Mi imagen y yo
Foto Museo Tiflológico
Desde mi sillón
Mi imagen y yo
Dicen que somos lo que somos, lo que pensamos que somos y lo que piensan de nosotros los demás. Juego de espejos, mágico caleidoscopio por el que no vemos muchas veces más allá de la piel.
Me nacieron dependiente, como a todos. No podía alimentarme por mí misma, ni vestirme, ni caminar sin darme la manita, ni construir un discurso con dicción correcta. ¿Algún bebé lo hace? Cosa extraña, tampoco era capaz de masticar alimentos sólidos hasta los ocho años, cuando nació mi hermano.
La perspectiva comenzó a cambiar al ocuparse mis padres de otro niño, había ya dos centros en la casa. La visión monocular se haría múltiple en más de una ocasión. Por ejemplo, los médicos desaconsejaban que estudiase; no podría nunca aprender francés, conducir una silla ni escribir a máquina. La adolescente tímida que hacía exámenes orales en primero de BUP, o esa joven que asistía de oyente a Latín, se esfumaron.
Estaba mal enfocado el catalejo. También en el amor. Me creían platónica, incapaz de compartir los gajos de la vida con mi otra mitad.
La experiencia acabó dando mil y una vueltas al antifaz. Capacidades, formación, relaciones… La mirada que me ama me devuelve un reflejo más auténtico. Mucho más, la de Dios.
María Pilar Martínez Barca
A nuestro alcance
Tocar para ver
Museo de Bellas Artes de Bilbao, de Vitoria, El Prado, el Reina Sofía, el Arqueológico Nacional; cada vez más museos se abren a la luz del invidente.
M. P. M.
Todo comenzaría en el Museo Tiflológico de la ONCE (1992). Maquetas de importantes monumentos artísticos que se tocan y huelen, de Altamira a la Torre Eiffel; explicaciones en braille, guías especializados, sistemas de identificación de objetos… Progresivamente, se han ido incorporando exposiciones temporales de pintores ciegos.
Esencial sería la experiencia del Bellas Artes de Bilbao (2012). “San Sebastián curado por las santas mujeres”, de José de Ribera, El Greco, Francis Bacon… podían contemplarse por el tacto, a través de la técnica innovadora de tintas superpuestas en la lámina de hasta cinco milímetros de grosor. Se percibe la textura de las ropas, el calor que desprenden los colores, el volumen de un edificio o la perspectiva.
“Se pueden apreciar mucho más los detalles en textura, sensación de temperatura…”, aseguraba el guía del Nacional de Bellas Artes. Especialmente emotiva, la accesibilidad pictórica del Museo del Prado (2015), con Da Vinci, Velázquez, Goya y otros muchos.
Capítulo aparte, los artistas. Como Ataúlfo Casado, el más joven copista de El Prado que, al perder la vista en plena madurez, seguiría evolucionando y exponiendo en primeras galerías. O las dos exposiciones pictórico fotográficas que conmemorarían el 25 aniversario de la ONCE, a principios de 2017.
Finalizamos el año en el Bellas Artes de Sevilla, resaltando entre otros “Santas Justa y Rufina”, de Murillo, en el cuarto centenario del pintor.
Información: http://museo.once.es.
Más corazón
Camino al rodar
“Jacob@cess”, el reto de hacer accesible el Camino de Santiago, de Aquitania a Navarra, a cualquier pie, silla de rueda o bastón. Dentro del Proyecto europeo y transfronterizo “POCTEFA”, se pretende construir cuatro centros de interpretación, dos asistenciales –en Martillué (Huesca) y en la ciudad aquitana de Ostabat, etapa de peregrinaje–, y un restaurante adaptado.
“… todos los socios y entidades colaboras estamos trabajando para crear un escenario en el que tengan cabida las personas con diversidad funcional”, afirma José Ángel Hierro (Fomento de Jaca). Participan ATADES, el consistorio de Pamplona, la asociación francesa EVAH, Fundación ONCE…
Un millón ochocientos mil euros de presupuesto. Horizonte, 2020. El Camino entre todos, como nunca.
M. P. M.
(Humnanizar, N.º 155, "La fuerza de los límites", -Madrid, noviembre-diciembre 2017-).
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