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La lampara encendida

¿Exilio?

¿Exilio?

Foto EFE / Casa del Rey

“Separación de una persona de la tierra en que vive” (Diccionario de la lengua española). La segunda acepción es más cercana a nuestra tradición histórica: “Expatriación, generalmente por motivos políticos”. Hay matices.

Destino fatalmente compartido por los monarcas españoles en los dos últimos siglos. Desde Carlos IV, contra quien se confabularon populacho y nobleza –el motín de Aranjuez–, las ansias de poder de los Bonaparte y la prisa por reinar de su propio hijo, Fernando VII.

Si hubiéramos de poner un rostro creativo a tanto sinsabor, sería el de Francisco de Goya. De La familia de Carlos IV, a El dos de mayo en Madrid o los fusilamientos de El tres de mayo, olas Pinturas negras. ¿Y una voz? Benito Pérez Galdós en Episodios nacionales.

Fernando VII, preso durante la Guerra de la Independencia, cargó contra los enemigos del Absolutismo, y, ya enfermo, abdicó a favor de su cuarta esposa, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, madre de la futura Isabel II. Las luces y sombras del reinado, la Gloriosa, el exilio y, sobre todo, los enfrentamientos con su tío Carlos, aparecen en dos escritores antitéticos: Ramón María del Valle-Inclán, en la serie “La Guerra Carlista”, y Pío Baroja, en novelas como Zalacaín el aventurero.

No volvería a España. Fue testigo a distancia de la monarquía parlamentaría de un extraño, Amadeo de Saboya, la I República, el regreso y breve reinado de su hijo, Alfonso XII –once años, enfermo de tuberculosis–, la regencia de su segunda esposa, María Cristina de Habsburgo-Lorena, todavía en estado de buena esperanza de Alfonso XIII.

Rey con 17 años, viajero infatigable –asistió al homenaje a Ramón y Cajal–, no consciente de que venía la II República, abdicó en el exilio en su hijo don Juan. Cronista fidedigno, don Miguel de Unamuno.

Una guerra civil, una larga dictadura… “Majestad, por España. Todo por España. ¡Viva España! ¡Viva el rey!”. Aquellas palabras de don Juan, abdicando en su hijo don Juan Carlos I, nos emocionaron. Una constitución, la consolidación del progreso universal… “… te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España”. Tres autoras encarnan este tiempo: Rosa Montero, Anne Carson, Premio Princesa de Asturias, e Irene Vallejo, estudiosas de la esencia humana a través de los clásicos y el subconsciente colectivo.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 8 de agosto de 2020).

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