Viernes de Pasión
Foto: #FelizDiaDeLaMujer; a través de la página de Facebook de Siro López.
Del viernes anterior a Semana Santa, la fiesta se pasó a Nuestra Señora de los Dolores –15 de septiembre–. Perdura sin embargo en Hispanoamérica; marcando el inicio de muchas procesiones españolas y tantos viernes santos a lo largo del año.
“Las mujeres migrantes sufren una mayor desprotección”, comentaba una hermana de la Casa de Acogida Juan Bonal de Zaragoza. Una de tantas iniciativas diocesanas, como el Santo Refugio, que hoy viernes cede su Cuestación en favor de los Santos Lugares. Y recordaba a Rosa, religiosa en Belén. “Está acostumbrada a recibir insultos”, me decía su madre.
Resaltaba el Papa el proyecto piloto de la Comunidad de San Egido, ayudando a personas que huyen de la guerra y la violencia, “entre las cuales hay niños enfermos, personas discapacitadas, viudas de guerra con hijos y ancianos”. Y la Comisión Episcopal de Migraciones denunciaba la deportación de refugiados sirios a Turquía. Sirios y turcos no son hermanos de lengua, de cultura ni origen –hijos del Dios judío los primeros, descendientes de posteriores invasiones los segundos–. Hay diferencias.
No sé si tantas como morir por amor o por matar. “Señor, enséñame a ser generoso. / Enséñame a servirte como lo mereces; / a dar y no calcular el costo, / a luchar y no prestar atención a las heridas”. Oración de San Ignacio de Loyola que rezaban las cuatro Misioneras de la Caridad antes de asesinarlas, junto a doce ancianos y discapacitados, un grupo integrista. Otro viernes, el 4 de marzo, en su albergue asistencial de Aden, en Yemen, antiguo reino de Saba; que conocemos más por las películas que por Reyes, Crónicas o el Cantar de los cantares.
Y este último viernes se detenía a Salah Abdeslam. Las consecuencias no se previeron. “Es conveniente indagar en nuestro interior, conocer sus atajos y baches, sanarlo y alimentarlo, enriquecerlo con la reflexión, la apertura a las diferencias del prójimo, la generosidad y el sosiego” (monja trinitaria, orden fundada por San Juan de Mata, siglo XII). Mucho más silencioso que explosivos suicidas en el corazón de Europa.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 25 de marzo de 2016).
0 comentarios