El último sereno

Fotografía de archivo / EFE
La vida no se detiene nunca. La semana pasada nos dejaban la actriz Verónica Echegui, a sus 42 años, cine, teatro, televisión y cinco nominaciones a los premios Goya; Manolo de la Calva, el imprescindible del Dúo Dinámico; Eusebio Poncela, el actor que dejó su impronta en tantos personajes desde el inicio de la democracia; y Manuel Amago, el último sereno de Madrid.
“Fue mi primera educación sentimental. Sazonada por los serenos, que vigilaban y abrían alguna que otra puerta por las noches; por los titiriteros, que paraban en la calle Delicias, a tutiplén todavía de coches, o en alguna de sus bocacalles, con su cabra, su perra y su monito; por los afiladores, eso hasta años después”.
El oficio debía de existir desde el siglo XVIII, y tenía otros cometidos que luego se vieron reducidos en el XX. Con su gabán, gorra de plato, palo, pistola y todas las llaves de la calle, manzana y aledaños. Cuando alguien olvidaba las llaves de su casa, entre las 11 de la noche y las 5 de la madrugada, resonaba impertérrita la voz: “¡Sereno!”. Y era al mismo tiempo la policía nocturna de la época, se hacía respetar.
Uno de los primeros programas que recuerdo, en familia, en el salón al fondo del pasillo, el “La, la, la” de Massiel. Compuesto según se ha dicho estos días por De la Calva y Arcusa, que crearon también para Joan Manuel, Julio Iglesias, Camilo Sesto o Nino Bravo. Comenzaron a cantar en la fábrica, hicieron la mili en Zaragoza, grabaron varias películas, actuaron en el Fleta y en Radio Juventud. Pero en el 68, a mis 5 años, apenas quedaban serenos en las Delicias.
Manuel heredó la profesión de sereno, después guarda nocturno o guarda urbano, de su padre, a los 22 años. Denunció a una pareja “in fraganti”, acompañó a presos en la cárcel, condujo más de una vez a Adolfo Suárez a su portal. “Resistiré / para seguir viviendo / soportare los golpes y jamás me rendiré / aunque los vientos de la vida soplen fuerte”. La canción que se popularizó en la pandemia.
Así resistiría Manuel Amago hasta 2011, el año del ictus; el año en el que el Dúo Dinámico volvió a grabar conjuntamente con Los Pecos “Somos jóvenes, amor, / somos jóvenes, los dos, / es fantástico vivir / y poder cantar así”. Sereno, según el Diccionario de la lengua española: “Encargado de rondar de noche por las calles para velar por la seguridad del vecindario, de la propiedad, etc.”.
Cualquiera de los dos Manueles, donde quiera que estén, nos seguirán velando.
María Pilar Martínez Barca es doctora en Filología Hispánica y escritora.
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El foco", domingo 7 de septiembre de 2025).
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