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La lampara encendida

Migrar a la Luna

Migrar a la Luna

Foto Heraldo

¿Triunfan los populismos? Marie La Pen en Francia; Boris Johnson en el laberinto del Brexit; el actor Beppo Grillo pidiendo la reforma electoral a pie de calle… Y al otro extremo Erdogan, manteniendo a raya hasta el último enemigo. No sé si es mezclar churras con merinas, pero en la Tierra hay demasiados agujeros negros: de Cuba a Venezuela, Rusia, Corea, el Estado Islámico. ¿Estallará la materia oscura en meteoritos interplanetarios?

Mientras se habla de muros entre etnias y países, latino y piel morena frente al blamco pelirrojo, mujer por debajo del varón, el pasado lunes apreciábamos una hermosa Superluna, mucho más cercana a nuestro mundo y un catorce por ciento más grande de lo habitual. Solo contemplarla, a través del telescopio o a simple vista, era quedarse en éxtasis. Daban ganas de poner una escalera o propulsar la silla estilo Pablo Echenique. ¿Por qué no íbamos a poder?

Porque aquí pinta a bastos, espadas, oro y copas, todo junto. La última vez que la Luna nos miró de cerca fue el 25 de enero de 1948, cinco días antes de que asesinasen a Mahatma Gandhi. El mismo año que cinco estadounidenses inventasen el transistor, Gerardo Diego ingresara en la RAE, Bélgica aprobara el voto femenino y se diese impulso a uniones americanas y al Consejo de Europa. Veintiún años después conquistamos la Luna, un sueño que el presidente Kennedy nunca vivió.

Y ahora que comienzan a planearse los primeros viajes por placer, damos marcha atrás. Deportar inmigrantes, más armas y aislacionismo, aplastar al infiel, “fracking” y autoabastecimiento energético, económico, defensivo; veteranos de guerra que recuerdan holocaustos que creímos superados. “… hemos perdido la confianza en los viejos métodos de ejercer el poder y no sabemos cómo recuperarlo”, afirmaba el sociólogo británico Zygmunt Bauman.

Leonard Cohen ya no lo cantará. Si llegamos al umbral de los ciento veinticinco años, según Rosa Montero, yo espero contemplar el perigeo de la Luna en 2034, y aun en 2052. ¿O mejor, veremos desde allí nuestro viejo y devastado planeta?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 18 de noviembre de 2016).

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