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Con ojos de niño

Foto Heraldo
Este miércoles nos despertábamos con nieve. Una nevada como hacía trece años no caía en Zaragoza. Aceras blancas, coches completamente cubiertos, los raíles del tranvía bien marcados. En jardines y parques la capa resistía a la lluvia pasado el mediodía, y los tejados conservaban su ornamento casi el anochecer. Me llamó la atención una fotografía que publicaba Heraldo de Aragón: unas monjitas en su patio de recreo disfrutando como niños. Mi compañero recuerda todavía su primera vez: “Sí, recuerdo la nieve un día de Reyes. Caían copos que creía eran pelusas de sacudir una alfombra. Y también recuerdo que era muy fría”.
Quizá sea la esencia, la base primigenia de nuestra educación sentimental. El resto son obstáculos, accidentes, tragedias, que se van superponiendo a mirada adulta, conscientes ya del riesgo de vivir. Cerrados Bielsa, Portalet y Somport; camioneros bloqueados; complicaciones en las Cinco Villas; muertes tontas por resbalones y caída de ramas; el monitor que fallece en Formigal y el médico que pasaba consulta; conmoción.
Y quizá sea un acto de fe el contemplar extasiados la nieve, el creer en la vida, y en la otra ribera. Y acaso una ocasión de sentarnos a un mate o a un café; o celebrar encuentros con universitarios saharauis. Ahora que pasamos por Cuaresma no es el mejor momento para cerrar lugares emblemáticos. El creyente de a pie, como el niño, no sabe de inmatriculaciones –concepto políticamente correcto pero no religioso, que religa, ni menos espiritual–.
El Santo Sepulcro, Iglesia o Basílica de la Resurrección, es un centro cristiano por excelencia, pero al mismo tiempo universal –como lo son la Kaaba o el Muro de las Lamentaciones–. El sepulcro de Cristo, el monte Calvario, la piedra de la unción y el aljibe no pueden apropiárselos ni los pocos cristianos palestinos que quedan tras la diáspora.
No sabemos si nevó en Belén –Nazaret para algunos–. Lo importante es que el adulto conserve un poso de misterio y esperanza: “Se ha posado la nieve, paloma de silencio, / sobre la alcantarilla de cada corazón”.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DIN", viernes 2 de marzo de 2018).
¿Es femenina el agua?

Foto: Cartel de la película
“Si te contara sobre ella, la princesa sin voz, ¿qué diría?”. Así comienza la película ganadora de los Óscar, que se ha llevado además el premio a la mejor dirección, banda sonora y diseño de producción. Un cuento de cuentos, al modo de los “exempla” medievales de El Conde Lucanor, la literatura dentro de la literatura del Barroco o las matrioskas rusas. Y es que pudiera haber reflejos de “El laberinto del fauno” o “Hellboy”; e incluso plagios subrepticios de “Un, dos, tres... Splash” –el joven salvado por una sirena–, “La mujer y el monstruo” o “Delicatessen”. Y hay mucho más.
Guillermo del Toro relata en esta cinta una hermosa amistad entre Elisa y Zeida, dos sencillas asistentas de la limpieza en un laboratorio secreto de Baltimore (Maryland, Estados Unidos), en plena Guerra Fría y carrera espacial. La una, sorda; afroamericana la otra. Trabajo, anécdotas cotidianas… “Algunos de los mejores cerebros del país se orinan en el suelo de este baño”, comentan divertidas.
El otro pie de Elisa, Giles, vecino y artista gay. La diversidad está servida. Todo rutinario –el despertador, los huevos cocidos cada mañana–, hasta que entra en escena el hombre anfibio monstruo, que el coronel Richard Strickland encontrara en un río de Sudamérica. Para Estados Unidos, valioso espécimen cuyo análisis biológico, una vez sacrificado, irá ligado al estudio del espacio. Rusia optará por la eutanasia.
La lucha de poder, los contrarios irreconciliables, la sátira social tamizada de fábula y lirismo. “Cuando me ve, no sabe que esté incompleta. Él me ve cómo soy”. ¿Amor eterno de un dios y una sirena?
No es casualidad que haya ganado otro Óscar, al mejor vestuario, “El hilo invisible”. La obra de Guillermo del Toro y el de Paul Thomas Anderson tienen hebras sutilísimas que los unen. Importante modisto del Londres de posguerra, será Alma, joven apasionada e inexperta, quien transforme la existencia anodina de Reynolds Woodcock, más allá del tiempo y de la muerte. La mano femenina, de hombre o de mujer, que dirige el cosmos. El contorno impreciso de la esencia.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 9 de marzo de 2018).
Don Elías

Arzobispo Don Elías Yanes, Isabel Guerra (1985).
Los árboles no dejan ver el bosque. Solo en los claros o la lejanía se intuye su hermosura, su vocación de plenitud. Cuando lo estás viviendo, no lo valoras en su esencia.
Eran años de frecuentar más la parroquia, en nuestra etapa juvenil. Entre el 77 y el 78, al poco de ser nombrado arzobispo Don Elías. Las imágenes de Franco en la tele quedaban obsoletas; seguía apareciendo Pablo VI, un papa algo distante y severo, no tan dado a las gentes como ahora. Transición, posconcilio, conceptos encerrados todavía bajo las siete llaves de mi ignorancia adolescente.
Un fuego ardía en nuestros corazones, como en los discípulos de Emaús. El Himno a la Libertad, o hacer de la Eucaristía una fiesta de cuarto de estar, olía a nuevo, a pan para elegidos recién horneado.
Algún curso después, nos daba Don Elías una charla excelente –colegio de Josefinas, un encuentro de zona–. Nos parecía larga por entonces. Sin embargo, capté un no sé qué que estaba balbuciendo en el salón. Su deje tinerfeño nos llamaba a la urgencia de orar, de hacer comunidad, de sentirnos uno en el Espíritu.
Obispo auxiliar de Oviedo en 1970 –titular de Mulli (a los obispos auxiliares se les otorgaba un título de antiguas diócesis)– , presidente de la comisión de Enseñanza de la Conferencia Episcopal Española (CEE) durante nueve años, vicepresidente y luego presidente de la CEE.
Lo seguía ignorando y continué mi camino. ¿Los primeros cristianos? No fue casualidad que me lo presentasen las carmelitas descalzas. Era un hombre importante y cada vez más espiritual, de El discernimiento espiritual o María de Nazaret y Hombres y mujeres de oración –un sínodo de seglares–, ingente labor cultural, remodelación de La Seo, creación del CRETA. Iba sabiendo de su plano personal por mis profesoras, sor Isabel Guerra o D. Antonio, su secretario.
Pudimos conversar. Era ahora un anciano entrañable y cercano. “Siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor” (Mt. 25, 21). O, en palabras de María Zambrano: “El claro del bosque es un centro en el que no siempre es posible entrar; (…) Es otro reino que un alma habita y guarda”,
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 16 de marzo de 2018).
Cuando la asistencia personal se transforma en vocación y compromiso

Anka Ionela, un tándem con Javier
Cuando la asistencia personal se transforma en vocación y compromiso
Vino por unos meses. Y conoció a Javier. Anka nos relata su día a día, sus dificultades, sus momentos más divertidos. Mucho más que una asistenta personal, se ha convertido en sus pies, sus manos y su mejor forma de comunicarse con el mundo. La vida, para personas como ellos, va siempre sobre ruedas.
María Pilar Martínez Barca
Leemos en su biografía de Facebook: Ionela Ancuta Suciu estudió en Post Liceal Sanitar Asistenta Medicala. También ha estudiado en O. C. Taslauanu, y en Liceul Teoretic "O. C. Taslauanu", Toplita. Vive en Zaragoza. Casada con Mihai Suciu. Natural de Galautas (Rumanía).
Javier García Roco es un adolescente imparable, inquieto, despierto, inteligente. Estudia, hace deporte, sale con sus amigos. Hijo de Fernando y Luisa, es el menor de tres hermanos. Nació con parálisis cerebral infantil severa. Anka es sus manos, sus pies y su mejor forma de comunicarse.
Calentando motores
P. ¿Qué hace una chica como usted en un país como España?
R. En un principio, vine con la idea de estar tres meses para conocer un país nuevo y visitar a mi familia y amigos que estaban ya en España. En este tiempo, encontré un trabajo de cuidadora para una persona mayor. Poco a poco, fui hallando mi lugar en este país. La gente era muy acogedora y eso favoreció a que fuera alargando mi estancia en España.
P. ¿Había trabajado con personas con discapacidad?
R. No, nunca. Hasta que empecé a trabajar, con Javier no había atendido antes a ningún discapacitado con un grado de dependencia superior al setenta y cinco por ciento.
P. ¿Cómo conoció a Javier?
R. Lo conocí a través de su antigua asistenta, Lucía, que era amiga mía. Lucía me recomendó este trabajo, que podía encajar con mi persona.
P. ¿Cómo es su día a día habitual con Javier?
R. Llego a casa a las ocho de la mañana, despierto a Javier y le doy el desayuno. Después, lo visto y lo aseo para ir a la parada de autobús donde lo recoge el bus de su colegio. (No lo vuelvo a ver hasta por la tarde).
Cuando Javier llega a las cinco de la tarde, vuelvo a la parada de autobús, a recogerlo para llevarlo a casa y darle la merienda. Cada día de la semana tiene una actividad (clases de pintura, natación, clase particular, etc.). Al final del día, le ducho y le doy de cenar; para que luego Javier se quede viendo la televisión con su familia.
P. ¿Puede contarnos alguna anécdota divertida?
R. Todos los días, en verano, vamos a la piscina, porque le sirve a Javier como terapia. En uno de esos días de piscina, al salir del agua, vimos que mi camiseta había desaparecido. Alarmados, nos pusimos a buscarla por todos los lados, Javier estaba muerto de la risa y yo desesperada por encontrarla. Tras cinco minutos buscándola y no encontrarla, decidí ponerme la camiseta de los Simpson de Javier. Os preguntareis qué llevaba entonces Javier. La respuesta es que él volvió sin camiseta a casa.
P. Lo más difícil de su trabajo
R. No entender en determinadas ocasiones a Javier, cuando me quiere comunicar algo muy concreto y que no está dentro del círculo que nosotros conocemos. Tiene muchas dificultades para expresarse, lo hace habitualmente mediante gestos y pictogramas.
¿Labor de madre?
P. ¿En qué ayuda a una madre con un hijo con discapacidad tener asistencia profesional?
R. Desde mi punto de vista, una persona en casa es muy necesaria cuando se tiene un hijo con gran discapacidad.
P. ¿Un trabajo prioritariamente de mujeres?
R. Sí es un trabajo prioritariamente de mujeres; aunque cabe la posibilidad de que un hombre pueda desempeñarlo, pero no es lo normal. La tendencia general es que las mujeres tengan más paciencia y sean más cariñosas, por ello es más fácil que la mujer se dedique a este tipo de trabajos.
P. ¿Puede ser discriminación de género?
R. Según cómo se entienda podría llegar a ser discriminación de género. Si dos personas, hombre y mujer, están cualificadas para un mismo puesto de trabajo y se escoge a la mujer por el hecho de serlo, en ese caso se podría entender como discriminación de género. No obstante, si hay una justificación de esa elección no sería discriminación de género.
P. ¿Cómo definiría su tarea?
R. A veces, me resulta una labor difícil, por temas sobre todo de comida –Javier se puede atragantar–; divertida, porque siempre estamos bromeando y jugando; y diferente, porque no es un trabajo a la que la gente esté acostumbrado.
P. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad se compromete a que “Las personas con discapacidad tengan acceso a una variedad de servicios de asistencia domiciliaria, residencial y otros servicios de apoyo de la comunidad, incluida la asistencia personal que sea necesaria para facilitar su existencia y su inclusión en la comunidad” (art. 19). Diferencias entre asistencia personal y ayuda a domicilio.
R. Asistencia personal, pienso se refiere más a realizar actividades fuera del hogar y ser “su voz", el medio para comunicarse, por ejemplo, en el trabajo, en la universidad, en una tienda… Salimos mucho por ahí: a la piscina, con sus amigos, en actividades de la asociación (Araprode, Asociación Aragonesa Pro Desarrollo Psicomotor del niño).
La ayuda a domicilio se centra más bien en ayudar en todas las necesidades básicas de la vida ordinaria, como comer, asearse, acostarse…
P. “La prestación económica de asistencia personal tiene como finalidad la promoción de la autonomía de las personas en situación de dependencia, en cualquiera de sus grados. Su objetivo es contribuir a la contratación de una asistencia personal, durante un número de horas, que facilite al beneficiario el acceso a la educación y al trabajo, así como una vida más autónoma en el ejercicio de las actividades básicas de la vida diaria” (Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia, art. 19). ¿Cree que el estado y la ley de dependencia ayudan a contratar una asistencia como la que usted presta a Javier?
R. No, qué va. Falta muchísimo en este sentido.
P. Y entonces, ¿qué carencias existen? ¿Qué soluciones propondría?
R. A nivel social, creo que falta todavía mucho. Sobre todo, también, a la hora de acercarse a las personas con discapacidad y poder conocerlas, y luego tratarlas igual que a las demás.
La vida sobre ruedas
P: Se nota que Javier está muy bien con usted.
R. Pues yo creo que sí, ¿no?
P. Y usted con él. ¿Qué es lo que más le gusta?
R. Sí, que es un chico muy inquieto, divertido y cariñoso. Es un niño que cae bien a todo el mundo, es muy sociable.
P. En su país ¿cómo es la situación de las personas con discapacidad?
R. La situación en Rumanía es mucho peor que en España, porque no tienen tantas ayudas y facilidades.
P. ¿Cómo podríamos mejorar la calidad de vida de estas personas a nivel de España, europeo, internacional?
R. En realidad, no son suficientes las ayudas que reciben estas personas. El primer paso sería escucharlas para saber cuáles son sus necesidades y fomentar programas de integración (otro de los grandes problemas de estas personas); así como poder recibir los máximos apoyos posibles.
P. Usted trabaja con Javier. ¿Ve diferencias entre chicos y chicas?
R. Solamente he trabajado con Javier, por lo que no puedo ser objetiva a esta respuesta. Por lo que veo entre sus amigos, sí, hay diferencias entre chicos y chicas.
P. ¿Hay buena formación para el asistente personal?
R. Sí, existen algunos cursos. Por ejemplo, para enseñarnos a cómo levantar a una persona discapacitada de la cama sin hacerle daño ni hacerte daño tú. Aunque cada persona es un mundo.
P. ¿Somos tan abiertos los españoles con las mujeres inmigrantes?
R. Sí, desde mi experiencia personal me he sentido muy acogida por todo el mundo.
P. ¿Trabajos, salarios justos?
R. Desde mi opinión, los salarios siempre se pueden mejorar.
P. Necesitará momentos de respiro. ¿Qué hace en su tiempo libre?
R. Viajar, excursiones, fiestas con los amigos…
P. Tres sueños a corto, medio plazo.
R. Llegar a casa de Javier, que me abra él la puerta y que me diga: "¡¡¡Ankaaa!!!. Ya puedes volverte a casa, ya no te necesito”.
SUMARIOS
“La tendencia general es que las mujeres tengan más paciencia, y sean más cariñosas”
“Asistencia personal se refiere a actividades fuera del hogar y a ser “su voz", el medio para comunicarse en el trabajo, la universidad o una tienda”
“El primer paso sería escucharlas para saber cuáles son sus necesidades”
¿Es relativo el tiempo?

Foto El Mundo
La vida humana es muy diversa en duración e intensidad. ¿Jubilarnos antes? ¿Suficiente pensión cuando lleguemos a ancianitos? No sé si a los genios les preocupan cosas similares. Mientras tantos enfermos de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) fallecen a los tres años, Stephen Hawking ha sobrevivido más de cincuenta.
¿Ilusión por vivir? ¿Experimentos negados al común de los mortales sufragados por una solvencia económica fuera de lo común? Nacido en Oxford en 1942, en una familia de inquietudes científicas, el célebre físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador, que impartiría Matemáticas durante treinta años en Cambridge –en la misma cátedra de Isaac Newton–, logró desentrañar el misterioso amor de dos mujeres, Jane y Elena, y sus tres hijos, Robert, Lucy y Tim.
¿Existieron agujeros negros en su vida? Por supuesto, y no tanto físicos como emocionales, como relata la película “La teoría del todo”, basada en el libro de su primera esposa. También los exploraba para sacarles luz. Si una partícula crea una antipartícula, o viceversa, ¿llegarán a encontrarse los opuestos en un punto del cosmos? ¿Desde qué instante exacto se nos dio cada instante para amar o morir?
Breve historia del tiempo, El universo en una cáscara de nuez, El gran diseño… “La inteligencia es la habilidad para adaptarse a los cambios”. Imaginamos a Stephen asumiendo los cambios en su vida: los primeros espasmos de la enfermedad, su doctorado en Física Teórica y Cosmología, una larga docencia, la traqueotomía, su progresiva inmovilidad… Su mente y su sofisticada silla no conocían límites.
Enamorado de la mecánica cuántica y la relatividad, jamás sería un narcisista –no le gustaban los espejos–. Negada la existencia de un cielo protector, de Dios y de los propios agujeros negros, la mayor amenaza son los extraterrestres y el género humano. “Cada uno de nosotros existe durante un tiempo muy breve, y en dicho intervalo tan sólo explora una parte diminuta del conjunto del universo”. ¿Se encontrará con Einstein y Galileo al otro lado de la ecuación de Py?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 23 de marzo de 2018).
Leer juntos

IES Parque Goya, 21 de marzo de 2018, Día Internacional de la Poesía.
http://poesiaparallevar-ljp.blogspot.com.es/2018/03/antologia-poetica-de-m-pilar-martinez.html
Perdón

Foto www.mujerhoy.com
“No había que perder ni un segundo. Sacó el hacha de debajo del abrigo, la levantó con las dos manos y, sin violencia, con un movimiento casi maquinal, la dejó caer sobre la cabeza de la vieja” (Fiódor Dostoievski, Crimen y castigo). La novela, de 1866, en la que Rodión Raskólnikov asesina a la usurera prestamista, se nos hace espeluznantemente actual.
Terrorismo yihadista, bebés en contenedores, niñas prostituidas y torturadas, sediciones y enfrentamientos fratricidas… Naiera, de 8 años, muere por descargas eléctricas el año pasado; una recién nacida se desangra por el cordón umbilical –imprudencia y agotamiento de su madre, menor–, y otro bebé es zarandeado por las manos paternas. Asfixiada con una gasa, circuncidado con cuchilla de afeitar, tres hermanos fallecen en un incendio en Torrecilla de Alcañiz, se tira con su sobrino desde un octavo piso… Armas de fuego, arrojado a un canal; hasta once niños fueron impunemente agredidos y matados en Aragón por sus progenitores o su familia más cercana.
Mari Luz Cortés, Diana Quer, las niñas de Alcáser, Fabio, de 2 años, primera víctima de ETA. Y el hacha vuelve a ser protagonista en las manos manchadas y premeditadamente asesinas de Ana Julia, la pareja del padre de Gabriel.
Fría, calculadora, alevosa, inhumana, macabra. Los adjetivos no llegan ni a las plantas de los pies de un ser camaleón, capaz de colocar una falsa prueba, dar palmadas y apretones de judas y llorar como un nauseabundo cocodrilo para aminorar su pena. Manipuladora, posesiva, egocéntrica, enferma.
Escribía un funcionario de la cárcel de Almería: “… llevaba muchas noches despertándome sobreexcitado con la cara del demonio, de la bruja de Gabriel”. La felicidad de nido de la abuela, el amor de la madre, contrastan con un mundo soez de rupturas y agujeros oscuros. “No hay consuelo ahora mismo, pero si esa mujer no le va a poder hacer daño a nadie más, Gabriel la ha ganado”. ¿Mejor definición de prisión permanente revisable? “Odia el delito y compadece al delincuente” (Concepción Arenal). Setenta veces siete. Ni una víctima más.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 30 de marzo de 2018).