Blogia
La lampara encendida

Dis-fruta

Dis-fruta

Foto de Biel

Es una marca creativa que une el valor nutritivo de la fruta y su belleza –arreglos frutales, complementos…--. Quizá consista en eso, en ser imaginativos y creadores, en darle la vuelta a la tortilla y sorprendernos a nosotros mismos.

Los cines Palafox y Aragonia abrieron ya sus salas, sin palomitas y con las obligadas medidas sanitarias. Para ligar, se ha cambiado la discoteca por la piscina, el besuqueo por el juego de miradas, la cita por la app, las prisas por el conocerse a fuego lento. ¿Y para qué ir a Londres, si en Biel se da historia y leyenda, la cuna de Alfonso el Batallador y una de las torres más bellas de España?

Sin salir de Zaragoza, contemplamos sus puertas transformadas en murales: de Toledo, el Duque de la Victoria –hoy en restauración–, Valencia, Sol, Sancho y la Torre Nueva. Y Alfamén y su museo permanente. O Fuendetodos, con la casa de Goya, el Museo del Grabado y su entorno, con rutas tan variadas; o la curiosa iniciativa de llevar al pintor por hospitales.

Huesca, de Los Monegros al Pirineo: deporte y aventura, diversión y arte. Y el valle de Benasque, con sus tres miles y sus praderas paradisiacas. Senderismo, ibones, tirolinas… en la Selva de Oza. Y aunque sin San Lorenzo, la semana pasada contemplábamos sus Lágrimas o Perseidas más hermosas que nunca.

Y Teruel, Javalambre, sus olivos centenarios y sus minas. O el Torico, hoy también representado en un mural compuesto por 1800 fotografías. Pero nada como Albarracín, paisaje, gastronomía, patrimonio artístico y cultural, desde la catedral a la casa azul, presente imperecedero de un noble a su amada.

Muchas páginas web describen los lugares más seguros a nivel nacional. De Asturias y Cantabria, pasando por Madrid, a las playas del sur. Desde el Camino de Santiago, lugar físico o itinerario de música antigua, a la Mesa de los Tres Reyes, el pico más elevado de Navarra. Aunque sean nuestros pueblos pequeños, esos rincones de la España vaciada los que mayores tesoros nos reserven.

Disfrutar, a ser posible en familia, o con amigos de siempre; descubrir la esencia, lo importante. “Lo que la pandemia me ha enseñado es a soltar cosas, a darme cuenta de lo poco que necesito. No necesito comprar, no necesito más ropa, no necesito ir a ninguna parte, ni viajar. Me parece que tengo demasiado” (Isabel Aliende). La llave que reinventa el futuro.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 21 de agosto de 2020).

0 comentarios