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La lampara encendida

Guerra infiel

Guerra infiel

Foto: peoplesworjd.org

“Mi corazón  abarca todas las formas...” (Ibn ‘Arabi, maestro sufí nacido en Murcia en el siglo XII –en el Centro de Interpretación del Misticismo de Ávila–): Hoy sabe a bocanada de aire fresco, en estos tiempos de incendios indiscriminados y cinturones suicidas. Yihad, “guerra santa para los musulmanes”, según el Diccionario de la RAE. Acepciones de “santo”: “Perfecto y libre de toda culpa”; “de especial virtud y ejemplo”; “que está especialmente dedicada o consagrada a Dios”; “que trae al hombre especial provecho”.

Me niego a ese calificativo unido a las cruzadas, la Inquisición o el salvaje terrorismo del EI. “Resulta terrible la muerte prematura por enfermedad o hambre, pero lo peor es la muerte de un hombre por la mano de otro hombre”. Lo escribió Dmitri Shostakovich, testigo de la II Guerra Mundial y enfermo en sus años finales, tras componer la Sinfonía n.º 14.

Hablan del islamismo en paralelo a nuestro siglo XV: la mujer por debajo de las piedras, la cabeza cubierta, sin placer. Cercenar cuellos, manos, voluntades, árabes o cristianas. ¿Por Alá? ¿Por los dólares? ¿A cambio de armas y de petróleo? “… Después del ataque en enero al semanario satírico Charlie Hebdo, Hadfi defendió el atentado y que los "insultos a la religión" debían pararse y "acabar con la libertad de expresión"”, declaraba `Sara, profesora de Bilal Hadfi, uno de los suicidas de París.

¿Desarraigo? Se sabe que el lado izquierdo del cerebro es más propenso a desarrollar la rabia a edades tempranas. Adolescentes sin raíces, sin ilusión, sin Dios. Cuando en el siglo XVI la familia del pequeño Juan de Yepes se trasladó de Fontiveros a Medina para poder comer, no sucedían estas cosas.

Tengo miedo. Europa está en guerra, y vivimos en Al Ándalus, junto a la Virgen del Pilar. La otra noche, cuando Francia continuaba en alarma, salíamos de “Medea”. ¿Cómo una madre mata a sus propios hijos? ¿Qué odio puede hacernos estallar en pedazos? Pido un poco de luz, como el poeta: “¡Oh maravilla! Ver semejante luz donde la veo” (Hafez Shiraz, Persia –actual Irán–, 1325-1389).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Cón DNI", viernes 20 de noviembre de 2015).

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