Los Reyes crecen
¿No hay ya más regalos? Los niños se acostumbran a los Reyes y Papá Noel, su cumple, la fiesta del cole… Después viene la moto, el carné, la primera vez… Más tarde la hipoteca, el monovolumen, los libros de los niños, la dieta…
Pero eso era antes, cuando no había crisis. Ahora que los niños ya no vienen con un pan ni un cheque bajo el brazo hay que fajarlos prietos desde que nacen; aunque no tanto como a nuestros abuelos en la posguerra. Pero sí enseñarles a que todos los días no toca coche ni chuches. Y que hay compañeros sin juguetes y sus papás no pueden trabajar. Y, si cogen rabietas, ya se les pasará. Nunca educar fue fácil.
No con aquellas viejas máximas: “Los mejores amigos, el maestro y los libros”; ni mucho menos “La letra con sangre entra”. ¡Qué barbaridades nos legaron a veces los dichos populares y una educación sin vocación! Pero habrá que seguir desvelando con ellos el misterio, la magia de los libros. Desentrañar la esencia de los números, los problemas de Mates. Y, sobre todo, descubrir el valor del esfuerzo en solitarios. Que aprendan a pescar y mojarse el culo; no darles los pescados triturados ni solo las comidas que les gustan.
Los padres, los adultos son el mejor espero. Si no se lee en casa, ¿qué pasión va a nacer? Si pesa más el gimnasio, la hipoteca, los plazos para el coche, los problemas conyugales, difícilmente van a poder los padres ayudar a unos señores Magos que se han hecho viejecitos y no pueden cargar con los regalos. Y el chaval, por mucha consola e Internet, va a crecer muy solo como para ocuparse de otros compañeros. ¿Crisis sólo económica?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "La columna", "Contraportada", jueves 5 de enero de 2012).
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