Blogia
La lampara encendida

Ecología integral

Ecología integral

Foto Centro Pignatelli

La Tierra como fuente de vida y de progreso tiene una larga tradición. El Cantar de los cantares, los profetas, los salmos, las bellas palabras de Jesús en Tiberiades o en el Monte Tabor. El “Canto de las criaturas” de San Francisco de Asís, el Cántico espiritual de San Juan de la Cruz, o el Himno del universo de Teilhard de Chardin. La encíclica Laudato si del papa Francisco, junto a las inquietudes ecológicas de sus predecesores y de su sucesor. La obra de poetas más y menos célebres… Reflejan nuestra unión a las raíces que nos nutren y a la casa común.

“Sol y luna, bendecid al Señor; / astros del cielo, bendecid al Señor. / Lluvia y rocío, bendecid al Señor; / vientos todos, bendecid al Señor”. A poco que hayamos leído y estudiado, o que busquemos en Google, sabemos que estos versículos pertenecen al profeta Daniel, 3, 62-66. Que el canto gregoriano de algunos monasterios transforma en algo tan hermoso como profundo. ¿Y estos otros versos? “quiero coger todas las cosas del cielo y de la tierra, / y decir un solo nombre que diga: todas-las-cosas-mías”. Una visión ciertamente sui géneris en Esperar no es un sueño, de Manuel Pinillos, discípulo de su admirado Teilhard de Chardin.

El jesuita Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955), influenciado sin duda por su padre, naturalista, y sus posteriores estudios, concibe un panteísmo cristiano realmente interesante; junto a una evolución, de la materia, la vida y el espíritu, que lleva a una supraconciencia o colectividad de las creencias individuales, solo frenada por el aislamiento y la marginalidad. La mayoría de las ediciones de su obra fueron póstumas.

“Recibe, Señor, esta Hostia total que la Creación, atraída por tus gracias, te presenta en esta nueva aurora” (“La Misa sobre el mundo”, en Himno del universo). Si hace más de 50 años Juan XXIII escribió Pacem in terris ante la amenaza nuclear, y Pablo VI hablaba abiertamente de crisis ecológica, hoy, en este mes de septiembre dedicado a la Ecología por las distintas diócesis eclesiales, y mujeres y hombres con sentido común, urge tomar conciencia y medidas, que frenen el cambio climático, posterguen la pobreza, traigan hábitos saludables a nuestras vidas e inoculen la paz en cada corazón.

“Al final nos encontraremos cara a cara frente a la infinita belleza de Dios y podremos leer con feliz admiración el misterio del universo” (Laudato si).

María Pilar Martínez Barca es doctora en Filología Hispánica y escritora.

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El foco", domingo 21 de septiembre de 2025).

0 comentarios