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La lampara encendida

Carta

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Baby Yoda, uno de los personajes de Disney con los que volveremos a encontrarnos este año. Foto www.heraldo.es

Mis queridos amigos:

No os llamo reyes mágicos, ni SS. MM. del Oriente, que eso ya no se lleva. Harto difícil conservar el reinado y la primogenitura con tantos haraganes disfrazados con pieles de cordero. Pero esa es otra historia.

He sido una buena chica, política, social y humanamente correcta. Me he sentido ante todo mujer, desde la femineidad y el feminismo; he aceptado a todas y todos en diversidad, funcional, de sexo, de culturas; he seguido trabajando por la España vaciada, la educación inclusiva, el apoyo al inmigrante. Y no he sido corrupta, en ninguno de los amplios sentidos de la palabra.

Por eso, magos míos, os pido para este año mucha ilusión. Sigo felicitando vía tarjeta, y en estas navidades he comprobado que el camello cartero continúa pinchándose en los cardos del camino, que han sido muy pocas las respuestas. Dejamos de creer en los regalos, de cantar villancicos, ¿y ahora de festejar la Buena Nueva? Algo nos pasa, tanto a nivel climático como hormonal.

Me gustaría que traigáis asimismo a mi casa y a este hogar que llamamos España un frasquito de sentido común. Que paguen más quienes más poseen, ¿y si lo han reunido a lo largo de una vida de dejarse la piel? Legislar la eutanasia y la muerte digna; ¿y por qué no implementar los cuidados paliativos? Limitar la espera en dependencia, y aplicar la asistencia personal sin límite de horas ni supuestas rentas familiares. No sería justo para quienes no disponen de dos manos, dos pies, o una cabeza supersónica.

Y que nuestros hijos, nietos y sobrinos cuenten con un futuro mínimamente digno. Nos han llegado ecos de otras épocas, de una República que se despertaba y una Guerra Civil que terminó con todo; de una posguerra heladora como la sangre derramada. De países del Este, y del Sur, y otras tierras latinas que lo tenían todo, y ahora escasean de pan y de papel higiénico.

Oro, incienso, mirra. Para gobernar con sensatez, para elevar el alma, para prepararnos a una muerte con amplitud de miras. La formación es básica, para apreciar cada nimio detalle y poder pensar;  independientemente de creencias, espiritualidades o religión. ¿Cómo comprender las sombras y las luces de Patria, de Aramburu? ¿Y la figura del “Mesías”, que en breve proyectará Netfllix?

Mañana puede ser un gran día. O el mayor cataclismo. ¿Tenéis superpoderes, pequeños magos?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldoi de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 3 de enero de 2020).

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