Facebook Twitter Google +1     Admin

Se muestran los artículos pertenecientes a Octubre de 2013.

Antón Castro

20131004161909-anton-castro.jpg

Foto. Rogelio Allepuz (Los pasajeros del estío, Olifante, 1991 --2.ª edición). Mi primera imagen de Antón.

“Pájaros de silencio para habitar la memoria”. Fue mi primer contacto con Antón: la reseña de mi primer poemario, Epifanía de la luz. Deliciosa, como todo lo suyo. Un rey Midas de los siglos XX y XXI que transforma en oro cuanto toca con su palabra escrita, oral o digital.  Acababa de venir de su amada terruña –bueno, llevaba ya diez años con nosotros–: “De niño, allá en Santa Mariña de Lañas (Areixo, A Coruña) me internaba en un bosque sombrío de pinos y robles, de helechos inmensos que olían a humedad” (Fotografías veladas).

Me ofreció generoso una entrañable relación de magisterio. El Día, El Periódico, Heraldo de  Aragón. De Ildefonso-Manuel Gil a Rosendo Tello; José-Carlos Mainer, Aurora Egido o José Manuel Blecua; Puértolas, Montero, Gamoneda, Juan Eduardo Cirlot, Clara Janés… Entre el tacto de seda y el rigor científico, sus puntualizaciones y consejos te hacían desvelar el porqué de cada obra y su autor. “Lo que más le gustaba en el mundo era escribir. […] Para él escribir era como pintar o fundar un mundo intacto, y a medida que inundaba el papel percibía una fuerza interior, una certidumbre de fuego” (Los seres imposibles).

Algunas presentaciones de mis libros, más reseñas, un afecto mutuo. Conocí de su mano a la Premio Nacional de Poesía Olvido García Valdés; a su colaboradora en “Borradores” –antes habían sido “El viaje a la luna” y “El paseo”– Ana Catalá Roca. El trato fue tornándose confidencia. “Vivir, a veces, es abandonarse, prescindir de la impostura, despojarse de la ambición y del vértigo, dejarse ir, hacia la inalcanzable montaña de nieve, con las manos en los bolsillos…” (Vivir del aire). ¿Por qué los grandes genios son de lo más humilde?

Colmo de la gratitud, me prologó La manzana o el vértigo. Y una se siente niña, muy pequeña a su lado, “en un temblor / de pájaro desnudo en el invierno”. Solo en un parrafito de su Epílogo a El testamento de amor de Patricio Julve –segunda edición– leemos: “Durante esos años, era un enfermo de la literatura de Álvaro Cunqueiro, de Miguel Torga y José Saramago, de Mercè Rodoreda, de Joan Perucho, de Rafael Dieste, de Ramón José Sender, de Isak Dinesen, autores que se sumaban a devociones anteriores como Méndez Ferrín, Otero Pedrayo, García Márquez, García Lorca, Jorge Luis Borges, Poe, Horacio Quiroga y Gustavo Adolfo Bécquer”. Sencillamente apabullante.

Y aún así, en su blog y sus redes sociales, pletóricas a rebosar de nombres, obras, citas literarias y de todas las artes que puedas imaginar, una única referencia a su reciente Premio Nacional de Periodismo Cultural. La opción de Antón Castro es la de esos “… dos desconocidos amantes con la certeza de que  ahí, en ese silencio, se encontrarán los dominios de su felicidad” (Los pasajeros del estío). Maestro, ¡enhorabuena!

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Día a día", jueves 3 de octubre de 2013).

04/10/2013 15:21 pilmarbarca Enlace permanente. Articulos No hay comentarios. Comentar.

Maria Pilar

20131013001033-virgen-pilar.jpg

Foto: Heraldo.

Mis padres no tenían Google, pero eligieron el significado que recogen muchos buscadores de nombres de bebé. María, “actualización del nombre hebreo Miryam. Procede de mir, ‘gota’, y yam, ‘mar’. Por eso María quiere decir ‘gota de mar’”. Pilar, “del latín pila, ‘pilastra, columna’, viene de la advocación mariana a Nuestra Señora del Pilar”.

Pero ellos no sabían, igual que otros papás de ahora, que lenguas romances como el español ramificaron y enriquecieron los significados. Según el Diccionario de la RAE no es lo mismo pilar “especie de pilastra, sin proporción fija entre su grueso y altura, que se pone aislada en los edificios”, que pilastra, “columna de sección cuadrangular”, o columna, “soporte vertical de gran altura respecto a su sección transversal” –puede estar adosada al muro u otro cuerpo de la edificación, o aislada y exenta–.

Y no se trata de rizar el rizo, sino de ir a lo esencial. El soporte sobre el que se apoya nuestra Virgen es una columna adosada al muro de la capilla, aunque María se le apareciese al apóstol Santiago sobre una columna aislada en la Caesar Augusta de aquel tiempo. Jesús de la Columna es habitual en la iconografía religiosa, ¿pero María?

Y aun con todo a veces soñaba con llamarme Columna, como la célebre fotógrafa aragonesa Columna Villarroya. Porque María, simplemente María, la señora María, me sonaba a telenovela y a Maruja en zapatillas. Hasta que en el glosario de mi Biblia leí por casualidad: “María. Forma grecolatina del término hebreo Miryam, de significado incierto, acaso ‘la vidente’ o ‘la que hace versos’”. Mis primeros poemarios los firmé como María P.

Pilar, Pili, Pilita, Piluca, Piluchi, Mari Pili… Hoy me da igual el nombre, lo importante es la esencia, la mía y la de cada cual que leéis estas líneas. Sin embargo, me sigo fijando en el detalle, como el niño que ante el cartel publicitario de la película King Kong preguntó: “Papá, ¿qué hace esa señora ahí arriba en su mano?”.

Y nuestra Pilarica me sigue pareciendo diminuta, se me pierde entre sus joyas y sus mantos, como a vista de pájaro, desde lo alto de una noria gigante. Pregón con Oregón Televisión, Macaco. Interpeñas, Trofeos Ciudad de Zaragoza, espectáculo de luces y sonido en el parque Labordeta, los leones del Puente de Piedra… Se nos pierde María, la mujer que dio a luz a Jesús, que lo vio crecer, guardando en su corazón cada nimio detalle, que siguió a su Hijo hasta la Cruz y creó en Pentecostés una nueva Iglesia. Nos perdemos, mientras madres y padres piden que se sirva a sus hijos en los comedores escolares carne sacrificada por el rito musulmán. Pilar, “persona que sirve de apoyo, ayuda y protección”.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El foco", viernes 13 de octubre de 2013).

12/10/2013 23:11 pilmarbarca Enlace permanente. Articulos No hay comentarios. Comentar.

Rafael Navarro

20131026045647-a-destiempo-40-copia.jpg

Fotografía: de la exposición "A destiempo", Paraninfo de Zaragoza, 2011, de Rafael Navarro.

A Teresa de Jesús le hacía gracia el descomunal despiste de Fray Pedro de Alcántara. Tan buen mozo como confesor, más de un descalabro se llevó en los dinteles de las puertas. Y es que los creadores, salvando las distancias, somos un poco así

“Hola, Pilar. ¿Te acuerdas de mí? Estudiamos juntas. Soy Maite”. Fue en una de las presentaciones de Ángel Guinda. Su rostro comenzó a representárseme cercano. Empezamos a hablar, a conquistar de nuevo la eterna juventud… Traspapelé su email. Hasta que a los pocos días coincidimos en una exposición, la de Rafael Navarro. “Sí, yo soy su mujer”. Se me abría la puerta a un universo mágico, para siempre.

Quedamos con la pareja en el Paraninfo. “La Colección”, fotografías de los grandes autores atesoradas a lo largo de una vida, era fantástica: la escalera que lleva al otro lado del espejo, “El desnudo provenzal”, “La buena fama durmiendo” de Manuel Álvarez Bravo, “Stravinsky” de Arnold Newman, Willy Ronis, García-Alix… Pero Rafael prefirió centrarse en su obra “A destiempo”, y nos fue revelando con mimo y paciencia exquisitos cada nimio detalle, ángulo, recoveco. Uno a uno, minuciosamente.

“¿Cuál te gusta más?”. La hoja entrevista a través de una gota de cristal; la paloma manchada por unos vidrios rotos o un río macilento; el túnel de luces sin final; la espléndida fachada decimonónica superpuesta a un papel arrugado y sepia; la llamita a punto de extinguirse o encenderse para la eternidad… “Son motivos de la naturaleza o sacados de la vida cotidiana, pero desenfocados por el sueño”. Después, en Internet, he comprendido: “Para mí la fotografía es un medio que me permite crear objetos que contengan valores sutiles inteligibles para otros”.

Comenzaron a hablarnos de sus hijos, de sus viajes. Dentro de poco tomarían el Transiberiano. “Mira, esta la hice de un gato pintado en la esquina de una pared”. Comentamos sobre la diversidad funcional; de una vecina suya con problemas físicos… ¿En qué otro repliegue o rincón del tiempo habíamos convivido anteriormente?

Antes fueron “Testigos”, “Elipsis”, más de sesenta exposiciones en solitario; el desnudo y el paisaje más íntimo. Reciente académico de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis; museos en toda España, Italia, Francia, San Marino, Bélgica, Croacia, Cuba, México, Argentina o Japón; pionero de la fotografía artística desde los setenta. Me prendó su mirada interior, paraíso abierto para muchos.

“Estableció una correspondencia entre lo que le palpitaba dentro, lo que le estremecía, y lo que detectaba fuera. Sometió esa realidad inventada al rigor de la belleza” (Antón Castro). Premio Aragón Goya por su "rigor y la perfección técnica de un escrupuloso investigador en constante renovación artística”. Quizá los despistados solo apreciemos la gran textura humana de unas fotografías evocadoramente sugerentes.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Día a día", viernes 25 de octubre de 2013).

27/10/2013 01:35 pilmarbarca Enlace permanente. Articulos No hay comentarios. Comentar.


Blog creado con Blogia. Esta web utiliza cookies para adaptarse a tus preferencias y analítica web.
Blogia apoya a la Fundación Josep Carreras.

Contrato Coloriuris