Sin frenos
Foto: www.asociacionsolcom.org
“Estoy cansada de vivir”. El mensaje es el mismo por whatsapp que por teléfono o por carta. El “ser o no ser” de Hamlet cobra tintes dramáticos cuando lo escribe un adolescente. “Lo pasó muy mal el día en que uno de ellos le convirtió en objetivo de un violento juego escolar que ellos llamaban chante”. Ese “juego” sirvió para darle 15 puñetazos. Un chico de 15 años, de Sevilla. “Un día le robaron un móvil de 400 euros. El chico pidió que se lo devolvieran, pero solo recibió como respuesta rostros de risa”.
Quienes tenemos hijos o sobrinos no las tenemos todas con nosotros, y más si son de buen carácter o estudiosos. La mayor parte del acoso entra por la red, según la policía, pero no solo. El caso de la chica del IES Ciudad de Jaén, en Madrid, nos puso el vello como escarpias. Con una discapacidad física e intelectual, alucina con qué facilidad se echan balones fuera. Según la consejera, “el director del centro ha incumplido el protocolo, al conocer el caso previamente y no haber elevado la denuncia a la Dirección de Área Territorial o a la Inspección Educativa”. Según el director, “el centro se ha volcado en esta alumna, se ha atendido a su diversidad”.
“O me pagas 50 euros o te pego”. Ante las amenazas de su compañero acosador, se puso a trabajar para personas mayores. No era la única acosada, pero los 16 años de la joven no equivalían emocionalmente a más de 10, y no daba el parámetro darwiniano de la teoría de la supervivencia.
Por supuesto, se culpa a los brutales recortes educativos en Madrid. En Aragón, la atención a la diversidad se ha reducido más del 15% en estos últimos años: alumnos en edad adulta, castellano para extranjeros, actividades extraescolares, de comedor, menos horas de asesoría… Creo que fue antes cuando un chico de un instituto de Calatayud no superó sus temas de drogas y extraños deseos de felicidad.
SOLCOM (Asociación para la Solidaridad Comunitaria de las Personas con Diversidad Funcional y la Inclusión Social) ha sacado el Decálogo por el Derecho a la Educación Inclusiva: “La escolarización ha de garantizar siempre el acceso a centros ordinarios con los apoyos y los ajustes razonables necesarios, cuando se trate de personas con necesidades educativas especiales” (punto 5). Ojalá los pactos lo hagan realidad.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragon, "Tribuna", "Con DNI", viernes 5 de junio de 2015).
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