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La lampara encendida

Memoria que persiste

Memoria que persiste

Foto www.artehistoria.com

No sé si en 1931, cuando colgó sus relojes blandos de ramas esqueléticas en “La persistencia de la memoria”, Dalí tendría una idea preclara del tiempo. Aquel muchacho solitario de la Residencia de Estudiantes centrado en sus dibujos: “Salvador Dalí, entonces, me pareció muy tímido y de pocas palabras. () Cuando visité su cuarto, una celda sencilla, parecida a la de Federico, casi no pude entrar, pues no sabía dónde poner el pie, ya que todo el suelo se hallaba cubierto de dibujos…” (Rafael Alberti, La arboleda perdida).

Sus primeros retratos y paisajes, cubismo, dadaísmo, un surrealismo interiorizado, su etapa realista… “Muchacha en una ventana”, su Cristo cúbico, el otro inspirado en San Juan de la Cruz o “La Madonna de Port Lligat” siempre me atrajeron. A un alma hipersensible se le disculpan las excentricidades.

¿Y el amor? De su relación platónica en Figueras, y quizá atracción intelectual por Lidia de Cadaqués –compartida por Eugenio D’Ors–, a “La miel es más dulce que la sangre” de 1927, claramente alusivo a García Lorca. Después de 1929, tan solo Gala, la humana, la divina, retratada de espalda o mirando cara al absoluto, la caleidoscópica metáfora sin final. “La edad de oro fue presentada… era un barco que se iba a pique. (…) Yo estaba solo, con Gala. Mis pretendidos amigos surrealistas ya me detestaban” (Confesiones inconfesables, de Salvador Dalí).

¿Y la guerra? “La cesta de pan” o “Composición blanda con judías hervidas” son más que una premonición. París, Nueva York, México… y otra vez Cadaqués y Figueras. El círculo en forma de huevo, el caracol, las hormigas, la abeja, el elefante. Exhuman  el cuerpo de Dalí, su bigote sigue marcando las diez y diez. Su anterior descendiente, Cecilia Eluard, hija de Gala y Paul, tuvo que renunciar a su herencia. “… Dalí escucha en una casete sin fin Noche de ronda, una vieja canción que le trae recuerdos de sus escapadas al Rector’s Club con Lorca y Buñuel. Es, una vez más, la persistencia de la memoria” (Agustín Sánchez Vidal, Buñuel, Lorca, Dalí: El enigma sin fin).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", domingo 30 de julio de 2017).

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