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Se muestran los artículos pertenecientes a Febrero de 2019.

El sepulcro vacío

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Foto Efe

“Es preciso humanizarnos y que no vuelvan a construirse más sepulcros en los vientres fecundos de las madres”. Las palabras del papa Francisco resonaban más estremecedoras en la noche del viernes, al finalizar el Vía Crucis en la JMJ de Panamá. Seguíamos esperando, contra toda esperanza, el rescate de Julen.

Ningún enlace o hipervínculo de uno a otro hecho. Salvo la pérdida de un hijo, la muerte de un pequeño que apenas si se asoma a la vida. Geas, Montaña, Policía Judicial, Seprona, Guardia Civil, Bomberos, Equipo de Salvamento Minero, psicólogos… efectivos traídos de Asturias o Chile… Toda España y más allá de sus fronteras nos vimos afectados, pendientes de cada nueva nota; estremeciéndonos con cada  excavación, con cada micro voladura, durante los trece largos días y sus trece noches oscuras que duró.

“Aquí no vamos a parar hasta que lo rescatemos, eso está claro”, escribía un guardia civil anónimo en carta a Diario Sur. Unidos para devolver al niño con sus padres, no escatimar ningún esfuerzo, no perder el último rastro de la luz. En el fondo, a todos se nos encendió en el corazón la palabra “milagro”.

“Desgraciadamente… tanto esfuerzo de tantas personas no ha servido para nada”, comenzó a saltar en las redes la fatídica madrugada del sábado. ¿Por qué y para qué la muerte de un menor? Quizá pocos adultos tengamos una respuesta.

“Papá, ¿hoy vas a rescatar ya a Julen?”. Era el hijo de Nicolás, de cuatro añitos, que de algún modo intuía que su padre sacaría el cuerpecito del pequeño, junto a Francisco, su otro compañero guardia civil. Inocentemente atroz.

“Al asomarnos al pozo le escuchamos llorar treinta segundos”, declararían José y Vicky, los papás. Desde entonces, ingentes cantidades de croquetas, litros de caldo caliente, pollos… ¿Quién llamó inicialmente al 112? “Aunque el corazón nos encoja el alma, las campanas de gloria resuenan en Totalán, porque desde la fe sabemos a ciencia cierta que la absoluta inmensidad del cielo es la gran promesa de Jesús”. Es Ramón Tejero, párroco del pueblo e hijo de un anciano ex teniente coronel.

¿Estará jugando Julen con su hermano Oliver? ¡Qué de historia humanas en la profundidad de cada pozo!

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", El Meridiano, viernes 1 de febrero de 2019).

01/02/2019 20:51 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

El mejor discuro

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Foto Premios Goya

“El Reino”, “La sombra de la ley”, “El hombre que mató a Don Quijote”, “Campeones”, “Carmen y Lola”… Aquello comenzaba a ser rutinario. “Ya que son actores, podían prepararse lo que van a decir”, comentó mi hermano. Gloria Ramos, Collantes en la película, saltaba en su butaca, cuando se abrió la plica: “Mejor actriz revelación… Eva Llorach, por ‘Quién te cantará’”. “Tengo una fantasía loca. Quiero pedir a todas las nominadas que se pongan de pie. Porque es muy difícil ser mujer. ¡Sois muy pocas! Queremos más películas con protagonistas femeninas”.

Se animó el cotarro. “Campeones” y “El Reino” se llevaron la palma, incluido el homenaje de Isabel Peña, Goya al Mejor Guión Original, al antiguo Zaragoza de Nayim. La guinda estaría por llegar.

“Señoras y señores de la Academia, ustedes han distinguido como Mejor Actor Revelación a un actor con discapacidad. No saben lo que han hecho”. Nos dejó sin palabras, patidifusos. ¿Quién le había preparado sus palabras? Y es que, claro, lo identificas con la película y con sus otros nueve compañeros con diversidad funcional intelectual. Una imagen vale más que mil palabras, doy buena fe de ello.

Jesús Vidal es filólogo, máster en Periodismo, formado en la Agencia Efe y en Arte Dramático. “Me vienen a la cabeza tres palabras: inclusión, diversidad y visibilidad. Ha sido un verdadero reto interpretar a un personaje como Marín, yo venía del teatro. El cine me ha enamorado”.

El actor tiene miopía magma o atrofia progresiva de la retina, diez por ciento de vista en un solo ojo. “Este premio representa también a mis nueve compañeros del equipo de los Amigos. Sin vuestra frescura, vuestra espontaneidad y vuestro talento, esto no hubiera sido posible”. Me comentaba en Humanizar Luisa Gavasa, otra mujer Goya:” El rodaje de ‘Campeones’ ha sido un regalo”.

Gracias a Javier Fesser, al grupo de coaching y a todos los que hicieron posible la grabación. A la gente que apoyó en los orígenes. A amigos y familia, los sobrinos, las hermanas y los padres, que le dieron la vida, le enseñaron el amor a las artes y le harían verlo todo con los ojos de la inteligencia y del corazón. “A mí me gustaría tener un hijo como yo, por tener padres como vosotros”.

El discurso del Rey, de Tom Hooper, emocionaba. El de Jesús Vidal, preparado por él casi espontáneo, ha conmovido las redes.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 8 de febrero de 2019).

08/02/2019 16:05 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Las fases de la luna

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Foto Jesús Alba Enatarriaga

No me queda ya mucho, lo presiento. Me lo dice la luna. De niña me gustaba mirarme las coletas, gruesas, hirsutas, negras como azabache. Y las graciosas pecas que afeaban mi carita inocente. Madre, quítamelas.

Luego, el suave rubor de mi primera regla. Entonces nadie hablaba de esas cosas sexuales, ni de la guerra. Y le conté al azogue mi secreto: de entre mis pretendientes te elegiría a él. Alto, fuerte, moreno. Y buen maestro, después de haber colgado la sotana.

Me acompañaste siempre, como el río. Alma y cuerpo gemelos, mi otro yo. Lo compartimos todo: la mesa de cocina y los placeres más íntimos de alcoba; la alegría sin límite y penurias; aquel aborto fortuito y el olor a lechecita cálida y albaricoque de la primera niña que bendijo la casa y nuestra entrega.

Las aguas y tu iris reflejaron mi barriga, redonda y abultada como el cedazo grande. La espera en luna llena, el dolor de cada parto. O unas primeras canas. Y esta piel de lagarto y nudos de corteza de árbol viejo según iban creciendo los nietos, los otoños.

Cosa extraña. ¡Hasta aprendiste a hacer patucos para nuestros pequeños! Y las labores de la casa. Y a cocinar. Nunca perdiste un anillo. Muy pocos como tú.

Pese a alguna sombra, el río y tus ojos me devolvían siempre un rostro iluminado, encendido en deseo. Hasta la noche oscura en la que te me fuiste de las manos. ¿Adónde te escondiste, esposo mío, llevándote mis lágrimas? Durante décadas, sembré en las espumas silencio yerto. Todo pasa.

Me queda ya muy poco para poder cruzar, yo también, este espejo que por un breve instante se interpone entre mi cuerpo y tú. Tu polvo enamorado me sigue acariciando el corazón. Hasta pronto, amor mío. La noche nos concita al reencuentro.

La luna, aquella ermita, los chopos plateados… Más allá está el mar inmenso que nos une  en  un beso de agua para la eternidad.

María Pilar Martínez Barca

(Mención Especial V Concurso de Microrrelatos “Río Duero” -Soria, octubre 2013- ; 25 Historias de amor y odio, Asociación Aragonesa de Escritores, Centro Cívico Teodoro Sánchez Puntd -Zaragoza, febrero de 2019-).

15/02/2019 15:14 pilmarbarca Enlace permanente. Cuentos No hay comentarios. Comentar.

Ondas paralelas

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Foto Asociación Aragonesa de Escritores

            Nunca me enamoré de un hombre. Sí de su eco y su sombra.

            Esa mañana me llamaron de la radio, a hablar de mi nuevo libro, Sombras del corazón. Hacía tiempo que había superado los nervios de la primera vez, y me sentía cómoda en un estudio. Me veía ir rodando de voz en voz, como una pelota de trapo de colores. Era muy divertido.

Pero aquella mañana iba a ser especial.

            Su gravidez, la gravedad de sus cuerdas vocales, lo cálido que se iba tornando el habitáculo, de impersonal a íntimo. Me perdí en las modulaciones de su voz, apenas comprendía las preguntas.

            ¿Qué-ha-que-ri-do-ex-pre-sar-con-es-te-ti-tu-lo?

            Creo, me parece recordar, que me explayé en lo humano y lo divino. Las tinieblas que preceden a toda creación, el magma del no ser, la llamarada súbita, la primera ternura involuntaria, el desperezo de los párpados, el asombro de un niño, la atracción molecular de un espíritu hacia otro, el embeleso de las mentes, la ceguera, la comprensión del todo, el ser esférico, la noche hermosamente oscura…

            Lorenzo me miró, esbozó un rictus de sonrisa. Su voz, y con ella su eco y la prolongación de su persona, se quedaron inertes por un instante que se me hizo eterno. Creí haberlo perdido para siempre.

Es-us-ted-un-ar-ti-fi-ce-del con-cep-to…

            No escuchaba. Me quedé enredada en los hilos, en la tela finísima, en la malla ingrávida, de su eco. Me perdí, me encontré a mí misma en el centro reflectante de su voz.

            Su sombra me enamora.

María Pilar Martínez Barca

(Aragón Radio - Asociación Aragonesa de Escritores, con motivo del Día Mundial de la Radio, 13-2-2019).

15/02/2019 15:15 pilmarbarca Enlace permanente. Cuentos No hay comentarios. Comentar.

Amor

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Foto www.diarioinformacion.com

Escuchaba el otro día por la radio el relato de Rosa, que fotografiaba en unos minutos una hermosa, apasionada y larga historia de amor: la de sus padres. El padre, emigrante por motivos laborales en Barcelona, dejaba a la esposa, a quien escribió una carta diaria durante años, y tres niños pequeños en Carabanchel. En las horas de asueto, durante los fines de semana sin familia, acompañaba a sus compañeros de la fábrica a los clubes de alterne, tan de moda en los años sesenta. Los esperaba fuera, mientras tomaba alguna que otra copa, e iba conversando, poco a poco, con la dueña y las trabadoras del local. Hasta que ellas mismas, que no sabían escribir ni leer, le pidieron si podía redactar unas cartas a sus novios en el pueblo, como él hacía con su mujer.

Sin duda, los hábitos amorosos han cambiado mucho. Hoy podríamos pasar de la carcajada al sonrojo con según qué sentencias de nuestras abuelas y bisabuelas: “Cuida con que te bese un chico, no vayas a quedarte embarazada”. Ellas se las creían de verdad, y la noche de bodas, en muchos casos, era pura ignorancia. Según qué edad tengamos, nuestros padres, sus hijos, avanzaron mucho en cuestión relacional. Ya festejaban bastante libremente, aunque las demostraciones de cariño siguiesen estando prohibidas por la calle y la intimidad fuese preservada hasta después de pasar por el altar.

Fue nuestra generación, ya universitaria y a la puerta de unos cambios político-sociales educativos que hoy muchos consideran obsoletos, la que descubrió y utilizó por vez primera términos referentes a los genitales y al placer. Por respeto, seguían manteniéndose las formas; pero ya nadie se escandalizaba si los labios de un chico y una chica se rozaban y relamían a plena luz.

Iríamos conquistando libertades y amor, y también sexo. Hasta nos acostumbramos a que lo hicieran en el parque, y a ver máquinas dispensadoras de condones en la farmacia. Con la revolución del milenio, los papeles lacrados y las postales fueron sustituyéndose por los whatsapps. La biunivocidad de hombre a hombre, de mujer a mujer, se ve como normal. Jóvenes y parejas inmigrantes de muy diversas latitudes han importado también sus formas el amor.

¿Qué escribiría Carmen Martín Gaite sobre los usos amorosos del siglo XXI? Sin embargo, y con la que está cayendo, ayer volvíamos a celebrar San Valentín.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 15 de febrero de 2019).

15/02/2019 15:16 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.

Misioneros

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Foto Diócesis de Córdoba / Inspectoría Salesiana María Auxiliadora

Hace una semana, Antonio César Fernández, sacerdote de la diócesis de Córdoba, regresaba con otros compañeros de una asamblea en la capital de Togo, Lomé, de la Inspectoría Salesiana de África Occidental Francófona, a su pequeña comunidad de Uagadugú –Burkina Faso–. “Son los jóvenes de los distintos lugares del mundo en los que he estado los que me han enseñado a ser salesiano y a ser lo que ahora mismo soy”. Dos días después, era abatido por unos yihadistas, junto a cinco funcionarios de aduanas.

Últimas víctimas del mes en el país antes de iniciarse, el lunes, la evacuación de dos mil rehenes del EI al este de Siria. El 4 de febrero, catorce civiles eran muertos en otro ataque, desaparecidos cuatro empleados de Cruz Roja al norte de Burkina Faso; miembro del G5 del Sahel, organismo que combate el yihadismo en la zona, con Mali, Mauritania, Níger y Chad.

El terrorismo no tiene fronteras. Va para dos años la muerte del anciano presbítero Jacques Hamel, degollado en su iglesia de Saint Etienne du Rouvray –Normandía, Francia– en presencia de rehenes; ahora en proceso de beatificación. Les había dejado a sus sicarios hacer uso del templo. ¿Y quién recuerda a las cuatro Misioneras de la Caridad, de la Madre Teresa, masacradas en Yemen, en un centro para ancianos y discapacitados?

En junio de 2013, François Murad, franciscano de 49 años, fue desalojado del convento de Gassabieh, mientras defendía a las monjas. Los autores del asesinato eran opositores al Gobierno de Bashar El Asad, del Frente Al Nusra, el brazo de Al Qaeda en Siria. No solo el sufrimiento, también el compartir en el disfrute.

Ángel, Javier, María Jesús… siguen siendo lámparas encendidas. Nos compartía Carlos Munilla, misionero diocesano de Zaragoza en Japón: “Sembrar y preparar el corazón humano para el encuentro con Dios. La mejor manera de hablar de Dios es a través de la calidad de nuestras vidas”. Antonio César fundaría, allá por 1982, un colegio salesiano en Togo. Algún año después, vendría a la parroquia Madre de Dios de Begoña, en las Delicias, otro joven misionero, Antonio González-Mohíno, que enseguida se hizo con la feligresía. Se habían conocido en el 82 en Lomé. Pasadas décadas, sería delegado de Misiones y secretario del Instituto Español de Misiones Extranjeras. Pasión y vocación son para siempre.

María Pilar Martínez Barca

(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "El Meridiano", viernes 22 de febrero de 2019).

22/02/2019 14:51 pilmarbarca Enlace permanente. La columna dominical No hay comentarios. Comentar.


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