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Mi querida facultad

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Foto www.heraldo.es

Fue el año del mundial de fútbol, que Simón ya no pudo ver por su distrofia muscular. El verano que me dio por leer a nuestros poetas de siempre –Bécquer, Juan Ramón, Machado–. Un otoño ilusionante, con ganas ya de conocer el pasillo y las aulas donde iba a dar mis primeras clases presenciales en un centro educativo.

Cristina fue la primera en ofrecerse a subirme las escaleras del Aula Magna II. Manuel, Elena, María José, Carlos, Carmen, Teresa… todos me ayudaron a partir de ese momento –temo dejarme a alguien–. María Antonia Martín Zorraquino nos recibió efusivamente. D. Félix Monge –señoritas, caballeros–; José-Carlos Mainer, que acabaría siendo mi director de tesis; Aurora Egido, cuyos exámenes con la máquina eléctrica me duraban hasta 8 horas…

Nuestro periplo iba de Filosofía y Letras o Filología al Interfacultades y Geológicas. Y el tío Fermín, ya jubilado, se convirtió en un compañero más, todos lo conocían de llevarme a clase –la risa que nos dábamos cundo los aspersores del campus nos mojaban–. Los felices 80.

Mi silla, como la mayoría de las sillas de ruedas de esos años, era manual. No se había adaptado apenas ninguna facultad –salvo la rampa “asesina” que unía el pabellón de Filología–, ni se había creado el Servicio de Atención a la Discapacidad. ¿Dónde los ordenadores? ¿Y los móviles?

El otro día se presentaba la nueva facultad de Filosofía, con espacios más amplios, sus grandes ventanales acristalados, sus pasillos, con más luz aún si cabe si cabe y sus bancos corridos, sus aulas adaptadas a las necesidades y la nueva Aula Magna, los enchufes para cada portátil y el mural de Ángel Grávalos, que se mantiene.

La verdad es que hacía falta, que fue en 1941 cuando se trajo de la Magdalena. Se nos caía encima. Y volverá a llenarse de las y los jóvenes, de profesores, de ilusiones y nervios. Acaso con menos exigencias académicas, con más opciones, ahora que la Universidad de Zaragoza se complementa con la de San Jorge. Con nuevas expectativas.

Pero esos días azules de la juventud universitaria, en los que coincidí, lo he sabido después, con Ana Alcolea, Trinidad Ruiz Marcellán, Reyes Guillén, César Ibáñez París o Alfredo Saldaña. O antes los de Ángel Guinda, Manuel Vilas, Ignacio Martínez de Pisón. Esos, no volverán. Pasemos el relevo.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 26 de marzo de 2023).

Mi padre

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Foto archivo familiar

Tenemos una fotografía de las que hacen historia, yo con cinco añitos, él dándome un beso de película. Un contraluz de cortinas en blanco y negro nos agracian todavía más. Debía ser el año en el que me enseñaron a leer, él y mi madre. Recuerdo cuando me llevaban a Correos, junto a la plaza Santa Engracia, mi padre al otro lado de la reja. La noche era más dulce con un beso.

  Fue una época dura. Desde el 57 en que haría la mili no volvería al pueblo. Un sencillo taller, unas oposiciones por las que se haría ejecutivo de Correos y Telégrafos, un aspirar siempre a más que le llevaría a cursar tres años de Derecho en la UNED. “Os fuisteis un buen día a otras tierras / donde plantar la tienda y los amores. / La fábrica, el correo, la oficina. / Y allá, del otro lado de esas lomas, / llegaba la noticia de algún nuevo diablillo / que en verano vendría a alegrarnos la casa” (Tránsito).

Mis padres y sus hermanos migraron a la ciudad en un tiempo harto difícil, cuanto más si uno de los hijos nacía con una minusvalía o deficiencia. ¿Cómo sobrevivir al sobresalto? Me recuerdo en un piso sin ascensor, donde mi padre y mi tío me subían a una cuarta planta, sin seguro médico y con continuas anginas y necesidad de rehabilitación.

Vuelvo a verme leyendo y estudiando, sobre la máquina de coser, en los libros de Reválida de mi padre. Hasta que una prima maestra nos asesoró de los libros de EGB que me correspondían y, un año después, la asociación Auxilia, en cuya Junta de Padres él fue parte activa y fundadora, reguló mis primeros títulos.

Me abriría al mundo e hizo crecer mis alas. Y, sin embargo, ahí seguía mi padre, ausentándose en el tren más de lo que hubiese deseado, con su humilde maleta de madera, viviendo fuera tantas navidades y sorteando amenazas de atentados en sus viajes a Irún. Todo por su familia. “Luminoso tu padre, presentía / lejanos universos para ti, / mientras la luz doraba los rincones más íntimos” (Epifanía de la luz).

A mi padre le dolió jubilarse, fue un auténtico duelo por la vida que irremisiblemente iba pasando. Y se entregó a nosotros: la esposa, los cuñados, cada uno de sus tres hijos, y los nietos, que sin querer transfiguraban su rostro bonachón de siempre. Fue inaugurando etapas nuevas. “Los niños adoran a sus padres, loa adultos los juzgan y muy pocos los perdonan”, me dijo alguien. Yo te sigo adorando, achaque y refunfuños incluidos, a tus 89 primaveras. ¡Muchas felicidades, papá!

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 19 de marzo de 2023).

19/03/2023 21:37 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Sólo solo

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Foto https://es.wikipedia.org

“Estaré solo hasta las siete”. El periodista David Gistau ponía en jaque la decisión de la Real Academia Española de mantener solamente la tilde en el adverbio “solo” en aquellos casos de lesa ambigüedad.

De 1870 a 2010 estaba más o menos claro. La tilde diacrítica se mantiene en algunos monosílabos (dé/de, sé/se, sí/si, mí/mi); adverbios de lugar, tiempo, modo y cantidad (dónde, cuándo, cómo, cuánto), cuando expresan pregunta; los pronombres éste, ése y aquél, con  sus femeninos y plurales, para diferenciarlos del determinante que acompaña al nombre, y el adverbio sólo.

Con la redacción de 2010 todo cambia: “Es obligatorio escribir sin tilde el adverbio solo en contextos donde su empleo no entrañe riesgo de ambigüedad. Es optativo tildar el adverbio sólo en contextos donde, a juicio del que escribe, su uso entrañe riesgo de ambigüedad”. Ídem con éste, ése, aquél. Y la perdiz se terminó de marear cuando se suprimió la tilde de cualquier “solo”.

Tuve que reescribir mi tesis y la obra completa de Manuel Pinillos –nunca los textos del poeta–, así como poemarios o ensayos escritos tiempo antes, por respeto a la nueva Ortografía de la RAE y ASALE (Asociación de Academias de la Lengua Española). Lingüistas y escritores se enfrentaron. Y una, que se siente juez y parte, intenta escribir con compromiso, belleza y corrección.

“¡Ay, yo que sólo he nacido solamente!” (César Vallejo). El autor subraya la forma adverbial de sentirse solo, frente a adjetivar su ser en solitario. Si alguien vino a no quitar ni un punto sobre las íes, las tildes dan también su  juego, y más en creación. ¿Sólo un café o un café solo? Y, sin embargo, “Yo, solo, solo te amaré por siempre a ti”.

Confieso que me gusta la ambigüedad, hacer pensar a los lectores, como pienso y crezco yo misma cuando leo. Ni escribir solo para niños, mañana adultos, ni bajar la cultura sino subir el nivel –parafraseando creo recordar a Rosa Chacel y Carmen Conde–. Prefiero acentuar solo si nos confunde la lectura. Y es lingüísticamente saludable la libertad: “Si el pleno de la RAE (…) confirma que “sólo” puede escribirse con tilde “a juicio de quien escribe” (…) la tilde en “sólo” cuando se refiere a “solamente” no puede considerarse falta de ortografía” (Arturo Pérez Reverte). Ama y escribe bien, y haz lo que quieras.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 12 de marzo de 2023).

12/03/2023 20:33 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Mujeres

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Foto IDA MARIE ODGAARD / Heraldo

La coruñesa Ana Baneira ya lleva disfrutando unos días de su familia, tras ser excarcelada y liberada del régimen iraní. Su delito: estar entre las pioneras en denunciar la muerte de Masha Amini y otras mujeres por llevar mal puesto el velo. ¿Seguimos en el medioevo en muchas zonas del planeta? Al menos muchas de ellas han podido liberarse al vivir en España y otros países, son libres en la forma de vestir y de pensar.

Pero no siempre se sienten liberadas interiormente. Que se lo pregunten a Natalia y su hija Eugenia, salidas segundo día de guerra de Stoyanka a Kiev, a Polonia, Alemania, Gerona y Zaragoza. Hace un año de aquello. Muchas vicisitudes, sobresaltos, luchas internas, tentaciones de volver a un país y una casa rodeada de bosques y animales que ya no son, que nunca existirán como los conocieron. Perdieron el contacto con Vitaliy, el esposo y padre. Solo alguna noticia y un hijo de voz de tarde en tarde.

Vidas truncadas para siempre. ¿Alguien podrá reconstruir el puzle? Como las de mujeres que intentan mejorar su calidad de vida en Calabria, Gibraltar o cualquier otra costa europea. Las que no mueren en el intento. O esas otras, árabes cisjordanas, a las que les derruyen la vivienda y la vida porque su familiar no pudo soportar más el abuso de poder.

Algunas son muy niñas, cuando sufren acoso escolar –léase Alana y Leila, gemelas de Sallent–, violaciones en toda regla, cambio de sexo irreversible o un aborto visto como derecho del que jamás han de recuperarse. Si el sí es sí aporta realmente, la realidad deja todavía mucho que desear. Si las menores son migrantes o sudacas el cóctel está servido.

Salía hace unos años el libro Diversas y precarias, un tándem perfecto entre vida ordinaria, asistencia y empleo. Nosotras, mujeres con diversidad funcional, capacidades especiales o maxi válidas, precisamos de asistencia personalizada, el tiempo que sea necesario. Ellas, latinas o españolas, europeas o africanas, necesitan comer, un techo, un salario digno con papeles y traer a los suyos. Llevamos años pidiendo al gobierno un equilibrio; solo algunas autonomías implementaros la asistencia personal.

Por no hablar de las señoras mayores, en casa o residencia, condenadas a vivir su hermosa edad del tránsito –podría serlo– en la más absoluta soledad. Si hasta a La Sirenita de Copenhague la ultrajaron mil veces, maquillándola ahora con los colores rusos, ¿qué no harán de nosotras si no reclamamos nuestros derechos, simples seres de a pie?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 5 de marzo de 2023).

05/03/2023 12:54 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Carnal versus Cuaresma

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Foto Jesús Alba Enatarriaga

“A los que allá van con el su buen talente, / con ceniza los cruzan de ramos en la fruente, / dicen los que se conozcan et los venga miente, / que son ceniza e tal tomarán ciertamente” (“De lo que se hace miércoles corvillo en la Cuaresma”, Libro de Buen Amor, Arcipreste de Hita). Según Sebastián de Covarrubias (1611), al miércoles de ceniza se le llamaba también miércoles corvillo, porque el penitente se encorva y se humilla en señal de penitencia, dolor y arrepentimiento.

Y ya está la abuela cebolletas contando las historias que aprendió años ha en la carrera. Aquel miércoles se sacaba brillo a la espetara, se enjalbegaba la casa y el hombre y la mujer de bien debía ir a misa a recibir la ceniza y saberse mortal. “Memento mori”, tópico artístico literario que, junto con el de “pulvis es et in pulverem reverteris”, utilizó la Iglesia Católica hasta la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II (1959-1965).

“Conviértete y cree en el Evangelio” tiene una lectura mucho más basada en la esperanza. El papa Francisco, en pleno contexto sinodal, ha subrayado en su mensaje de Cuaresma: “Es necesario ponerse en camino, un camino cuesta arriba, que requiere esfuerzo, sacrificio y concentración, como una excursión por la montaña”. Y es que esperanza y muerte, o mejor viceversa, van de la mano.

Como van de la mano don Carnal y doña Cuaresma. Este Carnaval hemos podido disfrutarlo sin mascarillas en el bus, pasando de niño a niña, haciendo chirigotas de los políticos o reivindicando por encima de todo los derechos del cuerpo femenino. Don Amor ya no conoce límites. Sin embargo, continuamos sufriendo, enfermando.

¿Retornar a la vida bajo los escombros de un devastador terremoto tantos días después? De Ucrania nos llegan relatos tan cruentos como hermosos; y a la anticipada primavera le ha sucedido nuevamente un invierno que hará helarse los frutos, gastemos más en gas o coger cualquier virus por el aire.

Recuerdo, el pasado noviembre, nuestra grata excursión por el desierto de Judea, por caminos, cuestas y roquedos casi imposibles para sillas, los voluntarios tirando de las sillas y volviendo de noche con las linternas de los móviles. ¿Buscábamos purificarnos mediante ascesis? ¿O disfrutar? Seguíamos sus huellas. “¡Oh, no eres tú mi cantar! / ¡No puedo cantar, ni quiero / a ese Jesús del madero, / sino al que anduvo en el mar!” (“La Saeta”, Antonio Machado).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 26 de febrero de 2023).

26/02/2023 19:20 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Nosotros también folgamos

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Foto www.planetafacil.plenainclusion.org

De “Los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos” a “Los poderes públicos realizarán las políticas necesarias para garantizar la plena autonomía personal e inclusión social de las personas con discapacidad”, va un buen trecho. ¿Irá lo mismo del discurso al hecho? Los ciudadanos con diversidad funcional, movilidad reducida o capacidades diferentes, lo somos hoy plenos en derechos y deberes. Nada que ver con el artículo 49 de la Constitución española de 1978, cuando todavía nuestra democracia se encontraba en mantillas.

Tullido, inválido, subnormal… explícito este último en el certificado de minusvalía y en el libro de familia numerosa de mi generación. ¿Tan abuela cebolletas soy? Ahora hay empatía, igualdad absoluta y voluntad a ponerse en los zapatos del otro, de los políticos a los actores. Ahí estuvo por ejemplo Pedro Sánchez, jugando a la petanca o al balonmano en silla de ruedas, uno más entre todos si no fuese… Su estatus es más elevado y no tendría problemas de recursos ni de asistencia, llegado el caso. ¿Nos la quiere dar con caramelos?

Y hablando de paridad, como lo último y más progre parece que es no llevar sostén, Pablo Echenique ha declarado que él tampoco lleva… Y Telmo Irureta, flamante Premio Goya al Mejor Actor Revelación por “La consagración de la primavera” – ¿en homenaje a la obra musical de Igor Stravinski?--, licenciado en Magisterio y aspirante a Psicología, desataba la polémica en torno a la sexualidad de los grandes dependientes: “Nosotros también existimos y nosotros también follamos. Brindemos hoy por un cine más inclusivo y con cuerpos de todo tipo”.

Folgar, holgar, ayuntar, copular, cohabitar, yacer, unirse, aparearse, cubrir… El español es lo suficientemente rico y amplio como para salirnos de la norma de lo políticamente correcto. Y si hablamos de visibilidad, ¿por qué no incluir el extenso abanico de claroscuros de la vida?

Vale, el sí es sí o la ley trans. ¿Y los niños con síndrome de Down, sin derecho ni siquiera a nacer? Ellos también sonríen, juegan, aman, se educan, se conocen, desarrollan un empleo digno, son padres y madres, profesores, actores, si les damos la oportunidad. ¿Hasta cuándo café solo para unos pocos?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 19 de febrero de 2023).

19/02/2023 20:22 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Ellos también sufren

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Foto www.ondacero.es

Yo no estuve exactamente allí. Pero intuimos desde el aire Grecia y Turquía, y limitamos al noreste con Siria, un poco más allá de Cisjordania. Unos amigos, el año anterior a la pandemia visitaron Estambul, ciudad cosmopolita por excelencia, con sus mezquitas y palacios, Santa Sofía y Santa Irene, sus especias y su Cuerno de Oro. A veces, cuando disfrutamos la belleza olvidamos el dolor.

Como nos pasó en Israel, íbamos protegidos con las gafas anti atentados. Lo de las últimas semanas ha sido la gota sobre otras gotas que han llenado los vasos y las ánforas. Violencia atroz que no nos hizo olvidar la venganza mortal en Algeciras, ni la guerra y masacre de Ucrania, ni las decapitaciones, anulación y masacre de las mujeres en Afganistán. ¿Y la guerra siria?

Ha sido en la frontera turca siria, ni al norte ni al oeste. ¿No se podía predecir, profetizar? Llevamos una semana sorprendidos, alucinados, sin poder darle fe. Leves réplicas en Italia, Francia, Barcelona… Las imágenes de los medios y las redes nos estremecen. ¿No se pudo evitar? Turquía no es un país muy previsor que digamos; y Siria en su guerra oculta de más de una década. ¿Alguien ha visto instantáneas, vídeos, algo antes del cataclismo de estos días, que parece asolar al planeta?

Bajo cero y sin luz, sin alimentos, los cuerpos entre los edificios, las manzanas, las calles derruida. Pequeños y mayores, ancianos y mujeres, aprendieron a reptar bajo los cascotes y los escombros. ¿Sirve de algo una guerra?

Y de pronto el milagro, el prodigio. La ternura. La mujer que da a luz en mitad de las ruinas; el amor de dos hermanos que sobreviven juntos; un pequeño que bebe del tapón de una botella; el nuevo alumbramiento a la luz después de 40 horas en el  vientre de la noche.

Según pasan los días, la esperanza se achica, quedan menos recursos de hallar supervivientes entre las piedras, la desesperación eclipsa de alegría de encontrar todavía a un ser querido. Al menos, que encontrar a los muertos pueda dar cierto reposo acedo al corazón.

De Oriente a Occidente, de Ucrania a Siria, guerras y cataclismos nos asolan. Y aun con todo, es posible la luz de la solidaridad y la empatía.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 12 de febrero de 2023).

12/02/2023 20:55 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

A espada y fuego

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Unos dos mil israelíes se concentraron en la plaza Rabin de Tel Aviv en la noche el pasado domingo para protestar contra el premier Benjamin Netanyahu. Foto www.infobae.com

Asentamiento: “Instalación provisional de colonos o cultivadores en tierras no habitadas o cuyos habitantes son desplazados” (Diccionario de la lengua española). No conocía bien esta acepción hasta el pasado noviembre, en mi viaje a la Tierra Santa de las tres religiones, según Osama, nuestro guía. “Aquí se fueron asentando, una familia, un grupo, luego con el apoyo del ejército”.

Nazaret, Belén, Jerusalén, daba lo mismo. Eran casas humildes, tierras sencillas de labor que los israelíes se van anexionando y robando a los palestinos, apátridas sin derechos. Así durante décadas. El muro, el maldito muro. Imposible salir de zona cisjordana los coches autóctonos con matrícula blanca, que los diferencia de los coches judíos, de color amarillo. Solo se puede en autobús, de noche o de madrugada, a escondidas. Los cristianos aún tienen posibilidad, con un permiso de su parroquia, si se es varón, en edad de trabajar y padre de familia. No así los musulmanes.

Largas colas de hombres, jóvenes y maduros, volviendo a pie de un duro trabajo, ¿agrícola?, ¿en la construcción?, a las cinco de la tarde, ya anochecido. Inmundicia en las calles palestinas, falta de higiene. ¿Un poco de humus, lechuga con queso y unos dátiles para cenar?

Atentado terrorista en una sinagoga; al día siguiente, tiroteo en el asentamiento Ciudad de David, Jerusalén Este. Un año sangriento este 23, tras la dura pandemia. Heridos y cadáveres de ambos bandos. No nos cuentan todo.

Franja de Gaza, Altos de Golán, campos de minas y alambradas. Al otro lado del Jordán, donde personas prácticamente de todas las confesiones renovamos nuestro bautismo o el respectivo rito iniciático, soldados israelíes con un fusil. Y al pasar a zona judía para la misa en el Gólgota, hacia las cuatro de la mañana, el vigilante se subió al autobús adaptado, en la mano el arma, a pedirnos los pasaportes. Se había producido otro atentado.

Estos días, al contemplar los fuegos y los levantamientos, las manifestaciones y la intifada popular, tras el Domo dorado de David, recordaba el Cedrón y el Monte de los Olivos, y ese punto concreto al amanecer por el que entró Jesús el Domingo de Ramos. El mayor enfrentamiento israelí-palestino desde 2011. ¿Cuándo se nos dará volver a Tierra Santa?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 5 de febrero de 2023).

05/02/2023 20:58 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Valero

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Detalle de  San Valero en el Sepulcro del abad Lope Marco (mosasterio de Veruela. Foto www.wikipedia.org

Me imagino a Valero y a su diácono asistente Vicente en el Concilio de Elvira (Granada, ca 306 d C). El uno tartamudo o con problemas de dicción; el otro traduciendo o intentando transcribir en palabra preclara lo que la fogosidad de su obispo le dictaba. Y después en Valencia, donde ambos defendieron su fe contra la ira física y verbal de Diocleciano, hasta ser separados de por muerte: este brutalmente martirizado; el primero desterrado al Pirineo.

Era tiempos recios, tanto como ardientes de pasión. Quedaba todavía la impronta de María visitando a Santiago y su grupo a la orilla del Ebro. ¿Haría cierzo entonces? ¿Cómo sería de helador el enero del 40?. Desde luego, algo más nieve habría que en Nazaret, Cafarnaún o Jerusalén.

Se documentan varios Valeros alrededor del siglo III de la era cristiana. ¿Nació y fue realmente obispo de Zaragoza? En siglo XI, cuando la reconquista cristiana contra los musulmanes comenzó a tomar fuerza, parece que los restos encontrados en Roda de Isábena eran los suyos. Entre Alfonso I y Alfonso II fueron trayéndose sus reliquias a la capital aragonesa. Con Benedicto XIII (siglo XV), se colocó su precioso relicario en la catedral de La Seo, junto a los de San Vicente y San Lorenzo, nuestros grandes mártires. Cuenta la tradición.

Dos mil años de convivencia y enfrentamientos entre judíos y cristianos, y algunos siglos menos con el pueblo musulmán. Partiendo de Abraham, el tronco común. La primogenitura y el poder van siempre de la mano, y cada cual arrima el ascua a su sardina. Cruzadas, guerra santa, expulsión de los judíos, inquisición, contrarreforma, holocausto, conflicto israelí palestino. La cultura mozárabe y mudéjar o hispano-judía no nos sirvió de mucho. Y la historia continúa.

Puede llamarse Diego, Antonio o Fátima. Porque no va en las culturas o confesiones religiosas, sino en cada persona. Yasin Kanzaa atentó contra dos iglesias. Mató al sacristán, hirió al sacerdote. La Torá, la Biblia, el Corán. ¿En qué versículo se bendice asesinar la vida?

Me imagino a Valero orando y meditando en la iglesia más pequeña de España, paseando por el Pirineo, superándose un día tras otro, envejeciendo. Vicente ya no estaba. No lo tendría fácil luchando contra la soledad y el viento. Como tampoco hoy.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 29 de enero de 2023).

29/01/2023 02:15 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Canciones de mujer

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Dinah, hija de Jacob. Foto www.sigueme.com

“Esto es pa’ que te mortifiques, / mastique y tragues, tragues y mastiques. / Yo contigo ya no regreso, / ni aunque me llores ni me supliques”. El ritmo de TikTok de la colombiana Shakira se hizo viral la pasada semana. ¿Despecho a su pareja? ¿Deseo de empoderar a las mujeres? ¿Forma de sacar unos dólares más?

Parece antitético a la conferencia “Palabras de mujer en la lengua española”, impartida por la profesora María Antonia Martín Zorraquino en el campus universitario de Huesca. Palabras como mujer, madre o nodriza son exclusivamente femeninas; otras comparten género, y el discurso de tantas escritoras, reconocidas u olvidadas, ha de tenerse en cuenta. En la misma línea, el club de lectura “Palabra de Mujer”, de la Casa de la Mujer de Zaragoza.

Todo ello me hace recordar el volumen El suicidio o el canto, del autor afgano Sayd Bahodín Majruh y traducido por Clara Janés, poemas de las mujeres pastún en los campos de refugiados de Paquistán. O también Vestidas para un baile en la nieve, de Monika Zgustova, sobre el gulav o prisión de mujeres en tiempo de Stalin. “Entonces empecé a intuir el poder mágico que tiene la belleza para una persona humillada”.

¿En qué condiciones escribió Irène Némirovsky Suite francesa, rescatada décadas después de su muerte en Auschwitz por su propia hija? Y sin irnos tan lejos, ¿cómo fue día a día la redacción de Diccionario del uso del español, mientras María Moliner, ya degradada por el régimen franquista, cuidaba de la casa el marido y los hijos? ¿Por qué María Teresa León, consorte de Rafael Alberti, no ocupó un lugar más prominente, junto a otras compañeras en la Generación del 27?

Rosario Flores nos sorprendió interpretando “¡Qué bonito!” mientras esperaba a su primera hija; y Lucía Etxebariia reflexionó a partir de su maternidad en Un mundo en equilibrio. ¿Identidad sexual? Hombre y mujer escriben y cantan siempre de una forma diversa, y no hay ley ni cultura que lo cambie.

Llevamos dos milenios recordando el Magníficat, un canto de alabanza y empoderamiento de María de Nazaret. Y quizá más olvidando a Dina, hija del bíblico Jacob –junto a sus hermanos varones–. Las nunca el historia tuvimos paridad.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 22 de enero de 2023).

22/01/2023 20:27 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

La estrella que pervive

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Foto Jesús Alba Enatarriaga

Terminó hace unos días la Navidad y el alto el fuego ruso ucraniano, que según algunas fuentes a pie de campo nunca existió. El 7 ya es día de rebajas, se apagaron todas las bombillitas de los grandes centros comerciales y está ya permitidos hacer el recambio de los reyes que, como es frecuente, llegaron confundidos en sus camellos. Aunque para muchos cristianos es época navideña hasta el domingo siguiente a la Epifanía, en que se conmemora el Bautismo del Señor; y para muchos otros, el 2 de febrero, la Candelaria o Presentación de María y el Niño en el templo judío.

Y, sin embargo, cada una de las tres confesiones que compartimos desde la Natividad al Santo Sepulcro, descubrimos la Estrella en fechas diferentes. A los católicos romanos, los cristianos más jóvenes, nos conduce a Belén el 25 de diciembre; los ortodoxos griegos o del Mediterráneo oriental, regidos por el calendario juliano –nuestro predecesor–, apuntan al 7 de enero; los cristianos armenios, primeros apóstoles en el tiempo, lo celebran cuando nuestra Epifanía.

En cualquier caso, este año dos países, no hace tanto hermanos, no han podido disfrutar en paz de sus doce platos tradicionales, su ayuno ritual ni el despuntar feliz de la primera estrella en la noche. Toneladas de ayuda humanitaria de Aragón hasta Polonia, gestos de acercamiento, empatía, manos que estrechan manos y corazones. Y con todo, el kutia no sabe igual en la distancia, ni la fe hace volver al ya eternamente ausente.

Muchas familias  destrozadas, síndrome de expatriados de por vida, madres huérfanas de niños, esposos separados en dos polos antípodas sin solución de continuidad.

No es posible la paz en estos términos. De mantener las luces encendidas, no son sino anuncio de una noche más lóbrega y tortuosa. ¿Cómo recomponer los añicos rotos a fuerza de misiles y latigazos?

Dicen que el robo de la Estrella de Belén originó la Guerra de Crimea, preámbulo de la Primera Mundial. Hoy, capaces de desvelar exoplanetas, al borde del colapso por la guerra y el calentamiento demasiado rápido, no nos lo podemos permitir. “Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor" (Lc. 2, 22). Este año la Estrella me seguirá guiando durante meses.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldoi de Aragón, "Tribuna", domingo 15 de enero de 2003).

15/01/2023 21:36 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

El cuarto mago

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Mosaico de San Apolinar Nuovo (Rávena, Italia). Foto www.google.com

“La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño” (Mt. 2, 9). Parece que eran persas, y que un mosaico de los tres Magos (Justiniano, siglo VI) salvó la basílica de la Natividad, en Belén de la destrucción. Hablaron de una conjunción de Júpiter y Saturno (desde el 7 a. C.); o de una supernova. Mago se relaciona con la casta sacerdotal del zoroastrismo, y con cierta leyenda irania que relaciona la luz y el fuego de una estrella con el nacimiento de un ser muy especial.

En el Libro de las maravillas (siglo XII), Marco Polo escribe: “En Persia está la ciudad que se llama Sava, de donde partieron los tres Magos cuando fueron a adorar a Jesucristo. (…) Uno de estos fue llamado Jaspar, el segundo Melchior y el tercero Balthasar”. Aunque según parece había una serie de sepulturas de seguidores del enigmático Zoroastro.

A lo largo de la historia ha habido buscadores, científicos, teólogos que han seguido buscando y nos han acercado al rostro y a la ternura de Jesús, recién nacido o ya persona adulta, humanidad y trascendencia unidas. A uno de esos grandes buscadores lo despedíamos el día 5, justo antes de la fiesta  de la Epifanía, en la plaza de San Pedro.

Benedicto XVI, Joseph A. Ratzinger, un hombre de su tiempo. Sufridor de las secuelas del nazismo, colaboró a la apertura de la Iglesia con el Vaticano II para tomar pie en tierra ante sus dificultades. Antor de varias encíclicas y exhortaciones apostólicas, nos ayudó a muchos a descubrir la verdad. El suyo no era el carisma de las masa ni el de la caridad a flor de piel, como en Juan Pablo II o Francisco, sino el de la interiorización.

Se cuenta ya entre los padres y los doctores de la Iglesia. Uno de los mayores intelectuales de los siglos XX y XXI. Tras su pontificado, supo guardar silencio, al igual que San Juan de la Cruz y los místicos españoles, a los que sentía tan cercano.

¿Un mago más? No al modo de Artabán, que se perdió por el camino en socorro de los menesterosos, según el cuento navideño de Henry van Dyke. “… los sabios de Oriente son un inicio, representan a la humanidad cuando emprende el camino hacia Cristo” (La infancia de Jesús). El autor de estas líneas, Benedicto XVI, lo ha sido, lo es, lo será siempre para todos nosotros, creyentes o no.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 8 de enero de 2023).

08/01/2023 23:36 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

¿Balance positivo?

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Foto www.freepik.es

Todo diría que ha sido el año que hemos comenzado a superar la dichosa pandemia, al menos el común de los mortales. Si bien los misiles y ataques indiscriminados han ensombrecido Europa, lo que a su vez contrasta con los fastos funerarios de Isabel II, en mitad de una crisis y un cambio de gobierno. La política ha ido desde la radical Meloni, a las leyes y salidas de tono de Irene Montero y de los suyos; mientras nuestro planeta sigue calentándose, los volcanes asolan extensiones y vidas y el “veroño” se impone como algo perenne.

Rafa Nadal continúa superándose y el campeonato de fútbol de Catar marca un antes y después en la atención al público con diversidad de capacidades. Pero no hay luz sin sombras: Sara Khadem ha de apostarlo todo en cada partida de ajedrez, decidida y sin velo, para que a más periodistas no se les decapite por defender derechos universales. Las mujeres vamos avanzando, pero las niñas pueden abortar y los enfermos y ancianos están en su derecho de anticipar la muerte asistida en caso de que su vida sea incurable –para la dependencia y los cuidados paliativos no hay dinero–.

Abogamos para que en otros países en desarrollo se instaure la dignidad. Mientras en el nuestro, solo en diciembre, más de una decena de mujeres han sido asesinadas por quien se supone más las quería. Una de ellas, en Matamala de Almazán (Soria), junto a su pueblo, el de mis padres, y el mío, con quienes tanto he amado.

Rusia, China o Venezuela sueñan con ser potencias, mientras Argentina vira de sentido. Los ricos son cada vez más ricos, y los pobres más pobres. Ni el agua llega a todos. Sigue habiendo chabolas de madera y latón, palacios derruidos por las guerras y personas durmiendo en la calle.

He tenido la suerte de recibir el Premio Moisés Calvo, del Centro Soriano de Zaragoza, en honor a su fundador. De editar mi primera novela sobre la España vaciada. De viajar a Israel y Cisjordania con un grupo de encanto, y he visto violencia, miseria y muros levantados por doquier –palestino es sinónimo de apátrida sin dignidad–.

Y con todo, debemos recibir con esperanza y ternura el nuevo año. Seguir las huellas del Niño de Belén, la estrella o asteroide de esos sabios persas que hemos convertido en Reyes Magos, nuestra luz y guía interior. Seamos positivos. Que todos recobremos la salud, Ucrania y Rusia la paz y el acercamiento, como antaño, y el papa Benedicto XVI nos siga bendiciendo.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", martes 3 de enero de 2023).

03/01/2023 13:52 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Navidad feliz

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Gruta de la Leche (Belén). Foto Jesús Alba Enatarriaga.

Vamos adaptando la tradición y la iconografía según los siglos y las modas. Del belén viviente de San Francisco, tras su viaje a Oriente, al Belén del Príncipe de Carlos III; de las representaciones medievales al sencillo nacimiento con las cinco figuras o los belenes infantiles de Playmobil. Pequeños y mayores seguimos recreando año tras año figuritas y espacios en torno al natalicio del Niño Jesús.

Mi peregrinación a Tierra Santa –ni Israel ni Palestina, para que nadie se moleste–, hace apenas un mes, me ha cambiado la visión de las luces, el árbol y el belén. Ni los cuentos de Andersen ni de los hermanos Grimm son cuentos estrictamente para niños, como tampoco el hecho de la Natividad, por mucho que en el relato aparezcan pastores, angelitos y Reyes Magos que nos traen regalos.

El pueblo judío esperaba a un Mesías salvador, que liberase al pueblo de esclavitudes e injusticias. En eso y otras cosas no hemos cambiado tanto. De ahí a que una niña quedase embarazada iba un abismo. María no se libró, en aquel tiempo primigenio y pre civilizado, de la ordalía o juicio sagrado en la sinagoga; y por lo que tengo entendido tampoco José. Pero algo la diferenciaba del común de los mortales: “Que sea en mí la voluntad de Dios”.

Era una muchacha andariega y viva. De Jerusalén a Nazaret, para comprometerse con el hombre al que la habían desposado –todavía sin bodas–; de ahí a Ein Karem, en la montaña, para ayudar a su prima que estaba encinta; y luego a Belén, con motivo del nuevo censo de Quirino. Y le llegó el momento de romper aguas, y tuvo que dar a luz en una gruta en la roca, habitual vivienda y albergue de pastores.

Y aconteció el prodigio, el anuncio del ángel, la señal: “… encontraréis a un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre" (Lc. 2, 12). Los niños ven y creen en los ángeles. ¿Y los adultos? Un pesebre de piedra, ara o altar de sacrificio, donde sacrificaban a los corderos elegidos, sanos, sin tara, inmaculados.

Bajamos, nos bajaron, por la escalera estrecha y empinada, en la basílica de la Natividad, hasta el espacio que compartimos cristianos armenios, griego ortodoxos y latinos: la capilla del Pesebre, junto a la de los Reyes Magos. Y ante la Estrella de Belén, oramos y volvimos a adorar al Niño Dios. “Hoc de Virgine Maria Jesus Christus natus est”. Era un bebé recién nacido.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", sábado 24 de diciembre de 2022).

24/12/2022 02:07 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Campeones del mundo

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Foto www.fifa.com

España quedó descalificada y, sin embargo, estamos de enhorabuena. La FIFA ha preparado el mayor despliegue logístico, cara a la igualdad de oportunidades y accesibilidad universal, en esta Copa Catar 2022. “El objetivo de Catar 2022 es claro: asegurarse de que todo el mundo tenga las mismas oportunidades de disfrutar del Mundial”.

Por una parte, los niños de la calle, personas plenas con derechos cuando hacen deporte. Por otra, la total inclusión de mujeres y hombres con diversidad funcional. Se preparó con tiempo, con miembros y grupos del colectivo. “Nada sobre todo nosotros sin nosotros”, lema del Movimiento internacional de Vida Independiente.

Los ocho estadios completamente nuevos han hecho posible cinco niveles de accesibilidad: usuario de silla de ruedas; acceso fácil con espacio adicional; acceso fácil estándar; acceso fácil con asiento extra grande, y salas sensoriales para espectadores neurodiversos en los estadios. Junto a aseos, áreas de aparcamiento, carriles específicos, mostradores de comida y bebida, prioridad a los ascensores y señalización pertinente.

Todo previsto para que jóvenes diversos puedan asistir a los partidos y saludar de cerca a sus héroes. Autobuses con plataforma elevadora y espacios reservado, taxis adaptados en todos en todos los puntos del planeta, trenes con asiento H que enlazan países, aviones con silla de transferencia. De espectador a protagonista va solo un ápice.

Y recuerdo a Teresa Perales y a todos mis compañeros paralímpicos; y a nuestra pionera, María Paz Monserrat Blasco. Y me acuerdo de tantos amigos que lograron ascender al Aneto, al Atlas y al Kilimanjaro en silla de ruedas o bicicleta de mano. Y me viene a la mente aquel verano entrañable, con Disminuidos Físicos de Aragón, en el que realizamos un primer tramo del Camino de Santiago con bicicleta de montaña, desde Jaca.

Avión, con todos los controles habidos y por haber, autobús privado con plataforma; de Tel Aviv a Nazaret, Belén o Jerusalén, no van tantos estadios. Los voluntarios nos bajaron a la gruta de la Anunciación y al portal de Belén; nos subieron a la Transfiguración, el Gólgota –la piedra desechada por los arquitectos– y el cielo reflejado en Tiberiades. “Nos educaron para creer que fuimos esparcidos en esta tierra como tribus y naciones para aprender los unos de los otros y encontrar la belleza en nuestras diferencias” (Ghanim Al Muftah, ceremonia de inauguración de la Copa Mundial Qatar 2022).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 18 de diciembre de 2022).

18/12/2022 20:30 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Inmaculados

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Mosaico en la casa de Isabel y Zacarías, Ein Karem (Jerusalén). Foto Jesús Alba Enatarriaga.

Según las doctrinas cristiana y musulmana, Jesús sería concebido en el vientre de una virgen, la Virgen María. Siguiendo la tradición franciscana consolidada en Tierra Santa, María asimismo sería gestada por obra del Espíritu Santo, sin relación directa entre sus padres, Joaquín y Ana. Tradiciones que no deben confundirse con el dogma de la Inmaculada Concepción, María sin pecado alguno, reconocido por la Iglesia Católica desde 1854 y cuya festividad celebrábamos esta semana.

Sea como fuere, a María y José parece que no les perdonaron la ordalía o juicio sagrado, y la obligación de beber las aguas amargas en el templo judío, pruebas de las que salieron indemnes. En el vientre de María latía y respiraba un ser sagrado, como por otra parte en el útero fértil de cualquier mujer.

Veía el otro día la película “La Maternal”, de Pilar Palomero. Carla, con 14 años, se queda embarazada e ingresa en una casa de acogida con otras adolescentes en su misma situación. Su madre ya había pasado por esa experiencia. La directora, con sus habituales primeros planos de los personajes, narra una historia tan dura y bella como real.

Y me hizo pensar. En tantas menores que no deben pedir permiso a sus progenitores para la interrupción del embarazo. En tantos pequeños con síndrome de Down que ya no nacerán. En todos los niños testigos de la violencia de sus padres. En los angelitos sin alas y huérfanos de Ucrania, Afganistán o cualquier otra guerra. En esos niños palestinos sin país.

En mi reciente viaje, me impresionó la historia, relatada con una crudeza con la que nunca la escuché, del torrente Cedrón, donde sacrificaban a los primogénitos. “Allí será el llanto y el crujir de dientes”. O uno de los mosaicos del patio de la casa de Isabel y Zacarías, padres de Juan Bautista, donde se retrata la bestial matanza de los inocentes.

Y sería en Belén… Visitamos las habitaciones comunes del orfanato de las Hermanas de la Caridad: camitas en hilera, personajes de Disney, decoración pre navideña, espacio para juegos, los más pequeños en cunitas. Hubiera cogido en mi regazo a aquel pequeño, pero no se podía. Las mamás no llegan a conocerlos. La mayoría, fruto de violaciones en el seno familiar. Son niños del Estado.

“Ave Lucía, / has crecido diez años o más en un solo día. / Ave valiente, / decidiendo marchar por la vida, / levantando la frente” (Sergio Dalma).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 11 de diciembre de 2022).

11/12/2022 01:33 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Jerusalem

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Foto Jesús Alba Enatarriaga

Un muerto y veinte heridos al menos, dos explosiones simultáneas poco después de las 7 de la mañana. ¿Se lo olían? ¡Por eso se subió el vigilante a nuestro autobús en el puesto de control? Poco más de las 4 de la madrugada, nos pidió los pasaportes y se bajó. Luego, en la misa en el Gólgota, alguien creyó escuchar un estampido. Las familias comenzaron a poner whatsapp: ¿Estáis bien?

Nuestra peregrinación comenzaría seis días antes, de Barajas al aeropuerto de Ben Gurión, en Tel Aviv; de ahí a Nazaret, en autobús con plataforma elevadora, para hospedarnos en el hotel Casa Nova, regido por los franciscanos. Al día siguiente las primeras sorpresas: la casa de Caná del novio rico, de gruesos muros, amigo de Jesús y de María, trasunto a su vez de las bodas del Esposo con su Iglesia. De vuelta a Nazaret, las casas de la Virgen y José y su familia, más humildes, de piedra, y la Basílica y Gruta de la Anunciación, donde el sí de María a la vida conmocionó su propia existencia, la del mundo judeo romano y el actual.

Allí nos descendieron en nuestras sillas de ruedas, uno a uno. Como nos subirían a la barca de Pedro, y en el mar de Galilea celebramos la misa, interiormente invitados a caminar sobre el agua. Luego Cafarnaún, el pueblo de la vida pública del Señor, un trasterrado más de tantos de la Historia.

La iglesia de las Bienaventuranzas, desde donde se divisa el monte Tabor, el río Jordán y la renovación de una promesa iniciática, Jericó, el desierto… Y ya Bethlehem. Toda vez que pasábamos de Israel a Cisjordania, los pasaportes preparados, y una miseria paupérrima.

Para no extenderme, el enorme árbol de Navidad junto a la Natividad, villancicos conviviendo con el canto grabado del minarete, y nosotros bajando a la Gruta, tirándonos de cinchas o correas cosidas para la ocasión. ¡Jamás hubiera imaginado que seríamos pastorcicos sobre ruedas y con bastones de invidentes!

La puerta de Jaffa, al oeste de Jerusalén, es la más conflictiva. El atentado fue en la estación de autobús de Givat Shaul, también en la parte occidental. San Pedro en Gallicantu, las casas de Caifás y de Pilatos, la cisterna con agua en la que metían a los ajusticiados, la Vía Dolorosa, Getsemaní, el Calvario.

Y el orfanato de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl, donde acogen a niños sin derechos de 0 a 6 añitos. Este año la Navidad va a pintar diferente.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 4 de diciembre de 2022).

04/12/2022 21:01 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Viajes transfronterizos

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Foto Jesús Alba Enatarriaga

El 25% de los jóvenes entre 15 y 29 años se considera racista; la violencia de género es bastante más frecuente entre parejas de menor edad… ¿Hemos perdido las raíces?

Abraham, Moisés, David… el Antiguo Testamento es ya un cruce de culturas, de Babilonia a Egipto o Jerusalén. Y es que, planificando mi viaje a Tierra Santa, repasaba cómo peregrinos y autores de todas las épocas han dado testimonio de esa mezcolanza y a la vez enfrentamiento.

Desde el siglo XI, bajo el pontificado de Urbano II, los primeros cruzados intentaron conquistar las tierras que creían de Jesús de manos musulmanas, al grito de “¡Dios lo quiere!”. Al fervor religioso se uniría el interés social y personal, y entre los cientos de clérigos y caballeros que tomaron las armas y los arreos, destaca un curioso personaje: Pedro el Ermitaño.

Más habituales serían los peregrinos en los siglos XVI y XVII, como el cordobés Alonso Gómez de Figueroa, que dedica su Alcázar imperial al Gran Capitán. O el vallisoletano Pedro Tafur, que detalla en su crónica del Monte Sión y otros lugares santos: “…al un canto de la ciadat en la mayor altura, e allí están muchos lugares donde Nuestro Señor fizo mucha maravilla”. La obra Viajeros españoles a Tierra santa, siglos XVI y XVII desvela el doble aspecto del paisaje y la espiritualidad.

Por su parte, el corpus Urbs beata Hierusalem recopila las hazañas de aquellos nobles caballeros del Siglo de Oro, cuando triunfaban la Jerusalén libertada de Torcuato Tasso o el Orlando Furioso de Ludovico Ariosto. ¿Y acaso no influyó en la espiritualidad teresiana todo ese contexto cultural? San Francisco haciéndole pensar a Saladino, Ignacio de Loyola, o Carlos de Foucauld en los Lugares Santos, hacen virar la historia.

La tierra de Jesús, otomanos y hebreos, está llena de contradicciones y similitudes, guerra y admiración mutua. Y en este tiempo de intolerancias, que surja una peregrinación adaptadas a enfermos y  personas con diversidad funcional, como la de la Hospitalidad Jesús de Nazaret, es más que una experiencia religiosa. A la vuelta os  cuento.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 27 de noviembre de 2022).

28/11/2022 00:06 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Cambio retro artístico

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Foto www.infobae.com

Se adhieren con pegamento a la obra “Latas de sopa Campbell”, de Andy Warhol, en la Galería Nacional de Camberra, Australia. Antes sería el cuadro “Masacre en Corea”, de Pablo Picasso, en un museo de Melbourne. “La última cena” de Leonardo da Vinci, en la Real Academia de las Artes en Londres. “Los girasoles” de Vincent van Gogh, en la londinense Galería Nacional, manchados de sopa. El ataque con puré de patatas a “Les moules”, de Claude Monet, en el Museo Barberini de Potsdam, cerca de Berlín. O “La joven de la perla”, de Johannes Vermeer, en el Mauritshuis de La Haya.

Entre nosotros, dos jóvenes pegados a los marcos de “La maja desnuda” y “La maja vestida”, de Francisco de Goya, en el Prado; y la pasada semana, la vitrina con una momia egipcia y una pared, en el Museo Egipcio, de Barcelona.¿Cómo ha podido confundir la generación de nuestros jóvenes la velocidad con el tocino?

Nadie queremos que los combustibles fósiles aceleren el calentamiento y destruyan el planeta. Que haya hambre, bienes mal repartidos e injusticia en el mundo. Que la sequía aumente y no llegue el agua para todos. Que lo más poderosos se gasten en viajes, alojamientos, lujos innecesarios, lo que nos correspondería al común de los mortales. Pero de ahí a hacernos veganos y prohibirnos el ternasco y el jamón…

Porque hay otra riqueza y otro alimento que no son específicamente materiales. Antes de la agricultura existía el arte rupestre, elemento mítico religioso que ayudaba a vivir. ¿Se olvida o se ignora que los egipcios rendían culto a la inmortalidad? ¿Que de las etapas más oscuras de la tierra salimos tantas veces gracias a la creatividad? No produzcamos de nuevo atroces monstruos por echar a dormir nuestra razón.

Los jóvenes artistas-activistas, que estas últimas semanas han dado en manchar, burlarse y destruir el arte clásico, deben desconocer que Van Gogh murió en la miseria, que los cuadros de Picasso sobrevivieron a la guerra y las majas de Goya a una Iglesia y cultura inquisitoriales y a las cruentas batallas de la Independencia.

Desvirtuar lo mejor de nuestro arte, por mucho que se haga por motivos humanitarios y salvadores, es convertir todo activismo en arte retro, no el “que está inspirado en modelos de otra época o evoca un tiempo pasado” (Diccionario de la lengua española), sino en retrógrado e inútil. ¿Cómo sobrevivir así a cualquier cambio?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 20 de noviembre de 2022).

25/11/2022 22:47 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

El nuevo apocalipsis

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Foto Unsplash / Heraldo

¿Qué haría extinguirse a los dinosaurios? Ni los gigantosaurios en el entorno de Dinópolis, ni los últimos restos fósiles hallados en Riodeva –cuadrúpedos de cola y cuello largos y cabeza pequeña–, aclaran mucho la cuestión. En 150 millones de años hemos tenido tiempo de adaptarnos, igual que las abejas con hocico de perro en regiones urbanitas de Australia.

Aprendimos a prolongar la duración del día, según el eje de la tierra y la órbita lunar; y a orientar nuestra sepultura hacia el solsticio de invierno y el reinado de la luz, frente a la etapa oscura de las inundaciones de verano (2000 a C, antiguo Egipto). Creamos artilugios para medir el tiempo, brújulas para navegar del otro lado de los mares, piedras filosofales para no morir.

Y cuando ya nos pensábamos casi dueños de la eterna juventud, señores de las tecnologías punta, amos de toda voluntad sobre la tierra… Se “produce un mayor riesgo de inseguridad alimentaria, transmisión de enfermedades infecciosas, afecciones relacionadas con las altas temperaturas, pobreza energética y muertes por exposición a la contaminación” (Cuenta atrás sobre la salud y el cambio climático: la salud a merced de los combustibles fósiles).

Grandes extensiones de nuestra casa madre se inundan literalmente se inundan, mientras otras se queman. Glaciares de los Pirineos, Monte Perdido o los Alerces en Argentina se derriten; colapsa el entorno, la cultura, la luz. Guerras devastadoras en una Europa de países hermanos, covid y otras pandemias…

“La idea de que estamos en la tercera guerra mundial no sería popular en ningún país y todo el mundo está intentando no mencionarlo”, afirma el historiador Yuri Felshtinsky. Chima se predispone, los revolucionarios iraníes fabrican los más sofisticados misiles hipersónicos, y las palomas zombis olvidaron la ramita de olivo bajo el ala.

¿Apocalypse Now? No nos volvamos ya del todo locos, como el coronel Kurtz en la famosa película, y confundamos Camboya con Vietnam, patología del poder con legítima defensa. No grandes microscopios que descubran minúsculas galaxias, sino pequeños gestos que humanicen. De lo contrario, y no precisamente a un golpe de cohete.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 13 de noviembre de 2022).

14/11/2022 00:31 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Réquiem por la cultura

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La estatua del poeta Grigory Skovoroda fue lo único que quedó en pie de su casa museo. Foto www.bbc.com

El teatro de Mariúpol, el de la Ópera y el Ballet en Odesa, la catedral, el Monumento al Holocausto o la Academia de Cultura de Jérkov, el Museo Nacional de Leóolis o el de Antigüedades de Chernígov; el museo de Historia Local de Ivankiv, la casa museo del poeta Grigory Skovoroda. Misiles indiscriminados y expolios en edificios civiles y religiosos, escuelas bibliotecas… El esqueleto de tanta cultura destruida muestra imágenes atroces,

Debajo, entre los costillares y los cascotes rotos, el drama cotidiano de dos pueblos que un día se creyeron uno. De un lado, refugios masacrados, cargas contra niños que intentaban salvarse escondidos, funcionarios a los que se persigue y se mata en su propia casa. Del otro, olvido, sanciones e ignominia de una cultura de milenios, la rusa, por pertenecer al otro bando –se salvan algunos autores clásicos–.

¿Cuándo al saber universal se le puso puertas? Claro, siempre que ha habido una guerra fratricida, por mucho que los gerifaltes y algunos combatientes no vean al hermano y sí al enemigo. Mientras, los menores, débiles, desvalidos, irán perdiendo todas sus referencias, llámense madre y padre, lugar de origen, cultura o dignidad.

Sucedió en la Alemania nazi, en la Unión Soviética, en las dictaduras latinoamericanas, en los regímenes totalitarios y retrógrados de los talibanes… Belchite, las ruinas de Palmira y tantos templos del arte y la literatura tragados por el odio serán simples ejemplos. Si lacerar el corazón de la piedra es en sí un magnicidio, ¿cuánto más el de carne?

“El director de la Filarmónica de Jersón, el músico ucraniano Yuri Kerpatenko, habría sido ejecutado por soldados rusos en su domicilio al negarse a colaborar con los ocupantes”. Se negó a dar un concierto en su ciudad, ocupada por las tropas rusas. Se volcó la comunidad artística internacional, Finlandia, Francia, Europa, pero nadie le devolvió la vida.

“La guerra está destruyendo bibliotecas, colegios, música, museos, ciencia, arte. Pero la guerra jamás va a destruir la cultura; ni los valores que representa; como tampoco la libertad y la dignidad de los seres humanos” (Felipe VI). Por apoyar globalmente los valores, no creo que nadie pulse el botón.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 6 de noviembre de 2022).

06/11/2022 22:19 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Mi ser mujer

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Foto K. U. / Heraldo

Desde que tengo uso memoria, me gustan las muñecas y los peluches. No tanto hacer las comiditas, por eso de no manipular correctamente los enseres culinarios. Ni salté a la comba ni jugué al balón, ni asistí al colegio de pequeña.

Mi infancia fue bastante solitaria. Mi adolescencia algo conflictiva. Me hacía mayor y seguía jugando con las letras de corcho y las muñecas. ¿Para qué tan temprano aquel cuerpo de mujer? Me extrañaba a mí misma, no me reconocía.

Cuando creces feliz en tu familia pero sin referencias exteriores de amigos y compañeros, por tu discapacidad, tergiversas también las emociones. Un profesor, un nuevo amigo, podría convertirse en el blanco de la diana, y te sientes enamorada del amor.

Solo con el paso de los años se te aclaran las ideas, ves hermoso tu cuerpo, te sabes atractiva. Ahora parece estar de moda la autodeterminación de género desde la más temprana edad, y hasta se politiza y se lleva al Congreso, con sus tiras y aflojas, y se discute.

Polémica y bistec están servidos. Por ejemplo, según la ley Montero, existe el derecho, de las personas intersexuales, a “no tener que ser inscritas en un sexo que no tienen definido durante los primeros meses de vida”. A mi corto entender, los avances médicos permiten decidir si alumbramos o no a nuestro hijo con diversidad funcional, pero no definir el sexo del bebé.

Cada cual podemos decidir nuestra forma de ser, inclinación sexual y a quién amamos. Es algo de por vida, no por temor o timidez de adolescencia, cuando todo es incierto, hasta el descubrimiento del placer.

“La postura de la Iglesia respecto al universo Lgtbi no sólo es anacrónica, sino también antievangélica. Piedra de escándalo” (James Alison, sacerdote, escritor y teólogo). Hablamos de otra cosa.

“Las personas trans menores de edad, hayan iniciado o no el procedimiento de rectificación de la mención relativa al sexo, tienen derecho a obtener la inscripción registral del cambio de nombre por razones de identidad sexual” (Proyecto de Ley la igualdad, art. 43). ¿Y si de adultos se quiere hacer reversible la persona? La verdad, no comprendo desde mi ser mujer, en femenino.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 30 de octubre de 2022).

30/10/2022 20:41 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Planeta tierra

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Foto Toni Albir / Heraldo

Gaston Bachelard hablaba de los cuatro elementos: aire, agua, fuego y tierra. Francisco Rico de la cadena del ser, del pequeño microcosmos de cada uno de nosotros al gran macrocosmos del universo. Simbolismos que enlazan con nuestra más genuina tradición y con un sentido lírico de la existencia.

¿Malos tiempos para la poesía? Según cómo se mire, porque no vende mucho, pero la necesidad de enraizarnos, sentirnos uno con el todo y dar vida a la España vaciada continúa ahí. Cuando en 2012 Luz Gabás diera a la imprenta Palmeras en la nieve, una ópera prima de 800 páginas, no muchos editores apostarían por ella. Convertirse en best seller y llevarla a la pantalla respaldarían su callada y paciente dedicación a la docencia, la traducción, el artículo sesudo, el cine y el teatro.

Y a la política, aunque según la propia autora sea antes la lectura y una buena formación. Si en la anterior novela era el viaje de Clarence a sus raíces, en una lejana isla africana perdida en el olvido, en Regreso a tu piel o Como fuego en el hielo son también el pasado, el deseo de saber y la contradicción del ser humano entre amor y crueldad. “Kilian habló sin apartar la mirada del cielo, que ese día estaba especialmente claro y brillante” (Palmeras en la nieve).

No es habitual triunfar saliendo de la nada, del subsuelo, de un esfuerzo constante y cotidiano. Hoy se llevan otras cosas. Ingenio, voluntad y estudio, mucho estudio, hasta casi enfermar en ocasiones de una investigación tan exhaustiva.

Y saber combinar los ingredientes, volviendo una y otra vez a las raíces: “Algo mucho más fuerte lo unía ahora a ese hogar, convertido en su paraíso personal…” (El latido de la tierra). En su última obra, ganadora del Planeta, un coro variopinto de “colonos, criollos franceses, españoles recién llegados, ingleses, esclavos africanos, tribus indias” viven y hacen vivir a los lectores todos los sentimientos y actitudes humanas imaginables.

Tras la concesión del premio el año pasado a Carmen Mola – Jorge Díaz, Agustín Martínez y Antonio Mercero hijo–, Lejos de Luisana de Luz Gabás es de nuevo un chorro de aire fresco, de fuego que acrisola el oficio de escribir, de raigambre profunda al universo. “No creo que el Planeta trastoque mi vida, mi casa está donde está, en el pueblo”, ha declarado. Un lugar y una autora para redescubrir el paraíso.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", martes 25 de octubre de 2022).

25/10/2022 12:37 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

María del Pilar

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Foto José Miguel Marco / Heraldo

Existen palabras y expresiones que, de lexicalizarlas, pierden su sentido original. A mí, como a tantas, me bautizaron con el nombre de la Virgen, hija y descendiente de sorianos recién afincados en Zaragoza.

Pilar. Pili, Pilares, Pilica, Pilica. Pililica, Piluca, Pilarica, tía Pi, como me llamaban mis sobrinos de pequeña. ¿Por eso en mis primeros poemarios decidí firmar María P, por resaltar el nombre de María?

Una pequeña talla en madera dorada de María con el niño Jesús, sobre una columna de jaspe, bronce y plata, vestida con el manto que, tras de la pandemia, se sigue renovando cada día. Patrona de la ciudad desde 1642, de todo Aragón treinta años después, de la Hispanidad y de diversos cuerpos, como el de Correos y Telégrafos, donde siempre trabajó mi padre.

La solemne corona, bajo el pontificado de Pío XII y el reinado de María Cristina, nunca me despintó a la Virgencica humilde con su Niño, a los que tantos adoramos. Y, quitando apellidos y advocaciones, me gusta más centrarme en la María de Nazaret en cuerpo y alma, que visitó a Santiago y los siete primeros convertidos zaragozanos, y en aquella entrañable capilla de adobe que hubieron de levantar a orillas del Ebro.

Desde ahí sí comprendo, y me conmueve, y me postro. El homenaje a la jota, los conciertos, las  actividades para niños y la fiesta joven, las vaquillas, los toros, las casetas regionales reabiertas, el teatro, las ferias, los chiringuitos. Todo cobra sentido y recobra alegrías tras más de dos años de casi encierro y nostalgia.

Pero también tienen significado las ausencias. Aquellos que no han podido volver a celebrar y acompañarnos, los duelos amputados, sin cercanía, las lágrimas sofocadas en medio de tantísimo dolor. María hacía siete años que había descorrido la losa del sepulcro cuando nos visitó.

Cuando el pasado día 12 pasé, vestida con mi traje de piñorra y mi sencillo ramico de claveles, hasta la Virgen sentí algo especial. ¿Las raíces profundas bajo mis ruedas? ¿La pasión de más de dos mil años por la vida? ¿La emoción por un logro conseguido? María del Pilar de Nazaret, hermoso nombre de pila para tantas que seguimos soñando con encender la luz en esta noche adversa.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 16 de octubre de 2022).

16/10/2022 22:48 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Querido Antón

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Foto José Miguel Marco / Heraldo

Todos hemos pasado por tus manos. Bien jovencitos éramos cuando viniste por primera vez a casa para aquella reseña de Epifanía de la luz: “Palomas de silencio para habitar la memoria”. Llevabas apenas 10 años con nosotros.

Habías dado ya a la luz Mitologías y estabas a punto de editar Los pasajeros del estío y El corazón desbordado, de Julio Antonio Gómez. No tardarías mucho en comentarme sobre un proyecto ilusionante que iba a remover los cimientos culturales de Aragón: “Imán”, suplemento de El Día. ¡Mi primera nómina como colaboradora periodística! –aún guardo los recibos en mi mesilla de noche–.

Bestiario aragonés, Aragoneses ilustres, Veneno en la boca, El testamento de amor de Patricio Julve, El álbum del solitario… “Deberíamos estar siempre ebrios, eso es todo. Para no sentir la terrible carga del Tiempo, que nos destroza la espalda, es necesario embriagarnos sin tregua” (Vino del mar). Solo un caminante de tu altura, de Santa Mariña de Lañas-Arteixo (La Coruña) a nuestro cierzo, puede seguir andando en otros pies.

“Rayuela” o “La Cultura” en El Periódico de Aragón, “Borradores” en Aragón tv… Aquella entrevista con Ana Catalá sería inolvidable. Y es que tú no solo transparentas esa red de inter conexiones culturales que bulle en tu cerebro, sino que donas vida y vas creando lazos de amistad de persona a persona.

De Flor de agua a Se está muy bien aquí, mis estudios de Manuel Pinillos o La manzana o el vértigo, me fuiste conociendo muy por dentro. Acaso porque mi ansiedad y mis momentos de paz rozando casi el éxtasis eran también los tuyos. “Sé dónde estás y qué ves. / Puedo imaginarlo muy bien: / ese océano verde, ahogado por un cielo / gris y melancólico, el campo abierto / hacia un horizonte interminable” (Cazador de Ángeles).

En “Artes y Letras” de Heraldo de Aragón fui juez y parte muchas veces, llevada de tu mano generosa. Antonio Colinas, Rosa Montero, Antonio Gamoneda, Olvido García Valdés… ¿Recuerdas cuando, en otra de tus entrevistas, describiste la relación de amor-ausencia con mi padre?

Maestro, amigo… siempre estuviste ahí. “Es la ciudad de mi vida, de mi memoria, de mi formación. Me gusta hasta la locura del cierzo”. Antón querido, hijo adoptivo ya para siempre de Zaragoza, y de nuestro corazón.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 9 de octubre de 2022).

10/10/2022 22:06 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

El invierno que viene

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Foto Pixabay / Heraldo

En menos de lo que canta un gallo hemos pasado del más tórrido y desértico calor a las primeras nieves, como suele suceder en nuestra tierra, y la semana pasada la tuvimos fina. Con la caída de la hoja comienzan a salir del armario camisetas más gruesas, jerséis y cazadoras. Y hay quien pronostica lo peor.

Se habla de retrasar la calefacción, de bajarla a mínimos, prescindir del sistema central y poner radiadores individuales. En la ciudad se trabaja ya en un proyecto de redes de calor y energías renovables para climatización y agua caliente en las viviendas. Pero no hay nada nuevo bajo el sol ni los carámbanos.

Antes sí hacía frío de narices, cuando éramos pequeños. La piña de la estufa eléctrica podía hacerte ampollas en la mano, y si salías del cuarto te congelabas. Y antaño, cuando nuestros abuelos, el ladrillo en la cama y un brasero, la manta y unos buenos cobertores.

Adaptarse es sobrevivir. Más en tiempos de guerra. Cuentan que si Alemania la perdió fue en parte por el frío. ¿Cómo ha de avanzar en estos meses el desafío ruso? ¿Nos tendrá a toda Europa a raya? ¿Habrá al final explosión que caliente los ánimos y haga volar por los aires los cimientos más sólidos?

Si pienso en las familias ucranianas que han resistido en lo que fue su cuna y pueden perder su patria, se me hiela la sangre. Donetsk, Lugansk, Jersón, Zaporiyia, ¿acabarán siendo rusas? ¿Y todos esos hijos, padres, esposos, enamorados, de uno u otro lado, a los que arrancan de los suyos para alistarlos a la muerte?

¿En las guerras se encienden luces de Navidad? Me temo que este año todas nuestras ciudades van a ser más oscuras, con menos alegría en las calles y a flor de corazón. Y no es solo el conflicto ni la carestía de la vida. Busquemos más adentro.

Lo peor no es el frío de la piel. Los mayores tenían de golosina los chupones de hielo, y en la nieve disfrutamos de lo lindo, nos despereza el alma. Ha de ser otro el motivo de la eterna tristeza del invierno.

Por lo menos, el clima nos ha dado unos días de respiro, han vuelto a subir las temperaturas. Mientras, preparemos la vuelta a la rutina del hogar o el trabajo, a las noches más cortas de la estación. Y confiemos que este invierno no sea tan crudo como seco el verano, que el frío también quema y produce heridas que tardan en sanar.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", jueves 6 de octubre de 2022).

06/10/2022 14:37 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Reina después de muerta

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Foto https://nationalgeografic.com

Joe Biden, Naruhito y Masako de Japón, Úrsula von der Leyen, Emmanuel Macron, el rey Abdulá II de Jordania y todos los soberanos de las casas reales europeas. Isabel Segunda, por la Gracia de Dios, reina del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, y de sus otros Reinos y Territorios, jefa de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth), defensora de la Fe. La semana pasada presenciábamos un funeral que ha marcado historia.

Dicen que el más multitudinario desde el de Winston Churchill. Nieta de Jorge V, instaurador de la dinastía Windsor, a quien adoraba, la abdicación de su tío Eduardo y la muerte de su padre, la subieron al trono con 26 años. Siete décadas de reinado equivaldrían a catorce presidentes de EE. UU., un giro completo en el Reino Unido, del Imperio al Brexit, y la relación con personalidades como The Beatles, Spice Girls, Jennifer López o el papa Francisco.

“Ha muerto en su residencia de Balmoral, en paz y rodeada de sus seres queridos”, fue el anuncio oficial, el jueves 8 de septiembre. Dos días antes la veíamos recibiendo a Lyz Truss, nueva primera ministra, junto a la chimenea, apoyada en un bastón y con un marcado hematoma en su mano derecha.

Del castillo de Balmoral, en Escocia, a Londres; el palacio de Buckingham, el de Westminster –sede del Parlamento, donde la velarían impertérritos sus ocho nietos–, el oficio en la abadía de Westminster, el paseo por las calles, hasta el emblemático arco de Wellington, y el viaje definitivo de la monarca a la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor.

Cautivaban los desfiles pautados, la calma de sus hijos junto al féretro, el estandarte, el cetro, la corona y el orbe con la cruz custodiando el cadáver, las gentes en las calles y ante grandes pantallas, cada gesto aparentemente sencillo y tan medido. Pero si algo nos conmovió fue el progresivo despojo, la Lamentación interpretada por el Gaitero del Soberano, el silencio cada vez más denso que venía del claustro, las lágrimas del rey.

Todo lo había dispuesto Isabel: los lugares, los cantos, la despedida, el encuentro de reyes reinantes con sus padres. “Dedicaré toda mi vida, ya sea corta o larga, a vuestro servicio”. Una mujer que supo reinar, ser buena madre, envejecer y morir con dignidad. To be, or not to be, esa es la cuestión.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", miércoles 28 de septiembre de 2022).

28/09/2022 13:01 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Javier Marías

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Foto J. P. Gandul / Efe

Hijo del inolvidable Julián Marías –de discípulo de Ortega a padre de la Constitución– y de Dolores Franco, el joven Javier se educaría entre libros y una educación sentimental anglo española. De Los dominios del lobo, parodia-homenaje del cine americanos híbrido de diversos géneros, a Tomás Nevinson, “quizás la mejor novela de Javier María” según José-Carlos Mainer, ha pasado la friolera de medio siglo.

Novelista, traductor, escritor de cuentos infantiles, articulista, académico, ensayista, editor… Tradujo a Robert Louis Stevenson, Joseph Conrad, Thomas Browne o William Faulkner. Entre sus títulos, El Quijote de Wellesley y Seré amado cuando falte.

“… he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola…”. Corazón tan blanco, Mañana en la batalla piensa en mí, Negra espalda del tiempo, Tu rostro mañana. Una imaginación desbordante, un estilo cuidado y exquisito, cinematográfico a veces, el cruce entre realidad y ficción.

No es fácil encajar en tendencias a un autor tan prolífico, que iba a los institutos sin cobrar y rehusó el Premio Nacional de Narrativa: “Estoy siendo coherente con lo que siempre he dicho, que nunca recibiría un premio institucional”. Su editorial, Reino de Redondo, que regentaba junto a Carme López Mercader, su compañera eterna y reciente esposa, no sabía de gastos ni de números rojos; sí de calidad.

María de Los enamoramientos, Berta Isla o las protagonistas de los cuentos dan la voz femenina al relato, en una partitura que el autor nunca sabe si va a tener continuación. Cada libro escrito e idolatrado podría ser el último.

En realidad, narrar es un arduo esfuerzo de puro ilusionismo infantil: imposible retratar las cosas como son. Traducir, cualquier palabra o concepto de un idioma a otro, el más difícil todavía. “Sigan pensando en algo más universal de lo que todos tenemos conciencia y a lo que nadie podemos escapar. Y enseguida aparecía la muerte, de la que nadie se ha librado y que a todos aguarda pacientemente” (Discurso de ingreso en la RAE de Javier Marías).

“Nadie piensa nunca que pueda ir a encontrarse con una muerta entre los brazos y que ya no verá más su rostro cuyo nombre recuerda” (Mañana en la batalla piensa en mí). A Javier lo seguiremos viendo en su obra.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 18 de septiembre de 2022).

18/09/2022 23:26 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Volver sin máscaras

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Foto Rafael Gobantes / Heraldo

Mascarillas para alumnos vulnerables, en el transporte, ventilación… El pasado día 8 se inauguraba el curso para los más pequeños, con nuevas perspectivas de normalidad.

Ya no son necesarios los grupos burbuja, entrar por un lado del pasillo y salir por otro, compartimentar el recreo con horarios para cada clase. Las ventanas abiertas por momentos se irán equilibrando por una más baja calefacción, por eso del ahorro energético.

Y es que a las alumnas y los alumnos hay que ir enseñándoles desde niños. Cambio en el currículo, organización y objetivos; menos memoria y más resolución de problemas de la vida real.

No hay recuperaciones en septiembre (Lomloe 2021). Se podrá pasar de curso con una asignatura no aprobada o si el profesorado lo estima conveniente. Más vacaciones trimestrales, al estilo europeo.

Educación para la salud, incluida la afectivo-sexual, igualdad entre hombres y mujeres, respeto entre iguales e inclusión de la diversidad. Educación en Valores Cívicos y Éticos de 10 a 12 años e incentivación a la lectura. La nueva FP, que va a priorizarse, tendrá puentes a la Universidad.

Está fenomenal. Que los chicos aprendan, se preparen, compartan… Que haya oportunidades para todos. Aunque nunca lo cortés ha quitado lo valiente. ¿Acaso está reñido memorizar o leerse el Quijote con crecer con los pies en la tierra?

José Ángel Valente trataba ya, en Las palabras de la tribu, el enfrentamiento entre ideología y literatura o entre el discurso institucional y la palabra creadora. Escuelas rurales, más o menos número de estudiantes por aula, atención a las capacidades diferentes… La educación de género debe ser transversal, lo mismo que la educación en sí.

Un nuevo curso, ilusionante y esperanzador. “El impacto de la subida de libros de texto, comedor y transporte lo está asumiendo la Administración”, afirmaba Felipe Faci, nuestro consejero de Educación. Las restricciones energéticas pueden acercar a  los alumnos a sus compañeros ucranianos y de otras culturas, hacernos a todos solidarios. Pero vayamos un poco más allá. Ahora que estrenamos curso ya sin mascarillas, dejemos también caer la venda de los ojos: enseñan no es inculcar una tendencia.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 11 de septiembre de 2022).

11/09/2022 19:44 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Sequía

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Foto Verónica Lacasa / Heraldo

Troncos, barcos de guerra, cadáveres, necrópolis, termas, ciudades y civilizaciones antiguas… La brutal escasez de agua de este verano, con no más del 25 al 43% de pantanos y embalses, ha dejado al descubierto la belleza de la Tiermas romana en Yesa, el dolmen prehistórico de Guadalperal en Cáceres o “Stonehenge” español –de hacia 5000 años a. C.--, o los buques de guerra nazis hundidos en el Danubio hace ocho décadas cuando huían de la tropa soviética.

Es la otra cara de la moneda de esta bestial sequía que nos está asolando el planeta entero. La situación se agrava en muchos embalses aragoneses. Yesa, Mediano… Algunos cubren solo el 11% de su capacidad y otros aparecen muertos. El cauce Gállego-Cinca está al límite, Huesca apuesta por restringir el agua, Teruel parece algo más optimista. La gravedad extrema llega a Andalucía y el parque natural de Doñana se seca por completo.

Más de la mitad de Europa, de sur a norte, sufre sequía y agrava la crisis económica. Pero es que el mundo está convulso: temperatura extrema, falta de lluvias, cambio climático incorporado. China lleva dos meses con 40º C. y sensaciones térmicas de 50º C.; en el cuerno de África tampoco llueve, la mortandad no sabe ya de cifras.

“Este verano probablemente sea el más fresco de lo que nos quede de vida” (Fernando Valladares, ecólogo del CSIC). No será para tanto, piensan otros; se alternarán veranos más y menos cálidos. Y hay quienes vaticinan que de aquí a 2036 vamos a ir de mal en peor.

Lo cierto es que hasta la fecha no ha sido muy habitual hallarse en una terraza de Soria a 45º C. el mes de julio, que casi me da un yu yu de calor. Y los rastrojos y hasta los girasoles más resecos que nunca. ¿Qué sería de un mundo sin gaviotas, con los últimos peces disecados?

Las llamaron las “piedras del hambre” (hungersteine en alemán), y en los ríos checos y en el Elba han resurgido algunas con los míseros cauces de este año. “Si me ves, llora” reza una de las más célebres, aludiendo a la hambruna, secuela histórica de sequías extremas. Y a una le vienen las palabras parafraseadas de Jesús: “Llorad por vosotras, mujeres de Jerusalén”. Porque si esta de 2022 se cuenta como la peor sequía de la Historia, los augurios no son que digamos muy favorables. ¿Qué han de ver nuestros hijos?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", jueves 8 de septiembre de 2022).

11/09/2022 19:08 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Ceñirse el cinturón

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Foto www.heraldo.es

El Ayuntamiento, la Diputación, La Seo, el Pilar, El Corte Inglés, los grandes almacenes y pequeños comercios. Todo apagado. ¿Otra vez una ciudad fantasma? Ahora por la pandemia económica y las consecuencias de una guerra a todas luces, valga la paradoja, de lo más absurdo.

Con la que ha caído y está cayendo, entras a un bar y apenas te refrescas ni se te quita la sed. Claro, mayor consumición, aparte del ahorro energético. Lo mismo en el cine, sudas la gota gorda. Aunque el abaratamiento en las piscinas suponga un mayor bien para el ciudadano que para el concejo. Y es que con el cambio climático que se nos avecina, y que ya está aquí –secarrales, incendios…–, 27º C no son nada ni añaden el menor alivio.

¿Cómo será el otoño? ¿Y este próximo invierno? Vaticinan que vendrán especialmente crudos, inhóspitos y heladores, y deberemos agachar las orejas ante el sátrapa Putin. ¿Habremos de cambiar las mascarillas por camisetas térmicas, jerséis de cuello alto, abrigos, gorros y bufandas? ¿Una nueva Siberia en pleno centro y sur de Europa? ¿Y si es otra forma de anexionar territorios y conciencias?

Ya me imagino, en casa, el trabajo o la escuela, las grandes superficies, espectáculos o si vas a comer, a 19º C. Será sin duda el invierno de los edredones. ¿Habrá un baby boom bajo las mantas? Y pienso en los niños pequeños, en los mayores, en las personas afectadas de asma u otras patologías respiratorias. ¿Pandemia tras pandemia sin final?

De todas formas, sin obviar los cambios inminentes ni la catástrofe que puede conllevar para esta casa que llamamos tierra, calores extremados y fríos heladores existieron siempre. “Tengo frío junto a los manantiales. He subido hasta cansar mi corazón” (Antonio Gamoneda, Libro del frío, 1982). El verano de mi Selectividad fue especialmente tórrido; y aún recuerdo las camisas cristos en los tendederos de pequeña.

Pensamos que nunca hubo estos incendios. Creemos que estas temperaturas, esta sequía… Fantaseamos con el final de todo. ¿Anticipo de la era posnuclear? “El ciego sol, la sed y la fatiga. / Por la terrible estepa castellana, / al destierro, con doce de los suyos / –polvo, sudor y hierro– el Cid cabalga” (Manuel Machado, Castilla).

Nada nuevo bajo el sol ni sobre el hielo. Y mejor que el Señor, llámese Naturaleza o Sociedad, nos encuentre con la túnica ceñida y encendida la lámpara del sentido común.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 28 de agosto de 2022).

28/08/2022 20:29 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

El fuego de la razón

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Foto www.wikipedia.org

Añón y Vera del Moncayo, El Buste, Trasmoz, Litago, Borja, Santuario de la Misericordia, Tarazona… En cada clave de la crucería confluyen un montón de nervaturas de mi educación sentimental. Y en el centro de todas, el Monasterio de Veruela, emblema y punto de encuentro con familia, amigos, artistas y escritores célebres de dentro y fuera de Aragón.

Hará ya cuatro décadas de nuestras excursiones con la parroquia de Begoña. El claustro, la sala capitular, el refectorio, la misa ante la imagen románica de Santa María, al fondo la girola, la comida de picnic en los jardines. Todo nos sorprendía con el encanto de la primera juventud.

Me recuerdo allí, en el bellísimo enclave del Moncayo, mi familia al completo. Mis padres todavía jóvenes, pequeños mis hermanos, luego los tíos, años más tarde mi pareja, los sobrinos –Juan se reconocía muy bebé en el bar del Santuario–. De Veruela a Añón, era una aventura explorar con el coche por aquellos hermosos y solitarios andurriales.

Entre una y otra edad, el Santuario de la Misericordia me marcó muy entrañablemente. Era mi tiempo de Hora 3 y las Pascuas Juveniles, organizadas por dos hermanas Anas y el sacerdote José Luis Sofín. Sentados en el suelo, yo en mi silla, recreábamos personajes y escenas de la Pasión; celebrábamos cada uno de los tiempos de la Vigilia: Luz, Palabra, Agua, Pan. “Hacía niebla, y frío, y honda noche / ribera del Moncayo. Allí, en la plaza, / el viento iba rizando estrellas tibias / del fondo de la fuente. Se prendiera / el corazón hirsuto de unos leños / y el aire, de repente, se hizo llama, / silencio en las miradas, brisa lenta, / reposo allá en el centro de los árboles” (En luna llena). Cecilia no había retocado todavía el Eccehomo.

Pero fuimos creciendo, y la pasión intelectual fue tomando más fuerza. De nuevo en el Monasterio de Veruela junto a los Bécquer, rehabilitado ya por la DPZ, los Festivales de Poesía del Moncayo, gracias a nuestra querida Trini –Trinidad Ruiz Marcellán– y Marcelo Reyes. De B Vocal a Luis Alberto de Cuenca, Ángel Guinda, Manuel Vilas… Al fondo siempre la Casa del Traductor de Tarazona, o la Casa del Poeta de Trasmoz y la magia de sus brujas. Di voz a Manuel Pinillos; Blanca Langa la pondría a mis versos.

Si el sueño de la razón produce monstruos, que el fuego que prenda el Moncayo, y otros paraísos naturales, sea a partir de ahora siempre interior.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 21 de agosto de 2022).

22/08/2022 14:17 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Pinchazos

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Foto V. M. / Heraldo

Pinchazo, “acción y efecto de pinchar”. Pinchar: “Clavar algo punzante en alguien o algo”. O también: “Poner una inyección a alguien” (Diccionario de la lengua española). Para quienes siempre sufrimos tripanofobia, pavor o temor excesivo a las agujas, nunca dejó de ser una incomodidad exacerbada. Ahora ha cobrado una connotación dramáticamente diferente.

Se ha dado en Gran Bretaña y Francia, y entre nosotros van más de 60 denuncias. Por si la violencia de género no fuera suficiente, o controlar a la novieta por el móvil, el whatsapp o las redes sociales, esta moda reciente de pinchar a las jóvenes que asisten a la disco, un concierto o evento lúdico de masas carece de toda congruencia. “Enojar, zaherir a alguien”.

¿Qué hay detrás de estas agresiones? Moda, broma pesada, deseo de meterse con las chicas, de mantenerlas a raya y a distancia… “Mi amiga me dijo que le habían pinchado, nos volvimos rápidamente y vimos a un chico que salía con una jeringuilla”. No cabe siquiera el estupor. “Dicho de una parte del cuerpo: Producir un dolor agudo semejante a un pinchazo”. Solo que no es semejanza, alucinación ni paranoia; sino drásticamente real.

Puede ir de los mareos a la pérdida de la voluntad y la conciencia. De la inoculación de éxtasis y otras drogas líquidas, a la transmisión, por jeringas infectadas, de VIH o hepatitis. Antaño se pinchaban discos, “poner un disco en un equipo reproductor de sonido”. Últimamente los teléfonos, “intervenir una línea o una comunicación telefónica”. Vamos de mal en peor.

Pincharse es también “inyectarse droga”. Los médicos y expertos ven muy difícil que con un mete y saca de aguja se inyecte realmente una sustancia de sumisión química o alucinógena, para lo que se necesitan unos minutos y el asentimiento de la víctima (sin perder la forma pronominal).

Los nuevos pinchazos connotan amenazas y efectos más oscuros, como un coche que ha de cambiar de pronto de sentido. “Dicho de una rueda neumática y, por extensión, del vehículo o de sus ocupantes: Tener un pinchazo”. O hundimiento de personas, empresas y futuros en común. “Dicho de un proyecto o empresa, o de una persona o equipo: Fracasar en el desempeño de su función o actividad”.

Y aquí todos somos responsables.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribina", domingo 14 de agosto de 2022).

14/08/2022 18:22 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Olena

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Foto Annie Leibovitz / www.vogue.es

Mujer de nuestro tiempo, arquitecta, guionista de cine y televisión, comprometida con las personas con diversidad funcional. “Han sido los meses más horribles de mi vida, y de las vidas de todos los ucranianos”.

Así declaraba Olena Zelenska, esposa del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en controvertida entrevista a la revista Vogue. “Francamente, no creo que nadie sea consciente de cómo lo hemos manejado emocionalmente. Anhelamos la victoria. No tenemos ninguna duda de que venceremos. Y esto es lo que nos hace seguir adelante”, continúa.

Olena Kiyashko nació en Kryvyi Rih, ciudad centro ucrania, en 1978. Coincidiría en la escuela con su esposo, aunque no sería hasta sus estudios en la Facultad de Ingeniería Civil –ella Arquitectura, él Derecho– cuando se trataran personalmente. Ocho años de noviazgo dan para mucho. “Por supuesto que es la persona a quien amo. Pero también es mi gran amiga. Olena es en realidad mi mejor amiga”, afirma Volodímir. Le sedujeron sus ojos, su boca y su inteligencia.

Crecieron en las postrimerías de la Unión Soviética y al ritmo de The Beatles, en sus planes no entraba la política, sí la comedia. Primero sería una productora, Kvartal 95, después la serie televisiva “Servidor del pueblo”, en la que Zelenzki se preconizaba presidente, como finalmente sucedió. El destino cercano iba a ser un drama universal.

Las campanas de Santa Sofía de Kiev lloran por cada niño muerto. Volodimir, por sus hijos: “Sufre mucho. Y mis hijos también, porque no pueden verse”. ¿Amoral posar a la última moda europeo ucraniana, mientras se lanzan bombas día y noche?

Nueve millones de expatriados, madres que huyen con sus niños todavía vivos, miles de civiles muerto; ciudades, casas, colegios para siempre derruidos. Ya no es necesario llevar aliento a las escuelas. Hoy Olena se centra en poner audioguías en países que acogen a refugiados; en pequeños con necesidades especiales, o en la salud mental de Ucrania de aquí a un futuro próximo. Se trata de salvar Occidente.

“…pido armas, no armas que se vayan a utilizar para librar una guerra en tierra ajena, sino para proteger el propio hogar y el derecho a despertarse vivo en ese hogar”. Olena y Volodimir representan el antídoto a un Putin solitario; o a Hitler y Eva Braun. Que 1984, del novelista George Orwell, no vuelva a encarnarse entre nosotros.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 7 de agosto de 2022).

07/08/2022 19:02 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Mar y trigo

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La playa Pita (Soria). Foto Jesús Alba Enatarriaga

Monte Igeldo, isla de Santa Clara, Pico del Loro, Monte Urgull… Llegamos a San Sebastián con 39 grados, aunque la galerna nos salvó. Nos gusta contemplar desde la playa de Ondarreta el mar interminable y sus veleros, los montecitos verdes, la casa de Chillida y un poco más allá el mágico Peine de los Vientos. Al otro lado, La Concha, el Antiguo, el puerto en el extremo de la bahía… La vista es aún más bella si cabe desde la Villa San Martín, antiguo restaurante de la tía Milagros –Milagros Enatarriaga–, junto al Funicular, que a tantos célebres albergó. De San Telmo a Miramar, la ciudad nos cautiva.

Cruzamos hacia Navarra, el azul inabarcable en cada rincón de la memoria. Todavía, unos entrañables “txokos” guipuzcoanos: Izaskun o la ermita de Aldaba, con el Txindoki al fondo. Y un poco más allá, Estella y Puente la Reina, Nuestra Señora de Eunate y su hermoso románico o el monasterio de Irache, con sus dos claustros y su “fuente” del vino –la acepción no se recoge por la RAE–, para calmar la sed del peregrino. Belleza tristemente oscurecida por tantos montes chamuscados.

No llegamos a Burgos, pero Castilla, sus mieses, ya rastrojos, y sus castillos, están todos resecos, a punto de prender. La provincia de Soria, cereales, judías, pinares, álamos machadianos y cada vez más frecuentes los girasoles. La capital, con Gerardo Diego junto al Casino bajo 45 grados; Almazán, lugar de residencia de Tirso de Molina y don Enrique Moliner, médico rural y padre de María Moliner; la ermita de San Baudelio, Barca y su museo etnográfico, o Velamazán, cuna de mis abuelos y mis padres.

Si algún día me pierdo, buscadme en El Burgo de Osma, la ciudad celtíbera, la Uxama visigoda, romana y después cristianizada, mezcolanza y cruce de culturas que se muestran en su concatedral. Soportales y casas solariegas, el Ayuntamiento y la plaza Mayor, el paseo nocturno junto a las murallas iluminadas, que no conocen restricciones, y la Universidad renacentista de Santa Catalina –Filosofía, Medicina, Derecho y Teología–, hoy nuestro hotel.

Productos gastronómicos de siempre, mantequilla, torreznos, paciencias, yemas y el nuevo chocorrezno, de diferentes sabores. De regreso, en la linde de Ateca con Alhama, infinitas extensiones calcinadas. Mar y trigo, trigo y cielo. Europa y la bandera ucraniana están que arden. El futuro aún nos pertenece.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 31 de julio de 2022).

31/07/2022 20:15 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Buena cosecha

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Foto Reuters - www.publico.es

Desde niña, estoy habituada a las grandes extensiones amarillas de los campos de Castilla machadianos, de la Soria de mis padres y abuelos. Dorado para el trigo, un poco más tostada la cebada, despintada la avena. Allí, que se cosechaba algo más tarde, dicen que con un año me subieron al trillo con la tía María, por apartar el grano de la parva. Todavía muy chica, donde ahora vivimos en Zaragoza se plantaban campos de maíz, con el que el tío Fermín y el primo Isidoro me hacían chiflos o silbatos.

Lo de los girasoles en el pueblo fue algo después, con el tallo girando siempre hacia la luz. La hoz y las antiguas segadoras se fueron sustituyendo por máquinas más modernas y sinfines, para subir el grano a la cámara. Lo de las cosechadoras es ya de penúltima generación, y lo de los tractores con GPS ni te cuento.

No siempre fue así. Cuentan que hubo una guerra y una dura posquerra, que el Somatén requisaba hasta la harina, y en casa del abuelo tenían un molinillo de estraperlo. “Si el grano de trigo no muere no dará fruto”. Duras metáforas para una gente ruda y trabajada, como la misma tierra y el adobe. Esperando del cielo, cuando nadie aseguraba la cosecha ni podía elegirse el número de hijos.

Y, sin embargo, se daba una continuidad casi sagrada generación tras generación. Desde antes de la Edad Media, Numancia la sacrificada o los judíos. La cultura mediterránea se basó siempre en los cereales y el olivo. Algo ancestral, como los propios ritos de la vida y la muerte.

Vivimos sin duda un tiempo de revoluciones, de la digital a la alimenticia. Tan pronto se nos habla de conquistar el espacio o los exoplanetas, o una proteína que pudiera hacernos casi inmortales, como un virus paraliza el universo. Ora el cambio climático, ora volcanes, ora una guerra en el centro de nuestra civilización.

Nos hemos quedado sin granero. Sin trigo, sin maíz –el pariente rico en época de escasez–, sin aceite. Ni España ni Europa son lo que fueron, y el pan nuestro de cada día se ha convertido en un hecho político, un arma más de guerra y amenaza.

Ucrania versus Rusia, la ONU frente a Turquía. Y la luz y la cesta de la compra, la leche y los productos básicos por las nubes. El sorgo ya no es solo forraje para los animales ni fermento de bebidas alcohólicas, que sustituye al trigo. A falta de pan buenas son tortas. ¿Cuál va a ser la siguiente?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 24 de julio de 2022).

25/07/2022 22:34 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Que la nieve ardía

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Foto @AT_Brif

Nonaspe, Castejón de Tornos, Mequinenza, Sierra de la Culebra en Zamora… Los incendios de todavía finales  de primavera se sosegaron de momento. Pero la catástrofe quedó en la memoria de Castilla-León, Aragón, Navarra, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía. Igual que en la mirada canosa y con arrugas de los ancianos de Burbáguena.

Ayuntamiento y vecinos de Laspaúles en Huesca prefieren no hacer fuego a las afueras del pueblo este año. Aunque otras veces es el viento el que destroza las calles de Alcañiz, el granizo bolitas de ping-pong el que arrasa los melocotones de Calanda, o la tormenta quien suspende a Rozalén en las Fiestas del Ángel de Teruel. ¿Descuido? ¿Provocación intencionada? ¿Desastre natural?

No perdamos de vista el calentamiento global de la tierra y su atmósfera, que, aunque más preocupante día a día, venimos arrastrando según diversos autores desde hace dos siglos. Las causas, las emisiones de gases de efecto invernadero, que caldean y recalientan nuestra casa común mucho más que en cualquier otro momento de la Historia. Consecuencias, un aumento de temperaturas cada vez más rápido y  destructivo, el daño irreversible de los seres humanos y otras especies, la pérdida de los polos y mucha vida submarina, el más drástico cambio en nuestra forma de vivir.

Y no es jugar con fuego, o dejar encendido un cigarrillo. Si queremos que los hijos de nuestros pequeños disfruten haciendo volar una cometa, visitando una granja, subiendo una montaña o columpiándose en el parque, habremos de dejarles en herencia actitudes más sanas, inteligentes y sostenibles.

¿Seguir tirando mascarillas en plena calle? ¿Qué hacemos con los plásticos? ¿De verdad la bici y el transporte público antes que nuestro coche? Y una piensa que el próximo invierno, y no solo por la guerra, habremos de bajar unos grados la calefacción.

Si no, corremos el riesgo que la jota de origen navarrico se quede solo en su primera parte: “Soñé que la nieve ardía. / Soñé que el fuego se helaba. / Soñé que la nieve ardía, / soñé cosas imposibles. / Soñé… soñé, que tú me querías”. Paradójica antítesis que lleva a la distopía, y no a la consecución de un mundo, personal y colectivamente, más feliz. ¿Seremos capaces de reciclar nuestro comportamiento?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 10 de julio de 2022).

10/07/2022 22:40 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Tiempos históricos

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Foto Chema Moya / EFE

Puede que en los años 80 no tuviésemos perspectiva. Los jóvenes universitarios, y no tan jóvenes, íbamos contra todo aquello que oliera a armas o energía nuclear, era lo progre del momento. El referéndum de entrada de España en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), en marzo del 86, venía fraguándose desde que mi promoción iniciamos la carrera, y aun antes. Ser inteligentes y comprometidos parece estar reñido con ciertas instituciones, en según qué momentos de la historia.

No era así en el 49, tras la Segunda Guerra Mundial y en plena Guerra Fría, cuando lo que importaba era salvar el pellejo y protegerse unos a otros mutuamente. Diversos avatares, a nivel europeo y mundial, fueron haciendo de vaivén y a veces de tsunami en las conciencias individuales y colectivas. Los atentados del 11-S a las Torres Gemelas fueron sin duda un punto de inflexión. Ahora estamos bajo un prisma totalmente diferente.

Tampoco hoy tenemos suficiente perspectiva todavía para asegurar, con la mano en el fuego, que la OTAN fue el último detonante de la barbarie Putin; que la amenaza del ingreso de Ucrania fue lo que desequilibró, definitivamente, a quien se soñaba zar. Pero bien que la montó y viró el rumbo de la Historia. Los jóvenes ucranianos sí apuestan, contra viento y marea, por la inclusión en la Alianza.

Y ahora, ante el inesperado ataque de misiles, la escabrosa subida de luz, la ausencia de cereales y de aceite, vemos con buenos ojos a Finlandia, Suecia y otros países prójimos. ¿Nos sentimos más solidarios y humanos ante el síndrome de la inseguridad?

Sin embargo, la amenaza migrante, la pérdida posible de los últimos bastiones –llámense por ejemplo Ceuta y Melilla–, podrían convertirnos en auténticos lobos en menos de lo que canta un gallo. Acá y allá sigue imperando la ley del “Sálvese quien pueda”.

Sea como fuere, supone un orgullo y un honor haberse constituido como sede, ofrecer lo mejor de nuestra gastronomía y nuestro arte, mostrarnos poderosos y defender un “Concepto Estratégico de Madrid”. Sentirnos anfitriones y ombligo del mundo por tres días. ¿Algo más poderoso que la seguridad?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 3 de julio de 2022).

03/07/2022 17:54 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Ildefonso-Manuel Gil

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Foto https://xordica.com

“Un écrivain de la République espagnole. C’est ainsi qu’Ildefonso-Manuel Gil amait se définir. Ses debouuts se placent en tant que poète dans une époque pleine d’espoir, de foi et d’enthousiasme vital, politique et culturel”. Esta semana se presentaban los dos tomos de Mémoires del patriarca de las letras aragonesas, Un petit cheval en carton (1915-1925) y Vivants, morts et autres apparitions (1926-2000), a cargo de las Prensas de la Universidad de Pau et Pays de l’Adour y dentro del Proyecto Transfronterizo Aquitaine / Aragon.

En el primer volumen, Un caballito de cartón, los primeros juguetes, las travesuras infantiles, Paniza, los Escolapios, Teatro Cervantes, los amigos de infancia y adolescencia… y aquel piano cerrado para siempre con la muerte de Victoria, la idolatrada hermana: “… ahora vuelvo a ser aquel niño asustado, / aquel adolescente que descubrió la segura presencia de la muerte” (edición de Xórdica, 1996).

Carlos Forcadell, actual director de la Institución "Fernando el Católico", Dolores Thion-Soriano Mollá y María Antonia Martín Zorraquino, responsable y coordinadora de la traducción, las profesoras Oliwia Baginska y Audrey Berniard, y Vicky Gil Carasol, hija de Ildefonso, glosaron asimismo la estancia en Madrid, las tertulias y revistas literarias, las relaciones con Jarnés, Gullón, Alberti, Sánchez Mejías o García Lorca, una Guerra Civil, la cárcel en Teruel, los primeros libros, el exilo voluntario y su profesorado en New Jersey –tras diez años en la Universidad de Zaragoza–, la dedicación a la familia, el retorno.

“En la vida, vuelvo a decir que la vejez puede ser también hermosa” (Vivos, muertos y otras apariciones, Xórdica, 2000). Amigo de sus amigos, desde el Niké a personalidades de la cultura internacional, el autor de La moneda en el suelo o Poemaciones, ha inspirado a su vez L’espagnol de spécialité en Première et Terminale (Orbis Tertius, 2020), un atractivo corpus didáctico para alumnos franceses de Bachillerato.

Director de la Institución “Fernando el Católico”, miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y correspondiente de la RAE, Medalla de Oro de Zaragoza, Medalla de Santa Isabel de Portugal, Aragonés de Honor, Medalla de Honor de la Institución. Nunca olvidaré su prólogo a Flor de agua, su buen consejo y cercanía. Memoria para ser más humanos, como Ildefonso-Manuel Gil.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 26 de junio de 2022).

26/06/2022 22:45 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Cincuenta de mayo

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Foto Jaime Villanueva / www.elpais.com

Por mucho que lo diga la sabiduría popular: “Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo”, estos últimos años parece no cumplirse. ¡Menuda semanita! Y predicen un verano bastante cálido, rozando con lo tórrido. Abundante agua, no salir a la calle a pleno sol, bajar las persianas durante el día –ese invento tan nuestro–, refrescar la casa al atardecer, pasar horas en la piscina o a la sombra de un libro…

¿La mayor ola de calor en los últimos veinte años? ¿Desde 1982? No tenemos certeza, pero sí recuerdo. Aquellos veranos en la playa de la Malvarrosa, en Valencia, con mi madre y mi tía, tostándonos la piel y el interior. Y el estribillo pegadizo aliviando la sed: “Eva maría se fue buscando el sol en la playa. / Con su maleta de piel, y su biquini de rayas”.

La canción del verano y el calor que nos abruma, lo mismo que el amor y el desamor, se han venido repitiendo desde entonces, principios de los 70. Y recuerdo otro verano en Zaragoza, cuando nos visitaron unos amigos de mis padres y sus niños, que me rompieron sin querer las figuritas de cartón de Los músicos de Bremen, el cuento de los hermanos Grimm. ¡Cómo sudábamos!

“Podéis decir a gritos que es la capital de Europa. / Podéis ganar la Liga (podéis ganar la Copa). / Pero al llegar agosto, ¡vaya, vaya! / Aquí no hay playa”. Finales ya de los 80, finalizada mi carrera, a años luz interiormente de la Selectividad aquel agobiante mes de junio. ¡Pero qué agobio!

De “Tractor amarillo”, a la “Macarena” o las “Aserejé”, en los años 90 seguía haciendo calor. Y me acuerdo de Málaga y Jaén, o aquella sobremesa insoportable en Córdoba, donde hubimos de subirnos deprisa al autobús de Disminuidos Físicos de Aragón rumbo al albergue, el termómetro llegaba a los 52 grados centígrados. ¡Madre mía! “Mira lo que se avecina a la vuelta de la esquina. / Viene Diego rumbeando. / Con la luna en las pupilas y su traje agua marina / van restos de contrabando”.

¿El cambio climático? ¿El anticiclón Álex junto al aire cálido proveniente de África? ¿Un meteorito o incluso los efectos de la explosión de algún exoplaneta? “Despacito, / quiero desnudarte a besos despacito, / firmo en las paredes de tu laberinto  / y hacer de tu cuerpo todo un manuscrito”. Estamos más fresquitos en Huesca, destino de nuestros últimos veranos. Siempre que no salte la amenaza nuclear ni una nueva pandemia.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 19 de junio de 2022).

19/06/2022 23:23 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Libros de ida y vuelta

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Foto Heraldo

Han estado casi todos. Prames. Prensas de la Universidad de Zaragoza, Pregunta Ediciones, Apila, Malavida, Libros del Inombrable, Xórdica, Libros del Gato Negro, Pirineo, Olifante, Onagro, La Fagua del Trovador, Edelvives… Una Feria del Libro en la que han alternado el calor anticipado, alguna tormenta aislada y un viento suave. Librería París, Central, Albareda, FNAC, El Corte Inglés, Casa del Libro; y junto a las casetas del Gobierno de Aragón o del Ayuntamiento, la del Ministerio de Defensa.

Cincuenta expositores y nueve días no son nada si miramos a la Feria de Madrid. ¿Y por qué compararnos con el vecino? Cada uno con sus cadaunadas tenemos nuestra propia riqueza. Ahí es nada, en el Parque Labordeta, sin mascarillas, sin tener que pasar los túneles anti covid y alambradas del año pasado. Encontrarte con firmas como Ana Alcolea, Magdalena Lasala, José Luis Corral, Miguel Mena, Irene Vallejo, David Guirao… Saludar a los amigos, autores, editores y libreros, algunos ya de décadas. Entablar nuevas relaciones.

Presentaciones, encuentros y lecturas, actividades infantiles, conciertos, talleres, fallos literarios… Todos los géneros inventados, inquietudes y anhelos desde que el mundo es mundo. No podía faltar la poesía en mi carrito de la compra: El buen instante, de Emilio Pedro Gómez –“Veo en lo alto / minúsculas personas. / Una era yo”–; Palabras rotas de José Antonio Conde, o Los niños no ven féretros, del jovencísimo Omar Fonollosa –Premio de Poesía Hiperión--.

Ni iban a estar ausentes la novela rural de Elena Laseca, El pulso de mi sangre; la última aportación de Fernando Arrabal a Golpe de Dados, o Viaje a Estocolmo de Raúl Herrero. ¿De qué está hecho el universo? Anna Parisi en La historia de la ciencia contada a los niños tiene la respuesta.

“El mundo está paralizado, y la humanidad, en cuarentena. Es una extraña simetría que yo naciera en una pandemia y me vaya a morir en otra. Vi en televisión que las calles de las ciudades están vacías, hay eco entre los rascacielos de Nueva York y mariposas entre los monumentos de París” (Violeta, Isabel Allende).

Todo casi perfecto, renovadamente luminoso. Excepto la accesibilidad. Lo estrecho de la entrada a las casetas, o el emblemático Quiosco de la Música han hecho de la Feria, para autores como Salvador Berlanga o servidora, una yincana imposible. Por lo demás, espléndida.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 12 de junio de 2022).

13/06/2022 00:53 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Fútbol y humanidad

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Foto Heraldo

Mis rudimentos futbolísticos no superan el interés por España en la Champions, la Liga de las Naciones o el deseo de que el Real Zaragoza remonte de una vez. Mi curiosidad por los Magníficos –la hija de uno de aquellos grandes fue monitora de Auxilia en nuestros años de integración–; o un poema de Manuel Pinillos cantando a la Romareda. Solo una vez fui al estadio cuando estaba en Primera. Me lo pasé bien, sin más.

Jugador en Elche, Almansa, Alicante, Melilla o Torrevieja. Entrenador del Cartagena, Alcoyano, Salamanca, Albacete y otra decena de equipos. “Una vez finalizada la temporada, ha llegado el momento de decir adiós. Que más que un adiós quiero que sea un hasta luego, porque jamás voy a renunciar a esta tierra ni a todos vosotros” (escribía JIM en su carta a los medios).

Juan Ignacio Martínez llegaba al Zaragoza en diciembre de 2020, en plena pandemia y una situación como equipo desastrosa, con dos entrenadores incapaces de continuar. Una primera victoria al Torrelavega prometía. “En varias ocasiones me he disculpado por no haber sabido guiar esta nave a buen puerto; que es mi verdadera pena. Porque el Real Zaragoza lo merece por su historia y por su afición”.

Fueron 71 partidos, distribuidos casi a partes iguales entre triunfos, empares y derrotas. No subir, no bajar, mantenerse contra marea y viento. Su verdadero reto en esta lucha.

Profesional, volcado a sus jugadores, apasionado. “Este tiempo va a ser muy difícil de superar en lo profesional, e imposible en lo personal. Conservaré por siempre el recuerdo cariñoso de todos cuantos trabajan en ese club, (…) Y guardaré en un hueco de mi corazón, el amor a nuestra Virgen del Pilar, que siempre me ha arropado”.

Algo ha cambiado y cambia, sin marcha atrás. Un equipo que sigue superándose, un estadio donde juegan los youtubers, un club de fútbol en manos extranjeras. ¿El final de una era conocida?

El pasado domingo venía a la parroquia Juan Ignacio, a dar su testimonio de personaje público, ser humano y creyente. Alicantino, de familia humilde –cinco hermanos–, que trabajó siempre desde abajo. Su estrategia de juego, agarrarse a la fe. Una Iglesia de todos, un deporte inclusivo. Estamos en proceso de esperanza. Subiremos.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 5 de junio de 2022).

05/06/2022 21:41 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Juan Carlos

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Foto www.cervantesvirtual.com

¿Viaje de placer, capricho, añoranza? “Su Majestad el Rey Don Juan Carlos ha trasladado esta tarde a la Casa de Su Majestad el Rey su deseo de que haga pública su decisión de desplazarse a España a partir de mañana día 19 hasta el próximo lunes día 23 de mayo”, rezaba el comunicado oficial.

Nacido en el exilio en 1938, la carrera de nuestro Rey emérito sería siempre una carrera de obstáculos y de fondo. Lausana, Lisboa, progresivo acercamiento a Madrid. Estudios de Bachillerato y en las Academias Militares de Tierra, Mar y Aire, educación y templanza frente a los otros pretendientes, Principado de España, nombramiento real.

Quienes peinamos las primeras canas recordamos su juramento y proclamación en el Congreso, la Transición, la Constitución del 78, el proceso democrático de apertura a todos los partidos, el golpe de Estado de Tejero, la conquista de la paz. Entrañables escenas navideñas, su popularidad entre los españoles…

Después, la cosa se torció. ¿Cuánto cuesta su vida en Abu Dabi? ¿Y sus visitas a España? ¿Cuánto pagaría Patrimonio Nacional por sus amantes, yates y palacios? ¿Ocultó datos a Hacienda? ¿Por qué tantos millones de Arabia Saudí? ¿Comisiones por la adjudicación del AVE a La Meca? ¿Armas a países árabes? ¿Cuánto dinero en paraísos fiscales?

“Don Juan Carlos tiene previsto permanecer durante esas fechas en la localidad gallega de Sanxenxo, y el lunes 23 viajar a Madrid, para estar con Su Majestad el Rey, con Su Majestad la Reina Doña Sofía y demás miembros de su familia en el Palacio de La Zarzuela”.

Lo hemos visto feliz, junto a su hija Elena y su anfitrión, participando en las regatas, con su nieto Pablo, ilusionado de volver a ver a la familia. Y también mayor y limitado.

No soy ni juez ni parte, no ostento autoridad de juzgar ni absolver. Solo quiero traer una fotografía que se hizo viral cuando empezamos aquello del Foro de Vida Independiente y las personas con diversidad funcional. Adolfo Suárez y el rey Juan Carlos, lo dos de espaldas. Adolfo preguntaba: “¿Y tú quién eres?”. Juan Carlos respondía: “Yo soy tu amigo”.

De mayores seremos quienes siempre hemos sido, con virtudes y errores, muchos errores. ¿Quién nos disculpará?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", miércoles 1 de junio de 2022).

01/06/2022 20:20 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Eurovalores

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Foto fotograma del videoclip

No sé si fue sorpresa o nos tocó a todos el corazón. El pegadizo rap “Stefanie”, interpretado por la Kalush Orchestra ucraniana, resultaba vencedor de Eurovisión por un abrumador voto del público: “Stephanie, mamá, mamá Stephanie, / el campo florece y se vuelve gris”. Reino Unido gana con “Space Man”, la visión de un astronauta de la tierra, y Chanel ganó el cobre para España con su espléndida y emotiva puesta en escena de “SloMo”.

Raphael, Massiel, Salomé, Julio Iglesias, Karina, Betty Missiego, Azúcar Moreno, Sergio Dalma, Serafín Zubiri… y en el nuevo milenio David Civera o Rosa López. La edición de 2022, tras una devastadora pandemia, en un mundo convulso y regresivo y una Europa, ha sido algo más que lucha el triunfo, pasiones desatadas y vítores de  fans.

La ruptura amorosa de Cornelia Jakobs (Suecia); el mantra espiritual de la canción serbia –Mens infirma in corpore sano. / Animus tristis in corpore sano. / Mens desperata in corpore sano–; los “escalofríos” de la italiana; el intérprete con síndrome de Asperger y homosexual; la ternura encarnada en Rumanía… Ha pasado la moda de la estética por la estética, los frikis de penúltima generación, los efectos especiales vacuos. Algo nos ha cambiado muy adentro.

La expulsión de Rusia del festival, la media docena de países desconectados de la votación por irregularidades en la fase previa, hablan por mil imágenes. Las rabietas de Putin, soltando fósforo blanco sobre más civiles, masacrando inmisericordemente Kiev, disponiendo a su antojo de los prisioneros de la acería de Azovstal, expulsando a diplomáticos españoles y europeos, dan buen testimonio de la más peligrosa esquizofrenia de quien quiere erigirse en zar del cosmos.

Cortar puentes, amenazar a los inminentes miembros de la OTAN, sembrar de miseria y cadáveres el cosmos. Una madre militar trasladando a una niña a lugar seguro, el vídeo que la orquesta Kalush ha grabado en Bucha, Irpin, Borodyanka, Kostomel y otras ciudades bestialmente devastadas. El himno de la guerra.

“La sociedad rusa solo despertará si hay una derrota militar” (Maxim Ósipov, escritor ruso exiliado en Alemania). Pensábamos que la música amansaba a las fieras. No a un psicópata.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 22 de mayo de 2022).

22/05/2022 19:52 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Sinónimos

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Foto Chema Moya, EFE / Heraldo

Victoria: “Superioridad o ventaja que se consigue del contrario, en disputa o lid” (Diccionario de la lengua española). Comenzábamos la semana celebrando el Día de la Victoria. Para Europa y Ucrania, contra el nazismo o nacionalsocialismo: “Movimiento político y social del Tercer Reich alemán, de carácter totalitario, pangermanista y racista”. Para la Rusia de Putin en pro de la desnazificación, vocablo no recogido aún por la Fundéu. No veo sinonimia en los conceptos.

En los días siguientes se producía un auténtico combate de sinónimos a nivel nacional, a consecuencia del relevo de la directora del CNI –“Acción de relevar o cambiar la guardia”–.

Y ahí comienzan los mil y un vericuetos léxicos. Porque se habla de sustitución: “Acción y efecto de sustituir. Nombramiento de heredero o legatario que se hace en reemplazo de otro nombramiento de la misma índole”. Mi no entender. Hay fallos y errores en los sistemas informáticos o telefónicos: “Decisión tomada por persona competente sobre cualquier asunto dudoso o disputado”. Y cambios o “permutas” en el funcionariado y los puestos de responsabilidad. Pero a su vez “no ha cambiado nada”, ya que se trata de “3.000 hombres y mujeres responsables, trabadores, profesionales, generosos”.

No es destitución, “acción y efecto de sustituir. Separar a alguien del cargo que ejerce. Privar a alguien de algo”. Ni tampoco cese, “hecho de cesar. Documento en el que se consigna el cese en un empleo o cargo”. Porque hay una política de continuidad: “Unión natural que tienen entre sí las partes del continuo. Cualidad o condición de las funciones o transformaciones continuas”.

Salvando mucho las distancias, es como comparar incapacidad laboral, “carencia de aptitud legal para ejecutar válidamente determinados actos, o para ejercer determinados cargos públicos”, con discapacidad: “Situación de la persona que por sus condiciones físicas o mentales duraderas se enfrenta con notables barreras de acceso a su participación social”. Y hemos avanzado, respecto a subnormal, minusválido o disminuido.

Mi propia definición de persona con discapacidad: “Relativo a una persona, que padece [presenta] una disminución [disfunción], física, psíquica [intelectual] o sensorial, que le incapacita [limita] para el trabajo y otras actividades de la vida cotidiana”. ¿Cómo destituir vocablos obsoletos?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 15 de mayo de 2022).

15/05/2022 23:12 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Cuerdas de violín

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Foto portada El peligro de estar cuerdas

“Era una vez un gran violinista llamado Paganini. Algunos decían que él era muy extraño. Otros, que era sobrenatural”. Así comienza el cuento que relata la hazaña del músico: cómo fueron quebrando tres de las cuatro cuerdas, sin dejar que cada nota cesase de fluir del alma del instrumento y del artista. Hermosa metáfora en estos tiempos sedientos de belleza.

Frente al tsunami de precariedad y mentira en el que parece nos hundimos, repunte de contagios, programas Pegasus, violencia doméstica o esa otra salvaje de Afganistán y Ucrania, violaciones indiscriminadas, desempleo de autóctonos y refugiados, el planeta al borde del cataclismo… esta semana he podido degustar el discurso de dos grandes maestras, María Antonia Martín Zorraquino y Rosa Montero, que con solo dos cuerdas, lenguaje y creatividad, transforman el dolor en armonía.

Citando a su vez a sus maestros, Emilio Alarcos y Eugenio Coseriu, junto a célebres estudiosos y profesionales del periodismo, Fernando Lázaro Carreter y Mariano de Cavía, nuestra querida catedrática diferencia entre incorrección idiomática e inadecuación o agresividad lingüística. Incomprensible la primera tras cincuenta y dos años de educación general obligatoria en España, intolerable la segunda en una Europa culta y acogedora.

“Siempre he sabido que algo no funcionaba bien dentro de mi cabeza”, comienza Rosa Montero El peligro de estar cuerda, su tercer libro híbrido tras La loca de la casa y La ridícula idea de no volver a verte. La propia experiencia, numerosos estudios de psicología y neurociencia y autores literarios, le llevan a una conclusión: “lo verdaderamente raro es ser normal”. Ya lo decía Sócrates: “Ningún genio es grande sin un toque de locura”.

La vocación creativa no siempre va unida al talento, sí a ciertas peculiaridades del cerebro que nos hacen proclives a la bondad y a la belleza. Kafka, Proust, Valle-Inclán, Juan Carlos Onetti, Agatha Christie, Rousseau o Freud entre otros lo confirman. También muchos artistas de a pie.

“Es una lástima que los locos no tengan derecho a hablar sensatamente de las locuras de la gente sensata” (William Shakespeare). Muramos de pasión, no de heridas de guerra.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 8 de mayo de 2022).

08/05/2022 22:16 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Galimatías

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Guillermo Mestre / Heraldo.

“Confusión, desorden, lío”. Y también: “Lenguaje oscuro por la impropiedad de la frase o por la confusión de las ideas”. El Diccionario de la lengua española a veces da en el chiste. ¿Quitárnosla? ¿Ponérnosla? ¿Y si vas tú solo en el ascensor? “…se recomienda un uso responsable de la mascarilla en los espacios cerrados de uso público en los que las personas transitan o permanecen un tiempo prolongado” (Real Decreto de 19 de abril).

Hospitales, centros sociosanitarios, farmacias, trasporte público, para los trabajadores de residencias y personas con dificultad respiratoria… ¿Y lo demás? Nos sorprendió la princesa Leonor en el encuentro de ciberseguridad, rodeada de jóvenes. La entrega del Cervantes sería el primer gran acto a rostro descubierto. “Los versos no salvarían a los que mueren por las bombas y los misiles en la culta Europa” (Cristina Peri Rossi). Tampoco de la covid.

“Arde Nötre Dame”, en los cines Aragonia, y la espléndida puesta en escena de “La Traviata” de Guiseppe Verdi en el Auditorio, han marcado un antes y un después. La película, y su logrado hilo argumental, refleja esa sensación de irrealidad de quienes salvaron de la quema un monumento milenario. La misma sensación de un sótano cuando han sonado las sirenas, o en la UCI. Que se lo pregunten a Resines. O a Violetta, la protagonista de la ópera, del brindis por la vida y el amor a su postración en el lecho por la tuberculosis.

¿Valoramos de verdad lo que tenemos? ¿Aceptamos la fragilidad? Semana Santa ha supuesto un destape, un desnudarnos de las máscaras. El envés, una rápida escalada de la incidencia, hospitalizados, fallecidos. Quinientos sanitarios contagiados no es para que toquen las campanas. Sanghái y Pekín nos quedan demasiado lejos, como Wuhan. Pero ahí están.

“Me ingresaron en UCI, me relajaron y sedaron, y sólo sé que desperté con la duda de si era yo, un sueño, me encontraba con vida y respirando” (Juan Antonio Riesco, médico internista). ¿Y quienes se quedaron por el camino en la más absoluta soledad? ¿Y las mentes que no han vuelto a sonreír? ¿Síntomas persistentes o gripalización? Solo algo cierto: No sigamos jugando con la vida. Tenemos las de perder.

María Pilar Martínez Barca

(Herado de Aragón, "Tribuna", domingo 1 de mayo de 2022).

06/05/2022 23:54 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Libros, calles, vidas

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Foto Raquel Labodía / Heraldo

Ayer celebrábamos el Día del Libro, en honor de Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega –el autor mexicano tocayo de nuestro poeta de Toledo–. De nuevo en el Paseo Independencia, en plena calle abierta, sin mascarillas, sin pasillos embudo ni vallas que separen al autor de sus lectores. Mari Paz y Ana María hubiesen disfrutado. Teresa pudo hacerlo junto a Olena, su amiga ucraniana paralímpica.

Más de 90 mesas, 200 autores. Comuniter, Librería París, Antígona, Prames, Cálamo, Libros del Innombrable, Central, Prensas Universidad de Zaragoza, Olifante, Pregunta… Nos firmaron sus obras Juan Domínguez Lasierra, José Luis y Alejandro Corral, Luis Zueco, Ana Alcolea, José Luis Melero, Sergio del Molino, Magdalena Lasala… Cuando escribo estas líneas dan previsión de lluvia, confiemos.

El pasado agosto fueron el parque y la calle dedicados a Teresa Perales, nuestra excelente nadadora y Premio Princesa de Asturias, y Ana María Suárez, fallecida en el atentado yihadista en Cambrils. Ahora les ha tocado, en la prolongación de Tenor Fleta con Ronda Hispanidad, a sendas calles con los nombres de Damiana Gramontel y Cabal, maestra escolapia y discípula de sor Paula Montal –pioneras en la educación femenina allá por el siglo XIX–, y María Paz Monserrat Blasco.

Cuando tienes una capacidad diferente desde niño te sale ayudar a los otros, por defecto. Así era Paz. La recuerdo de Frater, Disminuidos Físicos de Aragón, Cai Deporte, Adaptado, la micro amarilla, Aragua, el Rosario de Cristal – Dama de Honor de la Virgen del Pilar–, las procesiones de Semana Santa o en el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes. Su artrogriposis múltiple no le impidió los 140 títulos nacionales, o las decenas de medallas conquistadas, siete de ellas entre Suecia 83, Barcelona 92 y Malta 93.

Las cosas de palacio… Lo solicitamos en 2016, y el 30 de junio del 17 se decidió “… incluir en la Relación de denominaciones (…) la denominación de M.ª Paz Monserrat Blasco, (1956-2015), nadadora paralímpica, reconocida mejor deportista aragonesa con discapacidad del 2009”. Ojalá el próximo San Jorge también lo celebremos, con libros y claveles, en su calle.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 23 de abril de 2022).

24/04/2022 22:59 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Luz de Pascua

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Foto Jesús Alba

De pequeña me ponía nerviosa. El relato de la Pasión no es un cuento para niños –después he descubierto que tampoco Caperucita roja, Hansel y Gretel y otros–. Relacionaba la flor de la pasionaria con las espinas, y me ponía triste. Una niña harto fantasiosa y solitaria.

Después, al integrarme en la parroquia, al proceso no se le llamaba todavía inclusión, me fui haciendo adicta a las pascuas juveniles. Pasé por varias, del Monasterio de La Oliva al Santuario de Misericordia. Mis compañeros de camino lo recordarán. Y de aquellas plácidas experiencias saldría posteriormente mi libro En luna llena: “Se prendiera / el corazón hirsuto de unos leños / y el aire, de repente, se hizo llama, / silencio en las miradas, brisa lenta,  / reposo allá en el centro de los árboles”.

Iríamos creciendo, no queda otra. A mi padre y luego a mi pareja de siempre le han gustado las procesiones, tan arraigadas a esta tierra de cierzo y de contrastes. Más allá del ruido estruendoso de los tambores, que emocionan y conmueven, el Señor Atado a la Columna, la Oración en el Huerto, la Verónica, Nuestro Padre Jesús de la Agonía, las Lágrimas de Nuestra Señora, parecen mirarme a los ojos y transmitirme un mensaje bellísimo.

Este año, al contemplar al Nazareno, a María, en su camino de vida y muerte, o viceversa, lo que siento es ternura, conmiseración, misericordia. Y una tristeza incontenible. En su escultura humana veo reflejados a tantos pequeños y mujeres que sufren violencia, a miles de inmigrantes sin destino, familias sin empleo, al enfermo, al anciano, al moribundo. Y mucho más, a los niños soldados, a todos los civiles masacrados, a esposas y madres que huyen a un refugio que puede ser un túnel o una trampa, sus matrices vaciadas para siempre.

La escuché y casi me hace llorar: “Mamá, esta carta es mi regalo para ti por el día de la mujer. Gracias por los mejores 9 años de mi vida. (…) Te deseo buena suerte en el cielo, espero que vayas al paraíso. Intentaré portarme bien para ir al paraíso también. Muchos besos”.

Lu Luz traspasa rocas, ruinas, fosas comunes. Esta mañana, Cristo Resucitado se encuentra con Nuestra Señora de la Esperanza. Es nuestro destino.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 17 de abril de 2022).

17/04/2022 20:18 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Ramos para todos

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Foto www.elmundo.es

Este domingo, Domingo de Ramos, se llenarán los templos, igual que el Miércoles de Ceniza, o estos días llenaremos las calles con las esperadas procesiones. Y es que la tradición cristiana sigue conformando nuestra esencia.

También de los que se confiesan alejados, defienden contra marea y viento un anticlericalismo trasnochado, y llevan a sus hijos a escuelas religiosas. Cuando Jorge Mario Bergoglio subió al pontificado sabíamos que algo cambiaría, pero no tanto. Porque el papa Francisco, el mismo que puso patas arriba las cuentas vaticanas, metió el dedo en la llaga de la pederastia o consagra a María a Ucrania y Rusia –que el Padre hace salir el sol sobre todos--, es quien convoca el Sínodo de la Sinodalidad 2022-2023. ¡Menuda palabreja!

“La identidad de la Iglesia es evangelizar. Sueño con opción aún más misionera, que salga al encuentro del otro sin proselitismo”. Ahí es nada. Sínodo, del griego ‘sýnodos’ y del latín tardío ‘synödus’, “concilio de obispos”, “junta de eclesiásticos para examinar a ordenados y confesores”, “conjunción de dos planetas”, según Aristóteles y Plutarco. Algo muy grande en definitiva. Sinodalidad, empero, connota e implica caminar juntos, obispos, personas religiosas, creyentes de a pie o sobre ruedas, que también.

En nuestra diócesis, 4000 personas trabajando, unos 400 grupos. Y Francisco, nuestro hermano, consciente de lo que hace, al nombrar como segunda del Vaticano a una mujer, Raffaella Petrini –hermana franciscana de la Eucaristía--, modificar el párrafo I del Código del Derecho Canónico para contar con acólitas y lectoras –reservado varones--, o elegir a la teóloga aragonesa Cristina Inogés, alma viva del Sínodo.

Caminar, celebrar la fe, laicos, mujeres, descartados. Un gesto sencillo vale más que mil enciclopedias. ¿Cómo llegar al corazón del joven? ¿Accesibilidad para las personas, creyentes o no, con diversidad funcional?

Entregábamos el jueves los premios del Certamen “Luz de interior” de Poesía, convocado por la Asociación para el Diálogo Interreligioso en Aragón. La gente tiene sed de Dios, de su don que es Espíritu, de su Hijo encarnado en cada uno de nosotros. ¿Portaremos las palmas por amor?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", martes 12 de abril de 2022).

12/04/2022 11:52 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Miguel Herández

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Foto www.eldiario.es

El lunes 28 conmemorábamos 80 años de la muerta de Miguel Hernández en la cárcel reformatorio de Alicante, enfermo de tuberculosis. “Tristes guerras / si no es amor la empresa. / Tristes, tristes”. Comencé leyendo su gongorino Perito en lunas, en uno de aquellos libros de Editorial Losada, no sé si prestado de la biblioteca del Aula Colectiva de Auxilia. ¡Qué años! “Este paisaje sin mantel de casa / gris, ¡ay, casi ninguno en accidentes!: / los pastos pobres… la colina escasa / de trigo… los cristales no corrientes…”.                                                                                                            

Miguel tuvo su educación humilde y exquisita, su adolescencia, sus ovejas y sueños de alto vuelo. En su segundo viaje a Madrid (1934) se codea con Neruda, Aleixandre, Cossío, Alberti, Lorca, Cernuda, Dámaso Alonso… Carmen Sender me enseñó a asombrarme con su Elegía a Ramón Sijé: “Quiero minar la tierra hasta encontrarte / y besarte la noble calavera / y desamordazarte y regresarte”. Con los años, la dediqué en su partida al tío Fermín, que se me murió como del rayo entre Zaragoza y Velamazán, su pueblo y el mío.

Al estallar la Guerra Civil, el poeta es invitado, como Comisario de Cultura, por el Ministerio de Instrucción Pública de Moscú al V Festival de Teatro Soviético. Al año siguiente, Viento del Pueblo. En la cárcel escribe a su segundo hijo, Manuel Miguel –el primero fallece de bebé–, “Nanas de la cebolla”. Mil recuerdos.

Estos días, la “Canción del esposo soldado”, único documento de voz grabado en París, se ha hecho viral: “Para el hijo será la paz que estoy forjando. / Y al fin en un océano de irremediables huesos / tu corazón y el mío naufragarán, quedando / una mujer y un hombre gastados por los besos”. Y una carta de su sobrina nieta a la hermana, Elvira Hernández Gilabert: “Hace más de 25 años que te fuiste y hoy se cumplen 80 de la última vez que viste a tu hermano Miguel con vida, pero no he olvidado las anécdotas que me contaste una y otra vez”.

Lástima no traspasar la casa museo de Miguel Hernández, en Orihuela, fuimos lunes. ¿Pero cómo olvidar a un poeta hermano que te ha sembrado el alma?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 3 de abril de 2022).

03/04/2022 21:15 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Empatía

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Foto Imane Rachidi / Heraldo

Me duelen los huidos de la guerra de Siria, que pese a todo hallaron entre nosotros un hogar. Me cuestionan las mujeres y hombres venezolanos, que de un nivel de vida aceptable pasaron a la cárcel, la miseria o la emigración. ¿Y tantos niños y jóvenes marroquíes muertos en el intento? Imposible olvidar a todas las afganas ultrajadas, violadas, asesinadas bajo el régimen talibán.

Cientos, miles, millones. La guerra ruso ucraniana ha batido récords. Son muchos los que quedan y resisten: soldados y civiles defendiendo el país, madres que velan por los huérfanos, enfermos y discapacitados que no pueden escapar ni refugiarse en sótanos. Y los que huyen, hacinados durante días y semanas en un centro comercial o un teatro, a expensas de la covid o de las bombas. Con mucha suerte, algunos hallan un lugar seguro. ¿Por cuánto tiempo?

Ministerios, ONGs, asociaciones de inmigrantes… Es insuficiente. Autobuses y furgonetas a Polonia que los traen a Zaragoza, Calatayud, Utrillas… Impacta el silencio de los niños, la mirada perdida de los viejos. Los móviles que no dan respuesta. ¿Qué habrá sido de los padres, amigos, familiares?

¿Le perseguía a James la desgracia? Murió en un tiroteo en la cola del pan. Su esposa, Iryna, enferma de esclerosis múltiple, necesitaba tratamiento, y los pacientes del hospital de Chernígov algo de comida. La paralímpica ucraniana Olena Lurkovska, parapléjica, logra huir del horror con sus hijos mellizos, un pie roto y dos gatos. Otros tienen familia española.

Vitaliy fue un niño de Chernobyl, adoptado gracias a la Asociación de Ayuda a la Infancia por unos padres oscenses; ahora viaja a la frontera con Polonia en rescate de su hermano biológico y su familia. La odisea más difícil y hermosa de sus vidas. Y Natalia, huérfana de Chernobyl y sin pasado, que venía también todos los años por verano y Navidad, y encontró la plenitud en el amor del esposo y de la hija. Ahora ellas aquí, él en la guerra, enseñando a coger un fusil a adolescentes. Su enfermedad cardiaca es lo de menos.

¿Habré madurado en empatía? “Capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos”. ¿O es que vemos encima la espada de Damocles nuclear?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 27 de marzo de 2022).

27/03/2022 20:55 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

¿Dónde las bibliotecas?

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Foto www.pinterest.com

Nos aterran los atentados civiles de Kiev, Járkov, Mariupol, Odesa… Los bombardeos indiscriminados, la huida a sótanos y al metro, la toma de televisiones y centrales nucleares, la migración de millones de familias, una triste maleta abandonada en medio de cuerpos destrozados, la masacre en hospitales materno infantiles, tantos crímenes de guerra. ¿Un alivio que no hayan derruido todavía el monasterio de las Cuevas o la catedral de Santa Sofía, el Teatro de la Ópera de Kiev, la Filarmónica Nacional de  Ucrania o los museos?

En la guerra de Siria se destruyeron multitud de estatuas de la antigua Palmira, los Templos de Baalshamin y Bel, varias tumbas, el Arco Monumental… Parece que la mítica Biblioteca de Alejandría (siglo III a. C., período helenístico del Antiguo Egipto) no fue violentamente devastada por un incendio, sino por un largo proceso de purga de intelectuales y bibliotecarios; no llegó a nuestros días. Sí su herencia helenística, arquetipo de biblioteca universal, vaso de barro, emblema de fragilidad y de supervivencia.

Resaltaba Rosa Montero el ejemplo de la biblioteca, sin techumbre, del Blitz londinense (terribles bombardeos nazis, septiembre 1940 – mayo 1941). En la foto, tres figuras siguen buscando libros entre las ruinas de cuarenta mil cadáveres y un millón de edificios. ¿Huida del horror? Mejor continuación de esa cadena de dignidad que heredamos y tenemos el deber de transmitir.

La vida humana es siempre sagrada; pero también esa vida interior que reflejan los libros, la cultura. Podrán quemar mi cuerpo, no arrebatarme el alma. Imaginemos el peor de los escenarios: cientos de cabezas nucleares, armas biológicas, el apocalipsis. ¿Dónde guardar los libros?

Hablaban de un material indestructible en el que migrar nuestra sabiduría a otro planeta. Catástrofes, epidemias y guerras hubo siempre: “Es, además, un libro de viajes. Una ruta con escalas en los campos de batalla de Alejandro y en la Villa de los Papiros bajo la erupción del Vesubio…” (Irene Vallejo, El infinito en un junco).

La Plaza Roja o el Monasterio Novodévichy, en Moscú, son también Patrimonio de la Humanidad. Pervivamos en ellos.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 20 de marzo de 2022).

20/03/2022 22:33 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Héroe de no ficción

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Foto www.elperiodico.com / Agencias

Una imagen vale más que mil palabras. Si intentásemos describir lo que puede expresar un simple gesto, no tendríamos espacio en todos los diccionarios y enciclopedias digitales de la tierra. Se abre el telón: una larga mesa y a uno y otro extremo Vladimir Putin y su primer ministro. En otra escena, Volodimir Zelenski pasándole el brazo por los hombros a su hombre de confianza. Dos cosmovisiones antípodas de la vida y la muerte.

Los Titiriteros de Binéfar, el payaso Marcelino, Teatro Arbolé. El Capitán Garfio, los zares rusos, los grandes dictadores de la Historia. Y, sin salir de casa, Madre Rafols o Agustina y las heroínas de Zaragoza frente a Bonaparte, escenificación que recreamos estos días. Un cómico de tres al cuarto, intérprete de la seria televisiva “Servidor de su pueblo” –en el papel ficticio de presidente de Ucrania–; frente a un espía de la KGB, cabeza de la guerra chechena, que llega a mandatario y a soñar con la reconquista del imperio ruso.

La tierra literalmente partida en dos por una fina línea fronteriza. Si no fuera por el desprecio de un país en lucha sin cuartel por la independencia, el propio idioma y la dignidad. Si obviásemos tanta sangre inocente por el capricho de una ideología trasnochada. La Z del Zorro, de nuestros juegos infantiles, zigzaguea en el aire, en las explosiones, en el humo que sume en la miseria a dos países y amenaza a un continente entero.

No es un juego de niños. ¿De veras los hijos de las tinieblas son más astutos? Daría para un tratado psicoanalítico y psicopatológico. Se habla de Lenin o Hitler, asesino de su propia familia y suicidado en un búnker. Mientras otros se comparan con Churchill, artífice de la paz en una Europa en guerra.

Escuchaba la “Canción del esposo soldado”, de Miguel Hernández: “Espejo de mi carne, sustento de mis alas, / te doy vida en la muerte que me dan y no tomo. / Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas, / ansiado por el plomo”. Y leía el relato “Un rey escucha”, de Ítalo Calvino: “Esperar el momento en que serás depuesto, en que tendrás que despedirte del trono, del cetro, de la corona y de tu cabeza”.

¿Ser o no ser? ¿O mantenerse en pie para sobrevivir?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 13 de marzo de 2022).

12/03/2022 01:33 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Vivíamos en paz

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Foto Heraldo / Agencias

Nuestros abuelos nos hablaban de la Guerra Civil y la dura posguerra, de la Segunda Guerra Mundial,  de cómo su padre le contó de cuando estuvo en Marruecos. Eran casi leyendas y materia de relato que habíamos heredado de los mayores.

Las Malvinas, los Balcanes, Siria, Afganistán… Aberrantes historias que la televisión nos haría cercanas, todavía en el tránsito de la era analógica a las redes sociales y los whatsapps. Éramos más o menos poderosos, acomodados, hijos de una Europa que superó la Guerra Fría, y sentó las bases de una moral cristiana que no había que seguir al pie de la letra. Hasta pudimos estudiar y sacar nuestras propias conclusiones.

Comenzamos a acoger a personas inmigrantes. No podíamos creernos el tiroteo en plena calle en Nicaragua, las guerrillas en El Salvador, la penuria intelectual en Cuba, la repentina hambruna y las cárceles en Venezuela. Como los campos nazis o el gulag soviético, seguían haciéndosenos lejanos.

Resilientes, superamos los atentados de ETA, los de la estación de Atocha, Barcelona. Veíamos el final de la pandemia y, con los debidos test, volvimos a reunirnos en familia por Navidad. Íbamos casi recuperando la vieja normalidad, con muchas ganas de celebrar, cara a la primavera. Y el 24 de febrero se nos paró la vida.

Amenazas, tanques en la frontera, bombardeos mientras dormíamos. De nuevo el confinamiento, el toque de queda, las calles totalmente vaciadas. Y esta vez la muerte no venía de un virus respiratorio, que se te metía en los pulmones y te iba comiendo cada órgano, igual que a Prometeo el hígado. Ahora la muerte tenía forma humana, ojos que vigilaban, pies que perseguían atroces, manos que disparaban un misil.

El enemigo era tu propio hermano, tu vecino de siempre, transformado en monstruo por comecocos políticos o por presión. Y empezamos a tener pesadillas: Europa otra raptada y violada por Zeus, lapidada, el bigote de Hitler tras de nosotros, no tendríamos más exámenes ni trabajos precarios. Había que ir a la guerra.

Tecleo esto en la noche y no hay explosiones, ni resplandor de incendios. Nuestro país está en paz, todavía. ¿Y la amenaza nuclear? Ojalá nunca llegue a ningún puerto.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 6 de marzo de 2022).

05/03/2022 23:37 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Techos de cristal

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Foto https://elpais.com

Todas y todos podemos equivocarnos, cometer un error, meter la gamba. Pero el maremoto que levantado por el PP no tiene sentido para los ciudadanos de a pie. ¿Fraude o corrupción en la compra de mascarillas? No se sabe todavía. ¿Pero meterse con el padre ya fallecido poco antes de su investidura como presidenta de Madrid? Suena a que no es problema de izquierdas o de derechas.

Declaraciones como “...amo la vida nocturna aquí, la he vivido con intensidad”; o considerar la ley LGTB del propio partido “progresía tirana”… ¿Políticamente incorrecta? Isabel Díaz Ayuso, tocaya de la Zendal, que dio nombre al Hospital de Emergencias y Enfermedades Epidemiológicas creado en tiempo récord durante la pandemia, no se muerde la lengua: “La situación del PP es insostenible, nos desangramos y el perjuicio no puede salir gratis”.

Vamos ganando escaños. España se sitúa en el quinto país del mundo con más alto porcentaje de diputadas, tras Ruanda, Bolivia, Cuba y México; después, Suecia, Finlandia, Francia y Dinamarca. Quizá si Liudmila Pútina sugiriese a su esposo, Vladimir Putin, la barbarie a punto de cometer, como hiciera la mujer de Poncio Pilato ante la crucifixión de Cristo, otra paz nos cantaría: “El orden de los siglos se vería / por siempre perturbado: / el huerto más pequeño germinaría en luz” (Flor de agua).

El papa Francisco inauguraba el pasado octubre el Sínodo de la Sinodalidad. Iglesia somos todos, también laicas y laicos. Como botón de muestra, la proclamación del ministerio de acólitas, lectoras y catequistas –modificado el artículo 230, párrafo 1 del Código de Derecho Canónico–. ¿Para cuándo mujeres sacerdotes? El Sínodo de la Amazonía lo planteó, para zonas rurales a las que no llegan curas varones. Pero doctoras y doctores tendrá la Iglesia que diriman.

Vamos rompiendo techos de cristal, siempre lo hicimos. Desde los siglos I a VII de nuestra era, según Juan José Tamayo, cuando hombres y mujeres compartían jerarquías católicas; a las beguinas, laicas y escritoras del siglo XII. O entre los talibanes, que han nombrado a la doctora Malalai Faizi directora de un hospital en Kabul. ¿Será cuestión de tiempo y de memoria?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 27 de febrero de 2022).

27/02/2022 19:58 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Sonrisas

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Foto www.msn.com

A poco más de un mes de Semana Santa, y tras dos largos años desde el San Valentín del 2020, volvemos de nuevo a sonreír. Se han quitado las restricciones en hostelería, sin pasaporte covid en el teatro, parece que esta vez sí hay Cincomarzada. ¡Y qué alivio sentir la luz y el aire a pulmón pleno! Ya no llevamos trampantojo que nos dificulte la visión y nos oculte el rostro de los otros viandantes.

Los pediatras y otros especialistas todavía discuten sin suprimir la mascarilla solo en el recreo o también en las aulas. ¿Un proceso gradual? Sin embargo, no podemos olvidar que se ha robado a los chavales dos años de su infancia y juventud. En los más pequeñines apenas dejará huella; pero todos sabemos que lo vivido de siete para abajo queda ya para siempre. ¿Qué recuerdo guardarán nuestros hijos de adultos de cuando les cerraban los coles, y no salían a la calle a jugar?

Los residuos no reciclables que trajo la pandemia –mascarillas, test de antígenos, jeringuillas y agujas, gasas…– son toneladas. Aun con todo, pese a los nuevos virales que saldrán a partir de este mes, mejor utilizar las medidas higiénicas que no hacerlo. Según Margarita del Val, prestigiosa viróloga e inmunóloga del CSIC, porque no estamos seguros de la gravedad de ómicron, ni de otras posibles variantes, a no ser por las vacunas.

Para el doctor Melchor Álvarez de Mon, Catedrático de Medicina de la Universidad de Alcalá, la covid es más que una gripe, con secuelas permanentes, propensión a otras infecciones, malestar inflamatorio crónico, dolores articulares… Y el actor Antonio Resines: “Los sanitarios me han salvado literalmente la vida”…

No olvidemos el retorno a la vida y la salud integral. Afirma la psicóloga  Marian Rojas Entapé en su último libro, Encuentra tu persona vitamina: “… no poder relacionarnos con personas, no poder tocarnos ni abrazarnos, no poder ver las caras, las expresiones faciales ni las expresiones de los demás por las mascarillas, (…) nos ha perjudicado de manera notable”.

La primavera traerá el buen tiempo, se supone. Con la desescalada de ómicron y los espacios abiertos, confiemos, mientras llegan las vacunas esterilizantes, respirara unos meses en paz.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 20 de febrero de 2022).

20/02/2022 20:55 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

El Ángel del amor

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Foto Aránzazu Navarro / Heraldo

Mi primer acercamiento a Ángel Guinda se produjo a través de Manuel Pinillos: “Nos conocimos, Manolo, a la salida del Ateneo zaragozano, al que tuviste la generosidad de acudir para escucharme un día de 1973. En la cafetería Savoy tomamos esa misma tarde la primera copa juntos”. En el 76 Manuel edita Sitiado en la orilla, Publicaciones Porvivir Independiente, col. Puyal, de Ángel Guinda y Trinidad Ruiz Marcellán, su editora y musa eterna.

“De niño yo veía en Zaragoza rinocerontes con cabeza de hombre, hombres con cabeza de pistola, hombres con cabeza de falo, hombres con cabeza de copón…” (Espectral). Me nutrió de anécdotas y datos, generoso, prolífico. A finales de los ochenta me sacó un poemita en su revista Malvis.

Reseñé su traducción de Inútil poesía, de Álex Susanna, o su espléndido Toda la luz del mundo: “Toda la luz del mundo pasa por tu mirada”. Y él, en una magnanimidad sin parangón, presentó Se está muy bien aquí. Diario de una amistad, vis a vis con Antón Castro, la reedición Poesía completa de Manuel Pinillos y La manzana o el vértigo, “tu mejor poemario”, según decía.

El año del Premio de las Letras Aragonesas, nos brindaría, junto a Olifante y Nacho Escuín, un hermoso homenaje: “Yin: Poetas aragonesas, 1960-2010, se ofrece como un ejercicio de obligado reconocimiento y justo desagravio igualitario a la poesía en lengua castellana escrita por mujeres”. Y la anécdota simpática: “¡Pero Pilar, que me estás atropellando!” –se apoyaba en el mando de mi silla de motor–.

Rebeldía, búsqueda, transgresión, compromiso, crítica social… y poesía existencial o metafísica. En 2012 presentó, en la librería Dodó de Madrid, Del Verbo y la Belleza, con José Luis Gracia Mosteo. “Morir es no volver a estar / a la misma hora, / en los mismos lugares, / con las mismas personas” (Biografía de la muerte).

Te equivocas, Ángel. Volvemos a abrazarte en Los deslumbramientos, Recapitulaciones, Revelación y rebelión y en El arrojo de vivir, antología amorosa que presentamos mañana. A los internos de la cárcel de Daroca recitaste: “Mi vida recibe instrucciones de otras vidas / anteriores a mí, a las que sirvo / como fiel sucesor y en mí reviven”.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 13 de febrero de 2022).

13/02/2022 21:40 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Juguetes rotos

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Foto EFE/Heraldo

Siempre existe un motivo, de Troya a Siria, los enfrentamientos civiles o las crisis mundiales. El magnicidio del archiduque Francisco Fernando de Austria y su esposa Sofía desencadenaría la Primera Guerra Mundial; y la firma de Chambelain, primer ministro británico, por la que entregaba a Hitler los Sudetes, influiría en la Segunda –como se muestra en “Múnich en vísperas de una guerra”–. George W. Bush justificaría durante años la ocupación de Irak; y hasta los talibanes encuentran sus coartadas psicológicas.

“Las causas de una guerra pueden parecer absurdas o incoherentes, pero detrás de ellas suele haber disputas y tensiones mucho más profundas” (Margaret MacMillan, La guerra. Cómo nos han marcado los conflictos). Las manifestaciones de Euromaidán, la adhesión de Crimea y la guerra del Donbás, en 2014, serían el antecedente de la actual crisis ucraniana, nostálgico intento de reconquista de la antigua URSS. Por un lado, el Kremlin y Putin. Por otro, gran parte de Ucrania aspiran a la OTAN, como en su día Estonia, Letonia o Lituania, ya entre los invitados, como Bosnia Herzegovina y Georgia.

Y EE. UU. y la Unión Europea juegan a tres bandas: benefactores de un nuevo Estado libre, ostentadores de poder y víctimas. ¿Y si cortan el gas? ¿Cómo sabernos libres de un ciberataque, un grupo terrorista o una guerrilla? Las armas y las mentes actúan hoy mucho más subrepticiamente.

Seguirán muriendo niños, mujeres y discapacitados. ¿Quedarán ancianos? Y los supervivientes, más miseria, más hambre, más pandemia. ¿Quién gana realmente una guerra? Palabra que suele sustituirse por enfrentamiento, crisis, apoyo humanitario…

“Lo que pasó ya sucedió, no podemos cambiarlo, pero no puede suceder de nuevo”, afirmaba en la Eurocámara Margot Friedländer, superviviente del Holocausto nazi. A sus 100 inviernos sigue llevando en el cuello el collar ámbar que le regaló su madre, deportada a Auschwitz, y en su corazón el recuerdo de Adolf, el esposo, con quien fue feliz en Nueva York 64 años.

Cuando estos días veía las armas y explosivos que muestran a los niños y jóvenes en la escuela ucraniana, pensaba que no solo les han roto los juguetes. ¿Para siempre?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 6 de enero de 2022).

06/02/2022 22:46 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

El otro Valero

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Foto Sepulcro del abad Lope Marco. Detalle San Valero (Veruela).

Ayer celebrábamos San Valero, y como todos los santos tienen su octava y al caer esta vez en sábado, por ser políticamente correctos seguiremos de fiesta mañana lunes.

Por segundo año consecutivo, tomamos el roscón con mascarilla, aunque no el de siempre en la plaza del Pilar ni con Gigantes y Cabezudos, pese a estar vacunados con la tercera. Sí con música, teatro y Tragachicos, visitas a museos y a la Casa Consistorial. A nuestro santo patrono no podemos cancelarlo, como a San Antón y la bendición de los animales en la iglesia de San Pablo, San Blas –benefactor de nuestras vías respiratorias–, o con Santa Águeda, cuando la violencia de género parece haber crecido con la pandemia.

La gala de entrega de los premios Valero, al profesor e historiador Agustín Ubieto, “por el estudio, conservación y divulgación de la historia y la cultura aragonesas”, Aspanoa –Asociación de Padres de Niños Oncológicos de Aragón– y la  Academia Aragonesa de la Jota, también se ha suspendido hasta nuevo aviso. Mientras, los vuelos a Londres, París, Bruselas, Milán o Viena, superadas las primeras olas y con pasaporte covid, ofrecen precios de rebajas de finales de enero, por compensar la subida de la luz y la debacle económica del turismo y tantos sectores afectados.

Bien que nuestros políticos se ocupen de sus ciudadanos más insignes; o se prolongue San Valero al 31 y la Cincomarzada al 7, para no perder fiesta. Pero seguimos obviando lo esencial. ¿Qué nos dice en tiempos de pandemia Valero de Zaragoza? El Concilio de Elvira (Granada, siglo IV), su acólito Vicente, la persecución de Diocleciano, su destierro en el Pirineo, su enterramiento en Roda de Isábena, la restitución de sus reliquias hasta reunirlas en el busto relicario de La Seo… y que era tartamudo. Bien fuera por los años, bien por su diversidad funcional.

Como Demóstenes, que a fuerza de voluntad y piedras bajo la lengua se convirtió en el mejor orador de la Grecia antigua (siglo IV a C); o el rey Jorge VI de Inglaterra, que sílaba tras sílaba transmitió el discurso más conmovedor de todo el Reino Unido.

Etiquetas: tiempos oscuros, pandemia, bloqueo visceral, superación. Nos tienen mucho que decir.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 30 de enero de 2022).

31/01/2022 01:00 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Augurios

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Foto Heraldo

Augurio: “Presagio, anuncio, indicio de algo futuro”. Augur: “Sacerdote que en la antigua Roma practicaba oficialmente la adivinación por el canto, el vuelo y la manera de comer de las aves y por otros signos”. Y de ahí: “Persona que vaticina”. El Diccionario de la lengua española no recoge, con todo, que observar el comportamiento de las aves, o el vapor de sus vísceras ya sacrificadas, era rito esencial en el gobierno de la “res publica” romana.

No estamos hoy tan lejos, sin embargo, de términos latinos como “augere” (hacer crecer), “auspicium”, “augustus”, “auctor” o “auctoritas”, también relacionados con el mal o buen agüero en la decisión de dioses, mandatarios o el binomio salud/enfermedad.

Profecía. ¿Nos infectaremos de ómicron la mitad de los europeos en un par de meses? Heraldo. Margarita del Val afirma que todavía es pronto para tratar la covid como gripe. Portento. Christian Drosten, prestigioso virólogo alemán, está convencido de que el sars-cov-2 se estabilizará en las próximas semanas y pasará a enfermedad endémica.

Indicio. ¿Para cuándo una vacuna universal que bloquee toda transmisión? Solo iluminados como Djokovic parecen conjurar la incertidumbre. A otros les preocupan las señales, que un enorme asteroide caiga sobre nuestras testas. Y el gesto más sencillo de llevar mascarilla y mantener distancia queda procrastinado a cuando de verdad nos interesa, ya sea por salud o ante un viaje inminente.

No hay mayor pandemia que el sinsentido, símbolo y signo de esta noche oscura que nos toca vivir, de calentamiento de cabezas y pies fríos. ¿No es políticamente correcto medidores de CO2 en interiores?

Menos mal, aún nos quedan profetas precursores, como José Luis Jiménez Palacios, catedrático de la Universidad de Colorado y Doctor Honoris Causa por la nuestra: “Creo que, si las cosas siguen con este negacionismo de las administraciones, el colegio va a ser un criadero de ómicron. (…) Nos podemos quedar sin alfabeto para nuevas variantes”.

En medio de la barahúnda, unas palabras emotivas: “Tengo 4 años y me despido del mundo de forma trágica e injusta”, escribiría el padre, tras el accidente de su hija. Signo, gesto, seña de nueva humanidad.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 23 de enero de 2022).

23/01/2022 21:27 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Adiós, Verónica

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Foto www.elpais.com

El pasado año despedimos a Mario Camús, Rafael Egido, José Verón, Almudena Grandes… Y tú, Verónica, tampoco cruzarías la frontera, recién cumplidos tus 66.

José María Forqué, Carlos Saura, Pedro Almodóvar, Fernando Trueba Luis García Berlanga… Dejaba siempre huella en directores y compañeros, impregnando en cada obra su sello personal. “Papá, yo quiero ser artista”, y tras las primeras negativas y el ataque de pánico, el padre le abrió de par en par la puerta de la pantalla grande.

Su madre, la escritora Carmen Vázquez-Vigo, lo intuía. Y empezamos a verla y admirarla en televisión, desde aquel “Estudio 1” en blanco y negro a “Pepa y Pepe”, pasando por “Curro Jiménez”, “Ramón y Cajal”, “Eva y Adán”…

Inolvidable chacha en “La guerra de papá” (adaptación cinematográfica de Mercero de El príncipe destronado, de Miguel Delibes), .pasó de chica alegra pelirroja de los años 80 a chica Almodóvar. El personaje de “Kika”, “Bajarse al moro”, de Fernando Trueba, o el doblaje de “El resplandor” de Stanley Kubrick quedarán siempre como momentos estelares.

Cinco Goyas y otra nominación, premios de la Unión de Actores, Fotogramas de Plata, TP de Oro, ACE de Nueva York… En teatro, Divinas palabra, Casa con dos puertas mala es de guardar, ¡Ay, Carmela!, El sueño de una noche de verano, Doña Rosita la soltera e innumerables títulos. En una de sus últimas películas, “Salir del ropero” (2020), seguía colosal como mujer madura.

La pandemia nos trastocó a todos, multiplicó por n los miedos infantiles, triplicó la depresión de los adultos, desorientados en el  tiempo y por la falta de salidas, y los mayores los hundió en la soledad. “La Navidad potencia el sentimiento de soledad emocional. Se echa en falta a gente querida” (Carlos Pérez Ara, director técnico del Teléfono de Aragón).

Y a ti, Verónica,  te faltaba tu padre, José María, tu hermano Álvaro hace siete navidades, tu ex marido. Lo ha declarado él: “…era una persona que aspiraba a la trascendencia, mística, más que religiosa, y te contaba que cuando meditaba o hacía yoga pensaba en su padre, y dialogaba con él” (Manuel Iborra). Amante de las necrológicas en los periódicos, ¿eres ahora más feliz?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 16 de enero de 2022).

15/01/2022 23:31 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Renacer

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Foto www.amanixer.es

“Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán” (Mateo 1, 7). Hoy se lee este texto en la misa católica, como un rito iniciático hacia la vida pública de Jesús.

Bautismo: “Primero de los sacramentos de muchas Iglesias cristianas” (Diccionario de la lengua española). Iniciar: “Introducir o instruir a alguien en la práctica de un culto o en las reglas de una sociedad”. Despertar: “Hacer que nazca o se manifieste un deseo o un sentimiento”. Regeneracionismo: “Tendencia a restablecer en una comunidad los valores morales y sociales que se consideran perdidos o debilitados”. Renacer: “Adquirir por el bautismo una nueva vida espiritual”.

Actitudes que deberíamos incentivar en este recién nacido año. Sin ir más lejos, AMANIXER (‘amanece’), Asociación Aragonesa de Mujeres con Discapacidad, defiende los derechos e intereses de las mujeres y niñas con discapacidad, al tiempo que promueve el acceso y la participación social, así como la plena inclusión socio laboral, educativa, sanitaria y en cualquier otro ámbito. ¿Qué mejor inicio solidario?

No como propósito de unos pocos, sino algo transversal. El impulso de eterno renacer está ahí, como algo intrínseco, innato. ¿Quién no comenzaría de cero en muchas ocasiones? Nos tienta prolongar ad infinitum los instantes pletóricos, cálidos, felices. Y nos sabe mejor después de haber luchado, con los pies en la tierra. Hay un tiempo para sembrar y un tiempo para  recoger frutos, según el Eclesiastés.

Renacer no es no morirse nunca, ni reencarnarnos. No en nuestra cultura. Comienza a hablarse de superar los senolíticos, fármacos destinados a frenar el deterioro de las células senescentes, envejecidas, y probar otras técnicas ante sus efectos adversos –no somos ratones ni cobayas–. El venezolano José Luis Cordeiro y el británico David Wood apuntan en su libro, La muerte de la muerte, 2045 como el año cero de la inmortalidad. Una generación mortal dará el relevo o tránsito a otra inmortal. Un mundo feliz, de Aldous Huxley, siempre fue ciencia ficción. ¿Distopía?

Renacimiento, renacer, culto a la  dignidad humana. ¿No tiene más sentido? ¡Buen inicio de año!

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 9 de enero de 2022).

09/01/2022 23:47 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

La nueva era

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Foto Colpia / A. Tocries / Heraldo

Hay quien se escandalizaría con el movimiento sincrético místico espiritual “New Age” (oriundo de EE. UU. en los años 70, llegaría a Europa décadas después).

La unión cuerpo-mente-espíritu, ¿adónde iba encaminada? Al cambio de milenio, el paso de lo analógico a lo digital se comparó a la invención de la imprenta, en el siglo XV, o la revolución industrial, en el XIX. Ahora es diferente.

Mientras vamos saliendo de una buena, o eso creíamos, salta ómicron y se anuncian más pandemias, la espada de Damocles del cambio climático, o un asteroide que puede chamuscarnos, Otros prefieren evadirse. Los japoneses Yusaku Maezawa y Yozo Hirano –un multimillonario y su asistente–, al mando del cosmonauta ruso Alexandr Misurkin, emprenden su primer viaje turístico espacial. No le extrañe a nadie que me apunte, dada la situación de nuestro hábitat terrestre: gente aterrorizada y psicótica, profesionales de la comunicación que dan sus “fake news” según apunte la veleta, médicos anti vacuna por si acaso algún chip… ¿Y los políticos?

Mejor migramos a la Luna, que no queda muy lejos. Lo vengo soñando hace tiempo, pensando en nuestros hijos, nietos, sobrinos. Tendrían sin lugar a dudas un fututo más pleno, sano y saludable, de edén clausurado en la infancia.

Habría menos efectos secundarios que con la experimentación genética, a lo oveja Dolly del doctor chino He Janku, dos gemelas venidas a este mundo y otra criaturita ya en camino. ¿Para qué preservarlas del cáncer o del sida, si pueden desarrollar mutaciones monstruosas? Y envejecer prematuras, y morir. Al menos Frankesntein era ciencia ficción.

Lo cierto es que algo está cambiando, ¿hacia qué rumbo? La incidencia continúa subiendo entre humanos, mientras una simpática cerdita “Pepa-Pig” campea a sus anchas por el casco histórico e Instagram. Parece que una clave es la vacuna, y detener el envejecimiento de las células. ¿Llegaremos algún día a la planta de la eterna juventud, soñada por el rey sumerio Gilgamesh? ¿O como Prometeo estaremos condenados a enfermar por querer apropiarnos del fuego del misterio absoluto?

De momento, les pido a los Magos, o Sabios de los cuatro puntos cardinales, nos traigan salud.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", 2 de enero de 2022).

02/01/2022 23:52 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Remembranzas

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Foto álbum familiar

Anteanoche celebrábamos la Natividad de Jesús, o Encarnación del Niño Dios, según la tradición cristiana. Al fondo, los rituales paganos, el solsticio de invierno, con las noches más cortas del año. La siembra del cultivo, el apareamiento de los animales, la reserva de alimentos o la espera de un nuevo renacer, desde el Neolítico a las saturnales romanas, las fiestas judías, musulmanas, o la culminación del círculo con velas o corona de Adviento de los católicos,

¿Volvemos a desacralizar el Misterio? Remembranza, ‘recuerdo, memoria, reminiscencia, rememoración’ (Diccionario de sinónimos online). Recuerdo con cariño cuando cantábamos villancicos con almirez y botella. Rememoro aquel largo pasillo de la calle Delicias, el espumillón colgando con bolas de cristal de colores. Una herradura, una campana, la estrella en lo alto del pino, que traía el tío de los Viveros. Mi madre tan activa; a la tía no había quien la hiciera parar.

Nacieron mis hermanos y, además de llenar la casa de alegría, comenzamos a poner el belén. El fondo azul con estrellas y luna; una roncha de madera para poner en alto el castillo de Herodes. Mi padre sacaba tiempo de sus viajes, cuando no se volvían por otra falsa alarma de atentado, por colocar al mínimo detalle escenario y figuras. El corcho para nieve no era buena idea; mejor musgo o polvito brillante. Mis hermanos llevaban a adorar al Niño patos o hipopótamos, todo valía.

Los Reyes se portaban cada año mejor. Dos pozales o cubos pequeñitos para traer el agua, una vajillería de juguete, un piano, un acordeón, mi muñeca favorita, Maribel –a la que dejaba el mejor sitio en mi cama–, el mecano…

Un poco más atrás, una pequeña se agarra, de puntillas, a una rama del abeto. ¿No se caía? Y antes la cuna, y otra cuna de muñecos. Una cocina de pueblo, con hogar y trébedes, el almirez en la campana. Y frío, y pobreza, y la Misa del Gallo con tres zagalillos de pastores.

Navidad; “En el mundo cristiano, festividad anual en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo” (Diccionario de la lengua española). En Colombia, “pastora, arbusto de hasta 3 m.” (Diccionario de americanismos). Cada cual tiene su memoria emocional.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", viernes 26 de diciembre de 2021).

26/12/2021 01:13 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Ya está aquí

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Foto José Miguel Marco / Heraldo

El pasado puente de la Constitución-Inmaculada, las nieves comenzaron a cubrir los cantos y las altitudes no demasiado elevadas, bloquear carreteras e inaugurar las pistas de esquí se inauguraron, con riesgo de avalanchas por los fuertes vientos. Para niños, residencias de ancianos y quienes todavía tenemos una esperanza de tejas para arriba, es un buen momento de poner el belén, y no quitarlo hasta el domingo 9 de enero, día del Bautismo de Cristo. En la tradición oriental, hasta la Candelaria.

Ya la cuarta vela de la corona de Adviento, cuando las luces, las bolas gigantescas y los buzones para echar la carta a los Reyes, llevan dos largas semanas iluminando la ciudad y la mirada de los más pequeños, recordando a ausentes, encendiendo el espíritu de todos.

Del black friday del último viernes de noviembre a los comercios de adornos navideños, dulces y turrones, regalos para las próximas semanas. ¿Árbol o nacimiento en el salón? ¿Un detalle en la puerta a nuestro hogar? ¿Poner velas en la mesa, junto a los cubiertos y vajillería especiales? ¿El estilo de siempre o uno de ramas y piñas? ¿Dejar una silla vacía?

Antes de la pandemia, las oficinas de correos se llenaban de cartas, felicitaciones y paquetes pata amigos y seres queridos distantes. ¡Qué navidades aquellas, con mi padre lejos de nosotros, de tantas sacas acumuladas en el coche correo! En esta nueva era, nos felicitamos por el whatsapp, las redes sociales o, como mucho, el teléfono móvil.

Apenas cinco días para Nochebuena y Navidad. ¿Nos reuniremos este año las familias? ¿Visitaremos los peques y los jóvenes, los padres de familia, a los yayos? ¿Qué hacemos con los mayores de residencia? Se empieza a vacunar a los menores, pero no es suficiente. Además, el interés de cada no solo está en lo sanitario.

No es cierto que este bicho nos haya cambiado para bien. ¿Quién sentaría a su mesa a un pobre, de esos que piden por la calle? Abrazos y besos los seguimos dando con cautela. ¿Y hasta cuándo?

¿Y si no es el entorno ni la carga viral? ¿Desde cuándo no oímos villancicos? Las luces se encendieron hace semanas. ¿Y el espíritu? ¿Cómo van los preparativos de abrigo para adentro?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 19 de diciembre de 2021).

19/12/2021 21:13 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

¿La nueva humanidad?

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Foto https://elfarodeceuta.es

Anteayer celebrábamos el Día Internacional de los Derechos Humanos. Siempre he creído que la Carta Magna de la Asamblea General de las Naciones Unidas (París, 10 de diciembre de 1948) se refería a las mujeres y hombres que habitamos el planeta: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros” (art. 1).

Una se queda a cuadros: “El Derecho Animal es la única rama del derecho donde los clientes son siempre inocentes. (…) conviene recordar que a lo largo de los siglos, los Animales No Humanos (A.N.H), cerdos, ratas, perros, loros, burros… y hasta moscas y orugas, fueron procesados, juzgados y condenados por la comisión de los crímenes más variopintos, a penas tan severas como el destierro y la muerte” (Joyce Tischler, directora del Animal Legal Defense Fund).

La Declaración de la Conciencia Animal o el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea lo apoyarían. Según la Ley de Protección Animal de Aragón (marzo 2013): “Todos deben evitar maltratar a los animales, ya sea por acción u omisión, directa o indirectamente” (art. 3). Atender a un animal hace crecer a niños y adultos, y es un realmente humano hacia el mismo –humanizar ratones es otra cosa–. Meter en el mismo saco a un maltratador, de animales humanos o no humanos, psicópata, infanticida…

Humano: “Del hombre o de la humanidad. Limitado a lo que es propio de la imperfección humana”; y también, “afable, afectuoso, benévolo, benigno, blando, caritativo…” (María Moliner, Diccionario de uso del español). Humanidad: “Naturaleza humana. Género humano. Conjunto de personas. Fragilidad o flaqueza propia del ser humano” (Diccionario de la lengua española).

Y es que le hemos dado la vuelta. Si no, ¿cómo entender que a un enfermo de ELA una trabajadora social le recuerde su derecho a la eutanasia, cuando pide asistencia personal? Hemos traspasado la barrera: científicos chinos han creado los tres primeros bebés modificadas genéticamente. Humanoide: “[Animal o cosa] cuya forma recuerda a la humana” (Diccionario del español actual). Esperemos no llegar a serlo nunca.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "La tribuna", domingo 12 de diciembre de 2021).

12/12/2021 23:29 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Pandemia intelectual

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Ana López, presidenta de Asapme, durante la visita de la consejera de Sanidad, Sira Repollés. Foto Guillermo Mestre / Heraldo

Asapme (Asociación Aragonesa Pro Salud Mental) alerta de la necesidad de más recursos por el auge de trastornos mentales en la pandemia. Problemas como la ansiedad, la depresión, el trastorno bipolar, los trastornos de la conducta alimentaria, la esquizofrenia… eran tratados desde hace años por la Asociación. A los que  ahora  se unen crisis de soledad, aislamiento, incertidumbre. Todos estamos tocados, aunque no hundidos.

Si la población adulta se ha visto afectadas por las pérdidas, el desempleo, la inestabilidad emocional, el estrés entre teletrabajo y niños… la ciudadanía infantojuvenil muestra aún un mayor porcentaje de problemas. La anorexia, la no aceptación de la propia imagen, el acoso escolar pese al grupo burbuja del colegio, el autoaislamiento, la adicción a las redes y al whatsapp. Las tentaciones de suicidio. Realidades que ignoramos, obviamos o ante las que, más cómodo todavía, cerramos los ojos.

Salimos a la calle y vemos rostros tristes, cabizbajos, como de ancianos que viniesen de un tiempo que no existe. El amigo de siempre ya no es el mismo, dice cosas rarísimas. Y nosotros, ¿nos miramos al  espejo? Una losa nos pesa  día y noche, como a Sísifo.

¿Dónde la alegría por progresar? ¿Dónde los encuentros de vecinos, familiares, de empresa? Si no hemos podido reunirnos ni para la avería del ascensor. ¿Y el placer de viajar sin pcr?

Y eso sin haber tenido despedidas sin presencia, sin abrazos ni llanto compartido, sin casi duelo. Envejecer también es triste, y más en hospital. Un toro o unicornio persigue al anciano en forma de delirium sin sentido ni lógica. Retorno a la infancia o a miedos ancestrales intransferibles.

Pandemia: “Enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región”. Pero hay otra pandemia que sobrepasa la enfermedad, mental o física, la penuria económica, las pérdidas virtuales. Es el desequilibrio de quienes de alguna forma llevan las llaves del timón. Y aquí nos volvemos todos locos, esquizofrénicos, de cabeza.

Nuestro querido y extraño planeta y sus habitantes, ¿verán alguna luz intergaláctica?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", demingo 5 de diciembre de 2021).

05/12/2021 13:14 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Rictus apocalíptico

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Foto Portada de Beato de Liébana. www.holaebook.com

Se han perdido la montaña, la casa, los enseres cotidianos. Como los nombres de los muertos y la vida, todo ha quedado sepultado por una ceniza densa, dura como el granizo, negra como las fauces del ogro que se engulle al lactante. Las aves migratorias no encontrarán su nido.

¿Inundaciones en Asturias? ¿Dana en los próximos días? ¿Un corte de luz en media Europa? Ya lo anunció Nostradamus en el siglo XVI: “Y en el año de los gemelos (2020) / surgirá una reina (corona-virus) / desde el oriente (China) / que extenderá su plaga / de los seres de la noche (murciélagos) /  a la Tierra de las siete colinas (Italia) / transformando en polvo / a los hombres del crepúsculo (ancianos), / para culminar en la sombra de la ruina (crisis económica”.

Con la pandemia, hemos perdido el progreso y la inmortalidad: “Los hombres nos creemos vivos. Pero no es verdad: la muerte nos mantiene encadenados como a un oso los titiriteros” (José Luis Martín Descalzo, Razones para la esperanza). Y se nos ha quedado un rictus triste, melancólico, añorando muchos de nosotros la antigua normalidad.

Nada nuevo bajo el sol. Hacia el 776, un tal Beato, abad de Santo Toribio de Liébana, escribe unos Comentarios al Apocalipsis, según la tradición judía (siglo II a. C.) y patrística –Ireneo, Gregorio Magno, san Isidoro–, ante el terrible fin del mundo del 800 y luego del 1000.

Cultura apocalíptica que no es sinónimo de final, sino de persecución y desesperanza: “Comprendí que mi persona hacía todo lo posible por expulsar al enemigo, al virus, despierto y dormido” (José Carlos Bermejo, Dios en la pandemia).

Se comienza a morir cuando nacemos, decían los barrocos. La NASA estudia desviar asteroides. ¿También el pronosticado por Juan José Benítez en 2027? “Jesús respondió: "Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: (…) ’El tiempo está cerca’. No los sigan” (Lucas 21, 8).

“’¡Arrepiéntete! 3 de febrero. Fin del Mundo’. (…) Bruna miró alrededor. La espléndida montaña, el jardín tranquilo. –Pues parece que hoy tampoco se acaba el mundo –dijo la rep” (Rosa Montero, Lágrimas en la lluvia). Vivimos un eterno renacer.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 28 de noviembre de 2021).

28/11/2021 22:10 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Cristina Peri Rossi

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Foto Antonio Heredia / El Mundo

Hay dos formas de leer: por placer y por dedicación profesional. Reconozco que la uruguaya Peri Rossi, Premio Cervantes 2021, siempre se me hizo un poco dura, lejana a mi sensibilidad creativa. Todo está en los comienzos: “Nací en una ciudad triste / de barcos y emigrantes / una ciudad fuera del espacio / suspendida de un malentendido: / un río grande como mar / una llanura desierta como pampa” (“Montevideo”).

Un padre prematuramente ausente, las bibliotecas, el compromiso, unas primeras clases, el exilio, el amor. “No conoce el arte de la navegación / quien no ha bogado en el vientre / de una mujer, remado en ella, / naufragado / y sobrevivido en una de sus playas” (“Bitácora”). La autora de Viviendo, Los museos abandonados, El libro de mis primos o La nave de los locos, haz y envés del paraíso para siempre perdido, comenzó a escribir en su niñez.

Apasionada, íntima, rebelde, femenina, ecléctica, luchadora, defensora de lo que siempre creyó: “Descubrir a Dios entre las sábanas / --no en el templo fariseo / ni en la altiva mezquita–” (“De aquí a la eternidad”). Exiliada también del boom latinoamericano del momento: Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Julio Cortázar, con el que mantuvo una interesante relación epistolar-amistosa-literaria. Mujer en continua búsqueda de identidad, sexual, geográfica, humana.

“Tu placer es lento y duro / viene de lejos / retumba en las entrañas / como las sordas / sacudidas de un volcán” (“Erótica”). Su madre sí la comprendió. Se impuso la distancia y la memoria: “Prefiero soñar con Montevideo y vivir acá: allí murieron mi madre y mi hermana, demasiada tristeza”.

Narrativa, poesía, ensayo, periodismo, traducción. A partir del 2000, la prolífica autora  sacó los poemarios Estado del Exilio, Estrategias del deseo, Habitación del hotel o Playstation (Premio Loewe 2009), radiografía urbana de su propia soledad.

“La poesía es una percepción; la narrativa, un discurso”. Leer es descubrir, descubrir es amar, conocer, apasionarse. Y encontrarse en el verbo de la otra como en el mismo espejo: “¿Cuál es mi casa? / ¿dónde vivo? / Mi casa es la escritura” (Habitación de hotel).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 21 de noviembre de 2021).

21/11/2021 23:27 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

El cuento de nunca acabar

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Foto: EFE / Heraldo de Aragón

Saldamos 2020 con 80.000 fallecidos. A lo que se suman las secuelas físicas, neurológicas, de duelo sin posible despedida, económicas. Y 2021 se inició con la esperanza puesta en las vacunas, sin apenas navidades familiares y con la casi certeza de que nada iba a ser ya lo mismo.

Pero nos remontamos, habituados como estamos los humanos a y sobrevivir, contra marea y viento. Con el buen tiempo, comenzaron a caer las mascarillas, ávidos de aire libre, morenez en el rostro, espectáculos, viajes….El fiel de la balanza se inclinaba de nuevo en ángulo agudo a la salud.

Y he aquí que un año después de iniciarse la vacunación, cuando hemos pasado casi todos por la aguja y a los mayores se les administra una tercera dosis, en nuestro entorno europeo todo vuelve a empezar. La relajación en las vacunas, en medidas higiénicas y en distancia social, han acelerado el caos en Alemania. Rusia paga sus vacaciones. En los Países Bajos, se vuelve a la máscara y el alejamiento. Grecia tri-vacuna a los mayores de 18. Francia, Italia, España y Reino Unido están el punto de  expectativa. Y Europa Central y del Este se llevan la peor parte.

Y la marea llega a Aragón. Utebo, Calatayud, Tarazona, Ejea, Jaca, Aínsa, Fraga, Alcañiz… ¿Imprudencia de los ciudadanos o falta de previsión en los locales públicos? ¿Para cuándo la inmunización de los menores? ¿Erradicará el bicho la esperada vacuna española intranasal? Acaso debamos convivir con el patógeno, como en el caso de la gripe y otras enfermedades más severas.

Comienzan a programarse viajes en Imserso y en Cocemfe, y parece que nuevas restricciones no van a imponerse por ahora. Nos hemos acostumbrado a tomar un café en terraza, tenemos sed de teatro y de conciertos. ¿Pero cómo frenar las fiestas multitudinarias de jóvenes a rostro descubierto?

Por mucha pastilla Pfizer o de otra farmacéutica, sin una mínima conducta higiénico social de poco sirve. Mercadillo, un poblado Papá Noel, una gran bola de ilusión y nuestro belén de siempre en la plaza del Pilar, sin cita previa. Volverán a encenderse luces en nuestras calles. ¿Volveremos a reunirnos las familias? Llega Adviento, un tiempo de esperanza.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 14 de noviembre de 2021).

15/11/2021 00:08 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Noviembre

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Foto www.perfil.com

Noviembre, de ‘novem’ (nueve en latín), y de ahí ‘november, -bris’. Noveno mes del año según el calendario romano, que en el gregoriano pasó al undécimo. Se representaba como un sacerdote de la diosa Isis, con túnica de lino, calvo y junto a un altar, sobre el que se mostraba una cabeza de cordero.

Comienza el mes con Halloween, antiguamente All Hallow’s Eve (víspera de Todos los Santos). De origen celta, celebraba la caída de la hoja y, paradójicamente, el final de la muerte e inicio de una nueva vida, conmemorando el Samhain, ‘fiesta de la cosecha’. Con la vela, el nabo encendido, la comida y los dulces en las ventanas, se ayudaba a los espíritus malignos a encontrar su camino. Holywins, o festejo de ‘tu santo favorito’, parece convertir una vez más lo pagano en cristiano.

De cualquier forma, las calabazas, el Monte de las Ánimas y Don Juan Tenorio, tan de siempre, nos disponen a un mes introspectivo, con las noches más largas y la luz más oblicua a nuestro ánimo, o más alta que nunca –que ni Europa se aclara con la hora–. Y con todo, este otoño ha venido generoso en caracoles y setas.

Pese a la emulsión de metano y el calentamiento progresivo, o la lava y ceniza de Cumbre Vieja, noviembre se nos muestra más hermoso que nunca, con el ocre penúltimo prendido todavía a sus ramas, y una temperatura casi de primavera.

Si bien aires polares han hecho acto de presencia esta semana, con las primeras nieves, volviéndonos proclives a la astenia y a la interiorización, la lectura, las películas Netflix y los juegos de mesa. Que las últimas producciones de la pantalla grande no sabes en qué cuadrante horario situarlas, de tan tendenciosas y desvaídas.

¿Habrá este año castañas en la plaza Paraíso o en Independencia? En cualquier caso, es lírico pasear a la orilla del río o ciudad adentro, en calles y plazas remozadas o en el recién plantado Bosque de los Zaragozanos, hoy domingo, víspera del Día Mundial del Urbanismo.

Modernamente, noviembre se vestía de hoja seca, una mano apoyada en Sagitario y en la otra un cuerno de la abundancia. “Me siento bien dentro de mi corteza, / con algunas hojas amarillas / y el corazón en sepia” (Ahora que calienta el corazón).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 7 de noviembre de 2021).

07/11/2021 23:17 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

¿Truco o trato?

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Foto https://letsgofiesta.com

 “¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?”, película taquillera del 92, de Manuel Gómez Pereira y protagonizada por Verónica Forqué y Jorge Sanz –el eterno niño de Crónicas del alba–. Entre erótica y vodevil de enredo, ¿quién la recuerda?

El pasado septiembre, hacíamos un paréntesis de relax en Huesca, ciudad bella y mágica, y, tras disfrutar las maravillas arqueológicas en su museo, decidimos degustar las culinarias en la terraza de La Zarza. Rabo de toro, tarta especialidad de la casa… Íbamos por la ensalada césar cuando estalló la conversación.

“Debes ser fiel a tu pareja, porque, aunque tú no creas, hay un Dios y un final en el que serás juzgado”. Era Clara, una joven de color que disertaba animada sobre sexo, amor y matrimonio, con otros cuatro compañeros. Dos mesas más allá. No llegarían a bachilleres.

El padre de una de ellas debió contraer segundas nupcias, y a los chicos les dio por estrujarse el coco con el tema. “El matrimonio puede ser civil, y entonces solo tienes que comprometerte con tu chico. Hacer feliz al otro y nada más”, defendía Ana. “Pero los votos serán siempre sagrados”, añadía Toñi.

Los chicos, Luis y Alberto –nombres figurados–, eran algo más retraídos, aunque tampoco perdían baza en conversación tan suculenta. “Es que no es lo mismo casarte por la Iglesia que por lo civil”. Mamá gata y papá gato, secundados de sus hijitos, daban una y otra vuelta, en busca de unas migas caídas de las mesas de los comensales. “Si te casas por la Iglesia, haces votos con Dios. Si es por lo civil, los haces con el Ayuntamiento”.

Diversos cuadros naif colgaban por las paredes, alternándose con macetas de diferentes plantas. “Lo importante es el otro, hacerle feliz”, insistía Ana. Una higuera madura daba abrigo y más color al debate. Y tuvo que volver Clara a sorprender a todos: “Lo importante son tus creencias. Cuando Dios te llena tanto, no puedes engañar al otro, se te quitan las ganas hasta de follar”.

Sin duda, la chica no había vendido su alma al Diablo, como el irlandés Jack O’Lantern; ni vagaba entre el bien y el mal. No habían ahondado, tan jóvenes, en el meollo de la unión. ¿Truco o trato? ¿O iban más allá?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 31 de octubre de 2021).

31/10/2021 20:30 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Goya, letra y música

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Foto https://zaragozala.com

Asistíamos el pasado fin de semana al excelente espectáculo de B Vocal, con motivo del 275 nacimiento de nuestro más grande pintor en Fuendetodos. El actor Alfonso Palomares interpretaba a Goya, en un recorrido sentimental que recordaba a representaciones anteriores, en el teatro Principal, de la relación entre Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós o la vida y la obra de Miguel Fleta. El género parece llegar al corazón.

Comenzaba Paquito su feliz infancia en la lejana Zaragoza de 1746. Los juegos en la calle, la gallinita ciega… se acompasaban con tonadillas populares, jotas de picadillo. La “Primavera” de Vivaldi, o Boccherini, van marcando el tránsito de un joven de provincias a su suerte en la Corte o su formación italiana. La pintura religiosa del Pilar, casado ya con Josefa Bayeu, se narra en mezcolanza con los Infanticos o la música de Haendel.

Fandangos, zarzuelas, minuets, sonatas… Los tapices se compagina con el Mozart más desenfadado. Los retratos a reyes y nobleza con Sors o Emperador; mientras “El barbero de Sevilla”, de Rossini, se conjuga con el mejor humor del quinteto.

Pasan los años. Junto a los caprichos y las majas, aparecen fantasías y grabados disconformes con la realidad. Sueños de la razón, brujas, locos… con el marco ideal de “Tempestad grande”, del aragonés José de Nebra, y sinfonías y arias de un Mozart ya solemne. Palafox, Agustina de Aragón, el fratricidio del dos y el tres de mayo… Don Francisco ya solo pintaría en negro y escucharía voces interiores, como su coetáneo Ludwig van Beethoven.

Sus cuatro últimos años en Burdeos no significarían sino el principio. Y una, con memoria literaria, engarzó el estreno de El sí de las niñas, de Leandro Fernández de Moratín, con Benito Jerónimo Feijoo –sin tilde y con dos oes–, Gaspar Melchor de Jovellanos, José Cadalso y el aperturismo de las Cartas marruecas o Juan Meléndez Valdés. “Francisco de Goya y la Ilustración”, el congreso organizado por María Dolores Albiac en tercero de Hispánica.

Dos parejas de baile, tres instrumentistas y la proyección de la obra original. Los genios van siempre de la mano, hacia el “Aleluya”, de Haendel, que exalta la emoción.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 24 de octubre de 2021).

24/10/2021 13:06 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Maixabel

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Foto Cartel película

Segundas partes nunca fueron buenas. Fernando Aramburu ha postergado la continuación de Patria por otro tema de rabiosa actualidad: la tentación de suicidio de un profesor de instituto en Los vencejos. Sin embargo, la película de Icíar Bollaín sigue siendo necesaria para la sociedad vasca, española y toda colectividad humana que se precie.

La acción comienza en el Casino de Tolosa –recreación fílmica de la cafetería del frontón, Beotibar–, cuando Juan María Jauregui, ex gobernador civil de Guipúzcoa, en asesinado por el «comando Buruntza» de ETA mientras toma café con un amigo. Ibon Etxezarreta, ‘Potxolo’ –Luis Tosar–, es el cabecilla, mientras Luis María Carrasco y Patxi Xabier Makazaga cometen el brutal crimen.

Maixabel Lasa –Blanca Portillo–, esposa de Juan Mari, y su hija María – María Cerezuela–, viven en primera persona la tragedia. Una mujer todavía joven a punto de celebrar sus bodas de plata; una niña de 18 años que vuelve del sur de vacaciones a ver a sus amigos. El remordimiento inicial y el no poder comprender: “¿Por qué ese día no estuve yo en el Casino? No le habría dejado sentarse en esa mesa”.

Catorce años después, la mujer se entrevista con Luis Carrasco y con Ibon, en su petición de perdón a las víctimas. “¿Sabes que Juan Mari estuvo en ETA? Nunca aceptó la lucha armada”. Protestas anti Proceso de Burgos, ETA VI Asamblea, concejal de Tolosa, gobernador civil, afiliado al Partido Comunista y al PSOE, responsable de una empresa privada en Canarias y en Chile… Y un joven Etxezarreta, adscrito a bandas independentistas internacionales veinte años después. “Prefiero ser la viuda de Juan Mari que tu madre”.

Legorreta, Tolosa, San Sebastián… Playa de Ondarreta, isla de Santa Clara, ante el hotel Ezeiza, tienda de comestibles en aquel tiempo convulso, junto al monte Igueldo. Lugares entrañables, historias que te van ido llegando por amigos y familia cercana, cicatrices que precisan sanación. “… la historia incandescente de sus vidas antes y después del cráter que fue la muerte del Txato, nos habla de la imposibilidad de olvidar y de la necesidad de perdón en una comunidad rota por el fanatismo político” (Fernando Aramburu).

María Pilar Martínez Barca

(>"Tribuna", domingo 17 de octubre de 2021).

17/10/2021 22:02 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Pilares selectos

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Foto Cartel Semana Cultural

“Este año pal Pilar / no sale lo mejor, / ni los gigantes, / ni la procesión. / La Virgen está dormida / y no la van a despertar…”. Cuando el año pasado por estas fechas visioné por Facebook el videoclip de Sara Serena, entremezclado con canciones de José Labordeta, me emocioné. ¿Me cogió baja? Sara estudia Magisterio, y desde su adolescencia y su paso por Amici Musicae, ha llegado a superventas en EE.UU. Es hija de una amiga común de una compañera de carrera. ¡Emociones y ausencias a tutiplén!

Este año sí tenemos fiestas, o Semana Cultural: 250 actividades ocio, conciertos, teatro y humor, recreaciones infantiles, jotas en la plaza del Pilar… Por no faltar, no faltan la Fiesta de la Cerveza, la Feria de Artesanía ni Valdespartera; ni los broches de oro y de plata de la Ofrenda de Flores y de Frutos, en grupos mínimos. “Como cada 12 de octubre, mi Virgen del Pilar y mi tierra son protagonistas de este día” (Luis Larrodera).

Para los peques, esos que acaso no recuerden el bicho, Gigantes y Cabezudos, Títeres de Cachiporra y Marionetas, Tragachicos y jugar en el Ebro. “Que regresen los abrazos. Vivan todos los zaragozanos y viva mi bello Aragón” (Adriana Abenia).

Espacio para el arte, el deporte y la creatividad. “Nobleza y honor, bandera y orgullo de nuestro Aragón” (Real Zaragoza). Nacho del Río, Beatriz Bernad y los grandes joteros, junto a la Pilarica o en el Auditorio, donde tampoco faltan la música de siempre ni BVocal. “Pero todo cambió y lo de menos es buscar una forma de entenderlo…” (Eva y Juan, Amaral). ¿Esto cuándo lo echan?, los despistados de Oregón TV en las Esquinas; que, como el Parque de Atracciones, el Deportivo Ebro, el Teatro del Mercado, el Principal o el Príncipe Felipe, se adelantaron al pasado jueves.

Hubiese compartido el Pregón, las jotas por la calle, los fuegos, croquetas de ternasco o el Rosario de Cristal. Aunque sí puedo degustar el manto de la Virgen, salir al Tubo cachirulo en ristre, hacerme una fotico con mi traje soriano, o pedirle a la Madre, en la Ofrenda virtual, que esto termine de una vez. “Este año nuestra mejor Ofrenda es cuidar los unos de los otros” (Jorge Azcón). Al final ya del túnel.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 10 de octubre de 2021).

10/10/2021 23:16 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Volcanes

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Miguel Calero / EFE

“En mitología, aparece investido de potestades contrarias. De un lado, se menciona la extraordinaria fecundidad de las tierras volcánicas, como Nápoles, California o Japón. De otro, el fuego destructor se asocia a la idea del mal. (…) Psicológicamente es un símbolo de las pasiones” (Juan-Eduardo Cirlot, Diccionario de símbolos). Pompeya sepultada por el Vesubio, el Etna y las cenizas de Santa Águeda, Monte Tambora, Krakatoa, Nevado del Ruiz…

Tragedia y embeleso. A finales los años 40, adolescentes mis padres en un pequeño pueblo castellano sin erupciones, estallaba el de San Juan en La Palma. En 1971, cuando yo todavía jugaba con muñecas, el Teneguía. Y hará unos diez años el Togoro en El Hierro. Lanzarote, Tenerife… así desde el siglo XV. Nada si lo comparamos con los ochocientos mil o dos millones de años de las islas más jóvenes. Los poetas podíamos permitirnos jugar con los volcanes: “Todo es deseo y sueño y pasión desatada / del lado de la vida y los volcanes, / allí donde me amas” (La manzana o el vértigo).

“La situación en la zona de La Palma afectada por la erupción es desoladora, porque una colada de lava con una altura media de seis metros se come literalmente viviendas, infraestructuras, cultivos”, según Mariano Hernández, presidente del Cabildo. Colegios y alguna iglesia sepultados, decenas viviendas, cultivos arrasados.

No es un momento histórico ni un espectáculo, aunque también; sí belleza mortal. El pinar asolado, cultivos devastados, casas y pueblos literalmente tragados por el fuego, la huida y muerte de los peces, la amenaza de los gases tóxicos, las lluvias de ceniza. Kirauea, Stromboli, Arenal… y ahora el Etna vuelve a erupcionar.

Demasiada presión en la corteza y dentro de la tierra, mucho fuego interior, honda pasión y angustia en cada uno de nosotros ante la incertidumbre. Y el silencio abismal que precede al rugido destructor: “Un alarido sordo resquebraja la luna / y estremece la tierra / en volcanes de semen y de lava” (Pájaros de silencio).

Olvidamos los millones de años que los volcanes llevan dando a luz paraísos: “Entraba en la estación de la ternura, / el más bello deseo o los volcanes” (Del Verbo y la Belleza).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Triibuna", domingo 26 de septiembre de 2021).

26/09/2021 18:29 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

El nuevo curso

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Foto Jesús Alba Enatarriaga

Visitábamos el Museo Arqueológico de Huesca. Me cautivó nuestra Historia temprana: del Paleolítico inferior, la época musteriense, el inteligente y desaparecido hombre de Neandertal, el de Cromañón –el primer ser humano–, al Neolítico, Calcolítico y las ya protohistóricas Edad de Bronce y Hierro. Puntas toscas de piedra, grupos nómadas, seres que no se preguntan todavía por la muerte con sentido tribal.

Se irán refugiando temporalmente en cuevas, inventando la flecha para poder comer, fabricando utensilios más pequeños y manejables. Sepultan ya a sus muertos junto a la vivienda, y crean colosales monumentos funerarios. La pintura rupestre vendrá después, como hecho social y mágico-religioso. ¿Estético, funcional, catártico? Ajorcas, collares, alfileres y agujas de coser, peines… Y las vasijas, útiles para verter e ingerir alimentos, gracias a materiales de la tierra.

Y yo me preguntaba si hoy la niña y el niño no podrían seguir esos patrones, sin contaminarlos con doctrinas. Sobrevivir, sentirse protegidos en familia, expresar, descubrir la maravilla en cada juego, añorar a los abuelitos. Los íberos y romanos, cultura insuperable, la convivencia histórica de visigodos, árabes, mozárabes y cristianos, el Renacimiento y los siglos posteriores, de Goya a Ramón Acín, arte y compromiso…

También en Huesca, el Museo Pedagógico de Aragón, testigo de una época oscura. Mapas y formas de comprender el mundo, el crucifijo y el retrato del Caudillo, mesas simétricas con tintero, ábacos para los pequeños, labores de costura para alumnas y de carpintería para alumnos, recomendaciones sobre la viruela, otra manera de ver el cuerpo humano…

Y me pregunto yo, ¿cómo hacer que los niños, adolescentes, jóvenes crezcan en libertad, independientemente del partido de turno? Hemos sobrevivido a dictaduras, enfermedades, raquitismo intelectual, desigualdades. Cuanto más la generación del covid.

Un bonito colofón para dar paso a curso: el concierto en familia “Érase una vez”, del grupo De Pedro –Jairo Zavala–, en el Auditorio Carlos Saura. El derecho al “no”, jugar con los monstruos bajo la cama, dormirse con una nana. La infancia, ese tesoro que no hemos de perder.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 19 de septiembre de 2021).

19/09/2021 18:40 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Maestros

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Foto Asociación Aragonesa de Escritores

Comenzar un acto de homenaje con “Imgine” de John Lennon no está nada mal, y más cuando el homenajeado es tan polifacético como José Verón Gormaz (Calatayud, 6 de septiembre de 1946). La Asociación Aragonesa de Escritores homenajeaba estas dos últimas semanas, en el Salón de Columnas de Caja Rural de Aragón, al poeta bilbilitano y a Ángel Guinda, ambos Premio de las Letras Aragonesas.

Tras la presentación de Fernando Sarría, José Antonio Conde haría la semblanza: Ingeniería Técnica (1970-76), Administración y Planificación de Empresas en la Politécnica de Madrid; Hijo Predilecto de Calatayud, Medalla de las Cortes de Aragón… Miembro de la Real Academia de San Luis, 100 exposiciones, 300 premios de fotografía. Dijo el poeta árabe: “La mejor descripción es la que hace del oído un ojo”. Desde Legajo incorde (1980), 24 de poesía, 8 de narrativa, 5 de inspirada fotografía, cientos de artículos.

“Si deseas cruzar a la otra orilla, / imprégnate primero del lugar que abandonas”. Compromiso luz-palabra. Pasión y memoria, incorporación todas las realidades.  Yo sé que tus labios me nombran esta tarde, / porque el viento ha parado y duerme la tormenta”. Javier Fernández, presidente de la Asociación, expresó el afecto y la admiración de todos.

A Ángel Guinda (Zaragoza, 1948), despertó a la poesía gracias a la escultura de la pareja de enamorados bajo la lluvia, de Manuel López. De Vida ávida (1980) a Los deslumbramientos (2020). 26 libros de poemas, 2 ensayos sobre poesía, 3 libros de género fronterizo, 6 manifiestos poéticos, 8 traducciones, 448 artículos… Un dvd y dos cd, más la película “La diferencia”, de David Francisco, Coautor del himno de Aragón.

 “Liaba el cigarrillo / como enrollando su vida en una alfombra, / con lentitud y minuciosidad, / dispuesto a la mudanza decisiva”. Su poesía es objeto de belleza y sujeto de conducta. “La casa estaba en orden / frente al caos del mundo. / Un libro abierto / sobre la mesa / me miraba”. ¿Toda la luz del mundo o “un acto de destrucción”? “Lo diría una indígena y tendría razón: / Ustedes tienen la vida organizada en cajas”. Siempre entre Rimbaud y San Juan de la Cruz. “Me he fumado la vida / y la vida me ha fumado a mí”.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 30 de mayo de 2021).

10/09/2021 23:00 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Carmen Laforet

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Foto Portada de la primera edición de Nada

Año crucial en la poesía española de posguerra: Hijos de la Ira, de D. Alonso, y Sombra del paraíso, de Vicente A. El año que la joven Carmen Laforet (6 de septiembre de 1921), ganaba la primera convocatoria Premio Nadal con su ópera prima: Nada.

Más allá de la crítica a la burguesía de la Barcelona de posguerra, fue leerla y entrever una representación teatral, con toda su carga impresionista y gráfica. ¿Quizá me recordaba a lo vivido por generaciones de mujeres que me precedieron? La doble moral, el silencio y sufrido sacrificio de las tías, el machismo no siempre encubierto de los tíos, la ternura en zapatillas de la abuela.

¿Me identifiqué con la fresca candidez de Andrea, la protagonista, hospedada en la casa familiar para estudiar Filosofía y Letras? “¡Qué alivio el agua helada sobre mi cuerpo! ¡Qué alivio estar fuera de las miradas de aquellos seres originales! Pensé que allí, el cuarto de baño no se debía utilizar nunca”. Muy pronto, las escenas pasan a ser dramáticamente actuales: los malos tratos a la mujer, la envidia, la sinrazón, la violencia.

¿Autobiográfica? Como La isla y los demonios (1950), sueños de libertad de una muchacha al final de la Guerra Civil en Gran Canaria; o La mujer nueva (1955), separación matrimonial en plena época de represión franquista. Igual, desde una perspectiva masculina, que La insolación (1963) y Al volver de la esquina (2004, año de la muerte de la autora).

Novela corta y cuento, en La llamada y La niña y otros relatos; y libros de viajes. Imprescindible, el género epistolar –Elena Fortún o Ramón J. Sender–. Le aconseja este: “Robe tiempo al tiempo y escóndase y siga trabajando en (...) lo que nadie puede hacer sino usted. Tiene un gran talento que no es ya propiedad suya sino de todos nosotros” (Puedo contar contigo, 2005).

Separada de Manuel Cerezales y madre de cinco hijos, tres escritores, se debió a su familia, su religión y su tiempo. “Son míos y yo soy de ellos. Pero también soy independiente, no quiero sentirme reducida a la maternidad como único objetivo de mi existencia” (Cristina Cerezales Laforet, Música blanca, 2009). Recrea el camino de retorno, hacia la libertad definitiva.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 12 de septiembre de 2021).

10/09/2021 21:42 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Mujeres siglo XXI

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Foto Gervasio Sánchez / Heraldo

Recuerdo un spot publicitario con este lema. Comparaba imágenes de mujeres occidentales, pidiendo sus derechos, con otras de la India, África, América Latina… Seres humanos del mal llamado sexo débil minusvalorados ha habido en cualquier tiempo. Pasada la Edad Media, considerados casi piedras sin alma, con Fernando el Católico ser cristiana nueva en Aragón era dramático. Gracia de Esplugas, Florencia de Monzón, Leonor Álvarez de Calatayud, Violante de Santángel de Huesca y unas cuantas más son citadas por M. A. Motis Dolader en Vivencias, emociones y perfiles femeninos.

De la reina Petronila a las heroínas de Zaragoza, las mujeres retratadas por Goya o Mileva Einstein –esposa y colaboradora del científico–, todas tuvieron sus problemas. Escritoras vetadas, autoras y lectoras en cárceles y campos de exterminio, amas de casa y madres con la vida truncada por la guerra; mujeres de uno y otro bando asesinadas.

Creímos que habíamos avanzado. En 1964 la mujer afgana logra el derecho al voto; en 2004 la igualdad entre hombre y mujer, la Ley para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres en 2009, en 2011 la campaña “Volver a la escuela” para niñas y niños. Pero la tradición, el integrismo político religioso y la lucha de poder tienen más peso.

“Tengo la sensación de que muchas personas de buena voluntad y algunas con retranca oportunista creen que la mujer afgana va a ser expulsada del paraíso organizado por la llamada comunidad internacional, Estados Unidos y sus aliados, entre ellos España” (Gervasio Sánchez). Cuarenta años de violencia radical, custodia de los menores para el marido, miles de parturientas sin asistencia médica, falta de centros educativos. ¿Puede darse el cambio si no surge de dentro?

Buen momento de volver a Viktor Frankl, El hombre en busca de sentido; o el gulav soviético: “La amistad y la literatura fueron los dos refugios de las mujeres rusas desterradas” (Monika Zgustova, Vestidas para un baile en la nieve). ¿Y sin saber leer? ¿Cómo sentir placer si se amputa el clítoris? ¿O mostrar la belleza femenina si te cortan las falanges por pintarte las uñas?

No debemos callar. Ni permitir que bajen el telón.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 5 de septiembre de 2021).

01/09/2021 22:57 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Tripanofobia

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Foto Patricia Puértolas / Heraldo

No están recogidos todavía en el Diccionario de la lengua española, pero sí reconocidos por la Fundéu o Fundación del Español Urgente (RAE – Agencia EFE, 2005). Tripanofobia “el miedo o ansiedad intensa frente a las inyecciones o agujas médicas”. Término formado de la base griega trýpanon, ‘taladro’, más el elemento compositivo –fobia, ‘aversión’, ‘rechazo’. Conectados con vocablos sinónimos como belonefobia, fobia a las agujas, y aicmofobia, fobia a las agujas y otros objetos afilados o punzantes.

En este segundo orden entrarían objetos variopintos: alfileres, cuchillos, navajas, sierras, jeringas, ramas caídas de árboles… De niños casi todos tenemos un miedo visceral a las agujas. Parece que fue ayer mi primer análisis de sangre, en el Hospital de la Malvarrosa de Valencia; o las continuas anginas de pequeña, con tratamiento mucho más invasivo que hoy en día. ¿Quién no tiene algún trauma infantil?

Lo ya no tan lógico, razonable y fácil de comprender, es que trabajadores de residencias, incluso hospitales, se nieguen todavía a vacunarse en una pandemia como esta. “Los trabajadores de residencias que no se hayan vacunado contra la covid-19 no podrán cuidar de usuarios que no tengan las dos dosis” (BOA, 13 de agosto). ¿No sería una falta de respeto a mayores y personas vulnerables? Y ahí no entran política ni sindicatos.

El papa Francisco ha llamado la atención a obispos estadounidenses, bien por negacionismo, bien por poner la tilde en el oscuro origen de la vacuna. Las dudas son patrimonio universal, mucho más la salud.

“Hay una parte de la población que no se ha tomado la pandemia en serio, y deben saber que morirán varios jóvenes por todo lo que está pasando” (Luis Enjuanes). Según el célebre virólogo, puede sobrevenir una sexta ola, la inmunidad grupal no se alcanzará hasta el 80% de vacunados y en Navidad el virus puede seguir haciendo de las suyas. “Nosotros vamos a por una vacuna intranasal y de una sola dosis muy potente”. ¿La aprobarán las agencias de medicamentos?

Esterilizar. “Destruir los gérmenes patógenos”. No solo la Ciencia, también las Letras salvan vidas, llevan a comprender el sentido exacto de las cosas.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 29 de agosto de 2021).

29/08/2021 17:52 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Nilofar, abogada y paralímpica

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Foto www.elmundo.es

Nilofar Bayat, 28 años, abogada, felizmente casada, capitana de la selección afgana de baloncesto femenino en silla de ruedas… Teme por su vida. Segunda incursión de los talibanes. La primera, a sus 2 añitos, mató a un hermano, hirió a su padre y a ella la dejó con discapacidad. Logró estudiar Derecho, bajo el gobierno de Hamid Karzai. Han cambiado las tornas en lo que dura el toque de un almuecín.

Estos días, mientras los radicales volvían a imponer la ley del Emirato Islámico, las calles se vaciaban de mujeres y las presentadoras de televisión se cubrían de nuevo con el hijab, me preguntaba qué será en estos momentos de las personas con discapacidad, esas que no salen en las noticias.

Miles de mutilados en los últimos años; millón y medio de afganos con diversidad funcional, sin posibilidad apenas de integración socio educativa y laboral ni ayudas técnicas; muchas más dificultades en caso de repatriación; mujeres y niñas que sufren acoso y abusos por norma… “Los Estados Partes tomarán todas las medidas pertinentes para asegurar el pleno desarrollo, adelanto y potenciación de la mujer” (Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ONU, art. 8).

Vamos retrocediendo. No veinte años, a una guerra civil o a etapas comunistas; sino al medievo de las civilizaciones, donde los agujeros negros se extienden al infinito por entre la celosía de un pesado burka. “Has hecho de mí todo lo que querías, / ahora echa un velo sobre mi cara: quiero dormir” (Sayd Bahodín -traducción de Clara Janés-, El suicidio y el canto. Poesía de las mujeres pastún de Afganistán, 2002).

Prometieron respeto a los derechos humanos de las mujeres, a cambio de su sagrada sharía. ¿Sin poder trabajar sino en el hogar o lo sanitario? ¿A tiro limpio contra la bandera y los aviones? ¿Matando a familias de profesionales del periodismo? Rosa Montero, Maruja Torres y Soledad Gallego-Díaz piden abrir fronteras. ¿Cómo sabremos si a las minas no se unirán mil y un artilugios terroristas que cercenen los pies y los cerebros?

Zakia Khudadadi y Hossain Rasouli no participarán por la delegación afgana en los Paralímpicos de taekwondo. Sin freno y marcha atrás.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", deomingo 22 de agosto de 2021).

22/08/2021 20:02 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Miguel Labordeta

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Foto Heraldo

El 1 de agosto hizo 52 años de su muerte; el 16 de julio, hace un mes, 100 años de su nacimiento. Esperemos su homenaje otoño.

Del colegio de Santo Tomás de Aquino, con los próceres de nuestras letras, a la Guerra Civil, la estancia en Madrid, la “Zaragoza gusanera” y su OPI, Miguel fue siempre el gran incomprendido. “Desde sus primeros libros (…), nos encontramos con una escritura muy poco convencional, difícilmente etiquetable con algún adjetivo más o menos afortunado” (Antonio Pérez Lasheras y Alfredo Saldaña, Obra publicada).

Los críticos incluyen a Labordeta dentro del surrealismo, más en sus primeras obras. Se ve el surrealismo de postguerra como un juego, junto a «ceremoniales« o «rituales« postistas –como en los años iniciales de la OPI–. Al fondo, toda una forma de comprender la vida, expresarla y luchar contra un sistema establecido. En Miguel, además, se une la inquietud existencial y el compromiso. “En la esquina de enfrente / un hermoso niño miserable” (Sumido 25 -1948-). Un primer acercamiento, en mi tesis de licenciatura, Poesía de postguerra en Aragón.

Centrado en el auto reconocimiento, la muerte y el paraíso perdido, no olvida el entorno. Angustia y compromiso más acusados en Violento idílico (1949) y Transeúnte central (1950). Epilírica, escrito en 1950-52, no se publica hasta 1961. “Quiero pues en los ojos mirarte / contemplar tu alma sepultada como un león dormido”. La obra «dramatolírica» Oficina de horizonte (1955), y Los soliloquios (1969), con un lenguaje experimental, completan su bagaje literario en vida. “… las rosas los sepulcros / las hermosas individuas olvidadas”.

“Puesto que el joven / de la montaña azul ha muerto / es preciso partir”, apuntaba en Sumido 25. Y Manuel Pinillos, “Presidente Vitalicio de la O.P.I.”, escribe a José María Aguirre: “Cualquier día próximo sabrás, como ocurriría con Miguel Labordeta, mi desaparición de este inhóspito planeta” (7-VI-70). Autopía, La escasa merienda de los tigres, Obras completas, Metalírica… “Mientras os alejáis / cantando juventudes / yo permanezco aquí / mudo y atónito / como un muerto inmortal / soñando vida inmensa / y una antigua e inconcebible libertad”.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 15 de agosto de 2021).

15/08/2021 00:59 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Nuevas calles olímpicas

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Foto: https://jacc56.wordpress.com

Junto a los proyectos de poblar de arbolado la nueva Zaragoza pos-pandemia, remodelar su asfalto y ensanchar plazas y vías públicas, se impone revisar la Memoria Democrática de Aragón. Agustina Simón, enfermera de requetés carlistas, o Pedro Lázaro, primer soldado raso del Ejército Nacional muerto en el barrio de Jesús, hijos son de sus circunstancias.

Carteles que los contextualicen en su época, en las que son sus calles, no es tan descabellado. Ejemplos similares, los profesores universitarios Gonzalo Calamita Álvarez y Miguel Allué Salvador, responsable de depuraciones; el militar franquista Santiago Lòriga o el  arzobispo Domenech, por confundir "cruzada" con guerra civil. ¿No cometen erratas algunos catalanes?

Lo que ya suena a hueco es comparar “dictadura” con “otro tipo de democracia” cubana. De ahí cambiar el nombre de la calle Che Guevara por el de Ana María Suárez –víctima del atentado yihadista en Cambrils–, y el parque homónimo por Teresa Perales.

Diputada del PAR en las Cortes de Aragón, 26 medallas paralímpicas, representante en el Comité Paralímpico Internacional, Directora General de  Dependencia, Premio Princesa de Asturias de los Deportes… Teresa sabe ganar los corazones. Y hay otros paralímpicos que honran a Aragón: Javier Hernández, María Delgado, Jorge Cardona… o la pionera, todavía sin calle, Mari Paz Monserrat Blasco.

Voluntariosa y comprometida, amiga de sus amigos, abrió la puerta a muchos. Decenas de medallas, 6 en Barcelona 92, más de 140 títulos. Hija de militar, hermana de 15 hermanos y Dama de la Corte de Honor de la Virgen del Pilar. “La natación se empezó a ver de otra manera y ella fue una de las precursoras. Cuando yo llegué, el camino ya estaba marcado gracias a su labor”, comentaba Teresa.

Memoria y Justicia no saben de creencia. Esto no es Bielorrusia ni Cuba ni la Roma de Nerón, que ganó todos los Juegos a base de zancadillas. Todo menos deporte.

Ana Peleteiro, David Valero, Rayderley Zapata, Maialen Chourraut, Teresa Portela, Adriana Cerezo, Pablo Carreño, Juan Cardona Méndez… aparte de los barceloneses Pau y Marc Gasol, podrían bautizar muchas de nuestras calles. Juguemos deportivamente.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 8 de agosto de 2021).

08/08/2021 19:31 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Sin máscaras

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Foto www.elmundo.es

Desde que en junio las mascarillas dejaron de ser obligatorias al aire libre, han subido incidencia, contagios y hospitalizaciones. Por contra, hemos descubierto su uso como talismán en muñecas y codos, collares, simples tapabocas…

Nos sorprendía una discoteca de la Malvarrosa, barrio trabajado y marinero del extrarradio valenciano. Y este último sábado, en una Zaragoza vaciada que volvía a los pueblos y al mar, los paseantes del parque José Antonio Labordeta, de todas las edades, se mostraban sin protección alguna. Y además, la pandemia nos afecta a la vista: pasaban a no más de un palmo, cuando no se chocaban con mi silla. Debo ser invisible.

La UE recomendaba que los jóvenes no se la quitasen. Ha bajado a los 40, y la variante Delta afecta a más menores. Pero aquí hay más intríngulis del que transmiten las noticias. Máscara, según el Diccionario de la lengua española, “Figura que representa un rostro humano, de animal o puramente imaginario, con la que una persona puede cubrirse la cara para no ser reconocida…”. O también “Objeto que cubre la cara o parte de ella para protegerla u ocultarla”. El ditirambo era una composición griega en loor de Dioniso, el dios de las dos puertas o que nació dos veces, de las dos caras. El coro ditirámbico no llevaba máscara, ¿símbolo del pueblo?, sí el actor principal.

Y digo yo, ¿por qué algunos presidentes se han quitado ya la mascarilla en los actos públicos, y otros no? ¿Qué ocultará su máscara? ¿El origen de todo? ¿Las “fake news”? inyectar una tercera o una dosis anual, ¿tiene sentido si no han sido efectivas las dos primeras, y la mayoría de migrantes sin recursos no están inoculados?

Y nosotros, ¿nos vemos preparados para salir? ¿Què temores silencian nuestras máscaras de tela, ffp3 o quirúrgicas? ¿A que el ERTE se convierta en ERE y en paro indefinido? ¿Qué incertidumbre? ¿A que el mundo se hunda bajo los pies?

¿Y si el SARS CoV-2 continúa mutando? ¿Y si un nuevo virus nos infecciona el aire? ¿Natural o transgénico? No parece sino un nuevo Ensayo sobre la ceguera, mutación indeleble de Saramago. ¿Caerá algún día la ceniza blanca que nos impide ver? Me permito dudarlo, protegida en mi máscara.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 1 de agosto de 2021).

01/08/2021 12:58 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Crónicas de un pueblo

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Archivos RTVE

¿Fue el verano que hice la Comunión? El 17 de junio, un mes después se estrenaba la serie. Aún tengo su melodía en los oídos. Braulio el cartero con su “y digo yo”, D. Antonio el maestro y Rosa su mujer, D. Marcelino el cura, el alcalde D. Pedro, Dionisio el conductor de autobús, Marta la boticaria, Goyo el alguacil… Un tiempo en la España rural no se había vaciado, y Puebla Nueva del Rey Sancho –Santorcaz, Madrid– tenía bar, comercio, Guardia Civil, médico y barrendero. No le faltaba nada en aquella época.

No tanto en el buen tiempo, entre el pueblo y la playa; en cuanto vino el frío nos juntábamos toda la familia. Los tíos subían a nuestra casa, mis padres, mi segundo hermano en la cuna… el pequeño no había nacido todavía. Y enganchaba. ¿Sería que teníamos muy adentro el adobe, la encina y la hornada de pan?

Una España migrante del campo a la ciudad. Una etapa oscura, en la que los gerifaltes de turno intentaron promocionar las bondades del régimen político. Pero las tornas se volvieron, la realidad se impone a la ficción. Con la frescura de Juanito, Manolo, Angelito, María y los otros niños, y el conjunto del pueblo, empiezan a salir problemas, alegrías y realidades sociales de la Castilla profunda de hace cincuenta años.

Doña Domitila, la anciana casi ciega que vive de las tres mil pesetas mensuales de su nieto. El niño dinamitero, huérfano de madre y al cargo de un padre analfabeto. El bar de Joaquín, que precintan por falta de baños o sanitarios. El drama por el robo de dos gallinas… Todo con el trasfondo de una economía agrícola y ganadera, de incipientes servicios y muy lento despegue.

Primera producción televisiva de Antonio Mercero, que puede parecernos lejana prehistoria de la emancipación de la mujer. En 1974 participaba ya mi hermano con sus juegos, y poco a poco, en capítulos como “El último alfarero”, “El abuelo” o “La casa de los viejos escudos”, nos vamos abriendo a una nueva mentalidad, cercanos al final del túnel.

No pongamos etiquetas ni apellidos. Lo social siempre estuvo presente. “Verano azul” o “Farmacia de guardia” remedaban su espíritu, pero no preservaron aquel aroma agreste de la infancia.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", 25 de julio de 2021).

26/07/2021 00:33 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Entre dos mares

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Foto Jesús Alba Enatarriaga

De la pequeña Venecia, en Valencia, a la castellonense gruta de Vall de Uxó, pasamos unos días paradisíacos de vacaciones inter covid. No faltó la Albufera de Vicente Blasco Ibáñez, con sus cañas y barros, sus moricos, pájaros de ese ecosistema, o su paseo en barca al atardecer. Ni la tierra interior de Lorca u Orihuela: “No puedo olvidar / que no tengo alas, / que no tengo mar…” (Miguel Hernández). Del Mediterráneo al Mar Menor hay solo unos metros. Toda una vida.

Estuvimos en La Manga hará unos veinte años, una Constitución con Fundación DFA. Casi a los 30, menos mal que el albergue – apatahotel tenía aire acondicionado. El submarino de Isaac Peral, en Cartagena, estaba todavía a la intemperie; no recuerdo a Alfonso XIII en ese banco del paseo marítimo, despidiéndose de su querida España. En el teatro romano nadie llevaba mascarilla; ni tan siquiera el Icue, o niño pescador.

Y el poniente se puso en la playita del hotel, y marchamos a otro mar, el Mediterráneo valenciano. Los postes de la luz remembraban mi infancia, los naranjos, el encuentro con mi tía y madrina, Angelines, y noches a la fresca con los vecinos de aquellas parcelitas, con una habitación con derecho a cocina, y los gitanos que hacían canastillos de mimbre –me regalaron uno–. No quería volver.

Los modernos hoteles, los rascacielos, la Ciudad de las Artes y las Ciencias –con su Hemisférico y su Oceanográfico, la ballena y el barco, sus museos, palacios y puentes–, no dejan vislumbrar los mágicos pendientes de la reina de junto a las barracas. No cogimos el antiguo tranvía, como Manuel Vicent, pero en coche pudimos acceder a la nueva Malvarrosa: de una parte, los chiringuitos discoteca con jóvenes incautos, sin mascarillas; de la otra, las inmensas arenas de su playa, el Puerto, con sus tinglados, sus muelles comerciales y el Edificio del Reloj. Y hacia El Cabañal y Nazaret –antiguo lazareto que salvó de la peste a muchos marineros allá por el XVI–, las casas de principios del XX, con azulejos y grandes puertas de madera, a las que salían las vecinas en sus sillas de anea.

Horchata en Alboraya, paella de mariscos en el Pinedo. Y la amistad de años. Y la sal de la vida.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 18 de julio de 2021).

18/07/2021 19:17 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

La nueva floración

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Foto cartel Fiestas del Pilar 2021 - Heraldo

Sobre gustos no hay nada escrito, si bien es cierto que todo depende del cristal con que se mira. El refranero sirvió al amigo Sancho para aconsejar a su amo Don Quijote y nos sigue sirviendo hoy, en esta recta final de la pandemia.

Todo comenzó con la plantación de tulipanes; y después el encuentro “Zgz florece”, en el parque José Antonio Labordeta, con cientos de flores formando originales esculturas, música, libros, gastronomía, cultura popular… y zaragozanos, muchos zaragozanos, cuando todavía eran obligatorias las mascarillas en la calle. Ahora, la enorme estructura de petunias, begonias y lantanas, en forma Virgen del Pilar, columna y emblema de nuestra ciudad. ¿Qué mejor broche de oro que el cartel “Un camino de flores”, para los esperados pilares 2021?

“Es un única flor, que representa el símbolo más importante de las fiestas, la ofrende de flores. Y en esa única flor van apareciendo diferentes detalles. Una imagen muy icónica, también pensando en las distintas aplicaciones que tiene el Pilar. A nivel compositivo, hemos trabajdo superponiendo capas de papel. Queríamos hacer una imagen alegre, y en ningún momento discutimos nada de mascarillas. Es como pospandemia total”. Así presentaban su Inés Marco y Miguel Frago, diseñadores y creativos, autores del cartel ganador, en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento.

Una flor de mil pétalos de colores: las gentes, el camino, árboles, fuentes, monumentos, las torres del Pilar. Un espacio de espacios y actuaciones diversas, tradicionales y nuevas. Y al frente, una pareja sin mascarilla, mirándose, compartiendo, a punto de besarse, bailando jota. Me gusta contemplar, perderme en los recovecos de una obra de arte.

El actual equipo de gobierno del Ayuntamiento apuesta por las flores y la belleza, por una ciudad más amable y accesible. Y el Bosque de los Zaragozanos, con 700.000 árboles de aquí a poco. Por el Bálsamo de Fierabrás, como dirían los personajes cervantinos, que lo lograrán.

¿Cortina de humo de flores, que oculte la falta de cultura con mayúsculas? Se preguntará más de uno. Solo sé que el colorido ayuda a salir de una crisis, de salud, económica o depresiva. También las flores.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 11 de julio de 2021).

17/07/2021 00:33 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Fernando Ferreró

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Foto Heraldo

Poesía intelectual, elegante, pura, que entronca con la de Pedro Salinas, Juan Ramón Jiménez o Jorge Guillén. Ya en sus primeros poemarios –Acerca de lo oscuro (1959) y Hacia tu llanto ahogado (1960), que se refundirán en 1982 en el volumen titulado De la cuestión y el gesto– se nos muestra lo peculiar de su obra. Según Rosendo Tello, “F. Ferrero se adentra por cauces más intelectualistas y puros, (…) con poemas de corte mentalista y alejados de toda estridencia expresiva” (“Frente al espejo de Niké”, OPI-Niké. Cultura y arte independientes en una época difícil).

Preparaba mi tesina cuando el poeta comenzó a regalarme sus exquisitos libros, recortes de prensa o cartas escritas a Manuel Pinillos, desde Benicarló o Alfaro, donde ejercía como profesor; con saludos a Margarita y a su sobrina Maribel, y en las que siempre nombraba a su amada Pilar Novales.

El nuestro fue un encuentro epistolar. Mi padre se encargaba de recoger los materiales en su casa. Fui metiéndome en su mundo. Sin prisa en editar, La densidad implícita y El texto mínimo (1988), Perfiles (1988), El paisaje continuo (1989), Falacia (1992), Ácromos (1994). En 2002 reseñaba en prensa su Revisión propectiva –tan amigo del juego de palabras–: “Ser capaz de sentir es don universal. Al poeta, además, se le ha otorgado el verbo”. Se reiteraba en sus temas primordiales: el don de conocer el mundo y su esencia, y el dolor, contenido en cada arruga. “Un río serpentea / hacia lo interminable”.

En Secuencias y escenarios (2007) continúa, en el mismo paisaje, hacia la desnudez y el símbolo. En Variaciones sobre un contexto inestable (2011) leemos: “Turbulencia del barro en las hojas tardías”. Y  en Memoria (2013): “El escrito se oxida / en el húmedo lago / del recuerdo”.

En Cadencia (2015), dedicado “Como siempre, a Pilar”, parece vislumbrarse una cierta oscuridad, el ocaso de la vida. “Desearía vivir más. Estoy satisfecho de la vida”. Gracias a su Obra completa –colección Larumbe, de las PUZ– y de sus pinturas y esculturas, recogidas dos de ellas en la exposición “Iluminaciones. Imágenes, objetos y palabras en la estela de Niké” del Paraninfo, Fernando Ferreró se ha quedado en nosotros.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 4 de julio de 2021).

17/07/2021 00:14 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Niñas sirenas

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Foto Europa Press

El solsticio de verano y San Juan, aun sin hogueras, y empezar a quitarnos las mascarillas, nos llevan a latitudes y leyendas idílicas. Como la Sirenita, de Hans Christian Andersen, capaz de enamorarse y ganar un alma eterna, por cada niña o niño a los que hiciese sonreír, o por la lágrima vertida por un pequeño o adulto que actuase mal. Y llegamos al Puerto de Copenhague la escultura de bronce de Carl Jacobsen, dedicada a la bailarina Ellen Price, que tan bellamente le dio vida en ballet al relato de Andersen.

“Deseo que la muerte de Anna y Olivia no haya sido en vano. Y que aunque ahora sintamos el mayor odio, desesperanza y dolor, no sea para traer más sufrimiento al mundo sino lo contrario”, escribía su madre. Agradecía a quienes se había unido de corazón, y denuncia la barbarie: “Ellos no tienen por qué cargar con esa mochila, y si el amor se acaba lo más importante es el bienestar de los hijos”,

Si perder a un hijo es un duelo difícil, que te roben a tus niñas y arrojarlas al fondo del mar es bestialmente doloroso. Muchos no podríamos perdonarlo. ¿De dónde saca las fuerzas esa madre huérfana?

Para el Código Penal, violencia vicaria es “un tipo de violencia intrafamiliar que incluye toda aquella conducta realizada de manera consciente para generar un daño a otra persona, ejerciéndose de forma secundaria a la principal. Dicha violencia es una forma de maltrato infantil…”. Se utiliza a las hijas y los hijos de forma instrumental para causar un dolor insufrible a la pareja.

Anna y Olivia nos han conmocionado. El sencillo gesto de peinarlas, o reírse con ellas, ya no puede ser. “Deseo que la muerte de las niñas sirva para crear mayor consciencia sobre el amor que entregamos a nuestros hijos, en valorarlo y cuando estamos con ellos no tener la cabeza en otros asuntos sino en ellos. Nos necesitan y nos adoran”.

Ellas son ahora sirenitas para tantos niños buenos que sufren, y para padres enfermos que decidieron un día engendrar: “Olivia y Anna, ahora los angelitos de los niños, piden que les den todo el amor a sus hijos, dedicación, respeto, y que se les inculquen valores para un mundo mejor”. Endurecer las leyes, dejarnos llevar por la ternura.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 27 de junio de 2021).

26/06/2021 22:29 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Los nuevos universitarios

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Foto José Miguel Marco / Heraldo

No hubiera sido capaz en estos momentos de aprobar el examen de Historia de España de la EVAU (Evaluación de Admisión a la Universidad). No tengo recientes temas como el Neolítico, la invasión musulmana o el Imperio de los Austrias… Menos aún en materias de Ciencias, Ciencias Sociales o Artes aplicadas. Algo más me hubiese defendido en Educación Literaria y Comunicación escrita, dentro de Lengua Castellana y Literatura –con “y” griega–, a través de textos de Irene Vallejo, Mario Vargas Llosa o Luis García Montero.

Mi segundo sobrino y ahijado, Jorge, ha elegido un camino muy diferente al de esta profesora cebolletas en Letras que nunca ejercería: Bachillerato Tecnológico. Las pruebas en las troncales, incluido Inglés, más Matemáticas, Física y Dibujo Técnico, junto a la media, le han valido una buena nota en su ingreso a la Universidad. Un ingeniero más en la familia.

Con la EVAU de su hermano Juan, hace dos años, le unen muchas cosas: una parecida elección; la prohibición de móviles y materiales electrónicos e impresos no propios del examen… Y otras le diferencian: la prueba en el instituto, distancia interpersonal, mascarilla, hidrogel, desinfección del aula. Y, sobre todo, casi un curso completo, el pasado, no presencial.

Ahora que empezamos a salir de una crisis sanitaria atroz, entrar en la Universidad supone garantía de futuro. Carreras humanísticas, sociales y artísticas, aportan un gran servicio; amén de valores, belleza y cultura, no menos imprescindibles. En Ciencias el abanico es amplio, de lo bío-sanitario, pasando por las matemáticas de empresa, la enseñanza o la investigación, a la tecnología.

Hacen falta psicólogos, más atención en las residencias, investigadores excelentes. El campo de la Ingeniería Informática da para mucho: nuevas aplicaciones para las necesidades más actuales, dispositivos adaptados, avances en medicina… “La juventud es consciente de que se enfrenta a un mundo más complejo e inestable. En tiempos difíciles se agudiza el ingenio” (Estanislao Nistal, virólogo y profesor).

De pequeño, Jorge decía: “Inventaré una vacuna para no morirnos nunca”. Al menos, este año lo han celebrado en Salou.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domigo 20 de junio de 2021).

20/06/2021 19:43 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Concierto floral

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Foto Jesús Alba

Libros, gastronomía, cultura, flores. El pasado fin de semana el parque José Antonio Labordeta fue una fiesta. El puente de los Cantautores con los círculos, de Carles Fontanillas, el trabajado busto de Goya, el logo ZGZ Florece. La fuente de Neptuno y la catarata de Myriam Aznar, la escalinata al Batallador y los motivos de Rosa Valls, el ramo tumbado de Parques y Jardines, el Quiosco de la Música y Sefa Tur, los bonsáis junto al Jardín Botánico.

Edelvives, sabores de la tierra, actuaciones musicales… La tarde del sábado tuve el placer de acompañar al cantautor y amigo Karlos Zuazo. Cuenta con un disco hasta la fecha: “Amigo del viento”, junto con el guitarrista Marcelo Pillado y la poeta Ángela Serna, recitando en castellano “Guernicari begira” (“Mirando al Guernica).

“No quiero ser la fuente de tu río / ni el ancho mar hacia el que te encaminas, / deja que sea lluvia que alimente / el caudal cristalino en tu torrente”. Lo amatorio se une a lo reivindicativo. La defensa a ultranza del poeta a la lucha sorda por la libertad.

“Quiero escuchar al monje, / la niña y el borracho, / dejad que el loco grite sus verdades. // Que no calle el cantor, / ¡viva el poeta!”. Se paraban los niños y los perros ante el cantor de la vida. Los peques pedían a mamá y papá unas monedas que echar a la guitarra, porque a la de Karlos se unían las voces de Luis Eduardo Aute, Alberto Cortez, Joan Manuel Serrat entonando “Se equivocó la paloma” de Rafael Alberti, Mercedes Sosa en las manos de su madre, Olga Manzano y Manuel Picón…

Y tantos otros aprehendidos a lo largo de una vasta experiencia. “Para mí es el presente, disfruto viviéndolo”, comentaba el maestro y cantante de la calle. “Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan / para que no las puedas convertir en cristal”, se escuchaba de pronto a Silvio Rodríguez. Y el parque seguía floreciendo entre caléndulas y rosas, mientras sonaba el “Himno a la libertad” de Labordeta.

“Amor se llama el duende / de cabellos dorados, / vestido como el mar, / su piel de trigo, / que viene por la tarde, / que nunca llega tarde”. Acaso el poeta imprescindible es el que convierte en magia cada momento”.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 13 de junio de 2021).

11/06/2021 22:52 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Entre libros

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Foto J. F. Losilla / Heraldo de Aragón

Mi infancia y mi educación sentimental fueron algo peculiares. Andersen y los hermanos Grimm, lo típico en los niños de mi generación. El soldadito de plomo, El patito feo, El traje nuevo del emperador, La pequeña cerillera… De origen humilde y no tan inocente como nos parecía, el autor danés contrasta con la tradición folclórica alemana: Blancanieves, La Cenicienta, Hänsel y Gretel, La Bella Durmiente, El Gato con Botas… Junto a historias para niñas aplicadas, como La ratita presumida, adaptación de Cecilia Böhl de Faber (Fernán Caballero).

Soledad infantil y preadolescente, sin escuela, que siguió nutriéndose del género fabulístico: Iriarte, Samaniego, Esopo… Y vidas de jovencitas a mi alcance: Polly, corazón de oro –en la biblioteca tranvía del parque Castillo Palomar–, Mujercitas, Bernadette Soubirous… En mis primeras colonias descubrí a Los Cinco. No había comenzado mi formación intelectual.

Ramón J. Sender, del que Contraseña reedita Míster Witt en el Cantón, iría cautivándome en su hermana Carmen –mi profesora del INBAD–. Antes de empezar Filología, visité el edificio y degusté las páginas de Bécquer, Juan Ramón, Antonio Machado o Rafael Alberti, inoculada la pasión por la poesía a través Rosendo Tello.

Se recreó el mundo en las palabras. No olvidaré el descubrimiento de Guillermo Carnero o La caja de plata, de Luis Alberto de Cuenca, gracias a Aurora Egido –con nuestros exámenes de ocho horas, mañana y tarde–. Ni el gusto por la Tragicomedia de Calisto y Melibea o Gonzalo de Berceo, que nos inspiraba María Dolores Albiac, que aquel año daba Medieval. Los Siglos de Oro, el pensamiento ilustrado, el XIX y las magistrales clases de José-Carlos Mainer, mi luego director de tesis.

Los clásicos despertaron mi intelecto. En el predoctorado me rocé con Borges. Después  La casa de los espíritus o El amor en los tiempos del cólera, el grupo de los 50, los novísimos… Y el placer, Donde el Corazón te lleve, de Susanna Tamaro, o Música blanca, de Cristina Cerezales Laforet. Miguel Labordeta, ya el centenario de su nacimiento, y el Café Niké.

De mis compañeros de caseta, Merche Llop y Sergio Navarro, a Rosa Montero. Los libros son el Alfa y el Omega.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 6 de junio de 2021).

05/06/2021 00:14 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Maestros

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Foto Asociación Aragones de Escritores

Comenzar un acto de homenaje con “Imgine” de John Lennon no está nada mal, y más cuando el homenajeado es tan polifacético como José Verón Gormaz (Calatayud, 6 de septiembre de 1946). La Asociación Aragonesa de Escritores homenajeaba estas dos últimas semanas, en el Salón de Columnas de Caja Rural de Aragón, al poeta bilbilitano y a Ángel Guinda, ambos Premio de las Letras Aragonesas.

Tras la presentación de Fernando Sarría, José Antonio Conde haría la semblanza: Ingeniería Técnica (1970-76), Administración y Planificación de Empresas en la Politécnica de Madrid; Hijo Predilecto de Calatayud, Medalla de las Cortes de Aragón… Miembro de la Real Academia de San Luis, 100 exposiciones, 300 premios de fotografía. Dijo el poeta árabe: “La mejor descripción es la que hace del oído un ojo”. Desde Legajo incorde (1980), 24 de poesía, 8 de narrativa, 5 de inspirada fotografía, cientos de artículos.

“Si deseas cruzar a la otra orilla, / imprégnate primero del lugar que abandonas”. Compromiso luz-palabra. Pasión y memoria, incorporación todas las realidades.  Yo sé que tus labios me nombran esta tarde, / porque el viento ha parado y duerme la tormenta”. Javier Fernández, presidente de la Asociación, expresó el afecto y la admiración de todos.

A Ángel Guinda (Zaragoza, 1948), despertó a la poesía gracias a la escultura de la pareja de enamorados bajo la lluvia, de Manuel López. De Vida ávida (1980) a Los deslumbramientos (2020). 26 libros de poemas, 2 ensayos sobre poesía, 3 libros de género fronterizo, 6 manifiestos poéticos, 8 traducciones, 448 artículos… Un dvd y dos cd, más la película “La diferencia”, de David Francisco, Coautor del himno de Aragón.

 “Liaba el cigarrillo / como enrollando su vida en una alfombra, / con lentitud y minuciosidad, / dispuesto a la mudanza decisiva”. Su poesía es objeto de belleza y sujeto de conducta. “La casa estaba en orden / frente al caos del mundo. / Un libro abierto / sobre la mesa / me miraba”. ¿Toda la luz del mundo o “un acto de destrucción”? “Lo diría una indígena y tendría razón: / Ustedes tienen la vida organizada en cajas”. Siempre entre Rimbaud y San Juan de la Cruz. “Me he fumado la vida / y la vida me ha fumado a mí”.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 30 de mayo de 2021).

29/05/2021 23:30 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Tragedias de hoy

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Foto Mohamed Sial / Heraldo de Aragón

“Ya somos el olvido que seremos. / El polvo elemental que nos ignora / y que fue el rojo Adán y que es ahora / todos los hombres, y que no veremos”. El soneto, prácticamente inédito de Borges, da título al libro, El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince, y a la película, premio Goya 2021 a la “Mejor película iberoamericana”. Entrañable historia del médico colombiano Héctor Abad Gómez, padre de familia numerosa, a la que educa en la libertad, pro Derechos Humanos hasta el final. Un cordón filial que solo empieza a resquebrajarse con la muerte de Marta, la hija artista. Asesinado en Medellín el 28 de agosto de 1987.

“Un libro que desborda de amor confeso, un amor impúdico del que el lector se avergonzará” (Sergio Ramírez). La historia se repite en Colombia, El Salvador, Nicaragua, Venezuela… Hace unos días conmemorábamos el 20 aniversario de la muerte por ETA de Giménez Abad. “¿Cómo pueden matar a un hombre tan bueno?”, en palabras de Cecilia Faciolince, la esposa.

Muchos niños no tienen un recuerdo feliz al que aferrarse. ¿Lo tendrán esos 47.000 palestinos refugiados en escuelas de Gaza, sin suministro eléctrico, y en riesgo máximo de miseria y de covid? ¿Y los jóvenes israelíes? ¿Quién impulsa a lanzarse a las aguas a 8000 inmigrantes, ancianos, mujeres y hombres, adolescentes y mamás con bebés? Con un flotador de plástico que no es ningún moisés salvífico.

No mueve la esperanza, sino la desesperación. “En este momento dramático del mundo, el artista debe llorar y reír con su pueblo” (Federico García Lorca). La casa de Bernarda Alba, dirigida por José Carlos Plaza, es el drama de la madre viuda, que impone un luto de 8 años a sus cinco hijas y a su propia madre –Luisa Gavasa–. Es, Poncia, la criada, quien lo ve venir: Angustias, la hermanastra, se promete con Pepe el Romano, mientras Adela, la pequeña, vive y muere por amor. Honra y malos tratos se entremezclan.

“Las violaciones de mi tío y padrino se convirtieron en algo rutinario”. “Un hombre mata a su pareja y se suicida”. “Se confirman tres asesinatos machistas en 24 horas” –el último de un niño de 7 años–. El ditirambo clásico y las máscaras nos siguen ocultando dobles rostros.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", viernes 21 de mayo de 2021).

21/05/2021 13:24 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Caballero Bonald

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Foto Paco Campos / Efe

Conforme avanza la década de los 50, se iría superando el realismo social. Brines, Barral, Valente, Goytisolo o Gil de Biedma. Entre nosotros, la Zaragoza del café Niké. Nacidos entre 1925 y 1935, publicarían a partir de 1952. Una generación capaz de transformar la historia personal en bellísima lírica, tras unas ilusiones infantiles truncadas por la guerra y una juventud sin apenas acceso a la cultura. “Por las ventanas, por los ojos / de cerraduras y raíces, / por orificios y rendijas / y por debajo de las puertas, / entra la noche” (Las adivinaciones, 1952).

Afirmaba José Manuel Caballero Bonald en “Conversaciones en la Aljafería” (2002): “Yo no creo en La Generación de los 50, pero sí en un grupo de amigos con muchas diferencias literarias evidentes. Lo que sí nos unía era muchas cosas en común: éramos noctámbulos, desobedientes, insumisos y luego la actitud antifranquista, que nos unía a todos”, La maestría de José Ángel Valente y Carlos Barral impregnará su verso y su prosa poética: “Aquella impávida, bellísima harapienta que merodeaba por el mercado de Sanlúcar, tenía que ser sin duda la última portadora aborigen del talismán” (Laberinto de Fortuna, 1984).

No sería Espronceda ni marino. Poesía, novela, memorias, ensayo y artículo periodístico, la vocación y el tiempo lo convertirían en minucioso orfebre de la metáfora: “Me fui acercando hasta la lúgubre / frontera de la llama, todavía / reciente el maleficio” (Anteo, 1956).

Premio Platero, Boscán, Premio de la Crítica, Plaza & Janés, Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, Cervantes, miembro correspondiente de la Academia Norteamericana de la Lengua Española… “Las prisas en literatura son como la actividad de la carcoma”. Capaz de enfermar buscando un adjetivo, escribía: “Musgo mefítico, adherencia / matinal de lo inerte, día / a día arrastrándome / hacia un fondo de esponjas / oxidadas, broncas burbujas / balbucientes…” (Pliegos de cordel, 1963).

Cultura no asistió a su sepelio, y en la noticia de su óbito confundieron su fotografía. “Atroz historia venidera, / ¿en qué manos estamos, cuántas trampas / tendrá que urdir la vida para seguir viviendo?” (Diario de Argónida, 1997).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", viernes 14 de mayo de 2021).

14/05/2021 13:09 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Divino tesoro

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Foto www.elperiodico.com

El pasado fin de semana, 1 y 2 de mayo, se clausuraba la exposición “Como si presente me hallase”, en el Alma Mater Museum. Un total de 34 esculturas, de autores aragoneses –Antonio Palao, Félix Burriel o los hermanos Albareda– y españoles, recrean cuatro escenas principales de la religiosidad tradicional: la Última Cena, la Oración en el Huerto, la Crucifixión y la Resurrección. Me quedé con la Cena, grupo escultórico integrado por el “Señor de la Cena” y “Apostolado y perrillo”, ambos del sevillano José Antonio Navarro Arteaga. Figuras a tamaño natural y el Padre Nuestro en arameo de fondo, entras en la celebración como una comensal más, sin restricciones.

El vídeo sobre la Semana Santa aragonesa y el tambor, en la voz de Luisa Gavasa, te eleva al paraíso sin probar un solo éxtasis. Y sales a la plaza del Pilar y encuentras a grupitos de jóvenes gritando, y riendo, y fumando, y divirtiéndose, sin mascarillas. A una semana de levantar el Estado de Alarma. Seguramente es otra forma de religarse con la vida, de celebrar. Me vinieron los dos versos sin duda más citados del nicaragüense Rubén Darío: “Juventud, divino tesoro, / ¡ya te vas para no volver!”.

Unas primeras letras a cargo de mis padres, la asociación Auxilia, la parroquia, el Bachillerato a Distancia, colonias de verano, la Universidad presencial, amigos que crecen como racimos, una progresiva normalidad, el eterno enamorarse del amor… Cada generación y etapa trae sus dificultades, y este último año despertar como joven no ha sido sencillo. Confinamiento severo, clases on line o semipresenciales, interminables restricciones, relaciones por smarphone o tablet.

Y el virus y las sanciones continúan: mascarillas, bebidas en la calle, distancias en interiores, fumar a menos de dos metros, no confinamiento domiciliario, fiestas ilegales… Y además, las pruebas después de varios días contagiados, test poco fiables, bajo porcentaje de vacunación.

Educación sentimental más ansia de aire libre. El autor de Azul y Cantos de vida y esperanza escribía a su amor de madurez: “… lazarillo de Dios en mi sendero, / Francisca Sánchez, acompáñame”. Siempre le urgieron el abrazo y el beso, “síntesis de eternidad”.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", viernes 7 de mayo de 2021).

07/05/2021 13:18 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Derechos de autor

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Foto Ayuntamiento de Zaragoza - Asociación Aragonesa de Escritores

Durante diez años consecutivos se ha homenajeado, en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento de Zaragoza, la obra de un autor zaragozano, por el Día Mundial del Libro y del Derecho del Autor. Organizada por el Patronato Municipal de Educación y Bibliotecas y la Asociación Aragonesa de Escritores. En 2020, se sustituyó por la lectura on line de Benito Pérez Galdós, en el centenario de su muerte.

Fue el pasado día 22, víspera de San Jorge, cuando mis compañeros de Asociación, miembros del Patronato y del Concejo municipal, autoridades y ciudadanos de a pie comprometidos con la pandemia, me rindieron un inmerecido homenaje. Nuestro alcalde, Jorge Azcón –que amablemente adaptó el micrófono a mi altura–, la vicealcaldesa Sara Fernández y Javier Fernández, presidente de la AAE y con una larga trayectoria en el servicio de la mejor política. No faltarían Javier Peiró y María Uriol, gerentes saliente y actual del Patronato.

Solo cuatro familiares, dado el aforo restringido. Llevaba a todos mis amigos y demás familia, presente o ausente, en el corazón –muchos me seguirían por Youtube–. Juan José Badiola, asesor técnico del Consistorio, Asociación Víctimas Covid-19 y su presidenta, Mar Martín, Prevención y Salud Laboral, Bomberos, Voluntariado, Cementerio de Torrero, Limpieza Pública…

Se destacó mi libro La fuerza de los límites, Premio Tiflos 2008, y sus columnas de Heraldo de Aragón sobre la Expo y las personas con diversidad funcional. La concejala Inés Ayala Sender rompió una lanza a favor de mi poesía: “Aquí han resaltado tus artículos, pero es en los poemas donde brillas, por tu manejo del Diccionario y por todo lo que te enseñó mi madre”.

La manzana o el vértigo, Pájaros de silencio, En luna llena… Tres autoras eligieron uno de mis microrrelatos incluidos en Relatos en 90 segundos. “Han sido tus compañeros quienes de forma unánime han ensalzado tu obra”, subrayaría Paloma Espinosa Gabasa, concejala del área de Cultura. Y Julio Calvo: “Yo no soy yo, soy un compendio de lo que he leído”.

Es el primer año que se me abonan los derechos de autora por mis últimos libros. También en la pandemia la literatura ha salvado vidas, y sobre todo mentes.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", viernes 30 de abril de 2021).

30/04/2021 13:46 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Libros en femenino

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Foto libro de Magdalena Lasala, Ayuntamiento de Zaragoza

El infinito sigue teniendo cabida en un papiro, una hoja o un microchip. Y es que desde el Nilo de hace 5.000 años la literatura continúa teniendo un poderoso don de gestación y vida.

Irene Vallejo sería una de las autoras más leídas en 2020. No se quedan muy atrás María Dueñas y Dolores Redondo, las dos creadoras que han respondido, en el programa ‘Reloj de Arena’ de RNE, a un sinfín de preguntas de lectores y lectoras reunidos en torno a la Biblioteca Digital de la ONCE.

El libro y la lectura parecen haber recobrado fuerza en la pandemia. El viernes, fiesta de San Jorge, volvía a celebrarse el Día del Libro en el parque José Antonio Labordeta –con el debido aforo reducido–. Es posible que las medidas profilácticas hayan venido a quedarse, como los grupos ‘on line’. Sin ir más lejos, en Facebook se ha creado el grupo ‘La Historia de Aragón contada por Urraca’, vida ya novelada antes por María Teresa Álvarez y Lourdes Ortiz.

Una vida de reina nada grata la de Urraca de Castilla junto a Alfonso I de Aragón. Desavenencias conyugales, impotencia y rabia, deseo de divorcio. Los insultos no son parcos en las crónicas y testimonios: celtíbero cruel, feroz aragonés, lobo aragonés, impío, tirano, maligno o reyezuelo cruel. No solo llegarían las palabras agraces, sino las manos a las mejillas.

Ella casaría con el conde Pedro González de Lara y tendrían dos hijos; el rey moría sin descendencia. Del siguiente capítulo se encarga José Luis Corral en ‘La reina olvidada’, en primera persona y a mitad de camino entre la ficción y la documentación histórica. Muerto sin hijos Alfonso I, su hermano Ramiro II el Monje le sucedería, dejando el convento para ser rey y procrear. De su unión con Inés de Poitiers nacería Petronila, extraordinariamente inteligente desde niña y futura Condesa de Barcelona.

El salto en el tiempo no siempre es paralelo al de las actitudes. Nuestro Ayuntamiento ha iniciado la edición de cuatro espléndidos volúmenes sobre mujeres de los siglos XIX y XX. Al frente del primero, Magdalena Lasala: «Son mujeres precursoras e inspiradoras, y al mismo tiempo protagonistas calladas o activas de la época que les tocó vivir». Josefa Amar y Borbón, Dolores Cabrera, Pilar Sinués… Y Ana Alcolea publica ‘Manuela Sancho’, nuestra heroína de Los Sitios, con ilustraciones de Coco Escribano.

«No va a pasarle nada, no hay que preocuparse, se dice, al fin en paz: ya sabemos que Raluca tiene buena suerte» (Rosa Montero).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 25 de abril de 2021).

25/04/2021 17:53 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Desde mi sillón

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Foto facebook de Yolanda Benito Utrillas

Utilizo un epígrafe homónimo a una de mis columnas en la revista Humanizar, porque desde la pequeña atalaya de mi silla, que no se eleva a la altura del poder ni el orgullo, como la de mi ex compañero de fatigas Pablo Echenique, observo, vislumbro y comprendo muchas cosas.

Tras la vacunación de mayores de 80, dependientes, trabajadores de residencias y personal sanitario, se empezó en febrero con los grandes dependientes que vivíamos en casa. Pasaría febrero, y también marzo. No llamaban. ¿Perdida en el limbo? Entre MUFACE (Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado) –mi padre es mutualista– y los reconocidos con Grado III en el Instituto Aragonés de Servicios Sociales.

Se comentaba que unos 34 000 dependientes españoles no iban a ser inoculadas, al no estar todavía valorados; así como más de 130 000 cuidadores no profesionales. Me debatía entre el desconcierto y la incertidumbre: ¿sí quiero, o lo pospongo para más adelante?

San Valentín, Cincomarzada –aniversario del confinamiento–, Semana Santa. Nadie llamaba. ¿Podría vacunarse mi cuidador conmigo? Solo en el domicilio, no en el centro de salud. Mutualistas y beneficiarios no teníamos asignado ningún centro.

La semana pasada, octava de Pascua, me citaron el sábado: en el Inocencio Jiménez a primera hora de la tarde. Me tocaba Moderna, esa que puede dar dolores de cabeza y musculares, fiebre, vómitos y diarrea, fatiga, insomnio.

Fue todo rápido y sencillo. Fui con mi hermano; y en el centro un viejo conocido: “Son 5 segundos”. Mientras explicaba a la enfermera en qué brazo, me inyectó sin sentirlo. Luego 15 minutos de espera. Para evitar posibles efectos secundarios, una buena obra teatral: “Galdós enamorado”. Dormí profundamente esa noche, y a la siguiente ya se había pasado la levísima molestia del brazo.

Comienza mi nueva libertad. Mis sistemas anímico e inmune se van equilibrando y enviándome energía. Y desde mi atalaya continúo observando mentiras, intereses, guerras entre farmacéuticas y poderosos. Mañana se estrena el documental “Amanece en Calcuta”; María de Himalaya nos exhorta: “Somos testigos en un mundo de mentiras. Tú eres hija mía, y como tal compórtate”.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", viernes 16 de abril de 2021).

16/04/2021 12:32 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Tiempo de luz

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Foto www.desdesoria.es

La cultura popular recoge alegrías y tristuras, como el romance anónimo: “Que por mayo era, por mayo, / cuando hace la calor, / cuando los trigos encañan / y están los campos en flor, / cuando canta la calandria / y responde el ruiseñor, / (…) / sino yo, triste, cuitado, / que vivo en esta prisión; / que ni sé cuándo es de día / ni cuándo las noches son”. En esta primavera o Pascua florida –recogida por la RAE y por el antiguo catecismo–, vamos de la quinta ola a la esperanza de que en ocho semanas hayamos superado lo más grave, según Margarita del Val.

Nunca estuve en una ECM (Experiencia Cercana a la Muerte), pero muchos vivimos el final del túnel. La inmunización va a ir in crescendo, y ojalá para julio o agosto lleguemos al 70%, como aseguran los políticos –pese a los reveses de la AstraZeneca y la Janssen–. Que la hostelería vaya recuperándose, y los psiquiatras no se forren con tantas afecciones neuromentales. “Ha despertado la rama / y el almendro ha florecido / y en el campo se escuchaba / el gri gri del grillo” (Antonio Machado). No sé si Elizabeth Kühler-Ross (1926-2004) estaría de acuerdo.

Quizá estemos de vuelta, o tocados; cuando no recorriendo el camino de retorno, como líricamente describe Cristina Cerezales el deterioro de su madre, Carmen Laforet –Premio Nadal 1944 con Nada–: “Y ahora, en que todos los que se mezclan conmigo me miran con lástima y conmiseración, ahora, en que los que no saben, me juzgan acabada y muda, anclada en una silla de ruedas, (…) ahora ya puedo, ya siento al fin, libre de toda trampa mental, (…) libre del terror de lo que podía acontecer con las vidas de mis hijos, ahora siento con plenitud de parte de todos ellos el mar de su cariño” (Música callada).

“Lo lógico es que el coronavirus en abril y mayo prácticamente desaparezca”, afirma el doctor Francisco Botía, jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Murcia. Pese a las posibles mutaciones, la mortalidad de mayores de 80 se desploma.

En Soria vuelve a pingarse el Mayo; y el olmo seco de Machado se renueva, como cada vida: “Mi corazón espera / también, hacia la luz y hacia la vida, / otro milagro de la primavera”

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", domingo 11 de abril de 2021).

11/04/2021 18:24 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Tiempo de pasión

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Foto www.heraldo.es

Hoy, Domingo de Ramos, seguimos celebrando mucho más la sombra de la Cruz  que el Hosanna a la vida. Y en este tiempo de pandemia, de ausencias sin duelo y “cortes de los milagros” del siglo XXI, van colándosenos por lo bajinis leyes en torno a la educación y la vida, o su reverso.

Hace apenas unos días se aprobaba, en el pleno del Congreso, la Ley Orgánica que despenaliza la Eutanasia, por 202 a 141 goles, digo, votos. En principio, para “padecimiento grave, crónico e imposibilitante o enfermedad grave e incurable, causantes de un sufrimiento intolerable”. Por “una sociedad más humana y más justa”, y en aras de un progreso que no ha de tener freno y marcha atrás.

Ser español y estar empadronado, mayor de dieciocho, estar enfermo, sentirse morir hasta el infinito o padecer una discapacidad sin solución de cura. ¿Cuántos de nosotros no ha sufrido alguna vez momentos especialmente bajos? ¿Quién no tiraría la toalla? ¿Todos los santos subidos a los altares no tuvieron en su vida tentaciones? Y el propio Jesucristo: “… aparta de mí este cáliz”.

No quiero mezclar churras con merina, pero en la misma esencia del ser humano está evitar el sufrimiento. ¿Cuántos pequeños en situación de violencia no desearían terminar? ¿Y ancianos en la más absoluta soledad? Todavía, muchos grandes dependientes no tienen quien les levante y lave dignamente cada día –aún se debate si Ramón Sampedro no sería uno de ellos–.

No es el mejor momento, en cualquier caso. Decidir en libertad e igualdad de oportunidades, sí. Pero cuando ha habido más de 50.000 diversos funcionales abandonados, tantos mayores a los que se denegaba un respirador… ¿Sacarse de la manga una ley de eutanasia a la carta y a domicilio?

Claro, hay un comité de expertos que puede estudiar cada caso durante tres meses –¡como si alguien fuese experto en mi vida!--. Se puede solicitar hasta cuatro veces. “¿Cuáles son los porcentajes de los fallecidos “por eutanasia” que fueron inducidos a pedirla?” (José Carlos Bermejo, director del Centro de Humanización de la Salud). ¿Dónde la asistencia personal? ¿Y los cuidados paliativos? Un atajo a la muerte, las cosas por su nombre. La verdad nos hará libres.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón "Tribuna", domingo 28 de marzo de 2021).

28/03/2021 20:32 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

365 días

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Foto www.heraldo.es

Este martes cumplíamos un año. El tiempo suficiente para que un bebé apague su primera vela con ayuda de papá y mamá. O para recordar a nuestro ser querido ya con cierto consuelo, pasado el trago duro. Ahora es diferente.

La edición de La danza de la muerte, con Natalio Bayo, Cinco horas con Mario con Lola Herrera o El funeral de Concha Velasco, en el Teatro de las Esquinas, el homenaje a Trinidad Ruiz Marcellán en el 50 aniversario de Olifante, el ciclo de Introducción a la Música en el Auditorio, la habitual torreznada anual en el Centro Soriano antes de la Cincomarzada, o “La llamada a lo salvaje”, la última película, con el perrito Buck, en la Alaska de la fiebre del oro del XIX, y Harrison Ford de protagonista. Parece que ha pasado un milenio.

Todavía incrédulos, nos reuníamos en la cafetería del hotel Reina Petronila; o comentábamos con el fotógrafo Rafael Navarro y una compañera: “Poco más que un catarro”. El 15 de marzo fue mi última escapada, al Parque Grande –un señor con su cachorro– y a ver a mi pareja. Un bicho insospechado vació las calles, frías, fantasmagóricas, surrealistas.

La tristeza se adueñó de todos. Nombres de conocidos de a los que no podíamos despedirnos. Mis hermanos convivían con los niños y su teletrabajo. Mis padres de 87 años y yo, unidad familiar. Las relaciones restringidas, el Skype, las celebraciones religiosas al Streaming. ¿Era el inicio de Un mundo feliz del ya clásico Huxley?

Obviamos aniversarios como los de Baroja, los Bécquer o Delibes. La esperanza lidiaba con la distopía y teorías conspiranoides. Tras dos meses, volvía a encontrarme con mi pareja en un súper con mascarilla y guantes. Los hospitales seguían colapsados, enfermos hacinados por el suelo. Reestrenamos el noviazgo y tardamos un mes más en que entrase en casa de mis padres.

Mi silla percibió mayor limitación social. Aun así, disfrutamos de unas breves vacaciones y de tres nuevos libros: De la noche al Ángelus, En luna llena y En cuentos con Rosa, con Rosa Montero gracias a Facebook. No todo ha sido negativo. Ahora la esperanza es la vacuna. Ojalá los ancianos y los jóvenes no hayan perdido el paraíso en este largo año de pandemia.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", viernes 19 de marzo de 2021).

¿Vida más allá?

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Foto Twitter @pflis

Ya Stephen Hawking prefijo que el futuro de la humanidad estará fuera de la tierra. Y la Greta, intentando aminorar la tragedia del cambio climático, nos dejó sorprendidos estupefactos. Pero no podíamos sospechar que Nostradamus, ¿médico y astrólogo? (Michel de Nötre-Dame, 1503-1556, boticario de profesión) augurase en sus cuartetas crípticas la pandemia de 2020 en Pau, Verona, Vicenza y Zaragoza: “Y en el año de los gemelos / surgirá una reina (corona-virus) / desde el oriente / que extenderá su plaga/de los seres de la noche (murciélagos) / a la Tierra de las siete colinas (Italia)  / transformando en polvo/a los hombres del crepúsculo (ancianos), / para culminar en la sombra de la ruina (crisis económica)”.

Fórmulas poético-exotéricas de un iluminado del XVI, no exentas de belleza, se mezclan, en mentes fatigadas por la pandemia, con otras en principio más científicas. ¿Habrá más olas? ¿Qué cepa no respetará vacuna alguna? Bill Gates anuncia una epidemia gripal devastadora como la de 1918. La doctora Del Val habla de insectos…

¿Ha llegado la hora de la diáspora? Perseverance amartiza en el cráter Jezero y abrimos los ojos y los oídos como platos. Vida microbiana a una distancia infinito-infinitesimal –tiempo y espacio se mezclan en mi mente relativa–, rocas y regolitos, ¿llevaría un río misterioso al lago del edén? El medio ambiente marciano ha podido conservar seguramente signos de vida afianzada hace miles de millones de años”.

Un vehículo o rover espacial toma fotos y sonidos de Marte, no solo de los siete minutos de emoción y terror a su llegada, sino también de la inversión magnética o rotura temporal que provocó miles de extinciones, como en la Tierra: “A los primeros seres humanos que tuvieron que vivir aquel momento les debió de parecer el fin de los días” (Alan Cooper). Muerte de los neandertales, arte figurativo en las cuevas, glaciares de Norteamérica, desaparición masiva de la fauna de Australia y Tasmania…

¿Hay vida más allá? ¿La hubo en un tiempo? La cara de la Luna sí conserva las huellas de los primeros astronautas. ¿Viajaremos al planeta rojo antes de la próxima pandemia, o asteroide? Mientras, que nos dejen soñando.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Áragón, "Tribuna", viernes 12 de marzo de 2021).

12/03/2021 13:17 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Sender, la guerra y la mujer

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Foto www.españaescultura.es

Desde hace 110 años celebramos el Día Internacional de la Mujer en Europa. Tampoco hemos podido celebrarlo en las calles, como nuestra cincomarzada, a los 185 años de nuestro levantamiento frente al ejército carlista. Aunque no falte la fiesta, la memoria ni los grandes autores, Galdós o Valle-Inclán.

En un tiempo de pandemia, las desgracias humanas no están ausentes. Disfrutábamos a finales de febrero, en el teatro Principal, Réquiem por un campesino español, de Ramón J. Sender –en el 120 aniversario de su nacimiento–; bajo la magistral dirección de Marian Pueo y la sublime adaptación teatral de Alfonso Plou. El aforo permitido lleno, la admiración del público.

Me llegaba un escrito casi inédito del autor de Imán, Mr. Witt en el cantón o Crónicas del alba. El artículo se publica en El Telegrama del Rif –que ha cumplido 110 años de su creación–, el 6 de septiembre de 1923, siendo Ramón José sargento de complemento del Regimiento Ceriñola 42, en Kandussi (Melilla), donde estaría cuatro meses.

“Antes de llegar a Segangan, veíamos las alturas de San Juan de las Minas y tomábamos como punto de referencia un blocaus que existe en la cúspide del penacho más pronunciado. Calculamos el tiempo que tardaríamos en llegar a la base: una hora” (“Psicología de la marcha”, en la sección “Arabescos”).

Topónimos, anécdotas, descansos… “El momento más interesante es este en que la aguja carraspea sobre el disco antes de iniciar la música” (“El gramófono”). Diez Arabescos entre 1922 y 1924, tras el desastre de Annual del 21.

Coetáneo a la génesis de Imán (1930), que termina en copla de cuplé: “El corazón de las mujeres / y las trompetas de la Fama / al ver pasar a los soldados, / repiten siempre: ¡Viva España!”.

José Marqués, mi cortés informante, citado a su vez por Juan Domínguez Lasierra en algunas páginas de HERALDO DE ARAGÓN, deudores ambos del escritor de Chalamera. Y Viance, precursor y compañero literario de Paco el del Molino. “Trata de contar la tragedia de Marruecos como pudo verla un soldado cualquiera de los que conmigo compartieron la campaña (Iman, nota a la primera edición).

”Conquista de la dignidad, guerra y pandemia, ¿tienen algo en común?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", lunes 8 de marzo de 2021).

08/03/2021 13:37 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Joan Margarit

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Foto José Jiménez. Ceremonia íntima en el palacete Albéniz (Barcelona).

Vivió y escribió entre dos dolores, de la guerra civil a la pandemia. No le quitó la vida, pero le robó como a tantos la ilusión, para él de festejar como se merecía el Premio Cervantes 2019. Aunque estaba de vuelta: “La libertad es una librería. / Ir indocumentado. / Las canciones prohibidas”.

Sus más de treinta poemarios, su Cristóbal Colón, el estadio y anillo olímpico de Montjuic o la Sagrada Familia, no desdoran su cátedra de Cálculo de Estructuras en la Escola Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona. “Albañiles al alba encienden fuego / con restos de encofrados”.

Joan Margarit es de esos poetas “que no suelen abanderarse en la espontaneidad sino en la densidad” (José-Carlos Mainer). Estación de Francia, Cálculo de estructuras o Casa de misericordia retrotraen al pasado, pero la belleza se encarna en Joanna, la hija con síndrome de Rubinstein-Taybe que sintió perder en ocho meses: “La he cambiado por la seducción / de la ternura iluminando el hueco / que la razón dejó en tu rostro”.

Nacido inmigrante en Sanaüja (Lleida), por esas cosas de la vida y la guerra. Sus primeras palabras son castellanas, para saberse pronto cómodo en el catalán. Un adolescente que ama a Góngora y Quevedo, Machado y Juan Ramón, Josep Pla, Martí i Pol, Salvador Espriu, pero también a Paul Celan o Rilke; todo un símbolo de consenso. “Es el niño callado que jugaba solo. / Permanece detrás de estos ojos de viejo, / resiste la embestida brutal del mediodía / oyendo los confusos versículos del mar”.

Hombre comprometido con el tiempo y sus circunstancias, desde lo cotidiano: “Cuando veníamos de noche / a tirar la basura, / nos quedábamos a ver el firmamento”. Un niño grande que ve pasar irremisiblemente la vida, y se duele, y se extraña: “Y hay tanta oscuridad en cada manga / que las manos, artríticas y frías, / son un olvido o una despedida”.

Un demiurgo que sana desde la experiencia en este oscuro año para olvidar. “Solo sé que me marcho con mis muertos”. Un poeta que supo construir un edificio sólido y confortable. La semana pasada nos dejaba. “Cavar entre las piedras, los terrones, / las raíces que nunca arrancarás”. Y habitamos su obra, para siempre.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 26 de febrero de 2021).

26/02/2021 13:59 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Vacunas y vulnerabilidad

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Foto www.freepik.es

Según la Estrategia de vacunación COVID-19 –Consejo Interterritorial, Sistema Nacional de Salud–, “evaluando  los  riesgos  de  exposición,  transmisión,  morbilidad  grave  y  mortalidad”, se han considerado unos primeros grupos susceptibles de inmunización: residentes y trabajadores en residencias, personal sanitario y socionanitario de primera línea y otro personal sanitario, personas consideradas grandes dependientes y mayores de 80 años.

Aunque no sea exactamente igual un varón o mujer de 81, que no se valen por sí mismos, que mi tía de 94, que sigue viviendo sola y completamente lúcida en su casa. Las defensas bajan con la edad, eso es cierto.

El grupo cuarto sería el de “grandes dependientes,  es  decir,  con  necesidad  de  intensas  medidas  de  apoyo”, no institucionalizados. Y yo haría dos subgrupos: grandes dependientes vulnerables y no vulnerables. Vulnerable, ‘que puede ser herido o recibir lesión, física o moralmente’ (Diccionario de la lengua española).

Personalmente, yo no me he sentido nunca especialmente vulnerable. Desde que con un añito, en el tacatá, unía mis manitas mimetizando a las señoras, a la Primera Comunión, cuando quería levantarme y cantar como los otros niños, a mis Estudios Primarios, el Bachillerato a Distancia –Carmen Sender, Rosa Palacios–, la Universidad presencial, salidas con amigos, o un amor y una sexualidad sin diferencias.

Claro, necesitamos mucho apoyo, lo que casi siempre se obvia o se olvida. Una asistencia personalizada, que los gobiernos y la administración siguen negándonos. Me llegaba esta nota: “32.000 (grandes dependientes) no podrán ser vacunados. Al no haber sido valorados, no están localizables. También se excluye a las 134.000 cuidadoras no profesionales que deberían ser vacunadas por estar cuidando a las personas grandes dependientes” (Foro de Vida Independiente).

Siempre hay discriminación. Esperemos que no se repita el triaje de la primera ola: “Cualquier persona con deterioro cognitivo, (…) no será subsidiaria de ventilación mecánica intensiva” (Grupo de Trabajo de Bioética de la SEMICYUD, Madrid).

Hay miles de diversidades funcionales, y de enfermedades que invalidan. ¿Es mucho pedir diferenciar? “…en su opinión, el camino correcto es vacunar al "100% de los grupos vulnerables y seguir con las medidas restrictivas” (Margarita del Val). ¿Quiénes más vulnerables?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Foco", viernes 19 de febrero de 2021).

19/02/2021 19:43 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Nuevas formas de amar

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Foto www.infobae.com

Cada edad, etapa de la vida y de la historia, impasse de sosiego o tiempo turbulento –guerra, hambruna, dictadura, epidemia--, va marcando unos modos de relacionarnos, cortejar, festejar, ligar, atraer, seducir a la pareja. Nada que ver cómo se enamoraban nuestras abuelas, con tímidos acercamientos antes del desposorio, a la libertad pre-sida o pre-covid o este último año. ¿Siguen las mariposas en los estómagos y un canto de ruiseñor en la cabeza?

Escribe Antón Castro en “Los amantes de Teruel”: “Empecé a amarte por la letra redonda de aquella primera carta. / Me llamabas “Madrina, Isabel”. Y luego me hablabas de la nieve, / de la soledad de los campos bajo los bombardeos…” (La danza de la muerte).  Catástrofe y amor están presentes en el Decamerón de Bocaccio, o La peste de Camus: “Amar o morir juntos, no hay otra solución”. La realidad supera a la ficción siempre.

Ligar es más difícil con mascarillas y distancia, y pone a prueba la imaginación: palabras que seducen, encuentros y cenas por Skype, intimidad a uno y otro lado, juguetes sexuales que interactúan mediante una aplicación… Vuelven a preferirse las parejas estables frente a la promiscuidad, aunque las que ya lo eran o han fructificado o se han roto de por vida.

Lo de Florencia y Graig, argentina y norteamericano, fue un auténtico flechazo por Instagram, mientras cubrían las protestas anti racistas por el asesinato de George Floyd. “Poco a poco los gritos y las explosiones se alejaron. Permanecimos ocultos más de una hora, para estar seguros de que no nos cogerían si salíamos antes. En ese rato sucedió todo” (Jordi Sierra y Fabra, Las palabra heridas).

Este domingo volvemos a celebrar San Valentín, como en el siglo V, uno de los tres mártires romanos con ese nombre. Posiblemente, el médico y sacerdote que casaba a escondidas a los soldados. Según la ley romana, era incompatible con las armas, y sería decapitado por Claudio II “el Gótico”.

Me impactó el titular: “Una pareja contrae matrimonio en la UCI, justo antes de ser sedados e intubados”. Un amor reposado, como el de la película “Deseando amor”, del chino Wong Kar-Wai. O el de Fermina Daza y Florentino Ariza: “Era como si se hubieran saltado el arduo calvario de la vida conyugal, y hubieran ido sin más vueltas al grano del amor” (El amor en los tiempos del cólera, Gabriel García Márquez). ¡Feliz Día del Amor!

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Foco", viernes 12 de febrero de 2021).

12/02/2021 13:19 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Santas mujeres

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Foto: Santa Águeda, de Zurbarán. https://commons.wikimedia.org

Mujeres que siguieron a Jesús hasta el Calvario, y las que han hecho de la cruz su palma y su victoria. De Santa Águeda de Catania y Santa Lucía, las heroínas de los Sitios –Agustina Zaragoza, Casta Álvarez, Manuela Sancho– o María Rafols, a este convulso XXI. El varón, si no el racismo más recalcitrante, nos ha hecho invisibles y más enérgicas.

¿Tenían alma las mujeres? Hildegard von Bingen, música, científica y mística alemana (siglo XII), aporta el estudio de las enfermedades, desde una perspectiva global, y del cuerpo femenino. Y Claricia, joven con vestido secular, ilumina su página, en la abadía benedictina de los santos Ulrico y Afra (Augsburgo), y se atreve a retratarse columpiándose, colgada de su Q capital.

Rompieron con el silencio impuesto. Isabel la Católica se rodeó de doctas en su Corte: Beatriz de Bobadilla, Beatriz Galindo, Lucía de Medrano, Beatriz de Silva, Catalina de Aragón –reina de Inglaterra–, María de Pacheco… Cariz renacentista y culto presente en Teresa de Jesús, por mucho que hubiese de disimular ante sus confesores. Ya en el XVII, Ana Abarca de Bolea resalta en la poesía aragonesa, según Aurora Egido o Manuel Alvar.

La España ilustrada gira entre la misoginia más atroz y una progresiva apertura, sobre todo en la prensa, preconizando en los dos siglos siguientes figuras como Concepción Arenal y Clara Campoamor. En narrativa, de Cecilia Böhl de Faber –Fernán Caballero– a Emilia Pardo Bazán la escritura de autora dio un giro completo.

Están las escritoras del 98: Carmen de Burgos, María Lejárraga –quien escribía la obra de su esposo, Gregorio Martínez Sierra–, María de Maeztu, Concha Espina, Carmen Baroja… Y las “Sinsombrero” o autoras de la generación del 27, de María Teresa León, consorte de Rafael Alberti, a Rosa Chacel o María Zambrano. Y entre nosotros Lola Mejías, esposa del profesor Eugenio Frutos.

La vida universitaria tampoco fue sencilla del XIX al XX. María Moliner sería depurada por un régimen varonil. María Antonia Martín Zorraquino nos recuerda a su madre, María Antonia Zorraquino Zorraquino, doctora en Ciencias químicas (1929): “Pocas mujeres eran universitarias; fueron pioneras ejemplares. La vida de la casada solía reducirse al ámbito doméstico”. Podríamos seguir.

Sabias y santas madres que han ido dejándonos su herencia: “Soy deudora de mi pasado, de mi abuela, que no sabía escribir” (Ana Alcolea).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Foco", viernes 5 de febrero de 2021).

05/02/2021 12:53 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Valero y otros santos

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El prefecto Daciano juzga a los santos Valero y Vicente. Reproducción en la Catedral de Alcalá de Henares, parte del Frontal de finales del S XIII.

No hay roscón este año en la plaza del Pilar, ni en las celebraciones familiares de más de cuatro comensales, fuera de convivientes. Lo que no es óbice para olvidar a Valero, que con su acólito y asistente Vicente, preside el Concilio de Elvira (Granada, 306); y en su postreros días encuentran en Valencia martirio y destierro a Roda de Isábena. No importa tanto devolver la mitra en Zaragoza con Alfonso I, o el busto-relicario que regala Benedicto XII a la Seo (siglo XV), como la intercesión de un santo tartamudo.

Se ha perdido la voz, o se sufren parestesias, y otro santo cercano, es San Blas de Sebaste. Ermitaño en el monte Argeus (Armenia, siglo IV), donde instaló su sede episcopal, sanaba milagrosamente la garganta de humanos y animales. Martirizado y decapitado, es patrono de los otorrinolaringólogos y las enfermedades de garganta, zona nasofaríngea, hoy paso de la covid.

Puestos a sacrificios y penurias, Santa Águeda de Catania, que por honestidad rechazó al procónsul Quintianus, recuperó los senos seccionados gracias a San Pedro y fue incinerada viva, provocando la erupción del Etna. Tampoco va a poder convocarnos el próximo 5 de febrero a las mujeres, pero su estela sanadora queda. Como la de Santa Genoveva Torres, amputada, leprosa y “Ángel de la Soledad”; Teresa de Jesús o Teresa de Lisieux.

Si hay santos sanadores de llagas y epidemias, son San Juan de Dios (1495-1550), San Camilo de Lelis (1550-1614) y San Roque. Soldados y hospitalarios los primeros, Juan de Dios muere de pulmonía tras salvar a un joven del Genil. Camilo se gradúa en sufrimiento: una herida, defectuosas las piernas y los pies… El hospital de Los Incurables parece uno actual: “Se veían tullidos con muletas, paralíticos arrastrados en los típicos carrillos que se arremolinaban junto a la estacada no sin altercados y con algún desorden” (Alessandro Pronzato). Pleuritis, asma, empiema, esputos de sangre, viruelas… sus hijos, los Camilos, cuidan a infectados durante siglos.

Abogado de la peste es San Roque, un noble occitano que peregrina a Roma. Le sorprende la peste europea del siglo XIII en Placenza; un manantial calmará su sed, un perro su hambre de pan. La Iglesia de la Santa Cruz de Velamazán se dedica a San Roque, por salvar al pueblo de la peste (1686).

Creyentes o no creyentes, los santos interceden y nos recuerdan.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 29 de enero de 2021).

29/01/2021 21:32 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Vacunas

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Isabel Zendal. Foto www.thisistherealspain.com

El nuevo hospital para enfermedades infecciosas Isabel Zendal de Madrid es un bello homenaje a esta enfermera, primera en la historia en misión internacional, mujer y madre, que moriría en la más absoluta indigencia en Puebla de los Ángeles, Nueva España. Cuidaría a los pequeños que llevaron en su propio cuerpo la vacuna de la viruela a América y Filipinas, al mando del médico militar Francisco Javier Balmis, reinando Carlos IV.

Somos cortos de memoria. Olvidamos que epidemias, catástrofes naturales y luchas de poder existen desde siempre. Obviamos la labor de Louis Pasteur, pionero de la Edad de Oro de la Microbiología, impulsor de las vacunas, los antibióticos, la esterilización y la higiene. Ignoramos el trabajo paciente de Robert Koch, uno de los fundadores de la bacteriología, descubridor del bacilo de la tuberculosis y del cólera. Hoy, aun sin sabernos ya todopoderosos e inmortales, seguimos teniendo mucha prisa.

Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Oxford, Sputnik… Las de Jenner y Balmis contra la viruela se llevaron siete años (1796-1803), y la última de la gripe ha tenido variantes; pero nunca tantas farmacéuticas tras de un mismo virus. Es la mejor opción a corto y medio plazo, aunque las dudas continúan latentes. ¿Evitan los contagios? ¿Inoculan el virus? ¿Inmunes para siempre?

Inmunodepresivos, alérgicos, pacientes de cáncer, niños, embarazadas… no pueden vacunarse. ¿Compatible con todos las discapacidades? Habría que estudiar a la persona, cada tipo genético. ¿Mutaciones? “Aquí, en Europa y el mundo occidental, ya no es posible erradicar el coronavirus” (Margarita del Val). Quiero creer en el ARN mensajero, capaz de terminar con varias enfermedades infecciosas. En la combinación AstraZeneca-Sputnik, válida por dos años. En esa terapia de anticuerpos, en prueba en el Reino Unido, que crea inmunidad instantánea y duradera. ¿Años, décadas?

Las primeras vacunas se echaron a perder, el receptáculo debía ser humano. “La obsesión de Balmis porque entregásemos un manual de la vacuna de Jacques Louis Moreau de la Sarthe a cada uno de los médicos que conocimos era evidente. Con ello pretendíamos que la práctica de la antigua variolización quedase por completo prohibida en un futuro, y a partir de entonces sólo podrían vacunar los médicos debidamente facultados para ello” (Almudena de Arteaga, Ángeles custodios). A erradicarla se tardó siglos.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 22 de enero de 2021).

22/01/2021 13:19 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Filomena

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Foto Lola Martínez. Velamazán.

Parece que se marcha. Pero nos ha dejado idílicas imágenes, postales navideñas con valor retroactivo, líricos rincones de poeta. No en vano, filomena, del latín filomela, heredado del griego, significa tanto ‘ruiseñor’ como ‘la que ama la música’, o princesa, maltratada por la furia libidinosa de un dios finalmente transformada en ave canora.

Mis sobrinos pequeños, como todos los niños del planeta, disfrutaron descubriendo la nieve. La menor no la había visto nunca. La infancia es esa edad de paraíso, en la que el hielo no duele, y los riesgos, si los hay, permanecen ocultos por el tamiz de la ilusión. El parque de aquí abajo apareció habitado por bolas enormes y por muñecos.

Pero la nieve es también barrera, frontera infranqueable, dique de contención para tareas cotidianas y deseos. No podía pasar, mi silla electrónica no podía pisar unos centímetros de nieve que estaban ya cuajando, y dejé, empujando y arrastrándola, las huellas indelebles de mis ruedas, que la pala levantó de cuajo. Mi silla no tiene prestaciones de trineo.

Es peor salir a la carretera. El coche se bloquea, la nieve cubre techo, capot y parabrisas. ¿La ceguera blanca de Saramago? Y no te digo si te espera la familia o mandado urgente de la empresa. La paciencia termina congelándose y la UME no asoma ni por milagro.

Pueblos enteros confinados, tejados que se caen, apagones de luz por varios días –¡como si fuera poco con la subida!--. Cultivos echados a perder. ¿De nuevo la pandemia económica? Y por si fueran pocos, más muertos, en el hielo o un río, que   arrastra inmisericorde vehículo y cuerpos. Los hospitales colapsados, esta vez por las nieves, y sanitarios haciendo horas extras y recorriendo kilómetros con los palos de esquí. Sin acceso a la diálisis ni a las vacunas.

Aeropuertos cerrados; sin tranvías, autobuses ni AVE. Autores volcados en la carretera, como el de Huesca-Zaragoza. Los chavales sin volver a la escuela. ¿Hasta cuándo ahora, papá? Y anécdotas trágico entrañables. La actriz María Galiana, para ir a la presentación de un “Cuéntame” centrado en el covid, cogida en volandas por militares. O el rescate por bomberos y Guardia Civil de una familia aislada: “Llevaban entre cuatro o cinco horas aislados. Cuando nos vieron llegar con la quitanieves, la madre de la criatura rompió a llorar”.

¿Recordará ese niño su primera nevada?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 15 de enero de 2021).

15/01/2021 13:40 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

¿Un año con estrella?

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Foto www.eltiempo.com

Fue hacia el 16 cuando la vi tan grande y luminosa, como pocas veces. Entendí un buen presagio en aquella luna, todavía creciente, reflejo de la unión de Júpiter y Saturno, tan anunciada.

El 21 de diciembre, solsticio de invierno, nos regalaba el cielo el culmen de un espectáculo especial: la conjunción de los dos planetas y una luna creciente en todo su esplendor. Según parece, es la misma luz de la estrella que guió a los Magos de Oriente desde Tarsis a Belén. Johannes Kepler (1571-1630) fue el primero en recoger el dato. Según fuentes históricas, el fenómeno se produciría el año 7 a. de C. Saturno representaría a Israel; Júpiter, al Rey de Reyes (Joseph Ratzinger, La infancia de Jesús).

“Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino” (Mateo 2, 9-12). Siempre me he sentido heredera de los Magos. Mi primer poemario, Epifanía de la luz, rememora las sombras de los cuentos que vislumbré en la infancia.

Un paraíso que añoramos y creemos clausurado en la frontera de la primera niñez a la pubertad. Sin embargo, obviamos que Jesús pertenece a una humilde familia de refugiados, que tuvo que emigrar para salvar la vida. Conoció la penuria desde niño; también la cercanía de la tierra y sus gentes: “Jesús nació probablemente en Nazaret. Solo en los evangelios de la infancia de Mateo y Lucas se nos habla de su nacimiento en Belén, lo hacen seguramente por razones teológicas, como cumplimiento de las palabras de Miqueas (Siglo VIII a. C,); “Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá” (MIqueas 5,1)” (José Antonio Pagola).

Por eso, pedí a Sus Majestades el oro de la prosperidad para todos, el incienso de unas más altas miras y la mirra de la buena muerte. Y que Jesús nos limpie de la lepra. Tantos ancianos solos; familias que han vivido un duelo robado; pequeños que han sufrido y se han sentido culpables; parejas rotas para siempre; mujeres maltratadas en un confinamiento atroz; personas con discapacidad sin asistencia. Son su pesebre.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 8 de enero de 2021).

08/01/2021 01:23 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Primera Navidad

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Foto pixabay. Foto de archivo de los pies de una bebé.

Este año, por primera vez, los niños no besarán a sus abuelos, ni cenarán con todos los tíos y primitos, y montarán el nacimiento solo con papi y mami. ¿Cantarán villancicos en el cole? Y los mayores tendrán más huecos en la mesa, y añoranza. Si no mucho duelo tierno todavía.

Puede ser un buen año para mirar las cosas con los ojos del alma, y volver al origen, cada uno a su centro. Vemos a una joven pareja, ella embarazada, en un pesado viaje de Nazaret –Galilea– a Belén –en Judea–, en la ciudad y tierra de David, reinando el sanguinario Herodes el Grande. Conflictos humanos y políticos que hoy se repiten, sin ir mucho más lejos, en el puerto canario de Arguineguín: hombres, mujeres, mamás embarazadas y pequeños huyendo de la guerra, la miseria, la enfermedad en grado superlativo.

Ya seamos cristianos –una gran mayoría en España–, o festejemos derivaciones lúdico civiles del solsticio de invierno, podemos ejercitar sanamente la memoria. Recordar aquellas navidades, lejanas e irrepetibles o recientes, con los seres queridos. La primera que celebramos en pareja. O esa otra en la que unos angelitos, hijos, nietos, sobrinos, descendieron del cielo a nuestro hogar.

Puede ser un tiempo perfecto de compartir, a través de las redes, la videollamada, el smartphone, el teléfono. De contactar con el centro del otro, mirándonos sin máscaras, sintiéndonos. Y también de recobrar una amistad perdida entre prisas y agobios, antes de la pandemia; la última oportunidad para reencontrarnos.

Es un tiempo propicio para estar y disfrutar con la familia, la unidad familiar de convivencia, más ese ser querido que no habremos visto en meses. Para exprimir esos nimios detalles que en la nunca saboreamos. Y unos días preciosos para el encuentro auténtico con uno mismos: el silencio, la espera esperanzada, la creatividad.

Podríamos tomarnos a toda prisa las uvas, a campanadas virtuales y caseras, y expulsar tanta fobia acumulada; despedir el 2020 a la carrera, o intentar borrar la realidad con la Matte Painting, herramienta de efectos especiales para el cine. Pero nos perderíamos la magia.

Del pasado miércoles 16 al próximo 25, podremos ver de nuevo la estrella polar, o conjunción de Júpiter y Saturno, tras ochocientos años. Y en un Hospital de Granada, una bebé prematura sobrevivió a su madre, que fallecía de covid al poco de parir. Será su primera Navidad.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 18 de diciembre de 2020).

Inhumano

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Foto www.es.amnesty.org

De la edición de Alcalá de Henares (1505) o el Diccionario de Autoridades (1734), al actual Diccionario de la lengua española, viene a significar ‘cruel, riguroso, fiero, falto de piedad y misericordia’, ‘cosa sin caridad’, ‘falto de humanidad’. Y si ayer, 10 de diciembre, celebrábamos el Día Internacional de los Derechos Humanos (ONU, 1950), la pandemia ha traído acarreado muchas veces el prefijo in-.

Amnistía Internacional denunciaba el pasado 3 de diciembre, Día de las Personas con Discapacidad, la violación de cinco derechos básicos en España: “En las residencias se ha violado el derecho a la salud, a la vida y a la no discriminación de las personas mayores. Además, las decisiones de las autoridades han impactado también en el derecho a la vida privada y familiar y en el derecho a tener una muerte digna”. Pobreza asistencial, desprotección, prohibición de visitas familiares y atención hospitalaria. El 70% de los fallecidos por covid, ancianos institucionalizados. ¿Casualidad?

Y están los otros residentes, jóvenes y adultos. El CERMI y los órganos oficiales subrayan el apoyo asistencial en centros, hospitales y ayuda domiciliaria; acompañamiento, rehabilitación y atención médica. De soslayo, las políticas transversales, el derecho a la sexualidad, la formación y el empleo. A pie de calle se insiste en la Convención de la ONU, que “Las personas con discapacidad tengan la oportunidad de elegir su lugar de residencia y dónde y con quién vivir” (art. 19). Un giro en la atención al ciudadano con diversidad funcional.

Un sano equilibrio entre la inclusión y el poder elegir libremente el colegio sería otra conquista: “…lo incuestionable es el derecho de cada niño o cada niña para estar allí, junto al resto de su generación en el vecindario donde vive” (Ignacio Calderón Almendros, profesor de Teoría de la Educación). Peor, el confinamiento de las personas con diversidad intelectual, y enfermedad mental. Desde la Federación de Salud Mental de Aragón se apuesta por la asistencia personal.

Los profesionales del cuidado están quemados. El modelo residencial al uso ya no sirve. “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros” (Declaración Universal de Derechos Humanos, art. 1). ¿Lograremos quitarnos la máscara interior?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 11 de diciembre de 2020).

11/12/2020 15:00 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Un café, por favor

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Café Pombo. Foto www.abc.es

Dicen que el café despierta el intelecto. Y un café como lugar de encuentro da vida a la tertulia, el intercambio, la creatividad. El café-botillería de Pombo, Ramón Gómez de la Serna y sus insignes contertulios; Rafael C. Asséns en el Colonial, Valle-Inclán en el de Levante, Marañón y el Roma; Ortega y  Gasset y la génesis de Revista de Occidente en la Granja del Henar… Dieron también origen a curiosos grupos y triángulos inseparables: Unamuno, Salamanca y el Novelty, junto a Juan Benet, Laín Entralgo, Umbral, Martín Gaite o Torrente Ballester; el Riconcillo en la Granada lorquiana. ¿Qué luchas intestinas y sociales, qué amenazas y sombras, cuánta muerte, recordarían sus paredes?

En el Fornos se sentarían Azorín, Pío Baroja, Menéndez Pelayo y Manuel Machado. Borges le debió mucho a La Perla, confitería; Heminguay al Harry’s Bar; Sartre a sus colegas y discípulos del Flore de París. Y en el célebre madrileño Café Gijón harían sus pinitos Umbral, Capote, Cela, D’Ors, Fernán-Gómez, García Nieto o Jardiel Poncela. ¿Quién ignora que las primeras líneas de Harry Potter se escribieron en The Elephant House?

En los años cincuenta –por cierto, por el 52 asoló España otra pandemia apenas recogida en los medios– se dieron cita en nuestro Café Niké Miguel Labordeta, Manuel Pinillos, Julio Antonio Gómez, Ferreró, Ciordia, Gúdel, Salas, y José Antonio Labordeta y Rey del Corral, Luciano Gracia, Rosendo Tello, Emilio Gastón… amén de cineastas, pintores, fotógrafos, políticos. Café Madrid, Las Vegas, Ambos Mundos, Levante, Casa Emilio, sostén de la clase obrera, la transición y la cultura, marcan también la historia de nuestra ciudad.

Se irían sucediendo los locus amoenos donde tomar algo y compartir: El ángel azul, el hotel Goya, El pájaro Azul, La campana de los perdidos, El sótano mágico, la Bóveda del Albergue… Y están los otros, los bares y cafés no estrictamente literarios, pero que a los creadores nos dan vida y aliento: Rogegio’s, Espumosos de Cinco de marzo, Pájaros en la cabeza… establecimiento de empleo inclusivo, por excelencia.

Se ha cerrado todo por seguridad. Traigo a colación una cita entrañable: “Mira, aquí hay pajarillos, me voy a parar a tomar un refresco. No, te invito al mejor restaurante de la plaza de Aínsa, en Huesca” (José Carlos Bermejo y León, compañeros en la planta covid de La Paz). Necesitamos respirar.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", sábado 5 de diciembre de 2020).

05/12/2020 00:44 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Educación pandémica

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Foto Pixabay

La nueva Ley Orgánica de Modificación de la LOE garantiza la “La calidad de la educación para todo el alumnado, sin que exista discriminación alguna por razón de nacimiento, sexo, origen racial o étnico, discapacidad, edad, enfermedad, religión…”. Equidad y términos obsoletos.

Madres, padres o tutores conservan el derecho “A [sus hijos] que reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”; aunque la religión no pase de “maría”. Fra Angélico, Miguel Ángel, Velázquez, Zurbarán… El Cantar de los Cantares, Fray Luis de León, nuestros místicos universales; poesía, teatro y novela de los Siglos de Oro; de Unamuno a Colinas, tantos autores del XIX, XX y XXI de mirar trascendente. ¿Cómo entender los valores cívicos y éticos, humanos y de la infancia, la igualdad entre hombres y mujeres, si obviamos el judeocristianismo que ha nutrido Europa?

El currículo escolar marcado por el Ministerio; pasa palabra o curso con varias pendientes; una única prueba en Selectividad. Y la enseñanza concertada: “Las Administraciones educativas regularán la admisión de alumnos y alumnas en centros públicos y privados”. Hermanos, cercanía, renta o problemas familiares… son las prioridades. ¿Qué se hizo de la libre elección de los papás?

¿La educación especial? “El Gobierno, en colaboración con las Administraciones educativas, desarrollará un plan para que, en el plazo de diez años, de acuerdo con el artículo 24.2.e) de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (…), los centros ordinarios cuenten con los recursos necesarios para poder atender en las mejores condiciones al alumnado con discapacidad”. ¡Manda narices que aquí sí se recuerde la Convención y no en cuanto a la asistencia personal! Siempre habrá estudiantes que, sin ser extremadamente especiales, necesiten un centro a su medida.

Lo que ya clama al cielo, o al averno, es la equiparación del castellano y otras lenguas cooficiales. “Al finalizar la educación básica, todos los alumnos y alumnas deberán alcanzar el dominio pleno y equivalente en la lengua castellana y, en su caso, en la lengua cooficial correspondiente”. ¿Se podría trabajar en Alemania con la lengua de Villaconejo de Arriba? De “idiotez sin límites” lo tacha Vargas Llosa.

Pandemia sanitaria, económica, psicológica, social, educativa. Enfermos estamos todos, a este paso.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 27 de noviembre de 2020).

27/11/2020 13:09 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Francisco Brines

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Foto El País

Andaba estudiando los poetas del Café Niké, de Miguel Labordeta y Manuel Pinillos, pasando por Julio Antonio Gómez, Rosendo Tello o Fernando Ferreró, a los casi impúberes asistentes a la tertulia, cuando tan gratamente me encontré con la Generación del 50 o segunda de posguerra. Nacidos entre 1925 y 1935 comenzarían a publicar en el 52. J. M. Caballero Bonald, C. Rodríguez, J. A. Goytisolo, A. González, E. Cabañero, C. Barral, J. Gil de Biedma, F. Grande, J. Hierro, J. A. Valente: “Cruzo un desierto y su secreta / desolación sin nombre” (A modo de esperanza).

Superado el compromiso de los poetas precedentes, Gabriel Celaya o Blas de Otero, y buenos discípulos de Vicente Aleixandre, optan por la poesía como conocimiento frente a la poesía como comunicación. Entre todos, un nombre señero, Francisco Brines: “Recuerda una ciudad, de altas paredes, / donde millones de hombres viven juntos, / desconocidos, solitarios; sabe / que una mirada allí es como un beso” (Las brasas).

Heredero a su vez de Cernuda, Cavafis, Juan Ramón o Machado… Qué actual este poema y, sin embargo, todavía de su ópera prima, cuyo inicio nos desmenuzaría Rosendo Tello y que luego cité en algunos de mis versos: “Está en penumbra el cuarto, lo ha invadido / la inclinación del sol”. Aunque nada como El otoño de las rosas, preconizando esta noche que habitamos: “Todas las noches de mi vida, envejeciendo, / son una infame rosa negra, / son una rosa negra y solitaria, / una encantada y desvalida rosa”,

Pérdida del paraíso de la infancia, a su vez tan aleixandriano, solo recuperado a través de la belleza: “Un niño, / debajo de las nubes radiantes, / contempla el mar” (Palabras a lo oscuro). Poeta del amor y la nostalgia, hacia una muerte serena: “Donde muere la muerte, / porque en la vida tiene tan solo su existencia” (Yo descanso en la luz). Coetáneo y maestro de autores como Antonio Gamoneda, María Victoria Atencia, Julia Uceda o Antonio Colinas.

¿Y por qué me recuerda otros versos adsorbidos hasta la saciedad? “La muerte, lo sabéis, es el más largo viaje / y lo hacemos tendidos en el suelo, quietamente tendidos, / mientras la luz se alarga dorando lo distante” (Manuel Pinillos, Sentado sobre el suelo). Comentaba el Premio Cervantes 2020 cómo la poesía ha de servir en un momento tan difícil de “refugio” y “sanación” del alma. ¡Qué verdad tus palabras, apreciado maestro!

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 13 de noviembre de 2020).

19/11/2020 19:31 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Irene

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Foto José Manuel Marco

Del griego Eyrene, significa “paz”, como en su traducción romana, que también heredamos. El infinito en un junco, de Irene Vallejo, Premio Nacional de Ensayo 2020, además de adentrarnos en el maravilloso misterio de los libros, nos ha hecho más llevadera la pandemia: desde los enfermos hospitalizados en Ifema, pasando por Mario Vargas Llosa o Rosa Montero, a sus múltiples seguidores anónimos. “Nos gusta imaginarlos peligrosos, asesinos, importantes, pero los libros son, sobre todo, frágiles”.

Estamos enigmáticamente enlazados: “En realidad, somos bastante extraños y (…) fueron los griegos quienes empezaron a ser tan extraños como nosotros”. Griegos y romanos explican muchas cosas que no entenderíamos, como el imperioso anhelo de sobrevivir a las cenizas: “Los autores deseaban ser recordados, vencer la muerte con la fuerza de sus relatos”. O el “Resistiré” del Dúo Dinámico: “Según el código del honor, había que aguantar la posición en el campo de batalla, sin retroceder ni huir”.

De Alejandría a los campos de concentración nazis, bibliotecas y mágicos elixires de palabras salvaron innumerables veces de la quema, la epidemia, la muerte. Como Sherezade, Marco Antonio seduciendo a Cleopatra, Herodoto o los protagonistas del Decamerón. Autora de El pasado que te espera, La luz sepultada, El inventor de viajes, La leyenda de las mareas mansas, Alguien habló de nosotros o El futuro recordado, Irene Vallejo es también maestra de la palabra en los medios de comunicación.

“Fantaseamos con remedios eficacísimos, veloces, que curen todos nuestros males. Los griegos llamaban a este medicamento infalible ‘panacea’, nombre de la diosa de la sanación universal” (Heraldo de Aragón). “Resuena en nuestros oídos, una y otra vez, la letanía de cifras (…) La Iliada se detiene con emoción y temblor ante cada muerte” (El País).

Su discurso se acerca al de Virgilio en El silbido del arquero. Irene: “He intentado, en una ambiente donde ha habido tanta alarma, tanto dolor y polarización, utilizar las palabras de la manera más sanadores posible”. Su mentor latino: “Compondré para Augusto el poema que tanto desea, daré vida con mis versos a sus antepasados, pero les insuflaré mis esperanzas y no su sed de poder”.

Me siento orgullosa de ser su amiga. También de mi sobrina Irene, de tres añitos. Que la luz la acompañe toda su larga vida.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 13 de noviembre de 200).

Jorge Gay

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Foto 6 litografías para el proyecto publicitario Agua de Lunares, Paraninfo.

Me cautivó hace años en la Lonja. Pero “Los fugaces párpados” que pude contemplar en el Paraninfo me llagaron sabrosamente el alma, en un éxtasis artístico místico creador. Entramos en la sala Goya, “sala de máquinas”, a la derecha. Murales, carteles publicitarios de teatro, danza o películas. Cuadros con cabezas de colores que parecen lunas, círculos, peces o aves. Una pantera negra esmaltada en matices para el café homónimo. Y el poema relato con seis litografías para Agua de Lunares, un prefacio precioso: “Luna me beberé tu agua / Agua me viviré tu luz”.

El artista no olvida a sus amigos: Paco Ortega, Rafa Campos, Miguel Ángel Berna, Javier Delgado y su Zaragoza marina. Flores que semejan pájaros, manos como árboles, peces que terminan conformando la figura humana. El centro de todos los paisajes creados para el alma, que observa y se entusiasma en cada rincón de las figuras. Y la gran mesa de dibujo; y el recuerdo del padre, perfilando la silueta de la torre con unos cuervos; y la presencia del abuelo, en la primera exposición a su regreso de París.

Un poema detiene el paso del viajero y le habla al corazón: “Abrígate, amor mío, / hoy hace frío. / No trae pétalos la aurora / ni la mañana música, / pero vente conmigo / a ver la luz quebrada / y el lado oscuro e íntimo de la lluvia”.

Y pasamos a la sala Saura, a la izquierda. Dibujo y pintura más propiamente dicha, salidos de las largas horas de soledad gustosa en el taller. Las series “Los oficios”, “Pescadores” y todas esas expresiones, a pulso de emoción y carboncillo, de la más genuina humanidad. En la pared del fondo, los óleos de las cuatro estaciones; contrapuesto, un mural símbolo de la bondad y de la luz, con solo alguna pincelada del lado oscuro de la vida. Y el reconocimiento a los maestros: Fermín Aguayo, Luis Berdejo, Marín Bagüés, Martínez Díaz, y la gran pintura española del XIX.

Catálogo poemario dividido en tres tiempos medidos por un mismo diapasón: la pintura el homenaje a los pintores, el creador. “La pintura es para mí es crecer, darle forma al misterio del universo, y divertirme, y vivir intensamente. (…) Y eso viene unido desde las cuevas de Altamira, desde las iglesias románicas, desde los palacios, y yo pongo mi pequeño recuerdo”. Todavía nos quedan los museos, los libros y los clásicos. “En los clásicos encontramos ideas para reconstruir el futuro” (Irene Vallejo, Premio Nacional de Ensayo). Son la savia del alma, la sangre nuestra para no morir.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 6 de noviembre de 2020).

06/11/2020 15:08 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Ars moriendi

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Foto Getty / El Pais

¡Como si no hubiésemos tenido suficiente muerte! Este Halloween, Día de Todos los Santos y Día de Difuntos, también van a ser diferentes; como lo han sido el no despedir a nuestros seres queridos y el duelo in absentia o virtual. Porque, aparte, hemos muerto de muchas formas en estos meses: de  falta de ilusión, económicamente, de trauma post confinamiento o depresión.

Y en medio de semejante barahúnda un gobierno de coalición progresista se atreve a plantear la anticipación de la eutanasia a toda costa. “Intervención deliberada para poner fin a la vida de un paciente sin perspectiva de cura” (Diccionario de la lengua española).

Por falta de definiciones no será. “Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas” (Catecismo de la Iglesia Católica). “A la vez que hemos conquistado mayor conciencia de responsabilidad en el inicio de la vida, hemos de conquistar mayor conciencia de responsabilidad en el final de la vida” (Hans Kúng, teólogo). “El objetivo de la medicina es reducir la violencia de las enfermedades y evitar el sufrimiento a los enfermos, absteniéndose de tocar a aquellos en quienes el mal es más fuerte y están situados más allá de los recursos” (Hipócrates).

A estas alturas de la historia, nadie nos rasgamos las vestiduras. El propio Comité de Bioética de España observa en la práctica de la eutanasia “la  provocación intencionada  de  la  muerte  de  una  persona  que  padece  una  enfermedad  avanzada  o terminal, a petición expresa de ésta, y en un contexto médico”; con cierta impunidad en los últimos años. Apoya medios como la sedación en pacientes terminales.

Lo que de ningún modo acepta es un café exprés con cianuro para todos. Acelerar procesos y rebajar requisitos para el derecho a morir. No serán necesarios 15 días entre la primera y la segunda solicitud por parte del enfermo, y si queda inconsciente podrá firmar su última voluntad otra persona. Enfermo o discapacitado incurable, se le servirá la “prestación” a domicilio.

Falta de asistencia, malos tratos, una depresión hasta las cejas… se obvian los cuidados paliativos. “No muere dignamente sólo el que decide cuándo” (José Carlos Bermejo). Pensar es menos rentable, como poner medidores de CO2 o filtros en lugar de cerrar bares.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 30 de octubre de 2020).

31/10/2020 01:45 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Sietemesinos

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Foto Auditorio de Zaragoza

Siete meses y siete días sin ir al Auditorio, del 8 de marzo al 15 de octubre con la Antológíca Zarzuela. El tiempo suficiente para haber dado a luz a una criaturita prematura y frágil, como esta sociedad que nos está dejando la pandemia. Beatriz Gimeno, Montserrat Martí Caballé, Nacho del Río y Luis Santana, harían nuestras delicias, junto a las actuaciones estelares de Miguel Ángel Berna o Raíces de Aragón. Cuadros como el de Nacho y Miguel Ángel, o nuestras jotas de siempre, nos conmovieron.

Mascarillas, distancia y emoción aparentemente contenida, volvimos a tentar a la diosa Fortuna del Buen Humor el pasado domingo 18, con B Vocal. “25 años a capela Contigo” recopila estilos y temas de este último cuarto de siglo, de los Pecos a Massiel o Serrat, a autores más universales, como Queen. Con guiños a la obligada solidaridad: “No tengo miedo ninguno, / ninguno que sea humano, / solo pido que tú vuelvas, / y puedas sentir mi mano”. La llamada a la concordia del rey Felipe. Supervivientes somos todos.

Y es que todo es lo mismo y diferente. “Un año después, todo ha cambiado mucho”, diría la princesa Leonor. Y aun así, la belleza se impuso a la distancia en la entrega de los Premios Princesa de Asturias. El galardón a la Concordia a los miles de sanitarios que han cuidado y cuidan de nosotros; el recuerdo emocionado de Ennio Morricone a través de las notas de su hijo Andrea; la Feria Internacional del Libro de Guadalajara o el Hay Festival of Literature & Arts; Carlos Sainz y sus coches; el juego interactivo de la escritora Anne Carson; los datos matemáticos para la computación o GAVI, alianza internacional para las vacunas.

Cultura y solidaridad se dan la mano, porque necesitamos respirar, física, económica y espiritualmente. Buena iniciativa la del Ayuntamiento de Zaragoza de invertir el millón de las no fiestas en centros cívicos, música, humor, teatro y diversos eventos. ¿Lo permitirán las nuevas restricciones?

En nada deslucieron las ausencias a la entrega del Premio de las Letras Aragonesas a Ana Alcolea, profesora, especialista en literatura infantil y juvenil, analista como nadie de la psique adulta a través de sus personajes. La palabra nos une y nos salva.

“Luna me beberé tu agua. / Agua me viviré tu luz”. Versos de Jorge Gay que hacen crecer a nuestra bella criatura interior.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Foco", lunes 26 de octubre de 2020).

26/10/2020 15:33 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Rafa Nadal

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Foto Agencias

Campeón de 20 torneos de Grand Slam, acaba de conseguir el décimo tercer Torneo de Roland Garros –el primero en 2005–; el Campeonato de Wimbledon en dos ocasiones, el Abierto de Australia y el Abierto de Estados Unidos cuatro veces. Ha logrado con España la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín en modalidad individual y la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 en modalidad de dobles junto a Marc López.

Sus ágiles y seguros movimientos volvieron a provocarnos un placer inexpresable el pasado día 11 en la pista parisina. Su decimotercer Roland Garros le ha valido el vigésimo título del Grand Slam, con el que empata con el suizo Roger Federer en este año tan difícil. “Bueno, estoy contento, claro, pero a la vez triste por toda la gente que está sufriendo”, declaraba a televisión.

Su mismo contrincante, serbio Novak Djokovic, lo reconoce: “Eres el rey de la tierra y lo he sufrido en mis carnes”. Ni las condiciones atmosféricas ni la pandemia parecen derrotarlo. Y sin embargo, es un hombre que sufre, se enamora y al que le gusta celebrar con amigos. “Somos latinos, propensos a reunirnos y a los abrazos, y en estos largos meses no ha podido ser. Se echa de menos”.

Lo llaman “soberano de los cielo”, pero está con los pies en la tierra, batida o no. “Bueno, me hacen halagos, pero cuando estás en esto sabes que hoy pueden alzarte y mañana hundirte por los suelos. Lo importante es seguir tu camino”. Trabajo, inteligencia, constancia, y un apostar por un más difícil todavía. ¿Las claves de su éxito?

Y también medir las distancias, sobrellevar lesiones y obstáculos externos, calcular. “¿El Australia? Este año es más complicado. Si hay que guardar cuarentena para ser un ciudadano y un deportista más, hay que pensárselo”.

Jugador internacional del Equipo de Copa Davis de España desde 2004, habiéndose alzado con el triunfo en cinco ocasiones. En otras cinco terminó el año siendo el tenista número 1 del mundo en el ranking ATP. Se encuentra en el segundo lugar histórico en títulos de Masters 1000 en modalidad individual… Nada comparable a su labor y la de su esposa en la Fundación: atender a jóvenes discapacitados, integrar a menores vulnerables, promocionar el talento deportivo.

En las culturas clásicas, los dioses son superiores a los hombres. En la nuestra, se encarna, se humaniza.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 16 de octubre de 2020).

16/10/2020 13:54 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Los no pilares

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Foto Cartel Ayuntamiento Pilar 2020

“El Ebro guarda silencio / al pasar por el Pilar”. 62 años hace que la Pilarica ha venido recibiendo su ofrenda presencial de flores, desde su camarín al muro lateral de la basílica o la plataforma exenta en mitad de la plaza, de Bigas Luna, en el 98. Generaciones desfilando ante una imagen que los aragoneses, y cada vez más latinos e hispanos, llevamos tan adentro.

La ofrenda de frutos es del 64, en unas fiestas cuya primera manifestación parece de 1723, con procesión, mojigangas, pasacalles y toros. Hasta principios del siglo XIX –1807– no se consolidarían, tomando mayor auge, curiosamente, en la I República.

Hasta la Guerra Civil crecieron y se diversificaron los festejos: espectáculos taurinos, demostraciones deportivas y desfiles alegóricos, como el del Canal Imperial en el 34. Solo el enfrentamiento entre las dos Españas canceló las fiestas un par de otoños. Recuerdo todavía el tacto cálido del libro del Ayuntamiento, que traía el tío como trabajador de unos viveros municipales, buscando entre sus páginas a la Reina de Fiestas o los actos de ese año. O el paso de gigantes y cabezudos bajo el balcón azul de la calle Delicias, abriéndose paso entre coches en ambas direcciones y el autobús.

Con la democracia, en el 79, comenzó a cambiar el rostro de nuestros festejos patronales: teatros, conciertos de todo tipo, animaciones infantiles, espectáculos de adultos, luz y sonido en el Parque Grande, Interpeñas, música para jóvenes…

Solo el año del atentado yihadista en Barcelona se blindó la plaza con bolardos y grandes maceteros, que ahí están. Hasta este dichoso 2020 no se había vuelto a clausurar la ilusión de todo un pueblo, y sus hermanos visitantes, desde el 36. ¿Puede más un microorganismo que las bombas o la sangre derramadda?

Claro, está el Principal, el Auditorio, las Esquinas, Salesianos, el teatro Arbolé, centros cívicos y teatros de barrio… y por encima de todo una ofrenda virtual. Pero falta el sabor del ternasco de Aragón y las croquetas, pasear a nuestras anchas por el centro o degustar el más genuino folklore junto a la Virgen.

“Pa’ el Pilar ya no sale lo mejor, como canta la jota emblemática de la cinta de Florián Rey –“Nobleza baturra”. Aunque sabemos que María del Pilar no está dormida, por mucho que reduzcan el aforo de su casa y la nuestra. La llevamos puesta.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 9 de octubre de 2020).

09/10/2020 13:09 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

La buena suerte

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Foto Portada La buena suerte

“Un granjero vivía en una pequeña y pobre aldea. Sus vecinos le consideraban afortunado porque tenía un caballo con el que podía arar su campo. Un día el caballo se escapó a las montañas. Al enterarse los vecinos acudieron a consolar al granjero por su pérdida. “Qué mala suerte”, le decían. El granjero les respondía: “mala suerte, buena suerte, quién sabe”” (Anthony de Mello).

Comienza la novela observando en el AVE a un curioso viajero. Pero lo observamos desde un segundo o tercer piso de una vieja vivienda junto a la estación. ¿Despistado? ¿Indigente? No levanta la vista del portátil. ¿Un rico aburrido de la vida? ¿Qué busca o desea olvidar en un pueblito perdido en el universo?

Rosa Montero acaba de sacar su última novela, La buena suerte, que tanto recuerda en diversos aspectos a La carne, Lágrimas en la lluvia, La ridícula idea de no volver a verte y otras. Raluca insiste en su buena suerte, pese a su nimio defecto físico, su locura o el haber sido abandonada. Y es Pablo, Raluca, son supervivientes, como todos nosotros.

Es fácil identificarse con la trama, y más en estos tiempos que corren. “Una mano de maldad recubre el mundo”. No se trata de ser inteligentes o idiotas, ricos o pobres, sino buenas o malas personas. “Y tú, ¿de cuáles eres?”, pregunta Felipe, un anciano vecino de la pareja.

Una intriga terrible detrás de cada línea, y a la vez increíblemente real. Desde los neonazis y el maltrato a inmigrantes, menores y mujeres, a la ternura. Violaciones y quema de personas sacadas del periódico se entremezclan con la cotidianeidad agridulce de un rincón de la España vaciada. “Aunque también miedo a sentir. A dejar de ser una rama, un corcho, una piedra. A fallar otra vez. Y sufrir”.

Fue escrita antes, y, sin embargo, hay continuas alusiones a la desinfección higiénica, a aprovechar el instante, a la incertidumbre. “Quien quiera estar contento que lo esté, / del mañana no hay certeza” (Lorenzo de Medici).

La buena suerte consiste en buscarla, y saberla descubrir. “La quiere, ha dicho, y esa felicidad tan absoluta es capaz no solo de borrar cualquier temor, sino también el dolor del mundo para ella”.

“A fin de cuentas la humanidad no es más que un sándwich entre el cielo y la tierra” (Mafalda). “Dios creó al hombre porque tenía necesidad de escuchar historias” (Rosa Montero). El subconsciente colectivo.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 2 de octubre de 2020).

02/10/2020 13:28 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Otoño

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Foto Jesús Alba Enatarriaga

“Me siento bien dentro de mi corteza, / con algunas hojas amarillas / y el corazón en sepia, por ese polvo de oro / que nos dejan la vida y sus crisoles”. Salía hace tres otoños en Ahora que calienta el corazón, antología de la Feria Internacional de Poesía de Madrid, a raíz del Premio Juan Alcaide por Pájaros de silencio (Editorial Verbum).

Hoy seguramente no escribiría lo mismo. ¿Quién nos secuestró la primavera? Más aulas en cuarentena y colegios cerrados, la atención primaria al borde de la saturación, ¿confirman los expertos una segunda ola del tsumami? A más de eso, tras unas semi vacaciones en las que algunos nos aventuramos por el contorno o a lugares más o menos seguros, el ocre de este otoño se ha transformado en negro, por eso de la moda en mascarillas esta temporada.

Dicen que son más recias y anti-covid, imitación portuguesa, en las que el virus revota y va al aire. El caso es que la edad de los contagios ha bajado, y ya no solo hay niños y jóvenes asintomáticos, como decían antes. ¿O edulcoraban la píldora?

Las articulaciones se resisten, tras el confinamiento y lo que vino después; la mirada, sin máscara, deja entrever un vaho de tristeza; y el alma nos duele como nunca. ¿Hemos envejecido prematuramente? “Presiento la estación de los despojos, / de los ocres penúltimos, antes de que la lluvia nos transfigure en tierra y humus cálido”.

Se vuelve a la cultura con un hambre insólita, al cine y al teatro; se reabren algunos restaurantes. Rosa Montero, Ignacio Martínez de Pisón, Ángel Guinda, Manuel Vilas, Miguel Mena, Margarita Barbachano, Sergi Allepuz, Pilar Aguarón, Ana Alcolea… la Bella Durmiente de la Literatura parece despertar. Y una lluvia de oro cae sobre la frente de Luisa Gavasa en forma de merecido galardón.

El martes presentábamos De la noche al Ángelus; y el jueves día 1 será En luna llena, Premio Acordes de Poesía, en la Fnac. Agradecimiento, emotividad, una bocanada de aire fresco. Ahora la alegría es más caduca que nunca: un día moriremos, como el último ocre de la hoja.

“Pero antes / de reposar eterna en otro círculo, / han de seguir creciendo mis raíces / hacia un cielo más hondo, más auténtico”. Parafraseando a Carbonell: el poeta no es un hombre que hace poemas bellos, sino quien se compromete el hombre, desde su noche oscura a un último destino en esperanza.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 25 de septiembre de 2020).

25/09/2020 12:56 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Adiós a los que se quedan

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Foto Antón Castro / Julio Sánchez Millán.

“¿Qué me dice si le digo que la poesía es una actividad inútil, dado el comportamiento de la sociedad?”. 29 de enero de 1995, al día siguiente presentaba Flor de agua en la Biblioteca de Aragón, Joaquín Carbonell vino a hacerme una entrevista a casa. Su ironía y cercanía se dejaban sentir.

Más de veinte años desde aquel recital histórico en el Teatro Principal, junto a José Antonio Labordeta, La Bullonera, Renaxer… Sería en los 80 cuando con mis amigos despertaría al mundo, a las reivindicaciones, a la canción popular aragonesa. Atrás quedaba el colegio San Pablo de Teruel, con Federico Jiménez Losantos, Manuel Pizarro, Carmen Magallón o Pilar Navarrete, y Labordeta, Eloy Fernández Clemente y José Sanchís Sinisterra como profesores. Y mucho más atrás, la España vaciada de su Alloza natal. “Esta es la historia, señores, / de las minas de carbón. / El carbón es todo negro. / Y rojo mi corazón”.

Camarero en Sitges en los veranos, molinero de aceite en los duros inviernos turolenses… “Ordeña la oliva desde la escalera, / con los dedos rotos de la ventolera, / con los dedos rotos de la llegadera”. Cantautor, periodista, botones de hotel, vendedor de cursos de idiomas, empaquetador de best sellers, ¿poeta?, ¿novelista?, entrevistador, mozo de bolera…

“Me gustaría darte el mar, / todo ese mar que no conoces, / todo ese mar que no has bebido, / y hace más seco tu camino / de piedras sordas y de espinos”. No le costaría saltar a la canción, desde su armónica de los nueve años a la gloriosa etapa de instituto, la Zaragoza de final de los 60, los festivales de cine de La Seo, la radio. Más de 200 canciones.

Sus maestros, su padre, los tebeos y Brassens. Entre sus 15 libros, El Pastor de Andorra, Pongamos que hablo de Joaquín o Querido Labordeta. “Yo nací en un parto sin doctor / una noche de vendaval. / Cuando abrí los ojos me iluminó / un asombro mineral”. Medalla al Mérito Cultural 2019. Medalla de oro en reconocimiento a una trayectoria profesional 2020.

El sábado comenzábamos la temporada del Teatro Principal con Miguel Ángel Berna. Al final, la voz en off del amigo ido, recordando a otro amigo: “Esta es la albada del viento, / la albada del que se fue. / Que quiso volver un día, / pero eso no pudo ser”. Me emocione. “Todos los poetas están tocados del coco, señorita”. Nos reímos.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 18 de septiembre de 2020).

18/09/2020 13:40 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

¿Evolución?

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Foto José Manuel Zabakza

¿Cómo se extinguieron los dinosaurios? Según Charles R. Darwin –junto a Rusell Wallace–, todas las especies de seres vivos han evolucionado, a partir de un antepasado común, mediante selección natural. Depredación enfermedades… sobrevivieron los más fuertes. Su desaparición a principios del Terciario (Cretácico-Paleógeno) pudo deberse a los volcanes, el cambio climático o un meteorito.

Sesenta y tres millones de años después, apareció el género Homo sobre la tierra. Evolucionó y se diversificó: Australopithecus, Homo habilis, Homo ergaster; y a partir de ahí más divisiones: erectus y antecessor, paralelos, y sus descendientes el heidelbergensis y el hombre de Neandertal. Creación y manejo de útiles, posible expresión artística, estructura social, cuidado de los enfermos. ¿Qué le hizo desaparecer?

Rama colateral, nuestro verdadero padre, el Homo sapiens, hijo a su vez del antecessor a través de una especie intermedia, el Homo rhodesiensis. Siempre el eslabón perdido: “En latín humänus estaba emparentado con hömo, aunque no derivado directamente, y la forma en que ambos proceden de un antepasado de hümus ‘tierra’ es una de las cuestiones oscuras de la lingüística indoeuropea” (Joan Corominas y José A. Pascual, Diccionario crítico etimológico castellano e hispano).

Los sapiens paleolíticos pintarían bisontes, ciervos, caballos, cazadores… en las cuevas cantábricas, y en la de Altamira; modelando la roca, fabricando utensilios y estatuillas artísticas para los enterramientos. Supervivientes a las glaciaciones, la violencia y las enfermedades infecciosas, llegaron a más ancianos, experimentados y sabios.

¿Expresión ritual? ¿Comunitaria? ¿Religiosa? Altamira la descubren el pastor Modesto Cubillas y el estudioso Marcelino Sanz de Sautuola en 1868. Nueve años después de El origen de las especies, de Darwin; a los doce años del natalicio de Marcelino, Menéndez Pelayo, padre antecesor de historiadores y filólogos.

Hemos superado varias pandemias. “Durante la Edad de Hierro se participaba del ritual de la incineración (…) Sin embargo, cuando se trataba de enterramientos infantiles, (…) de pocos meses de vida, la costumbre era enterrarlos mediante el rito de la inhumación, dentro de las casas, próximos al hogar” (exposición permanente en la catedral de Pamplona). ¿Selección natural o involución?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 11 de septiembre de 2020).

11/09/2020 00:10 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Volver a empezar

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Foto Toni Galán / Heraldo

Los tengo de todas las edades: Infantil, Primaria, Bachillerato, Universidad. “Tengo que aprender a conformarme / con lo que la vida me da”. Parece que Pablo Alborán acertó de lleno con su canción, homónima a este artículo, en lo que nos esperaba desde el pasado marzo, también en el curso académico.

La menor de mis cuatro sobrinos comienza este próximo lunes. Le enseñarán a lavarse bien las manos, a compartir juguetes y pinturas solo con niños y niñas de su grupo, a cantar y bailar sin temer a los ogros, con la seño y sus gafas tan grandes y tan chulis. Luego a casa, a comer y a lavarse los dientes, y a la siesta. Su hermano irá al cole el martes, ya a Primaria y sabiendo leer, con mascarilla. Un único recreo y sin jugar al balón, ni con compis de otros grupos burbuja. ¿Podrá asistir a su querida música y al inglés?

Y la tía, que creció alejada de las aulas, se pregunta si en esas cabecitas tan despiertas quedará de por vida la niebla de un par de cursos tan atípicos. ¿Dejarán lastre?

Mi segundo sobrino, para los 17, anda enfrascado en segundo de Bachillerato de Ciencias y Tecnología y se prepara a la EVAU. Mascarilla, distancia, responsabilidad. No sabemos si irá de mañana o de tarde, ni qué días en semana. Aquel pequeño que nos asombraba con sus prontos: “Mami, cuando sea mayor inventaré una vacuna para que no muramos”.

El mayor de los hijos de mis hermanos cursa segundo de Ingeniería Mecánica. Mascarilla, distancia, “streaming” desde casa. Sueña con un futuro más fácil y accesible para todos, relaciones, un empleo, con sacarse el carnet de conducir.

Y la tía, recelosa y un poco autodidacta en su niñez, se cuestiona: ¿Se harán realidad todos los sueños de mis peques, mis jóvenes? Porque teme que enfermen, que cierren los colegios, que se trunque su curso natural de aprendizaje o el río se desborde.

“Cuando creemos que lo sabemos todo, cuando creemos que el tren ya ha pasado… A veces, el tren de la vida te devuelve al punto de origen con todo su bagaje, con las maletas a cuestas…”. Antonio Miguel Albajara y Elena –Antonio Ferrandis y Encarna Paso– vuelven al amor de juventud en “Volver a empezar”, de José Luis Garci. Ojalá que la vida y la pasión por aprender nunca sean en nuestros hijos asignatura pendiente, la otra obra maestra del director, cuando maduren.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 4 de septiembre de 2020).

04/09/2020 19:59 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

¿Viajar seguo?

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Foto https://alfondoalaizquierda.com

Hay lugares que crecen con nosotros. Había terminado COU cuando fuimos a Suances (Cantabria), a una casa para funcionarios de Correos y sus familias. Iríamos en autocar y volvíamos en tren desde Bilbao. Junto a las actividades en grupo que se hacían, en mi imaginativo adolescente quedó la escarpada playa de Los Locos; o las visitas a Comillas y Santander: palacio de La Magdalena, jardines de Pereda, catedral.

A Santander regresamos más de una vez. Y a Santillana del Mar –el pueblo de las tres mentiras–, Comillas, Castro Urdiales, San Vicente de la Barquera… en familia, con Fundación DFA o en pareja. Allí escribí mi primer poema a un nuevo y definitivo amor. Nos quedábamos en la comunidad, o bien continuábamos hacia Galicia. El aire y los abrazos estaban limpios.

Recuerdo las sillas rebotando en las calzadas de piedra de Santillana. Castro Urdiales y San Vicente, pueblos eminentemente marineros; de señoritos adinerados el primero, con su castillo al fondo y su brazo de mar, más sencillo el segundo. La sede de la Universidad Pontificia, trasladada a Madrid, y el monumental e imaginativo Capricho de Gaudí en Comillas. También su zoo y, más al sur, el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, hermoso e infinito. O Noja en la costa este.

Mis sobrinos tenían ya la edad de mis hermanos en nuestro periplo inicial. Y es que vamos creciendo, aunque parezca que nunca vamos a alcanzar algunos sueños íntimos: un curso en La Magdalena o los Picos de Europa, los Lagos de Covadonga, Santo Toribio de Liébana… (en Asturias).

Suances pueblo, el barrio de La Cuba, sus típicas casitas marineras, la Casa de los Polanco en la plaza y la iglesia de Nuestra Señora de las Lindes. La semana pasada viajábamos dos parejas a Suances playa: playas de la Ribera y la Riberiuca, junto a la Ría San Martín, el paseo marítimo y el puerto; y la otra de los Locos, en la Punta del Dichoso, con el Faro y el bellísimo mirador del Torco.

Desde ahí, visitamos algún rincón de los arriba recorridos, y los Picos de Europa. Pero no he podido retornar, el paisaje crece con nosotros. ¿Un viaje seguro? Mascarillas en todo momento, hotel fuera del pueblo, en coche a lugares tranquilos. Quizá crecer implique aceptar la incertidumbre, echarse al mar sin flotador. Al fin al cabo, somos vulnerables, como la naturaleza, de la que tanto dependemos.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 28 de agosto de 2020).

28/08/2020 23:21 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Dis-fruta

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Foto de Biel

Es una marca creativa que une el valor nutritivo de la fruta y su belleza –arreglos frutales, complementos…--. Quizá consista en eso, en ser imaginativos y creadores, en darle la vuelta a la tortilla y sorprendernos a nosotros mismos.

Los cines Palafox y Aragonia abrieron ya sus salas, sin palomitas y con las obligadas medidas sanitarias. Para ligar, se ha cambiado la discoteca por la piscina, el besuqueo por el juego de miradas, la cita por la app, las prisas por el conocerse a fuego lento. ¿Y para qué ir a Londres, si en Biel se da historia y leyenda, la cuna de Alfonso el Batallador y una de las torres más bellas de España?

Sin salir de Zaragoza, contemplamos sus puertas transformadas en murales: de Toledo, el Duque de la Victoria –hoy en restauración–, Valencia, Sol, Sancho y la Torre Nueva. Y Alfamén y su museo permanente. O Fuendetodos, con la casa de Goya, el Museo del Grabado y su entorno, con rutas tan variadas; o la curiosa iniciativa de llevar al pintor por hospitales.

Huesca, de Los Monegros al Pirineo: deporte y aventura, diversión y arte. Y el valle de Benasque, con sus tres miles y sus praderas paradisiacas. Senderismo, ibones, tirolinas… en la Selva de Oza. Y aunque sin San Lorenzo, la semana pasada contemplábamos sus Lágrimas o Perseidas más hermosas que nunca.

Y Teruel, Javalambre, sus olivos centenarios y sus minas. O el Torico, hoy también representado en un mural compuesto por 1800 fotografías. Pero nada como Albarracín, paisaje, gastronomía, patrimonio artístico y cultural, desde la catedral a la casa azul, presente imperecedero de un noble a su amada.

Muchas páginas web describen los lugares más seguros a nivel nacional. De Asturias y Cantabria, pasando por Madrid, a las playas del sur. Desde el Camino de Santiago, lugar físico o itinerario de música antigua, a la Mesa de los Tres Reyes, el pico más elevado de Navarra. Aunque sean nuestros pueblos pequeños, esos rincones de la España vaciada los que mayores tesoros nos reserven.

Disfrutar, a ser posible en familia, o con amigos de siempre; descubrir la esencia, lo importante. “Lo que la pandemia me ha enseñado es a soltar cosas, a darme cuenta de lo poco que necesito. No necesito comprar, no necesito más ropa, no necesito ir a ninguna parte, ni viajar. Me parece que tengo demasiado” (Isabel Aliende). La llave que reinventa el futuro.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 21 de agosto de 2020).

28/08/2020 23:09 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Superar los miedos

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Salvador Dalí se inspiraría en el Cristo de San Juan de la Cruz (dibujado en un pequeño papel tras una visión del místico), y así se titula el cuadro. Foto www.todocuadros.es

De pequeña, tenía miedo a dormirme sin luz, como tantos niños; a que los mayores hablasen de la muerte; a que mis papás no fueran a buscarme al colegio –jamás me separé de ellos y lo segundo nunca sucedió–. Luego, empiezas a soñar con el amor y temes no encontrarlo; no lograr un empleo dadas tus circunstancias especiales. Según vamos creciendo, nos preocupamos por nuestros mayores, tenerlos con nosotros el mayor tiempo posible, con calidad de vida. Son temores abstractos, nacidos de anticipar una realidad que quizá no llegue a existir.

En estos meses, parecen haberse solidificado todos nuestros pánicos infantiles. ¿La noche oscura de San Juan? Los mayores no solo se morían, sino que desaparecían sin sentirlo, sin poder despedirnos ni ver tan siquiera sus cenizas. El peor cuento de terror se volvió realidad en apenas unos días. En la calle habitaba un enemigo invisible, y a enfermedad y muerte se uniría una miseria extrema.

Los niños comenzaron a tener pesadillas, ahora reales. No iban al colegio. La costumbre del beso se confinó y los adolescentes y los jóvenes tuvieron que reinventar sus relaciones digitalmente. Millones se quedaron sin empleo y miles de parejas sin amor. Jamás lo hubiésemos imaginado.

Seguimos todavía en ese tiempo. ¿Hasta cuándo? Dicen que el miedo es libre, pero cuando los positivos siguen multiplicándose, se rebaja la edad, vuelve a afectar a las residencias… ¿Y si es un familiar? ¿Y si salta el bichito tomando un helado o un café? ¿Y si cualquiera somos igualmente susceptibles de contagio? Sea como fuere, este verano es harto atípico y las vacaciones se eligen con lupa, quien se atreve a salir, en espera de un curso no menos incierto.

Temor a que la vacuna ni sea a corto plazo la panacea universal? ¿Y para todos? ¿Y si tuviese efectos secundarios? Tendremos que convivir con la vulnerabilidad y la incertidumbre, y confiar.

Este agosto, mañana, tampoco va a celebrarse la fiesta de la Virgen en tantos pueblos. Hasta la religiosidad y las celebraciones hemos tenido que reinventarlas. Aunque la esencia queda, y la humanidad, el ser humano, hemos sobrevivido a muchas.

¿En quién podemos confiar? “Quizá la mayor confianza para fray Juan de la Cruz sea la de ser esperado, ser amado” (José Carlos Bermejo, La esperanza en tiempos de coronavirus). Puede ser una clave.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 14 de agosto de 2020).

¿Exilio?

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Foto EFE / Casa del Rey

“Separación de una persona de la tierra en que vive” (Diccionario de la lengua española). La segunda acepción es más cercana a nuestra tradición histórica: “Expatriación, generalmente por motivos políticos”. Hay matices.

Destino fatalmente compartido por los monarcas españoles en los dos últimos siglos. Desde Carlos IV, contra quien se confabularon populacho y nobleza –el motín de Aranjuez–, las ansias de poder de los Bonaparte y la prisa por reinar de su propio hijo, Fernando VII.

Si hubiéramos de poner un rostro creativo a tanto sinsabor, sería el de Francisco de Goya. De La familia de Carlos IV, a El dos de mayo en Madrid o los fusilamientos de El tres de mayo, olas Pinturas negras. ¿Y una voz? Benito Pérez Galdós en Episodios nacionales.

Fernando VII, preso durante la Guerra de la Independencia, cargó contra los enemigos del Absolutismo, y, ya enfermo, abdicó a favor de su cuarta esposa, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, madre de la futura Isabel II. Las luces y sombras del reinado, la Gloriosa, el exilio y, sobre todo, los enfrentamientos con su tío Carlos, aparecen en dos escritores antitéticos: Ramón María del Valle-Inclán, en la serie “La Guerra Carlista”, y Pío Baroja, en novelas como Zalacaín el aventurero.

No volvería a España. Fue testigo a distancia de la monarquía parlamentaría de un extraño, Amadeo de Saboya, la I República, el regreso y breve reinado de su hijo, Alfonso XII –once años, enfermo de tuberculosis–, la regencia de su segunda esposa, María Cristina de Habsburgo-Lorena, todavía en estado de buena esperanza de Alfonso XIII.

Rey con 17 años, viajero infatigable –asistió al homenaje a Ramón y Cajal–, no consciente de que venía la II República, abdicó en el exilio en su hijo don Juan. Cronista fidedigno, don Miguel de Unamuno.

Una guerra civil, una larga dictadura… “Majestad, por España. Todo por España. ¡Viva España! ¡Viva el rey!”. Aquellas palabras de don Juan, abdicando en su hijo don Juan Carlos I, nos emocionaron. Una constitución, la consolidación del progreso universal… “… te comunico mi meditada decisión de trasladarme, en estos momentos, fuera de España”. Tres autoras encarnan este tiempo: Rosa Montero, Anne Carson, Premio Princesa de Asturias, e Irene Vallejo, estudiosas de la esencia humana a través de los clásicos y el subconsciente colectivo.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 8 de agosto de 2020).

07/08/2020 13:12 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Las Delicias

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Foto www.heraldo.es

En los años 60 del pasado siglo, mis padres, como tantos otros, emigraron del pueblo a la ciudad. Venían de una guerra y una triste posguerra, y la oligarquía franquista no ayudaba mucho. Los míos aún tuvieron suerte y, con los cuatro ahorros de los abuelos, a fuerza de una vida de entregarse a la tierra, como el grano de trigo, se compraron un piso. Dos sillas, una mesa donde poder comer y un sencillo colchón, era todo su ajuar.

Los muebles fueron llegando despacito, y cuando yo nací, allí en una cuarta planta de la calle Delicias, no faltaron la cuna, los primeros juguetes y una sillita, imitación de anea azul y blanca, donde aprendí a leer. La gimnasia, a la que debíamos acudir todos los días debido a las secuelas de la parálisis cerebral de nacimiento –un error médico–, corría toda a cargo del sueldo de funcionario de mi padre, no tenía seguro.

Hacía mucho frío en los inviernos, con solo una estufa para toda la casa de esas de piña eléctrica. Y yo cogía angina tras angina, y muchas inyecciones, que aún me duelen; un “virus” permanente que el sarampión terminó de completar. Leía y estudiaba en la máquina de coser.

Llegó la transición, la democracia, mis primeras salidas con otros compañeros sentaditos, colonias de verano, el título de Primaria, el Bachillerato a Distancia, luego la Universidad. Nos hicimos más universales, mucho menos egocéntricos. Llegaron los primeros inmigrantes, y otros para quedarse, y muchos más.

La globalización se hizo dueña del mundo, o de la tierra. Y olvidamos reciclar las caseras; vasos, platos, pajitas y envases de cartón los cambiamos por plásticos. Fueron llegando los ordenadores, los viajes a gran escala, las pateras. Nuestros padres y nosotros nos fuimos trasladando a pisos y urbanizaciones más modernas, con ascensores y calefacción. Y aquellas viejas casas las dejamos para los nuevos inmigrantes, apiñados, subarrendados tantas veces, que venían a cuidar de los mayores.

Trece años tenía cuando dejé Delicias. Los mismos que esa niña inmigrante, hija mayor de una familia cuyos padres han debido ser aislados por la covid. No se sabe muy bien de qué hemos abusado. ¿De la naturaleza? ¿De nuestros prójimos? Se nos ha muerto casi toda la generación que nos cuidó. ¿Qué va a ser de la que ahora ha venido a cuidarnos? ¿Y de los jóvenes?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 31 de julio de 2020).

31/07/2020 11:15 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Vulnerables

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Foto Los enamorados, de Natalio Bayo, en La danza de la muerte.

“Rezo en la ducha, señora. Y ante el piano. / Mirando las vueltas del centrifugado. / Haciendo punto, joven del huso. / Por lo que sé hoy. Lo que sabré mañana. / Lo que no podré prever más. // Tras el abandono, rezo cada hora”. Lo escribe Pilar Adón en su nuevo poemario, Da dolor.

Nunca supuso un riesgo celebrar colectivamente el triunfo del equipo favorito, bailar pegados o subirse a un avión. Algo nos trastocó la vida de un día para otro, y van ya más de cien. Cada cual se refugia en sus manes, sus raíces, su religión particular.

El ambiente está enrarecido. Un extraño microorganismo se interpuso en nuestras relaciones y nos robó la primavera. No nos apetece ir de rebajas, planear un crucero este verano ni aplicarnos el tratamiento anticelulítico de siempre cara a la operación bikini. Lo peor, no sabemos todavía el origen de tales mutaciones ni intuimos el futuro a corto plazo.

Dicen que a un 40% nos ha tocado, psicológica, emocionalmente, en el bolsillo. Bueno, a todos no. Algunos de nuestros jóvenes se sienten invulnerables, intocables, eternos. Libres de esa amenaza global y planetaria que puede recortarnos la edad y el bienestar. ¿Habremos de llegar a octogenarios, como la generación que nos precede?

¿Volverán las golondrinas del amor? No pensábamos que íbamos a morir tan prematuramente, a despedir sin besos ni apretones de manos a los seres queridos, a no decir adiós. Claro, eran mayores, muy mayores. ¿Hacerles sufrir más? Ya vivieron lo suyo. Si se hubiera cebado en los niños hubiese sido diferente. ¿Y los adolescentes? ¿Y los trabajadores temporeros? ¿Y los jóvenes?

Una neblina oscura, como máscara, nos ciega el porvenir, de momento hasta otoño. Lo vamos transformando en pesadillas, o temores ocultos, subterráneos. ¿Y el inicio de curso? ¿Llegará a tiempo una vacuna eficaz? ¿Tendrá contraindicaciones? Las preguntas retóricas, o no tanto, pueden llevarnos a un dédalo sin final, más intricado que el de Minos, en la Grecia legendaria.

No nos sale de adentro la alegría. Pero si nos paramos, quizá tengamos la respuesta. “La esperanza es el presente del futuro. Y sana y predispone saludablemente porque refuerza biológicamente, psicológicamente, emocionalmente, espiritualmente. La esperanza refuerza el sistema inmunitario” (José Carlos Bermejo, La esperanza en tiempos de coronavirus).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 17 de julio de 2020).

17/07/2020 12:38 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Menudos héroes

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Foto www.sjdhospitalbarcelona.org

Nos hemos centrado en los adultos, en los ancianos vulnerables, también en los discapacitados, en las mujeres que han tenido que convivir con su maltratador. ¿Pero y los niños? Esos locos bajitos a los que cantaba Serrat. ¿Es que no va con ellos?

Lo vemos en nuestros hijos, sobrinos, hijos de compañeros. “Mami, un niño”, señalan con el dedo sin atreverse a subir a los columpios. Esto hasta el pasado marzo era inimaginable. Nuestros peques eran de lo más social: intercambiaban el balón y el carrito de la muñeca, el cubo de la arena por los coches. Ha habido que explicarles que se nos ha metido en todo el mundo un virus o bichito microscópico; primero, había que estar en casita, y ahora el contacto con más niños y mayores puede hacernos enfermar.

La realidad supera a cualquier ficción, fantasía o cuento de maléficos ogros. Llevan meses sin asistir al colegio presencial, pero lo entienden todo. Me recuerdan, salvando las distancias, mi propia educación, también sentimental: las primeras letras y los cursos iniciales de EGB –actual Primaria– en casa, con mis padres; Certificado de Estudios Primarios y Graduado Escolar en el aula colectiva de Auxilia, para cinco discapacitados, y luego en el Instituto Nacional de Bachillerato a Distancia –con sede en el Goya–. No se había inventado la enseñanza on line.

¿Y cómo explicarles lo inexplicable, eso de lo que aún no tenemos respuestas? “…enseñar a los niños cómo tolerar la incertidumbre es clave para reducir la ansiedad y ayudarlos a desarrollar resiliencia”, afirma Janine Domingues (psicóloga infantil del Child Mind Institute). ¿Está bien la abuelita? ¿Podré tomar mis helados favoritos? ¿Habrá vacuna para todos los niños, ricos y pobres? Quizá el próximo diciembre, cuando les toque hacer de diputados, acerquen al Congreso a los miles y millones de pequeños que no tengan qué comer.

–Papi, tengo sed. –Pero niño, quítate la mascarilla. Hasta en eso responsables. “Los niños se sienten seguros cuando saben qué hacer para protegerse”, explica la profesional. “A menudo los hijos se nos parecen, / así nos dan la primera satisfacción”, interpreta nuestro cantante divo de tantas generaciones, Joan Manuel. “Mamá, si me pongo malito no me dejes solo”. Los niños son esponjas, por fortuna. Ojalá, superado este trago, les espere un futuro feliz.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 10 de julio de 2020).

10/07/2020 12:53 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Ángeles custodios

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Foto portada libro

“En la España de aquel momento, la miseria, las enfermedades y el hambre daban al traste con cuatro siglos de gloria”. Así comienza la novela histórica de Almudena de Arteaga, en la que se relata la expedición del doctor Fco. J. Balmis, Isabel Cendal, regenta de un orfanato coruñés, y una veintena de pequeños que portaron la primera vacuna efectiva contra la viruela a América del Sur. Principios del siglo XIX, inspiradora de la película “22 ángeles”, de Miguel Bardem. El “virus variola” (‘pequeña pústula’ en latín) ya existía entre los egipcios (siglo III a. C.), se cebó en la Europa del XVII y no se erradicaría hasta 1980.

Pocos ancianos pueden recordar los 50 millones de muertos en la segunda oleada de la gripe de 1918; y solo los mayores muestran la cicatriz de la antigua vacuna. “Vacunándoos de niños y revacunándoos cada siete años, os libraréis de la viruela” (Eduardo Castañer, Museo Pedagógico de Aragón, Huesca). Y ahora, cuando estábamos seguros y todo parecía controlado, llegó un extraño SARS-CoV-2, aún no sabemos si para quedarse definitivamente, pero sí para cambiarnos la vida de raíz. También los sanitarios han sido nuestros ángeles de la guarda: “Ángeles son aquellos profesionales de la salud (…) que se dejan la vida en los procesos de cuidado y que mantienen el firme propósito de la salud y del confort de cada uno de los pacientes” (José Carlos Bermejo, Centro de Humanización de la Salud).

La historia colectiva y nuestro organismo tienen memoria. Sin embargo, olvidamos con frecuencia. La Litera, Bajo y Medio Cinca y la zona de Caspe. Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Madrid, País Vasco, La Rioja… La India, EE. UU., Brasil, Perú, El Salvador. Más de 10 millones.

¿Hacinamiento? ¿Jóvenes desaprensivos? ¿Inmigrantes temporeros? Sin buscar culpables, es obvio que la higiene importa. En el hotel donde se hospedaba el Cádiz CF, fui testigo, ascensor exclusivo, agentes de seguridad, la más mínima norma… Los ángeles de la guarda tienen mil rostros.

“En ese conjunto de personas está integrada la dirección de mi residencia, las Hermanas Angélicas, unas mujeres que han renunciado a su vida personal no para atender a su madre o a su padre, sino a docenas de ‘mayores’” (Ana María Cortés Navarro, ex consejera de Sanidad, Bienestar Social y Trabajo del Gobierno de Aragón).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 3 de julio de 2020).

03/07/2020 12:24 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Hogueras

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Foto Francisco Javier Martínez Barca

Anteayer celebrábamos San Juan. La noche de su víspera no hubo hogueras, pese a que el solsticio de verano llegase puntualmente a su cita, ajeno a toda enfermedad de la tierra. En el hemisferio boreal estamos más cercanos al sol. ¿Será por eso que comenzamos a sentirnos algo más seguros?

Las fiestas patronales sorianas, dedicadas al toro y a San Juan, lo mismo que San Fermín y San Lorenzo, tampoco se dan cita. No está el horno para muchos bollos ni hay más cera que la que arde. Y con todo, enseres y simbolismos relacionados con el fuego dan mucho de sí, más en tiempos en los que necesitan una buena antorcha.

El origen no siempre es claro, de epidemias y fogatas. Se dice que si tienen que ver, las segundas, con costumbres paganas y con Zoroastro, el profeta persa de los siglos VII y VI antes de Cristo. Extraña mezcla de creencias, desde la Torre del Silencio, donde son llevados los cadáveres de niños, mujeres y hombres, expuestos a los buitres y calcinados sus huesos por el Sol; al emblema del fuego y de la luz, centro de la entonces nueva religión, que disipa las tinieblas de la ignorancia. El Zaratustra nietzchiano –así habló Zaratustra–: muerte de Dios, voluntad de poder, eterno retorno de lo mismo, nihilismo.

Y está la otra raíz, Zacarías, padre de Juan Bautista, predecesor de Jesús. Cuentan que encendió una hoguera cuando nació el hijo y sanó de la mudez. Y el tronco común vuelve a echar mil ramas diversas: atraer buena suerte, echar malos espíritus, hacerse fértiles las mujeres que desean parir, saltar nueve olas seguidas, siete veces por encima de las brasas, escribir los deseos, quemar los monigotes como símbolo de todo lo viejo que queremos olvidar y superar. Y este año, o los dos años próximos, nos queda mucho por prender y renovar.

Está la luminaria como tributo de buena cosecha, en agosto, relacionada con la Virgen, San Roque y las rogativas por la peste. Y está la otra vertiente, la confabulación de brujas, simples mujeres del pueblo instruidas por la naturaleza, y sus ritos de fuego, sol y agua.

Ritos de sanación y de clarividencia social, como los del profeta cantor: “Y con la resaca a cuestas / vuelve el pobre a su pobreza, / vuelve el rico a su riqueza / y el señor cura a sus misas” (Joan Manuel Serrar). ¿Es la hoguera catártica, mientras dure, de esa otra pandemia que nos viene?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 26 de junio de 2020).

26/06/2020 23:47 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

A un paso

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Foto José Miguel Marco / Heraldo. Terraza café Montal, plaza San Felipe (Zaragoza).

Las terrazas ya pueden ocuparse al 75%, las piscinas ampliarán su aforo la próxima semana; estamos deseando comer fuera, disfrutar los primeros espectáculos, planificar unas vacaciones hasta ahora inviables. Los casos de decesos y contagios son menores. ¿Cerca el final del túnel? El mundo no goza todavía de salud, y si unimos la psicosis anti vacuna de distintas esferas… “Un, dos, tres. / Un pasito pa’lante, María. / Un, dos, tres. / Un pasito pa’ atrás”. Richy Martin no es el único que lo ve.

Hasta lograr el antídoto, todo irá paso a paso. No soy especialista, pero tengo los ojos y oídos bien abiertos. Se habla de Dexametaxona y otros fármacos para afecciones respiratorias, de antivirales combinados, de aplicación de otras vacunas, de tratamientos con plasma y placenta. Y de la GAVI o Alianza para la Vacunación (“The Vaccine Alliance”), donde cooperan la OMS, Unicef, el Banco Mundial, empresas farmacéuticas y gobiernos. Mientras surjan repuntes como en Pekín, o en una industria cárnica alemana, hay que ir “Despacito. / Quiero respirar tu cuello despacito”, como canta el portorriqueño Luis Fonsi.

Hay muchas ganas de salir, también en lo económico. Los alemanes llegaron a Mallorca y Francia tiende puentes por Bielsa y el Portalet. A esta enfermedad colectiva que venimos arrastrando no puede unirse más miseria, falta de empleo, empresas que se van al garete o ertes para la eternidad. Necesitamos respirar, durante dos o tres meses, para seguir pensando y crear entre todos un futuro sin duda diferente. Seguirá acompañándonos el Dúo Dinámico: “Resistiré, para seguir viviendo, / soportaré los golpes y jamás me rendiré”.

Estamos tristes. Las mascarillas, necesarias e higiénicas, no nos permiten broncearnos, mirar con amplitud el horizonte ni la comunicación –menos entre los sordos, que no leen los labios–. Además, venimos soportando un duelo inmenso, ¡a las muertes se unen tantas pérdidas! Más aulas para alumnos. ¿Y las capacidades diferentes? Las residencias no pueden ser lo mismo: una triste antesala. A un paso de tirar la toalla me viene la canción de Diego Torres: “Saber que se puede querer que se pueda, / quitarse los miedos, sacarlos afuera, / pintarse la cara, color esperanza, / Tentar al futuro con el corazón”. Hemos de sobrevivir.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 19 de junio de 2020).

19/06/2020 19:03 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Para normalidad

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Foto Rafael Gobantes / Heraldo

El prefijo para- “significa ’junto a’, ’semejante a’”, según el Diccionario de la lengua española de la RAE. Paranormal, “que no puede ser explicado por los conocimientos científicos actuales, y es objeto de estudio de la parapsicología”. Parapsicología, “estudio de los fenómenos y comportamientos psicológicos, como la telepatía, las premoniciones, la levitación, etc., de cuya naturaleza y efectos no ha dado hasta ahora cuenta la psicología científica”.

Fenómenos, conocimientos, comportamientos paralelos a los más habituales. Y una, desde su ignorancia más galopante cada día, se pregunta si esto de los virus de la covid no tendrá que ver con llevar sayo y abrigo más allá del 40 de mayo; con las bolas de fuego que se ven de madrugada; con yacimientos de oro descubiertos entre Saturno y Marte, antiguos valles fluviales y lagos en este último, o incluso universos paralelos en los que el tiempo parece ir hacia atrás.

No sé si bulos o no, circulan por las redes. Que algo está pasando es evidente, para que aparezcan focas en las playas, los buitres agujereen aviones militares, ataquen en escuadrón a un ternerillo frente al clan matriarcal de la vacada, o cangrejos exóticos desafíen a los nativos de Aragón. Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, un curioso cocodrilo da la nota y se oculta, como algunos políticos.

Mucho tiene que ver esta pandemia con la biodiversidad. Higiene de los aires y las aguas, no tirar mascarillas ni guantes a parques y ríos, más espacios verdes. ¿Cuántos animales y bacterias quedan por infectarnos? ¿Cuántos experimentos? Y la cadena del ser, o del sinsentido, llega hasta las colas del hambre, o las “cortes de los milagros”. Que se anuncia una recesión a la economía del 45, o una vuelta al crack americano del 29.

Carmen Romeo, entrañable profesora del instituto Goya, hoy jubilada, escribía en su blog, “Letras desde Moncade”, su relato “De la peste al coronavirus”: “… se acercó un poco más a mí y me contó que cada vez que un cometa se acerca mucho a la Tierra, su cola deja grandes desgracias. (…) Y que justo antes de llegar el coronavirus pasó un cometa que tenía una cola. Como la estrella que guió a los Reyes Magos que venían de Oriente”.

¿Nueva normalidad? Mejor realidades paralelas. Al menos, mientras llega la vacuna, o la hecatombe, que nos dejen soñar.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 12 de junio de 2020).

12/06/2020 12:24 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Nuevo empleo

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Foto B. Alquézar / Heraldo

Expertos inmobiliarios hablan de “regreso al futuro” en el ámbito laboral. Aunque esa sensación seguro que la tiene cualquier trabajador que haya vuelto a su puesto o su oficina en estos días. Tras dos largos meses de teletrabajo, cuidado de los hijos, desocupación total o síndrome de domingo eterno, volver a la rutina ya no es lo mismo. Quizá nunca lo sea.

Tomarse la temperatura al llegar al trabajo. El compañero a dos metros de distancia. La mascarilla a mano siempre por si las moscas. Hidrogel cada 15 minutos… Por mucho que sigamos las normas sanitarias, imprescindibles, a mí que no me digan que esto es muy “normal”. Claro, solo en la fase pre vacuna. Y también me pregunto: mientras se prueba en ratones y humanos, se elige el mejor método de inmunidad, se decide entre este o aquel país, la aprueban gobiernos y farmacéuticas, se comercializa, ¿cuántos meses, años, lustros podrían transcurrir? Seguramente, más de una persona hoy en activo se jubilará sin haber obtenido la respuesta.

Y aun así, quienes trabajamos, teletrabajamos, creamos, escribimos, tenemos una suerte inmensa. Un alto porcentaje de los conciudadanos con los que cohabitábamos en un país “estándar”, de clase media, en un estado de bienestar que nos aseguraba el día a día, se ha quedado, colgado del alambre o del ERTE, de un Ingreso Mínimo Vital o en la cola del hambre.

Bienvenidas las casi 300 medidas de todos los partidos y agentes aragoneses. El consenso político pro Nissan. Los hospitales, públicos o privados, que creen cientos de trabajos. Hosteleros, camareros, comerciantes, el mundo de la cultura o del deporte, creativos, tendremos que reinventarnos. Pero hay muchos yacimientos aún por explotar.

Las residencias que subsistan han de precisar más personal: auxiliares, servicio de limpieza, terapeutas, psicólogos, médicos, enfermeras, animadores socioculturales. La asistencia personal se hace imprescindible para llevar una vida mínimamente saludable en tu propio entorno. A 15 alumnos por aula, más profesores; y más apoyo para chavales con necesidades especiales, en centros inclusivos o especializados. Fondos para investigación, fundamental.

Escribía: “Despedir el pasado de hace apenas un mes. / Anclarnos en el presente, a cal y canto. / Esperar el reverso del futuro”. Se nos ha expoliado la primavera. Que no nos roben el pan.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 4 de junio de 2020).

05/06/2020 13:06 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Duelo

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Foto www.vidanuevadigital.com

Luto: “Signo exterior de pena y duelo en ropas, adornos y otros objetos, por la muerte de una persona. El color del luto en los pueblos europeos es ahora el negro”. Duelo: “Dolor, lástima, aflicción o sentimiento”. Y también “Demostraciones que se hacen para manifestar el sentimiento que se tiene por la muerte de alguien” (Diccionario de la lengua española).

Es algo más profundo, complejo, intransferible. Duelo es el dolor por una pérdida, relacional, de empleo, de salud o de la misma vida, generalmente de un ser muy querido que ha sido parte íntima de ti. Los hay anticipatorios o retardados, cuando el impacto es tanto que no salen las lágrimas en su momento. O especialmente duros, muy difíciles, como el de una madre por su hijo, un atentado terrorista, una pandemia.

La tía me apretó fuertemente la mano, sabía que marchaba; sería a la madrugada de la noche siguiente. Cuando el tío se fue estábamos de viaje. ¿Sentimiento de culpabilidad? Con mis abuelos conviví mucho menos, pero el gran cariño y las imágenes quedan. “El duelo del coronavirus es inédito. (…) El ser querido “desaparece” en manos de los tanatopractores o profesionales de la gestión de los restos mortales” (José Carlos Bermejo).

Desolación, impotencia, rabia, soledad. Han surgido recursos y oraciones virtuales, el recuerdo de los momentos convividos, el perenne camino del perdón; el poder situar, quizá a posteriori, al padre, abuelo, hermano, en el corazón y seguir viviendo. Pero nada llenará el vacío de una mano no estrechada o el penúltimo brillo de unos ojos  ya ausentes.

Banderas a media asta, minutos de silencio, corbatas y lazos negros en los actos públicos y las autoridades, salva de cañones al final de la desescalada. Un luto nacional necesario, imprescindible, en homenaje más que merecido a miles de víctimas que levantaron España y nos mecieron en la cuna, me da igual célebres –políticos, cantantes, periodistas, actores, hombres de letras– que sencillos y anónimos. ¿Cuántos miles de muertos? ¿Y los millones de deudos? De Velamazán, ese pequeño pueblo ya sin nadie, casi una decena.

“Hoy debemos jugar a la rayuela de la distancia, pero solo volveremos a ser auténticamente humanos, mentes y cuerpos curados, cuando recuperemos lo que los ángeles envidiaron” (Irene Vallejo). Ningún luto acalla el dolor íntimo.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 29 de mayo de 2020).

29/05/2020 13:41 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Máscaras

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Foto www.20minutos.es

“Es conveniente pero yo no la uso, me toco mucho la cara con las manos”. “Es obligatoria en sitios públicos cerrados, no al aire libre”. “No tiene sentido que las personas no enfermas lleven mascarilla”. Hoy es mucho más sencillo seguir cualquier hemeroteca por las redes, y no es difícil rastrear estas y otras afirmaciones en boca de líderes políticos y “responsables” de nuestra Sanidad.

¿Qué ha cambiado para que desde ayer sea obligatorio cubrirnos barbilla, boca, nariz y casi ojos en la vía pública y lugares cerrados? “El uso generalizado de mascarillas por parte de la población general para reducir la transmisión comunitaria del SARS-CoV2 está justificado no solo por su alta transmisibilidad, sino también por la capacidad que han demostrado las mascarillas para bloquear la emisión de gotas infectadas” (Orden de Sanidad del 19 de mayo).

Esto hay que superarlo como sea. Pero si de algo ha adolecido esta crisis es de prevención y de concreciones cotidianas, como si los que pretenden regir nuestra salud no saliesen a la calle. Está bien eximir de mascarilla a los menores de 6 años –de 3 a 5 es optativa–, si hay dificultad respiratoria, motivo de salud o causa mayor o es incompatible con la actividad que se realice, como beber o ingerir alimentos. ¿Pero y esas otras minorías?

Ya se denunció en colectivos de personas sordas el uso de mascarillas estándar; deben ser transparentes para leer los labios. Fundación ONCE ha sacado una Guía para el caso de ciudadanos ciegos y sordociegos y quienes a ellos se dirijan; normas de sentido común como dejarse ver –mediante perro, bastón o extendiendo los brazos– para guardar la distancia de 2 metros; o realizar la comunicación táctil o al oído siempre por detrás o lateralmente, nunca de frente.

El de los motóricos es otro mundo. Mascarilla sí o sí, y ya dijo el doctor Simón que no es necesario desinfectar las ruedas de la silla. ¿Pero ha caído alguien en que en general somos más “bajitos”? Y cuando se abran los restaurantes con mamparas, ¿practicarán orificios en las mismas, e inventarán cubiertos de mango extensible, para los que precisen que se le den de comer?

Aquí parecemos todos “un baile de máscaras”, entre realidad y fantasía. ¿Llegamos tarde? Algún día, detrás de tanta máscara, los rostros y porqués verdaderos saldrán a plena luz.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", sábado 23 de mayo de 2020).

Picaresca

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Foto: Portada Natalio Bayo. Prames.

A finales de noviembre publicaba Prames La danza de la muerte, de Natalio Bayo et la santa compaña, en la que tuve el honor de ser incluida, entre otras y otros, junto a mi maestro Rosendo Tello. ¿Vanidad de vanidades? “La danza macabra o danza de la muerte ha sido motivo de inspiración, desde la época tardomedieval, para multitud de autores, músicos, literatos y artistas plásticos”, introduce el pintor.

De los emblemas medievales, pasando por Jorge Manrique o los grabados y dibujos del siglo XVI, a la I Guerra Mundial –“Danza macabra europea”, de Alberto Martini–, un río misterioso y una guadaña fueron segando vidas a lo largo de extensas latitudes. Sin respetar a reyes ni políticos ni dignidades eclesiásticas, a ancianos o a impúberes. ¿Quién iba a decírnoslo? Tampoco a profesiones, de siempre o liberales, creativas, bancarias, administrativas; ni aun las básicas. El peor parado, el médico.

La idea de nacer y empezar a morir es muy barroca, como el teatro de la vida –Calderón–. Pero si alguna tradición literaria, humana y socioeconómica, arraigó en España fue la picaresca. La estratagema de Lázaro de Tormes de hurtar a su amo el vino con una pajuela de centeno, o alimentar del vapor del cocido el Licenciado Cabra a sus acólitos –El Buscón de Quevedo–, son pueriles anécdotas. ¿Y si hubiesen birlado material sanitario al cirujano por sacarse unos cuantos escudos? Preservar la imagen ante todo. ¿Qué no criticaría la Pícara Justina ante esta crisis?

Y están los caballeros andantes, desfacedores de entuertos e injusticias sociales; y su espejo o complementario, según se mire, don Alonso Quijano, que confunde molinos con gigantes. Que esos zagalillos callejeros, tan bellamente retratados por Murillo, no vengan a ser trasunto de un nuevo futuro.

Aquí siempre fuimos quijotescos y románticos, no tanto realistas –los Episodios Nacionales de Galdós son otra historia–. Se sigue deformando la realidad en los espejos cóncavos del Callejón del Gato valleinclanescos, arrimando cada cual el ascua a su sardina. Puro esperpento y carnaval, ¡con la que está cayendo!

Sí a la lucha por la vida, pero no a una nueva Corte de los Milagros barojiana. Pese a la mucha farsa y picaresca, hoy tenemos recursos y espíritu solidario. Como en Fuenteovejuna, el poder retornará al pueblo. Ya no tanto indignado, sí responsable.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 15 de mayo de 2020).

15/05/2020 17:34 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Des-escalada

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Foto www.formacionyestudios.com

Escalada, ‘acción y efecto de escalar’, y escalar, ‘subir o trepar por una pendiente a gran altura’, y añade: ‘subir, no siempre por buena artes, a elevadas dignidades’; aunque también ‘aumento rápido y por lo general alarmante de algo, como los precios, los actos delictivos, los gastos, los armamentos’ (Diccionario de la lengua española).

Des-, prefijo que ‘denota negación o inversión del significado de la palabra simple a la que va antepuesto’, y asimismo ‘fuera de’. Es decir, unido a  confinamiento, ‘acción y efecto de confinar’, y este ‘recluir algo o a alguien dentro de límites’, significaría su negación.

Normalidad, ‘cualidad o condición de normal’ –volver a la normalidad–, entendiendo por tal ‘regla que se debe seguir o a que se deben ajustar las conductas, tareas, actividades’…. Nuevo, nueva: ‘que se percibe o se experimenta por primera vez’; ‘repetido o reiterado para renovarlo’; ‘distinto o diferente de lo que antes había o se tenía aprendido’. Regreso, ‘acción y efecto de regresar, y el verbo, ‘volver al lugar de donde se partió’. Así que el regreso a la nueva normalidad sería un verdadero oxímoron, ‘combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido’.

Así podríamos seguir “ad infinitum”, jugando y divirtiéndonos con las palabras, si divertirse no fuera antitético a la tragedia de miles de fallecidos, multiplicados por el número de deudos, la falta de medidas sanitarias, un curso académico perdido, los cientos de miles de empleos y negocios que ya no van a volver, el síndrome de la cabaña, la mísera precariedad económica que se nos viene encima.

Por cierto, confiemos en que el estado de alarma, “estado que se declara para otorgar poderes especiales al Estado e implica una limitación temporal de ciertos derechos cuando se produce una situación de graves consecuencias en la vida pública, como catástrofes, calamidades, epidemias, etc.”, no derive en excepción, “estado que declara el Gobierno en el supuesto de perturbación grave del orden y que implica la suspensión de ciertas garantías constitucionales”, ni sitio, “estado que, ante una agresión a la integridad del Estado, se decreta otorgando poderes excepcionales a la autoridad militar”.

Conocer el lenguaje también nos salva de la quema. Vivir para aprender.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meriadiano", viernes 8 de mayo de 2020).

09/05/2020 00:19 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Agorafobia

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Foto Unsplash / Heraldo

De ágora, ‘espacio público’, más fobia, ‘pavor’. Algunos niños prefirieron salir a la calle el pasado domingo, como a ciertos adultos les sucederá a partir de mañana. Y es que casi cincuenta días confinados dan para muchos pensamientos y muchas noches.

Han sucedido demasiadas cosas durante esta extraña estancias dentro de un cascarón no siempre confortable. Duelos sin despedidas, soledad sobrevenida de la noche a la mañana, mesas de teletrabajo y guardería compartidas, tensiones familiares, aplausos y canciones en el balcón, videollamadas con parientes lejanos, nuestros padres o la propia pareja. Escenarios de lo más inhabitual.

Y ahora que nos invitan a salir nos entra ese recelo comprensible. ¿Miedo a lo desconocido? Pasear con los hijos, la mujer o el marido, ir a la peluquería o pedir una pizza a domicilio, ¿no lo hacíamos antes? Quizá el temor venga de la incertidumbre: ¿Cuándo nos sentaremos a un café? ¿Podremos ir al cine sin que un huésped insano nos perturbe? ¿Y visitar a los abuelos?

Puede que la incomodidad venga del traje que sin duda va a imponerse esta primavera: mascarilla-antifaz más guantes protectores, cuando más aprieta el calor. Y la desinformación contradictoria: No reabrir los colegios, excepto para los niños cuyos padres trabajan. ¡Pero si trabajamos todos! Ya en la primera fase funcionarán hoteles, ¿y que para qué turistas interprovinciales? ¿Con un 30% del aforo pueden pagarse los impuestos?

Aunque no nos engañemos, lo que más nos preocupa es la salud. Una salud perdida –aparte del origen, todavía incierto– por haber llegado tarde, por tomar las prevenciones imprescindibles, porque esto ya parece más una guerra de precios y de poder, que de sanidad pública universal. Y miedo a un futuro que nos va a resultar a todas luces desconocido: desempleo, miseria, falta de abrazos… No, no nos reconocemos.

Y la amenaza, la permanente espada de Damocles sobre nuestra cabeza y la de los seres más queridos. ¿Por qué no las pruebas necesarias? ¿Quién controla? Porque esa es otra: ¿Aprovechando que no se abre la escuela, suprimir los centros especiales?

“Nueva normalidad”, expresión acuñada por el presidente Xi Jinping, que propugna el progreso del país, liderazgo absoluto y control central. No somos todavía China, ni Venezuela.

María Pilar Martínez Barca

(Heralo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 1 de abril de 2020).-

01/05/2020 22:59 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Fierabrás

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Foto http://arroyodellugar.blogspot.com/

“Hecho esto, quiso él mesmo hacer luego la esperiencia de la virtud de aquel precioso bálsamo que él se imaginaba, y, así, se bebió, de lo que no pudo caber en la alcuza y quedaba en la olla donde se había cocido, casi media azumbre…” (Capítulo XVII, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha). Desde entonces, bálsamo de Fierabrás ha venido a ser sinónimo de elixir que todo lo cura.

Y quizá, en este sentido, no anduviesen tan descaminados el caballero y su autor –de no ser porque las novelas de caballerías le acabasen sorbiendo el seso– en que la lectura es un mágico sanatodo, desfacedor de entuertos y capaz de rescatar a doncellas y príncipes confinados en lo alto o en los bajos de un castillo. “…que es considerar nuestra alma como un castillo todo de un diamante o muy claro cristal, adonde hay muchos aposentos, así como en el cielo hay muchas moradas” (Castillo interior, Cap. I, Teresa de Jesús).

¿Y si lo consideramos una clausura, o un tiempo propicio para la creación? Gustavo Adolfo Bécquer, del que ya casi hemos olvidado su centenario, escribía en Desde mi celda: “Queridos amigos: Heme aquí transportado de la noche a la mañana a mi escondido valle de Veruela; heme aquí instalado de nuevo en el oscuro rincón del cual salí por un momento para tener el gusto de estrecharos la mano una vez más…”.

No le sería fácil, enfermo y aislado como tantos. ¿Guardarían sus ojos la luz de Andalucía? Seguramente. Un par de meses se nos hacen tremendamente largos, y sin embargo, ¿quién olvida  sus parques y sus plazas? Ayer mismo, autores, editores, librerías, salimos ilusionados como nunca a la calle virtual. Títulos y nombres y novedades no han de faltarnos de aquí al ansiado otoño: Sergio del Molino, Margarita Barbachano, Chesús Yuste, Ángel Guinda. Sergi Allepuz, Miguel Mena, Rosa Montero…

¿Quién iba a decirnos que este 2020 habríamos de esperar con tantas ganas la caída de la hoja? Acaso se trate buscar un sentido nuevo, como Viktor Frankl. “Somos los únicos animales que fabulan, que ahuyentan la oscuridad con cuentos, que gracias a los relatos aprenden a convivir con el caos, que avivan los rescoldos de las hogueras con el aire de sus palabras (…) Y cuando compartimos los mismos relatos, dejamos de ser extraños” (Irene Vallejo, El infinito en un junco).

Son días oscuros, hay que encender la luz.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 24 de abril de 2020).

24/04/2020 20:12 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Arcas de Noé

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Capilla Sixtina, Miguel Ángel. www.abc.es

“También harás entrar en el arca una pareja de cada especie de seres vivientes, de todo lo que es carne, para que sobrevivan contigo; deberán ser un macho y una hembra” (Génesis 2, 19-20). La mañana del pasado día 13, Domingo de Resurrección, me llegaba por Facebook el “gif” de una paloma blanca planeando con sus enormes alas, una ramita de olivo en el pico. ¿Será así nuestra nueva salida a la libertad?

Ana Frank estuvo más de dos años confinada y su salida no fue precisamente una victoria. Edmundo Dantés, en ‘El conde de Montecristo’, es condenado a cumplir trece años de presidio. El rey Lear y Macbeth, de Shakespeare, serían escritas en una cuarentena; y Miguel de Cervantes engendró ‘El Quijote’ en la cárcel de Sevilla. Mientras que Emily Dickinson se recluyó voluntariamente. ¿Y La noche oscura de San Juan?

Muchos vivimos este confinamiento como una pesadilla. “La verdad os hará libres”. No entendemos. ¿Dónde el verdadero origen? Un amigo médico me comentaba cómo en una pandemia podría agarrar el virus hasta el 80% de la población. Algunos, síntomas leves; otros, asintomáticos; muchos, mortales. ¿Pero nueve de cada diez en residencias? ¿Quién podría explicarlo objetivamente?

¿Cómo ha de ser esta nueva alianza o pacto inter políticos? Se nos habla de ‘arcas’, que nadie sabe aún cómo se van a concretar. Y una se pregunta, desde su ignorancia, si un gran dependiente, en un casual, diese asintomático positivo, ¿quién le proporcionará la asistencia imprescindible las 24 horas? ¿Habría suficientes guarderías si los padres han de ser aislados?

No estamos todavía en un régimen totalitario, que yo sepa, aunque no todos dispongamos de casa con jardín. ¿Nostradamus? El miedo como la fantasía también son libres, y teorías apocalípticas, más de una. Según Rosa Montero en ‘Lágrimas en la lluvia’, el día del fin del mundo podría ser también un buen día para tomarnos unas copas. Coinciden en la idea los pueblos mesoamericanos de origen precolombino, la humanidad vive ahora una fase denominada ‘el quinto Sol’, la anterior terminó en una gran inundación.

“Regresó al atardecer, trayendo en su pico una rama verde de olivo. Así supo Noé que las aguas habían terminado de bajar” (Génesis 8, 11). Los primeros en salir deberían ser los niños, esos pequeños héroes. Ya lo sé, mucha prudencia.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 17 de abril de 2020).

Semana Santa

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Foto Jesús Alba

Esta Semana Santa no hay procesiones, ni rompida de la hora, ni tráfico en la carretera hacia destinos vacacionales tan esperados. “El silencio es un recurso que tenemos los seres humanos para acceder de una manera especial a la profundidad de nuestro interior y a la profundidad de las personas que buscamos” (José Carlos Bermejo, Residencia San Camilo).

Y sin embargo hay un largo camino por recorrer: “La multitud alfombró el camino con sus manos; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada” (Mateo 21). ¡Cuántos viajes, ilusiones y sueños frustrados en esta primavera, y para los creyentes en esta luna de Nisam! “Lamma Sabachtani” es el título de la novela de Luisa Llagostera, Premio San Jorge 1982, de corte apocalíptico; y también las palabras de Cristo en la cruz: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”.

Del exilio del pueblo judío en Babilonia, el profeta Ezequiel, al último aliento de Jesús y este 2020 que tanta noche tétrica nos guardaba. “¿Cómo Dios va a negarnos vivir por experiencia lo que ya sabemos por fe, que Dios vino al mundo con oferta de amor incondicional?” (Antonio Mas Arrondo). Pero es terriblemente duro, la pasión recreada a la enésima potencia.

“Cuando acabó de lavarles los pies, tomó el manto, se lo puso otra vez y les dijo: “¿Comprendéis lo que he hecho con vosotros?”” (Juan 13). ¿A cuántos sanitarios, celadores, empleadas de híper, farmacéuticos, personal del orden público, informáticos, periodistas, cuidadores de grandes dependientes nos recuerda? “… muchos se espantaron de él, porque desfigurado no parecía hombre, ni tenía aspecto humano” (Isaías 32).

¿Cuántos eccehomos habrán pasado en este mes escaso por nuestras UCIs? “Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al criado del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha” (Juan 18). La rabia y la ira son inevitables; como la negación. “… pero si he hablado como se debe, ¿por qué me pegas”; “¿y qué es la verdad?”. Tuvieron que elegir a quién salvaban.

“Mujer, ahí tienes a tu hijo. (…) Ahí tienes a tu madre”. En la más absoluta soledad. “Había un huerto en el sitio donde lo crucificaron, y en el huerto un sepulcro nuevo…” (Juan 19). Ni sepultura.

“En la Cruz hemos sido salvados para hospedar la esperanza” (papa Francisco). ¿Quién dijo que no hay Semana Santa?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 10 de abril de 2020).

10/04/2020 17:55 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Valor social

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Foto Heraldo / DFA

En casa, escucho lamentarse a un perrito y llorar a una niña. Muchos novios esta primavera aplazaron su boda “sine die”; tantos trabajadores sin empleo, las mujeres y los hombres que sufren violencia, mayores confinados en su hogar, inmigrantes sin casa que atender…

Siempre en una pandemia u otras catástrofes sociales hay personas aún más sufridoras. Escribía una amiga: “En las residencias de personas con diversidad intelectual lo están pasando fatal. No tienen material suficiente ni se hacen pruebas, los profesionales están sobrecargados. (…) Los internos no entienden lo que ocurre, y eso incrementa crisis y malestares”.

Hay centros de ocio para físicos que han aplicado un ERTE. “Toda  la  actuación  de  las instituciones  y  profesionales  sanitarios, en  cualquier situación, debe  estar  presidida  por  los  mandatos  imperativos  de  derechos humanos, de no discriminar ni tratar desigualmente” (CERMI). Nada fácil en esta crisis monstruosa.

No se puede exigir una asistencia personalizada como en tiempos normales, pero sí unos servicios básicos, en casa o en el hospital. En algunas comunidades se ha reducido la propia Ayuda a Domicilio al Grado III, sin un mínimo de seguridad, “medidas que pueden provocar un empeoramiento de la situación, deterioro y mayor exposición a la enfermedad” (Foro de Vida Independiente).

Peor si se es enfermo con capacidades diferentes o muy mayor. “La discapacidad de la persona enferma no puede ser nunca por sí misma un motivo que priorice la atención sanitaria de las personas que carecen de discapacidad”, subraya el Comité de Bioética de la SEMICYUC, tras el documento de Madrid: no enviar a hospitales a ancianos de residencias dependientes en la marcha o con deterioro cognitivo –garrafal error subsanado en principio–.

Entrevista Isabel Gemio a cierta responsable de un centro de lesionados medulares. Lo dan todo de sí, faltan recursos. ¿Dónde el valor social?

Riesgo de fallo multiorgánico, esperanza de vida inferior a dos años, ¿no cuenta la edad? “De entre todos los verbos que como sanitario he conjugado a lo largo de mi vida, sin duda el más complejo ha sido el de hacer triaje” (Manuel Cortés Blanco, Proyecto Los Argonauta, contra la discriminación del paciente anciano). Se siguen escuchando ambulancias.

Seguimos en Cuaresma y cuarentena, hay que esperar la luz.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", 3 de abril de 2020).

Soledad

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Foto Rafael Gobantes / Heraldo

Dolor, rabia, impotencia; no se puede hacer nada. ¡Están siendo unos días tristes! No se me permitió viajar a despedirme de mi hermana. Soledad: “Pesar y melancolía que se sienten por la ausencia, muerte o pérdida de alguien o de algo” (Diccionario de la lengua española).

Los que tenemos casa, una familia, un lugar donde tele trabajar o crear somos privilegiados. Y aun así, seguimos en estado de shock, viviendo en una novela de ficción que nadie se hubiese atrevido a escribir. Bueno, hace más de un siglo… Todos hemos perdido libertad. ¿Sigue existiendo el parque? ¿Sacarán este curso nuestros hijos? ¿Cuántos desempleados, empresas rotas? “Me parece que la existencia ya no volverá a ser la que conocimos”, comentaba mi pareja.

Yo en casa, confinada con mis padres octogenarios, estoy segura; aunque no tengamos el pan de cada día que más nos gusta. Y menos mal que nos compran mis hermanos. Peor las personas mayores que se han quedado solas, entre cuatro tabiques. ¿Cuántas fotografías pasarán cada hora por sus mentes? Y con todo, mejor estar así, con un apoyo, un teléfono o una vídeo llamada.

Según el Real Decreto del estado de alarma, las personas podrán circular por la vía pública para actividades básicas, como la “Asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes…” (Art. 7.1.a). Sin embargo, ante la falta de seguridad sanitaria muchos diversos funcionales quedan sin asistencia.

Pero hay motivos de esperanza. Las residencias San Camilo, entre otras,  son lugares de ternura y cuidado en la gran fragilidad. Y la Comunidad de Madrid cambia su protocolo para que ancianos grandes dependientes puedan ser hospitalizados y atendidos.

Morimos siempre solos. “A mi juicio, es más difícil para los ausentes, para las familias. Los pacientes sienten que reciben el cuidado de los profesionales. Hay muchas personas que sacan recursos de dentro y hacen de la soledad un acto de amor a la humanidad, a los más próximos y hacia la sociedad”, afirma José Carlos Bermejo, director del Centro de Humanización de la Salud. Y apunta técnicas como las digitales, posponer la ceremonia o recordar una vida en común. Perdonar, agradecer y expresar el cariño de otra manera.

“Esta situación nos está dando la oportunidad de vivirlo hacia dentro” (Jessica Martín). Quizá, cuando termine todo esto, seamos un poco más humanos.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 27 de marzo de 2020).

27/03/2020 13:52 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Historia ficción

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Foto Centro de Humanización de la Salud

Pericles y la Atenas del siglo V a. C. perecieron a manos de Esparta y la epidemia. Y el otro día recordaba el Evangelio de Mateo: "Si estás en la azotea de tu casa, no te demores ni vayas dentro a buscar tus cosas. / "Si te hallas en el campo, no vuelvas a buscar tu manto” (Mt. 24, 17-18).

Ocupados en el cambio climático y los nacionalismos, obviamos que la historia de los virus se repite. China quedaba en las antípodas. Comenzó a fastidiarnos cancelar los viajes a Italia. Decenas, cientos, miles. ¿Llegarán a millones? ¿Estaremos todos infectados? La ficción iría suplantando a la vida que teníamos por real.

Ya en el Decamerón (siglo XIV), Bocaccio retrata el amor y la muerte de unos jóvenes confinados fuera de Florencia; Los novios, de Alessandro Manzoni, es la crítica política ante la peste milanesa de 1630; La muerte de la máscara roja, de Edgar Allan Poe (1848), y el intento de burlarla de unos aristócratas.

“Han sido dos días difíciles, de decisiones rápidas. Viajar, quedarme sola en la oscuridad, dejar que mi marido pasara todo este tiempo gris también solo en la otra punta de Europa”, escribía en facebook Ana Alcolea. Y Manuel Cortés Blanco, escritor y epidemiólogo, con quien he compartido más de un libro de cuentos, daba fe del dolor de todo sanitario ante la baja médica.

Y es que la realidad se nos ha trastocado. Manifestación en los balcones; estudio on line y teletrabajo; sacar al perro niño; nos vemos por Skype con la familia… El tiempo se ha estirado como nunca. El refugio de La montaña mágica de Thomas Mann y la tuberculosis (1924); La peste de Albert Camus (1947),

Y el miedo, y la solidaridad; y ese deseo de sobrevivir, individual y socialmente, enraizado más allá del alma. El amor en los tiempos del cólera, del gran Gabo (1985); Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago (1995). ¿Y los muertos? ¿Y sus familiares? “Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando” (J. R. Jiménez). ¿Y si no hay lugar para la despedida? ¿Y si por la carretera solo circulan camionetas con féretros que llevan al crematorio?

Podemos hacer mucho, como hiciera San Roque en el siglo XIV con enfermos de Peste. O San Camilo de Lelis en el XVI ante el tifus de Roma, y ahora sus ministros, creando unidades para los sintomáticos, porque faltan recursos. Se puede hacer hogar.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", martes 24 de marzo de 2020).

24/03/2020 13:32 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Analíticas

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Foto Efe

Dos negativos son suficientes para sabernos sanos del Covid-19. ¿Cuántos análisis van a ser necesarios para ver repuntar la sociedad?

Hablan de la recesión de 2008, y eso en un “burbuja” europeo. Se cierran guarderías, colegios y universidades; el teletrabajo vuelve a estar de moda; se vacían los súper. ¿Será casualidad la falta de papel higiénico? No creo que lleguemos a altas sanciones económicas o a la cárcel, pero por si las moscas…

Da miedo hasta ir a por recetas. Y mejor curarte en salud y quedarte en casita, no sea que el bichito ande en el aire y haya que empezar con pruebas, mascarilla… y comunicarnos con la familia por teléfono del dormitorio celda a la cocina.

Aunque con tanto tiempo en el hogar las relaciones de pareja cambian. ¿Pudiera ser que aumente la violencia? Lo cierto es que la creatividad es buena compañera: compartir el Netflix, una lectura, o esa conversación con nuestros hijos que siempre procrastinamos a un mejor momento.

Eventos deportivos de primera, Copa del Rey, los viajes del Imserso, aplazados. Las Fallas, el museo del Prado o el Congreso no se cerraban desde los años 30. ¿Cuándo Semana Santa no ha dependido exclusivamente de la luna? Ámbito Cultural o la Fnac, Ediciones B, el teatro de las Esquinas, presentaciones en varias librerías. ¿Los cines? ¿El Auditorio?

La concepción del ocio comienza ya a mutar. Más tiempo para nosotros y los nuestros, ¿Y si nos planteamos traer a casa a los abuelos? La oración también a puerta cerrada, como pidió Jesús. Una buena ocasión para la introspección y sacar el trasfondo del lado positivo.

La industria farmacéutica, los canguro, la comida encargada a domicilio, acaso ganen enteros. Pero al final la danza de la muerte, o de la vida auténtica. Y salimos mucho mejor parados que Pericles en la peste de Atenas, los mongoles en la peste  negra del XIV o todos los soldados y civiles en la gripe española del 18. Y más íntegros que con el SARS, el MERS o el ébola.

Impresionan las incineraciones. Entonces ya nadie puede decidir, ni ser acompañado por sus deudos. “Estoy reconciliada con la tierra, / lo estuve con la vida, lo estaré con la luz” (Pájaros de silencio). Ya lo dijo Francisco de Quevedo: “su cuerpo dejará, no su cuidado; / serán cenizas, mas tendrá sentido; / polvo serán, mas polvo enamorado”. ¡Si pudiéramos sacar su ADN!

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 13 de marzo de 2020).

13/03/2020 14:12 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Psicosis

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Doctor Li Wenliang. Foto www.abc.com

Desde niños, hemos sobrevivido al cólera, al sarampión, a las anginas; a fiebres y catarros sin cuento. Hasta el sida y la polio parecen erradicados a gran escala. Ni la gripe aviar ni la porcina pudieron con nosotros. El ébola, de altísima mortandad en las zonas más míseras del planeta, nos caía a desmano. Como el síndrome respiratorio agudo grave (SARS), o el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS). Pero ahora parece que estuviéramos en el entorno virgen de King Kong, Tiburón o en una película de Alfred Hitchcock. Absurdamente desnudos, manipulables, desprotegidos.

¿Antes el huevo o la gallina? ¿Murciélagos, camellos o animalillos microscópicos? ¿Cambio climático unido a una atmósfera viciada? ¿Falta de vitamina C? ¿Bajas defensas? De Wuhan a Madrid, hay muchas preguntas.

Y siempre se nos van los buenos, como Li Wenliang, el doctor que diagnosticó la pandemia social que se venía encima y murió en el intento de sanar a sus prójimos. Secreción nasal, tos, fatiga, fiebre… quizá el primer síntoma sea la sordera.

China, Corea del Sur, Irán, Japón, Argelia, Italia, Alemania, España… 81 países, 95.000 positivos, más de un millar de muertos en su foco de origen. Nos cuentan que es mucho más llevadero que una gripe común, que no afecta a los menores, que hay que estar muy mayor o muy tocado para que se te lleve por delante. ¿Y por qué se cierran los colegios, se cancelan congresos y todo tipo de eventos? ¿Habremos de resintonizar también nuestras antenas psicosociales para empezar a comprender?

Estamos a su alcance. Madrid, Valencia, Cataluña, País Vasco. Y lo peor, contagiar el interior, inocularnos miedos e inseguridades. ¿Se recuperará el Íbex? ¿No estaremos cavando la fosa a un empleo más digno y las ayudas sociales? Mi sobrino, como otros escolares, ha debido cancelar su visita a Italia. Han cerrado la puerta de la Meca; y ahora la de Tierra Santa –una de mis mayores ilusiones de este redondo 2020–. Y aquí al lado, en el Clínico, se ha dado un nuevo caso.

Los cuarenta días de cuaresma se han transformado en cuarentena, de quince a treinta días, según países. Y James Bond sigue de vacaciones, al cancelar su película “Sin tiempo para morir”. El científico rescatado en la misma, ¿sería Li Wenliang? ¿O algún oficial norcoreano? ¿Ficción o realidad? Puede sernos higiénico practicar yoga.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 6 de marzo de 2020).

06/03/2020 11:33 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Bisiesto redondo

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Foto Heraldo

“Año bisiesto y año de pares, / año de azares”. Mi cuñada Marta cumplía un número redondo el 02/02/2020. Era domingo, el trigésimo tercer día del año, justo a 333 jornadas para su finalización.

Dicen que un 29 de febrero Cristóbal Colón, aprovechando un eclipse lunar, se hizo con víveres de los nativos de Jamaica; que “Lo que el viento se llevó” consiguió 8 Óscar hace 80 años, y en Reino Unido las mujeres pedían matrimonio solo en bisiesto. Cuentan que el siguiente al 28 nacieron Alberto V de Baviera, Paul Erman, Gioacchino Rossini, Herman Hollerith, William A. Wellman, Balthus, Gene Golub… Y el colofón de mi próximo poemario casa con el natalicio de John Byrom de Mánchester, poeta inglés del siglo XVII e inventor de un curioso sistema taquigráfico.

Antón Castro preconizaba el pasado diciembre un año de oro para las letras aragonesas. Ramón Acín, Juan Bolea, José María Conget, José Luis Corral, Miguel Mena, Ignacio Martínez de Pisón, Fernando Sanmartín, Agustín Sánchez Vidal, Javier Sebastián, Magdalena Lasala, Sergio del Molino, Ana Alcolea, Patricia Esteban, Irene Vallejo incluso más allá de El infinito en un junco, Sergi Allepuz… y el eterno retorno de Ángel Guinda con Los deslumbramientos.

Juvenil, cuentos, novela, recopilaciones de artículos, colecciones de haikus, lírica, ensayo, libros de viaje, traducciones… En mi pequeña bola de cristal veo buenos presagios. Prames, Olifante, nuevos sellos editoriales como Imperium Ediciones, o Interludio en Pregunta. Si además es bicentenario de Concepción Arenal; el ciento treinta aniversario de Van Gogh, el cincuenta aniversario de los Bécquer y el doscientos cincuenta de Beethoven; la décima y la centésima conmemoración de Miguel Delibes; el también centenario de san Juan Pablo II; los ciento veinticinco años de la primera película de los hermanos Lumièr, los setenta y cinco de la muerte de Hitler. Año redondo.

Además, 2020 ha sido declarado el Año de la Lucha contra el Feminicidio e Infanticidio (Bolivia), el Año de la Universalización de la Salud (Perú) y el Año Internacional de la Sanidad Vegetal según la ONU.

¿Conjunción planetaria o cabalística? No creo que mañana se destruyan nuevas Troyas, se reinventen procesos de Salem o se estrellen aviones en Arequipa. Seamos positivos y antivirus. Que es el doce cumpleaños de Pedro Sánchez.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 28 de febrero de 2020).

28/02/2020 12:47 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Efemérides

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Fotos Google

Isaac Asimov, Benito Pérez Galdós, Anne Bronté, Boris Vian, Germain Nouveau, Mario Benedetti, Miguel Delibes, Paul Celan… nacieron o murieron hace exactamente un siglo.

El 12 de marzo, hará diez años que nos falta; el 17 de octubre, cien de su nacimiento. Miguel Delibes, el escritor de la caza y del mundo rural, hoy España vaciada, comenzaría de caricaturista y columnista en El Norte de Castilla, del que sería más tarde director. Fiel retratista del alma humana, La sombra del ciprés es alargada, Mi idolatrado hijo Sisí, Cinco horas con Mario… ¡Qué representación la otra noche en Las Esquinas! Viviría la guerra civil y la oposición política que le hizo dimitir. Solo le amilanaron la enfermedad y el óbito.

El mismo año de su nacimiento, fallecía don Benito Pérez Galdós a la longeva edad de setenta y siete años. Como Delibes, el autor realista y cronista de España por excelencia amaba Zaragoza, lo refleja en sus Episodios nacionales. Absorbido en la guerra de la Independencia por los relatos de su padre, y testigo ocular de las guerras carlistas, el enfrentamiento absolutista liberal, el mandato de una reina, la I República y la Restauración borbónica. Casual diputado, su obra abarca Fortunata y Jacinta; Misericordia, El abuelo o Marianela, lazarilla o asistenta personal de un joven ciego con posibles.

Cincuenta años atrás, en 1870, dejaban este mundo de pesar, leyenda y arte, los hermanos Bécquer, Gustavo Adolfo y Valeriano. Sevilla lo conmemora ahondando en su vida y obra, visitando el lugar donde nacieron, disfrutaron y reposan para la eternidad. Zaragoza, Soria y Navarra se dan la mano. Beratón, Torrubia de Soria, Pozalmuro, Gómara, Noviercas; el Moncayo, Vera, Litago, Trasmoz… Volverán las golondrinas a la casa que fue de los poetas, lo mismo que a Veruela.

Doscientas cincuenta primaveras, Ludwig van Beethoven, compositor, pianista y director de orquesta, se nos marchó al son de su novena sinfonía. La sordera casi lo lleva al suicidio; su círculo más íntimo y su copista lograrían sacarle sus mejores notas, casi ciego.

Otros compositores celebran onomástica en este 2020 tan redondo: Chopin (210 años), Chaikovski (180), Mahler (160); y otros 270 de la muerte de Juan Sebastián Bach. Cataluña y las mentiras sobre Venezuela hacen olvidar, y olvidar la historia lleva a repetirla sin belleza.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 21 de febrero de 2020).

21/02/2020 12:29 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Amor digno

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Foto Pngtree.com

A veces, un sueño parece irrealizable. En octubre de 2018, se celebraba en Valencia el Segundo Congreso Europeo de Vida Independiente; de él saldría la elaboración y redacción de la Proposición de Ley orgánica reguladora de la asistencia personal (Ley de Vida Independiente de las personas con diversidad funcional).

“La libertad es un derecho sagrado e imprescriptible que todos los seres humanos poseen” (Exposición de Motivos, I). Se apoya en la Constitución: “Los españoles tienen derecho a elegir libremente su residencia y a circular por el territorio nacional” (art. 19, párrafo primero); la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad: “Los Estados Partes en la presente Convención reconocen el derecho en igualdad de condiciones de todas las personas con discapacidad a vivir en la comunidad” (también art. 19); y algunas normativas nacionales que la implementan. La presente proposición orgánica prioriza el derecho de libertad e igualdad.

Partiendo de la mayor vulnerabilidad social de la persona con capacidades diferentes y de la mujer, se centra en la Prestación para la Autogestión de la Vida Independiente (art. 1.2), las Oficinas de Vida Independiente y los apoyos técnicos y financieros necesarios (art. 1.3).

“… podrá disponer de asistencia personal para sí misma, ejercitando el autocuidado, y también para atender a terceros con vínculo afectivo, incluso para poder ejercer la maternidad o paternidad” (art. 2.4). Igualdad de oportunidades, discriminación directa o indirecta, autodeterminación, autonomía… La discapacidad implica limitación social; la diversidad funcional, forma diferente de funcionar.

“Consiste en una cuantía económica mensual dirigida al destinatario de la asistencia para la contratación de uno o varios asistentes personales que les posibiliten la autonomía en las actividades de la vida diaria y de participación social” (art. 3.s). Y todo regulado: la incompatibilidad con otras prestaciones –nunca con los recursos económicos–, el Plan Individual de cada usuario, la relación asistido asistente, los convenios entre Estado y Comunidades Autónomas.

Podrá solicitarla quien se encuentre en situación de dependencia, resida en territorio español y desee una vida digna (art. 4). Esta sí. Quiero vivir muchos San Valentines más amando a quien me ame, libremente.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 14 de febrero de 2020).

13/02/2020 23:54 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Suicidio social

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Foto EFE / J. J. Guillén

Hace apenas un lustro, los indignados del pueblo salían a las plazas, y aquello iba a ser el acabose. Una nueva visión de la polis, la “politeia” y la res pública. Llegados al poder, ¿se ocupan y preocupan los hoy políticos de turno de su base?

No vamos a hablar de la crisis del sector agrícola ganadero, frente a las promesas

hechas a la España vaciada; del lenguaje o no inclusivo que levanta dimes y diretes; de los helicópteros de rescate que se transforman por birlibirloque en presidenciales; de los aplausos a la Corona. No, mucho más concreto.

Todos alabamos subir un 0,9% las pensiones y el 2% el sueldo de los funcionarios. Gallo de otro cantar es el Salario Mínimo Interprofesional. “Pablo, ¿qué opinas de que una familia media pague al cuidador de sus mayores o dependientes unos 1.4000 € al mes?”, preguntó una periodista al portavoz de Unidas Podemos. Y el ayer miembro del MVI (Movimiento de Vida Independiente) dio la callada por respuesta.

Su tocayo y correligionario, Pablo Iglesias, asume la gestión de Discapacidad y Dependencia desde su Vicepresidencia de Derechos Sociales. Primera propuesta, la ley pro eutanasia, defendida por los apóstoles de la buena muerte, Pedro y Pablo. Trescientas mil firmas en Change.org, más un millón entregado a la Cámara baja, no son moco de pavo.

PP y Vox se oponen. Nacionalistas, independentistas, grupos minoritarios, ¿lo lograrán? “… se prevé que puedan acogerse a la eutanasia y al suicidio asistido (si el enfermo puede autoadministrarse la sustancia que le ayude a morir) aquellas personas que sufran una enfermedad grave incurable o una discapacidad grave crónica”.

Ciudadanos prioriza la ley de cuidados paliativos. Por cierto, el Centro de Humanización de la Salud debatía ayer jueves sobre la dimensión ética del final de la vida, valores y contravalores, cuestiones legales, etc. ¿Términos económicos?

Se obvia la Proposición de Ley orgánica reguladora de la asistencia personal (Ley de Vida Independiente), presentada por colectivo con diversidad funcional. “La independencia como forma de autonomía personal significa que la persona con discapacidad no se ve privada de la oportunidad de elegir y controlar su estilo de vida personal y sus actividades diarias” (Comité de la ONU sobre los Derechos de la Personas con Discapacidad, 2017). ¿Pura cuestión de imagen?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 7 de febrero de 2020).

07/02/2020 13:11 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Expolios

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Foto Jesús Alba Enatarriaga

La gimnasia de niña en el 2 de Menéndez Pelayo, los paseos al sol o camino del centro, el antiguo SEREM, el campus universitario, el encuentro con amigos y algunos profesores en las terrazas. El quiosco de la plaza San Francisco ha sido referencia en mi educación sentimental.

No sé si en la rehabilitación o vecinos del barrio, conocí a Javi, también con parálisis cerebral infantil. Valencia y la playa de la Malvarrosa nos unieron, sin tener que pasar por aquel famoso sanatorio. Antes fue Tarragona, pero la tierra de Vicente Blasco Ibáñez me cautivo: barracas, tertulias a la sombra de la luna en sillitas de anea, canastillas bolsitos de mimbre que hacían los gitanos… No quería volverme a una ciudad sin mar.

Benidorm con mis tíos, y el Castillo de Santa Bárbara en Alicante, Elche y su enigmática dama ibérica, y poemas escritos a la orilla. Volvería después también con mis padres y hermanos: y otra vez la capital de Turia y la cuna saguntina de los primos. De nuevo a Tarragona y Las Casas de Alcanar con Auxilia, la primera vez que salía de colonias.

Y Rosas, en Gerona, cuando comenzábamos a ser mayores. Peñíscola, su playa, sus paseos nocturnos, esculturas de arena, el mágico Castillo del Papa Luna, y más poemas. Vinaroz… Ahí ya nos acompañaban mis tres amores: mi pareja y mis dos sobrinos mayores. El azul y la arena eran muy diferentes.

Cádiz y su cúpula dorada, al noreste Cambrils, y bajando hacia Castellón la adamada Peñíscola, donde tomamos fotos al amanecer. Norte y sur no fueron tan castigados la semana pasada. Pero si vuelvo al Ebro, entre Cantabria y su desembocadura, los inmensos arrozales, nuestro paseo en barco entre Deltebre y San Jaime de Enveija, su fauna peculiar… algo me anega el alma sin retorno.

Se ha cerrado el quiosco de la plaza San Francisco, pero quedan espacios para el encuentro: El Laurel, de tantas reuniones de compañeros de carrera; la cervecería y marisquería Mar de Cádiz y las conversaciones con Rosa Palacios, mi profesora de Historia y Arte del INBAD (Instituto Nacional de Bachillerato a Distancia), en el Goya.

Espolio, ‘acción y efecto de expoliar. Despojar algo o a alguien con violencia o con iniquidad’. Ni Gloria, ni los años ni los políticos de turno podrán expoliarnos nunca la memoria. Cuanto menos el presente y la esperanza cierta en el futuro.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 31 de enero de 2020).

31/01/2020 14:21 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Juego de niños

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Foto Paco Fuentes / https://elpais.com

A estas alturas de la película, pensábamos que lo teníamos superado. “Los profesores, los padres y, en su caso, los alumnos intervendrán en el control y gestión de todos los centros sostenidos por la Administración con fondos públicos, en los términos que la ley establezca” (art. 27.7, Constitución española 1978).

“No podemos pensar de ninguna de las manera que los hijos pertenecen a los padres”, extrapola una de las partes. “Es más, vamos a llegar a que los niños delaten a sus padres cuando no son buenos revolucionarios, como pasa en Cuba”, se exalta la otra. Acaso la polémica se haya centrado en otro de los puntos: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones” (art. 27.3).

Para unos, que los padres no autoricen explícitamente las actividades escolares complementarias, léase en materia de género o sexuales, supone un claro adoctrinamiento en las aulas. Según otros, esta medida del venido en llamarse “pin parental” –en un principio, el bloqueo a ciertos contenidos televisivos y de móvil–, priva a los menores de su derecho a conocer su verdadera identidad y continúa desprotegiendo a la infancia.

No seamos ingenuos. En las comunidades regidas por las etiquetadas como derechas o ultras, apoyan el control materno-paterno –Murcia, Andalucía–. En los emporios autoproclamados progresistas se apuesta por la libertad, es decir, sin la anuencia de los padres. Pero ni en uno u otro bando hemos visto niños en sus aulas y sus recreos; sino fotografías de políticos. ¿Quita de veras el sueño a progenitores y educandos?

Aragón se muestra dividido; Madrid se lo está pensando. ¿Y no será, para una que no es precisamente bien pensada, que oculta o disimula otras cosas? Mientras de los preadolescentes a los jóvenes no se plantean si van con chica o chico, según valores que asimilan, la crisis amenaza más que Gloria.

Las vices y diputadas se exilian del Congreso; suben algo las pensiones y se disparan el Salario Mínimo Interprofesional y la economía sumergida; Europa nos advierte y Cataluña juega al hijo pródigo. Aunque la religión pasará a “maría” y en unas semanas, olvidada. Si se expropian los fetos y mentes inocentes, ¿por qué no las viviendas y la fe? No es un juego de niños.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 24 de enero de 3020).

24/01/2020 14:52 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Política y lenguaje

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Foto Marical/EFE

Nada es baladí, y menos el lenguaje: verbal, gestual, corporal, simbólico, numérico. La semiótica a día de hoy, y más con las nuevas tecnologías, lo abarca todo.

Comencemos por la semántica, es decir, el significado de las palabras y unidades lingüísticas. Según la RAE: Vice-, ‘que hace las veces de’. ¿Hasta cuatro personas en lugar del ‘que preside’? Memoria Democrática, ‘facultad psíquica de recordar el pasado` + ‘relativo a la democracia’. Derechos Sociales –‘facultad de las personas para hacer u obtener algunas cosas, con arreglo a las reglas morales, a las leyes positivas o a las instituciones sociales’ (Julio Casares, Diccionario ideológico)– y Agenda –‘calendario’ o ‘relación de temas’– 2030. ¿Y por qué no centrarnos en el presente de los viernes? Transformación –‘correspondencia entre elementos de dos conjuntos’– Digital. Transición –‘acción de pasar de un modo de ser a otro’– Ecológica y Reto –‘acción de amenazar’– Demográfico.

Luego vienen los momoministerios: Seguridad Social, Sanidad, Trabajo, Hacienda, Exteriores, Industria, Agricultura, Defensa, Interior, Educación, Ciencia, Universidades, Cultura. “La actual tendencia al desdoblamiento indiscriminado del sustantivo en su forma masculina y femenina va contra el principio de economía del lenguaje” (Real Academia Española). Sin embargo, las en ese momento ministrables prefirieron prometer por guardar y hacer guardar el secreto de la toma de decisiones en el Consejo de Ministras.

Cuatro vicepresidencias que conjugan a la perfección con los veintidós ministros –‘persona que ejerce algún oficio, empleo o ministerio’– del actual Ejecutivo. 22, como el del Dúo Sacapuntas o “los dos patitos” de la lotería. Y aquí entraría la simbología de los números, no tanto la eficiencia. Aunque si la raíz etimológica de ministro, “minister”, significa ‘criado, servidor, subordinado’, estaremos atendidos como nunca.

La pose cada cual con su cartera; llevar o no corbata, el cuello de camisa o el emblema rojo en la solapa; inclinarse o permanecer de pie. Y prometer con la mano sobre el artículo 100 de nuestra Constitución, por el que el Rey nombra o suspende cada cargo, para guardar las formas.

Y está el lenguaje de los actos: concertar fechas de investidura o reunión de Consejo, proponer Fiscal General… Protocolo y comunicación, al orden del día.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", vienes 17 de enero de 2020).

17/01/2020 02:19 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Por un voto

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Foto EFE

Del romancero a Miguel Cervantes, se recoge la leyenda de La Cava, hija del conde don Julián, que hizo perder la cabeza y España a don Rodrigo, último rey visigodo. “Florinda perdió su flor, / el rey padeció castigo. / De la pérdida de España / fue aquí funesto principio”. En Velamazán se registra un paraje, Caracena, idéntico topónimo al también pueblecito soriano cercano a El Burgo de Osma, alusivo a la conquista de Fernando I, rey de Castilla, León y Galicia (siglo XI), mientras los moros degustaban suculenta cena. “Cara cena les costó”, lo escuché desde niña.

¿Y qué decir del clavo que hizo perder la herradura, el caballo, el caballero, la batalla y el trono? (Jacula Prudentium, recopilación de proverbios de George Herbert, siglo XVII, hoy actualizado en diversidad de historias, idiomas y países). Según la tradición judeocristiana, versus europea y española, es amplia la casuística de heridas y enfermedades que han salvado un alma: San Roque, San Camilo de Lelis, San Juan de Dios, Teresa de Lisieux, Bernadette Soubirous o nuestra compatriota Santa Genoveva.

Si en este 2020 recién inaugurado Mosén Joaquín (Anthony Quinn) preguntase a Pepe (Jorge Sanz), en Crónica del alba de Sender, si quiere ser santo, héroe o poeta, le respondería que político. Hoy no se trata de ganar fortalezas ni batallas, dejarse prendar por hermosas doncellas, ni mucho menos alcanzar la santidad; aunque para Karl Rahner se es místico o no se es nada.

Se trata simplemente de ganar votos. Y con ellos poder, influencias, un sueldo vitalicio, inmunidad política agujas de arcos gigantescos para pasar camellos o lo que haga falta.

Y por un voto no se pierde o gana un país, una constitución o un reino. Pero sí puestos de trabajo, seguridad, valores. Que los adolescentes se ocupen mucho más de su tendencia íntima que del estudio; que antes de valorar la etapa terminal o poner en valor los paliativos, se opte por la eutanasia.

Impuestos, suben; recursos, bajan. Los pisos de alquiler, antes el inquilino que el propietario. Unidas Podemos frente a PSOE; derechas frente a izquierdas –algo ya superado–; separatistas y grupúsculos exoplanetarios. ¿Nos llegarán las rentas?

“Por una mirada, un mundo; / por una sonrisa, un cielo; / por un beso…” (G. A. Bécquer). Al menos, ha sido un parto sin dolor y sin más carreteras.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 10 de enero de 2020).

10/01/2020 12:16 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Carta

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Baby Yoda, uno de los personajes de Disney con los que volveremos a encontrarnos este año. Foto www.heraldo.es

Mis queridos amigos:

No os llamo reyes mágicos, ni SS. MM. del Oriente, que eso ya no se lleva. Harto difícil conservar el reinado y la primogenitura con tantos haraganes disfrazados con pieles de cordero. Pero esa es otra historia.

He sido una buena chica, política, social y humanamente correcta. Me he sentido ante todo mujer, desde la femineidad y el feminismo; he aceptado a todas y todos en diversidad, funcional, de sexo, de culturas; he seguido trabajando por la España vaciada, la educación inclusiva, el apoyo al inmigrante. Y no he sido corrupta, en ninguno de los amplios sentidos de la palabra.

Por eso, magos míos, os pido para este año mucha ilusión. Sigo felicitando vía tarjeta, y en estas navidades he comprobado que el camello cartero continúa pinchándose en los cardos del camino, que han sido muy pocas las respuestas. Dejamos de creer en los regalos, de cantar villancicos, ¿y ahora de festejar la Buena Nueva? Algo nos pasa, tanto a nivel climático como hormonal.

Me gustaría que traigáis asimismo a mi casa y a este hogar que llamamos España un frasquito de sentido común. Que paguen más quienes más poseen, ¿y si lo han reunido a lo largo de una vida de dejarse la piel? Legislar la eutanasia y la muerte digna; ¿y por qué no implementar los cuidados paliativos? Limitar la espera en dependencia, y aplicar la asistencia personal sin límite de horas ni supuestas rentas familiares. No sería justo para quienes no disponen de dos manos, dos pies, o una cabeza supersónica.

Y que nuestros hijos, nietos y sobrinos cuenten con un futuro mínimamente digno. Nos han llegado ecos de otras épocas, de una República que se despertaba y una Guerra Civil que terminó con todo; de una posguerra heladora como la sangre derramada. De países del Este, y del Sur, y otras tierras latinas que lo tenían todo, y ahora escasean de pan y de papel higiénico.

Oro, incienso, mirra. Para gobernar con sensatez, para elevar el alma, para prepararnos a una muerte con amplitud de miras. La formación es básica, para apreciar cada nimio detalle y poder pensar;  independientemente de creencias, espiritualidades o religión. ¿Cómo comprender las sombras y las luces de Patria, de Aramburu? ¿Y la figura del “Mesías”, que en breve proyectará Netfllix?

Mañana puede ser un gran día. O el mayor cataclismo. ¿Tenéis superpoderes, pequeños magos?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldoi de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 3 de enero de 2020).

03/01/2020 00:16 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Navidad hoy

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El belén favorito del papa Francisco. Foto www.religindigital.org

Son jóvenes, inmigrantes, sin papeles. Esa noche, aunque no hace frío –el cambio climático se hace sentir en todo–, el Santo Refugio está repleto. Deciden resguardarse en el cajero automático de Ibercaja. Tan cansados están, que las bombillitas navideñas que iluminan toda la fachada no quitan el sueño.

Acaban de llegar. No podían ni imaginarse que el viaje iba a ser así de largo, pesado y retorcido. Solo pensaban en un futuro digno para ellos mismos y para ese pequeño que les iba a nacer: seguridad, un techo, poder darle leche cada día. Si otros muchos lo hacían, ¿iban a renunciar?

Quizá al otro lado del mundo su hijito no fuera perseguido, torturado, como tantos y tantos inocentes. Había escenas que nunca se les borrarían, demasiado sufrimiento en vano. Y total, ¿para qué? ¿Y por qué? Hay reacciones humanas que nunca se comprenderán.

Y no solo es miseria, no repartir los bienes entre todos. Eso sería hasta sencillo. Ni siquiera las casas de hojalata, que puede llevarse la riada o el terremoto. Ni tener que vivir y dormir arracimados, casi como las bestias que dan muchas veces de comer. Lo peor es el odio fratricida, la avaricia de los intimidadores, que te roban a punta de pistola o cuchillo; el aquí no está pasando nada, los gobiernos, las guerras.

Quizá su niño tenga regalos navideños, como los niños de los países poderosos. Y si es niña, que nunca la violen, la hagan mujer a la fuerza, y le dejen jugar y estudiar lo que le guste.

Son nuevos en esta tierra, y ella, en su estado, no puede buscar trabajo. Para los hombres es más difícil. ¿Pedir asilo como refugiados? Tiempo al tiempo. Habrá que hacer algún papel, algún registro, ir a la policía… Pero no esa noche. Ni siquiera en las parroquias donde preguntaron podían atenderles, era la Misa del Gallo. Y lo que más les urgía era descansar.

Le llegó a la muchacha la hora de romper aguas. Su pareja, inexperto en tales lides, no sabía qué hacer. No conocían a ninguna partera en el lugar. Se dejaron llevar por la sabiduría del momento, sencillamente. Las gentes miraban a hurtadillas, y pasaban. Estas migrantes no tienen decoro ni para parir, pensaba más de uno. Salió bien la aventura. Un llanto potente rasgó el velo de la noche, hasta las estrellas. Muchos ojillos infantiles sonrieron a través del cristal. Al menos, era un pequeño deseado.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 27 de diciembre de 2019).

27/12/2019 00:32 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

La pintan calva

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Foto https://dedioses.net

En los emblemas y grabados medievales, a la Ocasión, compañera inseparable de la diosa Fortuna, se la representaba con un único mechón de cabello, por eso de “agarrarla por los pelos”. Han cambiado las formas, la expresión artística de lo que nos preocupa y nos place. En el fondo, seguimos aferrados a la deidad romana, echando a uno y otro número de lotería, por si acaso, y más en Navidad.

Y si no, ¿a qué jugar tanto con las unidades, decenas y centenas? Es decir, con las cifras. Algunos han apostado por el 120-35. Pero aún no sabemos si va a ser el número de la suerte o, por el contra de la Mala Fortuna, con su icono de mujer subida en una nave sin mástil ni timón, con las velas rasgadas por el viento.

Tardaremos unos días en saber si el número 7-5-3-2-2 estaría entre los premiados. Aunque también depende de las terminaciones 8 y 13, que a su vez van acompañadas de siglas complejísimas que casi nadie entiende, como JxCat o ERC. Un auténtico maremágnum o piélago  que ni la propia benefactora de la prosperidad, con su gran cuerno de oro, sus pies alados y su rueda, podría navegar segura.

Y todavía hay más. ¿Qué rumbo tomarían las ecuaciones 8 GP (Grupo Plural) + 4 GM (Grupo Mixto)? Porque la diosa más caprichosa del Olimpo no es precisamente la dios de la sabiduría o del buen gobierno, sino a menudo Fortuna Dudosa o Fortuna “Brevis”.

La adoración no se retrotrae a la cultura romana ni al medioevo. Me quedaba helada haciendo una somera búsqueda en Google. Hay páginas y páginas dedicadas a atraer la riqueza, el éxito y la felicidad a través de Fortuna. En el hogar que desee prosperar, se le debe poner un altarcito minuciosamente preparado. La imagen de la diosa, mantel dorado o rojo, velitas de colores, aromas frutales, incienso del bueno, dulces, licores, café –la diosa se alimenta espiritualmente–, flores y hierbas frescas, piedras preciosas, oro, billetitos, monedas y tarjetas de crédito…

“El altar debe estar siempre puesto, y dedicarle un tiempito también para atenderla a ella, como una gran dama, como una gran señora, y con mucho respeto”. ¿Nos hemos vuelto locos? ¿Cambiar al Niño Jesús, después de dos mil años, por el becerro de oro? Aunque, visto lo visto, cabe preguntarse: ¿Habrá algún altarcito en la Moncloa, junto al colchón matrimonial? ¿Y en las cárceles? Vivir para no ver.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", sábado 21 de diciembre de 2019).

21/12/2019 00:58 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Mesianismo

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Acumulación de plásticos en una playa de Bombay (la India). Foto EFE

“La última lección” (2018), del francés Sébastien Marnier, narra la historia de un profesor que se arroja por la ventana ante sus alumnos; seis de ellos, que se dicen superdotados, permanecen impasibles. Pierre, su sustituto, irá descubriendo las duras pruebas iniciáticas de los chicos, que les prepara a la segura hecatombe final del planeta. De “Waterworld” (1995), “El día de mañana”, “Hijos de los hombres”… El tema ha rebasado la ficción.

A estas alturas de la especie, nadie niega que cada año hace más calor, se retrasa el invierno; las tormentas y catástrofes naturales arrasan las zonas más pobres de la tierra; las aguas aumentan de volumen; los peces comen plástico y los humanos peces. Enfrentamientos entre pueblos y personas van “in crescendo”.

En torno a la COP25 se han escuchado afirmaciones inteligentes. “La codicia humana es la mayor amenaza” (Luis Alberto Longares, profesor de la Universidad de Zaragoza). “Hay que buscar un mensaje de esperanza y que sea reversible” (José Manuel Marraco, eminente abogado). “La batalla del cambio climático se librará en las redes” (José Luis Crespo, físico y “youtuber”). Alberto de Mónaco, Schwarzenegger, los reyes Felipe y Letizia… Debemos resaltar que la DGA contrate a empresas sostenibles; o el proyecto agroecológico de Gardeniers, Centro Especial de Empleo de dis-capacitados intelectuales.

Mi tío fue deshollinador, una fuente principal de calor y energía en las casas humildes era el carbón. Entonces no suponía un conflicto, la crisis petrolífera vino después; no había nitratos en los campos ni apenas calefacción en los hogares. la leche debía hervirse, traída de la vaquería a la lechera; Se bebía en porrón; y cuando no los envases de vidrio y La Casera se devolvían, y pagaban 25 pesetas por cada botella de plástico reciclada. La compra del mercado no se traía en bolsas.

“Antes de que sea tarde” (2016), de Leonardo DiCaprio, Mensajero de la Paz de la ONU contra el cambio climático, es más que iluminador: El Ártico se borra, la última selva indonesia puede morir en llamas, la Amazonía desertificarse… “La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común” (papa Francisco, Laudato sí). Esencial, la formación de niños y jóvenes, especialmente Greta Thunberg. ¿Síndrome de Asperger? Dicen que Einstein lo tuvo, y se cultivó

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 13 de diciembre de 2019).

13/12/2019 00:53 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Casa común

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Foto www.tusconstituciones.es

A la popular “Pepa” de Cádiz de 1812 –19 de marzo–, primera Constitución española apoyada en la soberanía nacional, le sucederían en el siglo XIX el Estatuto Real de 1834 y las sucesivas cartas magnas del 37, 45, 69 y 76, alternando los valores liberales y moderados, progresistas y conservadores, monárquicos o democráticos. Ya en el pasado siglo, “la Constitución de 1931 enlazaba con el proyecto republicano de 1873, avanzando en la línea del Estado social y democrático de derecho. España adoptaba la forma de una República democrática de trabajadores, laica y aconfesional”. Una sola cámara, un Tribunal Constitucional y la promesa de autonomía de municipios y regiones.

Todo se fue al garete, y hasta 1978 no sería posible el consenso y la democracia. “… puede definirse con propiedad como la primera Constitución consensuada de nuestra historia. Recogió, junto a la indisoluble unidad de la Nación española, el principio de autonomía de las nacionalidades y regiones, restableció un legislativo bicameral y consagró la monarquía parlamentaria como régimen político del Estado español, definido como social y democrático de derecho”.

Hoy das al buscador y te sale tusconstituciones.es y tantas páginas. En tiempos de nuestros siete padres fundadores no había Internet, ni nadie plagiaba a su vecino. Ni sencillo ni breve. Múltiples reuniones hasta un primer de acuerdo; políticos, juristas, intelectuales…; formaciones diversas, de AP al PCE, pasando por Minoría Vasca-Catalana, el PSOE, Convergència Democràtica de Cantalnya o el central UCD. Detrás, mentes pensantes, como Julián Marías.

Una ley electoral más justa, términos como “disminuido” o “minusválido”, sucesión igualitaria a la Corona por razón de sexo, la condición de extranjería… Muchos revisaríamos y modificaríamos ciertos puntos. Adaptarse a los nuevos retos y circunstancias es índice de salud social. Siempre dentro del marco de la norma y el sentido común (el menos común de los sentidos según Ortega y Gasset).

Por lo expuesto, ante las peroratas de algunos jóvenes políticos cabe preguntarse: ¿Saben qué planeta habitan? “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social” (art. 14). ¿Tanto afecta el clima?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 6 de diciembre de 2019).

06/12/2019 12:27 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

El político

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Foto grabado El político, de Natalio Bayo

La semana pasada se presentaba el libro La danza de la muerte, de Natalio Bayo y diversos poetas aragoneses, una bella edición a cargo de Prames. A partir de grabados como “La muerte como exterminadora” de Alfred Rethel (1851), “La danza macabra” de Hans Holbein (1522), “La Catrina” del mejicano José Guadalupe Posada o “Danza macabra europea” de Alberto Martini (I Guerra Mundial), o la larga tradición pictórico literaria que hunde sus raíces en el medioevo, Jorge Manrique o el Renacimiento.

Bayo retrata y caricaturiza tipologías clásicas, como la infanta, el rey, la reina, el obispo, el caballero, el niño; y otras harto actuales: el transportista, el comercial, el dictador, el banquero… Delicia de delicias, el político. Leyenda a pie de grabado: “Trilero de las mil caras”, acompañada de los versos de Francisco J. Uriz: “Se arrancó la cara ante el pueblo, / la agitó como señuelo / para lucir mejor la máscara”.

¿Nos influyen el cine y la literatura? Ya “El político” (1949) describe la maléfica transformación de un hombre honesto nada más tomar cargo. Y “El reino” (2018) no es sino una serie de corruptelas, hasta verse arrastrado el protagonista a la miseria social y familiar. Por no hablar de El disputado voto del señor Cayo, de Delibes. ¿Y no será que nos lo ponen en bandeja?

Incertidumbre, inquietud económico empresarial, pactos trato-truco antidemocráticos y secesionistas, revanchismo… “Los riesgos mayores del combinado son de dos clases: económicos y sobre la unidad de España” (Guillermo Fatás). Y es que a algunos les importan más sus posaderas que el bien común.

Antaño no era así. En tiempos de El político don Fernando el Católico, de Baltasar Gracián (1640), se valoraba diferente: “Opongo un rey a todos los pasados; propongo un rey a todos los venideros: don Fernando el católico, aquel gran maestro del arte de reinar, el oráculo mayor de la Razón de Estado”. Aunque ya Maquiavelo, en El Príncipe (1513), describe las distintas formas de gobierno: “Todos  los  Estados,  todas  las  dominaciones que  han  ejercido  y  ejercen  soberanía  sobre  los hombres, han sido y son repúblicas o principados”. Pero ahora…

Cristo Rey, Rey de reyes; si volvemos la vista a las raíces de Unión Europea, algo no está encajando. Y debería. Que al final, todos calvos.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 29 de noviembre de 2019).

29/11/2019 01:06 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Mujer maga

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Foto: Cartel Olifante XL años de poesía

Hace poco leía: “Esta semana observando los disfraces de Halloween, he recordado a las brujas, esos fantásticos seres que existieron y existen dentro y fuera de los cuentos. La mayoría fueron mujeres, curanderas y parteras” (Begoña Ruiz Hernández, Diario de Ávila). Y al poco, me encontraba con la referencia a las brujas de Trasmoz, ese pequeño pueblo a las faldas del Moncayo, junto al monasterio de Veruela y a Litago, el otro “sancta sanctorum” de la poesía aragonesa y desde Aragón.

Bruja, hada, meiga, mujeres protectoras de la vida. El pasado 12 de noviembre homenajeábamos a Trinidad Ruiz Marcellán en “Olifante XL años de poesía”. La belleza y la magia hicieron acto de presencia, al igual que Ángel Guinda, Amaral o Carmen París, en la pantalla; Irene Vallejo con una carta preciosa, y todas las amigas y los amigos que la acompañamos. ¿Sería una premonición editorial la Colección Puyal, con poemarios como Sitiado en la orilla, de Manuel Pinillos?

“El debut no pudo ser más prometedor. Olifante empezó con un epistolario de Eugénio de Andrade y Luis Cernuda”, declaraba Trinidad recientemente. A partir de ahí, nuestros ya clásicos: Julio Antonio Gómez, Ildefonso-Manuel Gil, los Labordeta, Rosendo Tello; autores de otros lares, ignorados, como Mary O’Malley y Abdul Hadi Sadoun; nombres que suenan hoy, llámense José Verón Gormaz o Manuel Vilas; o la eterna apuesta por la mujer: Teresa Agustín, Olga Bernad, Lourdes Fajó, Estela Puyuelo, Carmen Aliaga. Y un puente entre milenios: YIN Poetas aragonesas 1960-2010.

El cuerno de Roldán convocaba a todos los cantores. Frecuentemente en clave femenina, sugerida o “in praesentia”. “Fue por magia cómo conocí a Trini, en los Festivales Internacionales de Poesía de Veruela”, reflexionaría Geraldine Hill, presentadora, junto al también periodista Miguel Mena. María José Hernández y las uvas dulces de José Antonio; Ángel Petisme, Gabriel Sopeña. Miguel Ángel Berna e Ingrid Magrinyá bailando la pasión por la poesía. La semblanza íntimo lírica de Antón Castro o la más anecdótica de Martínez Forega. Los recuerdos hilarantes de Óscar, el quesero, y el ágape interactivo musical: Paco Ibáñez y su poesía necesaria, como el pan compartido por el público.

Trinidad, Olifante, Ángel Guinda y Marcelo Reyes, extraña sinergia que trasciende los mitos y los tiempos.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 22 de noviembre de 2019).

22/11/2019 13:56 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Intelecto y política

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Autorretrato. Foto Heraldo

Don Justo Ramón iría casi andando a Barcelona a cursar medicina, fuerza de voluntad que transmitió a sus hijos. La exposición “Santiago Ramón y Cajal. 150 años en la Universidad de Zaragoza” hace reflexionar. ¿Cómo se forma un genio?

Influye la familia. ¿Y el carácter? De Petilla a Escolapios de Jaca o bachiller en Huesca, hasta llegar a Zaragoza, con 17 años, Santiago no sienta la cabeza. Marchar a Cuba de médico militar, su relación entre reverenciadora e impositiva con la esposa –siete vástagos, cinco supervivientes–, la escultura sedente del Paraninfo en lugar de mirando al microscopio, van marcando camino.

Persona minuciosa: su cuaderno, su mapa anatómico, sus muestras de cultivo. El trabajo y la suerte le sonrieron: Hijo Ilustre y Predilecto de Zaragoza, el Premio Internacional (Moscú) le abre puertas. Nobel en Fisiología y Medicina en 1906, junto a Camillo Golgi, por su descubrimiento de las neuronas.

¿Amigo de sus amigos? Cabeza de la Generación de Sabios (por 1880); intelectuales como Marañón, Ortega y Gasset o Joaquín Costa. Y su escuela: eminentes científicos, entre ellos su hermano Pedro, y dos mujeres, Laura Forster y Manuela Serra.

Fotógrafo, dibujante, escritor, político. Los tónicos de la voluntad influiría en Laín Entralgo o Rafael Yuste, hoy investigador en EE. UU. Director del Laboratorio de Investigaciones Biológicas; Senador en Cortes por la Universidad Central de Madrid y Senador vitalicio del Reino; como presidente de la JAE (Junta de Ampliación de Estudios), pagó de su bolsillo la estancia del hijo en el extranjero. Rechazó ser ministro de Salud e Instrucción Pública por su dedicación.

Alfonso XIII asiste a sus inauguraciones; la II República edita billetes y sellos con su efigie; en 1952 se otorga el Marquesado Ramón y Cajal a sus herederos. Su entierro en octubre de 1934, en plena crisis asturiano catalana, reunió a personalidades como Negrín, Ortega o José Antonio, después divididas por la guerra.

“Se ha dicho hartas veces que el problema de España es un problema de cultura. Urge (…) cultivar intensamente los yermos de nuestra tierra y de nuestro cerebro, salvando para la prosperidad y enaltecimiento patrios todos los ríos que se pierden en el mar y todos los talentos que se pierden en la ignorancia”. A políticos y personas de su talla votaré este domingo.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 8 de noviembre de 2019).

08/11/2019 12:46 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Bien aventurados

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Foto www.coindesk.com

“Si algo tiene que salir mal, saldrá mal”. Hoy contradecimos a priori la célebre Ley de Murphy, y es que todo va a salirnos a pedir de boca. Para muestra bastan tres botones.

Hay por ahí cierto enlace y correo electrónico, de cuyo nombre prefiero no acordarme explícitamente, que nos prometen escribir un best-seller en no más de tres meses. El truco del almendruco está en el marketing y el saber vender. Y antes, en escribir como te fluye, sin pararte a pensar, poner una coma más o de menos ni corregir. Después, aprender a maquetar y ofertar tu producto en Kindie, epub, papel, Amazon y demás eslabones de la cadena comercial. Éxito asegurado.

Otro sitio en las redes nos enseña a leer lo más rápidamente posible. Dirigido a estudiantes, opositores, personas emprendedoras y todo aquel que persiga triunfar. Quien ha llegado lejos ha devorado libros; también las mujeres y hombres más poderosos, y los grandes políticos. La clave, leer muchos más signos por minuto. ¿Y el disfrute de la lectura personal?

Un famoso presentador televisivo nos descubría el negocio del siglo, la nueva cueva de Alibabá: una inversión en criptomonedas, o moneda digital, que nos haría a todos ricos en unos días. Burdo bulo al final.

Quemas y altercados en Cataluña, Francia, Ecuador, Chile, Bolivia, Hong Kong… ¿resuelven los conflictos? ¿Nos une más a los españoles trasladas la momia de un dictador 44 años fallecido? Dicen que viene una crisis económica en la gran mayoría de países, y que los robots asesinos los tenemos ya aquí. ¿Por eso tender a una ley del mínimo esfuerzo y del todo vale?

Parece que en el dividido Reino Unido los médicos van a recetar a sus pacientes arte y cultura en lugar de ansiolíticos. Está de perlas la idea. Pero no nos quedemos en los populismos ni en los “youtubers”, por más éxito que alcancen. Terra alta y Alegría, de Javier Cercas y nuestro paisano Manuel Vilas –ganador y finalista del Planeta–, nos han sorprendido gratamente a todos. Un ex delincuente que se transforma en mosso y se juega la vida contra el yihadismo, o un triunfador de avanzada edad que se enfrenta a sus demonios interiores y a sus múltiples pérdidas, no están a la última de la última. Pero perduran.

Como el inspirado retrato a nuestro Arzobispo, “pastor, guía y padre”, de Isabel Guerra. ¿Dónde está hoy la santidad?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 1 de noviembre de 2019).

01/11/2019 17:44 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Del sepia a los colores

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Foto Biblioteca Virtual de Defensa

Ayer vivíamos una jornada histórica. Aquella noche hacía mucho frío. Estábamos mi madre, mi hermano mayor, creo que con algo de asma, el pequeño, con apenas dos meses en su cunita, mi padre –que no había salido en el coche correo– y esta preadolescente que ahora escribe. Hace cuarenta y cuatro años.

En la televisión en blanco y negro apareció el presidente Arias Navarro: “Españoles: Franco, ha muerto”. Yo hubiera podido ser una niña mayor de la “generación de la semana de vacaciones”. Pero no iba al colegio, eran tiempos difíciles.

Mi madre no lo pasó muy bien cuando nacieron mis hermanos. Pero sí algo mejor que cuando yo vine al mundo, fruto del descuido de los médicos, que me provocaría una parálisis cerebral infantil. ¿Consecuencia del retraso también en Sanidad? No teníamos Seguro, y la rehabilitación había que pagarla del bolsillo. Mis padres eran unos sencillos inmigrantes, como tantos.

¿Quién por entonces disponía de ascensor o calefacción? ¡Y yo sin enterarme! Hasta uno o dos años después, cuando se inauguró el aula colectiva de Auxilia en la calle Delicias, en uno de los locales de la parroquia Madre de Dios de Begoña. Próximas ya las primeras elecciones democráticas, en junio del 77, y el referéndum que impulsaría nuestra Constitución del 78, el ambiente de la calle hervía. Simón, uno de los siete compañeros que estudiábamos juntos, disfrutaba entonando la Internacional; o dibujando en los folios a cuadros la hoz y el martillo.

¿Seguía coleando el retraso? Simón y otros dos compañeros murieron a los dieciocho y veintiuno, víctimas de una atrofia muscular no investigada todavía. Nos dio tiempo a sacarnos el Certificado de Estudios Primarios y el Graduado Escolar, y a mí el Bachillerato a Distancia; y a ampliar nuestro universo relacional en las colonias de verano.

De ahí a la inclusión en la parroquia, y luego en la Universidad. Y el despertar a todo, los ojos bien abiertos y el alma en vilo. Descubrí, por lo menos, dos maneras de entender y vivir la Iglesia y su mensaje. Que el sexo no era pecado. Y, a través de Rosendo Tello, la gran liberación que sintió la cultura, al leer sin temor a todos los autores. Descubrí tantas cosas…

Aunque nadie, sin apoyo externo, se erigirá en ángel o en demonio. Tampoco un dictador.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 25 de octubre de 2019).

25/10/2019 22:03 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

La otra España

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Foto Centro Soriano de Zaragoza

“Españolito que vienes / al mundo te guarde Dios: / una de las dos Españas / ha de helarte el corazón”. Estos versos de Antonio Machado, aun manteniendo su significado, no serían lo mismo. ¿Cuántas Españas hay?

Previa a nuestros Pilares, se hacía otra fiesta silenciosa en 4000 municipios de toda la geografía nacional. Zaragoza, Teruel y Huesca; las plazas de Aragón y España, la de la Misericordia o del Torico, el Casino oscense. Teruel Existe, Huesca Suena, ¡Soria Ya!… Las campanas de millares de iglesias repicaron por tantos otros pueblos abandonados.

42% en crecimiento rural, 10.000 habitantes más en un par de años, energías renovables, creación de puestos de trabajo en agroindustria… según Javier Lambán. Y sin embargo, autocares y vehículos de Atadi (Agrupación Turolense de Asociaciones de Discapacidad Intelectual) recorren casi 2000 kilómetros diarios para atender a sus usuarios.

Mejor infraestructura en carreteras, acceso a Internet, creatividad en cuanto al empleo y a la revitalización de pequeños rincones. Pescueza (Cáceres) se ha transformado en residencia de mayores; Quintanalara (Burgos) ha logrado una biblioteca de 16.000 volúmenes para sus 33 vecinos y todos los lectores que se quieran acercar; Covarrubias (Soria) vuelve a repoblarse con matrimonios jóvenes; otros optan por dar futuro a familias inmigrantes.

Velamazán es el segundo año que convoca su Certamen de Relato Breve, cultura, tradición, revitalización hacia el futuro. Y desde ahí se comprende mejor que el Centro Soriano, donde esta tarde leeremos poemas de Pájaros de silencio, invitase en la Ofrenda de Frutos a los Danzantes del Zarrón de Almazán, vecinos de Tajueco, Bayubas de Arriba, Aguilera, Berlanga, Fuente Tovar, Caracena, Valderueda, Almajano, Ágreda o las Móndidas de San Pedro de Manrique, Sarnago y Ventosa de San Pedro.

“Resistir en un entorno aislado y muy duro requiere de una psique muy bien plantada y de unos arrestos y una convicción poco comunes. No todo el mundo sirve” (Sergio del Molino). Pero existe otra España, la que se separa, no tanto olvidada como incomprendida. Porque si Cataluña, Valencia, Murcia, el País Vasco, Galicia o Andalucía, forman reinos o repúblicas independientes, ¿cuántas Españas hay?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridian", viernes 18 de octubre de 2019).

17/10/2019 23:30 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Pilar en zapatillas

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Cartel de las fiestas del Pilar. Foto www.soydezaragoza.es

Para algunos parecía no pintar bien. La noria no rozaría el cielo, no iba a haber muestra gastronómica en Echegaray ni Interpeñas a salir de sus locales. Pero la cabalgata, con el Maño Menguante, magia, inventos, el Tragachicos o los Gigantes y Cabezudos, con el fondo de medioambiente sano, entrante sabroso a la apoteosis pregonera de B Vocal, sería un excelente preludio.

Recordaba el grupo a los Infanticos, la lucha contra el cáncer, la bandera bicolor del Zaragoza o la paráfrasis de la letra de Queen: “Ahí está la Seo, ahí está el Pilar, y esta Zaragoza es difícil de olvidar”. ¿Y a qué zaragozano y aragonés, catalán o andaluz no emociona el Canto a la libertad de Labordeta? Porque la esencia queda, al igual que vuelven las jotas a la fuente de la Hispanidad, o perduran la Ofrenda de Flores y de Frutos y el Rosario de Cristal.

Aun con todo, no nos engañemos. Las cosas no son lo que parecen ni lo que fueron cuando éramos pequeños, pese a la crisis psicosocial-existencial, como tan bien los oregoneses en su escenificación del teatro Principal. ¿O es el paso del tiempo? Preguntémosle a Concha Velasco o a su personaje, Lucrecia Conti, una diva rediviva durante este mes en el teatro de las Esquinas. Pero no nos muramos de la risa y nos quedemos fiambres, que aún están Arbolé, el humor en el Mercado, el Circo Italiano y tantos otros espectáculos callejeros y por barrios.

Y en cuanto a la música, para todos los gustos y a cuál más económica. Desde la gratuita en la plaza del Pilar –los Secretos, Amaral, Lola Índigo, La Ronda de Boltaña…–, a los ritmos diversos en la del Justicia o los autóctonos en la Carpa Aragón. En el Auditorio, laúd, piano, violín, la tecno rumba de Camela y la súper Antología de la Zarzuela, con Montserrat Martí Caballé, Nacho de Río o Beatriz Gimeno. Sin faltar el humor. En nuestros años chicos y mozuelos no había tanto colorido ni diversidad.

Chiringuitos, atracciones en plazas, deporte en la calle, fuegos artificiales, las vaquillas… O simplemente pasear, aunque en silla y con tanta gente haya que ir sorteando los talones. No en vano, nuestras fiestas a la Pilarica son ya de Interés Turístico Internacional.

¿Pilar en zapatillas? Quizá algo más modesto, y abierto como siempre al visitante. Diverso, pluriforme, intercultural. Y falta lo mejor. ¡Que no nos quiten lo bailao!

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 11 de octubre de 2019).

10/10/2019 22:46 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Todos somos ellas

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Dana Leonte. Foto https://elpais.com

En poco más de quince días, ¿6, 7, 8, 9 víctimas asesinadas? Está bien la expresión, porque además de ser víctimas las matan, dejando a hijos huérfanos, heridos de por vida o, en el peor de los casos, muertos también por toda una eternidad.

Se suicidó tras herir brutalmente con arma blanca a su pareja; mató asimismo a la madre y la hermana de la víctima; deja morir a su mujer mientras graba cómo le baja el azúcar; encuentras los dos cuerpos en la casa donde ella trabajaba; hallan los restos de la chica, desaparecida hace meses. Viladecans, Mallorca, Pontevedra; Puerto Olímpico de Barcelona, Torrero, Las Palmas de Gran Canaria… La geografía física y humana es variopinta, atroz, salvaje.

Tras dar con los huesos de Dana –¡terrible!--, la joven de Rumanía que buscaba buscarse un futuro en Vélez Málaga, hallan a otra chica de Cornellá de Llobregat muerta a manos de su ex novio en el sur de Inglaterra. Esto antes no pasaba; bueno, ha sucedido siempre, pero no lo sabíamos.

Aunque no. La mujer se debía a su marido, a la crianza de los hijos –hablo de los ambientes más míseros y retrógrados–; puede que no dispusiera de dinero más que para comprar el pan y las judías. Sufrir, parir, callar. Algunas no podían más y se veían lanzadas a lo inevitable. Pero no las mataban, no era lo habitual.

Nos ha costado siglos. El sufragio y el voto, un trabajo más cercano a lo digno, la supuesta igualdad. Y ahora que parecíamos tenerlo… La globalización y la mezcla de culturas sin duda han ayudado mucho, y confundido en parte.

¿Cuándo habíamos oído de ablación genital? Un tema muy distinto, que también raya la vejación femenina más cruel. Los móviles y el whatsapp son de hace cuatro días. ¿No influirán también en que la relación sea más instantánea? ¿Con menos tiempo para el aguante mutuo? Por lo que me han contado, nuestros abuelos no controlaban dónde iban las abuelas, como algunos jóvenes de ahora. ¿Hay más urgencia para el sexo?

Claro, que no va solo contra nosotras. Aparecen en ríos bebés y adolescentes, cajas sorpresa con juguetes eróticos, que luego no son tales, o citas a ciegas que conducen a un viaje sin retorno. ¿Será contagio, como dicen que a veces pasa con el suicidio?

“Ha tenido numerosos trabajos de hostelería, pero siempre quiso ser su propia jefa”. Van ya 47 en lo que va de año. ¿Cuántos huérfanos más?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 4 de octubre de 2019).

04/10/2019 12:13 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Mal de gota

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Ontinyent. Foto EFE

Pasó días atrás, pero las consecuencias permanecen. Un verdadero cementerio acuático de automóviles; cientos de miles de hectáreas anegadas que se disparan por los aires y suben día a día; 25.000 personas afectadas, que se dice pronto, muchas de repente sin hogar. Cuentan que fueron siete de momento los fallecidos, en su propio coche o cruzando la calle. Valencia, Alicante, Murcia, Almería, todo el este peninsular; especialmente castigados Los Alcázares, Orihuela u Ontinyent. ¿Y ese niño salvado en un balde de barro como un nuevo Moisés?

A mi familia en Sagunto no le tocó. Cádiz, Córdoba, Jaén, Málaga y Sevilla. En días posteriores la DANA se extendió al centro: Ciudad Real, Toledo, Madrid, Cuenca, Guadalajara… Entre Arganda del Rey y La Poveda se paralizó el metro; y allí Editorial Verbum, que me publicaría Pájaros de silencio, también damnificada por la tromba.

Y hablando de literatura, cuenta la tradición cómo en el Palacio del Marqués de Velamazán, en un estrecho habitáculo destinado a los condenados, se infringía en la Edad Media y aun después el terrible castigo de la gota de agua sobre el cráneo. Más conocida como gota china, su origen se debió al médico y abogado italiano Hippolytus de Marsiliis allá por el siglo XV. Nada que ver con la gota fría, como de lo atmosférico a lo social, pero ambas devastadoras.

Una tercera acepción de la palabra entraría en el ámbito de la salud: “Enfermedad causada por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones de las extremidades, en las que produce hinchazón muy dolorosa” (según el DRAE). Es el caso de Carlos I de España, quien tras las abdicaciones de Bruselas (1555-56) llegaría a Laredo, el castillo de Oropesa o el monasterio de Yuste, donde reposar y curarse de tamaña dolencia. Y de la reina Ana de Gran Bretaña (siglo XVIII), última de los Estuardo, cuyas maquinaciones políticas y afectivas inspiraron la película “La favorita”.

Si no resultase superficial y de mal gusto, podríamos preguntarnos de cuál de las tres gotas sufren nuestros políticos. Lo peor, no es una depresión aislada en sus altos aires de señores ansiosos de poder. Ni un bajón repentino de aire frío en sus mentes calenturientas. ¿Mirarán por las víctimas? “Está el agua que trina de tan fría / en la pila y la alberca / donde aprendí a nadar” (Miguel Hernández).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 27 de septiembre de 2019).

27/09/2019 11:48 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Chuletas

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Foto revista Lavel

“Ha sido la primera vez que he venido a esta casa con chuleta”. Presentaba mi primer poemario en el Aula Magna de Filosofía. Aurora Egido, Rosendo Tello, Javier Delgado –a quien despedíamos el otro día–, y demás asistentes se rieron. Obviamente, jugaba con la doble acepción de “apunte que se lleva oculto para copiar en los exámenes” y “nota o conjunto de notas que utiliza quien habla en público para recordar algunos puntos de su exposición”, según el Diccionario de la lengua española de la RAE.

La intertextualidad entre distintos autores aporta riqueza y mayor comprensión. Otra cosa es extrapolar una cita clásica a nuestros días, o, el peor pecado de la era digital, copiar y pegar. Título de un libro en cursiva; una parte del mismo o un artículo, entrecomillado. Se usan comillas “para enmarcar la reproducción de citas textuales”.

Nos lo recalcaban machaconamente en la Facultad; y en los cursos de teletrabajo o diseño de páginas web: palabras de otro, siempre entrecomillar, y explicitar el nombre de su autor o autora. A nadie se nos ocurría poner en el curriculum académico un título o un máster que no hubiésemos logrado con esfuerzo –minoritarios los segundo–. Es más, a algunos se nos repetía la pesadilla de tener pendiente una asignatura, pese a haber terminado la carrera.

Me da igual la inclinación política o ideológica, si es presidente del Gobierno, del Senado o papa. Hay actitudes que deberían estar penadas como delito intelectual: “presentar el trabajo ajeno como propio, incluir frases de otros autores sin citarlos, no usar las comillas en las citas literales, dar información incorrecta sobre la verdadera fuente de una cita, parafrasear a un autor sin citarlo, parafrasear de forma abusiva aunque se mencione la fuente y el autoplagio, presentar un trabajo propio ya publicado como si fuera nuevo” (Javier Chicote, ABC).

Y volvemos al Diccionario de la RAE: plagio, del latín tardío plagium, ’acción de robar esclavos’, ’acción de comprar o vender como esclavos a personas libres’. Y plagiar, ‘robar cosas ajenas’. ¿Pactos, coalición de prueba o nuevas elecciones? Solo sé que a principio de curso dan muy mal ejemplo; a no ser que los jóvenes quieran matricularse en la carrera de chulo, ‘que habla y obra con chulería’; o de chuleta, diminutivo despectivo de chulo, ‘presumido’. ¡Así vamos tirando!

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 20 de septiembre 2019).

Turismo accesible

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Foto Jesús Alba Enatarriaga

“El Turismo Accesible o Turismo para Todos no se limita a la eliminación de barreras físicas, sensoriales o de la comunicación, sino que tiene por finalidad lograr que los entornos, productos y servicios turísticos puedan ser disfrutados en igualdad de condiciones por cualquier persona con o sin discapacidad” (Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física).

Cada vez más organismos y asociaciones nos van dando noticia de recursos y lugares al alcance de una silla, un bastón o una visión o movilidad reducidas. Prefiero mirar la cruz de la moneda y dar fe de mi yincana veraniega.

Entregábamos los premios del II Certamen de Relato Breve Villa de Velamazán. El Ayuntamiento del pequeño pueblecito soriano no dispone de ascensor, ni el salón de actos, como tampoco la hermosa casa rural sita en el palacio de los marqueses de González de Castejón. En estos casos, la tracción humana de los compañeros de camino suple solidariamente todo artilugio elevador.

Segunda escala del verano, el encantador San Sebastián. La magia de la playa de La Concha, el puerto o el Antiguo; los tres montes al fondo de Ondarreta, el Peine de los Vientos, las vistas desde Igueldo o Miramar. Una pena no poder acceder a la isla de Santa Clara, ni a los barcos que acercan a los turistas o el funicular; no tener forma humana de ir al baño en el parque de atracciones ni de ducharse en la alta bañera del hotel. Hasta a Woody Allen le subiría la ansiedad. ¿Será accesible el metro?

De jóvenes, mis amigos y yo podríamos subir en góndola en Venecia, extasiarnos en Florencia con Santa María del Fiore o la Galería Uffizi; visitar en Roma el Moisés o la Piedad, las Termas de Caracalla –días antes del concierto de los tres tenores–, Castellgandolfo o San Pablo Extramuros, u hospedarnos en la casa de San Camilo del siglo XVI. Ahora, con la peregrinación de la parroquia, lo recordaba.

El ocio es un derecho recogido en la legislación española y universal. Los Estados Partes se comprometen a “Asegurar que las personas con discapacidad tengan  acceso  a  los  servicios  de  quienes  participan  en  la  organización  de  actividades  recreativas,  turísticas,  de  esparcimiento y deportivas” (“Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, art. 30.e). ¿Para cuándo una ley que regule el sentido común?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 13 de septiembre de 2019).

12/09/2019 23:44 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Blanca

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Foto Maiter Fernándes / Archivo Heraldo

Conozco a varias Blancas, pero ninguna otra medallista olímpica ni pionera en deportes de invierno. Todos los que tenemos una edad recordamos a Paquito Fernández Ochoa, que en el 72 se llevaba la medalla de oro en los Juegos de Sapporo (Japón). Ocho años después, coincidía con Blanca en el Lake Placid (EE. UU.). Sarajevo’84 (Bosnia-Herzegovina), Calgary’88 (Canadá) y, tras la caída en estos últimos, la medalla de bronce en Albertville’92 (Francia).

Desde el pasado sábado nos mantuvo en vilo a cientos de voluntarios y trabajadores del bien común, a millones de españoles e inmigrantes (que ahora cabemos todos en solidario espíritu deportivo). Más allá de nuestras fronteras saltó también la alarma. ¿Solo una porción de queso en el híper? ¿Adónde se dirigía? ¿Qué pensamientos cruzaban por su mente? ¿Pasaba una etapa depre en su vida? Y si alguien la siguió…

El móvil dejado en el coche, 15 euros, unas sencillas chanclas. Ni tan siquiera un saco de dormir. ¿Pensaba regresar pronto? ¿Comentó algo a alguno de los miembros de su numerosa familia? Como todos nosotros en alguna ocasión, de vez en cuando, quiso perderse en un punto querido de la sierra, cercano a Cercedilla. Ahora iría en serio.

Las respuestas se las llevarían las cenizas, la sepultura, el viento. Solo una pregunta más como simples mortales. Si todos somos ríos que van a dar a la mar, o al aire fresco de la sierra, ¿nos trata igual la muerte? Hay muchos que se pierden en el monte, demasiadas mujeres desaparecidas. ¿Y por qué un guardia no en activo con su perro fiel? El misterio es parte del día a día.

Federighi, el cuñado de Blanca, declaraba a los medios: “Esperamos con el último corazoncito que no sea. Nos agarramos a ese clavito”. La esperanza es lo último que se pierde.

Gigante de Vail’85 (EE. UU.), tres pruebas de eslalon Sestriere’88 (Italia), Morzine’91 (Francia) y Lech’92 (Austria). Premio Reina Sofía a la mejor deportista española (1983-1988), Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo; veinte podios en total. Los Fernández Ochoa, una saga de sanos hermanos deportistas –cinco de los siete, olímpicos–, más los hijos de Blanca, Olivia y David, dedicados al rugby. Se marchaba en el pico de la Peñota, uno de sus lugares favoritos, tras besar la estatua de Paco. ¿Se puede pedir más? Quizá, la vida.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 6 de septiembre de 2019).

06/09/2019 12:55 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

El final del verano

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Foto Jesús Alba

Julia, Chanquete y los chicos de Verano azul nos acompañaron a toda una generación, con aquel estribillo del Dúo Dinámico: “El final del verano  llegó, y tú partirás. / Yo no sé hasta cuándo este amor recordarás”. ¡Anda que no ha cambiado todo ni nada!

Los veranos son más rojizos y de ceniza, ¿cómo los plasmaría la pintora? Y hasta los peces comen plásticos. La pandilla se comunicaría hoy por whatsapp, aun a la orilla del mar; el destino podría ser Salou, en lugar de Nerja, tras la prueba de Evau, y los chavales mucho más independientes de los padres –afectivamente, que no en lo económico–.

Los papás de Desi llamaban la atención por haberse separado. Hoy las familias monoparentales, habidas de diferentes matrimonios o de dos padres o madres, son admitidas socialmente. ¿La primera menstruación de Bea? Los temas sexuales entre adolescentes y menores están yendo, por desgracia, bastante más allá. ¿La construcción de apartamentos en el barco del viejo marinero? La burbuja inmobiliaria ha ido y ha venido, pero si algo ha cambiado en las últimas décadas es la especulación, la corruptela y el ansia de poder.

Formas, tecnología y contenidos han podido modificarse, pero habrá temas eternos, como el enamoramiento y el amor, la relación entre padres e hijos o la muerte. ¿Quién no lloramos en febrero del 82 con la pérdida de Chanquete? “Algo se muere en el alma / cuando un amigo se va…”, en letra original de Manuel Garrido, e interpretada luego por Los del Río y tantos otros.

Somos de muchos más colores y culturas, aunque la esencia humana permanece. Como en la película “El peral salvaje”, del turco Nuri Bilge Ceylan: reflexiones en torno al deseo de ser escritor, el papel de la mujer, la pobreza, la guerra, las diferentes formas de entender una misma religión, la vejez o la lucha por la vida. Cuando en cada reposición contemplo a Quique, Javi, Pancho, Bea, Desi y los peques de la panda, ¡cómo veo reflejados a mis sobrinos!

Puede que más turístico, pero Nerja continúa azul, con La Dorada y sus escenarios naturales. Como San Sebastián, donde tuve la suerte de volver esta semana: el monte Igueldo, el Turull, la isla de Santa Clara, el Antiguo, Ondarreta o La Concha. “Pero sé que en mis brazos yo te tuve ayer. / Eso sí que nunca, nunca yo olvidaré”. El verano interior no tiene final.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 30 de agosto de 2019).

30/08/2019 23:17 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

San Roque

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Foto www.wikipedia.org

Nuestra Señora de Begoña en Bilbao, Virgen de la Paloma en Madrid, Virgen de la Candelaria en Tenerife o de los Reyes en Sevilla. Ayer 15 de agosto se celebraban en muchos pueblos de España, Aragón y Castilla, diferentes advocaciones de la Asunción de María. Hoy 16 es San Roque, patrono de la peste, protector de los peregrinos, enfermeros o cirujanos. Entre otros, Santiago de Compostela, Navarrete (La Rioja), Calatayud o lugares sorianos como Navaleno y Velamazán, por librar a sus habitantes de la terrible.

Y aquí entro en escena, junto a mi entrañado tronco familiar, generación tras generación. Se me pierde la memoria en el limbo de la primera infancia cuando mis padres me llevaron a las fiestas del pueblo. Dicen que con un añito me montaron en el trillo con la tía María, y con meses me pusieron en un altarcillo de los que colocaban para el Corpus con los recién nacidos, emulando a Jesús.

No conocí a los gaiteros, que animaban con sus gaitas el baile de la plaza. Sí al señor confitero y su señora, que nos traían pipas, caramelos, chicles, trompetas, gafas de juguete, cámaras de fotos y otras golosinas –no se llamaban chuches. Los ejes centrales, la misa y procesión de la Virgen de la Dehesa y de San Roque–; y la Luminaria u hoguera la noche del 15, que se remonta a los ritos paganos de festejo y agradecimiento por la cosecha.

La Virgen de la Dehesa, con elegante manto negro sobre su figura austera de mujer velamantina; y San Roque, bordón, sombrero y capa, junto al perrillo con la hogaza en su boca, y la llaga en la rodilla. La emblemática y los símbolos se repiten. Algún siglo después, Juan de Dios y Camilo de Lellis, también la pierna herida, también patronos hospitalarios.

La iglesia del Refugio y de la Santa Cruz se debió a los donativos de una rica devota, allá por el XVII, que pidió a San Roque la sanación de su familia. Y es la reunión entrañable de abuelos, padres, hijos, nietos, hermanos, tíos primos, otra de las claves de la fiesta.

Hemos cambiado. La Santísima Trinidad se pasó al 17 –la España vaciada no permitía celebrarla en junio. Los gaiteros se ha sustituido por la disco-móvil, o por grupos de músicos itinerantes que muchas veces van de Zaragoza. Los peques han caído en la fiebre del móvil. Pero la esencia continúa. Y, milagro, tan diversos en miras e intereses, unos días al año somos todos pueblo.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 16 de agosto de 2019).

Agostados

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Foto Aranzazu Nabarro / Heraldo

Agostar: “Dicho del excesivo calor: Secar o abrasar las plantas”. O también: “Consumir, debilitar, o destruir las cualidades físicas o morales de alguien”. Estas dos primeras acepciones del Diccionario de la lengua española de la RAE nos vienen como anillo al dedo. Y es que desde el pasado junio este veranito se las trae. Y no solo deseca o consume los seres vivos vegetales o inmensas extensiones forestales, sino también los sesos, como los del valeroso hidalgo Don Quijote de la Mancha.

No hay más que abrir la prensa o el kioscymas.com. Una nueva mujer asesinada; más accidentes en la carretera; un bebé cae al vacío desde una cuarta planta; incendios a tutiplén… Casi nos abrasanos vivos, los nervios están a la que saltan y el planeta huele a chamusquina. Atentado en la Universidad de Kabul; terremotos en Grecia; cambio de liderazgo que dejarán más huella que un meteorito; calores históricos en Nueva York. Irán juega a Los barquitos en el Golfo Pérsico con Estados Unidos, mientras Donald Trump se entretiene con jaulas de niños morenitos.

Y la epidemia, más de falta de juicio que de Ébola, llega a España. La semana pasada celebrábamos sesión de investidura, y el guirigay como esperábamos se desató. Que si usted solo quiere ocupar sillones a fuerza de extremos e independentistas. Que si a cambio de un ministerio yo le aseguro… una izquierda social, ecológica y feminista. Y en la bancada opuesta, PP y C’s contraatacan, obviando al partido verde. Y el  PSOE desviviéndose por los tonos y los mandos monocordes. No salió.

Agostar, en su tercera acepción: “Arar o cavar la tierra en el mes de agosto para limpiarla de malas hierbas”. Tampoco aquí estaban las aguas claras. Podemos no hacía tan buenas migas con el PSOE; CHA, IU, PAR, una combinación aleatoria harto compleja. Parece que ya sí ¿Comenzará agosto con buen pie?

Como última acepción: “Dicho del ganado: Pastar durante el tiempo de sequía en rastrojeras o en dehesas”. Y dos connotaciones: rebaño, y animal que consume pastos y evita incendios. Ante el calor, nada mejor que lugares fresquitos donde abunde el agua, los pastos naturales y la cultura popular, llámese Jaca o Pirineo. Y muy pronto a la Luna, donde disfrutaremos de lecciones digitales sobre el genoma humano, el Big Bang, el cambio climático o el antiguo juego del ajedrez. ¿Calentamiento visceral?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 2 de agosto de 2019).

02/08/2019 18:21 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

¿Infancia libre?

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Foto Libertad Digital / Agencias

Siempre he pensado que, para crecer felices, los niños han de tener una madre y un padre. Yo tuve dieciséis tatarabuelos, ocho bisabuelos, cuatro abuelos, un papá y una mamá. Descubrir eso a los peques de Infantil y Primaria les encanta, lo sé por mis sobrinos. Hasta el momento, mis padres, tíos y hermanos han permanecido juntos; y servidora lleva ya dos décadas de feliz relación. ¿Un oasis en mitad del desierto?

Soy consciente de que hoy todo es muy complejo: relaciones de una noche o veinticinco años, parejas de ida y vuelta, familias mono o biparentales. Dentro de todo ello, tendencias mixtilíneas, diversidad de hábitos, el “cacao maravillao”. Antes, la familia de tu chico o tu chica se incluía en el lote, ahora no siempre.

Y en caso de separación, por motivos mayores, ¿a quién quieren más los niños, a papá o a mamá? Tampoco es tan sencillo, y por eso que una jueza o un juez lo acabarán determinando; Y no siempre se cumple la sentencia. Muchas mujeres se han hartado ya, y han cambiado las tornas. ¿Una guerra de sexos? ¿O tomar la justicia por su mano?

Algo gordo nos pasa, para sacar los secretos de alcoba a la vía política. Los hechos son muy similares en la cuatro condenadas hasta la fecha: separación de la pareja, sustracción y ocultación del hijo, de la hija, acusación al ex de abusos al menor.

¿Estupefacientes? ¿Cóctel de alcohol con odio? ¿Sufrimiento íntimo insoportable? ¿Organización manipuladora? ¿Qué hay detrás?

“No está demostrado que yo me llevase a mi hijo y lo sustrajese para evitar que estuviera con su padre” (María Sevilla). También Patricia González y Ana María Bayo serían detenidas tras ocultar a las niñas de sus padres. “No sabía si mi hija estaba viva o muerta”, declara Mauro, ex pareja de Rosa de la Osa, a quien se le privó durante cinco años de la niña.

De una parte, quienes se sienten identificadas: “Somos cientos, quizá ya miles de madres y con nosotras miles de niñas y niños las que nos encontramos en situaciones parecidas a las que se han encontrado las mujeres de la asociación ‘Infancia Libre’”. De otra, la trama tapadera.

¿Qué pensar como mujer? Que los niños no mienten, solo los hijos de la noche no salen al pleno día. Y la verdad no tiene más que dos caminos, dos pilares sólidos, que son mamá y papá.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 19 de julio de 2019).

19/07/2019 12:13 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

El otro bastón

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Foto www.eldiario.es

Políticos los hubo y los habrá, con diversas tendencias y limitaciones. Los parapléjicos Francisco Vañó (PP), Juan Carlos Ramiro (PSOE), Teresa Perales (PAR), Pablo Soto (Ahora Madrid); el socialista Chuso Rago, alcalde de Monrepós i Mirambell (Valencia) y tetrapléjico desde los 15 años; ciudadanos afectados de AME (atrofia medular espinal), como Pablo Echenique o Virginia Felipe, diputada de Podemos por Castilla-La Mancha; Ángela Bachiller, edil popular de Valladolid con síndrome de Down; el periodista Raúl Gay…

En la presente legislatura estrenamos alcaldesa con parálisis cerebral. Carolina Alonso Fernández es la primera mujer con el bastón de mando en el pueblo, Villamuelas (comarca de la Mesa de Ocaña, Toledo). “La parálisis cerebral es únicamente una limitación física, no te impide pensar ni tomar decisiones”. ¿Por qué ha llamado tanto la atención en los medios?

No estamos habituados. Seguimos identificando la PCI (parálisis cerebral infantil) con niños que precisan del apoyo de sus padres para todo, que no pueden andar o incluso hablar. No sirve generalizar. “Los tipos de PCI vienen determinados por el patrón de afectación y la intensidad de los síntomas que determinarán el impacto funcional de la lesión y la autonomía de la persona” (María José Mas Salguero, neuropediatra).

Carolina no podía caminar de pequeña, y ahora usa tacones y una cabeza muy bien amueblada. He conocido a compañeros paralíticos que han subido el Atlas, madres como estrella, administrativas, profesoras de Universidad como Eva Gil, pioneras, rompedoras de clichés. De los más recientes, Álex Roca, que con un 76% de discapacidad ha superado la Garmin Titan Desert 2019, la prueba ciclista más dura del desierto.

¿Alguien piensa que somos diversos intelectuales por nuestra lengua oscura? Y aun así. “Dar funcionalidad a la residencia de mayores, remodelar nuestra plaza mayor y crear una Oficina de Atención al Ciudadano, donde, personalmente, atenderé las propuestas de mis vecinos”. No es cuestión de color ni paridad.

“Dar visibilidad a las personas con discapacidad en la sociedad, y nada mejor que hacerlo desde un cargo público”. Licenciada en Ciencias Políticas, Máster en Recursos Humanos, afiliada a Nuevas Generaciones del PP desde estudiante. ¡Enhorabuena, Carolina! Tú sí puedes.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 5 de julio de 2019).

05/07/2019 12:06 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Chicho Ibáñez Serrador

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Foto Efe Madrid

Tendría 4 años, aquel verano en Tarragona; la primera vez que asistía a un partido de tenis con mayores. Mis obsesiones, cortarme las uñas e “Historias para no dormir”. Menos mal que los peques, los hijos de la patrona y yo, nos íbamos pronto a la cama.

“Mañana puede ser verdad”, “La historia de Saint Michel”, “Historia de la frivolidad” (no estábamos ni en la Transición intelectual), “El televisor” o “Mis terrores favoritos” no nos marcarían tanto, éramos muy niños. Habría que esperar a los 70 y el “Un dos tres… responda otra vez”; con las secretarias y sus enormes gafas, Don Cicuta y los Tacañones, su versión femenina y luego Ruperta. Ya nos reuníamos toda la familia frente a una pantalla que pasó del blanco y negro al color. Ya entendíamos el humor y las picardías. Kiko y Mayra, las mamás chicho… ¿Cuántos actores desfilarían ante nuestras pupilas asombradas y divertidas?

Sus películas, “La residencia” y “¿Quién puede matar a un niño?” (hoy por desgracia nos sorprende menos), pasaron desapercibidas. Lo mismo que el teatro, “Aprobado en castidad”, “El agujerito” y “El águila y la niebla”; o la labor de Chicho en Radio 80 y en la Ser. Si algo volvió a reunirnos en el salón, a mayores y jóvenes, y adolescentes a hurtadillas, sería “Hablemos de sexo”, en los 90 democráticos. Con Elena Ochoa. Para muchos sería el despertar.

Waku Waku o el amor por los animales, El semáforo o el aplauso del público… Los galardones llegan en su momento. Premio Nacional de Televisión, Premio Feroz de la prensa cinematográfica, Seminci de Valladolid, Premio Villa de Madrid y Lope de Vega, Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes, Maestro del Fantástico del festival Nocturna, Premios Ondas, Goya de Honor.

Acudía a recibirlos siempre que pudo. Se retiró a su casa de Somosaguas cuando lo vio imprescindible, a su silla de ruedas, su asistencia personal indispensable. Lo asumía con paz, acompañado y seducido por sus clásicos de siempre: de Edgar Allan Poe a Alfred Hichcook. La enfermedad con la que convivió de niño lo habituó a la soledad. “El teatro, siempre lo dijo, fue su escuela, y el ámbito en el que, poco a poco, descubrió que la dirección y la escritura le atraían más que la actuación”. Nos mantuvo vivas y despiertas a varias generaciones. Gracias, Chicho. Sigue velando por la creatividad nuestra de cada día.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 28 de junio de 2019).

28/06/2019 11:33 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Sexualidad diversa

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Foto www.medulardigital.com

“[los Estados Partes] Proporcionarán a las personas con discapacidad programas y atención de la salud gratuitos o a precios asequibles de la misma variedad y calidad que a las demás personas, incluso en el ámbito de la salud sexual y reproductiva” (Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, art. 25, a).

Hoy diversidad funcional, sexualidad y maternidad se complementan. Cuando Estrella Gil, licenciada en Biblioteconomía y con parálisis cerebral, publicaba Maternidad adaptada ironiza respecto al ginecólogo: “Cuando le comenté que quería ser madre, me especificó que hacía falta tener relaciones sexuales. ¿No me diga? Gracias por la información, así no tuve que esperar a la cigüeña”.

No fue mi caso. Una acusada anemia detectó un mioma uterino. Inyecciones de hierro y un fuerte tratamiento no hicieron remitir los flujos, y el Doctor Torrejón optó por una exploración con anestesia. Todo aconsejaba intervenir.

Me operaron domingo, dada la urgencia, en la festividad de San Juan de Dios –en su hospital había nacido–. Casi me voy de sangre, como la Hemorroísa. Todo saldría bien.

Tras la histerectomía, me planteaba: “¿Qué color tiene el alba cuando se pare a un hijo?”. No lo compartí con don Antonio; sí la alegría de tener pareja. “¡Si eso es lo más natural del mundo!”, me diría. Siguieron muchas revisiones, ginecológicas y mamarias. Primero, en el despacho biblioteca de su casa, con libros desde la pubertad y adolescencia, a las enfermedades de la mujer sobrevenidas con la edad; luego en las clínicas.

Su esposa Lina y él te compartían el estudio de los hijos, la llegada festiva de las nietas… Fuimos creciendo, física, personal y tecnológicamente –pese a que muchos mamógrafos aún no estén a la altura de una silla–. Especialista en Obstetricia y Ginecología, como su padre, por vocación.

“Aprobar protocolos y normas éticas para la mejor de las prácticas profesionales en la atención a la salud de las personas con discapacidad” (Ley de Derechos y Garantías de las Personas con Discapacidad en Aragón, art. 13, d). Lo visité hace dos meses. Don Antonio Torrejón Sánchez fallecía el 30 de mayo. Recogía HERALDO esta esquela: “Sus compañeros de la Asociación de Ginecología y Obstetricia de Aragón (AGOA). En reconocimiento a su trayectoria profesional y calidad humana”. Doy fe de ello.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Triibuna", "El Meridiano", viernes 21 de juniio de 2019).

21/06/2019 11:06 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Universitarios

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foto www.heraldo.es

Parece que fue ayer cuando hice mi Selectividad, antes de la reforma. Venía del Imbad (Instituto Nacional de Bachillerato a Distancia), con alguna tutoría en el instituto Goya –Literatura e Historia del Arte–, mis queridos Camilos y profesores de Auxilia. De ahí a examinarme en una sala del Interfacultades, la primera vez que lo hacía con mi máquina eléctrica, fue un salto mortal. Tenía buenas mallas, la familia y el entorno, y además no me iba a caer.

Creo que me tocó comentario de texto de un periódico, se me daba bien. Debí elegir un tema filosófico antes que histórico. El ejercicio de Latín sí lo recuerdo. Fueron dos días intensísimos, mucho calor. Los nervios, el terminar extenuada y la emoción se apoderaron de la memoria concreta de las cosas.

Y parece que ha sido hoy por la mañana cuando esperábamos a las puertas del paritorio a que naciese Juan, el mayor de mis cuatro sobrinos; cuando salió llorando deslumbradito por la luz; cuando a los seis meses me daba cada cubeta de color que le pedía; cuando lanzaba por el pasillo calculadamente rectos los coches de juguete; cuando se le encendieron los ojitos al saber que tenía ya un hermano; cuando aprendió a leer y jugábamos los tres al “Veo veo”… Los pasados 4, 5 y 6 se examinaba de Evau. Se nos ha hecho un hombre, responsable y ojalá que feliz.

Historia a la mañana; Lengua y Literatura e Inglés por la tarde; Matemáticas el segundo día; Dibujo el  tercero, optativo. Desde muy pequeñín le gustaba el dibujo, ¡qué cosas tiene el alma humana! Nada de relojes ni dispositivos móviles, boli negro y azul, las orejas bien limpias de cualquier supletorio. Y una, aquella “tía Pi, tía Pa, tía Po” que me llamaba Juan sonriéndose de muy niño, o la “ía-ía” que me decía mi tercer sobrino, jugando con el sonido de las letras, se va sintiendo anciana, cuando no antediluviana. Del tiempo de los iguanadóntidos al menos.

Los jóvenes de ahora se dividen por autonomías. ¿Matemáticas a la valenciana o el discurso de Pilar Raola? En positivo, tienen muchas más tablas, información, tecnologías para un futuro empleo más al alcance de la mano. “Yo creo que el carácter se forma con la dificultad, y creo que este es el gran error de hoy en día” (Toñi Nadal, tío de Rafa). Y tú, Juan, tienes carácter. Serás un ingeniero excelente. Disfrutadlo en Salou.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 14 de junio de 2019).

14/06/2019 13:58 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Carta al hijo

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Foto Europa Press / Efe

“Tomo esta decisión desde el gran cariño y orgullo de padre que por ti siento, con mi lealtad siempre”. Nada que ver con la misiva del escritor checo a su progenitor, sino todo lo contrario. Esta epístola, de un padre a su hijo, que se ha hecho pública y viral, se basa en el afecto y el respeto mutuo.

Según de qué lado venga el viento de la política, o dónde se vaya –como diría Fernando Arrabal en Fando y Lis–, emisor y receptor de la citada carta podrían ser más queridos o vilipendiados. Me vienen a la memoria las palabras de una amiga cuando el matrimonio de la infanta Elena: “También a los reyes les duele la barriga”. ¡Y qué verdad encierran!

Con 3 años recibiría el Toisón de Oro. A los 10, sería destinado por Franco y Don Juan a formarse en España, desde la vecina Portugal –atrás el accidente del hermano, a fuerza de estudio y compromiso–. Y muy pronto la Academia General Militar y Zaragoza y Aragón, para siempre en sus venas: visitas a la calle Alfonso y a la Pilarica, príncipes o reyes, con los niños; el gusto por nuestra gastronomía y las pistas de esquí, junto a las catalanas; y los momentos lúgubres, el atentado a la casa cuartel o la catástrofe de Biescas.

“Desde el año pasado, cuando celebré mi 80 cumpleaños, he venido madurando esta idea, que se reafirmó con motivo de la inolvidable conmemoración del 40 Aniversario de nuestra Constitución en las Cortes Generales”. Y es que un rey que se precie vale para duras y maduras, para un golpe de estado o las embestidas terroristas, y para hacer camino hacia la Transición y la acogida a todos los partidos. Muchos jóvenes estudiantes, superada la Evau, no llegan a comprenderlo; ni algún joven político.

“… el recuerdo de tantas personas que contribuyeron a hacer posible la Transición política y renovar mi sentimiento de permanente gratitud hacia el pueblo español”. Ahí sí estuvieron todos: los reyes, Juan Carlos y Felipe, la Casa Real y sus familias; “auctoritas” del cambio, y nosotros, todos los españoles.

“… ha llegado el momento de pasar una nueva página en mi vida”. Justo cuando el retoño de su retoño, la infanta Leonor, comienza a despegar y echar raíces, el abuelo le entrega el relevo. ¿Heredarán nuestros hijos y sobrinos, y los hijos de estos, una España en paz y democracia por unas cuantas décadas?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 7 de junio de 2019).

07/06/2019 10:41 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

La tortilla

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Foto J. L. V. / Heraldo

Cuando era pequeña, recuerdo un muñequito a cuerda que lanzaba la tortilla al aire y le daba una vuelta y otra. Lo solían hacer nuestras abuelas, para que quedase bien suculento el guiso. ¿Por qué me habrá venido esta imagen a raíz del juego de las urnas el pasado domingo?

Hace un mes, nuestra peculiar torta de huevo batido e ingredientes ibéricos parecía dorarse en tonos cálidos: rojo, naranja, violeta. Un buen alimento nunca se dora en frío, aunque podría añadírsele pimiento verde, junto a la sal y la cebolla; y hasta salsa con colorante azul.

El día 26 volvimos a darle la vuelta a la tortilla, teniendo todos la sartén del mango. Seguía presentando ese matiz entre tierra y ferroso, frente a un conjunto europeo azul marino –con sus reductos ultras y ecológicos–. Y los otros cocineros, que esto va por equipos, lanzan la masa al aire y surge la otra cara: celeste más naranja cítrico más verde primavera sí que suman.

Suben al escenario rostros cariacontecidos, como máscaras de tragedia griega, y bufones alegres celebrando la victoria renovada: “Ave, Caesar, morituri te salutant”. ¿Quién pactará con quién en el juego de tronos? “Todas las fuerzas tienen que reconsiderar sus estrategias”; “el nuestro ha sido el partido que más ha crecido en estos 30 días”; “quien quiera pactar con nosotros, que reniegue de las políticas del jefe”.

Populistas, escépticos, independentistas, adeptos a la república… Parece que en la polis del siglo XXI todo vale, hasta que el Constitucional y el sentido común dicten sentencia; y la tortilla podría aglutinar agregados y sabores muy diversos. Aquí en nuestra tierra, las combinaciones tienden al infinito: de gobernar en solitario a un pentapartito, valga la palabreja. ¿No pedimos pluralismo a las urnas-augures?

Hay quien voltea la masa de la pizza, por ver si está compacta. Pero no es lo mismo; ni la tortilla francesa, solo de huevo, inventada en el asedio de Cádiz (1810). La nuestra es más de pueblo. Como Moya, Castejón y Castillejo-Sierra (Cuenca); un matrimonio de Hombrados (Guadalajara), junto al castillo de Zafra; o los dos alcaldables de Velamazán (Soria). Una vez electos, deciden entre sí al alcalde. Allí las madres siguen dándole la vuelta a la tortilla, a la española: con patata y trocitos de jamón de Teruel, y morcilla y chorizo castellanos. Somos muy nuestros.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 31 de mayo de 2019).

31/05/2019 00:31 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

El escritor mimético

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Foto Heraldo / Efe

“Aquí me siento a salvo. Lejos la familia, los amigos, pero seguro. Solo se oyen los pájaros, es hasta bello. Y ahí abajo Saint Gervais les Bains”. Podrían ser reflexiones de Bruno Martí –nada que ver con el mítico escritor cubano, José Martí–. ¿Estaba escribiendo su obra maestra? ¿Intuía el final?

Siempre le había atraído la montaña, desde los primeros encargos en la organización, allá a sus veinte años. “Éramos jóvenes y llenos de pasión, lo reconozco. Un país libre, independiente. Todo se hacía poco por los nuestros”. Cinco décadas después, el autor rememora su vida. ¿Siente arrepentimiento? No puede confesarlo.

“Fábricas, empresarios, entidades bancarias, guardianes de seguridad, políticos del régimen… Una amenaza. Comienzo a marearme otra vez”. Hasta las alimañas tienen conciencia, pensaba en sus adentros.

Se metió en la cabaña y volvió a salir. Se sentó en el banco corrido construido de un tronco de roble, y escribió en el suelo con un palo. “Los niños y menores no entrarían. Pero mandaban ellos, que velaban por todos desde arriba”.

A Bruno le daba vueltas la cabeza. ¿Tendría fiebre? Volvió a meterse dentro. “Euskal Herría, Madrid, Cataluña, Zaragoza…”. Una explosión, descontrolada, enorme. ¿Cuándo fue? Se confundían las imágenes. Debió ser horrible, vacía su vida, sanguinolenta memoria. Se veía en América, en un escaño del Parlamento. Todo confuso. ¿Pero por qué nacionalidad venezolana? Debía de ir al hospital…

Mimetismo: “Propiedad que poseen algunos animales y plantas de asemejarse a otros seres de su entorno”, según la RAE. En el propio parking del centro médico había un kiosco de prensa. Veinticinco crímenes de lesa humanidad, guardias civiles, decenas de personas, incluidos niños; robos a mano armada, extorsiones a comerciantes; intentos frustrados de negociación. ¿Había sido él? José Antonio Urruticoechea Bengoechea, alias ‘Josu Ternera’. No se reconocía.

“De pronto lo descubrieron, uno más entre los encapuchados, la boca tapada con un pañuelo. Huy, Joxe Mari. ¿Qué hace ahí? (…) Y sí, eran piedras. Se las tiraban con todas sus fuerzas a los ertzainas” (Fernando Aramburu, Patria). Ángel, Rocío, las dos Silvias y las gemelas Miriam y Esther, desde el cielo, no lo perdonarán. Infancia robada –nada que ver con Infancia libre–.

Este domingo volvemos a votar. Reflexionemos.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribna", "El Meridiano", viernes 24 de mayo de 2019).

24/05/2019 00:15 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

¿Qué buscáis?

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Foto APP / www.elmundo.es

La sentencia latina de tradición cristiana, “Quo vadis?”, podemos actualizarla con este epígrafe. Me venía la idea a colación del reciente suicidio asistido de María José Carrasco, y de Vincent Lambert, ciudadano francés al que se cree le suspenderán este próximo lunes el alimento y la hidratación artificial que lo mantienen vivo.

Vincent sufriría en 2008 un accidente de tráfico que le causa grave traumatismo craneal y lo deja pentapléjico: tetrapléjico conectado a respirador y alimentación asistida. Pareja y cuidadores optaron por la Ley Leonetti, de 2005, sobre los derechos de los enfermos y el final de la vida. Los padres, de hondas convicciones religiosas, se opondrían por vía judicial y alargarían la vida de su hijo.

“El doctor Sánchez del Hospital Universitario de Reims acaba de anunciar a la familia de Vincent Lambert que dejará de recibir su tratamiento médico para la semana del 20 de mayo de 2019”, declara la familia. El 24 de abril el Consejo de Estado tomó la decisión, ante un supuesto cambio en las condiciones de Lambert.

Los padres apelan ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y al Comité Internacional de las Naciones Unidas para la Protección de los Derechos de las Personas con Discapacidad (CIDPH). El primero se lava las manos. “No hay una emergencia médica para detener la dieta y la hidratación ni justificación para una violación tan flagrante del derecho internacional”, dictaminó el segundo.

En los Países Bajos, es ley «de terminación de la vida» (2002); en Bélgica, «ley de eutanasia» (2002); en Oregón, «ley de muerte con dignidad» (1998); en Canadá, «ley de ayuda médica para morir» (2016). “La cuestión de fondo (en España) es un problema de política legislativa. La pretensión de algunos es la derogación de los tipos penales conocidos como cooperación al suicidio y homicidio-suicidio, lo que significaría la permisión de la eutanasia, al menos, cuando mediare consentimiento de la víctima” (Ciencia | Cultura | Vida Asociación de Investigadores y Profesionales por la Vida, CÍVICa).

En enero de 2012, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa prohibió la eutanasia en 47 países. ¿Qué buscamos? Los cuidadores familiares, los altos dependientes, los políticos. Si recordamos la sentencia clásica: “Quo vadis, Domine?”. “A morir impúdicamente en la cama de tantos enfermos”, podría respondernos Jesucristo.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 17 de mayo de 2019).

17/05/2019 13:25 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

La sangre altera

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Foto Ppolicía Zaragoza

Tiene que ser la primavera adulterada. ¿Por los plásticos? ¿Por las calefacciones, todavía encendidas? ¿O son alergias, que afectan a las mentes igual que el sarampión? La violencia machista se eleva a la enésima potencia: la mujer de Parla, tres o cuatro días muerta a manos de su pareja magrebí, a la que ocultaba en la casa; en la Salamanca de Martín Gaite, un preso de permiso apuñala a su expareja; y en Miralbueno, un conductor de autobús quien salva a una joven de ser degollada con un cúter.

¿Y cómo definir la violencia de padres hacia hijos? A la pequeña ingresada en la UCI por presunta paliza de sus progenitores le han salvado la vida, pero no de las lesiones cerebrales que cambiarán por siempre su destino. ¿Es algún nuevo herpes el que hace que los más pequeños muestren su intimidad a través de las redes? ¿Mímesis de los adultos? Ellos no son conscientes, como la adolescente acosada por un hombre maduro a quien conoció por Instagram.

¿Solo el clima cambiante el causante de reacciones tan adversas? Acusado de agredir sexualmente a una joven borracha, pero que sabía lo que hacía. Se acuchilla a indigentes y se agrede a ancianos, a los que se les atropella con el patinete. Se mata a machetazos, y a un menor se le ataca con ácido tras una máscara lúgubre. ¿Qué virus se inocula en el polen?

Alguna mutación genética ha tenido que haber, en el tiempo meteorológico y en las conciencias, para que ahora se vea con mal pie la entrega de una madre, o de un padre a sus hijos, en el “spot” publicitario de unos grandes almacenes. Para que una Primera Comunión ascienda a 2200 euros, entre traje, restaurante, regalos y fotografías, y olvidemos la guinda del pastel, que es el Cuerpo de Cristo. O cuando una persona anciana o de mediana edad permanece semanas, meses, años muerta en su casa, hasta que lleguen los okupas.

Está fenomenal la nueva Ordenanza Municipal de protección al más fiel compañero de la mujer y el hombre, según el célebre cuadro de Jan van Eyck. Que en Zaragoza se rescate a un corzo malherido, se busque al dueño de un canario, y en Huesca se le ayude a una perrita extraviada. Incentiva la ternura infantil. Se ha hecho viral la asistencia de la niña china Jiajia, de seis años, a su padre parapléjico. ¿Y si la primavera también viene de oriente? Al menos, Natalia está con vida.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Mericiano", viernes 10 de mayo de 2019).

09/05/2019 23:58 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Alianzas

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Foto Enrique Cidoncha / Heraldo

Según el Diccionario de la lengua española de la RAE, alianza denota: “Acción de aliarse. Pacto, convenio o tratado en que se recogen los términos en que se alían dos o más partes”. Y en nuestra vieja, y ahora más que nunca envejecida, piel de toro, lo tenemos claro. ¿Continuará el dueño del colchón en su oronda cama matrimonial de la Moncloa? Tendría que ser aliándose. ¿Con las candidatas unidas de morado? ¿Con los de los lazos amarillos? ¿Con el equipo naranja? La cuestión, que aquí a cada uno le gusta dormir a pierna suelta.

Cuando escribí estas primeras líneas, los dioses y las urnas no habían dictaminado, y era arduo vaticinar, cuando cambian con tal facilidad el color de chaqueta. Otras acepciones de alianza: “Conexión o parentesco contraído por casamiento. Matrimonio. Anillo matrimonial o de esponsales”. Acaso los defensores a ultranza de la vida, los contras, desde el centro, de aborto y eutanasia, quienes se dicen apoyo de la diversidad de las familias, llegasen a un matrimonio de conveniencia.

En diversos países latinoamericanos, según el Diccionario de americanismos de la RAE, utilizan una palabra contundente, argolla: “Anillo de compromiso o de matrimonio”. Aquí era el “aro grueso, generalmente de hierro, que, afirmado debidamente, sirve de amarre o asidero”. Se ha puesto de moda, por eso del compromiso rural que contrajeron todos los candidatos. Y también en América: “Conjunto de personas que monopolizan el gobierno, las decisiones o el dominio en una institución, empresa o en cualquier otro tipo de agrupación”.

Los dioses y las papeletas, como modernos augurios que tenemos como democráticos, decidieron. Pero siguen ocultas al entendimiento las nuevas alianzas que dirigirán nuestro futuro y el de nuestros hijos. El rojo y el naranja son colores cálidos en principio, cercanos a la tierra y a su gente, combinan bien. Mejor que el arco iris variopinto, del fucsia al amarillo o al verde oscuro, que vete tú a saber qué simbolismo oculto puede guardar. Verde y azul marino se han quedado a las puertas de la Esfinge que rige los destinos.

Porque el misterio también tiene cabida en esta arca de alianzas que se llama España: “Arca en que, según la Biblia, el pueblo hebreo guardaba las tablas de la ley, el maná y la vara de Aarón”. ¿Asegurarán un poder seguro? ¿Y el maná cotidiano?

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 3 de mayo de 2019).

02/05/2019 23:56 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Árabe y cristiana

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Foto: Neri

París y Charlie Hebdo, recientemente Copenhague, Madrid y el 11 M o Al Ándalus en el punto de mira. “Las acciones integristas en países europeos no deben cambiar nuestra forma de ser. El mundo árabe no es sinónimo de terrorismo; la mayoría árabe musulmana practica su religión pacíficamente. Y hay árabes cuya religión no es musulmana, como mi padre”. Es N. N. M., licenciada en Comercio y Económicas, coordinadora del pabellón de Emiratos Árabes en la Expo 2008, casada y madre de dos niños.

“La mujer no es nada, un objeto de sexo, un clínex, de usar y tirar” (en un canal islámico de televisión en nuestro país). “Mujer, ¿nadie te ha condenado? Yo tampoco te condeno. Vete en paz, y en adelante no vuelvas a pecar” (Juan 8, 3-11). “El tema de la mujer es un tabú. Pero a la mujer se le tiene mucho respeto, y más si son mamás y abuelas. Hoy son casi todas universitarias. Terminados los estudios, encuentran obstáculos para encontrar trabajo. Pero la mujer árabe está logrando que se reconozcan sus derechos”. Vivió su infancia y primera juventud en Palestina y Jordania.

Las tres religiones monoteístas convivieron en nuestro suelo geográfico, alguna coincidencia existe: “Y acordaos de cuando Moisés dijo a su pueblo: ‘Oh, pueblo mío, en verdad habéis obrado mal con vosotros mismos tomando al becerro para adorarlo” (surah 55 de El Corán). “El conflicto es más de las personas, de quienes no respetan a los demás, a la diversidad”, afirma Neri.

Su vocación, la infancia: “Una educación desde la infancia es crucial. Es una etapa que hay que vivir intensamente, y permitir a los niños jugar, explorar, imaginar y descubrir sin miedos ni prejuicios. Mis recuerdos van ligados al juego con mis hermanas y primos en el jardín de casa, construyendo mundos paralelos y dejando fluir nuestra imaginación. No teníamos muchos juguetes, convertíamos la escoba de mamá en caballo, las ollas en cascos de soldados…”.

Hija de cristiano ortodoxo y de católica, la convivencia no supuso problema: “No se juzga a una persona por de dónde es o por su fe; sino por como es y actúa. Dios es tolerancia y respeto”. Una buena reflexión, ya sea en Cuaresma o Ramadán.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 27 de febrero de 2015).

02/05/2019 01:23 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

El templo

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Foto www.cope.es

Fue un lunes fatídico. De eso que andas enfrascada en tus tareas y, de pronto, una imagen en televisión. ¿Un nuevo incendio? Pero si es… ¡Estaba ardiendo Notre Dame! El París más bello que teníamos en la retina del alma, la historia europea de un milenio, la cultura cristiana occidental. Del asombro a la angustia existencial, visceral casi. ¿Quizá porque soñaba todavía visitar, junto a la emblemática catedral, el Louvre, la Torre Eiffel, los Campos Elíseos? “Me moriré en París con aguacero” (César Vallejo).

Uno de los monumentos góticos más hermosos, levantado en el centro de la ciudad celta y romana, sobre el templo de Júpiter y la iglesia medieval de Saint-Etienne. Luis VII lo comienza en 1163, factura de dos siglos; testigo de las guerras de hugonotes del XVI, la Ilustración, la coronación de Napoleón en 1804, las revueltas en el XIX o la amenaza nazi en el XX, con las balas silbando entre las columnas. Luces y sombras al través de vidrieras, esbeltas nervaturas y arbotantes, que terminan llevando hacia la luz. “¿Y cómo pudo ser tan hermoso y tan triste?” (Pere Gimferrer).

Y en las redes sociales, esa otra noche oscura de la incomprensión y la ignorancia. “Notre Dame es solo la catedral del arzobispado parisino. Mientras hay tanta muerte, miseria, tantos plásticos que nos envenenan… nos hemos vuelto locos, reconstruyendo unas paredes”. Junto al Sena los cánticos, las plegarias, los ojos puestos en la misericordia de un más allá cercano. “Destruid este santuario y en tres días lo levantaré” (Juan 2, 19). No se tardó ni la mitad.

Y recordé lo que nos inculcaba de pequeños en la parroquia de Begoña Ignacio Cendoya: que el templo no lo forman piedras, sí personas. Quizá por eso el papa Francisco subrayaría en la Vigilia pascual que para descorrer la roca del sepulcro hay que mover las piedras interiores: la de quedarnos en la muerte, el pecado, los hábitos que pesan.

¡Feliz Resurrección! Y, sin embargo, el Domingo de Pascua la muerte de más de 350 inocentes: cristianos orientales, turistas relajándose en un hotel, la pareja feliz pontevedresa. El terror integrista no diferencia. “Ecclesia”, iglesia, asamblea; ¡qué ausente en política! “Por años, disfrutar del error / y de su enmienda, / haber podido hablar, caminar libre, / no existir mutilada, / no entrar o sí en iglesias” (Ida Vitale).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 26 de abril de 2019).

26/04/2019 11:38 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Muerte santa

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Foto https://religion.elconfidencialdigital.com

Entre las leyes autonómicas, la asociación DMD (Derecho a Morir Dignamente) y la RAE, existen diferencias esenciales. Según las dos primeras, ortotanasia o muerte digna es “aquella que se produce con todos los alivios médicos adecuados y los consuelos humanos posibles”; mientras en el Diccionario de la lengua española el término se define como “muerte natural de un enfermo desahuciado sin someterlo a una prolongación médicamente inútil de su agonía”. ¿Limitación del esfuerzo terapéutico? ¿Eutanasia pasiva? Suicidio, “acción y efecto de suicidarse”; suicidio asistido, “aquel en el que se le proporciona a una persona, de forma intencionada y con conocimiento, los medios necesarios para suicidarse”.

Eutanasia, “actuaciones que producen directa e intencionadamente la muerte de los pacientes y que se realizan en un contexto de sufrimiento debido a una enfermedad incurable”. Sedación paliativa, encarnizamiento terapéutico, enfermo desahuciado o terminal… De un móvil por compasión a un delito de Violencia de Género, tan compleja la praxis y la interpretación legal.

“Fuera del contexto sanitario, no hablamos de eutanasia, sino de homicidio o de ayuda al suicidio”, declaraba recientemente José Carlos Bermejo, director de Centro de Humanización de la Salud. Reconoce que Ángel y María José venían de una larga historia de sufrimiento, y la necesidad urgente de una alfabetización ética.

“Una mujer de Leganés con esclerosis pide una rampa segura para salir a la calle y sus vecinos se la niegan”, leía en la web de Telemadrid. “Querría haber leído qué apoyos humanos tenían María José y Ángel, cuántas horas, si eran suficientes. Si tenían carencia de ayudas técnicas o de adaptación de la vivienda, si habían gastado dinero de su bolsillo…” (Rosa Conca Pérez, activista pro Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad).

Me temo que estamos desviando el debate central. Socialistas y cristianos piden cuidados paliativos, “conjunto coordinado de intervenciones sanitarias dirigidas, desde un enfoque integral, a mejorar la calidad de vida de los pacientes y sus familias”. Requieren más paciencia y recursos económicos, más saber convivir con el dolor. A Cristo nadie le ayudó a morir, salvo el Cirineo, y es consuelo de muchos. “No se muere dignamente solo cuando se decide cuándo”, según Bermejo.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 19 de abril de 2019).

18/04/2019 22:31 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Calentamiento político

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Foto EFE Madrid

En Zaragoza estamos habituados. Pasamos del cierzo, la niebla y un frío que pela a los rigores del verano. Dicen que atravesamos una primavera cálida, y, de pronto, otro coletazo invernal. ¿Calentamiento global? Nos afecta a los cuerpos, las mentes, el ecosistema y, con perdón a la fauna y la flora, a la especie política.

Acaba de empezar una campaña que ha de verse partida, quieras que no, por las procesiones de Semana Santa y un paréntesis de relax que todos anhelamos; a menos de un mes vista de las siguientes elecciones y al final de una legislatura que no ha llegado a los nueve meses. ¿De ahí la imprecisión y las contradicciones?

¿Y las candidaturas? Periodistas, toreros, generales… Parece que se atisban dos extremos, a derecha e izquierda, un centro que pretende ser liberal, algún partido bisagra y un supuesto líder que no termina de aclararse. Pero las cosas nunca son lo que parecen.

Defensor a ultranza de la vida: no a la eutanasia, no al aborto, no al islamismo integrista. ¿Para qué el permiso de armas en un estado de derecho? Los viejos anti casta pretenden ser la voz frente a las “cloacas del Estado”, la corrupción, la incoherencia. Y luego, tras obviar sus propias divisiones e inmuebles de lujo, se presentan como los más constitucionalistas, a través de horizontes de colores y diversas garantías sociales.

El centro liberal aglutina en sus filas a herederos del antiguo CDS, cosmopolitas de sangre aristocrática, catedráticas de Derecho. Y mientras apuesta por valores como la dignidad, la vida de los pueblos y la sacratísima libertad, defiende volver a centralizarnos. ¿Termina de mojarse?

Los hay quienes pactan con derechas, por eso de los cómputos y el encaje de bolillos. Sin embargo, su discurso gira en torno a la maternidad subrogada, los derechos de los LGTB, ley de eutanasia antes que ley de paliativos. ¿En qué quedamos? Y hay quien se vende por un plato de “calçots” o una porción de independentismo, con tal de no volver a perder la silla, como en Sevilla, o cambiar de colchón.

Claro que todas las formaciones llevan sellados nombres y formas de mujer: Isabel, Irene, Inés, Cayetana, Edurne. Y hasta quienes muestran apariencia misógina, se dicen dispuestos a apoyar a la mujer en sus momentos más difíciles. Quizá sea pronto, todavía, para echar por tierra la esperanza.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 12 de abril de 2019).

12/04/2019 16:06 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Un pueblo es...

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Foto Jesús Alba Enatarriaga

La tía Adela tocaba la campana que se había salvado al caerse la torre. La Jesusa y el Pablo cuidaban del toro de la villa; mientras la tía Narcisa se sabía romances, refranes y acertijos de más de una centuria. Había matrimonios jóvenes que les aseguraban un tránsito en paz. Mi tío llevaba las tierras del abuelo, que visitaba paseando; y el tío Elías nos dejaba su burra, con la recorrimos todo el término. Aquel verano hizo furia el sinfín, un tubo que subía el grano del remolque a la cámara.

Las calles no estaban asfaltadas ni el agua en las casas, y no había teléfono en kilómetros a la redonda. La escuela había cerrado años antes y los chicos iban a Almazán. Pero la vida hervía y nacían bebés; y junto al Teleclub la tienda de la Brígida abría a diario. Hasta el confitero y su señora hacían las delicias de los peques en la fiesta mayor.

De Cela en Viaje a la Alcarria a El disputado voto del señor Cayo de Delibes, reflejaron el cambio. Mi adolescencia y la de mis hermanos no serían iguales. Matrimonios que volvían al pueblo en los veranos, con sus niñas y niños, que se hacían amigos; o mayores jubilados, después de haber pasado la vida en la ciudad. El panadero, frutero y carnicero pasaban algunos días en semana.

“Viajar por la España vacía es viajar por apellidos de gente conocida. Un desvío en la autopista, una señal en una carretera secundaria, cualquier indicación conduce a pueblos que son apellidos de familias que salieron una vez de allí y no volvieron más”, afirma Sergio del Molino en su ensayo. Y Rafael Navarro de Castro en La tierra desnuda: “¿Somos capaces de conservar las acequias? ¿Somos capaces de sacrificarnos y andar tres horas cargados para arreglar una?”.

Las crónicas de Miguel Moreno y los libros de viaje y novelas Avelino Hernández son bellos testimonios literarios. Conforme avanzaban las cosechadoras y el GPS en los tractores, y se volvía a levantar la torre, desaparecían las personas. “Con una frase no se gana un pueblo / ni con un disfrazarse de poeta, / a un pueblo hay que ganarlo con respeto, / un pueblo es algo más que una maleta / perdida en la estación del tiempo…”, cantaba María Ostiz. Ahora se lo han creído.

Mucho antes del Ainielle de Julio Llamazares, poner remedio. El palacio del Marqués de Velamazán es hoy un espléndido alojamiento rural, sin ir más lejos.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 5 de abril de 2019).

04/04/2019 23:37 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Soy testigo

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Foto www.elespanol.es

Ha conmocionado a Huesca la situación de extrema gravedad de una joven paciente que se negaba a una transfusión, como hace veinticinco años convulsionó la muerte de un menor, por voluntad expresa de los padres, a no recibir sangre de donante alguno. Ahora ha sido la muchacha quien se ha opuesto al deseo de sus progenitores, acogiéndose a su testamento vital, según la Ley de Autonomía del Paciente (de 14 de noviembre de 2002): “Por el documento de instrucciones previas, una persona mayor de edad, capaz y libre, manifiesta anticipadamente su voluntad, con objeto de que ésta se cumpla en el momento en que  llegue  a  situaciones  en  cuyas  circunstancias  no  sea  capaz  de  expresarlos personalmente,  sobre  los  cuidados  y  el  tratamiento  de  su  salud” (art. 11.1).

En 2008 otro joven corría la misma suerte, también por motivos religiosos. No seré yo quien lance la primera piedra. Las tres grandes religiones monoteístas, con todas sus ramificaciones, confiesan al mismo Dios; y, junto al budismo, buscan la felicidad del ser humano, pese a que encarnación y reencarnación sigan caminos diferentes. Otra cosa es cuando una creencia justifica la amputación del clítoris; poder pegar a la mujer siempre que no le queden cicatrices; ir a la zaga del varón sin mirarle a los ojos. Autoinmolarse y llevarse al que se pille por delante me parece tan bestial como quemar a las brujas en la hoguera –mujeres aventajadas a su tiempo–.

Yo tuve una madrina, que sigue siendo mi tía muy amada. Por los años 70, cuando estaba más en boga, se hizo testigo de Jehová junto a su esposo. Vi crecer a mis primos al ritmo marcado por la Biblia, que se aprendieron de memoria con la enseñanza de su padre y en el Salón del Reino, al que alguna vez asistí. Unos niños inteligentes y obedientes, bellísimas personas que fueron haciéndose jóvenes y se casaron con miembros de la misma congregación. “El matrimonio es como un barco, el marido ha de llevar el timón”. Me asombró tanto que se me quedó grabado para siempre.

Nada de alcohol, tabaco ni relación sexual durante la menstruación. ¿Pero y la formación? ¿Y los empleos precarios? ¿Por qué no tengo sobrinos de mis primos? “Solo no habéis de comer la carne con su alma, su sangre; pues, en verdad, yo pediré cuenta de vuestra sangre como de vuestras almas” (Génesis 9, 4-5).

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 29 de marzo de 2019).

29/03/2019 01:01 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.


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