Planeta tierra
Foto Toni Albir / Heraldo
Gaston Bachelard hablaba de los cuatro elementos: aire, agua, fuego y tierra. Francisco Rico de la cadena del ser, del pequeño microcosmos de cada uno de nosotros al gran macrocosmos del universo. Simbolismos que enlazan con nuestra más genuina tradición y con un sentido lírico de la existencia.
¿Malos tiempos para la poesía? Según cómo se mire, porque no vende mucho, pero la necesidad de enraizarnos, sentirnos uno con el todo y dar vida a la España vaciada continúa ahí. Cuando en 2012 Luz Gabás diera a la imprenta Palmeras en la nieve, una ópera prima de 800 páginas, no muchos editores apostarían por ella. Convertirse en best seller y llevarla a la pantalla respaldarían su callada y paciente dedicación a la docencia, la traducción, el artículo sesudo, el cine y el teatro.
Y a la política, aunque según la propia autora sea antes la lectura y una buena formación. Si en la anterior novela era el viaje de Clarence a sus raíces, en una lejana isla africana perdida en el olvido, en Regreso a tu piel o Como fuego en el hielo son también el pasado, el deseo de saber y la contradicción del ser humano entre amor y crueldad. “Kilian habló sin apartar la mirada del cielo, que ese día estaba especialmente claro y brillante” (Palmeras en la nieve).
No es habitual triunfar saliendo de la nada, del subsuelo, de un esfuerzo constante y cotidiano. Hoy se llevan otras cosas. Ingenio, voluntad y estudio, mucho estudio, hasta casi enfermar en ocasiones de una investigación tan exhaustiva.
Y saber combinar los ingredientes, volviendo una y otra vez a las raíces: “Algo mucho más fuerte lo unía ahora a ese hogar, convertido en su paraíso personal…” (El latido de la tierra). En su última obra, ganadora del Planeta, un coro variopinto de “colonos, criollos franceses, españoles recién llegados, ingleses, esclavos africanos, tribus indias” viven y hacen vivir a los lectores todos los sentimientos y actitudes humanas imaginables.
Tras la concesión del premio el año pasado a Carmen Mola – Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero hijo–, Lejos de Luisana de Luz Gabás es de nuevo un chorro de aire fresco, de fuego que acrisola el oficio de escribir, de raigambre profunda al universo. “No creo que el Planeta trastoque mi vida, mi casa está donde está, en el pueblo”, ha declarado. Un lugar y una autora para redescubrir el paraíso.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", martes 25 de octubre de 2022).
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