Blogia
La lampara encendida

A un paso

A un paso

Foto José Miguel Marco / Heraldo. Terraza café Montal, plaza San Felipe (Zaragoza).

Las terrazas ya pueden ocuparse al 75%, las piscinas ampliarán su aforo la próxima semana; estamos deseando comer fuera, disfrutar los primeros espectáculos, planificar unas vacaciones hasta ahora inviables. Los casos de decesos y contagios son menores. ¿Cerca el final del túnel? El mundo no goza todavía de salud, y si unimos la psicosis anti vacuna de distintas esferas… “Un, dos, tres. / Un pasito pa’lante, María. / Un, dos, tres. / Un pasito pa’ atrás”. Richy Martin no es el único que lo ve.

Hasta lograr el antídoto, todo irá paso a paso. No soy especialista, pero tengo los ojos y oídos bien abiertos. Se habla de Dexametaxona y otros fármacos para afecciones respiratorias, de antivirales combinados, de aplicación de otras vacunas, de tratamientos con plasma y placenta. Y de la GAVI o Alianza para la Vacunación (“The Vaccine Alliance”), donde cooperan la OMS, Unicef, el Banco Mundial, empresas farmacéuticas y gobiernos. Mientras surjan repuntes como en Pekín, o en una industria cárnica alemana, hay que ir “Despacito. / Quiero respirar tu cuello despacito”, como canta el portorriqueño Luis Fonsi.

Hay muchas ganas de salir, también en lo económico. Los alemanes llegaron a Mallorca y Francia tiende puentes por Bielsa y el Portalet. A esta enfermedad colectiva que venimos arrastrando no puede unirse más miseria, falta de empleo, empresas que se van al garete o ertes para la eternidad. Necesitamos respirar, durante dos o tres meses, para seguir pensando y crear entre todos un futuro sin duda diferente. Seguirá acompañándonos el Dúo Dinámico: “Resistiré, para seguir viviendo, / soportaré los golpes y jamás me rendiré”.

Estamos tristes. Las mascarillas, necesarias e higiénicas, no nos permiten broncearnos, mirar con amplitud el horizonte ni la comunicación –menos entre los sordos, que no leen los labios–. Además, venimos soportando un duelo inmenso, ¡a las muertes se unen tantas pérdidas! Más aulas para alumnos. ¿Y las capacidades diferentes? Las residencias no pueden ser lo mismo: una triste antesala. A un paso de tirar la toalla me viene la canción de Diego Torres: “Saber que se puede querer que se pueda, / quitarse los miedos, sacarlos afuera, / pintarse la cara, color esperanza, / Tentar al futuro con el corazón”. Hemos de sobrevivir.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 19 de junio de 2020).

0 comentarios