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La lampara encendida

Tiempos históricos

Tiempos históricos

Foto Chema Moya / EFE

Puede que en los años 80 no tuviésemos perspectiva. Los jóvenes universitarios, y no tan jóvenes, íbamos contra todo aquello que oliera a armas o energía nuclear, era lo progre del momento. El referéndum de entrada de España en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), en marzo del 86, venía fraguándose desde que mi promoción iniciamos la carrera, y aun antes. Ser inteligentes y comprometidos parece estar reñido con ciertas instituciones, en según qué momentos de la historia.

No era así en el 49, tras la Segunda Guerra Mundial y en plena Guerra Fría, cuando lo que importaba era salvar el pellejo y protegerse unos a otros mutuamente. Diversos avatares, a nivel europeo y mundial, fueron haciendo de vaivén y a veces de tsunami en las conciencias individuales y colectivas. Los atentados del 11-S a las Torres Gemelas fueron sin duda un punto de inflexión. Ahora estamos bajo un prisma totalmente diferente.

Tampoco hoy tenemos suficiente perspectiva todavía para asegurar, con la mano en el fuego, que la OTAN fue el último detonante de la barbarie Putin; que la amenaza del ingreso de Ucrania fue lo que desequilibró, definitivamente, a quien se soñaba zar. Pero bien que la montó y viró el rumbo de la Historia. Los jóvenes ucranianos sí apuestan, contra viento y marea, por la inclusión en la Alianza.

Y ahora, ante el inesperado ataque de misiles, la escabrosa subida de luz, la ausencia de cereales y de aceite, vemos con buenos ojos a Finlandia, Suecia y otros países prójimos. ¿Nos sentimos más solidarios y humanos ante el síndrome de la inseguridad?

Sin embargo, la amenaza migrante, la pérdida posible de los últimos bastiones –llámense por ejemplo Ceuta y Melilla–, podrían convertirnos en auténticos lobos en menos de lo que canta un gallo. Acá y allá sigue imperando la ley del “Sálvese quien pueda”.

Sea como fuere, supone un orgullo y un honor haberse constituido como sede, ofrecer lo mejor de nuestra gastronomía y nuestro arte, mostrarnos poderosos y defender un “Concepto Estratégico de Madrid”. Sentirnos anfitriones y ombligo del mundo por tres días. ¿Algo más poderoso que la seguridad?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 3 de julio de 2022).

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