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La lampara encendida

Mis niños masacrados

Mis niños masacrados

Foto Associated Press / LaPresse

“Wasted love” (Amor despreciado, traducción propia) ganaba el pasado 17 de mayo la 69ª edición del festival de Eurovisión. La canción de Israel quedaba la segunda, gracias al voto del público, pese a las muchas críticas que todavía penden sobre ella. España y la magnífica interpretación de Melody, a la cola, junto a San Marino, Dinamarca o Islandia. Gaza no se presentaba.

La situación es insostenible, afirmaba el representante palestino ante la ONU, llorando, como un niño. No son falsas noticias las que vemos hace meses por la tele, en las redes, en la prensa. Esa niña huyendo entre las llamas; los bebés esqueléticos de pura inanición; los envoltorios de cuerpos muertos o asesinados; las mujeres con lágrimas en el alma. La barbarie, los crímenes de guerra o lesa humanidad, el genocidio.

Anteayer no me dolía hasta tal punto el dolor de mis hermanos. Quizá tenia escamas en los ojos del alma, parafraseando a San Pablo y Santa Teresa. Sin embargo, hoy, habituados como estamos al horror de los horrors, me duele hasta más alla de las entrañas, mucho más hondo. Acaso por mi visita a tierras colindantes de Israel y Palestina, no exactamente Gaza.

Los abuelos de los padres de estos niños ya lo vivieron, viene de muy antiguo. Y en nuestro viaje pudimos comprobar los asentamientos israelíes, los coches palestinos con matrícula diferentes, para no permitirles salir del muro; las colas de obreros volviendo a un hogar de hambre y miseria, al atardecer, por no tener otro medio de transporte.

Nos hablaron del torrente Cedrón, en la hondonada de Jerusalén, donde lanzaban a los primogénitos --¿remedo del monte Taigeito, en Esparta, para los pequeños con discapacidad?--. Y con posterioridad de la matanza de los inocentes, que José Luis Corral nos corrobore si fue o no en tiempo de Herodes. Pero esta es otra historia.

¿Quizá olvido histórico? Los judíos sufrieron su propio exterminio. ¿No vendrán de entonces conceptos como eugénesis y euthanasia, tan actuales? Rusia sigue atacando Ucrania; y el velero desamor se transforma en patera en las costas españolas y canarias. Pero matar de hambre y desatención humanitarian, son palabras mayores.

María Pilar Martínez Barca es doctora en Filología Hispánica y escritora

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El foco", domingo 1 de junio de 2025).

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