Traca final
Foto DPA / Abed Rahim Khatib / Heraldo
El conflicto judío palestino ha venido alimentándose desde el siglo XIX y la Segunda Guerra Mundial, por la migración de los judíos a Israel tras el genocidio nazi y los sucesivos asentamientos. Este 2023 ha sido un año especialmente significativo. Ahí están los ataques a la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén al inicio de la Pascua judío-cristiana, coincidente con el Ramadán. Un eslabón más en la cadena.
Se veía venir. Franja de Gaza, Altos de Golán, campos de minas y alambradas… Osama, nuestro guía, nos fue explicando los puntos conflictivos. Si Santa Helena de Constantinopla, madre de Constantino, reconstruyó en el siglo IV las huellas cristianas contra los romanos; y San Francisco combatió la ocupación otomana y el imperio de Saladino; en nuestro tiempo nos ha tocado lidiar con grupos terroristas palestinos, presentes especialmente en la Franja desde 2014.
Son grupúsculos, por más terror y violencia salvaje que desaten. El Monte Cedrón, la Matanza de los Inocentes, la decapitación de Juan Bautista, la Vía Dolorosa… Si algo aprendí en mi peregrinación fue que las gentes de Israel y Palestina, musulmanes y el reducto de cristianos que allí quedan, son hermanas. Todas Pueblo de Dios.
Tengo viva la imagen de los obreros de Belén y Nazaret que volvían a pie, ya anochecida, de una dura jornada de trabajo en territorio israelí. De los coches con matrícula blanca que no pueden salir de la zona franqueada por el muro. De las calles llenas de inmundicia. Del soldado con el fusil al otro lado del Jordán, donde renovamos las promesas. De los bebés del orfanato de las Hijas de Caridad, en Belén, propiedad del Estado, sin derecho alguno a adopción ni a volver a ver a sus madres.
¿Culpable el pueblo de Israel? Él también es víctima de un sistema. Y ahora unos y otros, Israelíes y palestinos, judíos, musulmanes y cristianos, padecen la barbarie de Hamás; mientras Jesús, el Cristo, el Codero de Dios, vuelve a ser torturado, masacrado, muerto en la cruz. “No tengáis miedo. Yo he vencido al mundo”.
Galilea, la Tierra Prometida, el Mar de Tiberiades… “Nosotros lo vimos y damos testimonio”. ¿Será el final, una alianza y contra alianza de países? ¿Cuántos más morirán? “Yo soy la Resurrección y la Vida. Quien cree en mí no morirá nunca”. ¡Qué difícil creerlo, Señor, en esta noche oscura, de increencia y misiles!
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 15 de octubre de 2023).
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