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La lampara encendida

Abriendo círculos

Abriendo círculos

Foto Jesús Alba Enatarriaga. Iglesia de San Miguel Arcángel, en el barrio de Aldaba (Tolosa --Guipúzcoa--). También conocida como la ermita de Aldaba. Al fondo del amplio ventanal acristalado, la Sierra de Aralar, a modo de retablo.

Un niño se contempla bañándose en el río y pescando cangrejos, mientras su madre lava en un regato; y subiendo con sus primos a las montañas de alerces a esperar el tren de carbón. De regreso a la infancia, el caserío domde se reunía la familia en el pueblo guipuzcoano de Brinkola –Legazpia–. E Ikazteguieta y su humilde casilla de ferrocarril, en Tolosa, tierra de los abuelos. Y la ermita de Aldaba, donde los padres se casaron, la Sierra de Aralar como retablo. Paralelos, otro tren y otra vía: los del coche correo de mi padre, rumbo a Irún, sin intuir que uno de aquellos niños que iba dejando atrás sería mi pareja.

Irurzun, en Navarra, Legorreta, Azpeitia, Loyola, Zumárraga; y hacia el norte Bergara, Ermua, Zumaya; o enfilando Guetaria y Zarautz hacia San Sebastián. Igueldo y sus tres playas, Ondarreta: La Concha y Zurriola; edificios señoriales y una geografía de hondas huellas humanas. Íbamos cerrando círculos: Berástegui y otra vez la frontera navarra, camino a Roncesvalles. O abriendo y enlazando eslabones.

En el Santuario de Aránzazu –Oñate–, algo se despertó. Décadas atrás, nos hospedamos allí una colonia de Auxilia. ¿Dónde el antiguo pabellón? Nos abrió un amable franciscano: “No podéis verlo. Se vació y se construyó de nuevo. No reunía condiciones”. Comenzó a narrarnos mi propia historia, la de tantos. Consiliario de la Frater de Guipúzcoa (Fraternidad Cristiana de Enfermos y Minusválidos) en los sesenta y setenta, trataban de sacar a todos de su casa. “Hay que salir de vinos”. Y me acordé de Ángel, religioso camilo que fundó Auxilia en Zaragoza, oriundo de Bilbao. ¿Llegaron a encontrarse en algún círculo?

Cada eslabón engarza a la cadena. Años después, con Disminuidos Físicos de Aragón, conocí en Orio a la persona con la que compartir el resto de mis días. Por compañeros de viaje, Aralar, el monte Txindoki y San Ignacio: “… tocar con el tacto, así como abrazar y besar los lugares donde las tales personas pasan y se asientan” (Ejercicios Espirituales). Buen camino, víspera del Día Internacional de los Derechos Humanos.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 9 de diciembre de 2016).

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