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La lampara encendida

Sonrisas

Sonrisas

Foto www.msn.com

A poco más de un mes de Semana Santa, y tras dos largos años desde el San Valentín del 2020, volvemos de nuevo a sonreír. Se han quitado las restricciones en hostelería, sin pasaporte covid en el teatro, parece que esta vez sí hay Cincomarzada. ¡Y qué alivio sentir la luz y el aire a pulmón pleno! Ya no llevamos trampantojo que nos dificulte la visión y nos oculte el rostro de los otros viandantes.

Los pediatras y otros especialistas todavía discuten sin suprimir la mascarilla solo en el recreo o también en las aulas. ¿Un proceso gradual? Sin embargo, no podemos olvidar que se ha robado a los chavales dos años de su infancia y juventud. En los más pequeñines apenas dejará huella; pero todos sabemos que lo vivido de siete para abajo queda ya para siempre. ¿Qué recuerdo guardarán nuestros hijos de adultos de cuando les cerraban los coles, y no salían a la calle a jugar?

Los residuos no reciclables que trajo la pandemia –mascarillas, test de antígenos, jeringuillas y agujas, gasas…– son toneladas. Aun con todo, pese a los nuevos virales que saldrán a partir de este mes, mejor utilizar las medidas higiénicas que no hacerlo. Según Margarita del Val, prestigiosa viróloga e inmunóloga del CSIC, porque no estamos seguros de la gravedad de ómicron, ni de otras posibles variantes, a no ser por las vacunas.

Para el doctor Melchor Álvarez de Mon, Catedrático de Medicina de la Universidad de Alcalá, la covid es más que una gripe, con secuelas permanentes, propensión a otras infecciones, malestar inflamatorio crónico, dolores articulares… Y el actor Antonio Resines: “Los sanitarios me han salvado literalmente la vida”…

No olvidemos el retorno a la vida y la salud integral. Afirma la psicóloga  Marian Rojas Entapé en su último libro, Encuentra tu persona vitamina: “… no poder relacionarnos con personas, no poder tocarnos ni abrazarnos, no poder ver las caras, las expresiones faciales ni las expresiones de los demás por las mascarillas, (…) nos ha perjudicado de manera notable”.

La primavera traerá el buen tiempo, se supone. Con la desescalada de ómicron y los espacios abiertos, confiemos, mientras llegan las vacunas esterilizantes, respirara unos meses en paz.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 20 de febrero de 2022).

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