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La lampara encendida

Vivir la fiesta

Vivir la fiesta

Foto La Virgen del Pilar según cuadro de Ramón Bayeu (1780).

“Mami, la amo. Vamos a morir”. Leidy Paola, ecuatoriana, había ido con su novio a bailar de Caravaca a Murcia, como los otros 11 jóvenes, nicaragüenses, colombianos y españoles, que murieron esa noche divirtiéndose. Más 24 heridos por quemaduras e inhalación y un desaparecido entre las dos discotecas. ¿El juego de bengalas? ¿Un cortocircuito? ¿No había licencia?

¿Quién te cerrará los ojos, / tierra,  cuando estés callada? A esta pregunta, explícita en José Antonio Labordeta y Juan Rulfo, y latente en los días postreros de Ángel Guinda, podríamos darle la vuelta: ¿Qué serán de las manos que no puedan cerrar los ojos de las hijas y los hijos muertos ya para siempre en la distancia?

La pérdida de un hijo conlleva un dolor añadido insoportable, contra natura. María de Nazaret lo vivió en carne propio allá en Jerusalén, donde escarmentaron, crucificaron y mataron a su hijo Jesús. Un calvario sin nombre, hasta arrancarle toda apariencia humana. Cuarenta años antes de venir de Tierra Santa a Caesaraugusta, a acrecentar la fe de Santiago y sus siete compañeros.

Al paso de los siglos, la fiesta se cambió del 2 de enero al 12 de octubre, no sé si por amainar niebla y cierzo, la acomodación de las cosechas o unir a nuestra Pilarica al evento de la Hispanidad. De los actos estrictamente religiosos, Ofrenda de Flores, Rosario de  Cristal, Misa Mayor en la Basílica u Ofrenda de Frutos, pasó a hacerse más abierta y popular, variopinta, diversa, acogedora de todas las etnias de la tierra.

Ahora, tras la pandemia, es la fiesta de los barrios y las múltiples ofertas. Del deporte al teatro, la jota o los espectáculos musicales; del típico tragachicos y los títeres a los bailes de siempre; de la gastronomía a las actividades callejeras. B Vocal, Antología de la Zarzuela, Biella Nuei, Teatro de las Esquinas o Principal, comidas en familia o con amigos y mi traje de piñorra.

Este año es Paraguay. La fiesta bien vivida comienza y termina con gozo, cante, pasión: “S’ha feito de nuey / tu m’aguardas ya / lo peito me brinca / en tornarte a besar”. Alegría integral, punta tacón de nuestra jota, que no olvida al ausente sino que lo ama. Con los pies en la tierra y el corazón junto a nuestra Pilarica y el Santo Cristo olivero de La Magallonera.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 8 de octubre de 2023).

1 comentario

eduardo -

Me gusta el estilo sencillo que tienes.Sigue en esa línea