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Síndrome posvacacional

Foto: Heraldo
Volvemos del pueblo o de la playa, y el puente de la Almozara nos lo cortan por obras, nos han talado árboles y han vallado parques y zonas verdes. A la vuelta de la esquina, los libros y los nuevos uniformes para el cole, un ojo de la cara –sin entrar en polémicas de LOMCE ni centros concertados que ya no se abrirán de aquí a las elecciones–.
Y vemos lo mucho que han crecido nuestros hijos, que nos hacen mayores, y cómo nuestros padres necesitan más afecto y apoyos. Y muchas dependencias en su limbo, sin abonarse. Pero el malestar se pasa nada más encender la radio o la tele. El Estado Islámico destruye con excavadoras el monasterio de Mar Elian, del siglo V –en Al Quariatain, Siria–, por no adorar a Dios. A más de doscientos rehenes, muchos cristianos, les queda convertirse al islan o pagar el impuesto.
Mientras, la entrada a Melilla se vigila por agentes sin armas –por bajas psicológicas–, pese a la amenaza yihadista. No es la mismo los inmigrantes del Mediterráneo: otros cincuenta cadáveres, aunque aseguran haberse rescatado casi tres mil vidas. La dura Merkel es abucheada en su visita al centro de refugiados Haidenau, por masas xenófobas y neonazis. “Hay tolerancia cero frente a quienes cuestionan la dignidad de otras personas”.
La cruz de la moneda, que Europa apoye a refugiados serbios y macedonios. Haz y envés de la misma hoja: el ex integrante del grupo musical Los Piratas –en Pontevedra– amenace a su mujer y su bebé con cortarlos en trocitos. ¿Hasta dónde el sadismo humano? El periodista Bryce Williams mata a tiros en directo a un cámara y una reportera.
No se queda en Virginia (EE. UU.). Inmaculada Sequí, joven presidenta de VOX en Cuenca, es asestada a golpes por fascista. ¿Por defender la vida y unos sólidos principios? Eso me hace pensar: que el vallado de parques, los partidos políticos emergentes, el traslado de párrocos en nuestras iglesias de barrio zaragozanas –que también han sufrido su tótum revolútm, Dios sabrá por qué–, sea para savia nueva. Con los tiempos que vienen…
Se anuncia un McWhopper o hamburguesa mixta entre Burger King y McDonald’s, alianza culinaria por la Paz, el 21 de septiembre. Nos sabrá a gloria.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 4 de septiembre de 2015).
Refugiemos la Lengua

Foto: Heraldo
La cultura y la música mantienen y alimentan la diversidad, afirmaba Fernando Rivarés, concejal de Economía, Hacienda y Cultura, en la clausura del XXIV Encuentro Internacional de Folclore. Hungría, México, Eslovenia, Bangladesh, Argentina, Indonesia y Rusia, Cataluña, Murcia y Valencia, eran acogidos en nuestro Auditorio por Raíces de Aragón, anfitrión del evento.
¿Mucho rizar el rizo ver un encuentro artístico como metáfora de acogida humanitaria? Acogedores fuimos siempre. Árabes y judíos nos impregnan desde los orígenes. “Hay que reivindicar el influjo de la cultura árabe, que anima a conocer, en la conformación de la lengua española y las otras que se hablan en la península, incluido el aragonés”, subraya José María Enguita, presidente del X Congreso de la Historia de la Lengua Española, celebrado toda esta semana en el Paraninfo. Entre los hebreos, Pedro Alfonso de Huesca –Moses ha-Sefardí–, cuya conversión levantaría verdaderos terremotos intelectuales.
La misma Santa Teresa, antes de encontrar en Cristo un libro vivo, habría de entregar numerosos volúmenes a la Inquisición, por eso del lenguaje subliminar y múltiple; entre ellos el Flos sanctorum impreso en Zaragoza en 1556. Y la conferencia inaugural de Aurora Egido, “El diálogo de las lenguas en la segunda parte del Quijote” –de Barcelona y Nápoles a Aragón–, es otro ángulo del poliedro de la diversidad lingüística y humana.
Recuerdo a una de nuestras más brillantes profesoras, María Antonia Martín Zorraquino, miembro de la AHLE (Asociación de Historia de la Lengua Española) y responsable del Congreso, cuando nos invitaba a relacionarnos con compañeros de otras disciplinas. La Lengua también linda con las leyes, las regiones transfronterizas, el lenguaje de los sordomudos…
Hasta final de enero podremos disfrutar de la exposición Tesoros de la Lengua, en las bibliotecas universitarias del Paraninfo y María Moliner; vocabularios, ortografías y gramáticas que dieron su expansión al castellano, junto a ediciones que valen un potosí. Sepamos valorar lo que siempre fue nuestro y al tiempo universal, de Estados Unidos y Japón, Corea del Sur, Taiwán o Cataluña.
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", domingo 13 de septiembre de 2015).
Adiós a los que se quedan

(Escrito en la despedida a los sacerdotes de mi parroquia, reflejo de mi propio mundo interior).
Estábamos acostumbrados a Ángel Moros y Miguel Peña, dos piedras vivas más del templo, del viejo y de este nuevo acristalado, anchuroso, ajardinado y accesible; como cada uno de nosotros. Y vino un cura joven, apasionado, respetuoso con el templo al que llegaba y rompedor. ¿Quizá demasiado activo? ¡Era guapo! Traía savia nueva en las venas.
Sergio era una piedra pequeña, silenciosa, apenas hacía ondas en el agua. Pasaba desapercibido. Enseguida fue dejándose notar en las homilías, en los saludos tan de tú a tú, en una risa fresca de cascada, en una reflexión siempre acertada, hecha paréntesis y santuario en el trajín diario de un vivir sin vivir nunca en sí.
Yo me fijé en los gestos. La reverencia íntima, casi mística, en la Consagración; unas palabras siempre oportunas, casi abrazo, al recibir el pan y el vino en el altar de nuestras manos… Y cuando celebrábamos la Reconciliación, el sacramento de la máxima alegría y de una paz sin fondo, él era el primero en confesarse. Nunca lo había visto, me impresionó.
Ángel nos fue dejando poco a poco. Aún recuerdo aquella mañana de domingo en la que D. Manuel Ureña instituyó a D. Sergio Martínez Serrado párroco de la Presentación de la Virgen. Todos nos alegramos, era la mejor opción. Desde entonces, toda una vorágine de responsabilidades y compromisos, ser testigo de innumerables experiencias y problemáticas personales, familiares, sociales en torno a la parroquia… No le robarían, sin embargo, ni un minuto para sus jóvenes y scouts, ni para preparar la misa de los niños –su colega Checho enseñaba jugando--. Tampoco para atender a su familia, sus lecturas en los tiempos de ocio ni el trato personal. Obvia decir que mi amigo Sergio se convirtió no tardando en mi confidente, cómplice, consejero, confesor. ¿Cómo se puede ser un “correcaminos” tan espiritual?
Creo que aquella misma mañana de domingo se nombró a Emilio Aznar vicario parroquial. Llegó a principios de curso en misa de una. Nos lo presentó Sergio: “Es una comunidad muy acogedora, te acogerán muy pronto, como hicieron conmigo” –le dijo a Emilio. Y otra mañana, sin venir mucho a cuento, me salió al encuentro y me dio las gracias. ¿De qué me conocía? ¿Me había visto debajo de la higuera?
Emilio, el teólogo, el intelectual, profesor del Seminario y director del colegio Santo Domingo de Silos. Cada eucaristía rezuma en él la hondura de una clase magistral, junto a la sencillez de Jesús en las parábolas. Alumno predilecto del célebre teólogo Olegario González de Cardedal –a quien por esos vericuetos de la vida conozco personalmente--, no pierde nunca la frescura inocente y la sonrisa.
Apacible en el trato, más calmado, como si poseyera la eternidad y sus satélites para ofrecértela en cada conversación. No pasa a su lado el tiempo, o así te hace sentir. Combina la ironía, que solo los más inteligentes heredan por riqueza, junto a una sana timidez. Y el más gracioso de los despistes: más de uno de los correos electrónicos que le enviaba se perdía en el limbo.
Estudioso minucioso de la Biblia, el Evangelio, escritos eclesiológicos e históricos… y amante del deporte. Un diálogo real: --¿Sabes?, el otro día mi sobrino hablaba con las cenizas de su abuelo, en el cementerio. --¿Y qué le decía? –Abuelo, abuelo, ¡ha ganado el Zaragoza! Nos reímos.
En diferentes estancias del castillo, seguimos sembrando la semilla, recolectando frutos que no van a echarse a perder, tesoros que acrisolan el corazón. Levantando como podemos el Reino. Siempre hombro con hombro, en estos tiempos recios que nos vienen. Feliz y buen camino, Sergio, Emilio, hermanos.
María Pilar Martínez Barca
(Publicado en http://presentaciondelavirgen.blogspot.com.es/2015/09/adios-los-que-se-quedan.html).
Sin frontera

Foto: Nilufer Demir. Una foto ya patrimonio de la humanidad.
La RAE también se va adaptando a los cambios sociales y las crisis económicas y humanas –un conflicto nunca puede ser “humanitario”–. En la 22.ª edición de su Diccionario define a los “sin techo”: “Dicho de una persona: Que carece de vivienda y, generalmente, de cualquier medio de vida”. Primero fueron los transeúntes, que irían de ciudad en cuidad sin asiento fijo. Después, los inmigrantes, que hicieron crecer la natalidad y cogieron trabajos que no queríamos los autóctonos. Ahora son los refugiados.
Miedos, fobia a lo desconocido. Las personas también nos dividimos, como las naciones. Alemania, Croacia o Eslovenia, frente a Hungría. ¿Y si se nos cuelan yihadistas entre jóvenes padres de familia, mujeres, niños y discapacitados? Manuel Valls, primer ministro francés, asegura que en Siria está el origen de sus atentados que sufrió su país. Sin embargo, la imagen de Aylan, el niño de tres años ahogado en una playa turca, conmovió el corazón del mundo.
Lesbos, la isla griega de la poeta Safo, idolatrada por Aristóteles, patria sagrada de la lírica y de la apertura en diversidad, se ha convertido en centro neurálgico de un éxodo humano superior al relatado en la Biblia. Son pobres, escandalosamente míseros; pero también médicos, periodistas… En uno de sus hospitales ha nacido Alí, un pequeño que con días ha sido testigo de bombardeos, vallas, expatriación, terror. Aunque ha tenido suerte: podrá contarlo.
Al fondo, un país, o conjura de países, con demasiados intereses, integrismos, abusos y violaciones. En silencio, las sierpes o armas químicas ocultas entre las flores y todos los derechos humanos pisoteados. Desde la otra orilla, personas y ONGs de todas las ideologías y creencias que se vuelcan, abiertas, generosas, con unos pocos euros, una casa, o parte de su vida.
“Escolaricemos a los niños, demos espacio en la universidad a quienes quieran ir y reconozcamos los títulos universitarios de aquellos que los tengan”, ha propuesto Íñigo Méndez, ministro de Educación. Que los jóvenes creen relojes que compartan el tiempo y no bombas; y no mueran más bebés en la basura.
¿Qué nombre dará el DRAE a estos nuevos refugiados “sin frontera”?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tribuna", "Con DNI", viernes 18 de septiembre de 2015).
Patrimonio universal

Foto: del archivo personal del autor.
Ignacio Martínez de Pisón, zaragozano de nacimiento, barcelonés de residencia y viajero del mundo por vocación, acaba de obtener el Premio Nacional de Narrativa por La buena reputación, “retrato del mundo judeo-español en Melilla en la época del Protectorado”, según los miembros del Jurado. ¿Devolución de bienes? ¿Autodeterminación e independencia? ¿Exilio de empresarios? ¿Corralitos? Poner puertas al mar.
Ser hijo de padre militar que lo deja huérfano a los nueve años, con antepasados carlistas, habría de marcar su obra y su trayectoria vital. La ternura del dragón algo tiene que ver con el abuelo que lo fue todo en su infancia. De la guerra de África o nuestra Guerra Civil, a la posguerra y la Transición, el autor va tejiendo obra tras obra los hilos de su trama: El tiempo de las mujeres o María bonita, Enterrar a loa muertos –sobre la ejecución de José Robles Pazos--, Dientes de leche –familia de fascistas italianos en la Zaragoza de posguerra--, o El día de mañana –historia de finales del franquismo. Ante tal diversidad, ¿dónde quedan las banderas?
Me recordaba a otra gran persona de las Letras que nos dejó esta semana: Carmen Balcells, agente literaria de trescientas primerísimas firmas, entre ellas, el boom latinoamericano y varios premios Nobel. García Márquez, Vargas Llosa –que creyó ver en su bola de cristal--, Ana María Matute, Javier Carcas, Rosa Montero… “Será recordada por haber sido la persona que rescató los derechos de autor”, aseguraba Rosa Regás.
Y no iba tan descaminada. Lo intuí cuando entré en contacto con doña Carmen, --a través de Carina Pons y gracias a la amabilidad de Rosa Montero--, por si cedía dos relatos de Ana María Matute, “La rama seca” y “El jorobado”, para Cuentos desde la diversidad –Colección Joseph Merrick, Libros del Innombrable--. También Martínez de Pisón nos pasaría “Veranos con Javier”. Y una, que se sabe tan pequeña, se siente en esos momentos universal.
Por eso, es difícil comprender el discurso del madrileño Fernando Trueba al recibir el Premio Nacional de Cinematografía: “Nunca he tenido un sentimiento nacional, ni cinco minutos de mi vida”. ¿De qué color político es la Cultura?
María Pilar Martínez Barca
(Heraldo de Aragón, "Tríbuna", "Con DNI", viernes 25 de septiembre de 2015).