando el Católico! Ni tranvía, ni un taxi. En la plaza San Francisco he visto uno. Pero lo han cogido una mamá con su niña, y claro, ellas lo necesitaban. Quedó una tarde inolvidable.
Y te vas despertando. Mis padres achicando agua en la terraza. Coches como autos de choque flotantes. Sillas que volaban sin telequinesia. ¿Locura climática?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 20 de julio de 2018).
La caverna

Foto Efe
“Represéntate hombres en una morada subterránea en forma de caverna, que tiene la entrada abierta, en toda su extensión, a la luz. En ella están desde niños con las piernas y el cuello encadenados, de modo que deben permanecer allí y mirar solo delante de ellos, porque las cadenas les impiden girar en derredor la cabeza” (“República”, Libro VII). ¿No resultan rabiosamente actuales estas palabras escitas por Platón hacia el 380 antes de Cristo?
Y si bien el clásico relata en forma de diálogo una alegoría político filosófica espiritual, el equipo de los jóvenes “Jabalíes Salvajes” revive en carne propia el mito de la superación. “Dédalos de la infancia” podría titularse esta maravillosa aventura de supervivencia humana. La realidad supera casi siempre a la ficción.
¿Qué fuerzas misteriosas llevaría a los doce muchachos y su monitor de fútbol a la cueva tailandesa de Tham Luang, justo antes de desatarse la tormenta con sus mil demiurgos? ¿Los hados? ¿La casualidad? ¿La imprevisión acaso? De otro lado, ¿qué energía centrípeta o sinergia uniría a Estados Unidos, Australia, China, Japón, Israel, Finlandia, Dinamarca o España, entre otros? ¿Qué hizo del error y la desgracia un hecho, mucho más que viral, genuinamente universal, político y del pueblo?
Encierra mil y un misterios la caverna. ¿Qué pasaría por la mente de esos chicos antes de que llegase el primer alimento? Mientras intentaban avanzar y abrir puertas en la noche y agua. ¿Tiene entonces la muerte un color y una distancia diferente? ¿Cómo es el primer pálpito de luz?
Uno, cuatro, seis, ocho… Fueron emergiendo los chavales, adolescentes ya, hombre más de uno tras madurar en la prueba, a la superficie de una nueva vida.
“Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente ha sido dicho, comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la morada–prisión, y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol”. Las miras parecen muy diversas: celebrar el cumpleaños, ayudar a mamá, un poco de pan con chocolate. La esencia permanece.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 13 de julio de 2018).
María Antonia

Foto: Jesús Alba Ematarriaga / María José Millán Álava
Los pasados 21 y 22 de junio, la Universidad de Zaragoza, la Institución “Fernando el Católico” y la Diputación Provincial, compañeros docentes, doctores por ella dirigidos hoy profesores, discípulos y amigos, rendíamos un merecido homenaje a nuestra entrañable maestra María Antonia Martín Zorraquino,
Nuestra primera clase en la Facultad, un cálido recibimiento en el Aula Magna I –éramos un grupo numeroso y en la II había escaleras–. Nos dio la bienvenida y, acto seguido, le faltó tiempo para invitarnos a disfrutar del trato con otros compañeros, no solo de nuestra disciplina. Gozar de nuestra juventud y aprovechar al máximo la enseñanza universitaria. Se nos quedaron las palabras, el suave y vigoroso aleteo de sus manos al subrayar los ejes principales del sintagma. Irradiaba armonía y sencillez.
Morfología, Semántica, Fonología, Fonética… Comentario de Texto, adaptándose siempre la profesora a los alumnos. Entre 1982-87, su década no siempre más dichosa, haría germinar la semilla en nosotros, generosa y fecunda. Su melena abundante y sus blusas, con volantes y detalles exquisitos, daban un toque de serena elegancia.
Me examinaba con la máquina eléctrica. –Señorita, no es necesario que lo escriba usted todo. Con enumerarme cada caso yo ya veo que se lo ha estudiado –yo continuaba escribiendo–. Ya veo que es usted de Aragón.
Eugenio Coseriu, Emilio Alarcos, Tomás Navarro y el María Moliner. Continué con el doctorado, y en una de mis visitas a la Facultad conocí a su esposo: –¿Es buena profesora? (me preguntó Juan). –¡Muy buena! (recostaron sus cabezas uno en otro, se sonrieron).
“El corazón en vilo”, “La manzana o el vértigo”… Y es que se desvivía por cada uno. Lo mismo que por sus maestros: sus padres, su marido, Juan Rivero Lamas, y D. Félix Monge.
En septiembre, cuando estrene su nuevo cometido de profesora emérita en la antigua Facultad de Educación –por la remodelación de Filología–, seguirán en nosotros sus palabras: “Que aprovechéis cada lustro para volver a veros. Y ojalá pueda yo seguir acompañándoos hasta que lleve bastoncico…”.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 6 de julio de 2018).
No somos piedra

Foto www.mujeresenlahistoria.com. Claricia, primera mujer copista que iluminó el texto que trabajaba con su autorretrato.
Fue en el Concilio de Éfeso, 431 d. C., cuando, tras sesudas deliberaciones, los teólogos comenzaron a calibrar la posibilidad del derecho de la mujer a tener alma. Ya no era un ente inferior a la piedra, como creyeron muchos medievales. Los judíos más ortodoxos siguen hoy debatiendo si las féminas son o no desalmadas. Mientras el Corán ha reconocido siempre la dignidad del hombre y la mujer, seres íntegros, independientes, libres, creados de la misma esencia.
¡Quién lo iba a decir! Y es que las fuentes poco tienen que ver con su implementación socio cultural. Y si no, ¿por qué esperar a Rusia para asistir unas y otros al fútbol en igualdad de condiciones? Hasta ahora, no se había aprobado una ley que permitiese conducir a las mujeres sauditas, aunque llevasen ellas la carga, el trabajo, la compra y los traslados de toda la familia. ¿Y las adolescentes marroquíes?, obligadas a casarse nada más apuntarles las curvas hasta casi el actual reinado de Mohamed VI.
En un entorno integrista, incluso los deportistas con melena son censurados. Pero no nos engañemos. Seguro que en la exposición –en el Pablo Serrano– y el libro de Ana Palacios, “Niños esclavos. Por la puerta de atrás”, abunda más el sexo femenino: “Muchas han sido objeto de violaciones sistemáticas, de explotación infantil, de reclutamiento con fines militares, se han dedicado a la mendicidad forzosa o a la venta. Si van al campo, recogerán caña de azúcar, cacao y café. En la ciudad todo es más impredecible”.
No hay que migrar a países donde pedir un hospital o un centro universitario son motivo de cárcel; ni culpar continuamente a Trump. ¿Separará a las niñas árabes de sus madres? “Estas mujeres empiezan a aislarse socialmente, él la desacredite mientras ella habla delante de la gente, o critica su forma de actuar o vestir”, comentaba la presidenta de Somos Más tras el asesinato de Raquel.
Niñas testigos-víctimas, mujeres con discapacidad, mayores que se vuelven dependientes… nunca denuncian. No somos piedras ni de piedra. ¿Alzheimer o trastorno bipolar? Lo olvidamos a diario.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 29 de junio de 2018).
Niños migrantes

Foto perfil.com
Hace unos días, con la llegada del Aquarius, se me quedó la imagen de una niña pequeña, morenita, en brazos de su mamá. Todos le hacían gracias y carantoñas. ¡Estaba para comérsela! Me recordó de pronto a mi sobrinita de ocho meses. Y es que los bebés no saben de fronteras, su lenguaje y su forma de querernos son universales.
Días después, la tele nos mostraba uno de esos centros aislados del mundo, en la frontera de Estados Unidos y México, en los que a los pequeños se les aparta de sus padres y del resto de la familia sin papeles. Debía de ser un centro privilegiado, contaba con salones, comedor, servicios, dormitorios y hasta un plan de estudios. Con lo que no contaban los menores era con un futuro cierto a corto plazo. De espaldas a la cámara, comiendo en una de las mesas, un muchacho en silla de ruedas. Me recordó mi infancia, mi juventud, mi desarrollo hasta ahora.
Aún nos faltaba por ver. Estaban hacinados entre rejas o, mejor, alambradas, al otro lado de la dignidad. Llorando a pulmón partido, gimoteando, cansados de tanto insistir, o con berridos y alaridos casi de bestia humana. Sintiendo cómo se desgarraba, acaso para siempre, su inocencia. Y la súplica tímida y pertinaz de otra niñita: “Quiero ver a mis padres. Pero dejadme, por lo menos, estar con mi tía, por favor”. Y otra vez yo y mis tíos, con cinco, seis, siete, ocho años. El espejo interior tampoco sabe de países.
Veo a esos pequeños que a veces se nos cruzan en las calles. Y ahora ya no tanto, quizá lo hayan prohibido, pero antes pedían con papá. Y veo a esos graciosos morenitos de cabello ensortijado, en su carrito o de mano de mamá, cubierta la cabeza por un velo, como nuestras abuelas y bisabuelas. Y a los hijos de mujeres latinas, de otros países de África o de Europa del Este. Y luego mira a mis sobrinos, los mayores y los más pequeños, a los hijos de primos y amigos, y comprendo la brecha que se abre entre nosotros. Hijos de Dios, Alá o Jehová, nuestro origen y destino es diferente.
Europa necesita etnias jóvenes, y Trump ha prometido… Pero, antes, miraremos a la Luna.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 22 de junio de 2018).
Quo vadis?

Foto: Patrullera de la Guardia Costera italiana (Agencia Efe).
Ni el agua con sales reconstituyentes que tomaría Nadal en el Roland Garros, ni una imagen política, confiemos. Vamos a dar un voto de confianza y dignidad humana. El Aquarius es una cuestión de derechos, de esos que nunca deberían estar ausentes en cualquier sociedad civilizada.
“En Libia se producen situaciones terribles, las mujeres son violadas, los hombres son torturados y la gente está en condiciones de esclavitud”, denunciaba a los medios David Beversluis, de Médicos Sin Fronteras. Enfrentamientos bélicos, campos de refugiados, tráfico de menores, violencia, masacres… 123 menores entre los más de 600 viajeros a un destino incierto, bebés, embarazadas. Ni Critilo y Andrenio en El Criticón.
Desesperados, una madre y un padre tienen que estar al límite para enviar a sus hijos en una embarcación de mala muerte. Un gesto solidario donde los haya, una nación valiente, un gobierno auténticamente rompedor.
Todo perfecto, si no fuese… ¿Cuántos cientos de barcos y botes flotan a la deriva, en condiciones míseras, junto a nuestras costas? ¿Y en Europa? ¿Y por esos mundos sin dios que son nuestro propio mundo? Con dar pan a un hombre de esos que piden por la calle, sin recursos ni marketing, ¿salvo a la humanidad?
Médicos Sin Fronteras y Sos Mediterranèe advirtieron de las inclemencias de las olas y de esta extraña primavera. Ojalá lleguen sanos y salvos a puerto valenciano, tengan atención primaria, acogida en las comunidades colindantes –como Aragón–, atención psicológica y económica, una vivienda, empleo… Ojalá. Y se atienda a los discapacitados, que la diversidad funcional se agrava con la étnica.
Sin embargo, ni el 10% de los eurodiputados asistieron siquiera al debate. Ni Italia, ni Malta ni tantos otros. Y lo peor, seguimos teniendo aporofobia, migrafobia y no sé cuántos miedos más.
Màxim Huerta citaría a Lope. Quizá mejor referirnos a Gracián y Calderón, el gran teatro del Universo y del Mundo, y a la antigua tradición cristiana: –Quo vadis, Domine? –Romam vado iterum crucifigi (“Voy hacia Roma para ser crucificado de nuevo”). Ojalá no.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 15 de junio de 2018).
¿Hasta cuándo?

Foto ABOLIGRAFO / Javier Jiménez Sánchez-Dalp
“Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?” –‘¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?’–. La célebre frase de Cicerón en el Senado, que descubrió una conjura y desterró a Catilina y sus secuaces fuera de la ciudad, pasó a la Historia gracias a la “Catilinaria” I. No se llevan los latinajos, ni los grandes discursos políticos. Hoy es todo mucho más a ras de tierra, o rastrero, el castellano es rico.
¿Qué se hicieron Demóstenes, Tucídides, Pericles y otros oradores del ágora griega? Lucio Craso, Quinto Hortensio, Pompeyo, Marco Junio Bruto, Séneca… ¿Dónde Mahatma Gandhi, Abraham Lincoln, De Gaulle o Roosevelt? Y entre los nuestros, Antonio Maura, Azaña, Dolores Ibárurri –por fin una mujer–. Nos cuesta recordar la memoria reciente y desbordante, de Manuel Fraga a Julio Anguita. Quizá por eso…
La mayoría estaba de acuerdo en echarlo. Todos sintieron en sus cabezas y en sus corazones el cuchillo cortante e hiriente del silencio “Traidor, usted no es de fiar, actúa como un chantajista y no cumple su palabra”. Un enfrentamiento parlamentario de altura, como hace casi siglos.
Dos días lectivos después, el señor de los tiempos dio la puntilla: “Es lo mejor para el partido, para mí y para España”. Buen titular para un comentario de texto. Se divide en cuatro partes: agradecimientos y humildad humana; análisis de la situación y consideraciones: “el gobierno que yo tuve el honor de presidir, fue censurado parlamentariamente por un desordenado conjunto de formaciones políticas […] va a gobernar alguien que ha perdido las elecciones”; ofrecimiento de estabilidad; despedida y coherencia interior.
Conclusión: “si se define la posverdad como "la distorsión deliberada de una realidad con el fin de crear y de modelar la opinión pública e influir en las actitudes sociales y en la que los hechos tienen menos influencia que las emociones o las opiniones", habrá que convenir que hemos asistido a un ejemplo insuperable de este fenómeno”.
A Churchill lo echaría su pueblo, no una conspiración. Buen hacer, sin colores. “Final de la cita” (MR).
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 8 de junio de 2018).
Intereses privados

Foto Orange publicidad
“El uso de tus datos, para nosotros, es una cuestión de responsabilidad” (Centro de Humanización de la Salud). Desde hace unos días, todas las organizaciones públicas y privadas, redes sociales, empresas, delegaciones civiles y religiosas, servidores de Internet y un largo etcétera, hablan de protección de datos de usuarios y seguidores. “Por eso en Orange hemos cambiado nuestra política de privacidad. Recibirás información de descuentos y ofertas personalizadas, solo las más interesantes que están cerca de ti”. Se trata del Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo, sobre la protección de las personas físicas y sus datos privados, que entraba en vigor hoy hace una semana.
Hay excepciones, como en materia de delitos, el ámbito doméstico o el capital. Y pienso yo que los romanos la hubieran aprobado al cien por cien. No lo tengo tan claro ahora, con un concepto de la “cosa pública” tan diverso de entonces. Ahora se nos cuelan desde cremas de belleza a “chorizos” que ejercen en la polis como si tal; o lobos con piel de cordero, como en el texto bíblico.
Escribía Pablo Iglesias a sus correligionarios tras la consulta por el célebre chalet: “Cometo errores y seguramente los seguiré cometiendo, pero nadie podrá decir que nos aferramos al cargo o que nos escondimos ante la crítica”. Y queda tan campante y tan señor.
Vivimos la cultura de la imagen, y hay que cuidarla. Sin embargo, solo con asomarnos a la pantalla, el móvil o cualquier medio impreso, nos ponen que vemos a colores. Si los azules son tachados de corruptos, el naranja es el trepa escaños profesional; el rojo descafeinado se confunde con el lila. ¿Y los amarillos? ¿Y el verde ikurriña? ¿Y el blanco de las casas encaladas?
Que hasta los ciegos ven y los sordos escuchan el griterío, sobre todo por algunos o algunas intérpretes. ¿Peor el destino de Sócrates o el exilio interior de Miguel de Unamuno? ¿Y la que puede venir? A una, la verdad, le entran ganas de marcharse a algún exoplaneta lo más lejos posible. Al menos, mis intereses personales quedarán a buen recaudo.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 1 de junio de 2018).
Huesca

El ascenso del Huesca (foto Heraldo).
“Es bueno para Huesca y para Aragón”, afirmaba Lambán. Pero también lo es que se cambien las cruces amarillas y la indignación ante tanto trapicheo político, por voces que alaban y vitorean a su equipo de fútbol. Cuando el eco melódico y atronador de Plácido Domingo festejaba el 80 aniversario de Fleta, en la plaza de Navarra, donde habitualmente te tomas un café en calmo “locus amoenus”, resonaba otra orquesta colectiva. Además de pan y de trabajo, y un piso modesto si vienen hijos, necesitamos héroes cotidianos, como Álex Gallar o Jorge Pulido: “Se hizo esperar mi gol, pero ha venido en el mejor día. Entré con todo al remate”.
¿Cuándo se ha visto en estos últimos 118 años un autobús descapotable transportando a la cumbre a la Sociedad Deportiva? Desde el estadio de El Alcoraz, a las calles Martínez de Velasco, José Gil Cavez, Zaragoza, Teruel y la avenida Danzantes, el paseo Ramón y Cajal, la Ronda Montearagón y San Juan Bosco; avenida Monreal, Coso Alto, los Porches de Galicia y plaza de Navarra. Dicen que es un fenómeno de masas, pero es algo más.
Personalidades del mundo de la cultura, el deporte, la política, el espectáculo; mujeres, hombres y pequeños de todos los colores. Todos reunidos, celebrando el vuelo del halcón: “El Huesca es como un águila, que vuela contra el viento” (José Antonio Martín ’Petón’, consejero delegado). Algo alienta el alma de la colectividad, de la unamuniana intrahistoria.
¿Un nuevo estadio? ¿Más millones? ¿Jugadores importados de la cúspide? De momento, una comida familiar y tradicional, con productos de la tierra, una de las claves de la unión. “Son un grupo de personas maravillosas, un grupo de amigos que ha triunfado desde la humildad y el trabajo”, declaraba a los medios Carmelo Bosque.
Pero hay más. San Pedro el Viejo, San Lorenzo o la Catedral, el recuerdo de Sancho de Larrosa, célebre copista, las rosquillas de las Madres Carmelitas, el Museo Pedagógico de Aragón, el parque Miguel Servet, con el Monumento a las Pajaritas de Ramón Acín, ya no serán tan recoletos. La Historia se levanta desde abajo.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 25 de mayo de 2018).
Alfie Evans

Foto Alfies Army Official / AP
Se mezclan los conceptos, se confunde, se lleva al laberinto psicológico y social. El debate en el Parlament catalán sobre la despenalización del suicidio asistido –ayudar a matarse a un dependiente– ha venido a sumarse a la Proposición de Ley Orgánica en torno a la eutanasia, como un derecho sanitario más dentro de la carpeta de servicios de la Seguridad Social. Según Andrés Perelló, secretario de Justicia del PSOE, la muerte digna depende de otra normativa todavía pendiente. Me lo explique.
Eso sí, la LPO de la eutanasia está pensada generosamente “para aquellas personas que requieren cuidados paliativos por una enfermedad terminal, grave e incurable, y para aquellas «que deciden no vivir más» en casos de discapacidad grave y crónica, como consecuencia de la cual padecen un «sufrimiento insoportable» y no pueden valerse por sí mismos”. ¡Manda narices!
Les prometo que lo mío ya no tiene cura y sigo con muchas ganas de vivir. Además, los cuidados paliativos llevan años aplicándose por su peso, un humanismo sano y el sentido común. En Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Canadá se permite matar a un paralítico y aquí no ha pasado nada. ¿Gran Bretaña? ¿Italia?
Y un caso extremo, cuando se prohíbe a los padres decidir el tratamiento y las alternativas para el hijo. Los altos tribunales y los médicos del “Alder Hey Children’s Hospital” impusieron su diagnóstico: “una degradación catastrófica de su tejido cerebral” y que “continuar con el tratamiento sería no solo inútil, sino cruel e inhumano”. Se amputó de raíz toda esperanza. Alfiie sobrevivió durante cinco días. ¿De dónde la energía?
Síndrome de Agotamiento Mitocondrial, como Charlie Gard –que también fallecía sin viaje–. Profundamente enfermo como Ashya King, hoy vivo gracias a haber salido del país. Servidora va por su cuarta o quinta vida, incapaz de desarrollo intelectual, según prescripción facultativa. Por ciertas técnicas y leyes, los 500 deportistas con diversidad reunidos en Teruel, o los intérpretes de “Campeones”, pudieron no nacer. ¿Eugenesia social? ¿O curarnos en salud política?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 11 de mayo de 2018).
Ofrezco empleo

Ausencia. Dibujo de Gustavo Adolfo Diaz.
El pasado Primero de Mayo las reivindicaciones se centraron en la brecha laboral entre mujeres y hombres, las pensiones actuales y futuras, la precariedad de unos contratos que dejan como reyes a los mileuristas. Si a finales del siglo XIX se luchaba por unos horarios y salarios justos, esta primavera tan incierta continúa marcada por el 8 de Marzo.
Pocas trabajadoras en puestos directivos; un mínimo porcentaje de nombres femeninos en el callejero –¿cuándo una calle o un centro deportivo la paralímpica Paz Monserrat?–. Y aunque las autoras primemos por días en la lista, Cristina Grande, Patricia Esteban, María Frisa, Ana Alcolea…, según citaba en San Jorge Antón Castro, lo mucho que queda de bache cultural.
Una profesora de Ingeniería Informática –Eva Cerezo–, una chef con estrella Michelin en Tramacastilla –María José Meda– o una sencilla limpiadora, pasan a ser noticia en el Día de la Mujer o del Trabajo. Hace unos años, en la hoy tan traída y llevada Comunidad de Madrid, se puso en boga en nuestros colectivos el libro “Precarias y diversas”. ¿Precarias? Tantas inmigrantes que han de atenerse a lo que sea como asistentas domésticas, o cuidadoras de enfermos, niños, ancianos, discapacitados… ¿Diversas? Las mujeres con diversidad funcional.
Ambas sufrimos solapadas formas de esclavitud siglo XXI: falta de recursos y medios inclusivos; o la más absoluta incomprensión social. Necesitamos de alguien que sea “nuestras manos y nuestros pies”, es el lema preciso. No pedimos formación específica ni cursos alguno; ni el aval de una empresa que se lleva casi toda mi paga.
Nadie puede formar a mi asistenta como yo. Leía en la página derechoshumanosya.org, del FVID (Foro de Vida Independiente y Divertad): “Queremos y necesitamos contratos y derechos laborales para nuestras trabajadoras, para que si somos heroínas, también lo seamos para quien cuida de nosotras a golpe de riñones. Recursos para criar en igualdad de condiciones, tanto a diversas como a madres de la diversidad” (Elena Prous). Crearíamos muchos puestos de trabajo, somos capaces.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 4 de mayo de 2018).
Capacidades diferentes

Foto Aránzazu Navarro/Heraldo
Parecen noticias contrapuestas. Por un lado, en Aragón, y Huesca en concreto, se respetan sentencias del TSJA de cubrir las reservas para alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo (Acneaes); por otro, se revocan cien plazas en la concertada. De una parte, entidades como Solcom (Asociación para la solidaridad comunitaria de las personas con diversidad funcional y la inclusión social) van logrando impulsar decretos de ley –Castilla La Mancha–, que regulen la inclusión educativa; de la otra, directores de centros especiales justifican las praxis incorrectas de las profesoras del Ramón y Cajal, en Madrid, a un niño autista de 8 años.
¿A qué carta nos quedamos? Que si fallo de protocolo y las familias no pidieron esas plazas, que si interés políticos o en los propios colegios… Santa Ana, San José de Calasanz, el Pompilano, Arcosur o San Jorge (Valdespartera II), Carmelitas, Agustinos, Salesianos… ¿Cuántas aulas con niñas y niños especiales?
En mi era, no precisamente antediluviana pero casi, los pequeños con discapacidad, física o intelectual, no íbamos a la escuela, y muchos no salían de sus casas. Y es cierto que colegios de curas y de monjas no estaban preparados, nadie nace aprendido, y menos en una época de supervivencia en la que hay que salir adelante como sea.
Santiago Ramón y Cajal no es nombre tendencioso y, sin embargo, en sus instituciones se dan también abusos –en todas partes cuecen habas–. No creo que Reír, llorar o enrabietarse sea motivo de que las profesoras traten a un niño a gritos o cachetadas. Y tampoco es justo que a “menores” de 3 a 21 se les meta en el mismo saco, y no en la comunidad.
Como me comentaba Luisa Gavasa en entrevista para Humanizar: “En mi tiempo a las personas con síndrome de Down se las ocultaba. He disfrutado con la grabación de “Campeones”. Pero aún falta”. ¿Alguien no especial? Einstein y Newton se dice que sufrían Asperger. ¿Conocemos la fuerza de Afile Evans, el bebé desconectado? A veces la riada trae también inclusión y sentido común, como en Pina de Ebro. No así en los políticos.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 27 de abril de 2018).
Nuestra vida, ese río

Foto rtve
“Nuestras vidas son los ríos / que van a dar en la mar, / (…) / allí los ríos caudales, / allí los otros medianos / y más chicos” (Jorge Manrique). Y es que la vida es cíclica a todas luces, mucho antes del siglo XV, pese al cambio climático. Justo el 10 de abril de 2000 –nació uno de mis sobrinos– caía en Zaragoza un diluvio como el del martes día 10, no veíamos tanta nieve en trece años, y en 2015 se desbordaba el Ebro.
En pueblos ribereños, Novillas, Pradilla, Cabañas de Ebro, Bquiñeni, la sangre no ha llegado al río, ni el río a los hogares; aunque vecinos con capacidades diferentes y de movilidad más reducida debieran de ser desalojados. Y algún residente de Monzalbarba trasladado hasta Sádaba, y de nuevo desubicado de su cotidianeidad. Y el miedo, por las veces pasadas, y lo incierto del futuro.
Disfrutamos, cubiertas las espaldas y un buen techo y pan para dormir tranquilos, contemplando cómo crecía el cauce, y los árboles más pequeños y sumergidos, como la mujer anfibia de “La forma del agua”. Aunque el Parque del Agua era jardín cerrado para todos, se suspendían maratones y los bomberos achicaban garajes y estancias bajeras de las familias más humildes.
Monrepós se hundía literalmente y bloqueaba el camino a Europa –el accidente en la vía alternativa solo registra daños materiales–. De Pastriz a Moveta, una nueva Venecia solo apta para góndolas. Cientos de reses muertas, miles de hectáreas malogradas para el agricultor, y el ecologismo que no casa con la realidad de a tierra. En estos quince años quince riadas, antes no.
Todo vuelve a su cauce, y en Alfocea el río no llegó a los tejados. Todo, excepto Manuel Lázaro, el pastor de Codos. O ese par de cadáveres aplastados por la roca corrida por la lluvia, entre Lérida y Huesca. “Recuerde el alma dormida, / avive el seso y despierte / contemplando / cómo se pasa la vida, / cómo se viene la muerte / tan callando”, cantó en las “Coplas por la muerte de su padre”. ¿Nos salva de la quema la muerte y la riada un vuelo a Chile? Diluvios, crecidas y poder siempre los hubo.
Ma0ría Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 20 de abril de 2018).
Imagen y posverdad

Foto www.cnnespanol.cnn.com
En la era de la posverdad –“distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales”–, una imagen vale más que mil palabras. Como toda la vida.
Este último domingo contemplábamos una escena de familia feliz: la abuela de la mano de las nietas, Leonor y Sofía, acompañadas de sus padres; también la otra hija con sus otros dos nietos, Froilán y Victoria Federica, que se inclina ante la soberana emérita. “Don Juan Carlos está bien, muy bien”. ¿Con qué impronta se queda el corazón?
Otro tema que ha chupado cámara es el de los papeles y títulos perdidos y los mensajes anónimos con datos oscuros. Vamos, que ni los archivos del Pentágono. Y es que los medios digitales –es decir, utilizados con el dedo– han superado con creces a los “mass media”. No sé dónde estará la luz, dicen que un certificado nunca se autodestruye. Pero los libros en papel se trituran al año de editados –claro, autores noveles, como ha confirmado Rosa Montero en alguna ocasión y he corroborado en carne propia–, ¿no podría desaparecer por arte de birlibirloque un diploma oficial? No hablamos de una licenciatura ni un doctorado.
Familia, instituciones de un país, educación… Lo ya execrable es manipular a menores sin derecho, ni reales ni siquiera soñados. Y masacrarlos –sacrificar en masa–, crimen de lesa humanidad. ¿Los rebeldes al régimen? ¿Rusia? ¿Israel y el americano? Se nos quedó la imagen en el alma: decenas, cientos de pequeños, como nuestros hijos, nietos y sobrinos, a los que se les enchufaban la manguera, porque se les abrasaban literalmente los ojos y se asfixiaban. Goteros, mascarillas, en un intento frenético de salvarlos entre una ruina y otra. ¿El retrato de un nuevo apocalipsis?
De la postmodernidad –todavía con t– a la posverdad no hemos avanzado. Veía por televisión una entrevista a Ouka Leele, fotógrafa y pintora. “Decidí retornar a la etapa más auténtica de mi vida, hasta los cinco años, y rodearme de niños”. ¿Les estamos robando, también, su paraíso íntimo?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragon, "Tribuna", "Con DNI", viernes 13 de abril de 2018).
Más vida

Foto
La semana pasada celebrábamos la Resurrección. ¿Vivió Matusalén 969 años? ¿Hipérbole literaria o cómputo según el calendario linar? ¿Tuvo Lázaro de Betania una segunda muerte como obispo y mártir de Chipre? El hijo de la viuda de Naim, la niña de Jairo… Todos ellos sin duda alcanzaron vida eterna en el Padre a través de la vida recobrada del Hijo.
Sin meterme en vericuetos teológicos –que doctores hay–, Jesús, el único ser humano de la Historia ajusticiado doblemente por flagelo y por crucifixión, es también el primero en descorrer la roca de la muerte e inundarnos, literal y físicamente a muchos, de un nuevo amanecer.
Respecto al más acá, medicina y tecnología han venido alargándonos unos cuantos años. Para 2030 se calcula hacia 1500 aragoneses centenarios –¿con ayuda a la Dependencia y una jubilación digna?–. A día de hoy una tercera parte, si bien han superado el siglo Marcela Zorroza Iglesias (108 años), Alfonsa Sánchez (107), Francisco Lumbreras Cuartero (106), Piedad Loriente (106) y Milagros Pérez Matute (105).
“Para llegar a esta edad hay que comer bien. Farinetas, judías, migas…”, afirma convencida Bienvenida Andrés Trasobares, que cumplía 107 primaveras días antes de Pascua. Nacía en Nigüela (Zaragoza), casi a la par de la botadura del Titanic. Su última superviviente presencial, la británica Millvina Dean, que moría a los 97 otoños sin poder apenas costearse la residencia.
“He trabajado lo que nadie sabe. Noche y día. Y ni he estado un día en cama. Un resfriado…”. Los colegios Luis Vives y Rosa Arjó la recuerdan, también la casa de Pedro Ramón y Cajal –hermano de Santiago–, en la calle Costa, y la Barcelona de aquellos años. ¿Algún gen religa a Bienvenida con Andresa Guerrero Ortiz (111), Galo Leoz Ortín –discípulo del Nobel– (110), Francisco Núñez, el “abuelo de España” (113) y Nabi Tajima (117 agostos)?
“Todo el mundo me ha querido mucho”. Dos matrimonios, tres hijas, de las que la cuidan dos, un montón de nietos y bisnietos. “He venido para que tengan vida, y vida en abundancia” (Jn. 10, 10). ¿El secreto de una gran pasión?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 6 de abril de 2018).
Perdón

Foto www.mujerhoy.com
“No había que perder ni un segundo. Sacó el hacha de debajo del abrigo, la levantó con las dos manos y, sin violencia, con un movimiento casi maquinal, la dejó caer sobre la cabeza de la vieja” (Fiódor Dostoievski, Crimen y castigo). La novela, de 1866, en la que Rodión Raskólnikov asesina a la usurera prestamista, se nos hace espeluznantemente actual.
Terrorismo yihadista, bebés en contenedores, niñas prostituidas y torturadas, sediciones y enfrentamientos fratricidas… Naiera, de 8 años, muere por descargas eléctricas el año pasado; una recién nacida se desangra por el cordón umbilical –imprudencia y agotamiento de su madre, menor–, y otro bebé es zarandeado por las manos paternas. Asfixiada con una gasa, circuncidado con cuchilla de afeitar, tres hermanos fallecen en un incendio en Torrecilla de Alcañiz, se tira con su sobrino desde un octavo piso… Armas de fuego, arrojado a un canal; hasta once niños fueron impunemente agredidos y matados en Aragón por sus progenitores o su familia más cercana.
Mari Luz Cortés, Diana Quer, las niñas de Alcáser, Fabio, de 2 años, primera víctima de ETA. Y el hacha vuelve a ser protagonista en las manos manchadas y premeditadamente asesinas de Ana Julia, la pareja del padre de Gabriel.
Fría, calculadora, alevosa, inhumana, macabra. Los adjetivos no llegan ni a las plantas de los pies de un ser camaleón, capaz de colocar una falsa prueba, dar palmadas y apretones de judas y llorar como un nauseabundo cocodrilo para aminorar su pena. Manipuladora, posesiva, egocéntrica, enferma.
Escribía un funcionario de la cárcel de Almería: “… llevaba muchas noches despertándome sobreexcitado con la cara del demonio, de la bruja de Gabriel”. La felicidad de nido de la abuela, el amor de la madre, contrastan con un mundo soez de rupturas y agujeros oscuros. “No hay consuelo ahora mismo, pero si esa mujer no le va a poder hacer daño a nadie más, Gabriel la ha ganado”. ¿Mejor definición de prisión permanente revisable? “Odia el delito y compadece al delincuente” (Concepción Arenal). Setenta veces siete. Ni una víctima más.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 30 de marzo de 2018).
¿Es relativo el tiempo?

Foto El Mundo
La vida humana es muy diversa en duración e intensidad. ¿Jubilarnos antes? ¿Suficiente pensión cuando lleguemos a ancianitos? No sé si a los genios les preocupan cosas similares. Mientras tantos enfermos de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) fallecen a los tres años, Stephen Hawking ha sobrevivido más de cincuenta.
¿Ilusión por vivir? ¿Experimentos negados al común de los mortales sufragados por una solvencia económica fuera de lo común? Nacido en Oxford en 1942, en una familia de inquietudes científicas, el célebre físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador, que impartiría Matemáticas durante treinta años en Cambridge –en la misma cátedra de Isaac Newton–, logró desentrañar el misterioso amor de dos mujeres, Jane y Elena, y sus tres hijos, Robert, Lucy y Tim.
¿Existieron agujeros negros en su vida? Por supuesto, y no tanto físicos como emocionales, como relata la película “La teoría del todo”, basada en el libro de su primera esposa. También los exploraba para sacarles luz. Si una partícula crea una antipartícula, o viceversa, ¿llegarán a encontrarse los opuestos en un punto del cosmos? ¿Desde qué instante exacto se nos dio cada instante para amar o morir?
Breve historia del tiempo, El universo en una cáscara de nuez, El gran diseño… “La inteligencia es la habilidad para adaptarse a los cambios”. Imaginamos a Stephen asumiendo los cambios en su vida: los primeros espasmos de la enfermedad, su doctorado en Física Teórica y Cosmología, una larga docencia, la traqueotomía, su progresiva inmovilidad… Su mente y su sofisticada silla no conocían límites.
Enamorado de la mecánica cuántica y la relatividad, jamás sería un narcisista –no le gustaban los espejos–. Negada la existencia de un cielo protector, de Dios y de los propios agujeros negros, la mayor amenaza son los extraterrestres y el género humano. “Cada uno de nosotros existe durante un tiempo muy breve, y en dicho intervalo tan sólo explora una parte diminuta del conjunto del universo”. ¿Se encontrará con Einstein y Galileo al otro lado de la ecuación de Py?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 23 de marzo de 2018).
Don Elías

Arzobispo Don Elías Yanes, Isabel Guerra (1985).
Los árboles no dejan ver el bosque. Solo en los claros o la lejanía se intuye su hermosura, su vocación de plenitud. Cuando lo estás viviendo, no lo valoras en su esencia.
Eran años de frecuentar más la parroquia, en nuestra etapa juvenil. Entre el 77 y el 78, al poco de ser nombrado arzobispo Don Elías. Las imágenes de Franco en la tele quedaban obsoletas; seguía apareciendo Pablo VI, un papa algo distante y severo, no tan dado a las gentes como ahora. Transición, posconcilio, conceptos encerrados todavía bajo las siete llaves de mi ignorancia adolescente.
Un fuego ardía en nuestros corazones, como en los discípulos de Emaús. El Himno a la Libertad, o hacer de la Eucaristía una fiesta de cuarto de estar, olía a nuevo, a pan para elegidos recién horneado.
Algún curso después, nos daba Don Elías una charla excelente –colegio de Josefinas, un encuentro de zona–. Nos parecía larga por entonces. Sin embargo, capté un no sé qué que estaba balbuciendo en el salón. Su deje tinerfeño nos llamaba a la urgencia de orar, de hacer comunidad, de sentirnos uno en el Espíritu.
Obispo auxiliar de Oviedo en 1970 –titular de Mulli (a los obispos auxiliares se les otorgaba un título de antiguas diócesis)– , presidente de la comisión de Enseñanza de la Conferencia Episcopal Española (CEE) durante nueve años, vicepresidente y luego presidente de la CEE.
Lo seguía ignorando y continué mi camino. ¿Los primeros cristianos? No fue casualidad que me lo presentasen las carmelitas descalzas. Era un hombre importante y cada vez más espiritual, de El discernimiento espiritual o María de Nazaret y Hombres y mujeres de oración –un sínodo de seglares–, ingente labor cultural, remodelación de La Seo, creación del CRETA. Iba sabiendo de su plano personal por mis profesoras, sor Isabel Guerra o D. Antonio, su secretario.
Pudimos conversar. Era ahora un anciano entrañable y cercano. “Siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor” (Mt. 25, 21). O, en palabras de María Zambrano: “El claro del bosque es un centro en el que no siempre es posible entrar; (…) Es otro reino que un alma habita y guarda”,
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 16 de marzo de 2018).
¿Es femenina el agua?

Foto: Cartel de la película
“Si te contara sobre ella, la princesa sin voz, ¿qué diría?”. Así comienza la película ganadora de los Óscar, que se ha llevado además el premio a la mejor dirección, banda sonora y diseño de producción. Un cuento de cuentos, al modo de los “exempla” medievales de El Conde Lucanor, la literatura dentro de la literatura del Barroco o las matrioskas rusas. Y es que pudiera haber reflejos de “El laberinto del fauno” o “Hellboy”; e incluso plagios subrepticios de “Un, dos, tres... Splash” –el joven salvado por una sirena–, “La mujer y el monstruo” o “Delicatessen”. Y hay mucho más.
Guillermo del Toro relata en esta cinta una hermosa amistad entre Elisa y Zeida, dos sencillas asistentas de la limpieza en un laboratorio secreto de Baltimore (Maryland, Estados Unidos), en plena Guerra Fría y carrera espacial. La una, sorda; afroamericana la otra. Trabajo, anécdotas cotidianas… “Algunos de los mejores cerebros del país se orinan en el suelo de este baño”, comentan divertidas.
El otro pie de Elisa, Giles, vecino y artista gay. La diversidad está servida. Todo rutinario –el despertador, los huevos cocidos cada mañana–, hasta que entra en escena el hombre anfibio monstruo, que el coronel Richard Strickland encontrara en un río de Sudamérica. Para Estados Unidos, valioso espécimen cuyo análisis biológico, una vez sacrificado, irá ligado al estudio del espacio. Rusia optará por la eutanasia.
La lucha de poder, los contrarios irreconciliables, la sátira social tamizada de fábula y lirismo. “Cuando me ve, no sabe que esté incompleta. Él me ve cómo soy”. ¿Amor eterno de un dios y una sirena?
No es casualidad que haya ganado otro Óscar, al mejor vestuario, “El hilo invisible”. La obra de Guillermo del Toro y el de Paul Thomas Anderson tienen hebras sutilísimas que los unen. Importante modisto del Londres de posguerra, será Alma, joven apasionada e inexperta, quien transforme la existencia anodina de Reynolds Woodcock, más allá del tiempo y de la muerte. La mano femenina, de hombre o de mujer, que dirige el cosmos. El contorno impreciso de la esencia.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 9 de marzo de 2018).
Con ojos de niño

Foto Heraldo
Este miércoles nos despertábamos con nieve. Una nevada como hacía trece años no caía en Zaragoza. Aceras blancas, coches completamente cubiertos, los raíles del tranvía bien marcados. En jardines y parques la capa resistía a la lluvia pasado el mediodía, y los tejados conservaban su ornamento casi el anochecer. Me llamó la atención una fotografía que publicaba Heraldo de Aragón: unas monjitas en su patio de recreo disfrutando como niños. Mi compañero recuerda todavía su primera vez: “Sí, recuerdo la nieve un día de Reyes. Caían copos que creía eran pelusas de sacudir una alfombra. Y también recuerdo que era muy fría”.
Quizá sea la esencia, la base primigenia de nuestra educación sentimental. El resto son obstáculos, accidentes, tragedias, que se van superponiendo a mirada adulta, conscientes ya del riesgo de vivir. Cerrados Bielsa, Portalet y Somport; camioneros bloqueados; complicaciones en las Cinco Villas; muertes tontas por resbalones y caída de ramas; el monitor que fallece en Formigal y el médico que pasaba consulta; conmoción.
Y quizá sea un acto de fe el contemplar extasiados la nieve, el creer en la vida, y en la otra ribera. Y acaso una ocasión de sentarnos a un mate o a un café; o celebrar encuentros con universitarios saharauis. Ahora que pasamos por Cuaresma no es el mejor momento para cerrar lugares emblemáticos. El creyente de a pie, como el niño, no sabe de inmatriculaciones –concepto políticamente correcto pero no religioso, que religa, ni menos espiritual–.
El Santo Sepulcro, Iglesia o Basílica de la Resurrección, es un centro cristiano por excelencia, pero al mismo tiempo universal –como lo son la Kaaba o el Muro de las Lamentaciones–. El sepulcro de Cristo, el monte Calvario, la piedra de la unción y el aljibe no pueden apropiárselos ni los pocos cristianos palestinos que quedan tras la diáspora.
No sabemos si nevó en Belén –Nazaret para algunos–. Lo importante es que el adulto conserve un poso de misterio y esperanza: “Se ha posado la nieve, paloma de silencio, / sobre la alcantarilla de cada corazón”.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DIN", viernes 2 de marzo de 2018).
Ángeles con sexo

Foto El Mundo - Crónica (diario de Perú).
Una se queda helada. Y no por el invierno que llevamos ni por la crónica anunciada de la nieve la próxima semana. ¿Contratar a prostitutas cuando se ayuda a víctimas de un terremoto? Es la punta del iceberg, la llave de la caja de Pandora y las inclinaciones sexuales más oscuras. De Haití a Osfam Gran Bretaña, Guatemala, Chad… Save The Children, Christian Aid, Cruz Roja, Médicos sin Fronteras… violaciones de niños por los Cuerpos de la ONU en la República Centroafricana, silenciadas por la misma Unicef.
Situaciones extremas donde prima la supervivencia; seres indefensos, menores y mujeres que dependen de sus acosadores, el mejor caldo de cultivo. Sencillamente atroz. Una de cada tres niñas obligadas a casarse con menos de 18; 16 millones de embarazos de menores; ocultación, falta de cuidados médicos, mala alimentación. En Somalia las mujeres no votan; en Irán y Arabia Saudí, prohibido estudiar, hacer deporte o salir a la calle sin un hombre al lado; ni conducir; en Irak, con el burka, 9 añitos y ya aptas para el matrimonio; en Marruecos, el 75% de mujeres no sabe leer; en Líbano se permite el crimen de honor, y en América Latina la mujer puede ser asesinada solo por serlo.
Cuarenta y seis millones de personas involucradas en la trata femenina. ¿Y la mutilación? Vivimos en una burbuja que comienza a romperse. El caso de la pequeña colombiana de 11 años que daba a luz en Murcia sin esperarlo nos llegó al alma. No olvidemos a Adou “el niño maleta”; ni la amenaza a punta de navaja de un menor a su ex pareja adolescente.
Ocho jóvenes con menos de 15 febreros dieron a luz en 2016 en Aragón –veinte diez años antes–. Nada nuevo bajo la luna. Lina Medina traía a este mundo a Gerardito, en 1939, en el Perú más pobre. Ni ella ni su familia sabían su embarazo. Bella y oscura historia relatada en Madre a los cinco años, de José Sandoval, su ginecólogo. Y a una le tienta si Malva Marina, coetánea de Lina, hija de Pablo Neruda y de Maruca, ninfa de García Lorca, Aleixandre o Alberti, que moría a los 8 años de hidrocefalia, no sería más feliz.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 23 de febrero de 2018).
Ellos también amaban

Foto Luis Giménez / Heraldo
Leía en facebook: “Nos hacen creer que lo que ponen en primera plana es lo importante. El frío que pasa el que duerme en la calle, los desahuciados devorados por un sistema bancario sin alma, los enfermos desatendidos por no dotar de fondos la ley de dependencia, el precio de los medicamentos, los privilegios insultantes de la clase política... no son noticia” (Eduardo Bieger Vera). Y otra amiga: “Una yaya mayor con su nieta de tres o cuatro años en el carrito, las dos en chándal y zapatillas fucsia conjuntadas”.
El tiempo sedimenta las anécdotas. Antes que el tiempo fuera –Premio Ricardo Molina 2017– es el último libro poeta Juana Castro, dedicado a su madre. La esencia prevalece. Y Manuel Vilas, en Ordesa, repasa su dolor: “Me miraba en el espejo y veía no mi envejecimiento, sino el envejecimiento de otro ser que ya había estado en este mundo. Veía el envejecimiento de mi padre”. Envejecieron dignamente. No es el caso de los cinco mayores que han fallecido solos en casa en 2018. ¿Y sus familas? Otra vez fue la hija quien avisó a los bomberos, que encontraron a la madre aturdida en el baño.
Puede pasarle hasta a Soledad, protagonista de La carne, de Rosa Montero. ¿Pero y la Administración? Las instituciones buscan planes de ayuda para los cien mil solitarios aragoneses que rondan y pasan los setenta; la teleasistencia es un sistema superinteligente; técnicos sociales piden más ayudas y residencias. Nadie pudo impedir que una anciana de 82 con demencia senil echase detergente al esposo en el café; nada que ver las setas que prepara Alma a su amado Reynolds en “El hilo invisible”.
Se prometen millones, estrategias… Pero las pensiones siguen sin subir más del 0,25%. Así nadie podemos. No se trata de hacernos virales a ritmo de "reggaetón", como la abuela de Miami. El miércoles celebramos el día del amor versus consumismo. Compartí otro post: “He visto hijos que se pelean por la herencia de sus padres. Pero no he visto hijos que se peleen por cuidar de d sus padres cuando estos envejecen”. ¿Sociedad del progreso? ¿O del olvido?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 16 de febrero de 2018).
Mujeres de cine

Foto RTVE
Florence Green llega a Hardborough –Inglaterra– con el sueño de abrir una librería. Mujer contra mujer, será Violet Gamart, gran dama del lugar, quien lo haga imposible. Solo la valentía de una niña cambiará la fuerza del destino. Y hasta en “El autor” de Manuel Martín Cuenca, magistralmente interpretada por Javier Gutiérrez –mejor actor protagonista– la desencadenante de la hilarante historia es su mujer.
La noche pareció volverse de pronto masculina con diez Goyas para “Handia”, basada en la leyenda popular vasca del Gigante de Alzo y la lucha por el poder de dos hermanos, Martín y Mikel. Sin embargo, fue la unión de hombres y mujeres la que hizo realidad el premio al mejor actor revelación –Eneko Sagardoy–, mejor vestuario y montaje, dirección de producción, mejor dirección artística, dirección de fotografía, maquillaje y peluquería –Ainhoa Eskisabel, Olga Cruz y Gorka Aguirre– y efectos especiales.
La lista de los Goya podría titularse “con nombre de mujer”. La reina indiscutible, Isabel Coixet por “La librería”, mejor película, dirección y guión adaptado –inspirada en la obra literaria de una autora, Penelope Fitzgerald–. Y si continuamos, galardón a la dirección novel a Carla Simón y actriz revelación Bruna Cusí, por “Verano 1993”; mejor cortometraje documental a “Los desheredados”, de Laura Ferrés; mejor actriz de reparto, Adelfa Calvo por “El autor”; mejor canción original, “La llamada” –comedia musical esencialmente femenina–; mejor película iberoamericana, “Una mujer fantástica”; mejor actriz protagonista, Nathalie Poza por “No sé decir adiós”; al mejor sonido, para “Verónica”… Y ya me pierdo.
El toque de ternura, julita Salmerón con “Muchos hijos, un mono y un castillo” –premio a la película documental–, dirigida por su propio hijo. La perla de la noche, Marisa Paredes, Goya de Honor a una vida entrega –nacida de la nada, mujer enamorada, madre feliz de artista–.
Más allá de estadísticas, espaldas al desnudos o abanicos rojos con el “hashtag” #masmujeres, la clave está en romper el techo de cristal con la mejor cultura.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 9 de febrero de 2018).
Leonor

Foto EFE Madrid
“Tus acciones –todas– deberán guiarse por el mayor sentido de la dignidad y la ejemplaridad, por la honestidad y la integridad, por la capacidad de renuncia y de sacrificio; por el permanente espíritu de superación y por tu entrega sin reservas a tu país y a tu pueblo”. Leonor, Princesa de Asturias, Girona y Viana, recibía de manos de su padre, el rey Felipe VI, el Toisón de Oro –un lacito y la miniatura del vellocino–. ¿Discurso grave para una preadolescente?
Sucedía en al escenario de una España dividida, cerca de un Parlament donde se desplegaban tiendas de campaña; a un tris de una Europa fraccionada con grupúsculos “desinculturadores”. A los doce años, se intuye lo relevante de la vida. Millones de matrimonios infantiles; un aluvión de niñas sin derecho a formarse; obligadas a trabajos indignos. Muchas, más jóvenes que Leonor.
“Servirás a España con humildad y consciente de tu posición institucional; y harás tuyas las preocupaciones y alegrías de los españoles”. Superada una guerra civil y su posguerra –cuando mis abuelos, alguna se casaba también niña–; vencida la escasez, con jovencitas de catorce ayudando a sus familias… ahora hemos pasado a consumarlo todo enseguida, al control de la pareja, a vejaciones que no sanan.
“Deberás respetar a los demás, sus ideas y sus creencias; y amarás la cultura, las letras y las ciencias”. Leonor se siente heredera de Isabel de Portugal y Felipe III (S. XV); de Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg; de don juan de Borbón y doña María de las Mercedes; de su abuelo don Juan Carlos y de su padre. No faltan pepes grillos que critican su docta erudición. “Te guiarás permanentemente por la Constitución”. ¿Legítimo el derecho sucesorio? “Tu familia estará siempre a tu lado, especialmente tu madre y Sofía; también tus abuelos y, por supuesto, yo, tu padre”.
A su edad yo jugaba con muñecas y torres de letras. “De pronto, se sintió embriagada de vida: / cumplía aquel septiembre sus doce primaveras” (Historia de amor en Florencia). Muchas niñas sueñan ser princesas; solo algunas lo serán dignamente.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DIN", viernes 2 de febrero de 2018).
Emilio

Foto Benito Hernández Alegre. Con Emilio Gastón y Raimundo Lozano, tras la presentación de Poesía completa, de Manuel Pinillos, marzo de 2009.
Era el 82. Nos ofreció un entrañable recital de Poesía en el Campus –Aula Magna de Filosofía–: de El hombre amigo mundo (1976) a Abandonado en el ensueño (1981), y el recuerdo candente de su hija Diana. En 1979 se publica, en la colección Poemas, Notas para la puerta de un dormitorio, con prólogo de Manuel Pinillos: “Escribir sobre la atrayente fertilización que da a la palabra un niño, (…) tiene mucho de ir tanteando en algo así como el enormísimo campo en que una galaxia se proyecta”.
Cinco años después inicié la tesina, y ahí estaba Emilio para lo que necesitase. Frente a una vertiente más realista y encarnada en el momento, Gastón representa “una visión surrealista con explícitos antecedentes aragoneses”, con M. Labordeta, I. Ciordia, J. A. Gómez, y J. A. Labordeta”, según Rosendo Tello.
Otros dos poemarios, Musas enloquecidas y El despertar del hombre selva, y es nombrado Justicia. Servidora se estrena de poeta y recibe una Medalla (1992), y el hombre cosmos estaba presente.
Un solo título: Antología épica (1990); y vuelta a la ensoñación insomne con Manifiestos (1995). Hacia el nuevo milenio la Asociación Aragonesa de Escritores; Emilio y Mari Carmen para todos. Los nubepensadores (2002); La Subordania: epopeya chesa sin d´acabanza (2007). “Busco crear un arquetipo nuevo / escarbando la oriunda sencillez de mis raíces primigenias” (Acracia feliz, 2007).
Esencial la huella del padre, Rafael Gastón Burillo, abogado y profesor de Griego en la Universidad, discípulo de D. Miral y autor, con J. M. Blecua, de un manual de Lengua y Literatura que marcaría a M. Alvar o F. Lázaro. Y compartir con los hermanos, Rafael, José –creador de “Monte solo” con J A. Rey–, Enrique y Mari Carmen, la pasión por el derecho, la belleza, la sociología, el bien común. La heredarán sus hijos, Elena y Rafael.
En 2015, un nuevo recital en “Parnaso 2.0” –Pablo Serrano–; antes de La sonrisa de La Nada y Las nubes se equivocan. Quizá cualquier día nos sorprenda: “Hoy ipsofactamente continuemos / nuestra simple faena de vivir. / (…) / ¿Cuántos miles de años he dormido?”.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 26 de enero de 2018).
Porteo telemático

Foto Ana Fernández Rica
La RAE y la FUNDÉU tienen trabajo.¿Teletransporte? ¿Teleportación? Tele, prefijo que denota “a distancia”. La física cuántica y la ficción lo han enriquecido: “La teletransportación o teletransporte (TP) es uno de los más viejos sueños del ser humano. (…) la profesora Darling Oumou Koité fue teleportada o tepeada, como también se dice en la actualidad, desde Bamako (Malí) al satélite saturnal Encelado. Fue la primera vez que se tepeó a un humano a través del espacio exterior” (Rosa Montero, Lágrimas en la lluvia).
En mi ignorancia, me atrevería a decir que es algo más que la bilocación de Sor María Jesús de Ágreda: “Dicho de una persona: Hallarse en dos lugares distintos a la vez”. Sin embargo, la realidad supera todo futurismo y experiencia paranormal. ¿Me imaginan a mí evangelizando en México sin moverme de mi cuarto? No tiene tanto intríngulis en plena era digital. ¿Y si estuviera deportada a cualquier exoplaneta de nuestro espacio?
La voz teletrabajo sí está registrada: “Trabajo que se realiza desde un lugar fuera de la empresa utilizando las redes de telecomunicación para cumplir con las cargas laborales asignadas”. “Independent, independent, independent” es la nueva canción que el senegalés Lorey Money ha hecho viral desde Bruselas, a ritmo de trap, parodia y actualidad, sobre “Puigdemoney” y el “Prr Prrucés”. Siguiendo la alegoría histórico literaria mística, es como si Don Quijote luchase realmente con los Gigantes sacamantecas.
Y es que hasta servidora puede ser presidenta de la Ínsula Barataria o Tabarnesa, no lo duden. Distinta es la aporofobia. Los pobres pertenecen a otro diferente, como en las dos novelas futuristas de Bruna Husky – Rosa Montero: no tienen ni derecho al aire puro. Y portear, “conducir o llevar algo de una parte a otra por el porte o precio convenido o señalado”, no se puede a distancia; las porteadoras se cargan como mulas por un euro y la propia vida.
Los tecnohumanos también mueren en El peso del corazón. Quizá Manushi, esa bebita India de 400 gramos, nos abra a la esperanza y al sentido común.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 19 de enero de 2018).
Año de nieves

Foto: fuente y rollo de Velamazán (Soria), junto a la iglesia de la Santa Cruz (siglo XVII).
Ana, Bruno… Antes no se les ponía nombre, pero los carámbanos o “chorlitos” de hielo siempre colgaron de los tejados, cuando nuestros abuelos cerraban el rebaño en las tainas de paja y las abuelas iban a por agua a la fuente. Seguro que no es la primera vez que La Riba de Escalote, entre Almazán y Velamazán –el pueblo de mis padres–, ha marcado los diecisiete bajo cero. Antes no salía en las noticias ni en El campo soriano.
Yo no llegaría a conocerlo. Sí, en cambio, los “cristos” de la ropa tendida en el tendedero de las Delicias, un barrio de inmigrantes rurales, cuando la calefacción y el ascensor no existían, y los televisores eran en blanco y negro y solo dos canales. Entonces, cuando únicamente daba para una estufa en la cocina, el baño o el cuarto al acostarte; de aquellas de piña incandescente, que a nada te quemabas en la carcasa.
Veinte años, decía una joven por televisión, que no nevaba como ahora en Ávila. Creo que fue en San Jorge del 92 cuando nos cayó aquella nevada de muy señor mío, en el bar de Los cuatro postes. Nuestra primera visita a la ciudad de Santa Teresa, justo en ese viaje que me inspiró El corazón en vilo, con dos buenos amigos. Pero jamás vi las murallas envueltas en ese manto blanco, ni a plena luz ni en su noche encendida, iluminada.
De Madrid a Castilla y León hubo problemas. Cataluña, Extremadura, Asturias, Cantabria, Canarias, Aragón… ¿El Ministerio o la DGT? ¿La mala previsión de los conductores? No hay mal que por bien no venga. Se volcaron la la Guardia Civil, la UME, la Cruz Roja, y a los pequeños que esperaban en la carretera les llegaron pañales y biberón para disfrutar atendidos de la nevada.
Dicen que la huerta resiste, y el Ebro y los pantanos remontan una sequía más que pertinaz. ¿Con qué mirada sorprendida contemplará mi sobrina Irene su primer invierno? ¿Seguirá la ola de frío en Nueva York, donde marcha mañana mi sobrino Juan? “Todo parece nuevo en este instante, / con una luz de siglos inaugural y arcaica. / La nieve se ha posado en la ciudad”. Cosecha propia. ¿Será también año de bienes?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 12 de enero de 2018).
Magos de la ilusión

Adoración de los Reyes Magos, retablo mayor de la Seo o Catedral de San Salvador, Zaragoza.
“Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: "¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo".” (Mateo 12, 1-12). Tres personajes excéntricos, ¿o quizá no?, tres sesudos científicos, o eruditos religiosos, de la época tras el rastro iniciático de una estrella que marcaría un antes y un después. Y junto a la magia de la fe, el ansia de poder, cebándose como siempre en los más inocentes.
¿Existieron realmente los iconos de Melchor, Gaspar y Baltasar? ¿Hubo señales interestelares? La tradición es sabia. Se esperaba la salvación del ser humano, el triunfo contra toda muerte. Entre los siglos II y VI, con San León el Magno y el mosaico de San Apollinaire Nuovo (Rávena), se iría definiendo a los tres mágicos y reales personajes. Solo en el XV se representan sus etnias. En la Iglesia ortodoxa siria y en la apostólica armenia eran doce figuras, como los apóstoles y las tribus de Israel.
La primera Cabalgata de los Reyes Magos sería en Alcoy en 1866. San Nicolás, el 24 de diciembre, se ve sustituido por zapatos con grano para los camellos, la noche del 5 al 6 de enero; también en Hispanoamérica. Es lo que hoy perdura en nuestro imaginario colectivo.
Recuerdo a tantas niñas y niños que no han tenido su presente; o ha venido entre lágrimas. ¿Y esas pequeñas madres que se han encontrado con un bebé de carne y hueso? ¿Y hombrecitos que juegan con armas de verdad, o utensilios de ganarse el pan de cada día?
En lugares de Oriente, donde tuvo su origen este relato, muchachos y muchachas cristianos se encuentran hoy sin casa. También ellos merecen el oro superior del rey, el incienso del dios, la mirra de los hombres y su muerte trascendida en esperanza. Ahora como entonces, los Magos y sus camellos han de hacer cabriolas para salvaguardar la dignidad de los humildes. “Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino”.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 5 de enero de 2018).
Año nuevo, lengua nueva

Foto www.fundeu.es
No es fácil vivir palabras como convivencia –resaltada por Felipe VI–, serenidad, estabilidad, respeto, prestigio, frente a enfrentamiento, exclusión, desánimo, incertidumbre, empobrecimiento…; o peor, desempleo, desigualdad, crisis económica, corrupción, encrucijada histórica, debilidad o división. Y es que conceptos como aporofobia o aversión por los pobres, machismo, atribuido antes a los animales, o especismo, precisamente el creernos superiores a estos como especie, aunque innombrados, existen desde antiguo.
Seguimos siendo autólogos y autógenos, en el sentido negativo de autosuficientes; y nuestro antropocentrismo se basa en la diferencia, y no en la integración del ser humano en el entorno más universal. Nos creemos progresistas y hasta “frikis” en la acepción más aperturista –no sé si la ha aceptado todavía el DRAE–. Adoptamos posiciones yóguicas: asana, bioenergía, chakra. Aceptamos aportaciones culinarias interculturales: hummus, guiso con garbanzos típico árabe; leche, ambrosía o receta chilena. Y hasta hábitos religiosos: cupular o cubrir con una cúpula; “halai” o rito musulmán de sacrificar la carne comestible; “sharía” o ley religiosa a nivel privado y social; umma o comunidad de fieles. Pero la turismofobia está al orden del día.
Hemos reducido la ontología a la relación de datos, sistemas e inteligencias artificiales. El pirata pata de palo de los cuentos se ha sustituido por el “cracker” o ladrón informático. Cliquear, clicar o pinchar digitalmente una ventana lo hace a las mil maravillas un “hacker” o especialista en computadoras. Y todos quedamos deportivamente.
Compostar, hacer compota. Calefactar o calefaccionar, calentarse o caldear la casa con calefacción –a quienes la economía se lo permita–. Otras veces, se ha optado por revitalizar lo clásico: exorcista, saga, refajo. Sin embargo, seguimos chusmeando y adoptando postureos falsos a toda luz.
Sexo débil, el de las mujeres, con intención despectiva y discriminatoria. Sexo fuerte, conjunto de varones, en sentido irónico. ¿Violencia de género? ¿Posverdad?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", domingo 31 de diciembre de 2017).
Lotería

Foto J.C/PP. Zaragoza
Cuando escribo estas líneas, no sabemos quién se llevará el gato al agua en Cataluña, si subirá el Zaragoza, lloverá en los próximos meses, ni siquiera, los boletos buenos o no tan buenos que nos caerán en suerte en el 18. Solo la perseverancia y la buena fe van forjando personas con fortuna, éxitos cotidianos. Donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón.
Tenía cinco años cuando su madre le hablaba de los Premios Nobel. Décadas después, Kazuo Ishiguro recibiría el de Literatura; y varios supervivientes de su Nagasaki natal el Nobel de la Paz. ¿Cuántos niños de San Ildefonso pasarán a la posteridad? Sin embargo, son parte de nuestra propia historia.
Médicos, fontaneros, maestros, curas, interventores… Somos una cadena. Parece que fue ayer cuando Domingo, con su esposa y dos hijas, vino al piso del portero. Se fue haciendo a la casa, un vecino más. Mis padres eran más jóvenes; nosotros, unos niños. Nos vio crecer, a personas y familias; superar cursos, enfermedades, retos. Parecía majo, hasta un manitas. Nos ganó la confianza.
Que se salía un grifo… Allí estaba Domingo. Que se rompía un ascensor o la calefacción calentaba poco, aun viernes por la tarde o fuera de servicio, ¿para qué pagamos al conserje? Llamaba al servicio técnico.
No siempre ocupó la portería, adquirió vivienda. Sin caer en chusmear ni en ningún postureo, según las nuevas acepciones de la RAE, hacía de psicólogo y portero, es decir, de guardián de la puerta de la comunidad. ¿A qué piso vas? –si llegaba un desconocido/a–. No pasaba una, todo bajo control.
Me ayudaba a entrar al domicilio, si no estaban mis padres. Fue testigo callado de problemas y del deterioro natural de algunos de la casa. Le ha tocado despedir a quienes nos dejaban. Y entendí la diferencia entre pastor y simple asalariado.
“Ahora hay sociedades en las que la gente es capaz de vivir la vida que desea, en un grado que el mundo no había visto nunca antes”, afirmó Carl-Hendrik Heldin, presidente de la fundación de los Premios Nobel. Con Domingo nos tocó la lotería. ¡Feliz Navidad, Domingo! ¡Feliz jubilación!
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 22 de dicembre de 2017).
Perlas prenavideñas

Foto: Nacimiento. Alto relieve de alabastro (1529-1530), Gabriel Joly (nº 41).
Llevamos tantas capas de cebolla, más con el frío, que perdemos el néctar, el centro de la perla, la ambrosía de dioses y de humanos. Construido entre 1183 y 1188 a orillas del Alcanadre, el Real Monasterio de Santa María de Sijena (o Sigena) fue cenobio de las Hospitalarias de San Juan de Jerusalén. Su mayor apogeo, en su fundación por doña Sancha de Castilla, reina consorte de Alfonso II de Aragón, con “sorores” y “domine”, prioras y monjas de clausura, “iunoras”, educandas, y “media cruz”, monjas que servían.
Siempre entre crisis y avatares. Hasta Jaime I y Jaime II, y su hija Blanca de priora, la abadía no volvió a conocer su auge inicial: pinturas, tapices, muebles, objetos de valor… Del siglo XVI al XVIII, nuevo bache histórico; desaparece la vida monacal. La Desamortización traería la hecatombe, y la Guerra Civil abriría la Caja de Pandora, con sus mil males y demonios.
Solo el templo románico, sin alma ni pinturas, y una parte del claustro. Finales del XX y XXI, el Gobierno de Aragón restaura el conjunto y acondiciona los antiguos dormitorios. Pero la serpiente de la avaricia vuelve a tentar a una mujer, iletrada y superiora: 50.000 pesetas a cambio de piezas de valor incalculable. ¡Ni Esaú vendió tan depreciada su primogenitura a su hermano Jacob!
Entre unas y otros, los valores al alza terminan en sótanos catalanes. 51 más 43 igual a 94; y nos llevan tres. ¿También en el arte religioso hay “black friday”? Rebajamos cultura, conocimiento, fe. ¿Quién fue la infanta Dulce de Sijena? ¿Qué sabemos de Santa Rosa de Lima, Santa Gertrudis, Santa Clara? –aparte de los huevos en las bodas–. ¿Conocemos a Teresa de Jesús? ¿Y de Historia Sagrada, que nuestros padres y abuelos daban en una escuela sin diferencias geográficas? Samuel, David, Goliat… ¿Buenos y malos?
La Virgen del Coro o la Aparición de la Virgen del Pilar. Antes de Borja, había Ecce Homos. Y frente a las Piedades, una “Conmiseratio Patris” hermosísima. ¿En qué rincón del Arzobispado leridano se esconderá la Inmaculada? El castillo de cristal no guarda secretos.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 15 de diciembre de 2017).
Tiempo de esperanza

Perdura la sequía. Al menos, han caído las primeras nieves, se abre el horizonte a nuevas elecciones y parece que los bienes expoliados retornarán en breve. ¿Será que estoy mirando con otras gafas?
El otoño me está sentando bien. Al poco de volver de tierras donostiarras y de Madrid, vacaciones posveraniegas, nacía mi sobrina, celebramos el treinta aniversario de nuestra promoción, me concedían el Premio de Poesía “MujerArte”.
“Que treinta años no es nada”, palabras que nos regalaba nuestra querida mentora María Antonia Martín Zorraquino: “Recordamos nuestros años universitarios como algunos de los mejores de nuestra vida. Porque eran –y son– los años de la esperanza, la ilusión, la confianza, la formación intelectual y humana”. Medio centenar de compañeros. Pasión por la enseñanza, la investigación, la creación…
Un premio siempre agrada, más si reconoce escribir en femenino. María Ángeles Hermosilla, catedrática de la Universidad de Córdoba, culminaba el acto con una conferencia magistral: “La expresión de lo secreto en la poesía española escrita por mujeres”. Frente al lenguaje patriarcal, la sutil estética del silencio, “… porque callar no significa dejar de hablar, sino fundar un discurso de resistencia que desafíe el orden establecido”. Clara Janés, María Victoria Atencia, Olvido García Valdés… la más genuina tradición.
El profesor Antonio Cruz Casado nos obsequiaba una piedra preciosa: Gonzalo Enríquez de Arana (Montilla, 1661-1738), autor de El Cisme andaluz. ¿Parto prematuro? Le administran el bautismo y exorcismos que curasen su mal. ¿Parálisis cerebral? A los 24 años, una grave enfermedad y extraña tetraplejia le obliga a “andar como la culebra, (…) no pudiendo deslizarme desde entonces del suelo en que nací, me resolví forzosamente a observar clausura sin haberla profesado”. Nunca deja de escribir.
Este otoño se adelantó el adviento, y hoy, 8 de diciembre, ya son navidades. Mi sobrina Irene es simiente de esperanza. ¿Superará los 100 años de media? Para entonces, la accesibilidad del Paraninfo será una mera anécdota.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 8 de diciembre de 2017).
Gigantes, no cabezudos

Foto: www.soydezaragoza.es
Mucho antes de la zarzuela de Echegaray Eizaguirre y Fernández Caballero (1898), en el siglo XV, Alfonso V nos trajo de Italia la comparsa. Y no sé si fue antes el huevo o la gallina, pero ambos calificativos nos definieron el carácter.
José Luis Corral comparte en facebok: “Ahora que media España reivindica la independencia, Aragón no puede quedar al margen”. Y cita sus territorios históricos: Zaragoza, Huesca y Teruel; Pamplona –un tiempo castellana–; Álava y Guipúzcoa; Tudela, Logroño, Soria; los marquesado de Lérida y Tortosa; Salou, Oropesa, Castellón y Benicasim; Burgos, Medinaceli… Y las ciudades francesas de Bearn, Cominges y Toulouse. ¿Extraño que el valle de Arán se desvincule?
El 155 ha actualizado el diálogo: Justicia, Sijena, museo de Lérida y el ministro de Cultura – consejero de la Generalitat. Si las autoridades se demoran, “solicítese a la Unidad Orgánica de Policía Judicial, Guardia Civil, la realización de un cronograma de actuación para el retorno de los bienes”. “La presentación de Jesús en el templo” llegaba al museo de Zaragoza desde una sala de subastas. Ni Luces de Bohemia.
Autores y poetas, cuanto más de aquí más universales: de Marcial a Rosendo Tello, de Verón Gormaz a J. A. Conde (J. Domínguez Lasierra, Los cisnes aragoneses). Igual las lenguas, según María Antonia Martín Zorraquino y José María Enguita –pionera, María Moliner–. “Además del castellano, Aragón tiene como propias, originales e históricas las lenguas aragonesas con sus modalidades lingüísticas de uso predominante en las áreas septentrional y oriental de la Comunidad Autónoma” (Ley de Lenguas).
Como nuestras empresas, y las 78 últimamente acogidas, riqueza para España y Europa. ¿Dónde voy? La posverdad se impone. En libros de texto valencianos, Pedro I el Ceremonioso es rey de Cataluña; y Jaime I, “rei cristià de Catalunya i d’Aragó”. José Luis Gracia Mosteo recrea en su muro: “Hoy, 21 de abril de 2025, la república catalana ha cumplido su promesa e invadido la Franja de Poniente de Aragón”. Somos gigantes, no bobos ni cabezas huecas.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 1 de diciembre de 2017).
Hermana sequía

Foto National Geographic
San Francisco llamaba hermana hasta a la muerte. Años atrás ya nos profetizaban por las redes amplias zonas de tierra agrietada, ríos y embalses secos, niños sin parques, enfermedades en la piel. ¿Cómo acogería el Pobrecito de Asís, que nunca creyó en los catastrofismos, esta ausencia de la hermana lluvia ocho siglos después?
Que si desde 1995, que la peor de estos cuarenta años, o la más destructiva de la historia. Júcar, Segura, Duero, Guadalquivir, Tajo, Miño… Embalses con mínimos que provocan sed, trasvases paralizados, promesas que nadie sabe cuándo se cumplirán.
Pasemos de uno de los más cálidos octubres a las heladas, o al cierzo en Zaragoza, no quiere llover. Y los campos de pena, ralos, con hierbas secas y troncos esqueléticos de hoja perenne. Que parecen bocas entreabiertas de difuntos esperando un agua imposible. Y los agricultores, pastores, ganaderos, temiendo lo peor, por ellos y los hijos, justo si sigue así para el pan de cada día y la escuela. Que el entorno rural siempre ha sido el pariente pobre. Castilla-La Mancha, Andalucía, Extremadura, Madrid o Castilla y León. Vigo se nos seca, literal.
Y los aficionados horticultores de ciudad con su gozo en un pozo, que en años habían visto nada igual. No les crece ni se les mantiene nada, todo agostado. Y las mismas ciudades contaminadas hasta los ojos, con problemas respiratorios y cutáneos. Y los ánimos alterados, y la violencia a flor de piel. La crisis es mundial. Y en lugares en desarrollo de esta esfera común, la sequía, como otras catástrofes naturales y humanas, se perpetúa.
Mientras el rey Mohamed VI de Marruecos implora al absoluto: “Es Él quien hace descender la lluvia después de la desesperación”; el papa Francisco, en su encíclica “Laudato sí” –homenaje a su mentor–, nos responsabiliza de nuestra hermana Tierra: “La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes”. No es tanto la carencia, como la distribución de los recursos.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 24 de noviembre de 2017).
Niños escudo

Foto https//:okdiario.com
CUP, PDeCAT, ERC. Mucho más que siglas ¿O simples símbolos? Unos hablan de postura rupturista, independiente y de izquierdas. Otros, de que el Govern no estaba realmente preparado. Ahora don Puigdemont nos sale con que durante 30 años ha venido intentando otra vía negociadora –no sabíamos que llevase tantos en la sombra del poder–, y parece que Exteriores ha detectado cierta alianza rusa. El caso es que a los peques se les sigue explicando por la tele el concepto de presos políticos y que España representa a los 40 ladrones del catalán Alí Babá.
“Hartos. En Catalunya cada vez hay más. Hartos pero inofensivos. Se asoma una a la calle, al metro, al bar donde almuerza, al colegio de sus hijos, a la oficina y ¿qué se encuentra? Pues a un montón de hartos”. Hartos de que no se hable de otro asunto, de los dos polos opuestos que no se atraen, de la súbita división, de las medias verdades que son mentira, de que te traten como idiota, de tanto borrachito de odio en las redes, de una clase política cortoplacista, tramposa y mediocre… escribía Susana Quadrado en La Vanguardia.
Otras verdades claman como puños. Como la de Xavier, de 42 años y padre de familia con dos hijos; trabajador en el sector servicios, se quedaba en octubre en paro. “El turismo se hunde. Es desesperante que un político sea capaz de destruir así la tierra que debería defender. ¿Me va a pagar él la hipoteca?”. Hemos perdido la cuenta de las empresas voluntariamente exiliadas. Ahora el “Mobile World Congress” se plantea marcharse –108.000 visitantes el pasado año y 165.000 millones de euros recaudados– y la Federación Catalana de Esquí no se siente española ni con derechos.
Y hasta sería disculpable si los cientos de miles de euros de los doscientos alcaldes que viajaron a Bruselas fuesen simbólicos, como parece haber sido la DUI. Mi hermano llegó con hora y media de retraso del AVE. Admite en cierto modo excusas. Lo ya imperdonable es poner grandes piedras en la vía para que los trenes descarrilen. Y, más aún, utilizar bebés como semáforos. ¿Quién gana con las guerras?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 17 de noviembre de 2017).
Unidad entre fogones

Foto Jesús Alba Enatarriaga
Irizar, Arguiñano, Arzak, Berasategui. ¿Quién no los ha visto por televisión? Maestros de la cocina vasca, española, universal. Otras realidades al calor de la lumbre que no salen a la luz.
Visitaba en octubre el museo de San Telmo, en San Sebastián. Antiguas estelas funerarias, rudimentos agrícolas y domésticos, murales en la iglesia con brujas o escenas eclesiásticas. Y documentos: el Diccionario trilingüe del castellano, vascuence y latín, o los Fueros de Vizcaya (1575) y Guipúzcoa (1696). Retratos de Baroja, Maeztu, Unamuno. El primer seiscientos, prensa y discos de la Transición. Y el hogar, con su chimenea, y platos y anforillas de cerámica que en Castilla nunca conocimos. Ahí se fraguó la historia.
Una casilla de ferrocarril, entre Ikazteguieta y Tolosa; la ama (madre) y el aita (padre) con sus siete hijos: Miguel, Ana, Miren, Clara, Izaskun, Conchi y Milagros. La cocina de la amona (abuela) dejaría huella.
De servir en Villa Consuelo, con 12 años, a visitar a la hermana en las Américas. De trabajar en el Aita Mari a regentar la cafetería Azelain en Tolosa, y Aldaba en San Sebastián. Luego pedir créditos para adquirir una villa restaurante. Karlos Arguiñano, el Akelarre o el Rekondo llevarían la fama; San Martín (1986-2007), junto al funicular, es calidad y trabajo.
Todas las mañanas Milagros Enatarriaga pasea descalza la playa de Ondarreta hacia el mercado de La Bretxa, a comprar las mejores carnes y pescados. De ahí a los fogones. Comida tradicional: vainas, legumbres, sopa de mariscos; ternera a la brasa, rabo; marmitako, besuguitos; pantxineta, tarta de manzana, canutillos con chocolate y crema, tejas…
Por San Martín pasaron Le Tricicle, La Trinca, Isabel Allende o Labordeta; Woody Allen, Robert De Niro, Richard Gere; Julian Schnabel, Lou Reed, Miguel Echenique –Príncipe de Asturias 1998–; y políticos entonces de esos años.
Reza un dicho vasco: “Yo soy el rey de los cereales” –dijo el trigo–. “Donde estoy yo no hay hambre” –respondió el maíz–. Y un moderno power: “España es un pincho y un paseo por San Sebastián”.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 10 de noviembre de 2017).
Otoño lírico

Foto httpseditorialverbum.es
¿Malos tiempos para la lírica? Según se mire. A veces, nos sonríen los hados, o los vates, o el espíritu profético que nos alienta. Quién iba a decirme lo que depararía un poemario, Pájaros de silencio, y el Premio Internacional de Poesía Juan Alcaide 2016. La agradable visita a Ciudad Real y Valdepeñas, el descubrimiento de la asociación Ciudad Accesible, la presentación en Casa del Libro, las firmas en la Feria de Madrid… Y la semana pasada el Festival Internacional de Poesía.
“Hay horas para el sueño, / y estaciones enteras para la más hermosa claridad. / Un tiempo para amar, y otro para morir”. Organizado por Editorial Verbum, la Facultad de Filología de la Complutense, la Universidad de Salamanca y otras autoridades de la edición y la escritura, fue una verdadera fiesta partir el pan del verso y la palabra con hermanos poetas de cualquier latitud.
Ya en la antología que cada año se publica para el evento, Ahora que calienta el corazón, junto a Juan Ramón Jiménez, Miguel Hernández, Pablo Neruda o Luis Alberto de Cuenca, voces inspiradas hispanoamericanas, árabes, españolas… Un sancta sanctorum de la poesía. Escuchar la poética de los otros, degustar conjuntamente los manjares, compartir varias presentaciones en la sede de Verbum (La Poveda), visitar la Imprenta Municipal. Momentos cumbre, las lecturas en la Complutense o en la biblioteca Pablo Neruda, de Arganda del Rey; o recitar a pequeños en la Eugenio Frías, de la Casa de Fieras de El Retiro. Los niños siguen siendo una esponja y un bumerán de esperanza. Y la clausura poético musical en la sala La Capilla del Palacio de Comunicaciones, en el Ayuntamiento.
“Me siento bien dentro de mi corteza, / con algunas hojas amarillas / y el corazón en sepia, por ese polvo de oro / que nos dejan la vida y sus crisoles”. Hice amigos: María Paz Valdebenito, chilena; Claudia Brancati, argentina; Juan Henríquez, de Colombia; Cecilia Álvarez, de Tenerife (España).
Irak, Arabia Saudí o Egipto ya no son enemigos en la noche de Halloween; sino arma bellísima y solidaria de un futuro en común.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 3 de noviembre de 2017).
Visión universal

Foto Museo Tiflológico
¡Cuántas veces nos perdemos el detalle! Un cuadro, un abrazo, un paseo con los cinco sentidos. El Colegio de Arquitectos de Aragón, la Universidad de Zaragoza, Fundación ONCE, el Grupo empresarial ILUNIÓN y algunos colectivos de personas con diversidad funcional (discapacidad), han demostrado este mes que el disfrute es una realidad universal.
La Semana de la Arquitectura, a primeros de octubre, y el 25 aniversario del Museo Tiflológico de Madrid (1992), nos trajeron a Zaragoza una muestra importante del mismo. Se trata de un espacio accesible que combina el tacto, el oído y los aromas; el braille, códigos QR y “beepcons”, o balizas inteligentes que permiten a la persona invidente identificar objetos cercanos a través del móvil. Junto a los cuadros y las maquetas en relieve, existen exposiciones temporales, como la de Ataúlfo Casado, primer copista de El Prado, que, al perder la vista en su madurez, siguió evolucionando y exponiendo en las principales galerías.
La experiencia del Tiflológico se iría ampliando al Museo de Bellas Artes de Bilbao, de Vitoria, El Prado, el Reina Sofía… y ahora en Sevilla, con el centenario de Murillo. Ribera, El Greco o Francis Bacon podrían apreciarse al detalle mediante la técnica de capas superpuestas en la copia de la obra. La textura de las ropas, la piel, o la perspectiva del paisaje.
Volviendo al octubre zaragozano, distintos eventos sobre la supresión de barreras a todos los niveles: ”Desayunos a ciegas” (Hotel Ilunión Romareda); la exposición itinerante de Maquetas Tiflológicas (Facultad de Educación); la firma del convenio entre ONCE y el Colegio de Arquitectos en materia de Accesibilidad Universal y Diseño para Todas las Personas, o la Jornada Accesibilidad/Barreras/Urbanismo, a cargo de la ONCE, Fundación DFA y Mundo Crip.
Ayer jueves, el colectivo Mundo Crip realizaba una intervención artística en la plaza del Pilar: rodear la bola del mundo con vinilos en forma de pasos, huellas de pisadas y muletas; también reconocibles por el tacto. Manos, pies, sentidos para un disfrute pleno.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 27 de octubre de 2017).
Salvando diferencias

Foto La Reina Victoria y Abdul (Universal)
¿Folletinesca? ¿Defensora del colonialismo? No podemos extrapolar conclusiones de una época histórica que nos viene lejana y algo grande. Pienso que Stephen Frears, su director, ha llevado a cabo en “La reina Victoria y Abdul” una película atrevida.
Unas semanas ya en cartelera. 1887, para celebrar el jubileo de la soberana, 50 años de reinado, envían a Abdul Karim (Ali Fazal) y su compañero Mohammed (Adeel Akhtar) a entregarle de obsequio un mohar –moneda de oro india–. No acabar de comer después que la reina, no mirarle a los ojos… Abdul se saltará el protocolo, y será su criado personal y después su “munshi”, maestro, en contra del entorno palaciego y del príncipe Bertie (Eduardo VII, interpretado por Eddie Izzard).
La actriz Judi Dench da vida por segunda vez a la reina Victoria, tras “Su majestad Mrs. Brown”. Se mete en su piel y en plena época victoriana, no siempre de luces y progreso. “Tengo 81 años y reino sobre casi mil millones de personas. Llevo 62 años en el trono; soy la monarca que ha reinado más tiempo de la historia”. Con Victoria I de Hannover (1837-1901), Emperatriz de la India, Gran Bretaña sería primera potencia mundial, así como centro de la Revolución Industrial y de una progresiva apertura cultural.
“Nadie sabe realmente lo que es ser reina. ¡Me siento tan sola!” confiesa al Munshi–. Y es ahí, en ese imperio de falsa alternancia democrática, explotación de los trabajadores y sin todavía sufragio masculino, donde la relación entre Victoria y Abdul parece derribar fronteras.
Aprende del maestro el idioma urdu, la mejor esencia musulmana… Reticencia ante el burka de la esposa, alteración del orden de clases, temor a la pérdida de poder, destruirán a la muerte de la soberana escritos, cartas y toda huella que la relacionen con su súbdito. Solo los diarios póstumos de Mohammed Abdul Karim (1863-1909), hallados en 2010, y la novela Victoria and Abdul, de la escritora indo británica Shrabani Basu, sacarían a la luz una historia de recelos y amistad. ¿Como tantas de ahora? Salvando todas las distancias.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 20 de octubre de 2017).
Ofrenda de frutos

Foto pilarmestra.blogspot.com.es
Por sus frutos los conoceréis, rezan las Escrituras. Cerezas de Caspe, sandías de Alfamén, melocotones de Calanda, espárragos de Gallur… dicen mucho del origen de su denominación. Desde 1949, la Ofrenda de Frutos, la más antigua a la Virgen del Pilar –la de Flores sería en el 58–, ha llegado a reunir, en los últimos años, a más de 59 agrupaciones, 50.000 participantes y unos 8000 kilos de frutas y verduras, embutidos, dulces, aceite, queso, vino y otras bebidas. El destinatario es el Santo Refugio desde 1997.
Función religiosa, social, folclórica, unitaria. La Federación de Casas Regionales en Aragón organiza la Ofrenda. Es una gozada ver a pequeños y grandes ataviados con trajes, normalmente campesinos, de Castilla La Mancha, Castilla-León, Madrid, Extremadura, Galicia, País Vasco, Cataluña, Murcia, Andalucía, Canarias… y Aragón. Mezclados con las farandolas y sombreros coloristas del otro lado del Atlántico, que también son hispanos y españoles de adopción.
Dicen que los vástagos de las tinieblas son mucho más astutos que los hijos de la luz; soterrados, amigos de las fuerzas de abajo, no dejan ver la maravilla, incapaces ellos mismos de obrarla. Sin embargo, la riqueza de la diversidad y las cosas bien hechas y criadas, “polvo, niebla, viento y sol” (J. A. Labordeta), saltan a la vista. Y las plantas lo sienten. No es lo mismo sembrar por el bien común que en propio beneficio. Cultivar un huerto es como educar a un hijo.
Y no servirá hacerlo con productos o verdades adulteradas; sino con lo mejor de la tierra, la industria y de nosotros. Da igual transgénico o natural, que la creatividad y la genética, con mimo y formación de base, dan excelentes frutos. Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young han obtenido el premio Nobel de Medicina 2017 "por sus descubrimientos de los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano" o ciclo natural del sueño. Soñar fuera del tiempo, aun despierto, también daña los tomates.
“Despedíos de ese jardín tan bonito que es Cataluña”. ¿Por qué lo habrá dicho Albert Boadella?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 13 de octubre de 2017).
Espacio público

Foto Marta Gracia. Este hermoso montaje fotográfico, "Estaciones", que refleja un mismo punto de la ciudad, en las diferentes estaciones del año, se hizo viral en solo dos días en las redes sociales.
Vuelven a ser protagonistas plazas y calles, escenarios, foros y auditorios. Un ágora abierta para el espectáculo y la cultura de miles aragoneses, españoles y visitantes de cualquier rincón del planeta. Cientos de actuaciones que comenzarán mañana sábado, zarandeados por un cierzo metafórico y musical y a ritmo de hip hop. El rapero Kase O –Javier Ibarra Ramos, del grupo musical “Violadores del verso”– será el pregonero.
Apuestas rompedoras junto a otras de siglos. La jota en la plaza del Pilar, la de Nacho del Río con la Sinfónica y la de la baturra del cartel. En el Auditorio, los clásicos de la sala Galve, B Vocal o Raphael, y musicales para adolescentes. Valdespartera, Montecanal, Puerto Venecia, Miralbueno, Oliver… La Carpa Aragón y su gastronomía popular, el frente Fluvial con los más pequeños, Interpeñas y el príncipe Felipe para marchosos; placitas recónditas y entrañables, La Bóveda del Albergue, teatro de las Esquinas…
Para todos los gustos y colores, desde el rojo y el gualda a las barritas horizontales con el escudo autóctono o cualquier otra tonalidad del paraíso. De una ofrenda cada año más popular, presencial o virtual –www.ofrendavirgendelpilar.com–; a las colas en la Misericordia o las vaquillas. Y una tiene la sensación de llevar más de una semana de fiesta, con tantos balcones y ventanas engalanados de banderas, como nunca. “Mi hijo de cinco años: Mamá, ¿por qué en todas las ventanas y puentes está la bandera de #España? ¿Porque la gente decide que #juntosmejor” (Irene Villa González).
Y el cierzo, en el arte también, como en el montaje fotográfico “Estaciones”, de Marta Gracia, estudiante de Ingeniería en Diseño Industrial, que se ha hecho viral. Todo nos cabe en fiestas, como un gran tragachicos colectivo. Todo menos la violencia sexista –mejor expresión que la “de género”–, un compromiso hecho conciencia en muchos, más allá de las miles de pulseras y tarjetas con el “No es no”, unas cuantas en braille. Lo que no transigimos es que alguien se salte los bolardos. Yo no pienso cargar con mi mochila a cuestas.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 6 de octubre de 2017).
República independiente

Foto Heraldo
“Toda república debe tener un himno y una bandera. Las leyes se deciden en el parlamento. Y, a pesar de ser una república, puede tener un rey, o una reina”. Este anuncio publicitario de Ikea se nos hizo simpático en 2006, 75 aniversario de nuestra República. ¿Jugaban a la comba o al balón los hoy universitarios pro referéndum?
“La convocatoria no es transparente. No establece un mínimo de participación. El 1-O es una convocatoria unilateral…”. Afirmaciones contundentes de los mil escritores, músicos, profesores, periodistas… firmantes del “1-O Estafa antidemocrática”. ¿Miguel Ríos? ¿Rosa María Sardá? ¿Carlos Jiménez Villarejo? ¿Mónica Randall? ¿Martínez de Pisón? Algo chirría.
Se partieron el brazo y las costillas en las manifestaciones, se jugaron el trabajo y el nombre, arriesgaron la piel. Presos, exiliados, perseguidos. Recordemos a María Zambrano y sus escuelas populares. O a Salvador Espriu: “Al iniciarse la guerra civil, yo me sentía republicano y partidario del concepto de una España federal. Por tanto, no deseaba entonces, ni deseo ahora, el enfrentamiento sino la concordia”. O a un Dionisio Ridruejo evolucionado, defendiendo los intereses catalanes en plena dictadura.
Y décadas después, con Joan Manuel Serrat y unos cantautores independientes, que tanto nos harían soñar a los más jóvenes. “Prefiero pasar miedo que vergüenza”, declaraba estos días desde Argentina. ¿Dónde estaban los padres de los universitarios y escolares que hoy juegan a sentirse al otro lado?
“El catalanismo nace con un sentido de superioridad frente a España, a finales del siglo XIX, con la pérdida de las colonias. Cataluña era más rica, se desarrolla una industria, una cultura” (Albert Boadella). Odio a Felipe V, al conde duque de Olivares, a la corona aragonesa. Un cultivo de siglos que alimentó la amnesia colectiva: la admiración de Franco hacia Dalí; Última tardes con Teresa, de Marsé. “Se están fabricando seres humanos fallidos y se les está instruyendo en el menosprecio al otro, en el odio a España” (Fernando Aramburu).
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 29 de septiembre de 2017).
Los otros bolardos

Foto Auditorio de Zaragoza
Asistíamos al espectáculo “La Jota”, de Miguel Ángel Berna y compañía, en la sala Mozart del Auditorio. Al ritmo del pandero y volviendo a las raíces, bailarines, músicos y cantadores entretejían números novedosos: la jota a tres o de cortejo, la contraposición de escenas entre Miguel Ángel y Nacho del Río, el corrillo de mujeres entonando letras populares… “El Auditorio dispone de localidades reservadas para personas en silla de ruedas”, aunque mezcladas con el equipamiento de control de luces y sonido. ¿Tanto supondría habilitar la primera fila de butacas para espectadores con movilidad reducida?
Gran parte del equipo artístico, como la bailarina girando sobre sí misma en un bellísimo trompo encarnado, actuaban ya en la película “La Jota” de Carlos Saura, proyectada hace unos meses en los cines Aragonia. Hemos visto unas cuantas cintas: “Barry Seal: el traficante”, “Cézanne y yo”, “Dunkerque”, “Abracadabra”… Pese a que salvo en la sala grande, pensada también para otros eventos, la pantalla se nos queda encima de las narices o demasiado lejos. ¿Cuándo intentará el emporio Palafox evitarnos la tortícolis o la visión defectuosa?
Al menos, en la remodelación del Teatro Principal han usado la cabeza. Fuimos ganando espacio. Primero, en los laterales o balcones del patio de butacas; la rampa de la entrada, los aseos… Después nos dejaron un sitio reservado –algún acomodador siempre nos separaba a usuario de silla y acompañante: taponábamos la salida–. Ahora los pasillos entre asientos son más anchos para todos; se han puesto butacas de brazo abatible, para facilitar la transferencia, u habilitadas para dificultades de audición.
Lástima que en el ascensor al restaurante nuestra silla no tenga cabida. Si vas a la peluquería, no lavarte el cabello. Si a un establecimiento, comprar desde la calle. Los cajeros automáticos, mejor olvidarlos.
¿Cómo serán las fiestas? Han llenado de bolardos los laterales del Pilar, Alfonso y Echegaray. Bienvenida la seguridad. Algunos de nosotros los sorteamos a diario. ¿Temen nuestra ciudadanía de primera?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 22 de septiembre de 2017).
Catástrofes humanas

Foto www.cadenaser.com
El Pacífico está vivo y rabioso. Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Ciudad de México… Y de ahí a Guatemala y El Salvador. 8,2 grados en la escala Richter –mayor magnitud desde 1932–; noventa muertos, y dos bebés: a uno se le cayó un muro encima; otro se quedó sin respirador al apagarse la luz. “Mucha conciencia colectiva”, comentaba una mujer.
“Al perro flaco no le faltan pulgas”. Miseria extrema, hambre, inseguridad en la calle, robos, violaciones… Efecto también devastador el del huracán Irma en Miami, Los Cayos, sur y costa de Florida… Españoles aislados en La Habana. Falta luz, alimentos, gasolina, comunicación… saqueos y locura. Categoría 1. Palmeras volteadas y arrancadas, cristales golpeados. Nadie te asegura tu casa en pie. “Se mata por una botella de agua”, decía una española. ¿El diluvio universal? Luego anunciaban el José, por no hacer tampoco en esto distinción de género.
También el Mediterráneo se pone algo pasional. Temporal en el centro y noroeste Italia: Livorno, Toscana, Liguria… Roma. Seis muertos. Inundaciones y desprendimientos, la situación se hace insostenible. Un matrimonio con su hijo mueren en un cráter volcánico cerca de Nápoles. Y se nos cae encima la Peña Oroel, en Jaca, uno de los rincones más bellos de Aragón.
La naturaleza es sabia y bellísima. Como el Kilauea y sus ríos de lava en Hawái. Aunque el cambio climático se prevé deje cien millones más de pobres. En entrevista a "Le Figaro", la directora general del Banco Mundial (BM), Kristalina Georgieva, destacaba el riesgo es particularmente importante para países más desposeídos: “En Siria, la generalización del conflicto coincidió con una sequía que empujó a las poblaciones rurales hacia las ciudades. Y en el norte de Mali la menor productividad de las tierras favoreció la inestabilidad política”.
“¡Cuántas veces se «normalizan» —se viven como normales— procesos de violencia, exclusión social, sin que nuestra voz se alce y nuestras manos acusen proféticamente!”, resaltaba el papa Francisco en su viaje apostólico a Colombia. ¿Desastres naturales? ¿O amnesia de derechos?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 15 de septiembre de 2017).
El retorno

Foto Freepik / Heraldo
Mi sobrinito de tres años lleva meses soñando ir al cole de mayores –segundo ciclo de Infantil–. ¿Conocerá las letras este curso? Sabe interpretar por los dibujos los cuentos que sus papis le leen cada noche, cómo coger la luna y el número de cada autobús. Uno de esos 110.000 pequeños aragoneses que van a disfrutar de una educación normalizada, comedores y unos primeros libros. ¿Qué futuro vamos a prepararles a él y a su hermanita, que nacerá en octubre?
No tantas diferencias entre centros urbanos, rurales y aulas prefabricadas de barrios emergentes –Valdespartera, Arcosur o Puerro Venecia–. Que los padres se impliquen en sus tareas y un sano equilibrio entre actividades extraescolares y ocio, frustración y creatividad, podrían ser la fuente de una escuela inclusiva, con niños inmigrantes, culturalmente diversos o con capacidades diferentes. Y no como un pequeño catalán que no pudo jugar con otro de nuestros sobrinos: no compartían el idioma.
Los sobrinos medianos comienzan Tercero de ESO. Biología, Física y Química congenian todavía con Geografía e Historia, Lengua Castellana y Literatura, en sus cerebros adolescentes. Junto a las hormonas en desarrollo –en el caso del chico–, o en plena ebullición –en ella y sus amigas–. Dicen que las mujeres maduramos antes y, más constantes, aprobamos casi todo a esa edad, sea herencia genética o psicosocial.
Los más mayores han optado por Bachillerato, inclinado al Dibujo Técnico, y un módulo de Formación Profesional. Sus primeras salidas, relaciones, inquietudes… Siguen siendo unos niños grandes que han podido estudiar aquello que motivó su infancia. ¿Plazas libres en la Universidad? ¿Un Erasmus? ¿La suerte de un empleo?
“Si usted no tiene libertad de pensamiento, la libertad de expresión no sirve de nada. Deberían educarnos para pensar por nuestra cuenta y arriesgarnos” (Ramón Sampedro). Si no, el Rey Arturo cambiará la espada por el móvil, y la Sirenita sufrirá los efectos de los residuos tóxicos vertidos al mar, como ha expresado en imágenes Tom Wart. ¡Quién pudiera retornar a la inocencia!
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 8 de septiembre de 2017).
Dolor de madre

Foto EFE Granada / Heraldo
Londres, Cerdeña, Granada, Marruecos… ¿Dónde el paraíso? ¿En qué punto el ángel decretó con su espada la expulsión de la felicidad eterna? Celos, malentendidos, desconfianza, ¿infidelidad? Los mitos van cambiando con los tiempos y el nivel cultural; nadie habla hoy de azufre ni de llamas –a no ser los incendios estivales–. Pero el infierno es algo tan dramático y real como la vida misma.
El culebrón del verano. Juana Rivas y Francesco Arcuri. Ella, empleada de la sección de Deporte de El Corte Inglés e hija de padres separados; él, propietario de un restaurante o “trattoría” e hijo de un veterano periodista genovés. ¿Qué son quince años de diferencia cuando une el amor?
Se unieron enamorados. No buscaron los hijos. ¿Cuándo la primera señal de desencuentro? ¿La pavesa que puede prenderlo todo? ¿El primer maltrato? “La situación se agravó cuando le pedí que me dejara un espacio sin niños por una hora al día para estudiar… Dormía en el salón para que no me conectara a internet y poder vigilarme; odiaba que estudiara y que me relacionara con gente; me insultaba de continuo; era muy celoso si salía sin niños, incluso al supermercado, y me regañaba por el tiempo de duración de la compra…”, escribía Juana.
Tres meses de cárcel y quince de alejamiento. Ella lo perdonó. ¿Regresó Juana a España con su consentimiento? ¿Sustracción de menores? El Tribunal Constitucional negando a la víctima el amparo, la guardia civil buscando como sabuesos a los niños… La mujer pudo cometer errores, ¿imperdonables?
Colectivos de mujeres se han dejado oír: “Rechazamos en especial el papel del ministerio fiscal y de la Fiscalía de Violencia de Género, que lejos de velar por la protección de los menores y de la mujer maltratada, ha demostrado ser insensible con las víctimas”. Y recordaba la película “Te doy mis ojos”, de Icíar Bollaín: el marido saca al balcón desnuda a la esposa, para vejarla. Su delito, querer desarrollarse en su trabajo.
Los pequeños quieren vivir con Juana. El dolor de una madre, la humillación y amenazas hasta la muerte, ¿hasta cuándo invisibles?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 1 de septiembre de 2017).
Fobia a la paz

Foto www.langues.education. Puerta de la Pasión de la Sagrada Familia, detalle de la Resurrección.
Algunos episodios muy puntuales apenas nos rozaban. De las Fiestas del Ángel en Teruel al Cipotegato turianosense: San Lorenzo, el Festival de Jaca, los trajes ansotanos; o la Virgen de agosto en gran parte de nuestra geografía. Muchos optaron por la costa; nada que ver con aquellas películas de Alfredo Landa ni con “Verano azul”. Hasta el “balconing” fue una simple anécdota.
Semanas antes, se paraban los pies al Daesh en Mosul, y se daba por muerto al califa de las siete vidas. Aunque la guerra continuara: “Es una pena ver cómo los niños mueren en la calle”, me relataba Ronald Scott, médico militar de EE. UU. destinado en Damasco (Siria), a través de Facebook. Porque Trump parecía protegernos del eclipse solar del pasado día 21 con el que se vaticinaba el principio del final del mundo.
Todo estaba tranquilo, y al día siguiente de San Roque la noticia estalló en el pueblo: “Y de pronto, salidos del polvo de la planicie, descubrimos a los guerreros nómadas que se desperdigados en una gran línea recta” (Irene Vallejo, El silbido del arquero). Solo que ahora en vez de flechas y lanzas era una furgoneta en el centro turístico de Las Ramblas y la plaza de Espanya. Barcelona se une por desgracia y por la sangre a París, Londres, Mánchester, el Cairo, las ruinas históricas de Palmira…
¿Motivos religiosos? ¿Deseo de ampliar Al Ándalus a un amplio territorio de piel de toro cortado en tiras, como se hizo de Cartago? Y recordé la última Feria del Libro de Madrid, con metralletas, coches y furgones de policía en pleno Retiro. Lo nunca visto. Nivel 4 de alerta.
Precisamente allí me regalaron Anatomía de un hombre pez, Premio Internacional de Narrativa “Novelas Ejemplares” 2016: “Transcurría el verano de 1989 y allí estaba yo, con mi bañador color mandarina, mi colchoneta (a los ocho años, cualquier objeto lúdico o de interés iba precedido de un mí) y el barniz epidérmico de un crío que disfrutaba de un mes de vacaciones de playa” (Eduardo Bieger Vera). ¿Volveremos a contemplar Alcanar, Cambrils u otro lugar costero con los ojos de un niño?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 25 de agosto de 2017).
Pierna quebrada

Foto Derechos Humanos ¡Ya!
“La mujer, con la pata quebrada y en casa”, rezaba en tiempos de Mari Castaña un desafortunado refrán popular. El llamado sexo “débil” fue invisible durante siglos, como en la América de Luther King los ciudadanos de color y ahora las personas con diversidad funcional.
En la última campaña de la Dirección General de Tráfico podemos escuchar: “He perdido mi independencia, mi intimidad. Cuando se tiene un accidente como el mío, tu ser querido se convierte en tu cuidador”. Lo dice Mar Cogollos, víctima de accidente mientras conducía un compañero, “postrada” en una silla de ruedas desde entonces. Los otros dos protagonistas de la cinta son Anna González, atropellada en su bicicleta, y Jordi Porta, que conducía en moto bajo los efectos del alcohol. “Un segundo es todo lo que necesitas para pasar de la moto a la silla. Es increíble lo rápido que te puede cambiar la vida. Carretera y alcohol son absolutamente incompatible”. ¿Culpabilidad?
Hay otra visión. “Con el paso de los años ir en una silla de ruedas no es solo una “desgraciada” forma de moverse, sino parte de la persona y de su forma de ver la vida. Un vida siempre digna en tanto que es vivida”. (Elena Prous, enfermera, activista derechos humanos, escritora, buceadora y antropóloga con diversidad funcional). ¿Por qué perder la independencia y la intimidad? ¿Un cambio drástico a peor? Ahí entra la asistencia.
Sería necesaria otra campaña dirigida al imaginario colectivo, mejor con ironía: “Hayas hecho lo que hayas hecho, si tienes un accidente de tráfico, algún exceso has tenido que tener; eres culpable y responsable individual, y con suerte, protagonizarás una campaña de la DGT”, escribía Elena.
Aunque quizá mejor quedarse quietecitos, dadas las perspectivas: inclusión con cuentagotas, exposiciones de escaleras solo para atletas bípedos –C. M. Escher en el Palacio de Gaviria de Madrid–, fobia anti turistas, coches autónomos camicaces… Todo tiene remedio: volvernos invisibles, cubiertos de poliuretano, ecológicos y mimetizados con el entorno. Y entonces sí, todos iguales en la foto.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 18 de agosto de 2017).
Despacito

Foto Heraldo/Efe
No es una enfermedad rara. Una de cada quinientas personas puede desarrollar la miocardiopatía hipertrófica, causa de la muerte súbita de algunos atletas. El Laboratorio de Expresión Genética del Instituto Salk (California) –donde trabaja español Juan Carlos Izpisúa Belmonte–, la Universidad de Salud y Ciencias de Oregón, el Instituto de Ciencias Básicas de Corea del Sur y el Laboratorio de Ingeniería para la Innovación de Diagnóstico Molecular (China), han descubierto cómo corregir la mutación genética que la provoca.
Se trata de una innovadora técnica, llamada CRISPR-Cas9, que trata embriones nuevos en su más temprano desarrollo. “Se producen cigotos fertilizando ovocitos sanos”; o se corta el genoma por la parte dañada para luego repararlo. El método se practica tras la fecundación “in vitro”, o antes de esta, inseminando las células sanas junto con el esperma en el óvulo femenino. ¿Selección genética? Ojalá algún día se curase la parálisis cerebral.
¿Hasta dónde los límites bioéticos, económicos…? Saltaba a la prensa y a las redes la supresión, de la sanidad pública andaluza, de otra metodología punta en el tratamiento de la escoliosis de aparición precoz. Denominada popularmente “técnica del tirante”, consiste en colocar un corsé de yeso en el tronco del paciente, que evite una mayor desviación y hasta la intervención quirúrgica. El doctor David Farrington y su equipo llevaban más de diez años aplicándola en la Unidad de Cirugía Ortopédica y Traumatología Infantil del Hospital Virgen del Rocío, de Sevilla, centro nacional de referencia.
¿Oscuros interesen? ¿Celo profesional? La columna puede incluso rotar, afectando a los órganos internos. Tallos de crecimiento electromagnéticos, método Ponseti para el pie zambo, cirugía multiniveles para parálisis cerebral… ¿No hay dinero?
No son embriones, sino niñas y niños en pleno crecimiento. Recuerdo a compañeros fallecidos prematuramente de distrofia de Duchenne, ninguno hijo de Isabel Gemio y su Fundación. Las cosas públicas de palacio, como esa canción que se ha hecho viral, van despacito.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 11 de agosto de 2017).
Memoria que persiste

Foto www.artehistoria.com
No sé si en 1931, cuando colgó sus relojes blandos de ramas esqueléticas en “La persistencia de la memoria”, Dalí tendría una idea preclara del tiempo. Aquel muchacho solitario de la Residencia de Estudiantes centrado en sus dibujos: “Salvador Dalí, entonces, me pareció muy tímido y de pocas palabras. () Cuando visité su cuarto, una celda sencilla, parecida a la de Federico, casi no pude entrar, pues no sabía dónde poner el pie, ya que todo el suelo se hallaba cubierto de dibujos…” (Rafael Alberti, La arboleda perdida).
Sus primeros retratos y paisajes, cubismo, dadaísmo, un surrealismo interiorizado, su etapa realista… “Muchacha en una ventana”, su Cristo cúbico, el otro inspirado en San Juan de la Cruz o “La Madonna de Port Lligat” siempre me atrajeron. A un alma hipersensible se le disculpan las excentricidades.
¿Y el amor? De su relación platónica en Figueras, y quizá atracción intelectual por Lidia de Cadaqués –compartida por Eugenio D’Ors–, a “La miel es más dulce que la sangre” de 1927, claramente alusivo a García Lorca. Después de 1929, tan solo Gala, la humana, la divina, retratada de espalda o mirando cara al absoluto, la caleidoscópica metáfora sin final. “La edad de oro fue presentada… era un barco que se iba a pique. (…) Yo estaba solo, con Gala. Mis pretendidos amigos surrealistas ya me detestaban” (Confesiones inconfesables, de Salvador Dalí).
¿Y la guerra? “La cesta de pan” o “Composición blanda con judías hervidas” son más que una premonición. París, Nueva York, México… y otra vez Cadaqués y Figueras. El círculo en forma de huevo, el caracol, las hormigas, la abeja, el elefante. Exhuman el cuerpo de Dalí, su bigote sigue marcando las diez y diez. Su anterior descendiente, Cecilia Eluard, hija de Gala y Paul, tuvo que renunciar a su herencia. “… Dalí escucha en una casete sin fin Noche de ronda, una vieja canción que le trae recuerdos de sus escapadas al Rector’s Club con Lorca y Buñuel. Es, una vez más, la persistencia de la memoria” (Agustín Sánchez Vidal, Buñuel, Lorca, Dalí: El enigma sin fin).
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", domingo 30 de julio de 2017).
Pájaros en la Cabeza

Foto Pájaros en la Cabeza
Celebrábamos el cumple de un sobrino y fuimos a comer. El espacio era amplio, luminosamente transparente. Un incómodo escalón de entrada. “No os preocupéis, tenemos rampa”. Cafetería, salón para comidas más otro comedor interior. Más terraza. “El baño lo tenéis abajo, hay ascensor”. El color blanco invitaba al reposo. Una joven de uniforme naranja y con síndrome de Down tomaba nota de las bebidas. ¿Será hija del dueño?
Enseguida vino Alberto Muñoz, el responsable. “Podéis venir cuando queráis. Y si vienes sola te ayudaremos a comer”. Allí chirriaba algo y a la vez había feeling. “¡Qué difícil el trabajo para todos!, ¿verdad?”.
Comienza el restaurante en septiembre de 2014. Detrás, una larga historia, personal, colectiva, solidaria. “Muy joven me puse a trabajar, compaginaba mis estudios y la asistencia a Julio Esponera, un down muy especial que marcó mi vida”. Años de profesional en ASPACE (Asociación de Parálisis Cerebral); y Polonia, una fábrica de Balay, “el 40% de la plantilla y capacidades diferentes”.
Lourdes Roda, coordinadora de Adultos de la Fundación Down Zaragoza, dio forma a Pájaros en la Cabeza. María Izuel y María Ruiz, “dos jóvenes con discapacidad intelectual de Fundación Down realizan sus prácticas del curso Servicio básico de Restaurante/Bar, financiado por Fundación ONCE y el Fondo Social Europeo a través de Inserta Empleo”, fueron las primeras. Después, Íñigo y Jorge entre los 14 empleados.
“El reto era arriesgado: facilitar el acceso de una persona con discapacidad intelectual en un entorno normal”. Comidas, cumpleaños, eventos, comuniones… Colaboración en conciertos de ADISLAF –chavales con problemas y músicos profesionales–, la visita de Amaral, su pertenencia a Valueable, la red europea de hoteles y restaurantes socialmente responsables, el Premio CE`PYME 2016 de manos de Mariano Rajoy… “Lo primero que hago es dar un beso a mis compañeros, después organizo las mesas y limpio hasta que llegan los primeros clientes”, dice María.
Cuidado del detalle, eficacia productiva y un gusto exquisito en Juan Pablo II 42.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 21 de julio de 2017).
Las palomas de Ermua

Foto El Mundo
Hace ochenta años, Pablo Picasso pintaba el Guernica, retrato surrealista del bombardeo fratricida en la Guerra Civil. El miércoles hizo veinte, todos nos poníamos las manos en la nuca en dolorosa protesta ante un acto criminal. A favor de los refugiados, del lobby LGBT, contra los malos tratos… En la fachada del Ayuntamiento de Madrid no cabe ni una pancarta en memoria de Miguel Ángel Blanco.
¿Qué hacíamos a las 4 de la tarde aquel 12 de julio? Es más fácil acordarse que cuando el hombre pisó la Luna y fue retransmitido en blanco y negro. Yo estaba en casa, hablando por teléfono con una amiga para quedar esa tarde. “Estoy muy triste, no sé dónde vamos a ir a parar”, me decía. Mi madre, en la Casa Amparo, visitando a mis tíos. Mi compañero, con su madre en el hospital. Nadie quedamos indiferentes.
“Hemos madurado. Ahora comprendo mucho mejor el dolor inmenso de mis padres, siendo el mío terrible”, declaraba su hermana Marimar. Me viene La Piedad, de su tocayo, serena su dolor. Los mayores se nos fueron marchando, llegaron generaciones nuevas. Las cosas sí han cambiado. El tiempo nos macera. ¿También a los asesinos? ¿Qué herencia dejarán a sus niños, concebidos y nacidos en la cárcel? ¿Qué les queda a los hijos de tantos muertos?
Irene Villa, Gregorio Ordóñez, Giménez Abad, el Cuartel de la Guardia Civil… el pequeño Fabio, primera víctima inocente. “En el 20 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco, Madrid con todas las víctimas del terrorismo”, rezaba finalmente la pancarta de las calles de Madrid.¿Las manos son tan blancas como entonces?
“Yo pude caer en ETA como cualquier otro joven vasco” (Fernando Aramburu). La muerte del joven edil de Ermua fue el principio del fin. Cruce de civilizaciones, llegaron otros terrorismos, y en un preciso instante no supimos si ETA o la Yihad. Y ahora que el EI recibe un jaque señero, y que nuestro Ayuntamiento acoge a confesiones diversas, algunas formaciones, herederas sin duda de los hombres del “frap”, no lo comprenden. “Se equivocó la paloma, / se equivocaba” (Rafael Alberti).
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 14 de julio de 2017).
Nos llueve encima

Foto Heraldo
Se habla de verano cálido y seco, uno más. Y el mismo Ebro, al que cantó hace décadas Manuel Pinillos, discurre que da pena. “…río que, voluptuosamente navegante, / se contempla desecando la orilla de las nubes”. Aunque lluvia y nieve nos sorprenden; y el viento, entre nosotros, es ese rayo que no cesa.
Veía la otra tarde cómo llovían hojas, como una ráfaga agradable y leve. Era solo un oasis. “Mira, ese pino no va a aguantar ya mucho”, me comentaba mi pareja cuando entrábamos en el Parque Grande. Ha sido una de las tres víctimas. Paseo de los Bearneses, de los Cantautores… Pinos, ailantos, una morera… Paseo de Colón, junto a San Juan de Dios –donde nací–. La Almozara, La Paz, Vía Hispanidad en las Delicias, Camino de las Torres –que hirió a un sencillo viandante–, Plaza de Salamero, Margarita Xirgú… ¿Qué canción escribiría hoy José Antonio Labordeta?
¿Campaña de la FCC por levantar la alarma? ¿Fallo en el sistema de riego? 10.500 ejemplares no es un juego de niños. ¿Y si fuera un motivo diferente?
Las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo –en honor al martirio del santo, el 10 de agosto–, podrán verse en la segunda mitad de julio. “Estos fragmentos se iluminan al incendiarse cuando entran en contacto contra la atmósfera de la tierra a velocidades superiores a 200.000 km/h. Provienen de pequeñas partículas de polvo desprendidas por los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol”. 100 meteoros/hora nada menos, de un grano de arena a una canica.
Porque también nos llueve fuego, hasta en las cafeterías, ¡y de qué forma! ¿La Tierra en la órbita del cometa “Swift-Tuttle”? ¿Un nuevo asteroide en octubre? ¿Signos apocalípticos? “La difusión en el espacio cambiará completamente el futuro de la humanidad” (Stephen Hawking). “…yo quería indagar el último recinto de tu vida” (Dámaso Alonso, “A un río le llamaban Carlos”).
Cataluña, Venezuela, Corea del Norte… Nos queda la esperanza: “El árbol de los cielos, el ailanto, / nos cobijó por siempre, / y su sombra perdura” (La manzana o el vértigo). Se inicia el tiempo de la posverdad.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 7 de julio de 2017).