Valor social
Foto Heraldo / DFA
En casa, escucho lamentarse a un perrito y llorar a una niña. Muchos novios esta primavera aplazaron su boda “sine die”; tantos trabajadores sin empleo, las mujeres y los hombres que sufren violencia, mayores confinados en su hogar, inmigrantes sin casa que atender…
Siempre en una pandemia u otras catástrofes sociales hay personas aún más sufridoras. Escribía una amiga: “En las residencias de personas con diversidad intelectual lo están pasando fatal. No tienen material suficiente ni se hacen pruebas, los profesionales están sobrecargados. (…) Los internos no entienden lo que ocurre, y eso incrementa crisis y malestares”.
Hay centros de ocio para físicos que han aplicado un ERTE. “Toda la actuación de las instituciones y profesionales sanitarios, en cualquier situación, debe estar presidida por los mandatos imperativos de derechos humanos, de no discriminar ni tratar desigualmente” (CERMI). Nada fácil en esta crisis monstruosa.
No se puede exigir una asistencia personalizada como en tiempos normales, pero sí unos servicios básicos, en casa o en el hospital. En algunas comunidades se ha reducido la propia Ayuda a Domicilio al Grado III, sin un mínimo de seguridad, “medidas que pueden provocar un empeoramiento de la situación, deterioro y mayor exposición a la enfermedad” (Foro de Vida Independiente).
Peor si se es enfermo con capacidades diferentes o muy mayor. “La discapacidad de la persona enferma no puede ser nunca por sí misma un motivo que priorice la atención sanitaria de las personas que carecen de discapacidad”, subraya el Comité de Bioética de la SEMICYUC, tras el documento de Madrid: no enviar a hospitales a ancianos de residencias dependientes en la marcha o con deterioro cognitivo –garrafal error subsanado en principio–.
Entrevista Isabel Gemio a cierta responsable de un centro de lesionados medulares. Lo dan todo de sí, faltan recursos. ¿Dónde el valor social?
Riesgo de fallo multiorgánico, esperanza de vida inferior a dos años, ¿no cuenta la edad? “De entre todos los verbos que como sanitario he conjugado a lo largo de mi vida, sin duda el más complejo ha sido el de hacer triaje” (Manuel Cortés Blanco, Proyecto Los Argonauta, contra la discriminación del paciente anciano). Se siguen escuchando ambulancias.
Seguimos en Cuaresma y cuarentena, hay que esperar la luz.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", 3 de abril de 2020).
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