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La lampara encendida

Viaje sin retorno

Viaje sin retorno

Foto: Heraldo

No estamos preparados para morir. Ni para despedir tan abruptamente a los seres queridos. Y surgen los porqués inexplicables. ¿Por qué esta familia y no otra? ¿Por qué en un viaje de trabajo o incluso de placer?

Siempre me han inspirado algún respeto. Me gustaba dejarlo todo atado cuando viajaba, finalizar las tareas si era posible y antes, cuando no había móviles, llamar a ese amigo más cercano y decirle “hasta luego”. ¿Superstición? No me imagino despidiendo a mis padres en algún viaje del Imserso, a mis hermanos cuando salen fuera ni a sus hijos en un intercambio de la ESO, y no volverlos a ver. Los miedos pertenecen a cada cual, casi siempre injustificados. Pero la cruda realidad puede superar a la ficción.

Nunca me dieron miedo los aviones. Los veo más seguros que el coche o el autocar. Me agrada esa sensación de cuando despegamos, la paz de ahí arriba, entre las nubes, el lento aterrizar, que ni te enteras. ¿Seré una “rara avis”? No lo creo.

Quizá estas reflexiones, o similares, se las hagan ahora esos veinte chavales del Miguel Catalán que volvieron de Düseldorf. ¿Cómo ha podido ser?

Impacta, estremece… y con todo lo seguimos sintiendo algo lejano. Los humanos contamos en nuestro ADN con el gen de la supervivencia, por defecto. Hasta que vamos poniendo nombres, rostros. Marina, esa mujer jaquesa que viajaba con su bebé, a la que conocía mi cuñada. Los hermanos Segundo, humildes empresarios de María de Huerva, que esta Semana Santa no irán de procesión. María de Pablo, de San Esteban de Gormaz (Soria), cercano a nuestro pueblo. El empresario de Épila Eduardo Ruiz, extrovertido y responsable. La profesora Pilar Vicente, hija de turolenses… ¿Por qué?

¿Por qué el copiloto no le abrió la cabina? ¿Trastorno bipolar? ¿Atentado kamikaze? ¿Terrorismo que lo vuela todo por los aires? No volverán para contárnoslo. En su caso, ni siquiera el consuelo del poeta: “La muerte, lo sabéis, es el más largo viaje; / y lo hacemos tendidos sobre el suelo, quietamente tendidos, / mientras la luz nos va dorando lo distante” (Manuel Pinillos).

Todo a una semana de romper los tambores y festejar el triunfo de la vida. Que descansen en paz los inocentes.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", sábado 28 de marzo de 2025).

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