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La lampara encendida

Un tándem para la superación

Un tándem para la superación

Foto Álex Roca / Humanizat

Álex Roca Campillo: ciclismo, parálisis cerebral, voluntad sin límite

Un tándem para la superación

Nacido para competir. Su diversidad funcional no le ha impedido ser uno más en casa y en el cole, hacer amigos, licenciarse en Administrativo e Integración Social, trabajar de contable, crear un hogar con su pareja. Y todo ello envuelto en la pasión por el deporte. La vida a tres ruedas puede ser de lo más divertida, satisfactoria, plenamente feliz.

María Pilar Martínez Barca

Tiene 28 años. A los 6 meses, un herpes le produjo una parálisis cerebral infantil que le impediría hablar y caminar. De bebé, los médicos diagnosticaron que moriría o quedaría en estado vegetal. Pese a todo, los padres y Víctor, el hermano mayor, se esforzaron hasta lo ilimitado. La fuerza de voluntad de Álex, culminó el milagro. Uno más entre todos, asistió a la escuela, el instituto y la Universidad, consiguió graduarse y trabajar en una importante empresa catalana de contable.

Tras apenas tres años practicando ciclismo adaptado, y con algunos maratones en su curriculum deportivo, se lanzaba el pasado mes de mayo a la Garmin Titan Desertt 2019, la prueba ciclista más feroz del desierto de Marruecos. No es la primera vez, pero este año llegaría a la meta. Miguel Silvestre, Valentí Sanjuan, Héctor y Álex Rodríguez forma su equipo; los cinco son un único tándem, empujando, tirando o cargando, allí donde la máquina no llega. Además de cuidad el buen estado físico y la hidratación del campeón. “Además, si lo logro, creo que mucha gente cambiará un poco su pensamiento. Una persona con parálisis cerebral, con mucho trabajo y un gran equipo, puede intentar lo que se proponga”, afirma convencido Álex Roca.

Su objetivo no es llegar primero, segundo o tercero, sino llegar. Mari Carmen Maza, su pareja, es su otro gran motor. Nada más terminar la Titan, ya la vista puesta en la prueba ciclista de Nueva York. Y un nuevo reto: dar conferencias sobre mentalización. Un 76% de discapacidad reconocida, nuestro protagonista no conoce los límites. Álex es escueto en sus respuestas, pero irá siempre al grano.

Pasión por el ciclismo

P. ¿Desde cuándo practica el ciclismo?

R. En tándem, desde hace tres años

P. ¿Qué le llevó a ello?

R. El que mi hermano hiciera triatlones. Yo lo miraba y quería hacer también uno. No sabía todavía ir en bici, pero hice un triatlón con una bicicleta de tres ruedas, porque no tengo equilibrio, y la terminé. Mi tío, un fan del ciclismo, me propuso un día alquilar un tándem y me encantó la idea. Desde entonces vengo practicándolo.

P. La Titan, la Media Maratón de Barcelona, la Pligrim Roce… ¿En cuántas carreras ha participado?

R. De bici, en la Orbea Monegros de Aragón (la prueba más multitudinaria de España, con 117 Km), la Pligrim Roce, entre Madrid y Santiago de Compostela, y la Garmin Titan Desertt de Marruecos (dos veces). Aparte, he hecho cuatro triatlones. Y junto a ello cursos populares organizados por el Ayuntamiento de Barcelona; y la carrera más dura, que fue la Media Maratón de Barcelona

P. Competir en el Sáhara debe ser muy difícil…

R. Es muy duro. Porque hace mucho calor, 40 grados y más, se duerme mal y son muchas horas encima de la bici –seis jornadas, de 7 y 8 horas cada una; viendo siempre lo mismo, monótono, todo igual.

P. Cuéntenos un poco la experiencia.

R. Es algo increíble. Tenía una espina clavada, porque el año pasado me deshidraté y no pude seguir. Pero este año hemos trabajado mucho más todos los aspectos físicos, psicológicos… además de entrenar encima del tándem. Mi equipo se merece un diez; cada uno tenía una función y la cumplió a la perfección.

Miguel empuja por detrás, Valentí tira de la cuerda, Héctor lleva el timón y el otro Álex me carga con el tándem y todo cuando podemos seguir. Sin ellos no podría, aunque digan que les ayudo. Somos un verdadero equipo bien compenetrado.

P. ¿Qué ha sido lo más costoso?

R. La etapa más dura para mí fue la primera. Porque tenía mucha presión encima durante meses; tuve un momento incluso de llorar y de sacar todo. Cuando acabamos la primera etapa, el resto de los días fue disfrute. Aunque en la segunda etapa perdimos a un compañero.

P. ¿Y lo más gratificante?

R. La meta del quieto día. No era la última, pero fue una etapa muy dura. Cuando entramos en la meta me sentí orgulloso, muy satisfecho: lo habíamos conseguido, después de dos años soñando en ello. 64 kilómetros hasta el hotel Xaluca, de Maadid (Marruecos), final de la prueba; nada de camino de rosas, pero fui aplaudido más que Josep Betalú y Anna Ramírez, los vencedores de la Titan. Nunca se había visto una proeza así, en los 14 años de la carrera. Solo quedaba un día, la etapa sexta.

P. ¿Practica además otros deportes?

R. Casi todos. Pero soy muy malo en todos los otros, ¡ja, ja, ja!

Súper capacitado

P. ¿A qué se debe su parálisis cerebral?

R. A un herpes a los seis meses de vida. Los médicos dijeron en el hospital que me moriría o me quedaría en un estado vegetativo. Y después, no olvidaré a aquel médico que dijo que yo nunca podría andar, se me quedó clavado. Y ya ves…

P. ¿Tiene hermanos?

R. Si, claro, Víctor. Es más mayor que yo y es el mejor de todos los hermanos. Cualquier persona soñaría con tener un hermano como él.

P. ¿Fue siempre uno más en la familia?

R. Sí, por supuesto. Mi familia lo es todo en mi vida. Y mis padres; gracias a ellos, a su esfuerzo, su amor, su confianza, se ha hecho realidad que yo sea quien soy. Les debo todo y más.

P. ¿Fue un buen alumno en el cole?

R. Ja, ja, ja. Un poco pillín ya era, pero sí que iba haciendo mis tareas.

P. Instituto, enseñanzas medias. ¿Tuvo muchas dificultades?

R. hacia lo mismo que todos, lo único que con ordenador. Tardé algo más en leer y escribir que los otros niños. Como soy mudo, no podía hacerlo en voz alta.

El límite lo pongo yo

P. ¿En qué se licenció en concreto?

R. En grado medio administración y grado superior de Integración Social. Me costó lo mío.

P. Creo que trabaja en una empresa de contable. ¿Le cuadran los números?

R. Sí, es exacto, trabajaba de contable. Pero hace una semana lo dejé, y ahora estoy empezando a dedicarme a mi proyecto más ilusionante que es el deporte. Y a dar conferencias. Tengo un poco de respeto por ver cómo va a salir todo, pero en la vida hay que estar arriesgando constantemente.

P. Supongo que es más difícil encajar los números, socialmente, en temas de discapacidad.

R. Sí. El tema de la discapacidad está muy de moda, pero creo que aún hay mucho trabajo por hacer y muchísimos prejuicios que superar. Se creen que no vamos a poder, cuando en muchos aspectos somos tanto o bastante más válidos que ellos (en el tema de números en mi caso, por ejemplo).

P. Defínanos el límite.

R. Mi lema es: El límite te lo pones tú. Porque a mi mucha gente me ha dicho “no podrás vivir, andar, estudiar, conducir... etc.”, y poco a poco lo he logrado. Y soy de la opinión que cada uno tiene que poner sus propios límites. Reales, está claro

P. ¿Qué tal en el amor? Me ha dicho que le tiene preparadas chuche al terminar cada etapa….

R. Muy bien. La verdad es que con Mari Carmen soy yo mismo. Me apoya en todo y siempre está ahí. Es la mujer de mi vida. No es casualidad que junto a ella hay superado la Titan del desierto de este año.

P. ¿Y el día a día? ¿Colabora en las tareas del hogar? Creo que es muy amo de casa…

R. Hace dos meses que nos independizamos de mis padres, me lo ponían muy difícil. Me he espabilado bastante, porque estaba muy mimado, ja, ja, ja. Le ayudo bastante a mi pareja, hago la cama, friego… y me esfuerzo todo lo que puedo.

P. Tres sueños a corto plazo.

R. Continuar siendo feliz. Tener buena salud. Y que pueda seguir pidiéndolo, es la base de todo.

Muchas gracias, Álex, por tu esfuerzo y superación de cada día.

SUMARIOS

“Mi tío, un fan del ciclismo, me propuso un día alquilar un tándem, y me encantó”

“Mi familia lo es todo en mi vida. Y mis padres, que han hecho posible que yo sea quien soy”

 “Tengo algo de respeto, pero en la vida hay que estar arriesgando constantemente”

(Humanizar, N.º 166 -Madrid, septiembre-octubre 2019).

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