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La lampara encendida

También yo me enamoro

También yo me enamoro

Foto Clementina Rodríguez Segoviano

El martes celebrábamos San Valentín: sacerdote u obispo, según los historiadores, que en tiempos de la persecución romana –entre los siglos III y V– casaba a los soldados por el rito cristiano. Cada edad de la Historia trae sus dificultades.

Cuando nuestras abuelas y bisabuelas, la mujer podía quedarse embarazada solo con besar a un hombre. No hace tantas décadas, era por el diccionario cómo se conocían términos referentes a las relaciones íntimas, los órganos genitales o el acto de la auto estimulación. ¿Hemos pasado hoy al otro extremo?

Cada vez se oye más hablar de asistencia sexual: apoyo a personas con discapacidad para el disfrute del propio cuerpo. Mientras en Suiza o Noruega es un servicio subvencionado, aquí entidades como “Sex Asitent” en Cataluña, Aspaym (Asociación de Lesionados Medulares y Grandes Discapacitados Físicos), Sexualidad Funcional de Valencia, o el Cermi (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad), lo van reivindicando. Nada que ver con la obtención remunerada de placer. El film estadounidense “The Sessions” es una forma de verlo.

Más cercana esta visión a las carnestolendas que al santo patrono del amor, prefiero otro análisis. “Los Estados Partes reconocen que las mujeres y niñas con discapacidad están sujetas a múltiples formas de discriminación y adoptarán medidas para asegurar que puedan disfrutar plenamente” (Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, diciembre 2006).

Negación o sublimación de la afectividad, abusos, esterilización de diversas intelectuales, malos tratos físicos o psicológicos, infantilización… también en los varones. “Cuando le comenté al médico que quería ser madre, me especificó que hacía falta tener relaciones sexuales, ¿no me diga? Gracias por la información, así no tuve que esperar a la cigüeña”, comenta Estrella Gil García, madre y autora de Maternidad adaptada y Diario de una mamá canguro.

Si la pareja es cosa de dos y de diferentes aspectos de la persona, ¿por qué no normalizar desde el principio? A veces se precisa asistencia.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 17 de febrero de 2017).

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