La bola de cristal
Foto: frikiamigo.com
No me refiero al espacio televisivo infantil que presentaba Alaska por los años ochenta, con patrones de adulto y expresiones como electroduende, banda magnética o lectovisor, cuando ni niños ni mayores imaginábamos el otro lado del espejo en la era digital. Pienso en esa herramienta esférica en la que vemos lo que viene. Desde que sé mi nombre –María, proveniente del hebreo Miriam, ‘profetisa’, ‘la que hace versos’–, y que poseo la varita mágica –el don de la intuición–, me divierte jugar a ser brujita con los pies en la tierra y sin escoba.
Aunque no es necesario sacarse un máster en coaching para vaticinar de aquí a un año más o menos. A derecha e izquierda el encefalograma es bastante plano. Mi hermano de pequeño preguntó una vez por la calle: “Mamá, ¿esos son de derechas o de izquierdas?”; señoras que pasaban se le quedaron sonriendo. Hoy quien no son trajes, son viajes semioficiales, cacerías, coches privados o mobiliario de oficina. Digamos que han cambiado los patrones.
Se ganó la batalla al terrorismo; pero a otras franjas independentistas se pasan por ahí la prevaricación, la malversación o inconstitucionalidad con tal lograr sus fines. Sus razones tendrán, aunque ni al sentido común, ni a muchos empresarios ni a Vargas Llosa les convencen.
Otra vuelta de tuerca. El pueblo vota en contra de la casta. a favor de asambleas ciudadanas y círculos. Sin embargo, sus líderes se embolsan miles de euros por unos doctorados que no pueden atender; o suben escalafones a fuerza de guardaespaldas. ¿Renovación política?
Lo suyo habrán hecho, pero pagan el pato folclóricos y famosos, como Isabel Pantoja o el hijo de Pelé; cuando no el transeúnte que roba una gallina en el hipar. El último Diccionario de la RAE en edición papel define todavía gitano en trapacero, “persona que con astucias, falsedades y mentiras procura engañar a alguien en un asunto”. No veo claro el futuro.
“En la republica de mi casa mando yo”. A no ser que enseñemos números a los peques en el hospital, hagamos que no se fíen de un desconocido o eduquemos a nuestros hijos, nietos y sobrinos a través del deporte. ¿Tendrá clarividencia Cayetana de Alba desde el cielo?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", sábado 22 de noviembre de 2014).
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