La luz escondida (Una poética de los ángeles)
Hay una zona oscura en mi epicentro,
un agujero cóncavo que lleva al paraíso
desterrado por siempre de mi infancia.
Una herida cerrada en superficie,
pero que sigue abierta en mi más íntimo cielo,
donde callan los pájaros.
No me quiero morir para la eternidad.
Tengo sed de absoluto y de belleza.
Sin embargo, hay siempre un sin embargo,
una intuición precoz que me anuncia la sombra
más hermosa del mundo,
la estación en penumbra de los acantilados
que parecen abrirse a un vacío de estrellas
y formas y pronombres.
Fugaz vacío solo.
Porque detrás,
al fondo,
en la otra orilla
se presiente el edén de los desposeídos,
la luz inaugural de los primeros ángeles
que dejaron de serlo
para nacer de un vientre de mujer.
No me quiero morir.
(Pájaros de silencio, inédito).
0 comentarios