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La lampara encendida

Si no aprendemos nada de esta crisis, volveremos a caer

Si no aprendemos nada de esta crisis, volveremos a caer

Foto Manuel Cortés Blanco

Manuel Cortés Blanco. Médico, epidemiólogo y escritor

Si no aprendemos nada de esta crisis, volveremos a caer

Si por el día realiza su trabajo como epidemiólogo en primera línea de la lucha contra la COVID-19, cada noche –tras haberles contado algún cuento a sus hijos– encuentra en la Literatura una válvula de escape. Hoy nos comparte a todos su saber y experiencia.

María Pilar Martínez Barca

Manuel Cortés Blanco, zaragozano de nacimiento y afincado en León, es médico, psicólogo, cuentacuentos y escritor. Técnico Médico de la Sección de Epidemiología del Servicio de Sanidad (Servicio Territorial de León) de la Junta de Castilla y León.

Como médico ha trabajado en cuatro de los cinco continentes. Premio Nacional Ulysses 2010 por su labor científica. Vinculado a distintas organizaciones solidarias, es técnico asesor del Proyecto Los Argonautas, dedicado a la inclusión social de las personas mayores más desfavorecidas.

Virología básica

P. ¿Qué son los virus?

R. Son agentes infecciosos microscópicos que, sin alcanzar a constituirse como célula, solo pueden reproducirse dentro de las de otros organismos. En latín significa veneno. Al igual que nosotros, forman parte de la Naturaleza.

P. ¿Y COVID-19?

R. COVID-19 –del inglés Coronavirus Disease 2019- es la enfermedad producida por un nuevo microorganismo. Su denominación correcta sería SARS-CoV-2 –en inglés, Severe Acute Respiratory Syndrome Coronavirus 2–, Coronavirus responsable de esta pandemia que vivimos.

P. ¿Se conoce su origen?

R. Aun cuando el criterio científico prevalente sea el de que tras analizar el genoma del agente causal, los resultados concluyen de manera abrumadora que su origen está en la vida silvestre –pudo pasar del murciélago u otros animales salvajes al ser humano–, no existe consenso absoluto. Los hay quienes abogan por que sea un producto de laboratorio, e incluso hemos escuchado otras teorías –desde la influencia del cambio climático a las ondas del sistema G5– sin mayores argumentos. En mi opinión, ante cualquiera de estos escenarios, esa Biodiversidad que nos protege se ha visto afectada por nuestro modo de vida, haciéndonos más vulnerables a este tipo de infecciones.

P. ¿Cuántas pandemias ha habido en la Historia?

R. Muchas. Desde tiempos bíblicos a la COVID-19, pasamos por la Plaga de Justiniano, la Peste Negra, la mal llamada Gripe española… La Historia de la Humanidad está ligada a la historia de sus epidemias.

P. Resalte alguna experiencia que le haya marcado.

R. En Benin, por los noventa, cuando abordamos un brote de cólera. Me recuerdo explicando a la población la importancia de tratar el agua y los alimentos, de lavarse sus manos, de adquirir medidas de prevención. Tratando a los pacientes con aquellos equipos de protección tan primarios, gestionando qué hacer con los fallecidos. Sucedió en uno de los países más pobres del mundo y hoy me descubro haciendo algo parecido en el mío.

Una crisis anunciada

P. ¿Nos cogió de improviso?

R. A prácticamente todos. Es verdad que se trata de un virus nuevo con un comportamiento especialmente anómalo. Pero también que en nuestro estilo de vida nos creíamos inmunes, todopoderosos. Jamás pensamos que un microorganismo diminuto fuese capaz de parar nuestros ritmos, nuestra economía, nuestras vidas. Ese exceso de confianza ha contribuido a esta realidad.

P. Tos, fiebre, dificultad respiratoria… ¿Qué otros síntomas?

R. Hay casos en los que la infección acontece sin síntomas, con el riesgo añadido de poderse transmitir. En otros, con cuadros menores –en ocasiones similares a un catarro común– y en los más graves puede producir desde convulsiones a alteraciones de la conciencia. La fiebre es el síntoma más característico de la COVID-19, en nueve de cada diez casos. Algunos estudios refieren la pérdida de gusto y olfato. En cualquier caso, la dificultad respiratoria –en uno de cada seis enfermos– será siempre un síntoma mayor a valorar.

P. ¿A qué familia pertenece?

R. A la llamada Coronavirus, que incluye siete virus causantes de enfermedades en el ser humano: desde el resfriado común hasta procesos graves, como el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) o el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS). Deben su nombre al tener al microscopio forma esférica de la que salen unas espículas que le dan esa apariencia de corona. Suelen contagiarse de animales a personas –transmisión zoonótica–.

P. ¿Cómo diferenciarlo de gripe, resfriado o alergias estacionales?

R. En muchos pacientes no será posible –especialmente los más leves– al compartir síntomas comunes. Habrá que considerar cada caso de manera individualizada con el apoyo de alguna de las pruebas diagnósticas existentes, como PCR o inmunoglobulinas.

P. ¿Es de los más mortíferos?

R. No es de los peores. Hay otros virus pertenecientes a su misma familia –como el MERS o el SRAS– con unas tasas de mortalidad superiores, si bien este detalle no les beneficia para sobrevivir. Aunque el virus causante de COVID-19 mate menos, se transmite más, y no hemos desarrollado inmunidad.

P. España tiene un buen sistema sanitario. ¿Por qué tantos contagios y mortandad?

R. Los porqués no son tan fáciles de encontrar. Influyó su rápida transmisibilidad, la tardanza de los equipos de protección al personal sociosanitario –centros sanitarios o residencias para mayores–, el hecho de que el virus se cebara en personas mayores con patologías previas… Analizar con detalle esos porqués será básico para que no vuelva a suceder.

P. ¿Por qué en algunos pacientes pasa desapercibido y afecta tanto a otros?

R. Los expertos aseguran que la clave se asienta sobre el sistema inmunitario. La respuesta de este resulta fundamental. Por ello, deberíamos potenciarlo cuidando nuestros hábitos de vida: desde una dieta saludable a practicar ejercicio moderado… Sin olvidarnos de sonreír.

P. Ancianos, personas con discapacidad, triaje… Han salido a la palestra.

R. En efecto. Particularmente, he sentido el llamado edadismo o discriminación de las personas por el mero hecho de su edad. Allá donde he podido, lo he rebatido con argumentos. Una cosa es hacer triaje –lo que como médico me ha tocado muchas veces– y otra muy distinta hacer segregación.

P. ¿Qué tipos de tratamientos se han seguido?

R. En los cuadros menores el tratamiento es meramente sintomático. Para los mayores se ha desarrollado una amplia batería de productos, en ciertos casos todavía en fase experimental: desde antivirales a antibióticos, pasando por estimulantes del sistema inmunitario o terapia pasiva de anticuerpos.

Realidad y ficción

P. Es autor de varios libros infantiles. ¿La realidad supera a la ficción?

R. Indudablemente. En cierto relato anticipé un confinamiento como el que hemos tenido, su origen estaba en un desastre medioambiental. Si no cuidamos nuestro planeta acabará sucediendo.

P. ¿Dejará el confinamiento secuelas psicológicas?

R. Si bien es pronto para valorarlas, parece seguro que esta pandemia acarreará distintas secuelas psicológicas, consecuencia del estrés al que estamos sometidos. Confinamiento, miedos, tanta incertidumbre… Al igual que el virus, no hará distinciones, cebándose con los grupos más vulnerables.

Los expertos anuncian un aumento de trastornos mentales, alguno incluso de nuevo cuño como el llamado Síndrome del Domingo Eterno. Proyecto Hombre –donde impartí clases de formación– ha alertado del incremento de adicciones, como la dependencia a los videojuegos o las apuestas a través de Internet. La psicológica es una de las olas de ese tsunami llamado COVID-19.

P. Se anuncian consecuencias económicas catastróficas…

R. Es otra de las olas, llena de números rojos según el Banco Central Europeo y que cierto amigo gestor sintetiza: muchos negocios tendrán que cerrar… Traerá más diferencias entre todos, con el riesgo añadido según el presidente de la FAO de que al final de la pandemia pudiera haber más muertos por hambre que por el virus.

P. ¿Ahondará las diferencias entre países?

R. En efecto. Hay estados que ya han avanzado que no tienen dinero para afrontar los costes de esta epidemia ni podrán pagar su deuda. Aun cuando la COVID-19 sea universal y afecte a todos sin distinción, sus secuelas serán mayores en los países con menor renta.

P. ¿Para cuándo la vacuna?

R. En estos momentos la mejor prevención es el cumplimiento de las medidas de protección. En cuanto a la vacuna, hay ya más de cien proyectos registrados –algunos en fases avanzadas– si bien, por cuestión de plazos, no parece probable que esté disponible antes de un año.

P. ¿Saldremos de esta?

R. Lo veo desde un positivismo moderado. El ser humano nos recuerda al Ave Fénix: resurge de sus cenizas. Saldremos adelante, aunque deberíamos considerar lo vivido en esta pandemia, incluyendo un mayor respeto por nuestra Naturaleza. Pero también es posible que, como dijera Mary Poppins en una de sus escenas, los adultos mañana lo habrán olvidado todo. Si no aprendemos nada, volveremos a caer.

SUMARIOS

“Una cosa es hacer triaje y otra muy distinta hacer segregación”

“La psicológica es una de las olas de ese tsunami llamado COVID-19”

“La mejor prevención es el cumplimiento de las medidas de protección”

(Humanizar, Nº 171 -Madrid, julio-agosto 2020-).

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