¿Nuevo curso inclusivo?
Foto Guillermo Mestre / Heraldo
Este pasado lunes estrenaban curso los alumnos de Infantil, Primaria y Secundaria en Aragón. A las lágrimas de los benjamines y la ilusión de sus hermanitos más mayores se une, este año, una mayor preocupación y caras más serias de papá y mamá.
Los adultos hablan de enseñanza pública, mejoras salariales, cercanía del cole al hogar, escuelas rurales, institutos y centros rehabilitados… Y de poner cocina en el colegio, no sé si al estilo Master Chef o para tener la comida más reciente.
Centros inacabados en Valdespartera, Rosales del Canal o Arcosur. U obras por asfaltado en barrios periféricos –Oliver-Valdefierro, El Rabal, Actur-Rey Fernando y Miralbueno, Peñaflor, San Juan de Mozarrifar o Monzalbarba–. ¿Por qué no más previsión antes de iniciarse el nuevo curso? Aparte del coste de los libros y otros varios.
¿Bachillerato concertado? Lo que se supone más novedoso es la prohibición de móviles y relojes inteligentes en las aulas; el refuerzo de lengua y de mates, la lectura, la ortografía y la comprensión lectora –todo eso que antes se exigía en cursos precedentes–; o una exposición mucho más reflexiva junto a pensamiento crítico en la nueva EBAU.
Y el próximo día 23 el rey Felipe VI inaugurará el curso universitario, a los 550 años de la fundación de la Universidad de Zaragoza, la quinta más antigua de España; lo que fue un estudio originario de artes, gramática y filosofía en el siglo XII, elevado a “Universitas magistrorum”, como la de París. Demanda de Medicina en la pública; oferta de Enfermería o Psicología entre otras en la Universidad San Jorge, con alumnos de 29 países.
Todo casi perfecto si no fuera… porque las expectativas de las escuelas infantiles, para niñas y niños con necesidades o capacidades especiales, no suelen cumplirse en cursos algo más avanzados. El recorte de horario a media jornada hace que falten profesores de apoyo; ídem con los recursos informáticos. Lara, de 8 años, no sabe si este año va a tener cubierta su logopedia, su lengua y matemáticas. Y aunque no es como en nuestra generación, que no íbamos ni siquiera a la escuela, sin diversidad de dones o colores, faltan muchas lecciones que enseñar.
María Pilar Martínez Barca es doctora en Filología Hispánica y escritora
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El foco", domingo 15 de septiembre de 2024).
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