Blogia
La lampara encendida

365 días

365 días

Foto www.heraldo.es

Este martes cumplíamos un año. El tiempo suficiente para que un bebé apague su primera vela con ayuda de papá y mamá. O para recordar a nuestro ser querido ya con cierto consuelo, pasado el trago duro. Ahora es diferente.

La edición de La danza de la muerte, con Natalio Bayo, Cinco horas con Mario con Lola Herrera o El funeral de Concha Velasco, en el Teatro de las Esquinas, el homenaje a Trinidad Ruiz Marcellán en el 50 aniversario de Olifante, el ciclo de Introducción a la Música en el Auditorio, la habitual torreznada anual en el Centro Soriano antes de la Cincomarzada, o “La llamada a lo salvaje”, la última película, con el perrito Buck, en la Alaska de la fiebre del oro del XIX, y Harrison Ford de protagonista. Parece que ha pasado un milenio.

Todavía incrédulos, nos reuníamos en la cafetería del hotel Reina Petronila; o comentábamos con el fotógrafo Rafael Navarro y una compañera: “Poco más que un catarro”. El 15 de marzo fue mi última escapada, al Parque Grande –un señor con su cachorro– y a ver a mi pareja. Un bicho insospechado vació las calles, frías, fantasmagóricas, surrealistas.

La tristeza se adueñó de todos. Nombres de conocidos de a los que no podíamos despedirnos. Mis hermanos convivían con los niños y su teletrabajo. Mis padres de 87 años y yo, unidad familiar. Las relaciones restringidas, el Skype, las celebraciones religiosas al Streaming. ¿Era el inicio de Un mundo feliz del ya clásico Huxley?

Obviamos aniversarios como los de Baroja, los Bécquer o Delibes. La esperanza lidiaba con la distopía y teorías conspiranoides. Tras dos meses, volvía a encontrarme con mi pareja en un súper con mascarilla y guantes. Los hospitales seguían colapsados, enfermos hacinados por el suelo. Reestrenamos el noviazgo y tardamos un mes más en que entrase en casa de mis padres.

Mi silla percibió mayor limitación social. Aun así, disfrutamos de unas breves vacaciones y de tres nuevos libros: De la noche al Ángelus, En luna llena y En cuentos con Rosa, con Rosa Montero gracias a Facebook. No todo ha sido negativo. Ahora la esperanza es la vacuna. Ojalá los ancianos y los jóvenes no hayan perdido el paraíso en este largo año de pandemia.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", viernes 19 de marzo de 2021).

1 comentario

Ignacio -

g r a c i a s por tu valentía
Santa Semana