8. Espera
Foto portada Prames
A Josefina Sánchez
Me he sentado a tomar la primavera
apenas comenzada, aquí, en el cuarto
que un día, ya muy pronto, será tuyo.
Difícil resumirte, niña mía,
qué siento en este instante.
Han sido tantos meses, tanta espera
transformándome en vida el corazón,
que ahora, sin quererlo, te acaricio,
aquí, bajo la piel que nos separa.
Está ya preparada tu ropita:
jerséis, pantaloncitos, dos pijamas,
un faldón de paseo, los patucos.
Ayer compré el osito de las orejas rosa.
Llegarás a esta luna en la estación más bella,
cuando las hojas brillan por el sol que traspasa
el corazón del mundo,
y el aire es un arrullo tibio y suave.
Te has movido un poquito, entresoñando
salir hacia esta brisa de crepúsculo
que caldea la piel y la esperanza.
Y me siento, hija mía, entre dos sendas,
la que anduve sin ti y esta ribera
que nace con tu vida, con tu voz,
o esa forma tan tuya de modelar el mundo,
ahora ya, en mi vientre.
La sombra ha ido cubriendo, blandamente,
la cuna, la canasta, los peluches,
los cálidos rincones de tu cuarto.
La espera ha sido larga. En el otoño
aún no te sabía. Lentas noches,
oscura incertidumbre, y la esperanza
de dormirte, algún día, entre mis brazos,
tan bella, tan gordita, tan oliendo
a cuerpecito frágil, tan graciosa.
Hace ya primavera, y reconforta
esta íntima brisa de crepúsculo
caldeando mi piel, tu casa, el sueño.
Han sido largos meses. No es posible
recordar, uno a uno, los instantes
en los que fui queriéndote, presintiendo
este río interior que nos enlaza.
Me he sentado a tomar este rescoldo
de vida, de ternura, de presagios
fecundos y hermosísimos.
Compraba hoy un babero, y la camisa
del pícaro gusano en la manzana.
Está todo dispuesto. Bien llegada.
Hace luna creciente, y se ilumina
tu cuarto de un color suave, entrañable,
y me voy reposando, dormeciendo,
traspasando el umbral de tu venida
a la estación ya plena de las lluvias.
Bien nacida, hija mía, a esta esfera
de tierra y luz, de aurora y horizonte.
Tienes toda una vida, todo un sueño
hecho carne, y estrellas, y esperanza.
(En luna llena, XXIII Premio Nacional de Poesía “Acordes”, Zaragoza, Prames, Las tres sórores poéticas, 2020).
1 comentario
Ignacio -
Lo llamamos de esperanza porque incluye dos nuevas esperanzas, que empiezan a caminar juntas: la de la hija y la de los esposos
Amen