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La lampara encendida

Asistencia impersonal

Asistencia impersonal

Foto: Guillermo Mestre. Pablo Echenique en las Cortes de Aragón, en una imagen de archivo (Heraldo de Aragón).

Ha levantado polvareda en las redes, la prensa, entre los autónomos y personas con diversidad funcional. “Como cualquiera de esos millones de familias que participan de la economía sumergida en nuestro país, cuando yo pago a mi asistente sabiendo que él no está al corriente de sus obligaciones con la Seguridad Social, yo sé que no estoy haciendo las cosas bien”, declaraba Pablo Echenique.

Otras formaciones políticas se han echado encima. Por una vez, loable sentido común y de la justicia. Pero no olvidemos que Echenique, Pablo Soto –concejal por Ahora Madrid– o Virginia Felipe –senadora de Podemos por Castilla - La Mancha–, antes que políticos fueron ciudadanos de a pie y a cuatro ruedas.

No quiero justificar lo injustificable, sino poner los puntos en las íes. Relataba Carmen a HERALDO: “Mi padre es diabético insulinodependiente desde hace años y tenemos contratado un cuidador interno que vive con ellos. Mi madre está enferma de alzhéimer, tiene problemas de conducta desde hace meses, pero el baremo no contempla esta patología en la gravedad que supone para las familias”. Uno de los 14.000 expedientes aragoneses perdidos en el limbo de la dependencia. ¿Y los dependientes jóvenes y activos?

Quise ponerme al día de otras posibilidades que la prestación en el Entorno Familiar. Conversación real con el director del organismo: --Puedes solicitar Ayuda a Domicilio, siete horas y media máximo a la semana, con copago. Porque tú, ¿qué grado tienes de dependencia? –El III. –Entonces, lo que te corresponde es residencia. En realidad, no tienes reconocido un domicilio, estará a nombre de tus padres. Es la ley. –¿Y qué residencias hay en Zaragoza? –Está el CAMP y Disminuidos Físicos de Aragón. –Tengo entendido que aquí no hay CAMF. –Sí, Centro Asistencial de Minusválidos Psíquicos.

Me quedé a bolos. Sin el IRPF que produce una vida normalizada con Asistencia Personal, el despilfarro de nuevas elecciones y una economía sumergida que no cotiza a la Seguridad Social, seremos todos Pablo. Eso sí, con sillas más bajitas y unos recursos de miseria.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 5 de agosto de 2016).

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