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La lampara encendida

Escucha, Israel

Escucha, Israel

Foto Jesús Alba

Shema Israel, y Palestina, y Líbano, e Irán, y Rusia, y Ucrania, y Estados Unidos, y Europa y todas las potencias que promueven y no palían conflictos en el hogar común que es nuestra tierra. El silencio incluso antes que la Palabra sagrada del origen, que la Sabiduría que engendró el Verbo, la Belleza.

Se inauguraba el pasado lunes el Centro de Escucha San Camilo de Zaragoza. En 1997 se creó el primer centro en Madrid, hoy son 40 en toda España. El periodista Juanjo Hernández, como maestro de ceremonias, daría la palabra a Pilar Molina, delegada de Pastoral de la Salud, D. Carlos Escribano, nuestro arzobispo –que junto con la diócesis acogió el proyecto desde el primer instante–, y José Carlos Bermejo, director del Centro de Humanización de la Salud.

Se trata de espacios donde puede decirse todo, porque todo es acogido con respeto, en los que se combinan las competencias blandas –diálogo, acompañamiento, comunicación– junto a la gestión de los sentimientos. “Donde fracasa la palabra se abre paso la violencia”, afirma el papa Francisco.

Silencio, escucha, empatía. Liberación interior e interpersonal, entre culturas y países. Una necesidad ontológica recogida de siempre por nuestros clásicos: “El cuerpo canta; / la sangre aúlla; / la tierra charla; / la mar murmura; / el cielo calla / y el hombre escucha” (Miguel de Unamuno).

Los verbos ‘audire’ y ‘auscultare’ latinos son casi antagónicos. El segundo, de donde se deriva escuchar, supone una hospitalidad lingüística, y callar, y mirar de cerca al otro, y encontrarse a través del desierto, y hacerse prójimo, uno. Escuchar y sentirse escuchado libera, cambia el punto de vista, fundamenta la comunidad. No habría refugiados, ni existirían guerras; solo apertura activa del corazón.

Pero es un arte. Llevan un año preparándose los agentes de escucha del nuevo centro. “He oído el bullir de la vida que irradiaba del sol. El quejido de las hojas al ser holladas, el latido de la savia que ascendía en el tallo, el temblor de los tallos al abrirse acariciados por la luz. // Ahora sí. Ven, porque has escuchado lo que no se oye” (Cuento popular). ¡Bienhallados!

 María Pilar Martínez Barca es doctora en Filología Hispánica y escritora

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El foco", domingo 6 de noviembre de 2024).

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