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La lampara encendida

Pregón de fiestas

Pregón de fiestas

Faltan apenas unas horas para que el presidente de Interpeñas pronuncie el Pregón. Un colectivo popular y que aglutina a multitud de jóvenes, no deja de llamarnos la atención, pese al merecido reconocimiento a sus treinta años de trabajo. ¿Será que lo lúdico folclórico festivo va también con los tiempos? Recuerdo, de pequeña, cuando el tío trabajaba en el Ayuntamiento y nos traía a casa el Programa, un libro que a mí me parecía de bibliófilo. Recuerdo el Pilar anterior a la Expo, el boato y las luces, el jolgorio… Este año parece todo más austero.

¿Recortes de ilusión? Un primer desencanto: ya no quedaban entradas para el homenaje a José Antonio Labordeta. Podría haberse hecho en la Romareda. ¿Puede darme el programa de conciertos de la sala Galve? No, estos Pilares no se dan conciertos en esa sala, me dijo la señorita de la taquilla del Auditorio –no debía ser rentable por cinco euros–.

El oregonés Javier Coronas, los besicos también en el tranvía, Manolo Royo, el Pescao o los Violadores del Verso, los nuevos recintos en el Parking Norte y Puerto Venecia… ¿Popular?, ¿populista?, ¿populero? ¿Será que me hago mayor? Medalla de Oro a la Universidad, BVocal, Pimpinela… Más cercano a mi gusto personal. Pero pensemos –en la Facultad nos enseñaron a relacionar conceptos y realidades, ¿deformación vocacional?–.

Participación del pueblo, papel de las universidades, presupuesto a la baja, hacerse la foto. ¿Qué tendrá que ver la velocidad con el tocino? ¿Y la movida y filosofía política de última generación con la fiesta?

Nos ha puesto el tranvía, se han hecho accesibles varias líneas de autobuses rojos y a muchas personas de movilidad reducida se nos ha concedido el bono taxi –el viaje de un taxi, hasta los diez euros, por lo que cuesta coger un autobús–. Pero ahora el señor Belloch parece haberse desinflado. ¿Tanto vacío deja pasar a otro la silla?

Con poder acceder a la Carpa del Ternasco, el espectáculo de luz, agua y sonido en el Parque, pasacalles, alguna obra de teatro y la Ofrenda, me doy por satisfecha. ¿Pero podremos subir los sentaditos a hacernos la foto con la Virgen? Ante la duda, prefiero llevarla a mi medida, en mi interior.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 3 de octubre de 2014).

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